Resultados para “Usuario: Cogorzota"

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  1. #301 Cogorzota 12 de feb. 2007

    Biblioteca: Iglesias Prerrománicas del Alto Aragón II

    Perdón, el enlace:

    http://www.vallenajerilla.com/berceo/rioja-abierta/fundacionrealnajera/fundacionrealnajera.htm

  2. #302 Cogorzota 12 de feb. 2007

    Biblioteca: La Reja de San Millán (1025). Toponimia alavesa del siglo XI.

    Me he topado con esto, que me parece interesante al hilo de lo planteado por ainé, sobre si era rega o riego el ferro de Álava.



    Berceo, al versificar estos "Votos", abrevia nombres de pueblos, pero la estrofa 466 parece que, en su concisión, lanzara un grito de petición:

    «Unas tierras dan vino, en otras dan dineros,
    en algunas cevera, en alguantas carneros;
    fierro traen de Alaba e cuños de aceros,
    qesos dan en ofrenda por todos los Camberos»


    Acaso sean necesidades de pura rima para que Berceo recuerde cuatro cosas fundamentales (vino, dinero,grano y carneros) y dos zonas, Alava y los Cameros, de donde provenían los arados de hierro y los famosos quesos, que eran habituales en la dieta de la zona. La petición por parte de Berceo (que, les recuerdo, escribió su obra entre 1230 y 1236) de hierro para arados, debe hacernos reflexionar, puesto que, además, estamos hablando de la versificación de una falsificación. En estos años, y según el brillante estudio del profesor García de Cortázar, el Monasterio de San Millán se encuentra en una época de "defensa a ultranza del patrimonio" más que en un momento de expansión. Habría, por tanto, que resituar el dato en una etapa inmediatamente anterior, la que va de 1167 a 1226, caracterizada por las necesidades de "reorganización del dominio", en la que sí hay todavía un intento de "repoblación y explotación de nuevas zonas, aunque el Monaserio sigue orientando su política económica por el sendero de la defensa de su riqueza ganadera y piscícola"21(21. GARCÍA DE CORTAZAR, J.A. El Dominio de San Millán de la Cogolla (s.X a XIII). Introducción a la Historia rural de la Castilla Altomedieval, Universidad de Salamanca, 1969, pp. 324 y ss.).

    http://www.vallenajerilla.com/berceo/dieta/escohotado.htm


  3. #303 Cogorzota 13 de feb. 2007

    Biblioteca: Una semana decisiva en el Reino de Navarra

    kukuxumusu, desconstextualizado total. Fuera del tiesto. Japo al cierzo.

    ¿El Gamazo ese, que decía lo que decía, era el cachibírrio o rabadán?

    No me creo que tanto jubileta como hay empadronado en Monteagudo, esté por la labor de palotear.
    Si conoces el dance será bienvenido en el artículo de los paloteaos.

  4. #304 Cogorzota 14 de feb. 2007

    Biblioteca: Una semana decisiva en el Reino de Navarra

    Egunon tm

    Creía que el artículo trataba de la conquista de Navarra por Ferdinandus y de su unión a Castilla, no de los fueros ni de lo que pudo ser o dejar de ser, cuatro siglos después.

    Sería de agradecer un buen artículo que desmonte los mitos sobre los privilegios que supuestamente goza Navarra actualmente. Ya sabrás que desde Aragón y La Rioja se cuestiona el tema a veces visceralmente y esas “coplillas” no ayudan en nada a serenar los ánimos. ¿Hablaremos también del carlismo?

    Lo de los empadronamientos, lo hemos discutido los aragoneses en sede parlamentaria en varias ocasiones. Esta por ejemplo, hace diez años:

    http://www.cortesaragon.es/bases%5Cdisca2.nsf/(DiscaID)/21585F248786CB664125687E002A003B?OpenDocument

  5. #305 Cogorzota 15 de feb. 2007

    Biblioteca: Españoles en la Guerra de la Conchinchina

    Guerrilla que por cierto, se llama "Frente MORO de Liberación"

    Esto se me hace muy difícil de digerir:

    Franco le dijo a Johnson que Vietnam no era un problema militar, sino político y económico: «Los países (asiáticos) se inclinan en general al comunismo porque, aparte de su poder de captación, es el único camino eficaz que se les deja». La provocación fue directa. El dictador español le soltó al presidente americano que su homólogo de Vietnam del Norte, su peor demonio, el líder del eje del mal de los sesenta, debería gobernar el país: «No conozco a Ho Chi Minh, pero por su historia y su empeño en expulsar a los japoneses primero, a los chinos después y a los franceses más tarde, hemos de conferirle un crédito de patriota, al que no puede dejar indiferente el aniquilamiento de su país. Y dejando ahora su carácter de duro adversario, podría ser sin duda el hombre de esta hora, el que Vietnam necesita».


    ¿Pensaría lo mismo de su paisano Fidel?


  6. #306 Cogorzota 16 de feb. 2007

    Biblioteca: Iglesias Prerrománicas del Alto Aragón II

    Esperaba que trasladases aquí, Roldan, tu último comentario de la otra charla, para decirte que lo suscribo (desde la tercera línea), pero no solo en el Alto Aragón, sabemos que fue así también en la primitiva Castilla (Bardulia).
    Eso es Astúlez y Valpuesta o la repoblación de Amaya.

  7. #307 Cogorzota 16 de feb. 2007

    Biblioteca: Iruña- Veleia III

    Servan Parmessan, te ruego tengas a bien incluir entre los reportajes del Sinsorgado, esta infundada opinión o sandez que aporté en el Iruña-Veleia II:

    Cogorzota
    28/11/2006 7:07:21

    Teniendo en cuenta que:

    “Aparecen todas las piezas juntas, en una misma habitación, presumiblemente en contenedores perecederos: sacos, cestos, cajas de maderas de las que han aparecido sus herrajes”

    ¿Creéis posible que todo este material fuera llevado a Iruña-Veleia, por ejemplo como prueba de cargo en un juicio?

    Desde que en junio me enteré de las primeras noticias, no paro de darle vueltas a la posibilidad de que procedan de Deóbriga. Ciudad maldita igual que la de Ajenaton y que podrían compartir algunos conceptos religiosos.
    http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=2364


    Igual acierto y me toca el perrito piloto.

    Sotero, estoy muy intrigado con la procedencia y la reutilización de las piedras. Cuando visité el sitio este verano, me sorprendió lo pequeñas que son las que quedan, solo en la muralla en la zona de la puerta, hay alguna grande. Supongo que será porque se las han llevado, porque en Caesar-Augusta que tampoco hay piedra en el entorno, sobreviven algunas muy grandes.
    Una piedra trabajada, grande y cuadrada, sería muy valiosa, tanto más cuanto más duro fuera el material. Lo más socorrido es la piedra arenisca, que es blanda y fácil de trabajar, pero en la llanada no tenéis.
    Estoy recordando una casona de Briones, que tiene las piladas inferiores de mármol.

    Esto viene a cuento de que yo tuve un bisabuelo, nacido en 1870, que trabajó de joven en una cantera de Cuzcurrita, San Jorge, que es de donde habían sacado la piedra para la monumental iglesia y torre barroca:
    http://www.cuzcu.com/visita/iglesia.html

    Por lo visto contaba los viajes con el carro que hacían a Vitoria, mi padre decía que eran para la catedral. Nunca he tratado de comprovarlo.

  8. #308 Cogorzota 22 de feb. 2007

    Biblioteca: Iglesias Prerrománicas del Alto Aragón II

    Roldán, veo que has leido por ahí algunas de mis idas de Olla.

    No considero a la Hoya de Huesca una Olla, en el sentido de trampa. Es demasiado grande, como la hoya del Oja-Tirón-Ebro entre los Obarenes, Toloño y La Demanda. Para cultivar y defenderla, haría falta mucha gente y organización. Las Ollas que busco son más pequeñas, no sabría decirte, ayer miraba la Loma Negra y Sancho Abarca, hoy con lo de los almogávares me fijo en la sierra de Armantes (Almantes?), en el Pirineo y Prepirineo seguro que hay a cientos.

    El tema del clima y la historia de la agricultura, sin duda es apasionante. Tengo entendido que los romanos tuvieron suerte al coincidir con un periodo de bonanza, pero las condiciones empeoraron en el siglo V y se abandonarían muchos valles cultivados, en los que solo quedaría pastoreo y rapiña.
    Quizás la época en la que pudieron dedicar recursos a edificar templos, fue debida a que el tiempo mejoraba y tenían un equilibrio entre los que pastoreaban y vigilaban (y rapiñaban) y los agricultores de espada y azadón. En la Alta Edad Media hubo viñas en sitios que hoy nos parecen increibles.

    El tema de los eremitas vigilantes, como fue San Felices en Bilibio o el mismo San Millán, sin duda también tiene tela.

    Ale, a plantar fuerte.

  9. #309 Cogorzota 23 de feb. 2007

    Biblioteca: Iglesias Prerrománicas del Alto Aragón II

    De eso nada, monada. Cada uno sabe unas cosas, no son comparables.

    Luego está lo que se aprende y ainé, aún no ha entendido a peser de que se lo has dicho ya dos veces, que sería muy raro que los peregrinos usaran esos caminos y dieran tanta vuelta. Al oriente del Summum Portum, como es el caso del Gállego, el viaje hacia el sur es muy abrupto. Lo natural, queriendo ir a occidente, es descender el curso del río Aragón.
    Los lugares de culto anteriores, de haberlos, cada nueva "civilización" los habría destruido por idólatras. Yuyu total.
    ¿Que opinais de San Miguel de Aralar?

  10. #310 Cogorzota 28 de feb. 2007

    Biblioteca: Iglesias Prerrománicas del Alto Aragón II

    Roldán, no es una Olla en el sentido de trampa, camino que envuelve, pero al igual que la comarca de La Rioja Alta, es dijéramos, una macro Olla. Harían falta muchas alianzas vecinales para defenderlas como una unidad. En la Hoya de Huesca lo consiguió Pedro I y sobre todo el cortacabezas de su hermano Ramiro II, pero en la CogOlla se repartió leña durante muchos cristianos siglos.

    A lo de Carlomagno y las reliquias, no se le suele dar la importancia que creo que tuvo.
    Los Longobardos no tenían esa querencia, su principal santuario era San Miguel de Gargano, y por estos lares quizá fuera así también, por eso preguntaba por el de Aralar. También es significativo que uno de los primeros santuarios asturianos, fuera San Miguel de Lillo.

    Salute

  11. #311 Cogorzota 04 de mar. 2007

    Biblioteca: "Las siete maravillas de España"

    La calle Laurel de Logroño

  12. #312 Cogorzota 11 de mar. 2007

    Biblioteca: Aragón También Existe

    En primer lugar creo que hay que contextualizar el artículo en la España virtual del momento, que no fue otro que a los pocos meses de conseguida la mayoría absoluta del PP en el año 2000. También ganaron en Aragón, si bien un año antes el PAR se alió con los socialistas en el Gobierno de Aragón, algunos regionalistas (como Luis Acín) se pasaron a la derecha, sin sospechar el trasvase que pergeñaban. En el Pirineo, que ya se olían la tostada, se habían hecho movilizaciones históricas , paro general, manifiesto por la dignidad de la montaña, etc… Fue cuando la Chunta con 50.000 votos metió a dos diputados en la DGA, y después con 75.000 a Labordeta en el congreso.
    Parecía un buen momento para que nos “regalaran los oídos” a los aragoneses. Nada que nosotros no supiéramos, pero que quizás convenía recordárselo a vascos y catalanes.
    No fue solo el cartagenero, a otros también les pasó, como a FJL que publicó en el Mundo, en septiembre, un bonito artículo antitravase. Duró poco. Matas sacó la tubería que habían ocultado en campaña electoral y la nueva consigna de la España virtual, cuando el 12 de Octubre el pueblo se manifestó en contra, pasó a ser la insolidaridad y el agua para todos.

