Autor: A.M.Canto
sábado, 12 de mayo de 2007
Sección: Artículos básicos para iniciarse
Información publicada por: A.M.Canto
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El testamento del cerdito Corocotta
Al hilo de un debate sobre el bandolero Corocotta, que en un libro de inmediata aparición se insiste en presentar como un caudillo de la resistencia cántabra frente a Roma, parece interesante divulgar y traducir un poco conocido y cómico texto latino: el Testamentum Porcelli, de autor anónimo y mediados del siglo IV d.C. , cuyo protagonista es un infeliz cerdito, natural de África y con ese mismo nombre.
Nota.- Artículo de febrero de 2005, a partir de un debate de febrero de 2004, en http://www.celtiberia.net/verrespuesta.asp?idp=3349
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Al hilo de un debate aquí mismo sobre el bandolero
Para mayor comodidad de los lectores menos acostumbrados a la lengua latina, he separado los párrafos, insertando su respectiva traducción.
Incipit testamentum porcelli.
Aquí comienza el testamento del cerdito.
M. Grunnius Corocotta porcellus testamentum fecit. Quoniam manu mea scribere non potui, scribendum dictavi.
El cerdito Marco Gruñón Corocotta hizo testamento. Ya que no podía escribirlo de mi propia mano, lo dicté para que lo escribieran.
Magirus cocus dixit 'veni huc, eversor domi, solivertiator, fugitive porcelle, et hodie tibi dirimo vitam'. Corocotta porcellus dixit 'si qua feci, si qua peccavi, si qua vascella pedibus meis confregi, rogo, domine coce, vitam peto, concede roganti'. Magirus cocus dixit 'transi, puer, affer mihi de cocina cultrum, ut hunc porcellum faciam cruentum'.
Cocinador, el cocinero, dijo: "Ven aquí, destructor de la casa, hocicador de suelos, cochino huidizo, que hoy voy a acabar con tu vida". El cerdito Corocotta dijo: "Por favor, si hice algo malo, si en algo pequé, si rompí con mis patas la vajilla, ay, señor mío cocinero, te pido que me Perdones la vida, sé indulgente con el que te ruega". Cocinador el cocinero dijo: "Ve, pinche, y acércame un cuchillo de la cocina, que voy a rajar y desangrar a este cerdo".
Porcellus comprehenditur a famulis, ductus sub die XVI kal(endas) Lucerninas
El cerdito fue atrapado y conducido por los criados el decimosexto día antes del mes de las Lamparillas
Qui ait: “Patri meo Verrino Lardino do lego dari glandis modios XXX, et matri meae Veturinae Scrofae do lego dari Laconicae siliginis modios XL, et sorori meae Quirinae, in cuius votum interesse non potui, do lego dari hordei modios XXX. Et de meis visceribus dabo donabo sutoribus saetas, rixoribus capitinas, surdis auriculas, causidicis et verbosis linguam, bubulariis intestina, isiciariis femora, mulieribus lumbulos, pueris vesicam, puellis caudam, cinaedis musculos, cursoribus et venatoribus talos, latronibus ungulas. Et nec nominando coco legato dimitto popiam et pistillum, quae mecum attuleram de Thebeste usque ad Tergeste
Y así dice: “A mi padre, Verraco Mantecoso, doy y lego para que le entreguen 30 medidas de bellotas, y a mi madre, Lechona Viejecita, doy y lego para que le entreguen 40 medidas de trigo candeal de Laconia; a mi hermana Romulina, a cuyas bodas no pude asistir, doy y lego para que le entreguen 30 medidas de cebada. Igualmente daré y donaré de lo mío más íntimo: a los zapateros mis cerdas, a los pendencieros mi hocico, a los sordos mis orejas, mi lengua a los picapleitos y charlatanes, mis intestinos a los embuchadores de carne de buey, mis muslos a los saladores de jamones, mis sedes sexuales a las mujeres, a los muchachos mi vejiga, a las muchachas mi colita, mis músculos a los mariquitas, mis fuertes tobillos a corredores y cazadores, a los ladrones mis pezuñas. Y, sin citarlo por su nombre, dejo como legado al cocinero el mortero y la mano de mortero que me había traído conmigo desde Thebeste hasta Tergeste
“Et volo mihi fieri monumentum ex litteris aureis scriptum:
M. Grunnius Corocotta porcellus
vixit annis DCCCC . XC . VIIII . S .
quod si semis vixisset,
mille annos implesset.”
