Autor: Brigantinus
lunes, 24 de marzo de 2008
Sección: Leyendas
Información publicada por: Brigantinus
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Breogán, Hércules, la Torre y los Milesios.

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  1. #51 elpater 21 de jun. 2006

    Vaya, Sr. Giannini. Siento haber creado falsas expectativas con mi respuesta a lo del tesorillo.

    En realidad pensé que la cosa había quedado clara con el mensaje del Sr. Erre Uve, que copio para su relectura:

    "Cuentas las malas lenguas que se hacían novatadas a los imberbes durante las excavaciones, como hacer encontrar un tesorillo de monedas de oro... del IV Centenario de María Pita. Y hacer subir corriendo a dar cuenta del maravilloso hueso-cerámica. Estos arqueólogos...."

    Y comento: las "malas lenguas" son, básicamente, las del señor Erre y las del señor Uve, coincidentes en que habitan en la misma cavidad bucal. Y bien que sabe dicho señor de lo que habla puesto que, siendo imberbe como él dice, fue víctima de la tradicional coña que se le juega al catecúmeno en su primera excavación: colocar algo vistoso y claramente falso bajo una capita de tierra en la zona donde excava. El alborozo del primerizo con su hallazgo (una moneda, un hacha neolítica falsificada -tal se le colocó a una moza en Dombate, y Pepe "el Selta" la catalogó como de tipo Guinness, fase Smithwiks-, lo que sea) es inenarrable; recibe felicitaciones y parabienes de todos, etcétera. Hasta que alguno no puede más y empieza a deslomarse de risa, lo que suele ser contagioso. Con la carcajada general, a la que se suma gustoso el iniciando, se termina la coña y se vuelve al tajo. Supongo que son cosas del pasado, y que la profesionalización de la actividad dio al traste con este tipo de juegos.

    Pues eso: el señor Erre Uve era un magnífico postadolescente (hoy es un estupendo ejemplar de adulto joven), listo como un ajo, que se debatía entre enfocar su vida profesional hacia la arqueología o hacia la ingeniería. Como emprendedor (palabra con la que ahora el neoliberalismo pretende pintar de blanco la fachada de la más prosaica "empresario") en el buen sentido que era y espero siga siendo, vino a hablar con nosotros por si le dejábamos colaborar en los trabajos de campo, a ser posible rotando entre las diferentes tareas: excavación, dibujo, lavado, siglado, todas esas cosillas. Y así se hizo. El resultado fue excelente. Tanto, que el señor Erre Uve decidió hacerse ingeniero. Creo que todos guardamos un excelente recuerdo de esos días en los que convivimos con una mascota humana de unos dieciséis años que curraba como un loco (locos nos volvía con sus preguntas no siempre fáciles de responder) y supo hacerse querer por todos. De casta le viene al galgo.

    Me dejaba el tesorillo. Salvo error, estuvo compuesto por unas cuantas monedas de ceca coruñesa y año de acuñación bien conocido: 1989. El motivo de la acuñación, la celebración del cuarto centenario de la gesta de María Pita. Las monedas se acuñaban contínuamente a maquinillo creo que durante una exposición de monedas de ceca coruñesa de la de verdad. Quedaron, claro, como objeto de recuerdo (también se difundieron en un sobrecito pegado a la solapa interior de un libro sobre la ceca coruñesa que publicó la editorial Arenas; supongo que todavía habrá ejemplares en el mercado) y para cachondeo de arqueólogos novatos :-)

    Lo de contestar con más calma era, y aprovecho ahora a ver si el señor Erre Uve lee esto, porque lo del "maravilloso hueso-cerámica" no lo recuerdo. Supongo que es otra coña por el estilo, pero tengo el cabezolo en blanco.

    Y ése es el famoso tesorillo de cuya mención tenía usted que salvarme o algo así :-)

    Dejémoslo en pecados de juventud, divino tesoro (o tesorillo).

  2. #52 giannini 22 de ago. 2006

    Acordándome y haciendo caso en parte a lo que me comentó eyna sobre faros, anoto el enlace a un trabajito que hizo un amigo mío -pero que muy amigo oye- sobre el primer fanal giratorio instalado en la Torre de Hércules.