    Reverte luego calló. Como tantos otros.

    Seguimos siendo pocos, apenas el tres por ciento de españoles, pero no se nos puede borrar del mapa. Ya lo creo que existimos.

    Gracias Reuve, por el recopilatorio.
    Bueno, buena, se dice igual que en castellano: bueno, buena, buen, aunque también quiere decir mucho. Biella, biello, quiere decir Vieja, viejo.

    AUTODETERMINACIÓN


    A plantar fuerte!

  13. #313 Cogorzota 11 de mar. 2007

    Biblioteca: Aragón También Existe

    Bueno Guillencico, co, algún tantoporciento tendremos de aragoneses que aún se están haciendo y algunos otros que se querrán deshacer... difícil de saber. Y el exilio, no olvidemos el exilio.

    Y lo de Chunta, si quieres lo dejamos pero por comentar yo diría que si acaso sería antiautonomismo. Es el único partido con representación que vota NO al estatutico.

    Vease exaustivo estudio en:
    http://www.chunta.com/

    NUESTRO ESTATUTO Y LOS OTROS

    La tercera reforma de un Estatuto de segunda

    El objeto de este estudio consiste en comparar el texto de la reforma del Estatuto de Autonomía de Aragón que se encuentra en tramitación en el Congreso de los Diputados con los textos de los otros Estatutos ya reformados o en proceso de reforma, tomando como referencia datos oficiales publicados por organismos públicos (Presupuestos Generales del Estado, Instituto Nacional de Estadística, Instituto Geográfico Nacional, Cuencas Hidrográficas...).

    La conclusión a la que se llega tras esta comparación objetiva es que la reforma del Estatuto aragonés deja a la Comunidad en una clara situación de inferioridad con relación al resto de Comunidades. Es decir, que tras su tercera reforma, el Estatuto de Autonomía de Aragón sigue siendo de segunda.


    Por otra parte, que acoja a algunos de los tocapelotas del reino, no invalida su declaración de intenciones:

    "CHA ye un coleutibo d'ombres y mullers que fan suyas as balors d'o sozialismo democratico, y que se consideran continadors y partezipes d'o esfuerzo istorico de luitar por a libertá, a democrazia, a toleranzia en a pluralidá, a paz, a dinnidá, a solidaridá y a igualdá entre as presonas y os pueblos, fuyindo de dogmatismos y replegando de as diferens esperenzias d'o mobimiento sozialista, d'os mobimientos por a emanzipazión sozial y nazional, y d'as corriens ecopazifistas, feministas y umanistas, os elementos alazetals ta la definizión de a suya estratechia y programa."

    (De l' Articlo 1. Ordinazions
    de CHA)

    Y que conste, que a mi del Comando la que más me gusta es esta:








  14. #314 Cogorzota 11 de mar. 2007

    Biblioteca: Aragón También Existe

    Vamos a ver, las Cortes de Aragón han presentado al Congreso de los Diputados, una propuesta de reforma del estatuto, en cuya tramitación las enmiendas de CHA fueron rechazadas y por tanto optaron por la abstención. Cuando toque, se votará en el Congreso de los Diputados y Labordeta si le aguanta la próstata, votará no.

    La verdadera juventud nacionalista, que se monte otro partido como hicieron ellos, y que se espere a peinar canas para tocar marro.
    Oponerse a la Expo es lo que tiene. Si se vota y pierdes, o lo asumes o te vas, es inutil dar la vara donde no te quieren. Pasa en todos los sitios ¿No?

  15. #315 Cogorzota 15 de mar. 2007

    Biblioteca: Las siete cagadillas de España

    Las pensaba poner en las maravillas de Alevín y no me decidía.
    Van mejor aquí:

    1.- Emporion

    2.- Saguntum

    3.- La Muela de Garray

    4.- Castillo de Clavijo

    5.- La Puerta del Carmen de Zgz

    6.- Belchite

    7.- El "nopantano" de Jánovas

  16. #316 Cogorzota 15 de mar. 2007

    Biblioteca: Eolionimia

    Yo el rumor que tengo oído es que el Cierzo es un viento de gran altura que viene de Rusia y rebota en el Moncayo.
    El Fagüeño, es el Ábrego. En el somontano del Moncayo, desciende y silba.

    En La Rioja Alta, también tenemos Cierzo, pero es Norte-Norte. Al del Noroeste le llamamos Regañón. Al del Sureste Ábrego, que también desciende de La Cogolla, y al del Suroeste, Solano.

  17. #317 Cogorzota 16 de mar. 2007

    Biblioteca: Las siete cagadillas de España

    Aquí va otra cagadica

  18. #318 Cogorzota 20 de mar. 2007

    Biblioteca: Los Maquis la guerrilla antifranquista

    Bueno pues, vamos a poner musiquina, que puede apetecer tenerla de fondo mientras se leen corta pegas, raya pegas y otras pegas.

    Principiamos con Bajo dos Tricolores de La Ronda de Boltaña, que enlazó guillén:



    Y agora, Mallacán:



    6 d'abril,
    agafatos en cantals,
    per entre picos e mons,
    como crabetas,
    a 43 dibisión.
    Entre peñas e zinglos,
    resistir ye benzer,
    resistir ye benzer.


    Armatos d'ilusión,
    Fiels á la libertat.
    Exerzitos d'espargatas
    Güe como ayere!!
    De cada muller e ombre,
    Pende dezidir.
    Libres en esprito e cuerpo
    Os propios afers.


    Güe como ayere,
    Resistir mos fará benzer,
    O nuestro díya plegará.


    Ixa determinazión,
    per a tierra caminar,
    entre a tuya chen,
    Güe como ayere.
    No trencarán o nuestro
    Deseyo de libertat
    Nunca no nos lo sacarán,
    A dinnidat.

    6 de abril,
    agarrados a las piedras,
    entre picos y montes,
    como cabras,
    la 43 división.
    Entre peñas y farallones,
    resistir es vencer,
    resistir es vencer.


    Armados de ilusión,
    Fieles a la libertad.
    Ejércitos de alpargatas
    Hoy como ayer!!
    De cada mujer y hombre,
    Depende decidir.
    Libres en espíritu y cuerpo
    Los propios asuntos.


    Hoy como ayer,
    Resistir nos hará vencer,
    Nuestro día llegará.


    Esa determinación ,
    por la tierra caminar,
    entre tu gente,
    hoy como ayer.
    No romperán nuestro
    Deseo de libertad
    Nunca nos la quitarán,
    La dignidad.




    Caña al alzheimer

  19. #319 Cogorzota 20 de mar. 2007

    Biblioteca: Los Maquis la guerrilla antifranquista

    Es muy fácil, solo tienes que cortar,copiar y pegar aquí, todas las letrujas de la ventanica que pone Embed en la página del youtube. Esbarra bien a la derecha, que hay muchas escondidas.

  20. #320 Cogorzota 21 de mar. 2007

    Biblioteca: Por què le llamo Castellano

    Se me ha ocurrido mirar como se llaman las lenguas propias en los diferentes Estatutos de Autonomía, cosa fácil con el estudio comparativo que tiene colgado CHA en la parte de arriba de su página:

    http://www.chunta.com/

    Si quereis ver intencionalidad política... Pué fale, pos malegro...

    Pretando en la ventanuca lengas propias, sale lo que pone en los diferentes Estatutos.

    Galicia: Gallego y Castellano

    Pais Vasco: Euskera y Castellano

    Navarra: Castellano y Vascuence

    Cataluña: Catalán y Castellano

    Valencia: Valenciano y Catalán

    Islas Baleares: Lengua catalana junto con la castellana

    Asturias: El Bable gozará de protección...

    Castilla y León: El Leonés será objeto de protección específica...

    Aragón: Comunidad autónoma con lenguas propias que no menciona a las mismas por su nombre en el Estatuto de Autonomía

  21. #321 Cogorzota 21 de mar. 2007

    Biblioteca: Por què le llamo Castellano

    cosa fácil con el estudio comparativo que tiene colgado CHA en la parte de arriba de su página:

    NUESTRO ESTATUTO Y LOS OTROS
    La tercera reforma de un Estatuto de segunda

  22. #322 Cogorzota 21 de mar. 2007

    Biblioteca: Por què le llamo Castellano

    Otia! que lapsus

    Valencia: Valenciano y Castellano (¿En que estaría pensando?)

  23. #323 Cogorzota 22 de mar. 2007

    Biblioteca: Iruña- Veleia III

    Estaba yo dándole vueltas a lo del trillo y discrepando para mi mismo con Sotero en lo de que no había cultivo de cereal en la llanada y me acordaba de una hacendada familia, documentada en las Cinco Villas (Sádaba y Sofuentes) zona cerealista donde las haya, y hete aquí que gracias a Gastiz y a la Doctora me entero de que también había un Atilio en Veleia, con suegra vasca nada menos.

    http://www.enciclopedia-aragonesa.com/voz.asp?voz_id=1564&voz_id_origen=1338


    Atiliana, está localizada en otra zona también cerealista, en el camino de los romanos en la meseta de Valpierre (Hormilla), entre el río Najerilla y el río Glera (Oja).

    http://traianus.rediris.es/zaraleon/zaraleon2.htm

  24. #324 Cogorzota 12 de abr. 2007

    Biblioteca: Letra para el Himno Nacional Español

    Por si no teniamos poco lío con lo de la letra, la emprenderemos con la música:

    اسبانيا

    El Himno Nacional, la "Marcha Real" .
    Nuba Al-Istihal de Ibn Báya (Himno nacional de España)

    El filósofo y músico Avempace, en el s. XII, posible iniciador

    Mientras algunos avivan el enfrentamiento, desde la Junta Islámica han recordado las raíces comunes cristianas y musulmanas de la cultura española y cómo incluso el origen del himno nacional podría estar en una composición del filósofo y músico árabe Ibn Báyya (Avempace) del siglo XII.

    El himno nacional procede de un toque militar llamado "Marcha Granadera", de autor desconocido y del que la primera constancia escrita se remonta a 1761. Ahora, coincidiendo con la hostilidad que sectores ultranacionalistas de la política y de la Iglesia católica quieren ver entre España y el mundo árabe, la Junta Islámica ha recordado que esa marcha, y por tanto el himno, procede posiblemente de una composición andalusí.

    http://www.elplural.com/noticiasred/detail.php?id=10453


  25. #325 Cogorzota 14 de abr. 2007

    Biblioteca: Letra para el Himno Nacional Español

    Yeeepa!

    Que la aportación no es solo mía :


    DelaCarpetania
    19/07/2006 9:46:24 Como anécdota sobre el actual himno español, el que llaman "La Marcha Real", me acuerdo oyendo la radio hará un par de años o por ahí, el Trébede de Radio 3, un programa de folk, compararon este himno con una canción popular de origen mudéjar y el parecido era asombroso, por lo que se la dieron con queso a los Borbones cuando mandaron componer el susodicho himno, el compositor ni se molestó, plagió la melodía mudejar y ahí tienes a los hijos de la "reconquista" cantando un himno arábigo jaja.

    A mi lo que me gustaría saber, es si es científica la atribución al jotero Avempace.

  26. #326 Cogorzota 16 de abr. 2007

    Biblioteca: ¿Cúando nace España como estado?

    España, es lo que hay y lo que nos imaginamos que hay en sitios que no conocemos más que de pasada y de oidas. Mientras remendamos, hablemos de historia que es de lo que va esto.

