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Las fuentes medievales para el País Vasco son bastante deficientes, sobre todos los siglos antes del cambio del milenio.
Lo expuesto, como aprece escrito al principio del texto, es en buena parte surgido de la mano de Alfonso Irigoien, en general, bastante ajustado a los datos.
Que se encuentre el nombre primero en un territorio relativamente alejado se debe, por una parte, a la deficiente documentación medieval del País Vasco, que tiene su reflejo inverso en la temprana documentación de Asturias. Asturias debió de tener cierta relación conlos territorios vascos. No está de menos recordar el nombre de Munia, alavesa, que se casó con el rey Fruela I de Asturias 722-768 (http://es.wikipedia.org/wiki/Fruela_I_de_Asturias). El nombre aparece poco después de muerto éste.
Continuando con García, aparece siendo nombre de varios reyes navarros: García Íñiguez (852-870), García Sánchez I (925-970), García Sánchez II, "El Temblón", (994-1004), García Sánchez III, "El de Nájera" (1035-1054) y García Ramírez, el Restaurador (1134-1150), su patronímico también es bastante temprano: Fortún Garcés (870-905), Sancho Garcés I (905-925) y Jimeno Garcés (925-931), entre otros, lo que muestra el gran arraigo que tenía en Navarra (copiados de http://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Lista_de_monarcas_de_Navarra). Posiblemente una de las causas de la difusión del nombre tendrá relación con su abundancia en la onomástica real navarra.
La variante Gaste(a), de una simplificación de Gartze(a) habla en favor de su antigüedad, lo mismo que los nombres de lugar: Gasteiz en Álava, que aunque se documente en torno al año 1000 debe de ser bastante anterior. En Navarra Astiz y Garzain, son entre otros muchos, nombres que seguramente han sido fundados antes del año 1000, y del siglo VIII. El foco de difusión, por tanto, parece situarse en los territorios de lengua vasca, sea cual sea su etimología.
Sobre la relación entre García y ciertas palabras de procedencia norpirenaica, como garzón, copio del trabajo de Irigoien “Sobre el topónimo Gasteiz y su entorno antroponímico”:
“40. Qué relación, si es que la hay, existe, por otra parte, entre Gartzea > Gartzia y Gartzeo> Gartzio y la palabra francesa garçon, cuyo sujeto era gars, en los textos latinos medievales garcionem y garcio?
En los diccionarios franceses se dice de “garçon, n. m. (vers 1100): ancien cas régime de gars, probablt. francique wrakjo, d’ abord ‘goujat’, ‘valet’, puis ‘enfant mâle XIIIe. s.)”. Naturalmente a wrakjo le falta el asterisco, es decir *wrakjo, pues es fruto de una reconstrucción más o menos forzada, como veremos. Meyer-Lübke en REW, 9578ª, dice: “*wurkjo (frank.) ‘Arbeiter’. Afrz. garz garçon ‘Trossknecht’, nfrz. ‘Bursche’ (>it. garzone, prov. garsó, sp. garzón, pg. garçtio), fem. afrz. garce ‘Dime’, Brüch, ZFSL, 51,496. (Frank. *wrakjo ‘Recke’ Kluge, Zs. 41, 684; Gamillscheg ist lautlich schwieriger, alle früheren Erklarungen bei Gamillscheg sind noch unmöglicher.).“.
41. Joan Corominas naturalmente trata de la palabra garzón que pasó del francés al castellano como ‘joven, mancebo’, ‘joven disoluto’, señalándola como de origen incierto y diciendo que tenía constantemente ç sorda en los textos que distinguen las dos sibilantes africadas. Supuesto esto y después de afirmar que “se han propuesto casi tantas etimologías del fr. garçon como de andar”, de la mayoría de las cuales Gamillscheg se encargó de hacer “certera justicia”, piensa que “la que más en serio se puede tomar es la de Kluge” y rechaza de plano la de Brüch, ambas recogidas por M. Lübke, como hemos visto. Hace, por tanto, un análisis crítico y pormenorizado de la propuesta de Kluge, quien parte de *wrakjo, basándose en las formas emparentadas de las demás lenguas germánicas, es decir, a. alem. ant. wreckeo ‘desterrado’, alem. lit. y dial. recke ‘héroe’, ‘gigante’, ‘vagabundo’, b. alem. ant. wrekkio, ags. wrecca ‘fugitivo’, ‘desgraciado’, ingl. wretch ‘miserable, bribón’, de la misma raíz que el alemán rachen ‘vengar’, y especialmente el su. alem. reck ‘vagabundo’ (s. XVI) y el b. lat. Waracio, como nombre de persona en dos fuentes del s. IX. Hay algunas objeciones fonéticas, dice, aunque no decisivas. Y prosigue: “Nota Spitzer (Litbl. XXXVIII, 302) que en casos semejantes el grupo WR- se resuelve en war-, fr. gar-, pero manteniéndose la A que sigue a la R, de suerte que esperaríamos en francés antiguo *gareçon; sin embargo, el caso es complejo y puede tener razón Gamillscheg al replicar que ni WRATJA> fr. garance ni WRANJO > fr. gareignon son rigurosamente comparables, pues en el primero la A era tónica y difícilmente podía eliminarse, y en el segundo lo desusado del grupo -rgn- pudo ayudar a mantenerla; además, como nota Gamillscheg en R.G. 1, p. 172, pudo ya haber una metátesis dialectal en germánico, y los nombres de lugar Guerchy, Garchy (Warchiacus en el s. V, Warchy en el XI), parecen comprobar la metátesis en cuestión”.
“Por otra parte objeta Josef Brüch (ZRPh, LI, 496-500), logrando la adhesión de M-L. (REW 9578a), que en el Roland y en alguna otra fuente que suele escribir gua- las palabras procedentes de una germánica WA-, hallamos garçun, y hoy tenemos garchon (y no *warchon) en el dialecto de Picardía; pero antes de poder utilizar este argumento debería procederse a un estudio serio y total de los textos en cuestión, que procediendo de una amalgama de dialectos diversos (el del autor y el del copista en el caso del Roland) no son consecuentes en este punto (galop y no walop, p. ej.), y el picardo actual es también un dialecto mezclado, además de que no falta algún testimonio de la forma warçon “.
Como se ve está perfectamente justificada la indicación de Corominas por la que al comienzo dice “de origen incierto, quizá del fráncico *WRAKJO”.
Creo que la grafía gua-, e incluso -guo-, que esporádicamente aparece en textos navarros, cfr. Guastea, así como Guarchot d’Aguoreta que hemos registrado más arriba, no responde en absoluto a ninguna distinción de pronunciación, tratándose simplemente de una ortografía vacilante, originada si se quiere por influencia de hábitos franceses, lo que da idea de hasta dónde puede llegar la confusión meramente gráfica en áreas de indistinción.
42. Nos conviene, por otra parte, ver el significado primitivo en toda la gama de sus matices de gars, garçon, en textos en latín garcio, garcionem. Así, Albert Blaise (63) nos da en su diccionario: “garcio, -onis, 1. jeune serviteur, serviteur, domestique, valet: sequelae garcionum, PETR.-CANT. Verb. 24, c.
94 C
; in jocis garcionum et ancillarum suae domus, Gest. episc. Aut. c.
300 A
; servitores et garciones, INNOC. III, Act. (M. 214, c. 1189 D); NICOL.-CLAR. Ep. 31, c.
1622 A
; Vit. Carol. Boni, c.
932 A
; garsiones cibariis onusti et ebrii, PETR.-BLES. Ep. 102, c.
319 A
; NOTKER-B. Gest. Karol. 2 (var coctio, Haef, p. 72) —2. sol- dat mercenaire, sicaire, brigand, pillard: Maii 1, p. 151; ORD.-VITAL. Hist. 13, 23; improperans ... alterum garcionem et spurium ... alterum … Vit. S. Thom. -Cant. VI (M. 190, c. 240 D) — 3. ecuyer, valet d’armée: S.BERN. Vit. mor rel. 10—4. employé d’atelier —5. jeune garçon”.
No es menos interesante el diminutivo “garciolus, petit garçon, serviteur” que recoge, lo que no puede dejar de traernos a la mente cum filiolo nostro Garsiola, cuya forma con diptongación es Guarçuella, macip de Johan Curia, y sin ella Pero Garçola, cfr. más arriba. Las que señalamos para San Millán y Navarra no pueden proceder en absoluto de formas francesas, pues obsérvese que tienen terminación -a para el masculino, en contra de la tendencia románica normal. Sería, sin embargo, perfectamente natural la adaptación de la moción de género según el uso románico vigente por tradición.
Se registra también “Garcifer (Garsifer, garsio, gressifer), garçon, serviteur, sous-ordre, écuyer: STEPHAN.-GRANDIM. Sent. 109, 3, c. 1131 B “, con el elemento -fer pospuesto, formado como scutifer y de significado semejante, cfr. scutifer vel garcio en Du Cange, así como “garcia (garsia, gartia), 1. fille — 2. courtisane”, que en francés se registra como garce, cuya palabra tiene en la actualidad un fuerte sentido peyorativo.