    El aparato, formado por unos quinqués grandes, reververos, una estufa para impedir la solidificación del aceite, una máquina de reloj con la que se movían las pantallas que realizaban las ocultaciones, y la linterna que daba cobijo a toda esta maquinaria, vino de Londres junto con instrumentos científicos, libros, cartas nauticas y el viejo fanal giratorio del castillo de San Sebastián (Cádiz). Lo enviaba el marino Josef de Mendoza Ríos, un personaje en mi opinión aún no bien conocido y valorado, que participaba de marino, de espía y de científico. Tecnología inglesa pura y dura de finales del siglo XVIII para un faro. No sé si el tema es muy local, pero a este amigo es lo que le gusta:

    El Fanal de Mendoza Ríos para la Torre de Hércules

    PS: A día de hoy cambiaría algunas cosas, ampliaría otras y realizaría ciertas modificaciones, pero vamos a dejarlo como está.

  3. #53 giannini 23 de dic. 2006

    Este mensaje tiene su origen en un X-présate de hoy. Tal y como digo en ese lugar, intentaré glosar un artículo por si la Dra. Canto o cualquier otro quiere pronunciarse al respecto.

    En el año 2002, Jesús María Reiriz Rey, publicó en la revista La Coruña. Hitoria y Turismo, un interesante artículo titulado "La Torre del mágico espejo". Pone sobre la mesa la posibilidad de que el supuesto espejo que podría encontrarse en lo alto de la Torre de Hércules no fuese en realidad un espejo en el que se reflejase la luz, sino un elemento adivinatorio. Lo malo es que no cita fuentes o bibliografía, o no las cita en las partes más problemáticas, y claro, uno no tiene criterio suficiente para saber si en la antigüedad estaban tan extendidos estos espejos adivinatorios.

    Comienza relatando la leyenda que recoge Alfonso X en su Crónica, según la cual los almujeces se acercaron a la Torre de Hércules para destruir su espejo, pero para disimular su presencia, cubrieron las naves de "verdura". De este modo se adentraron en la bahía coruñesa como se si tratase de islas flotantes. Una vez al pie de la Torre, dispararon sus ballestas y rompieron el espejo (Se non e vero... é precioso ). Prosigue recordando que tanto el licenciado Molina como Florián de Ocampo, Castellá Ferrer, Flórez o Cornide, rechazan de plano o en parte, la idea del espejo y le atribuyen un origen legendario.

    Jesús Reiriz, recoge también la versión que da el bueno de Benito Vicetto, que por cierto era de los que profesaban el principio de que la verdad histórica se siente y que el historiador debe adivinar el pasado cuando éste se ignora:

    Benito Vicetto "apunta los orígenes fenicios de la Torre de Hércules, en su opinión, señalando que en la cúpula o plataforma se colocaba de día una gran plancha de estaño reluciente a manera de espejo, donde refractaba sus rayos el sol. Esta gran plancha se ponía de modo que fuera giratoria, para que presentara sus dos caras o fases, dando vuelta por medio de un eje. Continúa Vicetto refiriendo que esta plancha de estaño era circular, por su diámetro estaba sujeta de un travesaño o eje, y giraba con movimientos de rotación por medio de un manubrio que impulsaba un solo hombre. De noche se encendía una hoguera en la plataforma, y como el fuego se reflejaba en la plancha de estaño que giraba por medio del manubrio indicado, de ahí la refracción una vez extinguida la luz solar, para guiar a los buques en la oscuridad".

    Entra Reiriz en su planteamiento, sosteniendo que en muchos cuentos y leyendas los espejos están dotados de un carácter "mágico": "sirve entonces para suscitar apariciones, devolviendo las imágenes que aceptara en el pasado o para anular las distancias reflejando lo que un día estuvo frente a él y ahora se halla en la lejanía. Al mismo tiempo la superstición popular le atribuyó propiedades apotropaicas (que tiene poder de desviar las influencias maléficas) en numerosos países". Pone como ejemplos a Lewis Carrol en su Alicia (1871) o que los practicantes del chamanismo en Siberia llevaban espejos como parte de su atuendo, "de hecho, la palabra que significa espejo en su lengua, procede del vocablo que se traduce como alma o espíritu". A través de tales espejos hacía viajes visionarios por el mundo de los espíritus. Recoge Reiriz las tradiciones irlandesas que vinculan a la Torre de Hércules como "lugar de acceso al otro mundo". Estas leyendas le dan pie para explica la costumbre de dar la vuelta a los espejos o cubrirlos con alguna tela cuando alguien fallece en Galicia, pues según las leyendas tradicionales, el espíritu del difunto anda errante alrededor de la casa hasta que se inhuma el cadáver, y puede llevarse a los espíritus de los vivos a través de los espejos. Dice que en China se creía peligroso dormir con un espejo delante, "pues el alma viajaba en sueños y podía ser arrastrada hacia su interior quedando allí atrapada". En Lituania, al igual que en Galicia, también se cubrían los espejos, pues se consideraba que los muertos se levantaban y se dejaban ver de forma inoportuna en los espejos.