    ANAFKH,
    "los fueros de Tudela, Cervera y Gallipienzo presentan a Alfonso el batallador como reinante “in Aragonia, in Irunia, in Navarra” lo que no deja de plantear problemas pues Irunia es la forma eusquérica de Pamplona y que se presente a Pamplona y Navarra por separado nos lleva a la pregunta de qué se entiende por Navarra en esa época"

    ¿Esa Irunia, no podría ser Veleia?

    Brigantinus

    http://155.210.60.15/hant/atlas/vascones.html

    ¿Que es la linea verde?

  27. #327 Cogorzota 25 de abr. 2007

    Biblioteca: Breve historia lingüística de la ropa interior

    Voy a aportar una bonita palabra aragonesa para calzoncillos:

    Zaragüellas

    Imagino que de lana, pues oveja se dice güella.

  28. #328 Cogorzota 25 de abr. 2007

    Biblioteca: Breve historia lingüística de la ropa interior

    pérola
    Hoy, a las 18:24 Por cierto, ya que hablamos de esto, el otro día me preguntaron como se llamaba a un tocado masculino que consiste en un paño enroscado en la cabeza, pero sólo alrededor, y no cubre la parte superior, creo de origen árabe.


    Creo que te refieres a esto:

    Cachirulo, El



    El término cachirulo tiene varias acepciones, pero en Aragón designa el pañuelo que los hombres llevan atado a la cabeza como complemento del traje regional, y que puede ser rameado o a cuadros. La palabra apenas fue usada popularmente en tiempos anteriores a nuestro siglo; la actual significación se le dio a partir de 1953, cuando, después de tres conferencias pronunciadas en el Ateneo de Zaragoza por don Demetrio Galán Bergua sobre Exaltación de la Jota, Pascual Yrache propuso la constitución de Amigos de la Jota, asociación que pronto encontró excelentes valedores y cuya finalidad no era otra que revitalizar el canto y baile regionales y velar por la pureza de los mismos. Como una sección de Amigos de la Jota se creó la Peña El Cachirulo, cuya acta constitucional, redactada en romance baturro por Anselmo Gracia Forcén, lleva fecha del 6-I-1964.

    http://www.enciclopedia-aragonesa.com/voz.asp?voz_id=2760&tipo_busqueda=1&nombre=
    cachirulo&categoria_id=&subcategoria_id=&conImagenes=

    Y Tambien:

    Existen muy pocos elementos antiguos en el vestido aragonés; uno de ellos es el bancal o mantilla de iglesia, de forma tendente al semicírculo, con una borlilla colgante en la parte central del diámetro, con destino a la fácil colocación de la prenda dejando que la borla cuelgue enmedio de la frente, que lo encontramos en una pintura sobre cerámica «celtibérica» de Numancia, anterior al 133 a.C.; también es de antigua tradición la capa, derivada del sagum celtibérico, sin esclavina; de origen indudablemente musulmán es el cachirulo o pañuelo coronario, que fue conservado por los moriscos hasta el siglo XVII, pero no los calzones o zaragüelles que Ricardo del Arco quería entroncar incluso con los que llevan algunos arqueros de las pinturas rupestres levantinas, como el del El Secáns de Mazaleón. Un conjunto que puede remontar hasta el siglo XV es el de Echo, Ansó y el Roncal en lo que se refiere al sayo y gorgueras femeninos.

    http://www.enciclopedia-aragonesa.com/voz.asp?voz_id=12379&voz_id_origen=


  29. #329 Cogorzota 05 de mayo de 2007

    Biblioteca: Iruña- Veleia III

    http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=324140

    Rufino Gómez Villar nos muestra aquí un buen número de topónimos vascos en el alto Tirón, que no se muy bien si hay que considerar zona autrigona, pelendona, o incluso berona (Libia-Herramélluri-Velasco).

    De mi zona, del bajo Tirón no conozco ningún trabajo ni se cuando están documentados estos topónimos:

    Berríquia, Ollávide, Repinate, Gacitorre, Guisalza, Mátura, La Cáchuri, Las Recillas, La Renueva, Relucéa, La Andaudia, Hollaba, Arteaga, Zapucales, Atamauri, etc, etc...

    ¿Repoblaciones medievales? Eso había oído para Cihuri, Ochánduri, Herramélluri, Ollauri, Nahárruri...



  30. #330 Cogorzota 07 de mayo de 2007

    Biblioteca: Onomástica etrusca de origen egeo-anatolio

    Gargano

    Intrigante tema. Esto sería para otro artículo, pero ya que estamos...

    Creo Diocles que Mont Gargan en Francia, te refieres a Le Mont-Saint-Michel.
    Tiene en común con el de Apulia, que son santuarios preromanos relacionados con el agua, uno en el mar y otro en el monte.
    La relación de San Miguel (Quien como Dios?) con la cristianización de antiguos templos y termas es muy interesante (pre-griego y pre-céltico Servan? vaya tela!). El mismo Nilo fue sanmiguelizado.
    A los Francos parece ser que les impresionaban más unos buenos viejos huesos, como los de los Campus Stellae aquelos... etc etc...
    Para otro rollo, ya te digo!

  31. #331 Cogorzota 07 de mayo de 2007

    Biblioteca: Onomástica etrusca de origen egeo-anatolio

    Tenemos:
    Garguero (Gargamero en aragonés), Garganchón, Garganta, Gargajo, Garrafa... Todos sitios estrechos con agua, como Garona.

    ¿Algún sabio en la sala?

  32. #332 Cogorzota 09 de mayo de 2007

    Biblioteca: Onomástica etrusca de origen egeo-anatolio

    Pues no diría yo que no, el problema sería probarlo. Al parecer no hay fuentes tan antiguas:

    "En Aragón, el término bruja aparece registrado documentalmente por vez primera en las Ordinaciones y Paramientos de Barbastro de 1396, en las que se condena a bruxos y bruxas sin especificar qué delincuentes quedaban encuadrados bajo esta denominación"

    http://www.enciclopedia-aragonesa.com/voz.asp?voz_id=2584&tipo_busqueda=1&nombre=brujas&categoria_id=&subcategoria_id=&conImagenes=

    http://www.enciclopedia-aragonesa.com/voz.asp?voz_id=2593&tipo_busqueda=1&nombre=brujas&categoria_id=&subcategoria_id=&conImagenes=


    Aragón no es famoso a nivel estatal por sus brujas (bruxas), aunque haberlas, haylas y se conservan muchos documentos de la inquisición. En Méjico, alomejor piensan otra cosa pero por aquí tienen más predicamento las gallegas o las vascas, aunque "Cada vez somos más lo que creemos menos"

    Sin embargo el culto a San Miguel está bien documentado:

    Veneración
    Hubiera sido natural para San Miguel, defensor del pueblo judío, ser defensor de los cristianos, dándoles la victoria en contra de sus enemigos. Sin embargo, los primeros cristianos reconocieron a algunos mártires como sus jefes militares: San Jorge, San Teodoro, San Demetrio, San Sergio, San Procopio, santo Mercurio, etc; pero a San Miguel le dieron el cuidado de sus enfermos. En Frygia, el lugar donde fue venerado por primera vez, su prestigio como sanador angelical obscureció su interposición en asuntos militares. Fue desde los primeros tiempos, el centro del verdadero culto de los santos ángeles. La tradición relata que en los primeros tiempos, San Miguel hizo una aparición medicinal en Chairotopa, cerca de Coloseo, donde todos los enfermos que bañaron ahí, invocando a la Santísima Trinidad y a San Miguel fueron curados.

    Más famosas aún son las apariciones que se dice San Miguel realizó en la roca del Coloseo (Chonae, los actuales Khonas, en el Laico). Los paganos dirigieron una corriente en contra del santuario de San Miguel para destruirlo, pero el arcángel separó la roca con un trueno, para darle un nuevo curso a la corriente, y santificó para siempre las aguas que venían del cañón. Los Griegos afirman que esta aparición tuvo lugar a mediados del siglo primero, y celebran una fiesta en conmemoración de esto el 6 de setiembre (Analecta Bolland., VIII, 285-328).

    También en Pythia en Bithynia y en todas parte de Asia, las ardientes apariciones eran dedicadas a San Miguel. De la misma manera en Constantinopla, san Miguel era considerado el gran médico celestial. Su santuario principal, el Michaelion, estaba en Sosthenion, casi 50 millas al sur de Constantinopla; ahí se dice que le arcángel se le apareció al Emperador Constantino. Los enfermos dormían en las noche en esta iglesia, esperando una manifestación de San Miguel; su festividad se mantenía ahí el 9 de junio. Otra famosa iglesia estaba entre los muros de la ciudad, en lo baños termales del Emperador Arcadius; ahí la festividad del arcángel era celebrada el 8 de noviembre. Esta fiesta se propago sobre toda la Iglesia Griega, y las Iglesias Siria, Armenia y Cóptica también la adoptaron; ahora es la principal fiesta de San Miguel en el Oriente. Se puede haber originado en Frygia, pero su punto de marca en Constantinopla fue la Thermae de Arcadius (Martinov, “Annus Graeco-slavicus”, 8 nov.). Otras fiestas de San Miguel en Constantinopla eran: 27 de octubre, en la iglesia “Promotu”; 18 de junio, en la iglesia de San Julián, en el Foro; y el 10 de diciembre en Athae.

    Los Cristianos de Egipto, pusieron al río que les daba la vida, el Nilo, bajo la protección de San Miguel; adoptaron la fiesta Griega y la pusieron el 12 de noviembre; el día 12 de cada mes, celebraban una conmemoración especial del arcángel, pero el 12 de junio, cuando el río comenzaba a crecer, lo guardaban como feriado de obligación de la fiesta de San Miguel “por la crecida del Nilo”, euche eis ten symmetron anabasin ton potamion hydaton.

    http://www.enciclopediacatolica.com/a/arcamiguel.htm

    Salud!

  33. #333 Cogorzota 09 de mayo de 2007

    Biblioteca: Iruña- Veleia III

    "Llegaron de venida todos a Belorado
    aquesta villa es al cabo del condado
    un herrero muy bueno demandaron priado
    y el buen conde de hierros fue sacado"
    (Poema de Fernán González)

    El rey dio al Cid a Saldaña
    a Valduerna ete Bilforado
    (esponsales del Cid)

    "La comarca beliforana osciló entre uno y otro reino hasta que, en 1167, Sancho VI el Sabio de Navarra y Alfonso VIII de Castilla acordaron aceptar el arbitraje del rey de Inglaterra, Enrique II Plantagener, sobre los territorios disputados. La zona quedó definitivamente para Castilla pero es obligado advertir que una de las alegaciones presentadas por los negociadores navarros reclamaba expresa y puntualmente Belorado, la vieja aldea de Foratu (5), que posteriormente se convertiría en sede de una tenencia navarra (6)."

    http://66.102.9.104/search?q=cache:saBCqxHMd_4J:www.errioxa.com/3_personajes/4_1_varios/gomez_villar_r.htm+villa+foratu&hl=es&ct=clnk&cd=1&gl=es


    5 "Que fue de bitas, de Villa Foratu"; 1054. Cartulario de San Millán.
    6 "Conquiretur etiani de Belforazt, quod imperator reddiderat regi Garsiae patri suo, et eo mortuo, idem imperator abstulit illud Sandio, nunc regi navarrae tunc habenti et in pace possidenti tanquam suam, propiam haereditatem". Tomás URZAINQUI, La Navarra Marítima. Ed. Pamiela.

  34. #334 Cogorzota 09 de mayo de 2007

    Biblioteca: El fraude histórico de la fundación de Tarragona y su muralla ciclópea.