El Du Cange, como es normal, también recoge dichas palabras con numerosos ejemplos, además de garcianus en el mismo sentido, lo cual puede tener un especial interés para el asunto que tratamos aquí. Así, en la palabra papas “paedagogus”, “GLOSS. ISID.: papas, paedagogus, qui sequitur studentes” recoge: “in Glossa MS. ad disticha Magistri Cornuti, Papas, tis, garcianus coquinae, dicitur”, que con toda evidencia hay que traducir al castellano como ‘tu pedagogo es el servidor de la cocina’, lo que en ciertos niveles aristocráticos no habrá dejado de ser una gran verdad durante muchos siglos. Esto nos hace recordar los Garceani / Garseani / Garsiano, etc., registrados más arriba junto a Gastean Balestaria. Asímismo “Glossar. Lat. Gall. ex Cod. reg. 7692: Papas, Garchon. Unde versus: Garsio sit papas, lini genus, et pedagogus “. Transcribo otra más: “Ugutio et Will. Brito in Vocab.: Lixa, mercenarius, garcio qui sequitur curiam, et portat aquam in castris exercitus “.
43. Vista la documentación en relación con gars, garçon, en textos en latín garcio, garcionem, etc., y ante las hipotéticas reconstrucciones del fráncico que se han propuesto para dar una cumplida explicación del origen de dicha palabra, entre las que una ha resistido más a las críticas, si bien no ha conseguido eliminar aspectos indudablemente oscuros y nada satisfactorios, no creo que sea temerario presentar una alternativa que supone en su origen Gartzea> Gartzia y Gartzeo> Gartzio, nombres de persona vascos que con toda evidencia proceden de un apelativo, de cuyo posible significado más abajo trataremos. Hay que tener en cuenta, naturalmente, la existencia de dos artículos en lengua vasca: -a y -o, que en el caso francés se acomodarían a la tradición latina de la moción de género, de la misma manera que, a mi juicio, se acomodaron al romance castellano motza y motzo, que se escribían como moça y moço, del vasco motz ‘corto, pequeño’, de lo que traté en mi artículo “Haur ola zirola, elementos deícticos en lengua vasca” más arriba mencionado. La pro puesta alternativa tiene la ventaja, nada trivial por otra parte, de que no necesita de asterisco alguno.
44. Bajo el punto de vista histórico son conocidas las relaciones en largo tiempo belicosas entre francos y vascones durante la temprana Edad Media, debiéndose tener en cuenta, además, que existió la Vasconia aquitana, que perdura en el nombre actual de Gascuña, fr. Gascogne, lo que no deja de ser un tipo de relación, todo lo desaconsejable que se quiera con ojos actuales, pero importante en cualquier caso. Obsérvese, por otra parte, que el significado de garcio está íntimamente ligado sobre todo al de ‘jeune serviteur, serviteur’, en sus distintas variedades y matices, llegando hasta el de ‘pedagogus’, lo que puede suponer un tipo de emigración o expansión pacífica, constatada también para la Península, si tenemos en cuenta la existencia de los mancipia que hemos documentado para el año 812 en la colección de la Catedral de Oviedo y el conocido movimiento de repoblación ulterior”.
Repoblación ulterior = posterior. Una de las vías de difusión de varios nombres vascos en época medieval es por la emigración que se dio de tierras vascas hacia el sur, normalmente. Ahí tenemos las poblaciones como Villabáscones, Navarros y similares, que evidencian que existió una migración durante largo tiempo. Normalmente estaría unida a la reconquista, quedando zonas con poca gente tras el despliegue musulmán. Así se han explicado las zonas con toponimia vasca de Burgos y La Rioja.
Una de las etimologías de Gasteiz que se han dado hacen vincular dicho nombre con gaztelu 'castillo', pero dicha explicación cuenta con varios problemas, el principal es la parte posterior de gaztelu, su sílaba final, que no tiene reflejo en Gasteiz. El timbre de la fricativa en la capital vitoriana /s/ es diferente al de gaztelu /z/. Hay que tener en cuenta que en fechas tan antiguas no había la confusión entre /s/ y /z/, que ocurre desde hacia varios siglos en la parte ocidental del PV.
Respecto a la larguísima lista de palabras que pueden estar relacionadas con García, una nota: el riojano garcía ‘zorro’, puede tener relación con dar nombres de persona a dichos animales, como ocurre en euskera, con luki y azeri, en catalán o en francés.
El paso más complicado, es el paso del léxico común a la antroponimia de dicho nombre. Las palabras mencionadas, harpa, garza, garfio, garra, etc, es posible que estén relacionadas etimológicamente, aunque dada su pluralidad de formas presenten un problema a la hora de trazar los orígenes y relaciones entre ellos.
En cuanto a una posible relación con ghost / hostis (¿y huésped?), serviría para explicar Gaste(a), que no parece haber sido difundido fuera de tierras vascas, ya que Gar(t)ze presente una consonante vibrante que falta en ghost y relacionados.
La difusión de García estaría relacionada con la de otros nombres vascos como Jimeno, Asur(i),Annaia, Iñigo, quizás Urraca, que pasaron a ser conocidos y utilizados en el tercio norte de la península durante la Edad Media. En el caso de García, y puede que en el algún otro, que dichos nombres fueran de uso en la realeza, principalmente navarra, debió de significar un buen apoyo.
Sobre que Gasteiz no sea el nombre originario, en el Fuero de Vitoria "Placuit mihi libenti animo et sana mente populare vos in praefata villa, cui novum nomen imposui, scilicet Victoria, quae antea vocabatur Gasteiz", "Vitoria, que antes se llamaba Gasteiz", más claro imposible. Es decir, que la aldea que se llamaba Gasteiz pasó a llamarse Vitoria. Empecinarse en lo contrario requiere alguna explicación, quizás no racional.
Del origen del nombre Gasteiz, ya se ha escrito que se ajusta más que mal a una derivación a partir de gaztelu. Primero, la silbante de la primera sílaba es diferente; segundo, la parte final con lateral incluida gazte-lu, queda sin rastro en Gasteiz. Por otra parte, la explicación a partir de Gartze/Gaste no crea ningún problema, aunque estaría bien que se señalase alguno, si es que lo hay.
En cuanto a las 'etimologías' de Racko; primero, no estaría de menos que aprendiera a escribir un poco. Los puntos suspensivos son tres, no media docena. Los teclados tienen una tecla para mayúsculas que no está de adorno, por no hablar de las tildes.
En cuanto a esas pseudo etimologías, una para empezar, que tiene que vez Alkiza con alcázar, ¿quizás esa inicial al-? Algorta entonces también es árabe, y Alkorta. Alberto también será nombre árabe, lo mismo que Alameda, o mejor escrito, Al-ameda.
Que ola venga de solum latino tiene un par de problemas que cualquiera que tenga un mínimo conocimiento de la evolución ling. del euskera podrá detallar.
Olaizola se analiza como Olaiz (que existe) y ola, no hay ninguna zola. El que tiene que probar el origen latino de ola es quien así lo considera; por mi parte, no creo que ola tenga tal origen.
Soro sí tiene origen en el solum latino, pero soro (y solo) si no son palabras vascas, ¿qué son?
De Alcázar a Alkiza hay un par de diferencias que deberían explicarse, si no, dicho parentesco queda entre dudoso e imposible.
Que García, Ennecones y Jimenez sean de origen latino... Primero habría que probarlo, dar sus correspondientes latinos, explicar los cambios que han sufrido, de haberlos, etc.
La forma Gazteiz, que cita Txerrin en la respuesta nº 13 no se recoge en la documentación antigua, es claramente errónea y, por tanto, debe de ser desechada.
La forma antigua de Pamplona fue Pompelon, con Pompeyo y *elon, elemento que debe de estar relacionado con *irun, relacionado con el nombre vasco de la capital navarra, Iruñea.
Lopetegi (ya que son nombres vascos, qué menos que usar el sistema ortográfico vasco), viene del nombre de persona Lope, forma romance del Lupus latino y -tegi, sin relación (por lo menos directa) con techo, por razones obvias.
Manterola, del nombre de oficio castellano mantero ‘el que hace mantas’, ola no tiene origen en el solum latino.
Amusategi excepto la parte final -tegi, queda inexplicado, hay también Musategi, que posiblemente tenga alguna relación.
Relacionar Alkiza con alcázar, como ya se ha señalado, requiere de una explicación que pueda explicar una diferencia vocálica tan notable.
Larrinaga, Larrañaga (no parece que exista Larranaga) tienen origen en la palabra vasca larrain ‘era’ que en la zona occidental se reduce a larrin. No hay ninguna relación con harri ‘piedra’, no hay kar ‘piedra’ en euskera.
En Soraluze, queda claro el origen del primer elemento, explicado en una respuesta anterior (la nº 23), pero tratar de vincular a luze ‘largo’ con lungo (longo, por lo menos existe) ‘largo’ supera los peores trabajos etimológicos de los pasados siglos.
Iribar no tiene que ver con Iriberri, por lo menos en su segunda parte, en un caso es ibar ‘vega’, siendo berri ‘nuevo’ en el otro.
Que alguien vea en Argelia nombres ‘casi idénticos’ a los vascos indica el enorme grado de desconocimiento que tiene con los últimos (y también con los primeros).
El adjetivo vasco beltz ‘negro’ ha sido explicado por Lakarra como un derivado de *bel ‘oscuro, negro’, con un sufijo -tz que estaría presente en otras antiguas palabras vascas.