“Y quiero que se me erija un monumento fúnebre, con esta inscripción en letras de oro:
«(Aquí yace) Marco Gruñón Corocotta, cerdito,
vivió 999 años y medio
si hubiese vivido medio más,
habría completado los mil años»”
“Optimi amatores mei vel consules vitae, rogo vos ut cum corpore meo bene faciatis, bene condiatis de bonis condimentis nuclei, piPeris et mellis, ut nomen meum in sempiternum nominetur. Mei domini vel consobrini mei, qui testamento meo interfuistis, iubete signari.' “
“A los que más me aman o a los que habéis decidido sobre mi vida, os ruego que hagáis algo bueno con mi cuerpo, que condimentéis mis partes blandas con buenas especias, pimientas y mieles, para que mi nombre sea recordado por siempre. Dueños míos y parientes, que habéis asistido al acto de mi testamento, haced el favor de firmarlo”.
Lardio signavit. Ofellicus signavit. Cyminatus signavit. Lucanicus signavit. Tergillus signavit. Celsinus signavit. Nuptialicus signavit.
Firmó Mantecón. Firmó Bocadito de Carne. Firmó Asado al Comino. Firmó Asado a la Lucana. Firmó Asado a la Espalda. Firmó Asado al Celso. Firmó Asado Nupcial.
Explicit testamentum porcelli sub die XVI kal(endas) Lucerninas Clibanato et PiPerato consulibus feliciter.
Aquí termina felizmente el testamento del cerdito, hecho el día decimosexto antes del mes de las Lamparillas del año del consulado de Horneado y Pimentado.
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Esta curiosa composición es de autor anónimo, y se data hacia el año 350 d.C. Fue muy popular en su momento, ya que San Jerónimo, en la introducción al libro XII de sus “Comentarios al profeta Isaías”, la menciona de este modo: Testamentum Grunnii Corocottae porcelli decantant in scholis puerorum agmina cachinnantium (“legiones de niños, riéndose a carcajadas, recitan cantando en las escuelas el testamento del cerdito Gruñón Corocotta”). Esta popularidad denota posiblemente una mayor antigüedad de la obrita.
Se trata del remedo cómico del acto legal romano de redacción de un testamento, dejando legados y asegurándose de la construcción del mausoleo con su correspondiente inscripción.
Muchos de los términos y nombres que aparecen en el texto son puras invenciones ad hoc, inexistentes en latín, que he traducido de forma aproximada, como los siete “testigos firmantes” (que realmente eran requeridos para dar validez legal a los testamentos), que imagino representan diferentes formas de guisar el cerdo en época romana, aunque pueden transcribirse también de forma directa (Lardión, Ofélico, Cuminato, Lucánico, Tergilo, Celsino, Nupciálico). O el apellido "familiar" del marrano, Grunnius, que es claramente alusivo al peculiar sonido emitido por estos animales.
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Texto y contexto harán más fácil valorar el sobrenombre que sigue a Grunnius,
(véase http://www.elmundo.es/magazine/2005/281/1108493676.html).
Por el contrario, el nombre “Corocotta”, como puede comprobarse por este Testamentum Porcelli, se consideraba en época romana carente de seriedad y era usado en tono burlón. Podría traducirse como “La Hiena”, un nombre muy apropiado para ser el apodo del jefe de una banda de ladrones.
Sabemos por Plinio el Viejo, que lo comenta en su excurso acerca de las hienas (Naturalis Historia, VIII, 107), que la
Junto a la ausencia de mención en Dión Casio de que el tal bandolero fuera hispano, hay algo importante en el texto que presentamos que ayuda a reforzar nuestra hipótesis de que este Personaje, convertido entre nosotros en cántabro (posiblemente por un comentario bastante desaforado de Adolf Schulten), fuera en realidad africano: En una parte de sus legados, el cerdito Corocotta dice que deja al cocinero el almirez y la mano del mismo, “que me había traído conmigo desde Thebeste hasta Tergeste”
De tal modo que resulta pintoresco que un individuo de este mismo nombre, que el historiador Dión Casio describe como poco honorable (pues se presenta a cobrar su propia recompensa) y posiblemente no hispano, acabe siendo para nuestra Historia Antigua un “valeroso guerrero cántabro contra el ImPerio de Roma” o El último soldurio. El caudillo hispano que resistió a los romanos, que tal es el nada equívoco título del libro de Javier Lorenzo próximo a aparecer y encomiado como histórico en el citado magazine cultural. Y por más que (dicho sea de paso) soldurius sea un tipo de guerrero que Julio César (De bello Gallico III, 22) cita sólo en relación con la Galia Aquitana, mientras que su equivalente hispano, en todo caso, eran los devoti, practicantes de la famosa devotio iberica.
Quede aquí al menos esta contribución, esPerando que ayude a contener la extensión en la sociedad de otro error histórico, y para mayor documentación de lo que no es más que un tópico nacionalista sin base histórica alguna. Convendrá añadir que nada en absoluto tenemos contra el autor, e incluso tampoco contra su obra, siempre que se presente como lo que realmente es: uno de tantos relatos de ficción ambientados en la Antigüedad que tanto furor hacen en estos tiempos.