    Zarragón

    Sin duda es parecido al aragonés zarrio (algo inútil, que estorba), y al castellano Zarrapastroso, no lo conozco en Aragón, donde se dice Rabadán, Rapatán, Mayoral... Ni en la Rioja, que se dice Cachibirrio. No se si en Soria o La Alcarria...

  35. #335 Cogorzota 10 de mayo de 2007

    Biblioteca: El fraude histórico de la fundación de Tarragona y su muralla ciclópea.

    Brigantinus, más bien diría que las que empiezan por Zarr pues tenemos zarza, zarpa... que nada tienen que ver.
    En el caso de Zarrio en aragonés yo creo que si, viejo (Biello) más bien como desgastado, muy usado, pero sobre todo algo que no sirve y estas cansado de ver pero que nunca tiras.


    Está también en el DRAE:

    zarrio, rria.

    (Del eusk. txar, defectuoso, débil).


    1. adj. And. charro (‖ recargado de adornos).

    2. f. Barro o lodo pegado en la parte inferior de la ropa.

    3. f. Pingajo, harapo.

    4. f. Tira de cuero que se mete entre los ojales de la abarca, para asegurarla bien con la calzadera.


    Si esto fuera así, en aragonés sería Charrio.

  36. #336 Cogorzota 19 de mayo de 2007

    Biblioteca: sobre el origen de cataluña y la llamada corona de aragon

    Naturalmente que siempre ha interesado el problema de los orígenes de tal enseña. Quizá el primero que se los plantease fuese el rey Pedro IV de Aragón, quien llegó a considerar que los primitivos reyes aragoneses tuvieron como enseña una cruz, con cuatro cabezas de reyes moros, mientras que creía que las «barras» eran propias de Cataluña. Sin embargo, esta creencia durante la Edad Media no la compartió la Generalidad de Cataluña, que en 1462 ordenó que se quitase la bandera cuatribarrada sobre fondo amarillo, ya «que era representación del rey de Aragón», enarbolando primero la enseña con la cruz de San Jorge y después la del rey de Castilla Enrique IV. Cuando el rey Juan II de Aragón entró en Barcelona, nuevamente la «cuatribarrada» ondeó en su condado de Barcelona, como lo hacía en el reino de Aragón.

    http://www.enciclopedia-aragonesa.com/voz.asp?voz_id=1079&tipo_busqueda=3&nombre=&categoria_id=7&subcategoria_id=35&conImagenes=


    http://www.enciclopedia-aragonesa.com/voz.asp?voz_id=20407&voz_id_origen=11678

  37. #337 Cogorzota 22 de mayo de 2007

    Biblioteca: sobre el origen de cataluña y la llamada corona de aragon

    Ante las dificultades expuestas, optaré por copiar sendos artículos.
    Siento que no estén en catalán.


    Aragón, bandera de



    Bandera es una insignia o señal consistente en un gran pedazo de tela, de figura cuadrada o rectangular, que se asegura por uno de sus lados a un astil o palo largo y cuya heráldica indica la institución o persona a la que pertenece y representa. Reproduce, pues, el escudo, armas o blasón de su titular.

    No han existido en la tradición regnícola banderas del reino de Aragón, ni tampoco de la llamada Corona de Aragón. Los reyes aragoneses sí tuvieron un distintivo heráldico consistente en los bastones de gules sobre campo de oro, usados en toda la iconografía documentada medieval, sean sellos de la cancillería real, sean monedas acuñadas por los reyes. Tales bastones o barras datan del reinado de Alfonso II de Aragón, heredero de la reina Petronila y del conde de Barcelona Ramón Berenguer IV. En las representaciones iconográficas relacionadas con la realeza aragonesa, los bastones de gules se disponen en fajas horizontales cuando la disposición heráldica habitual de escudo se troca en representación vexiliaria o de bandera. Estos bastones, símbolos de dominios del monarca en diferentes estados al que une su persona, extendidos en campo de oro, parecen recordar la vinculación aragonesa a la Santa Sede desde el siglo xi, pues los pontífices romanos tuvieron el oro o amarillo como esmalte heráldico.

    Desde el siglo xix, y relacionado con movimientos aragonesistas, se ha planteado varias veces el tema de la implantación de una bandera de Aragón; en 1905 por vez primera se confeccionaba una bandera de Aragón por el Centro Aragonés de Madrid, que Juan Moneva describía así en 1914: «alabarda de tipo medieval, faja de tercio a lo largo del palo azul con la cruz de Aynsa de plata; lo demás partido mitad blanco con cruz llana de gules, de San Jorge, y cabeza de moros, y palos de gules sobre oro». Posteriormente, en 1930, el historiador Giménez Soler proponía como bandera de Aragón la combinación de las barras o palos con el cuartel tradicional, anterior a Ramón Berenguer IV, de la cruz de plata en campo azur, colocando este cuartel en el centro de la bandera cubriendo una parte de la banda roja y de las dos amarillas inmediatas.

    En 1977 las diputaciones provinciales aprobaron como bandera los cuatro palos o bastones verticales sobre fondo oro o amarillo, y en el cuarto, superficie adjunta al astil, la cruz de gules sobre campo de plata o blanco. Posteriormente, en 1978, la Diputación General de Aragón imponía sobre fondo oro o amarillo, cuatro fajas de gules o rojas y en el centro el escudo moderno de Aragón de los cuatro cuarteles coronado.

    La bandera y el escudo de Aragón adoptados con una cierta provisionalidad durante el régimen jurídico de la denominada «preautonomía» (esto es, en período anterior a la promulgación y puesta en práctica del vigente Estatuto de Autonomía) han sido, en términos generales, ratificados en su forma y regulados para su uso por las Cortes y la Diputación General de Aragón en 1984.

    El artículo 3 de la Ley Orgánica de Estatuto de Autonomía de Aragón (1982) previene lo siguiente:

    «1. La bandera de Aragón es la tradicional de las cuatro barras rojas horizontales sobre fondo amarillo».

    «2. El escudo de Aragón es el tradicional de los cuatro cuarteles, rematado por la corona correspondiente, que figurará en el centro de la bandera».

    Desde el punto de vista jurídico, este texto no es sino el desarrollo, por parte de la Comunidad Autónoma de Aragón, de la posibilidad ofrecida por la Constitución Española de 1976, en concomitancia, también, con la Ley de 28 de octubre de 1981.

    Desde una perspectiva científica (historiográfica o vexilológica) el texto es deficiente, por renunciar (cual lo hizo el texto constitucional mismo) al léxico heráldico secularmente consagrado, lo que, como se dirá luego, ha obligado a la legislación aragonesa a curiosas precisiones de orden científico físico para establecer con exactitud los colores de estos símbolos. Aragón, por lo demás, no ha dispuesto de bandera oficial propia hasta estos últimos tiempos (pues no entraron en vigor, por los avatares de la guerra civil, las previsiones hechas por unos y otros sobre el particular en los momentos en que se intentaban redacciones de Estatutos autonómicos). La bandera aragonesa (dejando aparte el escudo), propiamente, es la enseña de los reyes de Aragón, su «senyal real», «signum regni nostri» privativo (palos), esto es, cuatro palos o bastones (si la disposición es vertical) o fajas (horizontales) de gules sobre oro, que los soberanos emplearon verticalmente y en tanto que reyes, a modo de guión, y horizontalmente cuando la enseña era, propiamente, utilizada como bandera, extremos éstos sobre los que hay abundante iconografía medieval. «Barras» resulta, pues, vulgarismo, aunque muy difundido.

    Puede discutirse con mucho fundamento la oportunidad de la adición, en el párrafo 2 del dicho artículo, de la precisión de que el escudo «figurará en el centro de la bandera», necesariamente. El legislador no tuvo en cuenta, en este punto, la antiquísima tradición histórica que hace, de por sí solos, a los palos o bastones de gules emblema característico y privativo de la monarquía aragonesa y que distinguió a su propietario (el soberano de Aragón) como tal rey, dando universalmente nombre al emblema en la heráldica europea de todo tiempo. Los testimonios medievales (especialmente entre los siglos xiii y xv) abundan denominando «de Aragón» o «d´Aragó» a la enseña. La explicación que, en su momento, se adujo para esta innovación escasamente pertinente resulta, vista desde hoy, escasamente convincente e hija de la coyuntura política y de un prurito mayor por distinguir la bandera aragonesa de otras similares que no por recuperar la pureza exigida por el pasado del viejo Reino. Es, asimismo, como se verá, poco afortunado disponer el escudo centrado en la bandera ordinaria.

    El desarrollo de este texto estatutario se contiene en la Ley 2/1984, de 16 de abril, sobre uso de la bandera y el escudo de Aragón (Boletines Oficiales de Aragón, núm. 15, de 18 de abril, y del Estado de 11 de mayo, ambos de 1984). Este texto legal, cuya parte doctrinal fue encomendada por el Gobierno aragonés a G. Redondo y G. Fatás, quienes elaboraron el borrador del proyecto articulado, resulta bastante explícito en su versión final y mejora técnicamente las deficiencias antes subrayadas. Define, en su «Preámbulo», a la bandera de Aragón como «la tradicional de los reyes de Aragón, antaño de uso exclusivo del titular de la Corona y expresiva de su soberanía». Señala que el uso más antiguo seriamente documentado de este símbolo corresponde a Alfonso ii, primer monarca de la Corona y no solamente del Reino, puesto que heredó, junto a su título principal, los que le legara su padre, Ramón Berenguer iv, conde de Barcelona.

    El escudo que, aparentemente, debe figurar en la bandera aragonesa se atestigua por primera vez, que conste hasta ahora, en 1499, en la Crónica del historiador Vagad, editada en Zaragoza. Los cuatro cuarteles adoptados entonces, cuando no existía regulación cancilleresca al respecto, fueron, paulatinamente, imponiéndose a otras configuraciones que, o bien prescindían de alguno de sus elementos (aunque presentando invariablemente los palos, como es el caso de la Diputación del Reino), o alteraban su orden usual (tal y como se aprecia, por ejemplo, en la disposición que adoptan, aun hoy, en los emblemas de la Universidad de Zaragoza, adoptados en los años ochenta del siglo xvi). En la Edad Moderna tiende a consolidarse esta versión (bien visible en la expresiva heráldica de la iglesia zaragozana de Santa Isabel, infanta de Aragón y reina de Portugal, edificada a expensas de la Diputación General de Aragón en el siglo xvii), y arraiga claramente en el siglo xviii, alternando, como en el xix y en la actualidad, con el uso de los palos de gules sin otra adición.

    En 1921, la Real Academia de la Historia informaba favorablemente el uso oficial del escudo de los cuatro cuarteles como escudo distintivo de Aragón, sin que se hayan producido variaciones desde entonces en su forma.

    Desde el punto de vista formal, los nueve espacios en que queda dividida la bandera aragonesa han de ser iguales en tamaño (art. 1.2) y el conjunto ha de ajustarse a unas proporciones de las que resulte que la longitud sea igual a tres medios de su anchura (eso es, un tercio más larga que ancha). Las restantes características materiales de la bandera aragonesa fueron reguladas, casi inmediatamente, por el Decreto 48/1984, de 28 de junio, de la Diputación General de Aragón, dado en Jaraba (Boletín Oficial de Aragón, núm. 25, de 14 de julio), en cuya detallada redacción tuvo parte muy destacada el profesor Redondo Veintemillas. El acuerdo de la D.G.A. dispone tanto el diseño lineal del escudo (en una versión no muy cuidadosa) cuanto los materiales en que ha de confeccionarse la enseña. Así, forzado por el mandato estatutario, el legislador ha dispuesto la colocación del escudo «a una distancia de la vaina de media anchura de la Bandera». Debe aclararse que es uso general en esta clase de enseñas situar (como sucede con la bandera nacional española) el escudo no en lugar central, sino levemente hacia la izquierda, cercano al asta, al objeto de que se haga visible cuando la bandera no se halla ondeando.