Sobre ola, en la toponimia vasca la forma es ésa, no *zola. Olaizola se explica como un derivado de Olaitz/Olaiz, como puede comprobar cualquiera mediante Google (para Olaitz da 558 resultados y para Olaiz126.000). El contraejemplo, que no es tal, tiene que lidiar contra todos los derivados en los que aparece ola, no *zola, como Artola, Badiola, Bernaola, Loiola, Urkiola, entre varios cientos. Cuando es el primer elemento de nuevo es ola de nuevo: Olalde, Olaberri, Olarra, Olarte, entre varios cientos, otra vez. De hecho, no es palabra desconocida en los textos vascos, donde aparece en el refrán número 12 de Isasti, de principios del siglo XVII: 12. Balizco olaac, burnia guichi. El decir si tubiera herreria trae poco fierro. Ola es ‘ferrería’ en este caso, aunque se considera que anteriormente su significado fue el de ‘cabaña’.
Del cuarteto Salaberria, Solaberria, Solozabal, Sorozabal, sobra Salaberria que tiene en su parte inicial sala ‘casa, granja’, sin ninguna relación con solo-soro. Solaberria parece una forma secundaria (cuanta con muy pocas apariciones en Google), pudiendo ser variante de Soraberria o Solabarria.
Que haya -ola en otras lenguas no significa que haya alguna relación con los ola vascos. Es posible que éste último esté relacionado con el diminutivo castellano -uela, con diptongación.
Para Jimeno se supone el antropónimo vasco Ximeno, formado por Xeme, forma palatalizada de seme ‘hijo’ y el sufijo -no. De hecho, se documenta el antropónimo vasco Xeme. Sobre dichos nombres tiene Alfonso Irigoien unas cuantas páginas de imprescindible lectura antes de escribir cualquier cosa.
Aznar curiosamente fue de escaso uso en el País Vasco, donde se uso más Azenari, Azeari, Azeri y Azari. El origen, el Asenarius latino. Ningún descubrimiento, ya Luchaire, en la segunda mitad del siglo XIX se dio cuenta de dicha relación.
Eneko, de ene posesivo de la primera persona de singular y el sufijo hipocorístico -ko, de amplio uso en la antroponimia aquitana y medieval. En Celtiberia debe de haber suficiente información sobre dicho nombre. Si fuera de origen latino, como se puede explicar que aparezca en el País Vasco, difundiéndose posteriormente a la zona norte de la península.
En cuanto a Arista, más bien Aresta, sobrenombre del primer rey navarro, en Celtiberia se encuentra que escribí hace ya tiempo (http://www.celtiberia.net/verrespuesta.asp?idp=5869, 9ª respuesta: “el “Enneco [Enneconis] cognomento Aresta” del códice rotense fuera en realidad Eneko Aritza no me parece de lo más seguro. No parece que haya sido manifestado así ni por Mitxelena, ni por Irigoien, por poner un par de nombres de fiabilidad en estos asuntos. El cambio ha tenido éxito por razones obvias. Puede que Caro Baroja estuviera equivocado, pero pasar de Areta a Aritza me temo que es de lo más aventurado, a no ser que haya algún dato adicional que desconozca.”). De nuevo se muestra la ignorancia del que escribe sin molestarse en leer lo escrito anteriormente.
Sobre Agirre, relacionado con la antigua palabra del léxico común agerri ‘presencia’, agertu 'aparecer', etc., escribió Mitxelena: “AGER- “manifiesto, patente”: “No se ve bien qué razones han hecho pensar a J. Gorostiaga en el lat. agger “terraplén, dique”, suposición innecesaria y falta de todo sostén en el léxico vasco atestiguado (Zumárraga 3, 67). Es menos comprensible todavía que en apoyo de su interpretación de “parapeto contra...” cite el ronc. aireager (no aireagerre) que significa “lugar expuesto al viento” (7 3-2, 37s)”.
Otra presunta etimología latina que carece de cualquier valor.
En cuanto a la discusión sobre Vitoria y Gasteiz, queda claro que no hay ninguna relación etimológica entre ambos nombres, por si no lo estaba anteriormente.
Sobre las circunstancias concretas queda claro que el lugar era anteriormente conocido como Gasteiz, cual fuese su estatus antes del ‘rebautizo’ no es pertinente en este caso, que trata sobre nombres. Que Gasteiz continuara existiendo o no, queda claro que el nombre sí.
‘Fundaciones’ medievales se deben de contar por docenas, aunque queda claro que en muchos casos fueron realizadas en terrenos habitados, donde hubo un mero cambio de nombres, como Hagurahin que se rebautizó como Salvatierra.
Puede que en Castulo haya *elon lo mismo que puede que no.
El paso de -l- intervocálica a -r- es vasco, lo que no implica que en otras lenguas, estén relacionadas o no, haya podido pasar lo mismo. Si en la documentación aparece Calagorricos, y si no había impedimento en poner Caragorricos, se puede concluir que la forma realmente usada era la primera.
Parece ciertamente complicado que Pamplona y Castalona sean lo mismo, como mucho se podría escribir que comparten la úmtima parte.
El vascoiberismo quedó desmantelado cuando se pudieron leer con garantías los textos ibéricos. Que haya habido relación parece seguro, que quizás hubo una relación genética no es implosible, pero está claro que vasco e ibérico eran lenguas diferentes hace dos mil años.
Los textos ibéricos que mayoritariamente se pueden leer muestran que no se entienden por medio del euskera. Esto es lo que hay.
En Pompeilon el elemento que se supone que se encuentra es *elon, que podría estar presente en algún otro nombre antiguo. Parece bastante seguro que este *elon es el mismo elemento que luego aparece en toponimia vasca como *irun, que aunque no existe en los textos vascos se puede suponer que debió de significar ‘lugar habitado’.
Gaztelu, que no gastelu, es un préstamo latino a partir del latín castellum, que en castellano dio lugar a castillo.
El aumentativo -aco en perraco de perro, etc., no se conoce en euskera. Por tanto, poca relación puede tener con la repoblación en tiempos medievales.
Entre *erraka y Mariurrika o Mariurreka no está clara la relación, empezando por el hecho de que no parece que *erraka exista en lengua vasca. Que haya -rr- no prueba nada, de la misma manera que no hay relación entre carro, guarro o tarro.
Amaiur difícilmente puede tener origen en amalur ‘madre tierra’, ya que dicha palabra es de creación moderna, calco del castellano. Tampoco es factible que sea ‘maia + ur’, ‘madre del agua’, maia no es ‘madre’ en lengua vasca y el orden tampoco es correcto. Si alguien quisiera poner ‘madre del agua’ escribiría ‘urama’.
Erika no es palabra vasca, que diferencia -r- y -rr-.
Lluvia es euri.
Urraca es nombre de persona y en castellano nombre de pájaro, no parece que se pueda poner en relación con Urria, Oria o Turia.
No tiene que ver Enneko, Onneka (Enneka es de documentación muy escasa) con el sufijo -(i)ka presente en topónimos como Gernika, la mayoría occidentales. En el primer caso está el sufijo -ko, con forma -ka para femenino debido a influencia romance. Dicho sufijo diminutivo, también está presente entre los derivados de Gartze/Gaste, con Gasteako: Gasteaco de Lizarazu, sufijo que se usa en euskera desde tiempos romanos, ya que aparece en la onomástica aquitana, con Andrecconi (de andre ‘mujer’), Belexconis (con Belex, que también aparece en la onomástica ibérica), Attaconis, Attaconi (con atta, que sería la forma anterior de aita ‘padre’), entre otros. El sufijo que se encuentra en Gernika, Mundaka y tantos otros nombres de lugar se considera de origen indoeuropeo, quizás latino.
Peruko se forma a partir de Peru ‘Pedro’ + -ko, sufijo ya mencionado. Perico, en cambio, tiene origen en Pero ‘Pedro’ más el sufijo romance -ico, que seguramente es de origen latino, siendo poco probable que tengan ambos un mismo origen.
Urrika no aparece como topónimo vizcaino en una amplia colección de topónimos que he podido consultar. De no contar con documentación más concluyente, no parece que se pueda utilizar para nada.
No hay Ilonna, Ironna, ni Ulonna ni Uronna. Hay Iruña, Iruñea y Uruña, forma roncalesa de Iruñ(e)a.
Gaztelu ‘castillo’ es nombre común en euskera. Por tanto, hablantes vascos han hecho uso de tal palabra durante siglos. De ningún modo se pretende que Gaztelu, población guipuzcoana, sea fundación de origen latino. La gran mayoría de testimonios habla en favor de gaztelu, de manera abrumadora, siendo gastelu una variante de uso muy limitado. El ibérico no pinta absolutamente nada en dicha palabra.
¿Dónde se documenta Ilterraka? ¿Existe realmente? Lo mismo para Iltirraka e Ilturraka, que parecen verdaderas palabras fantasma, en Google sólo aparece Iltiraka.
Hay en euskera dos sufijos con forma -ko, uno es el diminutivo que ha sido mencionado una y otra vez. Otro es locativo, así etxeko andrea ‘señora de la casa’. Aralarko ardia ‘la oveja (ardi) de Aralar’.
Pampilona no es árabe, en todo caso fue una forma latina del nombre de la ciudad tomando como base *Pompeilon, que pasó después a Pamplona.
Para denominar a Pamplona en árabe se utilizó Bambaluna en el siglo X. Eso recoge Jimeno Jurio en su estudio de los nombres de Pamplona. Pampilona fue usada en textos latinos desde la Edad Media.