© De la transcripción latina:
http://www.fh-augsburg.de/~harsch/Chronologia/Lspost04/Porcellus/por_test.html (excepto el detalle indicado en la nota 2)
© De la traducción española y comentarios: Alicia M. Canto, para Celtiberia.net.
Bibliografía complementaria:
"Testamentum porcelli", en: Petronii oPera, ed. F. Bücheler, Berlín, 1922.
El testamentum porcelli: introducción, texto, traducción y notas de A. D’Ors, Est. Clás., Supl. Ser. de Textos 3, Madrid, 1953 (cf. Revue Internationale des Droits de l’Antiquité. Tome II, 1955, pp. 219-236).
R. Herzog y P.L. Schmidt, J. Divjak, Handbuch der lateinischen Literatur der Antike. Restauration und Ernuerung : Die lateinische Literatur von 284 bis 374 n. Ch., vol. 5, Munich, 1989, nº 550.2.
Debate en este mismo portal: http://www.celtiberia.net/verrespuesta.asp?idp=3349
P.D.- Quizá el cerdito Corocotta hubiera preferido ser sacrificado en nuestros tiempos, ya que al menos (se supone que) se les aturde, por electricidad o por inhalación de dióxido de carbono, antes de abrirlos en canal para su desangramiento... aún vivos:
http://www.3tres3.com/comportamiento/ficha.php?id=32
http://www.3tres3.com/comportamiento/ficha.php?id=33&PHPSESSID=
31eb711fe0b6cc973283b704c9cc6156
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Azenor: Cuando pueda me indica de qué forma he "insultado", lo que se dice "insultar", he sido "rreflexiva" y "poco cuerda".
He dado un chorro de datos, de fechas, de documentos y de pruebas para justificar mi punto de vista, y todavía estoy esPerando algo que no sea ""esto no porque sí", y descalificaciones diversas.
diviciaco: Pero existe tambien en castellano, segun el drae
gocho.
(Voz con que se llama al cerdo).
1. m. coloq. cerdo (ǁ mamífero artiodáctilo).
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no veo como pueda ser onomatopeico
como se dice el ingles oink oink en espana?
Información eliminada por el Administrador Silberius
Asterio: Es la segunda vez que me menciona al Dr. Ramírez Sádaba como si le hubiera insultado o despreciado su trabajo; qué curioso, y una vez más sin decir dónde se puede comprobar lo que Ud. dice. La vez anterior, el día 9, "pasé" de hablar de ello, Pero esta segunda me indica que Ud. habla por boca de ganso, es "la voz de su amo", el o los que sean.
A Ud. le da igual que yo le haya demostrado, aquí mismo, que ya pensaba lo mismo sobre Corocotta hace un año, cuando no había libro del Sr. Lorenzo al que "atacar". Que le haya demostrado que en otros momentos, aquí mismo, he elogiado a Schulten. Que cada cosa que he afirmado la haya razonado y documentado, que haya probado mi diferente interpretación del texto de Dión Casio, no sólo explicando los términos griegos correspondientes, sino encontrando después el apoyo de dos eminentes filólogos griegos ingleses que tradujeron igual, o que en el mensaje al que se supone que Ud. responde (A.M.Canto Ayer, a las 09:01) no se contenga un sólo insulto hacia su Persona, como es mi estilo.
Y, habiendo entrado aquí hace poco nada menos que dando clases de "metodología científica" (Somna 12/05/2005, 14:44:09, 7º párrafo), nos ha demostrado en público -como no podía ser de otra forma- que Ud. no ha aportado ni un solo argumento cientifico o dato real donde uno pueda comprobar lo que afirma, sobre el tema que se debate en este artículo, que desde luego no es mi Persona.
Por lo tanto, deduzco, usando la lógica natural, que Ud. vino aquí expresamente a atacarme, y que Corocotta, su nacionalidad o sus condiciones reales, le importan a Ud. un bledo al cubo, como Ud. mismo penosamente ha demostrado, pues si no es un héroe, ni le importa que sea cántabro, ¿cuál es su tesis? De forma que Ud. mismo ha dejado ver que su único objetivo al entrar aquí era desacreditarme, sacarme de mis casillas, o al menos intentarlo. Pero, como ve, también sin éxito.