    La bandera (a la que estos textos legales aluden siempre nombrándola con mayúscula), cuando adopte forma de gala o máximo respeto, ha de ser confeccionada, precisamente, en tafetán de seda, debiendo estar el escudo bordado en hilos de seda, plata y oro. Las banderas de uso ordinario se fabricarán «en tejida fuerte de lanilla o fibra sintética», pudiendo entonces ser el escudo estampado o sobrepuesto por cualquier otro procedimiento.

    Si ha de ser exhibida, en su variedad de gala, en interiores o portada por abanderado, el asta que la soporte habrá de ser de bambú o de madera barnizada, con remate «en moharra de acero o plata», elementos todos estos que, asimismo, se reglamentan (caso infrecuente y, probablemente, único en este tipo de disposiciones sobre banderas y enseñas de Comunidades Autónomas españolas). La moharra tiene forma de cruz patada, al modo de la de Íñigo Arista.

    El Decreto establece también las tonalidades de los colores aragoneses recurriendo a todos los efectos, incluso los industriales a un sistema científico objetivo internacionalmente adoptado (CIELAB) y en correspondencia con el sistema CIE-931, con una tolerancia de cinco grados. Estas especificaciones se refieren a los colores rojo, amarillo, azul, oro, plata y sable (negro), para conseguir la uniformidad deseable.

    La Ley de Cortes aragonesas previene, de acuerdo con normas superiores pero mencionando explícitamente la circunstancia, que la bandera de Aragón «deberá ondear junto a la Bandera de España», cediéndole siempre el lugar principal, tanto en exteriores cuanto en interiores de edificios públicos civiles situados en el territorio aragonés (art. 2) y establece que su tamaño no será mayor que el de la nacional ni menor al de otras terceras cuando se utilicen todas simultáneamente (art. 3).

    La definición oficial y legal del escudo aragonés se establece en el artículo 4 y es del siguiente tenor literal:

    «… es, estructuralmente, un escudo español, cuartelado en cruz e integrado de los siguientes elementos:

    —Primer cuartel, sobre campo de oro, una encina desarraigada, con siete raigones, en sus colores naturales, coronada por cruz latina cortada y de gules».

    Este cuartel conmemora el legendario Reino de Sobrarbe, al que se atribuyeron, durante largo tiempo, los orígenes de los Fueros y, probablemente, se trata de un tipo heráldico de los llamados «parlantes» (la cruz «sobre árbol» o sobrarbense), que pudo tener su origen formal en las primeras acuñaciones de los reyes aragoneses, cuyo tipo principal durante la monarquía privativa fue, precisamente, una cruz de aspecto procesional ornada con exuberantes ramificaciones laterales.

    El segundo cuartel contiene la denominada «Cruz de Íñigo Arista», alusiva a los orígenes de la independencia del Aragón cristiano y a un milagro crucífero en batalla contra moros, emblema que, en tiempos de Pedro IV el Ceremonioso (regulador minucioso de los usos heráldicos de su casa y estados), se tuvo por el más antiguo de los aragoneses. Este cuartel queda así definido:

    «—Segundo, sobre campo de azur, cruz patada» (esto es, con los brazos que se van ensanchando, y no «platuda», como aparece por error en algunas ediciones de esta Ley aragonesa) «de plata, apuntada en el brazo inferior y adiestrada con el cantón del jefe».

    El tercer cuartel, en palabras del texto preambular, «sigue a los modelos antiguos, conforme a los cuales era considerado como el emblema más específico del Reino de Aragón, en el siglo XIV» y empleado, a menudo desde el siglo XIII, como emblema especial de los caballeros aragoneses y de la caballería del rey, en general, a causa de la creciente devoción de los soberanos aragoneses de tiempos góticos por el santo capadocio cuya cruz muestra:

    «—Tercero, sobre campo de plata, una cruz de San Jorge, de gules, cantonada de cuatro cabezas de moro, de sable y encintadas de plata», que miran a la izquierda del espectador y que, propiamente, son de color negro. (El término «encintadas» equivale a «diademadas» con una cinta cuyas ínfulas cuelgan por detrás de la cabeza.).

    El último cuartel es de esta manera:

    «—Cuarto, sobre campo de oro, cuatro palos gules, iguales entre sí y a los espacios del campo».

    Conocido como «Aragón» o «Aragón moderno» (para distinguirlo del emblema georgino), es un elemento de carga simbólica particularmente densa. De ahí que las Cortes de Aragón estimasen conveniente señalar («Preámbulo») que «son elementos comunes de la Bandera y el Escudo los ‘palos de gules’ o ‘barras de Aragón’ elemento histórico común de los actuales cuatro entes autonómicos Aragón, Cataluña, Comunidad Balear y Comunidad Valenciana que en su día estuvieron integrados en la Corona de Aragón, en cuya emblemática se encuentran todavía, y que en su representación se incorporaron al Escudo de España». Podía añadirse a todo ello que tales símbolos figuran, igualmente, en distintivos de territorios históricos extranjeros con personalidad administrativa propia y destacada.

    Finalmente, el escudo, en su totalidad, va «timbrado con corona real abierta de ocho florones cuatro de ellos visibles, con perlas, ocho flores de lis, cinco visibles, con rubíes y esmeraldas en el aro, en proporción con el escudo de dos y medio a seis». Lo que significa que el legislador, atinadamente, optó por el modelo de corona real de tipo gótico, que es el más característico para personalizar al antiguo Reino, cuya demarcación, desde el siglo xiii, coincide exactamente con la de la Comunidad Autónoma.

    El escudo oficial aragonés (se reitera) se centrará en la bandera y figurará en los edificios de la Comunidad, en los títulos oficiales que ésta expida, en sus publicaciones oficiales y en los documentos, impresos, sellos y membretes de uso oficial por la misma. Igualmente se establece que será el distintivo de las autoridades comunitarias que tuvieren derecho a usarlo (art. 5).

    El último artículo (6) prohíbe el empleo de bandera y escudo aragoneses como símbolos o siglas principales de partidos políticos, sindicatos, asociaciones empresariales o cualesquiera entidades privadas, ordenando que se obtenga la previa autorización del Gobierno aragonés para utilizarlo como «distintivo de productos o mercancías» (orden que se desarrolla en el Decreto 57/1984, de 30 de julio, Boletín Oficial de Aragón núm. 28, de 9 de agosto, dedicado a este particular).

    Por último, la disposición transitoria con que concluye esta norma legal previene, discreta y prudentemente, que «se mantendrán, no obstante, los escudos de Aragón existentes en lugares de interés histórico-artístico y en aquellos de cuya ornamentación o estructura formen parte señalada».

    • Bibliog.: La principal son los textos legales a que se ha hecho alusión. Además de la que se indica en la voz Palos, puede consultarse, el libro Comentarios al Estatuto de Autonomía de la Comunidad Autónoma de Aragón (J. Bermejo, dir.), Ministerio de Administración Territorial, Madrid, 1985, pp. 28-35 (G. Fatás y J. Bermejo) y 759-760 (G. Redondo), sobre algunos aspectos particulares de la soberanía de los reyes de Aragón.

    • Historia Medieval: Debe tenerse muy presente que las banderas como símbolo y testimonio de una «nación» son muy tardías (posiblemente del siglo xviii). Durante la Edad Media las banderas sólo representaban al «rey de Aragón», ya que las «naciones» se consideran entonces como el conjunto de hombres que dependen de un rey. Las banderas—como las demás enseñas—sirvieron para que los combatientes pudieran saber dónde se encontraban sus partidarios, ya que los uniformes militares tampoco son medievales.

    La primera noticia que se conoce sobre el uso de banderas entre los cristianos españoles corresponde al reinado del aragonés Alfonso I el Batallador, quien según las fuentes árabes dio cuatro banderas a sus soldados en la campaña de Andalucía, aunque no indican cómo eran. De momento, la más antigua representación gráfica de la bandera del rey de Aragón se encuentra en las pinturas góticas del castillo de Alcañiz, que representan la conquista de Valencia por el rey Jaime I. Allí se encuentran las «barras» rojas sobre fondo amarillo. Una leyenda inventada en el siglo xvi pretende relacionar tales «barras» con el conde Vifredo el Velloso, pero no pasa de ser una falsa tradición, rechazada íntegramente por todos los historiadores catalanes.

    Naturalmente que siempre ha interesado el problema de los orígenes de tal enseña. Quizá el primero que se los plantease fuese el rey Pedro IV de Aragón, quien llegó a considerar que los primitivos reyes aragoneses tuvieron como enseña una cruz, con cuatro cabezas de reyes moros, mientras que creía que las «barras» eran propias de Cataluña. Sin embargo, esta creencia durante la Edad Media no la compartió la Generalidad de Cataluña, que en 1462 ordenó que se quitase la bandera cuatribarrada sobre fondo amarillo, ya «que era representación del rey de Aragón», enarbolando primero la enseña con la cruz de San Jorge y después la del rey de Castilla Enrique IV. Cuando el rey Juan II de Aragón entró en Barcelona, nuevamente la «cuatribarrada» ondeó en su condado de Barcelona, como lo hacía en el reino de Aragón.

    Las discusiones entre los eruditos sobre el origen provoca enconadas posturas. Incluso es posible que se hayan producido alteraciones en los testimonios conservados. De momento, no se puede alegar más que representaciones en los sellos pendientes de los documentos. Pero ninguno llega a la primera mitad del siglo xii, cuando el reino de Aragón y los condados barceloneses no se habían unido. Por eso los aragonesistas consideran que las «barras» son de origen aragonés, apoyados en la creencia de que responden a una enseña real y no condal, ya que quien puede presumir de rey de Aragón no lo hace con las enseñas de los condes de Barcelona.

    Los catalanistas opinan que las «barras» ya las utilizaban los condes de Barcelona, aunque lamentan que la mayoría de los sellos conservados del conde barcelonés Ramón Berenguer IV no las presenten. Por fortuna se ha catalogado recientemente uno de esos sellos, conservado en el Archivo Histórico Nacional de Madrid, y allí se observa que la enseña de Ramón Berenguer IV tiene en su escudo una especie de escamas triangulares. Si eso fuese así, habría que estudiar los restantes sellos de Ramón Berenguer IV conservados, con objeto de ver si han sido manipulados para borrar un testimonio epigráfico de primera importancia. Al resurgir los nacionalismos y regionalismos del siglo xix, se tomó como símbolo de las viejas regiones que integraron la Corona de Aragón lo que en realidad sólo fue la «enseña del rey de Aragón».









    Palos de Aragón



    (Emblem.). Los palos del escudo de los reyes de Aragón, que usualmente se llamaron y llaman «barras», son cuatro listones verticales de gules (rojo) sobre fondo de oro (amarillo), que queda dividido en cinco zonas, tres de ellas interiores a los palos.

    Sobre los mismos se han originado multitud de leyendas y explicaciones pintorescas, casi todas muy modernas (desde el siglo XVI para acá y, frecuentemente, posteriores al siglo XIX), a menudo al calor de la «renaixença» catalana y el «noucentisme», que contempla el último resurgir de la catalanidad contemporánea. Casi todas esas elaboraciones ideológicas han tenido, como finalidad principal (frecuentemente, confesa) la de establecer más o menos irrefutablemente el origen catalán del emblema.