Sobre Urrika, según leo en el Euskal Izendegia o Diccionario de nombres de pilavascos, Urrika es un nombre medieval que posteriormente se empleó para designar a Mari. La cueva donde vive la Dama de Anboto es denominada Urrikaren koba ‘la cueva de Urrika’. No es, por tanto, un nombre general ya que está limitado a una zona del duranguesado, en Bizkaia.
Sobre urrixa, se usa para denominar a las hembras de los animales domésticos, aunque desconozco si se hace el mismo uso en seres humanos. Se trata de una palabra que no es de uso general, diría que es norpirenaica. No puede tener origen en Urrika o *Urriga, no hay tal evolución en euskera.
Uriko en euskera se refiere al ‘ácido úrico’. Es posible que haya existido *(h)uriko ‘de la villa’ para referirse a gente de ascendencia desconocida. De ser así, la palabra base sería huri ‘villa’ correlato occidental de hiri, sin relación con Urrika, ni con urrixa.
Que Grachurris sea derivado de Graco es algo evidente, sin más.
No hay Caragorri, sino Calagorri. Puede que la parte final sea la misma que en vasco gorri ‘rojo, pelado’, pero de ahí a relacionarlo con cultos paganos hay un trecho demasiado grande. Nada que ver, salvo que el adjetivo gorri se use bastante en euskera, que un nombre de la antigüedad contenga gorri crea ningún vínculo con seres mitológicos. La antigua Cara no tiene que ver con Calagorri, por muy santa que sea ahora, de la misma manera que no hay relación más allá de contener gorri entre algunos personajes de la mitología vasca y la antigua Calagorri.
No es lo mismo gorri que urri, en euskera real urri es ‘escaso’, gorri ya ha sido explicado anteriormente.
Del resto, mejor no utilizar este hilo para discutir temas que no tienen que ver con el texto dedicado a García y derivados, que es a lo que debería dedicarse.
Sobre el comentario nº 8, de Lapurdi, aka 'sacar', no existe en euskera. Tampoco puede tener relación con el sufijo toponímico -aga, ya que en euskera no se sonorizan las consonantes sordas intervocálicas.
Sí es posible que ambos nombres, el de persona y el de ave estén relacionados, tienen la misma forma y bien pudiera haberse usado el NP para nombrar el ave. De todos modos, esto no es más que una posibilidad.
Disiento en torno a la existencia de esa supuesta raíz ak- en euskera. Agertu ‘aparecer’, agitu ‘ocurrir’ y -ago ‘más’ tienen en común un segmento ag-, pero nadie considera que estén relacionadas. Lo mismo para akitu ‘cansarse’ que además del cambio de forma a ak-, tampoco muetra nada que haga pensar en una relación ni con el supuesto ak, ni con las palabras que contienen una secuencia ag-. Aje ‘defecto, dolencia’ es préstamo romance tardío, lo mismo que akabu y akto; una secuencia -kt- es impensable en euskera tradicional. Bakar ‘sólo, único’ es derivado de bat ‘uno’.
La relación entre Urraca, nombre de persona, y urraca, nombre de ave, no es segura. Por tanto que el nombre de pájaro tenga una etimología aceptable sea romance o germánica, no implica que el nombre femenino, que es el tema de este artículo, tenga el mismo origen.
Se han mencionado palabras con forma parecida, Uracus, Urachus y Urrac, pero no parece que ninguna de las tres pueda tener ninguna relación ni con urraca ni con Urraca, más allá del parecido formal.
Furraca, si realmente es la forma antecesora del actual urraca sería un buen indicio de su origen y falta de relación con el nombre propio. Más difícil es explicar la diferencia de las vibrantes que muestra con furaca, furacu ‘olla, agujero’.
Que UrracaPaterna, fuera asturiana de origen no implica que su nombre así lo fuera. De aquella época muchos de los nombres tienen origen germánico, sin que los poseedores tuvieran algún ancestro centroeuropeo. Tampoco faltan los nombres vascos o árabes, lo que no obliga a que los así nombrados tuvieran dichos orígenes.
La primera Urraca documentada parece ser la que se expone al comienzo del artículo, con la forma Hurraca en un texto fechado el año 759 del monasterio de San Millán de la Cogolla (La Rioja). En dicho texto además de nombres de origen latino (Donna, Flagina) o germánico (Eilo, Alduara), no faltan de origen vasco (Amunna, Scemena).
No se pretende que el nombre común urraca esté relacionado con Urraca que sí se considera de origen vasco, con una raíz urre ‘oro’ calco del latín Auria, con derivados como Orraco, Urrato, etc., formados con sufijos conocidos en la antroponimia vasca.
No se ha escrito que la forma original sea Hurraca, sino que así aparece por vez primera, la h- inicial puede ser relevante o no. Que Hurraca se empleó habitualmente dista de ser demostrado.
Es interesante que aparezca en la documentación antigua riojana, por su cercanía al País Vasco y por que es conocido que en la Edad Media se hablaba euskera en la parte ocidental de La Rioja. El nombre Urraca sí aparece en la documentación medieval en tierras vascas, aunque no se hayan mostrado testimonios, se trataba de hacer un artículo breve.
En cuanto a la dudosa relación con el licor brasileño/asiático, habrá que mostrar como se relaciona con el nombre de mujer o del pájaro. Que una palabra con forma similar en hindi/bengalí y en castellano tenga que remontarse al protoindoeuropeo parece demasiado pedir, si faltan eslabones intermedios.
Comentarios a las dos primeras respuestas (el resto, más tarde):
Para Lapurdi
, parece que lapur-di ‘agrupación de ladrones’ fue un análisis común, de tal manera que Etxeberri de Sara, escritor vasco de principios del XVIII tituló uno de sus escritos “Lau-urdiri gomendiozko karta”, en vez de “Lapurdiri…”, a fin de evitar el nombre que consideraba infamante. Curiosamente, en Lapurdi la palabra común para ‘ladrón’ es ohoin. Según Azkue, en la población guipuzcoana de Elgeta hay un barranco llamado Lapurdi que antaño era refugio de malhechores.
Para la Baja Navarra, no tengo constancia de un nombre anterior, es posible que lo tuviera, aunque también se puede pensar que con la ocupación navarra recibió un nombre común dicha comarca.
Para Zuberoa, no recuerdo ningún intento de explicación a partir de zubi ‘puente’, quizás el conocimiento de las formas antiguas citadas, sobre todo el nombre del pueblo aquitano sybillates o sibusates, complica especialmente la cuestión. Curiosamente, en Bizkaia se registra más de un topónimo con la forma Zubero, donde la relación con el vnombre de la provincia vasca queda claro, pero no el tipo de relación, pudiendo ser un nombre transplantado, o bien los topónimos vizcainos usaron el mismo elemento de significado desconocido.
A Labordeta, el cantautor aragonés, creo haberle oído en una ocasión que su nombre era un compuesto de la bordeta, diminutivo de borda ‘cabaña’, palabra de uso en el euskera norteño y seguramente en alguno de los romances cercados. Laborda sería un aglutinado del artículo y el nombre, sin diminutivo.
La relación mas segura parece la que vincula el nombre de la provincia con el de Lapurdum, aunque una relación con labur ‘corto’ no pueda rechazarse, más teniendo en cuenta el estatus de la /p/ en el euskera antiguo, que parece similar al que tenía en ibérico. Hay pares como ibar ‘vega’ e ipar ‘norte’ que parecen estar relacionados, así que se podría pensar en algo parecido para Lapurdi.
Para Bizkaia, como ya se ha escrito, un nombre *bizkai no ofrecería ningún problema, además de que el testimonio de Igeldo bizkaia es bastante claro.
En cuanto a Zuberoa, ni su + bero + -a, ni zubi + ero + -a tienen ningún sentido al tratarse de un nombre de lugar.
Navarra en euskera es Nafarroa, siendo posible que antiguamente fuera *Nabarroa. Si hay algún dato que haga pensar que la forma antigua era Nabarra, no estaría de menos el ofrecer la cita concreta.
Felicidades, por el artículo y por la documentación antigua gallega que despierta una envidia no sé cuanto de sana.
Desgraciadamente, poco puedo añadir, aparte de manifestar mi asombro por la riqueza de la antroponimia germánica, que muestra que la lengua sueva estaba bien viva cuando llegaron a Galicia.
Emeteria, parece el correlato femenino de Emeterius, de origen grecolatino. Parece que hubo un santo hispano con dicho nombre en el siglo III.
Rosalia (puella; f ;?; 887), la base será rosa o rosal.
Varvarinus (-; m ;?; 827), derivado de Barbarus con el sufijo -ino, ¿origen greco-latino?
No me resisto, aunque considere que se trata de una relación con microscópicos visos de verisimilitud, el relacionar Oihenia (puella; f ;?; 887) con vasco oihan ‘bosque, selva’, una suerte de calco de Silv(i)a. No hay, que sepa, ningún antropónimo formado con oihan, y su aparición en un lugar tan lejano de tierras vascas lo convierte todavía en menos probable. Se tratará de una mera casualidad, demasiado bonito para ser cierto.
Parece especialmente complicado que de Lan(da) + borde se haya creado Lapurdi, borde es palabra desconocida en euskera, aparte que una fusión que dé tal resultado no cuente con paralelos vascos, entre otros problemas.