Muchos colegas no aceptan mis hipótesis por razones Personales, cada uno tendrá la suya, Pero es obvio que eso no invalida las hipótesis. Las invalidaría el que ellos escribieran la demostración científica de que están equivocadas. Pero el caso es que no escriben artículos demostrando su invalidez, qué curioso, ¿será que no pueden? Entre otras cosas, reconocer que llevan decenios publicando lo contrario, o que se han equivocado y rectificar, eso, como dice el sabio refrán, no está al alcance más que de los verdaderos sabios, que no abundan. Otros rectifican Pero no lo reconocen, se limitan a practicar el “ninguneo”, tan hispano y tan penoso, o a plagiar sin citarme ni decir por qué han cambiado de opinión. Como comprenderá, tal tipo de gente no me quita el sueño, ya vendrá la historiografía después y quedarán con las vergüenzas al aire. O yo misma se las pondré, mientras viva.
Su mensaje además está lleno de penosas contradicciones (por ejemplo, ¿qué talla científica tiene el Sr. Lorenzo para que yo pierda mi tiempo en “atacarle”?). Y, de forma excepcional, le demostraré que se equivoca una vez más cuando dice que “no tengo dónde escribir”, o que “en ningún otro sitio voy a obtener que se me escuche o valore”, que “aquí creeré obtener lo que no poseo dentro del mundo académico”. Rogando Perdón a los demás por referirme a detalles de mi CV (lo que no he hecho aquí nunca, ni cuando me han dado ganas ante algún necio), no creerá Ud. que, si no tuviera cierta calidad lo que investigo, publicaría en el extranjero con la frecuencia con la que gracias a Dios lo hago, desde varias veces en las Madrider Mitteilungen, a los cuatro últimos en Rivista Storica del’Antichità (1999), Athenaeum (2004), Revista Portuguesa de Arqueología (2004) o Latomus (2005), y todas las veces con documentos o tesis novedosas, como que Teodosio el Grande era de cerca de Sevilla, que eso son palabras mayores. Vamos, no creerá Ud. que en este tipo de revistas serias aceptan y publican lo primero que se le ocurre a cualquier “cantamañanas”. Ni habría obtenido la más prestigiosa beca del mundo, la de la Fundación Alexander von Humboldt, y siendo aún simple Ayudante (1985). Ni sería miembro del Instituto Arqueológico Aleman de Berlín desde 1991 (sin ser catedrática, por cierto), ni estaría para pedir mi 5º sexenio positivo de investigación, el año que viene, o sea, por la totalidad de lo publicado en mi vida académica. Y eso que, mientras tanto, he tenido problemas Personales muy difíciles de sobrellevar para cualquiera.
Pero baste de esto. Si le hace a Ud. ilusión, o a quienes le envían, pensar que yo no sería nadie si no anduviera por la Red, pues adelante. Hay gente acomplejada que para vivir necesita creer estas cosas de los demás. A mí lo que más me gusta de la Red, y de Celtiberia, es poder divulgar, corregir errores muy extendidos en la sociedad y, cuando toca, desenmascarar a los que pasan por lo que no son.
Termino: Lo que dice Ud. de los miembros y lectores de Celtiberia sí que le deja en evidencia y demuestra el desprecio de fondo que les tiene: Según Somna/Asterio/Marco Aurelio Balbás, los celtíberos de aquí “son siervos de una reina, gentecilla de instituto que siguen a una matona (¡!), unos serviles que ríen las gracias, los ciegos de una tuerta , que se dejan impresionar con cualquier cosa, no cualificados...”. Ellos saben que nada de eso es verdad. Pero ahora, y de su propia mano, sí pueden saber quién es Ud. en realidad, qué buscaba, y cómo tiene que ser de falso todo lo que dice, de la primera a la última palabra, porque está dictado por los mismos bajos sentimientos.
Y, por cierto, su nombre auténtico (si es el verdadero) le queda demasiado grande. Marco Aurelio, el emPerador filósofo, era un pensador de exquisito intelecto.
P.D.- Y tampoco lo mío es el "victimismo". Le debían de haber informado también a Ud. que, debido a necesidades vitales, metafóricamente hablando, como se suele decir (y Perdón a los demás por salirme de mi "libro de estilo"), tengo los huevos cuadrados y de hierro.
Voy a dejar esta absurda conversación, porque leer tanto desvarío me levanta dolor de cabeza. Si usted es incapaz de comprender que su actitud hacia mucha gente hace que pueda desPertar antipatía, tiene un serio problema. No hace falta, se lo aseguro, que recurra a teorías conspiratorias. Yo, al menos, soy consciente de los sentimientos que pueden desPertar mis mensajes... y no soy “la voz” de ningún amo: si he incluido esa breve reseña sobre mis estudios fue precisamente para dejar claro que no tengo nada que ver con el mundo académico, del que soy un mero espectador. Al señor Ramírez tan solo le conozcí físicamente de una conferencia y, por cierto, me pareció una Persona muy agradable. El mensaje en el que desacredita su obra arbitrariamente fue enviado por usted el 05/03/2005 8:45:39 y escribió textualmente: “Bueno, hay que tener en cuenta que Ramírez Sádaba, aunque navarro, está hace muchos años en la Universidad de Cantabria”, en una alusión pretendidamente simpática, Pero imPertinente y con la que pretende menoscabar su objetividad. Tampoco soy un ferviente seguidor del señor Schulten, investigador que en su día se encontró con un terreno virgen, supo explotarlo con mayor o menor acierto, Pero errando en bastantes ocasiones.