    "Según el mitólogo y antropólogo británico James George Frazer (1854-1941) parece ser que este apartamiento del espejo o tabú supersticioso cuando muere una persona, tiene sus orígenes en la antigua Grecia, donde se creía que los espíritus de las aguas (una superficie reflectante también) podían reflejar la imagen reflejada de la persona, portadora de su alma. En el siglo XIII, el obispo Gudmund Arason exorcizaba, a diestro y siniestro, manantiales y fuentes, pues en esos tiempos se creía que algunos espíritus habitaban en las aguas. Abundando en la materia, en la isla Saddle de Melanesia, hay una laguna que, según los habitantes de aquel lugar, da la muerte al que se mira en sus aguas, diciendo que el espíritu que allí mora se apodera de su vida por medio de la reflexión en el agua. Los zulús tienen análogo horror a mirarse en las aguas de los lagos".

    Prosigue el mismo autor con más ejemplos de culturas que prohíben mirarse en los espejos por temor a que su alma se pierda y recuerda que en un sínodo que se convocó en el siglo V, San Patricio condenó a los cristianos que creían ver a los espíritus mediante espejos.

    Se detiene en el origen de los espejos, ya mencionados en la Biblia, los espejos griegos de una sola cara y con la otra decorada con figuras; los corintios, aleados de cobre, estaño y arsénico. Sostiene que no está documentada la presencia de espejos de vidrio hasta el siglo XIII, atribuyéndosele su fabricación a los venecianos en el año 1291. De acuerdo con Reiriz, los espejos egipcios, que se los transmitieron a los griegos, no eran perfectamente circulares, sino que se acercaban más a una forma ovalada; "también los hubo piriformes como los ejemplares descubiertos en Palestina".

    Al parecer, en el mundo antiguo eran muy comunes los espejos de bronce, plata u oro, señalando que los griegos usaban una aleación de estaño y cobre, y posteriormente sobre todo la plata.

    Tal y como señala la Dra. Canto, Reiriz dice que "los romanos empleaban también como material para los espejos la obsidiana, vidrio natural de origen volcánico; y la piedra especular (lapis specularis) especie de alabastro yesoso".

    Se ocupa del término catoptromancia "vocablo que proviene del griego katoptron, espejo, y manteia, adivinar”. De este modo, la superficie reflectante actuaría "como estimulante psicofísico desencadenante del proceso visionario de su observador. Los catoptrománticos enseñaban que no había que ver en los espejos mágicos la materialidad del objeto, sino los efectos por éste producidos".

    De acuerdo con lo anterior la catoptromancia se utilizaba para cuatro fines: la predicción del porvenir; la visión de sucesos que tenían lugar a gran distancia, caso de la Torre de Hércules; encontrar objetos perdidos; y la detección criminal o de robos. Este último caso aún se da hoy en la India cuando alguien sufre una herida o un robo y desea averiguar quien es el autor del delito. En este mismo sentido, el dios de la muerte del budismo japonés, emplea un espejo para detectar el pecado y decidir de este modo la morada que corresponde al pecador.

    Añade que "el polígrafo latino Marco Terencio Barron (116-27 aC) sostenía que el uso mágico del espejo procedía de Persia, y que Pitágoras, uno de los grandes pensadores de la antigua Grecia, tuvo uno en el que veía la luna antes de que apareciese en el cielo". Según Reiriz, en la Europa medieval los specularii o especularios, viajaban de pueblo en pueblo, adivinando a través del espejo, al parecer los lunes eran los días propicios, así que en el año 1398 estos especularios eran declarados agentes de Satanás por la Facultad de Teología de París.