    Deben, para empezar, descartarse sistemáticamente todas las lucubraciones que insistan específicamente en el dicho carácter «catalán» pues, en términos de corrección científica e historiográfica, no puede aceptarse otra cosa que el concepto de lo «barcelonés», y entendido éste como alusivo a la Casa Condal de Barcelona, pues el término y la noción misma de Cataluña son muy posteriores al origen de los problemas que concierne a este símbolo.

    De entre esas fabricaciones legendarias destaca, principalmente, la muy extendida y famosa de que las «barras» son cuatro trazos de los dedos, tintos en sangre, de un monarca carolingio (Carlos el Calvo) que, sobre el escudo de guerra del conde dependiente Wifredo «el Velloso», premió con la concesión de ese distintivo el valor del noble barcelonés (que era, también, titular de otros condados, luego catalanes), valor que le había llevado a ser herido en combate en favor de la monarquía franca. Ya hace mucho tiempo que el investigador catalán Udina, sobre trabajos precedentes, deshizo, sin lugar a discusiones, la historicidad de la fábula, que en absoluto debe preocupar a ningún espíritu riguroso y que es de tardía creación.

    También se han utilizado argumentos a favor del barcelonismo de la enseña basados en razones sigilográficas y numismáticas todas ellas, sin excepción alguna, inconsistentes. Pieza fundamental en esas argumentaciones es un cierto sello oficial de Ramón Berenguer IV. De los varios de este conde soberano, que se conservan (muy bien publicados por Sagarra), en todos aparece, como era costumbre, un jinete noble y guerrero, con escudo y sobre caballo con ropones. El escudo, en los ejemplares conocidos, es liso. Los ejemplares que se guardan en Marsella, bastante deteriorados, presentan en el escudo ojival del jinete determinadas rayaduras que han sido interpretadas por algunos como atisbos o restos de las «barras». El examen directo de las piezas, el estudio de sus reproducciones —especialmente la correspondiente al sello de 1150, muy imaginativamente dibujada— y el buen sentido de numerosos investigadores permiten un notable grado de duda, hasta el punto de que no se admite, universalmente, tal argumento como probatorio de nada. En efecto, hay distintas razones (y no sólo por la escasa visibilidad de la impronta del sello) para tal cosa. En primer lugar, el hecho irrefutable de que tal escudo lleva un umbo, un resalte esférico saliente, en su mismo centro, lo cual ya dificulta extraordinariamente el imaginar, quebradas por él, las «barras». En segundo, que es cosa frecuente el que, en algunos de estos escudos medievales, se representen palos, pero no con significado heráldico, sino en retrato fiel de los que eran los refuerzos exteriores para dar al escudo de guerra mayor resistencia a los golpes, según puede apreciarse en un capitel del palacio de los duques de Granada en Estella (Navarra) y en otros muchos monumentos. En tercero, que cuando en el escudo de guerra se exhiben emblemas heráldicos, y más en el caso de un dinasta soberano, tales emblemas aparecen reproducidos en las gualdrapas de la montura, lo que aquí, obviamente, no sucede. Y, en cuarto, que el aspecto que ofrecen los trazos verticales en el repetido escudo es, con bastante claridad para quien no lo contemple prejuiciadamente, el de simples rayados por deterioro y no trazos grabados en el sello mismo.

    Dos argumentos, de fuerte peso, cabe añadir. Conocemos bien la heráldica utilizada por Ramón Berenguer iv en piezas tan oficiales y necesitadas de regulación reglamentaria como sus monedas de conde soberano de Barcelona; esas piezas de plata, al igual que las de sus predecesores, no mostraban otra insignia (además de un cetro o lis) que la de la cruz, característica de Barcelona y de su Casa Condal, que la tuvo siempre por emblema propio; el sello más antiguo conocido de la ciudad de Barcelona que muestra «barras», además de la tradicional cruz, es de 1289. De tal uso de la cruz se derivó luego el nombre especial de la moneda condal de Barcelona: el «croat» o «cruzado».

    Una segunda teoría «barcelonista» nace de la afirmación pintoresca de que, en ciertas monedas de Berenguer III, aparece el escudo barrado o palado. Esta aseveración (Aragón, escudo de ) desconoce un hecho fundamental, y es el de que las monedas atribuidas a Ramón Berenguer III por la Numismática actual llevan una cruz y un lis o cetro, símbolos que, lógicamente, heredó de su sucesor, según se ha indicado. Y sin contar con que son monedas «atribuidas» a Ramón Berenguer III pues no existe completa constancia de que le pertenecieran. Por otro lado, difícilmente pudo este mismo conde trazar tres bastones rojos alusivos a sus estados, ya que llegaría a ser conde de Barcelona (pleno, desde 1096), conde de Besalú (1111), Provenza (1112) y Cerdaña (1117), además de tener varios vasallos, entre ellos al vizconde Ato de Beziers, quien le prestó vasallaje por el condado de Carcasona. Hubiera, pues, necesitado de dos, tres y cuatro o más palos, sucesivamente.

    Dicho cuanto antecede, conviene señalar que las únicas piezas en donde, indiscutiblemente hacen acto de presencia las «barras», sin que quepa la menor posibilidad de discusión, es en los sellos de la cancillería de Alfonso II rey de Aragón e hijo de Ramón Berenguer iv (y de doña Petronila). Este uso, sobre ser cierto y documentable, es regular. De manera que puede tenerse por demostrable que el primer uso conocido y oficial de las «barras» se verifica en un rey de Aragón, que lo indica en su escudo y en las ropas de su montura.

    A partir de ese momento, la tradición universal llama a tales palos «barras de Aragón» y, en el momento (tardío) en que se empiezan a canonizar las reglas del arte del blasón, la palabra «Aragón» sirve, específicamente, para designar los palos de gules sobre campo de oro.

    Toda la tradición, persistente, de la cancillería real aragonesa designa, siempre, al emblema palado, con denominaciones como «nostre senyal reial», «signum regni nostri», etc., aludiendo pertinazmente y de modo expreso a la condición regia de ese escudo de armas, que tenían los soberanos de Aragón precisamente por ser reyes aragoneses, y no por ninguna otra razón. Cuando los reyes de Aragón —con anterioridad a la conquista de Valencia por Jaime I— aluden a los palos, lo hacen en esos términos; y es, ésa, época en que no poseen ningún otro título real, pues los de los condados de la futura Cataluña no lo son ni se ha conquistado, todavia, Valencia.

    Cuando, en tiempos de Pedro IV, ya en el siglo XIV, la tradición heráldica y los mitos se hayan consolidado y la monarquía aragonesa sea una entidad compleja y de estructura variada, los soberanos introducirán algunas matizaciones (pero sin abandonar nunca la terminología que se ha descrito), como emplear el símbolo de la cruz de Íñigo Arista sobre fondo cárdeno para representar el «Aragón antiguo»; y la cruz de San Jorge con las cuatro cabezas de moros para el Aragón coetáneo, porque la tradición hecha ciencia así lo consideraba; pero ha sido sobradamente probado que el primer signo procede de las suscripciones de documentos reales y, el segundo, de la sublimación del resultado favorable de una batalla contra el oponente musulmán. Pero en ningun caso fueron armas heráldicas, aunque así lo creyeran a partir, probablemente, del siglo XI y desde luego en el XIV, algunos contemporáneos.

    El rey de Aragón será único propietario de ese emblema. Por ello es el rey quien, en uso de estas atribuciones específicas, concede a algunas ciudades importantes y a personas el honor de poder aparecer, jurídica y oficialmente, como especialmente vinculadas a él. Así, por ejemplo, ocurre con las capitales de sus diversos estados hispánicos, con la excepción de Zaragoza, por razones de régimen especial: a Mallorca y a Valencia, que no poseían armas propias por haber estado bajo dominio musulmán, se les concede el uso de las armas regias, con un aditamento o brisura (franja de color) que sirvan para verificar la distinción entre el emblema del soberano y el de las ciudades respectivas. A Barcelona, cuyo escudo es la cruz, más tarde evolucionada a su forma georgina (cruz de gules sobre plata), el soberano aragonés (a la vez, conde de la ciudad y de su territorio propio) concede, también, el uso de los palos, que se combinan en la heráldica barcelonesa con la cruz secularmente distintiva de la ciudad.

    Dos cuestiones han cobrado, en diversos momentos, estado de actualidad en relación con las «barras» aragonesas. La primera, la del origen que se les pueda atribuir; la segunda, la de su correcta posición en enseñas que no sean escudos de armas.

    El origen, de acuerdo con la documentación existente, no es averiguable. Descártanse las dos tradiciones recientes más divulgadas: la del episodio de Wifredo «el Velloso», desmontada por la investigación, como se dijo, y la de que los palos significarían, cada uno, un cetro o signo de gobierno sobre un territorio con soberanía propia (y, en particular, haciendo alusión a los diversos condados cuya hegemonía se concentró en la Casa de Barcelona). Este último aserto, en cuanto a que los palos sean cetros o símbolos de soberanía sobre otro tanto número de estados, no es, sencillamente, comprobable; se trata, nada más, de una hipótesis que puede aceptarse o no. Las razones para rechazarla se derivan de que, si bien la premisa (que los palos sean cetros) podría tenerse por lógica, el corolario es demostrablemente incorrecto y, en numerosas ocasiones (que se fundamentan en documentos de todo género y, muy especialmente, en la moneda aragonesa) el mismo soberano utilizó, de modo simultáneo, diverso número de «barras» como «señal real», porque las reglas del blasón no se habían establecido. Y, tanto en acuñaciones como en otras representaciones (mapas, portulanos, etc.), el número de «barras» llega a depender, únicamente, del espacio disponible para representarlas. Sobre el particular, los datos son expresivos y abundantes.

    En la misma dirección puede recordarse cómo, mientras que un rey de Aragón utiliza en sus armas un número determinado de palos de gules, otros miembros de su familia, de modo coetáneo, emplean un número menor: esta disminución en la heráldica sirve, a un tiempo, para mostrar cómo el usuario (esposa, hermano o hijo del soberano, por lo regular) pertenece a la Casa de Aragón, pero no es el monarca mismo, resolviéndose, con este sencillo y luego muy común expediente, a una vez el problema de la identificación del linaje, y el de la salvaguardia de la exclusiva de uso sobre el emblema completo, que corresponde al rey únicamente.

    Con más ínfulas se ha presentado últimamente una tesis (Pastoureau) que podemos denominar «provenzal» con la que, además del intento —vano por lo expuesto antes— de reforzar la interpretación de la presencia de los palos heráldicos en el sello de 1150 de Ramón Berenguer iv, se pretende demostrar que el conde barcelonés los introdujo en la Península tras haberlos tomado del antiguo reino de Borgoña-Provenza. Según esta tesis, cuyo principal fundamento es la utilización inadecuada y en exclusiva de un método estadístico (examen de 125.000 escudos de armas y su distribución), el mayor número de armas con palos se encontraba en Borgoña-Provenza y por ello sería el centro difusor; en cuanto a los colores (el esmalte gules y el metal oro) se trataría de algo sujeto al gusto y a la moda. Tal tesis, en los términos desarrollados actualmente es sencillamente insostenible, sobre todo porque no parece que el método estadístico sea concluyente en este caso: 1.°) No tiene en cuenta que puede haber un fenómeno de convergencia, lo cual es perfectamente posible en un elemento cultural tan simple como es el palo. 2.°) Aceptando un difusionismo, es muy discutible que el centro de origen del elemento de cultura posea un número mayor de ellos —sobre todo llegados a nuestros tiempos—, ya que en los centros receptores pueden tener los elementos recibidos mayor aceptación y, por ello, intensificarse su producción. De cualquier modo, no parece que se hayan reunido todos los emblemas palados, con lo cual el método falla por su base. 3.°) Todo ello sin contar con que algunos de esos emblemas palados o con palos sean refuerzos o junturas del escudo; o, en caso de enseñas, simples rayas convencionales, como sucede en multitud de dibujos que no suelen ser coetáneos. 4.°) No se distingue entre esmaltes y metales. Es obvio que la estadística debería hacerse entre escudos que tuvieran palos de gules en campo de oro (o viceversa) pero no de forma indiscriminada.