Su problema es que no sabe distinguir entre el plano intelectual y el Personal y, para usted, una crítica en el primero siempre ha de venir acompañada de una descalificación en el segundo, como la noche sigue al día. O cree que, desprestigiando lo Personal, se puede llegar a cuestionar lo científico. Y esa misma lógica se la achaca a los demás, por lo que reacciona de esa forma ante las críticas. Mas tarde no se extrañe si la gente le responde de igual modo: quien siembre truenos, recoge tempestades.
Su “lectura” de mi mensaje y, por extensión, de lo sucedido aquí (lo que supuestamente se ha dicho o demostrado) es tan delirante y tan desafortunada que sobran comentarios. Sacando de quicio lo que dije, realizando generalizaciones arbitrarias y descontextualizándolo, algo habitual en usted, no conseguirá que la gente se ponga de su parte.
Por último, con su comentario final no se ha salido para nada de su guión habitual. Ni del análisis que hice de su actitud. Tan solo ha expresado de una forma verbalizada y magistralmente sintética la imagen que pretende dar de sí misma. Como historiadora sabrá que una cosa es la historia (el relato objetivo de unos hechos pasados) y otra muy distinta la tradición (el modo en que a una sociedad le gusta mostrarse a sí misma).
Si con ello pretendía rebatir lo que dije, se equivoca muchísimo, créame.
Por último, pedir disculpas al moderador por haber entrado al trapo que me han tendido cuando debería haber pasado de todo. Por lo que mí respecta, ese mensaje se puede quedar. Efectivamente, se citan expresamente mi nombre y apellidos, achacándome unas opiniones que realmente no son las mías y que, además, son vejatorias para la gente que aquí escribe. Eso constituye un acto de difamación, Pero, en realidad, me da exactamente lo mismo: como suele ser habitual, dicen mucho más de la clase de Persona que es quién las formula que del supuestamente aludido.
A eyna:
Puesto que te has tomado la molestia de dirigirte a mí, te responderé brevemente. Creo saber lo que soy y sobre todo lo que NO soy. Como he querido dejar claro, en lo que aquí respecta, un mero aficionado a la historia. Por diversas cuestiones, puedo haber leído más sobre ciertos temas y tener determinada bibliografía a mano. Este ha sido el caso; otras muchas veces, no.
Si una profesora de universidad utiliza sus conocimientos profesionales y deliberadamente falsea datos, presentándome unos hechos que no se corresponden con la realidad, para tratar de transmitirme una idea que es falsa, podrá engañarme fácilmente. Pues, además, aquí nadie va a ir una biblioteca a comprobar todos los datos que se citan: se asume que son ciertos sin más. Eso, en muchos sentidos, me convierte en un ciego: pues que no me engañe dependerá de la buena voluntad de esa Persona.
Si alguien, de cuyos conocimientos nadie duda, está afirmando que una determinada ciudad se encontraba dentro del territorio de una determinada etnia y para ello se basa en la localización de una serie de términos augustales, la gente asumirá que ese dato es cierto y, por extensión, que esa ciudad estaba dentro de lo que ella dice:
http://www.celtiberia.net/verrespuesta.asp?idp=4982&cadena=euskalerría
mensaje del 30/04/2005 14:57:08
Su afirmación, por tanto, “irá a misa”, pues no se trata tanto de asumir acríticamente una opinión, como de presuponer que un dato es cierto y de la honestidad de esa Persona. Pero en ese caso, al igual que en otros, se da la circunstancia que yo sabía de memoria que eso no era así, además de tener libros a mi alcance que lo corroboraban (07/06/2005 7:17:40).
La expresión “en el país de los ciegos el tuerto es el rey”, significa que alguien, aunque no sea una figura muy destacada en su campo profesional, despuntará por encima de la gente que es mera aficionada a ese tema. Eso no convierte a nadie en estúpido. Lo que quise decir, en definitiva, es que un profesional, si no actúa de buena fe, siempre podrá convencer(nos) a los demás de lo que le salga de las narices, sea cierto o no.
EsPero haberme explicado suficientemente.
Comenzar de nuevo agradeciendo a la Sra. Canto sus respuestas y su paciencia, claramente puesta a prueba, desmarcándome de cualquier posición insultante o descalificante, para mí es un lujo ésta página, y no puedo más que agradecer que Personas con autoridad en la materia intervengan en diferentes foros dando respuesta a indocumentados como yo.