    Recoge también que "el historiador y filólogo Martín Crusio (1526-1607) en su "Turco Grecia", dice que Alejandro Magno había hecho colocar en lo alto del Faro de Alejandría (...) un espejo de larga vista en el que se descubrían la flotas enemigas que venían contra Egipto, aunque fuese a la distancia de más de cien leguas y que fue destruido por un griego llamado Sodoro mientras dormían los soldados que lo custodiaban" y llama la atención Reiriz sobre el paralelismo con la leyenda de los Almujeces que destruyeron el espejo de la Torre de Hércules. "Asimismo, se afirmaba que dicho espejo alejandrino podría mostrar imágenes panorámicas de las calles de la lejana Bizancio (visión remota), quemar las naves enemigas concentrando los rayos del sol (aplicación militar de su propiedad ustoria) y que se usaba como telégrafo heliostático para transmitir señales a la ciudad y poblaciones vecinas". Concluye ocupándose de la posibilidad de que en la Torre de Hércules hubiese un espejo adivinatorio, y no la descarta, recogiendo una leyenda irlandesa, según la cual el espejo mágico de la Torre de Hércules estaba sujeto por una figura de cobre que representaba a una mujer.

    Si han tenido la paciencia de llegar al final, ante todo, gracias. Ahí va alguna reflexión y alguna pregunta. ¿Estaban en realidad tan extendidos los espejos adivinatorios en el mundo romano? ¿Qué credibilidad le dan a la existencia de un espejo mágico del Faro de Alejandría? ¿Los textos clásicos aluden a espejos de este tipo en el faro de Scipion o sólo señalan su presencia para señalar, como hito, una costa sucia? En mi opinión, si en la Torre de Hércules hubo un espejo de este tipo, sería algo secundario porque ¿para qué construir un edificio tan alto? Si el espejo tenía poderes mágicos, es de suponer que los tendría tanto a ras de tierra como a 50 m de altura.

    Y esto nos lleva de nuevo al piedrolito, a sí la cúpula romana que cerraba la Torre de Hércules estaba cerrada -tal y como sospecha el ingeniero militar Navacerrada a finales del siglo XVIII antes de la reparación- o abierta para dar salida al humo... o al espejo.

    En fin, no me hagan mucho caso. Cada uno tiene sus obsesiones, y una de las mías es la Torre de Hércules.

  4. #54 Balsense 25 de dic. 2006

    Professora Alicia

    Lamento não estar de acordo consigo quanto ao valor da chamada "Crónica do Mouro Rázi" tal como surge na "Crónica Geral de Espanha".
    É uma péssima fonte histórica, cheia de interpolações posteriores e de erros de tradução. Há pelo menos um exemplo de interpolação de má fé, além de inúmeros anacronismos. É caso de um famoso excerto aí colocado pelas autoridades portuguesas para justificar as suas pretensões às relíquias de S. Vicente, pretendendo justificar pela autoridade de uma fonte árabe do séc. X, factos passados no séc. XII!
    Eis esse excerto:

    Cap. 230, fólios 89c e 89d (versão original portuguesa na edição crítica de L. Cintra, adiante identificada)
    "E, quando elle [Abderame] entrou em Vallença, tiinham hi os cristãaos que hy moravam huu
    corpo dhuu homen que avya nome Vicente; e oravãno como se fosse Deus. E os que tiinham aquelle corpo faziam creer a outra gente que fazia veer os cegos e falar os mudos e andar os çopos. E, quando os cristãaos viron Abderame, ouverõ medo delle e fogiron com elle. E disse Abelfacem, huu cavalleiro natural de Fez, que andava con sua companha a mõte na ribeira do mar, que achara, em cabo da serra que vem per sobre o Algarve e entra em aquelle mar de Lixboa, o corpo daquelle home con que aquelles fugiron de Vallença con elle; e que fezeron hi casas em que moravã; e que elle matara os homeens e que leixara hy os ossos do homen."

    O estudo decisivo sobre o valor de "al-Razi" na "Crónica Geral de Espanha" é de Lévi-Provençal, e já é bastante antigo:
    "'La description de l'Espagne' d'Ahmad al-Razi. Essai de reconstitution de l'original arabe et traduction française" in Al-Andaluz (revista de las escuelas de estudios árabes de Madrid y Granada), Vol. XVIII (1953), pp. 51-109

    Transcrevo e traduzo de parte da sua introdução:

    "O original árabe (perdido) foi traduzido em português a mando do rei D. Dinis (1279-1325) por um clérigo de nome Gil Peres, que, não sabendo árabe, contratou intérpretes muçulmanos, nomeadamente Maese Moamed (mu'allim Muhammed).
    Sobre essa tradução portuguesa, considerada também perdida, foi realizada uma tradução em castelhano, que esteve na base de várias adaptações sucessivas, o que explica a existência de vários manuscritos de texto mais ou menos interpolado (de que se serviu Gayangos).
    Esta pluralidade de textos castelhanos da "Descrição" de al-Razi, que, embora remontando a uma fonte comum, foram muito desfigurados pelos copistas, o que explica as deformações sofridas por este trabalho de adaptação.
    Ora a tradução portuguesa, que se considerava perdida, foi encontrada, ou mais exactamente uma adaptação directa, na mesma língua, seguramente muito próxima e muito fiel."