    Desde fecha tempranísima, Aragón utilizó, en sus monedas, signos de identificación. Al comienzo, por la dependencia política, económica y jurídica del Estado recién nacido a la soberanía (con Ramiro I, «quasi pro rege») el signo de la moneda jaquesa de plata era el que los reyes de Pamplona, a cuya Casa pertenecía Ramiro, empleaban en sus acuñaciones de la ceca de Nájera: la cruz, más o menos floreada o rameada, de donde con el tiempo se derivarían, por un lado, el llamado «árbol de Sobrarbe» (una cruz rematando vegetaciones cada vez más tupidas) y la cruz «de Íñigo Arista» o «de Sobrarbe», de igual procedencia. Para establecer la diferencia con las monedas pamplonesas, los soberanos aragoneses de comienzos del siglo xi inscribieron en sus piezas las menciones Iaca o Aragón. Cuando Sancho Ramírez se relacionó con la Santa Sede, en busca de protección política frente a sus poderosos vecinos, es probable que la cruz najerense, adoptada por Jaca tendiera a convertirse en cruz pontificia o patriarcal (la misma que ha perdurado en el escudo de la primera capital aragonesa). La relación muy estrecha y secular del rey de Aragón con la Silla de Pedro estuvo, seguramente, en la raíz del patrocinio que el Apóstol se vio atribuir sobre los aragoneses (de modo que no es asombroso que el nombre de Pedro sea característico en la dinastía privativa, mientras que no aparece en la Casa Condal barcelonesa; o que a Pedro se consagraran templos y monasterios tan importantes como los oscenses). Los colores empleados por los pontífices puede que fueran desde muy temprano, el rojo y el gualda (o gules y oro) —hay muestras gráficas en el siglo xvi de «vexilla rubra pontificia»— probablemente retomando la tradición romana clásica, la enseña legionaria roja (así era la bandera oficial que ondeaba en la Roma imperial, presidiendo desde el Capitolio la reunión de los comicios por centurias en el Campo de Marte) y las letras doradas (de oro o de bronce) con que se señalaba la majestad del Senado y el Pueblo de Roma. La bandera pasaría a la Edad Media como distintivo de la ciudad de Roma, llegando hasta los tiempos modernos y nuestros días, en que se sigue utilizando.

    Todo ello sin descartar que el rojo no fuera (como en otros lugares de Occidente) una degeneración del púrpura primitivo, cuyo tinte fue, en la Edad Media, extraordinariamente caro y difícil de obtener, existiendo casos conocidos de cómo, por razones de imposibilidad técnica o económica, el color púrpura viró, en algunos emblemas, bien al azul oscuro, bien al rojo o carmesí.

    Esta temprana e intensa relación entre Aragón y el solio papal, fue muy duradera. Económicamente, reportó beneficios sin cuento a la sede romana y protección política a los, en un comienzo, pequeños reyes aragoneses, que, en época posterior y de más brillo, fueron designados por Roma «gonfalonieros» o portaestandartes del Sumo Pontífice, por lo que la enseña regia de Aragón ondeó, en más de un caso, en las solemnidades papales.

    De tal vinculación procederían según hipótesis de distintos autores, las «barras» aragonesas, que serían derivadas de la forma de los lemniscos o cintas con que los Papas autentificaban, al sujetarlas con su sello, sus documentos oficiales.

    Parece cierto que tales lemniscos eran rojos con hilos amarillos (y sí lo es que los colores romanos eran ésos, al menos desde el siglo XII, según testimonios pictóricos conservados). Una norma de Pedro III estatuía que la cinta tuviera veinte hilos: diez rojos y diez amarillos; y otra, ya del siglo XIV, en las ordenaciones góticas de la cancillería aragonesa, estipula que las anchuras de esas cintas, que los soberanos de Aragón acabaron empleando como propias, fueran de siete hilos continuos para el amarillo externo y cinco para cada bastón o franja roja y el amarillo central.

    En todo caso, nada hay que repugne al origen pontificio del emblema, si bien es falso que fuese usado por nadie, que se sepa con certeza, antes que por el rey Alfonso II, al menos como escudo de armas. (En Provenza, la primera moneda conocida —con cronología dudosa— que muestra «barras», es de Ramón Berenguer v (1209-1245), en la época de Jaime I, a cuyo reinado pertenecía otra pieza con las mismas características acuñada en Barcelona; en ambos casos, las «barras» ocupan el lugar de la cabeza del soberano ya que en el reverso continúa la cruz y la dignidad que expresa el monarca, explícitamente, es la de rex.)

    En cuanto a la disposición que deben adoptar, está claro que, en escudos, es la suya natural, esto es, la vertical. Pero cuando se trata de banderas, los reyes de Aragón los situaron, según numerosos testimonios gráficos medievales, de modo horizontal. De ahí que aun no siendo muy heráldica la denominación de «barras» para los «palos», no sea incorrecto el uso de esta voz si con ella se alude a su representación en cualquier posición. Cuando la enseña se portaba a modo de guión, esto es, como transposición del escudo, el tejido solía ser cuadrado y sostenido por el astil y un travesaño superior, sujeto a aquél en el ángulo recto. Pero si las armas regias se disponían en bandera, las pinturas medievales las representaban abundantemente en sentido horizontal, tanto en Alcañiz cuanto en Teruel, Daroca, Barcelona, etc. Y sin excepción ninguna, en documentos oficiales y crónicas medievales o renacentistas se alude sempiternamente a este signo como «de Aragón», a cuyo grito combaten o aclaman las tropas, de cualquier procedencia (incluida la propiamente catalana) de los reyes de Aragón.

    Por último, es conveniente distinguir dos problemas: el de la hegemonía del reino de Aragón, del de Valencia o del condado barcelonés sobre el resto de los dominios de la Corona. (Cada uno de estos estados tuvo su fase respectiva de hegemonía real, política y económica.) Y, por otro lado, el de la primacía jurídica. Sobre este último, no cabe duda ninguna de ninguna clase. Los soberanos de la Corona fueron, un tiempo, reyes, sólo por serlo de Aragón. Eran, además, condes y marqueses; pero tenían derecho a los privilegios y fueros de la corona real únicamente por su señorío sobre «los Aragones», que les daban el título de reyes. La Casa barcelonesa, bien poderosa, no pudo nunca acceder a la titularidad regia en sus dominios originarios, para no violentar a la monarquía francesa y sus derechos de tutela sobre los condados hispanos desde tiempos carolingios; así, la titulación regia de los soberanos aragoneses, condes, además, de los territorios asumidos por Barcelona, fue una eficaz protección para el pujante conjunto del noreste, que por eso incorporó las armas regias a su heráldica, aunque sin privar nunca a las «barras» de su apellido aragonés, indiscutible en la Edad Media, tanto en la Península cuanto fuera de ella. De ahí que resulte inadmisible y con netas intenciones de manipulación un aserto como el a menudo escrito por algunos investigadores catalanes modernos, que se permiten hablar, a propósito de los esponsales de Petronila y Ramón Berenguer, de «unión de los dos reinos», inventando uno donde no lo hay. En fecha tan trascendental y tardía como la del Compromiso de Caspe, los aragoneses, a través de su representación, advierten a valencianos y catalanes de que, en caso de no llegarse a acuerdo pronto y satisfactorio sobre la provisión del trono vacante, elegirán por sí mismos un soberano para Aragón, lo que obligará al conjunto de los territorios, por ser Aragón cabeza hegemónica, según Derecho, de la Corona toda, sin que nadie se atreva a discutir tal evidencia.

    También resulta significativo que, tras el matrimonio de Ramón Berenguer iv con la reina (pues él ni es rey ni lo será), ninguno de los descendientes del matrimonio lleve, nunca, ninguno de los nombres característicos de los condes de Barcelona, sino los tradicionales en la Casa de Aragón, sobresalientemente Pedro y Alfonso (incluso con cambios hechos ex profeso con vistas a la coronación). Esa preeminencia honorífica y jurídica estuvo siempre muy clara para los contemporáneos.

    Que los palos de gules fueron emblema estrictamente privativo del rey de Aragón (y ni siquiera de la familia de cada soberano individual) y que se hallaban indisolublemente vinculados a quien ciñese la Corona aragonesa en su sentido restricto (la del reino particular) lo prueban, por un lado, los cambios de dinastía, como cuando Fernando I asume, sin haberlos usado antes, los palos, al haber sido elegido rey de Aragón por los compromisarios de Caspe. Y, aunque sus intentos fueron fallidos, tanto el condestable Pedro de Portugal cuanto Renato de Anjou, usurpadores de efímero poder (pero que llegan a actuar como reyes de Aragón), emplean en sus monedas y se comprometen documentalmente a no usar, como tales reyes aragoneses, otro signo y emblema que el de los palos de gules sobre oro. Las monedas de Juan II no expresan, junto a los palos, la condición de conde de Barcelona que tenía el soberano, sino sólo los títulos regios de Aragón, Navarra, Sicilia y Valencia; y la segunda vez que las barras disminuidas por falta de espacio, aparecen en una moneda aragonesa, lo hacen en un florín de oro de Martín I y no en ninguna pieza privativa de Barcelona. La primera vez que los palos aparecen en la numismática es en una moneda de Jaime I, que se titula, únicamente, rex. En el anverso figura la cruz tradicional de la moneda barcelonesa, pues en esa ciudad se acuñó la moneda; y en el reverso las armas del rey, los palos aragoneses.

    Son, en resumen, correctas las actuaciones recientes que han oficializado una bandera de Aragón con las «barras» horizontales, negándose a introducir modificación o disminución ninguna, brisuras ni otros aditamentos, en el símbolo actual del antiguo reino, que hereda de modo directo y con el mayor derecho, el signo regio que fue privativo de sus antiguos soberanos y sancionado para Aragón por Felipe I (II de Castilla) en las exequias de su padre, celebradas en Bruselas (1558), donde se muestra un «estandarte» con los palos gules en campo de oro bajo el epígrafe «Arragon». Será bueno, además, señalar que el emblema característico y único de la «Diputación del General de Catalunya» (la «Generalitat») fue siempre el de la cruz, según se desprende de datos sobre el siglo xv aportados por Zurita y se pone oficialmente de manifiesto en fecha tan sonada y moderna como la del alzamiento catalán contra Felipe III (IV de Castilla), justificado por los diputados en un escrito famoso y editado entonces, en cuyo frontis campea, precisamente, la cruz; emblema que también aparece en los sellos de la misma institución —con representación de San Jorge en ocasiones— y no las «barras» (las ostenta el sello de la Real Audiencia en Cataluña, lo cual es significativo de su vinculación al rey), que donde sí se muestran es en los pertenecientes a la Diputación del Reino de Aragón.

    En tiempos modernos (y sin contar con que el Boletín Oficial de Aragón, en el siglo xix, mostraba únicamente el escudo con «barras») merece la pena destacar la descripción de parte de un arco en las fiestas que Zaragoza preparó con motivo de la proclamación de Fernando III (IV de Castilla) en 1746: «Ocupaba toda su frente un ayroso pavellón azul, que servía de Dosel a una Estatua que representaba la Justicia, y la coronaban las armas de aragón, expresadas en sus barras».