A pesar de que muy poco más se puede aportar a lo ya dicho aquí, y asegurando que éste Personaje me trae al fresco, trataré de exponer el porqué de mi última intervención.
Estoy prácticamente seguro que el tal Corocotta no era cantabro, sin embargo existe la teoría establecida por Shulten de que o bien era cantabro o bien astur, considero que desde un punto de vista científico desmontar una teoría implica o bien rebatir uno por uno los argumentos de dicha teoría o bien establecer una nueva que de por finiquitada totalmente la anterior, creo que en ésta caso debiéramos encontrarnos ante la necesidad de estudiar cada uno de los argumentos de la supuesta cantabricidad de éste Personaje, pues es seguro que sin ser éste alemán santo de mi devoción tampoco le considero un absoluto mentecato, es en éste sentido en el que demandaba información acerca de los argumentos de Shulten , a lo que voy:
· Un tal Corocotta, de ésta frase se extrae el argumento de que ni siquiera era muy famoso, sin embargo creo que también se puede entender como que su nombre era algo así como Corocotta, y también creo que no es muy difícil suponer que alguno de los idiomas prerromanos hispanos resultaran de complicada pronunciación para un latino.
· Que irrito de manera importante a Octaviano, un ladrón muy cualquiera no parece estar en disposición de irritar tanto a un emPerador.
· Que se presento ante Augusto a cobrar la recompensa que por él ofrecían, lo normal sería pensar que tal encuentro no debió ocurrir muy lejos del teatro de oPeraciones de el tal Corocotta, o de lo contrario debemos suponer que se coló hasta la cocina de los romanos en Hispania. Por lo que se debería conocer en cuantas ocasiones siendo Octavio ya emPerador se encontraba lejos de la Hispania romana, o en situación de que un ladrón se presentara ante él
· Que algún cognomen de parecida homofonía aparecen documentados en Hispania, incluso en relación con la ciudad que se fundó para dar cobijo a los veteranos de éstas guerras norteñas. No conozco en profundidad la obra del Sr. Ramírez Sádaba, si que constato que al acercarme a ella por temas puntuales no estamos en la misma onda y discrepo de alguno de sus postulados, repito en temas puntuales, Pero partiendo de la base que soy un autodidacta no puedo a la primera, ni a la segunda, obviar ni desestimar lo que piensan Personas cuya titulación y profesión al menos en principio les avala.
· La homofonía o similitud con topónimos norteños.
· Otros argumentos ya expuestos anteriormente, como el de que los romanos le llamaban ladrón a cualquiera que estuviera haciéndoles la puñeta, otros posibles que desconozco, y etc.
Parece claro que no es mucho lo que se puede extraer del texto de Dion Casio, no se puede decir que éste Corocotta sea cantabro, eso está claro, Pero por otro lado a mi parecer tampoco hay ningún argumento para decir lo contrario, por lo que las hipótesis de la Sra. Canto siendo adecuadas no me parecen suficientes. Creo que no se puede menos que dejar la puerta abierta a cualquier posible final de ésta historia.
Por otro lado romPer una lanza en favor de las pobres hienas, consideradas como animales malignos, de aspecto repugnante e incluso cobardes. Estos arquetipos creo que tienen mucho que ver con la Perdida de alguno de sus nichos ecológicos, y si las hienas no se han visto demasiado afectadas en por sus condiciones, otros bichos en las mismas apreturascomo los Perros salvales "wild dogs" se han visto mucho más afectados a pesar de ser los cazadores más eficaces de la sabana aficana.
Casi para terminar, considero que muy poco se puede ya aportar a éste foro y debatir por debatir no me parece un buen deporte, algo interesante podriamos encontrar en relación a la etimología y origenes del termino asturiano gochu, en canatabria se suele utilizar el de "chón", ...mejor chones que dan jamones.
Asterio: creo que no te conozco, Pero no estoy seguro, bueno al asunto, considero que cuando uno cree en algo. que no es micaso, se debe defender aquello con uñas y dientes, Pero un discurso faltón nunca te ayudara en tal menester, en todo caso un saludo de un colega de profesión.