    M. Luis F. Lindley Cintra
    Crónica Geral de Espanha de 1344
    Edição crítica (1951-1961)
    Imprensa Nacional, Lisboa, 4 vols.

    "Esta adaptação em português, de que tive oportunidade de examinar o conteúdo, pareceu-me, à primeira vista, sensivelmente mais correcto que os textos castelhanos até aqui conhecidos, seja do texto propriamente dito, seja da nomenclatura toponímica, terrivelmente maltratada a maior parte das vezes nos manuscritos utilizados por Gayangos.
    Para além disso, o exame aprofundado do texto português da "Descrição" de al-Razi permitiu-me identificar sem dificuldade ... uma parte relativamente considerável do próprio original: passagens de extensão variável disseminadas através da literatura geográfica árabe posterior ao X século, sob a forma de citações atribuídas ao autor ou deixadas no anonimato.
    Torna-se desde agora possível, com o socorro conjugado das melhores lições contidas na adaptação portuguesa da "Crónica de 1344" e das citações árabes tiradas de Ahmad al-Razi pelos compiladores andaluzes e orientais, estabelecer uma edição crítica da sua "Descrição", pelos menos provisória.
    ...
    Enquanto se aguarda a publicação dessa edição crítica, parece-me útil oferecer ao leitor uma tradução francesa da "Descrição"... Poder-se-á assim fazer já uma ideia do progresso sensível desta tradução relativamente ao texto editado por Gayangos, embora certas incertezas relativas à toponímia histórica não estejam ainda esclarecidas... Apreciar-se-á igualmente, nas partes do texto em que é possível identificar o original árabe, a incompetência e falta de habilidade dos tradutores improvisados e a maneira de como eles por vezes desfiguraram o original, seja recheando-o de superlativos e perífrases explicativas, seja introduzindo interpolações mais ou menos longas da sua própria lavra. Dar-se-á conta, enfim, que a "Descrição" de al-Razi não apresenta a importância que geralmente se lhe atribui, mas que, contudo, este texto do séc. X, sob a sua forma geralmente esquelética, serviu de base a quase todos os geógrafos árabes posteriores..."

    Eis as únicas referencias à Galiza, na tradução francesa de L-Provençal:

    p. 60
    "Sa forme [al-Andalus] est triangulaire
    ...
    Le troisième angle se trouve au Nord-ouest, dans le pays de Galice, là ou se trouve la montagne qui surplombe la mer et sur laquelle se dresse le temple élevé qui ressemble au temple de Cádiz [nota L.P.: Il s'agit de la Torre de Hércules, près de la Corogne...]
    Ce troisième angle ,marque le point à partir duquel la côte remonte en direction du pays de Bretagne [nota L.P.: ... L' exposé qui précède a été utilisé et développé par les géographes postérieures... Le texte de la traduction castillane est fort altéré et interpolé.]"

    p. 64-99
    "Description d'al-Andalus par districts" [omissão do NO penínsular]

    Córdoba
    Cabra
    Elvira
    Jaen
    Tudmir
    Valência
    Tortosa
    Tarragona
    Lerida
    Barbitania (Boltaña)
    Huesca
    Tudela
    Saragossa
    Calatayud
    Barusa
    Medinaceli e Santaver
    Racupel e de Zorita
    Guadalajara
    Toledo
    Fabs al-ballat
    Firris
    Merida
    Badajoz
    Beja
    Santarém
    Coimbra
    Exitania
    Lisboa
    Ocsonoba
    Niebla
    Sevilla
    Carmona
    Morón
    Jerez (Sidona)
    Algeciras
    Reyyo
    Écija

    p. 104
    "Parmi led fleuves notables du pays des Francs et de la Galice, citons le Miño (nahr Minyo). il prend sa source dans les montagnes de l'Álave (Alaba), traverse le pays de Galice d'Est en Ouest et se jette dans l'Atlantique dans la region du "mur de Galice" (ha'it Yilliqiya). Son cours est d'une longeur de 303 milles."

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