En cuanto a Navarra, es posible que se halle naba, si consideramos que su base es *nabar (luego nafar) es 'habitante de la naba' de la misma manera que donostiar es 'habitante de Donostia/San Sebastián'. Pero nabar admite otras posible explicaciones, así que una relación con naba, aunque factible, no es segura.
Para Bizkaia, ya he escrito que se documenta *bizkai con uso de 'monte', así que cualquier otra explcación sobra. Por otra parte, *bizkai estaría relacionado con bizkar 'espalda, loma', de la msima manera que ibai 'río' lo está con ibar'vega'.
Para Zuberoa, el latín super pasaría al euskera como *zuper, sin sonorización de la /p/ intervocálica.
Para Gipuzkoa una base giputz 'guipuzcoano' está más que clara, de la misma manera que *nabar, nafar lo es de Navarra/Nafarroa, así que sobran esas particiones al capicho de cualquiera.
La etimología proporcionada por el druida Euskera no es para nada fiable.
Para tener más información sobre dicho apellido, mejor consultar en Internet el lugar de origen, una vez fijado éste, una de las distintas lenguas que se hayan hablado en la zona tendrá la explicación adecuada.
Para Lapurdi una raíz urd/-urt tiene, cuanto menos, un aspecto extraño para ser raíz vasca. Es posible que haya algo, ordoki es ‘llanura’, por ejemplo, pero resulta una palabra de difícil análisis, donde no hay seguridad que haya algo como *ord-, tampoco queda clara la parte inicial, etc. La 'etimología' de Etxeberri de Sara es un intento de evitar el Lapurdi, forma original, siendo el Lau-urdi de éste un invento.
Los análisis de Lapurdi no me resultan nada convincentes: hay que tener en cuenta la historia de las lenguas y de los cambios que han ocurrido. Por ejemplo, en el mensaje 19 se analiza Araba, dando un significado a *ara ‘lugar extenso’, y a *ab ‘separación hacia el exterior’, cuando ninguna de dicha raíces existe en euskera, sin olvidar lo más grave, que Álava es anterior a Araba ya que un paso -l- > -r- está documentado en euskera.
No había /f/ en vasco antiguo, posteriormente sí que lo hay, en el siglo X ya aparece una mujer llamada Ama Nafarra, en decir ama 'madre', nafarra 'navarra'. Algunas palabras con /b/ pasaron a /f/, como abari 'cena', hoy es mayoritaria afari, entre otras. Una de ellas debió de ser nafar, que anteriormente debió de existir la forma *nabar.
Biblioteca: Discursos de la antigüedad de la Lengua Cantabra Bascongada - 1607
Biblioteca: LA CELEBRE BATALLA DE ARRIGORRIAGA
Otro 'artículo' más para el cubo de la basura.
Biblioteca: Sobre el origen de García y de Gasteiz
Biblioteca: Sobre el origen de García y de Gasteiz
Que se encuentre el nombre primero en un territorio relativamente alejado se debe, por una parte, a la deficiente documentación medieval del País Vasco, que tiene su reflejo inverso en la temprana documentación de Asturias. Asturias debió de tener cierta relación conlos territorios vascos. No está de menos recordar el nombre de Munia, alavesa, que se casó con el rey Fruela I de Asturias 722-768 (http://es.wikipedia.org/wiki/Fruela_I_de_Asturias). El nombre aparece poco después de muerto éste.
Continuando con García, aparece siendo nombre de varios reyes navarros: García Íñiguez (852-870), García Sánchez I (925-970), García Sánchez II, "El Temblón", (994-1004), García Sánchez III, "El de Nájera" (1035-1054) y García Ramírez, el Restaurador (1134-1150), su patronímico también es bastante temprano: Fortún Garcés (870-905), Sancho Garcés I (905-925) y Jimeno Garcés (925-931), entre otros, lo que muestra el gran arraigo que tenía en Navarra (copiados de http://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Lista_de_monarcas_de_Navarra). Posiblemente una de las causas de la difusión del nombre tendrá relación con su abundancia en la onomástica real navarra.
La variante Gaste(a), de una simplificación de Gartze(a) habla en favor de su antigüedad, lo mismo que los nombres de lugar: Gasteiz en Álava, que aunque se documente en torno al año 1000 debe de ser bastante anterior. En Navarra Astiz y Garzain, son entre otros muchos, nombres que seguramente han sido fundados antes del año 1000, y del siglo VIII. El foco de difusión, por tanto, parece situarse en los territorios de lengua vasca, sea cual sea su etimología.
Biblioteca: Sobre el origen de García y de Gasteiz
Sobre la relación entre García y ciertas palabras de procedencia norpirenaica, como garzón, copio del trabajo de Irigoien “Sobre el topónimo Gasteiz y su entorno antroponímico”:
“40. Qué relación, si es que la hay, existe, por otra parte, entre Gartzea > Gartzia y Gartzeo> Gartzio y la palabra francesa garçon, cuyo sujeto era gars, en los textos latinos medievales garcionem y garcio?
En los diccionarios franceses se dice de “garçon, n. m. (vers 1100): ancien cas régime de gars, probablt. francique wrakjo, d’ abord ‘goujat’, ‘valet’, puis ‘enfant mâle XIIIe. s.)”. Naturalmente a wrakjo le falta el asterisco, es decir *wrakjo, pues es fruto de una reconstrucción más o menos forzada, como veremos. Meyer-Lübke en REW, 9578ª, dice: “*wurkjo (frank.) ‘Arbeiter’. Afrz. garz garçon ‘Trossknecht’, nfrz. ‘Bursche’ (>it. garzone, prov. garsó, sp. garzón, pg. garçtio), fem. afrz. garce ‘Dime’, Brüch, ZFSL, 51,496. (Frank. *wrakjo ‘Recke’ Kluge, Zs. 41, 684; Gamillscheg ist lautlich schwieriger, alle früheren Erklarungen bei Gamillscheg sind noch unmöglicher.).“.
41. Joan Corominas naturalmente trata de la palabra garzón que pasó del francés al castellano como ‘joven, mancebo’, ‘joven disoluto’, señalándola como de origen incierto y diciendo que tenía constantemente ç sorda en los textos que distinguen las dos sibilantes africadas. Supuesto esto y después de afirmar que “se han propuesto casi tantas etimologías del fr. garçon como de andar”, de la mayoría de las cuales Gamillscheg se encargó de hacer “certera justicia”, piensa que “la que más en serio se puede tomar es la de Kluge” y rechaza de plano la de Brüch, ambas recogidas por M. Lübke, como hemos visto. Hace, por tanto, un análisis crítico y pormenorizado de la propuesta de Kluge, quien parte de *wrakjo, basándose en las formas emparentadas de las demás lenguas germánicas, es decir, a. alem. ant. wreckeo ‘desterrado’, alem. lit. y dial. recke ‘héroe’, ‘gigante’, ‘vagabundo’, b. alem. ant. wrekkio, ags. wrecca ‘fugitivo’, ‘desgraciado’, ingl. wretch ‘miserable, bribón’, de la misma raíz que el alemán rachen ‘vengar’, y especialmente el su. alem. reck ‘vagabundo’ (s. XVI) y el b. lat. Waracio, como nombre de persona en dos fuentes del s. IX. Hay algunas objeciones fonéticas, dice, aunque no decisivas. Y prosigue: “Nota Spitzer (Litbl. XXXVIII, 302) que en casos semejantes el grupo WR- se resuelve en war-, fr. gar-, pero manteniéndose la A que sigue a la R, de suerte que esperaríamos en francés antiguo *gareçon; sin embargo, el caso es complejo y puede tener razón Gamillscheg al replicar que ni WRATJA> fr. garance ni WRANJO > fr. gareignon son rigurosamente comparables, pues en el primero la A era tónica y difícilmente podía eliminarse, y en el segundo lo desusado del grupo -rgn- pudo ayudar a mantenerla; además, como nota Gamillscheg en R.G. 1, p. 172, pudo ya haber una metátesis dialectal en germánico, y los nombres de lugar Guerchy, Garchy (Warchiacus en el s. V, Warchy en el XI), parecen comprobar la metátesis en cuestión”.
“Por otra parte objeta Josef Brüch (ZRPh, LI, 496-500), logrando la adhesión de M-L. (REW 9578a), que en el Roland y en alguna otra fuente que suele escribir gua- las palabras procedentes de una germánica WA-, hallamos garçun, y hoy tenemos garchon (y no *warchon) en el dialecto de Picardía; pero antes de poder utilizar este argumento debería procederse a un estudio serio y total de los textos en cuestión, que procediendo de una amalgama de dialectos diversos (el del autor y el del copista en el caso del Roland) no son consecuentes en este punto (galop y no walop, p. ej.), y el picardo actual es también un dialecto mezclado, además de que no falta algún testimonio de la forma warçon “.
Como se ve está perfectamente justificada la indicación de Corominas por la que al comienzo dice “de origen incierto, quizá del fráncico *WRAKJO”.
Creo que la grafía gua-, e incluso -guo-, que esporádicamente aparece en textos navarros, cfr. Guastea, así como Guarchot d’Aguoreta que hemos registrado más arriba, no responde en absoluto a ninguna distinción de pronunciación, tratándose simplemente de una ortografía vacilante, originada si se quiere por influencia de hábitos franceses, lo que da idea de hasta dónde puede llegar la confusión meramente gráfica en áreas de indistinción.