PerO YA MISMOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Estoy de acuerdo en terminar esto de una vez, visto lo visto. Pero, en atención a Eyna, a la que vuelven a dar la brasa "aprovechando que Eyna pasaba por aquí" ("Si una profesora de universidad utiliza sus conocimientos profesionales y deliberadamente falsea datos, presentándome unos hechos que no se corresponden con la realidad, para tratar de transmitirme una idea que es falsa, podrá engañarme fácilmente. Pues, además, aquí nadie va a ir una biblioteca a comprobar todos los datos que se citan...",
quisiera testar yo también (en sentido figurado, claro):
Eyna: Como verás, “donde dijo digo dice Diego”, y ahora resulta que los insultos os los hago yo (¡!). A ver si es verdad que se aburre y se va. Pero, ya que insiste en “mis mentiras” y como prueba, entre los cientos de intervenciones que llevo hechas en Celtiberia, sólo cita una, Permíteme, y Permitidme, que os copie esos "terribles párrafos" donde, según esta Persona, "falseé y oculté datos, y traté de arrebatarle territorio a Cantabria" (¡!).
Respondiendo a la pregunta de Torances “¿Como sabe que Iuliobriga se corresponde con las ruinas próximas a Reinosa?”:
A.M.Canto (30/04/2005 14:57:08): Se admitía ya generalmente debido a la cita de Plinio el Viejo, NH III, 21, que la ubicaba [scil., a Iuliobriga] haut procul, "no lejos" del nacimiento de Ebro, como en efecto está Fontibre de Reinosa, muy cerca. Pero quedó probado tras la aparición, ya antigua, de varios termini o mojones que delimitaban su territorio de los de la legión IIII, de los que pongo uno a modo de ejemplo:
Ter(minus) Augu/st(alis) dividit / prat(a) leg(ionis) / IIII et agr/um Iulio/brig(ensium) (CIL II, 2916a = ERCantab 25)
En cuanto a mi opinión de que no debió ser cántabra en época prerromana, siento haberme equivocado citando de memoria a los vacceos, quería decir turmoga. Para esto me baso, y supongo que otros autores también, en que otro de los termini hallados en Retortillo delimita a su vez el territorio de la legión del de Segisamo que era turmoga según Plinio, Ptolomeo, y un interesante epitafio de Roma. Aquí transcribo el texto del mojón citado:
[T]er(minus) Aug/[u]st(alis) dividit / [p]rat(a) leg(ionis) IIII / [et] agrum Se/[gisa]mon(ensium) (CIL II, 2916e)
....
A.M.Canto (30/04/2005 15:45:30): “Que no cunda el pánico, que con un mapa moderno (bien pone al pie: "según Peralta") no se puede contradecir un terminus de la legión IIII. Por otro lado, he aclarado antes que me estoy refiriendo a la época prerromana. En época romana, posiblemente después de fundarse Iulióbriga, el territorio cántabro "oficial" se extendió hacia el sur, eso es claro, puesto que Iuliobriga figura como "in Cantabris", y "entre las ciudades cántabras del interior", en Plinio y Ptolomeo. Pero, en fin, obligada a decir algo más, diremos que donde Augusto colocara sus tres campamentos contra los cántabros no debía ser territorio cántabro. Y aquí hay una Segisamo...“
En resumen: Este Asterio, y otros muchos, piensan que la zona de Iuliobriga fue cántabra desde antes de los romanos, y que es herético, y pecado de lesa majestad contra la región y la etnia, el suponer siquiera que antes pudo ser zona turmoga. Ni aunque se aleguen argumentos razonables a favor, como que la inmediata Segisamo sí era turmoga, que la zona de Iuliobriga no es zona montañosa (que era lo propio de los cántabros), o que parece de cajón que Augusto colocara sus campamentos contra los cántabros en territorio no cántabro.
A esta argumentación le llama este hombre “mentir y falsear los datos para negar la cantabricidad de Iuliobriga”. Y eso aunque acto seguido le confirmo que en época romana Iuliobriga claro que formaba parte de la Cantabria “oficial” (la reformada por Augusto, cuando se crea la propia Iuliobriga), pues hay autores antiguos que lo afirman, todo lo cual cito debidamente. Así se escribe la historia...
Y, Torances, 1) en ningún momento he dicho que Schulten fuera un mentecato; 2) ya he rebatido uno por uno los argumentos de Schulten; 3) los argumentos para la hipótesis alternativa también están expuestos hasta la saciedad; 4) Augusto no estuvo una sola vez en Hispania, como creía el Sr. Lorenzo y ya le aclaré, y la guerra cántabra se la pasó casi toda en Tarraco, donde pudo ocurrir la anécdota.
Pero es que simplemente con saber que Schulten no respetó lo que dice en realidad el texto griego de Dión Casio (véanse mi traducción y la de los ingleses de Harvard); que omitió que pudo ser en otras estancias de Augusto; y que se calló que el episodio no está contado dentro de los libros cántabros (FHA, cit.), ya se puede uno sospechar que en este tema no estaba jugando muy limpio. Lo cual no descalifica toda su obra ni mucho menos, como ya estoy harta de decir.
Y, como tan oportuna y graciosamente han dicho Silmarillion y Celia, descansen en paz ambos Corocottas.