    Por lo demás, ya en los años treinta del siglo xx, el erudito archivero Abizanda y Broto consiguió se aceptase como bandera de Aragón la misma que hoy ha hecho suya la Diputación General de Aragón.

    • Bibliog.: Canellas, A.: «Heráldica de la Diputación de Zaragoza»; rev. Zaragoza, iii, 1956. Fatás, G. y Redondo, G.: La Bandera de Aragón, Zaragoza, 1978. Heiss, A.: Descripción general de las monedas hispano cristianas...; ii, reimpreso (edición facsimilar), Zaragoza, 1962. Ibarra, E.: Informe acerca de cuál de los tres escudos sea el que más exactamente corresponde a Aragón; Madrid, 1921. Pastoureau, M.: «L’origine des armoiries de la Catalogne»; II Sinposi Numismatic de Barcelona, Barcelona, 1980. Udina, F.: Las armas de la ciudad de Barcelona; Barcelona, 1969.


  38. #338 Cogorzota 22 de mayo de 2007

    Biblioteca: sobre el origen de cataluña y la llamada corona de aragon

    Que las monedicas con los simbolos esos, las haciamos los riojanos, co.

    "Desde fecha tempranísima, Aragón utilizó, en sus monedas, signos de identificación. Al comienzo, por la dependencia política, económica y jurídica del Estado recién nacido a la soberanía (con Ramiro I, «quasi pro rege») el signo de la moneda jaquesa de plata era el que los reyes de Pamplona, a cuya Casa pertenecía Ramiro, empleaban en sus acuñaciones de la ceca de Nájera: la cruz, más o menos floreada o rameada, de donde con el tiempo se derivarían, por un lado, el llamado «árbol de Sobrarbe» (una cruz rematando vegetaciones cada vez más tupidas) y la cruz «de Íñigo Arista» o «de Sobrarbe», de igual procedencia. "

    No, si la que se montó en el valle del Najerilla fue fina...

    ¿Y el patrono de los no fumadores, San Clavijo?

  39. #339 Cogorzota 23 de mayo de 2007

    Biblioteca: ¿Quién es 'EL ESPAÑOL DE LA HISTORIA'?

    Luis Candela
    Francisco Ríos González "El Pernales"
    Mariano Gavín Suñén "El Cucaracha"
    José María Hinojosa Cobacho "El Tempranillo"

    Y tantos otros...

  40. #340 Cogorzota 25 de mayo de 2007

    Biblioteca: Iruña- Veleia IV

    MURUA. Me sumo entusiasmado a la reata de agradecimientos que vas a recibir si sigues participando en esta santa Celtiberia.
    Por fin alguien del equipo de catering nos trae carnaza fresca.

    Mi pregunta es la siguiente:
    ¿Ese sondeo fuera de la muralla es en niveles anteriores a la construcción de la misma en el siglo III?
    De no ser así. ¿Se puede suponer que fuera un vertedero?

    Cientos de metros, es poco preciso.

  41. #341 Cogorzota 01 de jun. 2007

    Biblioteca: Iruña- Veleia IV

    Gracias MURUA
    La pena no es tanto que no llevaras cuaderno, sino que nos tengamos que enterar por "radio macuto".
    Luego se quejarán de como corren los bulos.

    Así que "los grafitos los colocan entre el 250 y el 300". Vaya eso es nuevo, antes de la persecución de Diocleciano, antes del concilio de Elvira. ¿Pues no dijeron que se prolongaban hasta el siglo VI? ¿O se referían solo a las palabras vascas? ¿Los jeroglíficos son contemporaneos de las otras temáticas religiosas?
    Antes de la construcción de la muralla. ¿No despues?

    Sigo creyendo que algo tendrá que ver la cercanía de una ciudad llamada Deobriga, que por algo se llamaría así.
    Lo del preceptor egiptano, no cuadra mucho ¿No?

  42. #342 Cogorzota 01 de jun. 2007

    Biblioteca: sobre el origen de cataluña y la llamada corona de aragon

    Chobenallo, enhorabuena por los noresultados electorales.
    Por si no teneis programa para las generales, apuntate este:

    Los abajo firmantes nos adherimos a los planteamientos del autoconstituido y autodenominado GAIA (Grupo Aragones Irredento de Acción) y apoyamos plenamente la iniciativa parlamentaria titulada "500.000 firmas para la recuperacion de las fronteras naturales de Aragon", cuyos principales puntos son:

    1. Cumplimiento inmediato del Primer Testamento de Jaime I (1244), que fijaba las fronteras orientales del Reino en el Río Segre, con la inclusión de Lerida en el reino de Aragón. Esta zona pasara a conformar la Nueva Cuarta Provincia con el nombre de Aragón Cissegretano.

    2. Revocacion de la orden real del mismo Jaime I que estipulaba la creación del Reino de Valencia (1240), ya que dicha orden debía ser aprobada por Cortes. La actual Comunidad Autonoma Valenciana pasara a conformar la Quinta Provincia con el nombre de Aragón Transmaestrazguense. Dadas las necesidades de agua de la Nueva Provincia, proponemos un PHI (Plan Hidrológico Internacional) desde las cuencas del Llobregat y el Manzanares hasta la nueva Quinta Provincia bajo el lema: Solidaridad con el Nuevo Gran Aragón.

    3. Revocación de la Donación Regia de 1284 (que traspasaba a Aragón el Señorío de Albarracín): Albarracín y su comarca volveran a ser gobernados por los Azagra, y puede libremente adherirse al Nuevo Gran Aragón en términos de cosoberanía.

    4. Aplicacion inmediata del tratado de Tudilen (1151): fijacion definitiva de la frontera sur-oriental 20 KM al O de Cartagena, con lo que se conforma la Sexta Provincia: Nueva Cartaginensis Aragonesa.

    5. Aceptación de la anulación del Testamento de Alfonso I, pero no reconocimiento de Garcia Ramirez como Rey de Navarra (otro acto ilegal que debe ser anulado), con lo que se conformara la Septima Provincia con el nombre de Aragón Transtudelano.

    6. Revocación del Tratado de Utrecht (¿Quien lo firmo?), lo que supondra la formacion de las Provincias Octava (Aragon Napolitano), Novena (Tierra Sicula, Decima (Cerdeñola) y Undecima (Corsica). Hay que aclarar que aunque Corcega nunca fué efectivamente conquistada, por el Tratado de Agnani (1295) corresponde como infeudataria al Reino de Aragón.

    7. Recuperacion de los documentos infeudatarios que unieron Aragón con el Mediodia frances. La Duodecima Provincia, con fronteras naturales en el Rodano y el Loira, pasara a denominarse Transpirenaica.

    8. Revocación del Tratado de Almizra (1244), con lo que las actuales Provincias de Cuenca y Soria pasarían, bajo la hegira aragonesa, a conformar la Decimotercera Provincia, Transturolensis (así veran si existe o no Teruel).

    9. Revocación del Decreto de Nueva Planta de 1715, con lo que las actuales islas Baleares pasarían a conformar la Decimocuarta Provincia con el nombre de Aragón Marítimo.

    10. Por último, aunque no menos importante, es necesario volver en la Península Balcanica a las fronteras mas naturales que dicha región ha conocido, que evidentemente son las de 1389, lo que supondría la reanexión de los antiguos ducados de Atenas y Neopatria, que por razones históricas y lingüísticas serian declaradas como Provincia Ultramarina.

    11. Aunque quedan muchos otros territorios que, por buena lógica, deberían tambien conformar el Nuevo Gran Aragón, por razones prácticas hemos creido sensato incluir de momento solamente los arriba citados, que, segun un proyecto realista, aunque moderadamente ambicioso, pueden ser retornados a su legitimo propietario en un plazo no superior a 5 años.

  43. #343 Cogorzota 03 de jun. 2007

    Biblioteca: ¿Quién es 'EL ESPAÑOL DE LA HISTORIA'?

    Pues no. No era aragonés:

    El 24 de junio se procede a la votación. En un primer momento los representantes de los catalanes se mostraron indecisos, mientras que los aragoneses y los valencianos, más vinculados al comercio de la lana y otros intereses económicos castellanos, optaron por Fernando. Durante la votación fue muy relevante la opinión de San Vicente Ferrer que fue uno de los impulsores de la reunión celebrada en Caspe para solucionar el conflicto. Fue proclamado Rey el infante castellano Fernando de Trastámara como Fernando I de Aragón el día 28 de junio de 1412 por los tres compromisarios aragoneses, los dos eclesiásticos valencianos y uno de la Burguesía catalana representada por Bernardo de Gualbes. De este modo, El Compromiso de Caspe trajo consigo la introducción en el trono aragonés de una dinastía castellana.

    http://es.wikipedia.org/wiki/Compromiso_de_Caspe

  44. #344 Cogorzota 03 de jun. 2007

    Biblioteca: ¿Quién es 'EL ESPAÑOL DE LA HISTORIA'?

    Es que hablaba catalán en la intimidad...

  45. #345 Cogorzota 06 de jun. 2007

    Biblioteca: Bienvenid@ a la versión 3 de Celtiberia.net

    A ver si le voy cogiendo el trancanillo


    Enhorabuena.


    También voy a criticar.


    No me gustan nada los cartelicos con prohibiciones en los bares. La peña se satura de verlos y no les suele hacer ni puto caso, es más, donde pone que no se puede fumar porros es donde más se fuma.


    Lo digo por este:


    Sé respetuos@ con el resto de habitantes, respeta las normas y, por tu honor, no uses esta información para dañar ni expoliar yacimientos arqueológicos.


    Es como decir que la responsabilidad de Celtiberia se termina avisando, luego ya tu...


    Creo más efectivo perseguir a quien nos deshonre hasta más allá de la muerte.


     


     

  46. #346 Cogorzota 07 de jun. 2007

    Biblioteca: VI Encuentro "Calzada Romana"

    Redios! Otro año que me lo pierdo.


    ¿Pero porqué no avisáis con tiempo?


    Una merienda de Autrigones y no invitáis a los de Tirgo y Cuzcurrita.


     Espero que por fin alguien siga recto en la extraña curva del camino de los romanos en San Torcuato y tras cruzar La Hilera por Baños, suba a contemplar las vistas desde Ollávide y La Tala.


    Ya nos contareis. Saludos


     


     

  47. #347 Cogorzota 08 de jun. 2007

    Biblioteca: VI Encuentro "Calzada Romana"

    No lo se, pérola, pero por aquí tienes la de hace dos años:


    http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=1326&cadena=cerezo

  48. #348 Cogorzota 09 de jun. 2007

    Biblioteca: Amantes de Teruel

     

  49. #349 Cogorzota 10 de jun. 2007

  50. #350 Cogorzota 13 de jun. 2007

    Biblioteca: El examen de los restos hallados en Cuero demuestra que los pueblos astures no eran tan bárbaros y sí más agricultores.

    Doctorcica, eres como una "astalica mano".


    "y el vino, que escasea, cuando lo obtienen se consume
    en seguida en los grandes festines familiares"


     


    Lógico que el vino escaseara entre los montañeses, sería caro. Solo lo obtendrían cerca de la costa, de ser el clima como el actual, claro, que esa es otra.


    Luego está el hecho de lo consumían rápido, lógico también en un Rioja, si no se pica. Para que no ocurra tiene que tener mucho grado, como el de Cariñena.


    Está pues confirmado que en 1.500 a.c. concían el vino en Egipto. ¿Y en Libia?


    ¿Porque se llama Libia la ciudad-comarca más cercana a los montañeses en la que es posible el cultivo de la vid?


    ¿Cuando comenzaron los antiguos a nombrar a Libia y a que comarca africana (Tripolitania-Cirenarea) se referían?

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