42. Nos conviene, por otra parte, ver el significado primitivo en toda la gama de sus matices de gars, garçon, en textos en latín garcio, garcionem. Así, Albert Blaise (63) nos da en su diccionario: “garcio, -onis, 1. jeune serviteur, serviteur, domestique, valet: sequelae garcionum, PETR.-CANT. Verb. 24, c.
94 C
; in jocis garcionum et ancillarum suae domus, Gest. episc. Aut. c.
300 A
; servitores et garciones, INNOC. III, Act. (M. 214, c. 1189 D); NICOL.-CLAR. Ep. 31, c.
1622 A
; Vit. Carol. Boni, c.
932 A
; garsiones cibariis onusti et ebrii, PETR.-BLES. Ep. 102, c.
319 A
; NOTKER-B. Gest. Karol. 2 (var coctio, Haef, p. 72) —2. sol- dat mercenaire, sicaire, brigand, pillard: Maii 1, p. 151; ORD.-VITAL. Hist. 13, 23; improperans ... alterum garcionem et spurium ... alterum … Vit. S. Thom. -Cant. VI (M. 190, c. 240 D) — 3. ecuyer, valet d’armée: S.BERN. Vit. mor rel. 10—4. employé d’atelier —5. jeune garçon”.
No es menos interesante el diminutivo “garciolus, petit garçon, serviteur” que recoge, lo que no puede dejar de traernos a la mente cum filiolo nostro Garsiola, cuya forma con diptongación es Guarçuella, macip de Johan Curia, y sin ella Pero Garçola, cfr. más arriba. Las que señalamos para San Millán y Navarra no pueden proceder en absoluto de formas francesas, pues obsérvese que tienen terminación -a para el masculino, en contra de la tendencia románica normal. Sería, sin embargo, perfectamente natural la adaptación de la moción de género según el uso románico vigente por tradición.
Se registra también “Garcifer (Garsifer, garsio, gressifer), garçon, serviteur, sous-ordre, écuyer: STEPHAN.-GRANDIM. Sent. 109, 3, c. 1131 B “, con el elemento -fer pospuesto, formado como scutifer y de significado semejante, cfr. scutifer vel garcio en Du Cange, así como “garcia (garsia, gartia), 1. fille — 2. courtisane”, que en francés se registra como garce, cuya palabra tiene en la actualidad un fuerte sentido peyorativo.
El Du Cange, como es normal, también recoge dichas palabras con numerosos ejemplos, además de garcianus en el mismo sentido, lo cual puede tener un especial interés para el asunto que tratamos aquí. Así, en la palabra papas “paedagogus”, “GLOSS. ISID.: papas, paedagogus, qui sequitur studentes” recoge: “in Glossa MS. ad disticha Magistri Cornuti, Papas, tis, garcianus coquinae, dicitur”, que con toda evidencia hay que traducir al castellano como ‘tu pedagogo es el servidor de la cocina’, lo que en ciertos niveles aristocráticos no habrá dejado de ser una gran verdad durante muchos siglos. Esto nos hace recordar los Garceani / Garseani / Garsiano, etc., registrados más arriba junto a Gastean Balestaria. Asímismo “Glossar. Lat. Gall. ex Cod. reg. 7692: Papas, Garchon. Unde versus: Garsio sit papas, lini genus, et pedagogus “. Transcribo otra más: “Ugutio et Will. Brito in Vocab.: Lixa, mercenarius, garcio qui sequitur curiam, et portat aquam in castris exercitus “.
43. Vista la documentación en relación con gars, garçon, en textos en latín garcio, garcionem, etc., y ante las hipotéticas reconstrucciones del fráncico que se han propuesto para dar una cumplida explicación del origen de dicha palabra, entre las que una ha resistido más a las críticas, si bien no ha conseguido eliminar aspectos indudablemente oscuros y nada satisfactorios, no creo que sea temerario presentar una alternativa que supone en su origen Gartzea> Gartzia y Gartzeo> Gartzio, nombres de persona vascos que con toda evidencia proceden de un apelativo, de cuyo posible significado más abajo trataremos. Hay que tener en cuenta, naturalmente, la existencia de dos artículos en lengua vasca: -a y -o, que en el caso francés se acomodarían a la tradición latina de la moción de género, de la misma manera que, a mi juicio, se acomodaron al romance castellano motza y motzo, que se escribían como moça y moço, del vasco motz ‘corto, pequeño’, de lo que traté en mi artículo “Haur ola zirola, elementos deícticos en lengua vasca” más arriba mencionado. La pro puesta alternativa tiene la ventaja, nada trivial por otra parte, de que no necesita de asterisco alguno.
44. Bajo el punto de vista histórico son conocidas las relaciones en largo tiempo belicosas entre francos y vascones durante la temprana Edad Media, debiéndose tener en cuenta, además, que existió la Vasconia aquitana, que perdura en el nombre actual de Gascuña, fr. Gascogne, lo que no deja de ser un tipo de relación, todo lo desaconsejable que se quiera con ojos actuales, pero importante en cualquier caso. Obsérvese, por otra parte, que el significado de garcio está íntimamente ligado sobre todo al de ‘jeune serviteur, serviteur’, en sus distintas variedades y matices, llegando hasta el de ‘pedagogus’, lo que puede suponer un tipo de emigración o expansión pacífica, constatada también para la Península, si tenemos en cuenta la existencia de los mancipia que hemos documentado para el año 812 en la colección de la Catedral de Oviedo y el conocido movimiento de repoblación ulterior”.
Biblioteca: Sobre el origen de García y de Gasteiz
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Respecto a la larguísima lista de palabras que pueden estar relacionadas con García, una nota: el riojano garcía ‘zorro’, puede tener relación con dar nombres de persona a dichos animales, como ocurre en euskera, con luki y azeri, en catalán o en francés.
El paso más complicado, es el paso del léxico común a la antroponimia de dicho nombre. Las palabras mencionadas, harpa, garza, garfio, garra, etc, es posible que estén relacionadas etimológicamente, aunque dada su pluralidad de formas presenten un problema a la hora de trazar los orígenes y relaciones entre ellos.
En cuanto a una posible relación con ghost / hostis (¿y huésped?), serviría para explicar Gaste(a), que no parece haber sido difundido fuera de tierras vascas, ya que Gar(t)ze presente una consonante vibrante que falta en ghost y relacionados.
La difusión de García estaría relacionada con la de otros nombres vascos como Jimeno, Asur(i), Annaia, Iñigo, quizás Urraca, que pasaron a ser conocidos y utilizados en el tercio norte de la península durante la Edad Media. En el caso de García, y puede que en el algún otro, que dichos nombres fueran de uso en la realeza, principalmente navarra, debió de significar un buen apoyo.
Biblioteca: Sobre el origen de García y de Gasteiz
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La forma antigua de Pamplona fue Pompelon, con Pompeyo y *elon, elemento que debe de estar relacionado con *irun, relacionado con el nombre vasco de la capital navarra, Iruñea.
Lopetegi (ya que son nombres vascos, qué menos que usar el sistema ortográfico vasco), viene del nombre de persona Lope, forma romance del Lupus latino y -tegi, sin relación (por lo menos directa) con techo, por razones obvias.
Manterola, del nombre de oficio castellano mantero ‘el que hace mantas’, ola no tiene origen en el solum latino.
Amusategi excepto la parte final -tegi, queda inexplicado, hay también Musategi, que posiblemente tenga alguna relación.
Relacionar Alkiza con alcázar, como ya se ha señalado, requiere de una explicación que pueda explicar una diferencia vocálica tan notable.
Larrinaga, Larrañaga (no parece que exista Larranaga) tienen origen en la palabra vasca larrain ‘era’ que en la zona occidental se reduce a larrin. No hay ninguna relación con harri ‘piedra’, no hay kar ‘piedra’ en euskera.
En Soraluze, queda claro el origen del primer elemento, explicado en una respuesta anterior (la nº 23), pero tratar de vincular a luze ‘largo’ con lungo (longo, por lo menos existe) ‘largo’ supera los peores trabajos etimológicos de los pasados siglos.
Iribar no tiene que ver con Iriberri, por lo menos en su segunda parte, en un caso es ibar ‘vega’, siendo berri ‘nuevo’ en el otro.
Que alguien vea en Argelia nombres ‘casi idénticos’ a los vascos indica el enorme grado de desconocimiento que tiene con los últimos (y también con los primeros).
El adjetivo vasco beltz ‘negro’ ha sido explicado por Lakarra como un derivado de *bel ‘oscuro, negro’, con un sufijo -tz que estaría presente en otras antiguas palabras vascas.
Biblioteca: Sobre el origen de García y de Gasteiz
Sobre ola, en la toponimia vasca la forma es ésa, no *zola. Olaizola se explica como un derivado de Olaitz/Olaiz, como puede comprobar cualquiera mediante Google (para Olaitz da 558 resultados y para Olaiz 126.000). El contraejemplo, que no es tal, tiene que lidiar contra todos los derivados en los que aparece ola, no *zola, como Artola, Badiola, Bernaola, Loiola, Urkiola, entre varios cientos. Cuando es el primer elemento de nuevo es ola de nuevo: Olalde, Olaberri, Olarra, Olarte, entre varios cientos, otra vez. De hecho, no es palabra desconocida en los textos vascos, donde aparece en el refrán número 12 de Isasti, de principios del siglo XVII: 12. Balizco olaac, burnia guichi. El decir si tubiera herreria trae poco fierro. Ola es ‘ferrería’ en este caso, aunque se considera que anteriormente su significado fue el de ‘cabaña’.
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Respondiendo en parte al mensaje 26:
Del cuarteto Salaberria, Solaberria, Solozabal, Sorozabal, sobra Salaberria que tiene en su parte inicial sala ‘casa, granja’, sin ninguna relación con solo-soro. Solaberria parece una forma secundaria (cuanta con muy pocas apariciones en Google), pudiendo ser variante de Soraberria o Solabarria.
Que haya -ola en otras lenguas no significa que haya alguna relación con los ola vascos. Es posible que éste último esté relacionado con el diminutivo castellano -uela, con diptongación.
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Más sobre diversos antropónimos:
Para Jimeno se supone el antropónimo vasco Ximeno, formado por Xeme, forma palatalizada de seme ‘hijo’ y el sufijo -no. De hecho, se documenta el antropónimo vasco Xeme. Sobre dichos nombres tiene Alfonso Irigoien unas cuantas páginas de imprescindible lectura antes de escribir cualquier cosa.
Aznar curiosamente fue de escaso uso en el País Vasco, donde se uso más Azenari, Azeari, Azeri y Azari. El origen, el Asenarius latino. Ningún descubrimiento, ya Luchaire, en la segunda mitad del siglo XIX se dio cuenta de dicha relación.
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Sobre Agirre, relacionado con la antigua palabra del léxico común agerri ‘presencia’, agertu 'aparecer', etc., escribió Mitxelena: “AGER- “manifiesto, patente”: “No se ve bien qué razones han hecho pensar a J. Gorostiaga en el lat. agger “terraplén, dique”, suposición innecesaria y falta de todo sostén en el léxico vasco atestiguado (Zumárraga 3, 67). Es menos comprensible todavía que en apoyo de su interpretación de “parapeto contra...” cite el ronc. aireager (no aireagerre) que significa “lugar expuesto al viento” (7 3-2, 37s)”.
Otra presunta etimología latina que carece de cualquier valor.
Biblioteca: Sobre el origen de García y de Gasteiz
En cuanto a la discusión sobre Vitoria y Gasteiz, queda claro que no hay ninguna relación etimológica entre ambos nombres, por si no lo estaba anteriormente.
Sobre las circunstancias concretas queda claro que el lugar era anteriormente conocido como Gasteiz, cual fuese su estatus antes del ‘rebautizo’ no es pertinente en este caso, que trata sobre nombres. Que Gasteiz continuara existiendo o no, queda claro que el nombre sí.
‘Fundaciones’ medievales se deben de contar por docenas, aunque queda claro que en muchos casos fueron realizadas en terrenos habitados, donde hubo un mero cambio de nombres, como Hagurahin que se rebautizó como Salvatierra.
Biblioteca: Sobre el origen de García y de Gasteiz
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Los textos ibéricos que mayoritariamente se pueden leer muestran que no se entienden por medio del euskera. Esto es lo que hay.
En Pompeilon el elemento que se supone que se encuentra es *elon, que podría estar presente en algún otro nombre antiguo. Parece bastante seguro que este *elon es el mismo elemento que luego aparece en toponimia vasca como *irun, que aunque no existe en los textos vascos se puede suponer que debió de significar ‘lugar habitado’.
Gaztelu, que no gastelu, es un préstamo latino a partir del latín castellum, que en castellano dio lugar a castillo.
El aumentativo -aco en perraco de perro, etc., no se conoce en euskera. Por tanto, poca relación puede tener con la repoblación en tiempos medievales.
Entre *erraka y Mariurrika o Mariurreka no está clara la relación, empezando por el hecho de que no parece que *erraka exista en lengua vasca. Que haya -rr- no prueba nada, de la misma manera que no hay relación entre carro, guarro o tarro.
Amaiur difícilmente puede tener origen en amalur ‘madre tierra’, ya que dicha palabra es de creación moderna, calco del castellano. Tampoco es factible que sea ‘maia + ur’, ‘madre del agua’, maia no es ‘madre’ en lengua vasca y el orden tampoco es correcto. Si alguien quisiera poner ‘madre del agua’ escribiría ‘ur ama’.
Erika no es palabra vasca, que diferencia -r- y -rr-.
Lluvia es euri.
Urraca es nombre de persona y en castellano nombre de pájaro, no parece que se pueda poner en relación con Urria, Oria o Turia.
Biblioteca: Sobre el origen de García y de Gasteiz
No tiene que ver Enneko, Onneka (Enneka es de documentación muy escasa) con el sufijo -(i)ka presente en topónimos como Gernika, la mayoría occidentales. En el primer caso está el sufijo -ko, con forma -ka para femenino debido a influencia romance. Dicho sufijo diminutivo, también está presente entre los derivados de Gartze/Gaste, con Gasteako: Gasteaco de Lizarazu, sufijo que se usa en euskera desde tiempos romanos, ya que aparece en la onomástica aquitana, con Andrecconi (de andre ‘mujer’), Belexconis (con Belex, que también aparece en la onomástica ibérica), Attaconis, Attaconi (con atta, que sería la forma anterior de aita ‘padre’), entre otros. El sufijo que se encuentra en Gernika, Mundaka y tantos otros nombres de lugar se considera de origen indoeuropeo, quizás latino.
Peruko se forma a partir de Peru ‘Pedro’ + -ko, sufijo ya mencionado. Perico, en cambio, tiene origen en Pero ‘Pedro’ más el sufijo romance -ico, que seguramente es de origen latino, siendo poco probable que tengan ambos un mismo origen.
Urrika no aparece como topónimo vizcaino en una amplia colección de topónimos que he podido consultar. De no contar con documentación más concluyente, no parece que se pueda utilizar para nada.
No hay Ilonna, Ironna, ni Ulonna ni Uronna. Hay Iruña, Iruñea y Uruña, forma roncalesa de Iruñ(e)a.
Gaztelu ‘castillo’ es nombre común en euskera. Por tanto, hablantes vascos han hecho uso de tal palabra durante siglos. De ningún modo se pretende que Gaztelu, población guipuzcoana, sea fundación de origen latino. La gran mayoría de testimonios habla en favor de gaztelu, de manera abrumadora, siendo gastelu una variante de uso muy limitado. El ibérico no pinta absolutamente nada en dicha palabra.
¿Dónde se documenta Ilterraka? ¿Existe realmente? Lo mismo para Iltirraka e Ilturraka, que parecen verdaderas palabras fantasma, en Google sólo aparece Iltiraka.
Hay en euskera dos sufijos con forma -ko, uno es el diminutivo que ha sido mencionado una y otra vez. Otro es locativo, así etxeko andrea ‘señora de la casa’. Aralarko ardia ‘la oveja (ardi) de Aralar’.
Pampilona no es árabe, en todo caso fue una forma latina del nombre de la ciudad tomando como base *Pompeilon, que pasó después a Pamplona.
Biblioteca: Sobre el origen de García y de Gasteiz
Para denominar a Pamplona en árabe se utilizó Bambaluna en el siglo X. Eso recoge Jimeno Jurio en su estudio de los nombres de Pamplona. Pampilona fue usada en textos latinos desde la Edad Media.
Sobre Urrika, según leo en el Euskal Izendegia o Diccionario de nombres de pila vascos, Urrika es un nombre medieval que posteriormente se empleó para designar a Mari. La cueva donde vive la Dama de Anboto es denominada Urrikaren koba ‘la cueva de Urrika’. No es, por tanto, un nombre general ya que está limitado a una zona del duranguesado, en Bizkaia.
Sobre urrixa, se usa para denominar a las hembras de los animales domésticos, aunque desconozco si se hace el mismo uso en seres humanos. Se trata de una palabra que no es de uso general, diría que es norpirenaica. No puede tener origen en Urrika o *Urriga, no hay tal evolución en euskera.
Uriko en euskera se refiere al ‘ácido úrico’. Es posible que haya existido *(h)uriko ‘de la villa’ para referirse a gente de ascendencia desconocida. De ser así, la palabra base sería huri ‘villa’ correlato occidental de hiri, sin relación con Urrika, ni con urrixa.
Que Grachurris sea derivado de Graco es algo evidente, sin más.
No hay Caragorri, sino Calagorri. Puede que la parte final sea la misma que en vasco gorri ‘rojo, pelado’, pero de ahí a relacionarlo con cultos paganos hay un trecho demasiado grande. Nada que ver, salvo que el adjetivo gorri se use bastante en euskera, que un nombre de la antigüedad contenga gorri crea ningún vínculo con seres mitológicos. La antigua Cara no tiene que ver con Calagorri, por muy santa que sea ahora, de la misma manera que no hay relación más allá de contener gorri entre algunos personajes de la mitología vasca y la antigua Calagorri.
No es lo mismo gorri que urri, en euskera real urri es ‘escaso’, gorri ya ha sido explicado anteriormente.
Del resto, mejor no utilizar este hilo para discutir temas que no tienen que ver con el texto dedicado a García y derivados, que es a lo que debería dedicarse.
Biblioteca: Sobre el antiguo nombre de mujer Urraca
Sobre el comentario nº 8, de Lapurdi, aka 'sacar', no existe en euskera. Tampoco puede tener relación con el sufijo toponímico -aga, ya que en euskera no se sonorizan las consonantes sordas intervocálicas.
Sí es posible que ambos nombres, el de persona y el de ave estén relacionados, tienen la misma forma y bien pudiera haberse usado el NP para nombrar el ave. De todos modos, esto no es más que una posibilidad.
Biblioteca: Sobre el antiguo nombre de mujer Urraca
Disiento en torno a la existencia de esa supuesta raíz ak- en euskera. Agertu ‘aparecer’, agitu ‘ocurrir’ y -ago ‘más’ tienen en común un segmento ag-, pero nadie considera que estén relacionadas. Lo mismo para akitu ‘cansarse’ que además del cambio de forma a ak-, tampoco muetra nada que haga pensar en una relación ni con el supuesto ak, ni con las palabras que contienen una secuencia ag-. Aje ‘defecto, dolencia’ es préstamo romance tardío, lo mismo que akabu y akto; una secuencia -kt- es impensable en euskera tradicional. Bakar ‘sólo, único’ es derivado de bat ‘uno’.
Biblioteca: Sobre el antiguo nombre de mujer Urraca
La relación entre Urraca, nombre de persona, y urraca, nombre de ave, no es segura. Por tanto que el nombre de pájaro tenga una etimología aceptable sea romance o germánica, no implica que el nombre femenino, que es el tema de este artículo, tenga el mismo origen.
Se han mencionado palabras con forma parecida, Uracus, Urachus y Urrac, pero no parece que ninguna de las tres pueda tener ninguna relación ni con urraca ni con Urraca, más allá del parecido formal.
Furraca, si realmente es la forma antecesora del actual urraca sería un buen indicio de su origen y falta de relación con el nombre propio. Más difícil es explicar la diferencia de las vibrantes que muestra con furaca, furacu ‘olla, agujero’.
Que Urraca Paterna, fuera asturiana de origen no implica que su nombre así lo fuera. De aquella época muchos de los nombres tienen origen germánico, sin que los poseedores tuvieran algún ancestro centroeuropeo. Tampoco faltan los nombres vascos o árabes, lo que no obliga a que los así nombrados tuvieran dichos orígenes.
La primera Urraca documentada parece ser la que se expone al comienzo del artículo, con la forma Hurraca en un texto fechado el año 759 del monasterio de San Millán de la Cogolla (La Rioja). En dicho texto además de nombres de origen latino (Donna, Flagina) o germánico (Eilo, Alduara), no faltan de origen vasco (Amunna, Scemena).
No se pretende que el nombre común urraca esté relacionado con Urraca que sí se considera de origen vasco, con una raíz urre ‘oro’ calco del latín Auria, con derivados como Orraco, Urrato, etc., formados con sufijos conocidos en la antroponimia vasca.
Biblioteca: Sobre el antiguo nombre de mujer Urraca
Biblioteca: LA RAIZ "MAL" DE MALLONA (BILBAO)
Alguna corrección:
Maya, del Baztan cuenta con la forma vasca Amaiur, lo que complica bastante la aproximación con *mall.
Majurieta no creo que exista en Navarra; en cambio, sí es conocido Najurieta / Naxurieta en el valle de Unciti/Untzitibar.
Mahai ‘mesa’ se considera descendiente de la protoforma *banane o *banani.
Biblioteca: Los nombres de las provincias vascas
Para Lapurdi
, parece que lapur-di ‘agrupación de ladrones’ fue un análisis común, de tal manera que Etxeberri de Sara, escritor vasco de principios del XVIII tituló uno de sus escritos “Lau-urdiri gomendiozko karta”, en vez de “Lapurdiri…”, a fin de evitar el nombre que consideraba infamante. Curiosamente, en Lapurdi la palabra común para ‘ladrón’ es ohoin. Según Azkue, en la población guipuzcoana de Elgeta hay un barranco llamado Lapurdi que antaño era refugio de malhechores.
Para la Baja Navarra, no tengo constancia de un nombre anterior, es posible que lo tuviera, aunque también se puede pensar que con la ocupación navarra recibió un nombre común dicha comarca.
Para Zuberoa, no recuerdo ningún intento de explicación a partir de zubi ‘puente’, quizás el conocimiento de las formas antiguas citadas, sobre todo el nombre del pueblo aquitano sybillates o sibusates, complica especialmente la cuestión. Curiosamente, en Bizkaia se registra más de un topónimo con la forma Zubero, donde la relación con el vnombre de la provincia vasca queda claro, pero no el tipo de relación, pudiendo ser un nombre transplantado, o bien los topónimos vizcainos usaron el mismo elemento de significado desconocido.
A Labordeta, el cantautor aragonés, creo haberle oído en una ocasión que su nombre era un compuesto de la bordeta, diminutivo de borda ‘cabaña’, palabra de uso en el euskera norteño y seguramente en alguno de los romances cercados. Laborda sería un aglutinado del artículo y el nombre, sin diminutivo.
La relación mas segura parece la que vincula el nombre de la provincia con el de Lapurdum, aunque una relación con labur ‘corto’ no pueda rechazarse, más teniendo en cuenta el estatus de la /p/ en el euskera antiguo, que parece similar al que tenía en ibérico. Hay pares como ibar ‘vega’ e ipar ‘norte’ que parecen estar relacionados, así que se podría pensar en algo parecido para Lapurdi.
Biblioteca: Los nombres de las provincias vascas
Para Bizkaia, como ya se ha escrito, un nombre *bizkai no ofrecería ningún problema, además de que el testimonio de Igeldo bizkaia es bastante claro.
En cuanto a Zuberoa, ni su + bero + -a, ni zubi + ero + -a tienen ningún sentido al tratarse de un nombre de lugar.
Navarra en euskera es Nafarroa, siendo posible que antiguamente fuera *Nabarroa. Si hay algún dato que haga pensar que la forma antigua era Nabarra, no estaría de menos el ofrecer la cita concreta.
Biblioteca: Cata en la documentación altomedieval del monasterio de Sobrado
Felicidades, por el artículo y por la documentación antigua gallega que despierta una envidia no sé cuanto de sana.
Desgraciadamente, poco puedo añadir, aparte de manifestar mi asombro por la riqueza de la antroponimia germánica, que muestra que la lengua sueva estaba bien viva cuando llegaron a Galicia.
Emeteria, parece el correlato femenino de Emeterius, de origen grecolatino. Parece que hubo un santo hispano con dicho nombre en el siglo III.
Rosalia (puella; f ;?; 887), la base será rosa o rosal.
Varvarinus (-; m ;?; 827), derivado de Barbarus con el sufijo -ino, ¿origen greco-latino?
No me resisto, aunque considere que se trata de una relación con microscópicos visos de verisimilitud, el relacionar Oihenia (puella; f ;?; 887) con vasco oihan ‘bosque, selva’, una suerte de calco de Silv(i)a. No hay, que sepa, ningún antropónimo formado con oihan, y su aparición en un lugar tan lejano de tierras vascas lo convierte todavía en menos probable. Se tratará de una mera casualidad, demasiado bonito para ser cierto.
Biblioteca: Los nombres de las provincias vascas
En cuanto a Navarra, es posible que se halle naba, si consideramos que su base es *nabar (luego nafar) es 'habitante de la naba' de la misma manera que donostiar es 'habitante de Donostia/San Sebastián'. Pero nabar admite otras posible explicaciones, así que una relación con naba, aunque factible, no es segura.
Para Bizkaia, ya he escrito que se documenta *bizkai con uso de 'monte', así que cualquier otra explcación sobra. Por otra parte, *bizkai estaría relacionado con bizkar 'espalda, loma', de la msima manera que ibai 'río' lo está con ibar'vega'.
Para Zuberoa, el latín super pasaría al euskera como *zuper, sin sonorización de la /p/ intervocálica.
Para Gipuzkoa una base giputz 'guipuzcoano' está más que clara, de la misma manera que *nabar, nafar lo es de Navarra/Nafarroa, así que sobran esas particiones al capicho de cualquiera.
Biblioteca: onterube
Biblioteca: Los nombres de las provincias vascas
Para Lapurdi una raíz urd/-urt tiene, cuanto menos, un aspecto extraño para ser raíz vasca. Es posible que haya algo, ordoki es ‘llanura’, por ejemplo, pero resulta una palabra de difícil análisis, donde no hay seguridad que haya algo como *ord-, tampoco queda clara la parte inicial, etc. La 'etimología' de Etxeberri de Sara es un intento de evitar el Lapurdi, forma original, siendo el Lau-urdi de éste un invento.
Los análisis de Lapurdi no me resultan nada convincentes: hay que tener en cuenta la historia de las lenguas y de los cambios que han ocurrido. Por ejemplo, en el mensaje 19 se analiza Araba, dando un significado a *ara ‘lugar extenso’, y a *ab ‘separación hacia el exterior’, cuando ninguna de dicha raíces existe en euskera, sin olvidar lo más grave, que Álava es anterior a Araba ya que un paso -l- > -r- está documentado en euskera.
La forma medieval de Gipuzkoa aparece escrita de diferentes maneras, no pudiendo estar seguros que la variante con i- sea la original, un trabajo interesante de D. Peterson "Primeras referencias a Guipúzcoa" (http://dialnet.unirioja.es/servlet/fichero_articulo?codigo=1089936&orden=65699).
Considero que Bizkaia ya ha sido convenientemente explicado, no hace falta un fanstasmal *iz, de existencia bastante dudosa.
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