Vamos a ver señora, no trate de confundir a la gente liando la badana. Usted afirmó que Iuliobriga era vaccea y dijo textualmente que “para esto me baso, y supongo que otros autores también, en que otro de los termini hallados en Retortillo delimita a su vez el territorio de la legión del de Segisamon, que era turmoga según Plinio, Ptolomeo, y un interesante epitafio de Roma”.
http://www.celtiberia.net/verrespuesta.asp?idp=4982&cadena=euskalerría
(30/04/2005 14:57:08)
Pues bien, como ya dije, esos términos augustales han aparecido en los municipios de Valdeola y Valdeprao del Río (Cantabria), situados a unos 10 kilómetros al sur. Respecto al términus que transcribe, se trata del hallado en Villasidro (Burgos), el cual debía delimitar los prata de la Legio IIII en su zona meridional y no septentrional. Y si alguien lo duda, que lo consulte:
Iglesias Gil, J. M. (1976): Epigrafía cántabra. Estereometría, decoración y onomástica.
Por tanto, usted ha mentido, porque esos términus no han sido hallados donde dijo.
Además, también afirmó textualmente que “en cuanto a mi opinión de que no debió ser cántabra en época prerromana, siento haberme equivocado citando de memoria a los vacceos, quería decir turmoga.”
Lo cual, de nuevo, es falso, puesto que Iuliobriga es una fundación de época romana, como deja claro su nombre. Y además, si la debemos identificar con Retortillo, tras tres décadas de excavaciones, primero de Antonio García y Bellido y más tarde de José Manuel Iglesias, no ha aparecido el más leve indicio arqueológico que Permita afirmar que tuvo fase prerromana.
Y ahora nos viene diciendo que “donde Augusto colocara sus tres campamentos contra los cántabros no debía ser territorio cántabro”, lo cual demuestra además que desconoce las fuentes, pues éstas no dicen que Augusto fundara tres campamentos.
Lucio Annio Floro (11, 33, 46-60 ) nos dice que: “El mismo Augusto vino a Segisama, estableció su campamento y, habiendo abrazado con triple ejército a toda Cantabria, acosaba a la tribu salvaje como en una especie de ojeo de fieras.”
Y Paulo Orosio escribió que: “Así, pues César puso el campamento junto a Segisama, abrazando con tres columnas a casi toda Cantabria.”
Me parece que usted se ha hecho un lío, señora: las fuentes hablan de tres columnas de ejército que parten del campamento de Segisama, no que Augusto fundara tres campamentos distintos.
También ha escrito que muchos pensamos “que la zona de Iuliobriga fue cántabra desde antes de los romanos, y que es herético, y pecado de lesa majestad contra la región y la etnia, el suponer siquiera que antes pudo ser zona turmoga. Ni aunque se aleguen argumentos razonables a favor, como que la inmediata Segisamo sí era turmoga”.
Sin embargo, Segisamo no es una ciudad inmediata a Iuliobriga. Iuliobriga, como usted misma ha dicho, probablemente se trate de Retortillo, pueblo próximo a Reinosa (Campoo, Cantabria) o al menos en las inmediaciones del nacimiento del Ebro. Y Segisamo se encontraba en Sasamón (Burgos), es decir, a unos pocos kilómetros al sur de Villasidro, donde fue encontrado el términus augustal que cita y a mas de cincuenta kilómetros al sur de Iuliobriga.
http://www.pueblos-espana.org/castilla+y+leon/burgos/olmillos+de+sasamon/
Por último y en definitiva: la señora A. M. Canto miente. Y lo hace de forma descarada.
Yo no tengo un interés especial en que Iuliobriga o Corocotta fueran cántabros. Tampoco lo tengo en que el almirante Nelson fuera inglés. Sin embargo, si alguien monta una campaña para tratar de convencer a la gente de que en realidad era polaco, falseando datos de forma descarada, a esa Persona le llevaré la contraria. Soy así de cabezón, qué le voy a hacer: me repugna la mentira. Por tanto, nada tiene que ver en ello mi supuesto fundamentalismo étnico, ni esas conspiraciones fantasmagóricas que su paranoia se inventa para justificar ese hecho.
Unas correcciones a lo anterior, pues, como su hora de redaccion delata, fue escrito apresuradamente y a desgana.
Cuando dije "Usted afirmó que Iuliobriga era vaccea y dijo.." quise decir que inicialmente había dicho que era vaccea y más tarde cambió de opinión, afirmado que era turmoga en base al dato de marras.
Por otra parte, el términus de Villasidro NO delimitaba meridionalmente los prata de la Legio IIII.
En todo caso, con mi mensaje pretendía demostrar la falta de honestidad de una Persona, no la cantabricidad de Iuliobriga, para lo cual existen innumerables datos de todo tipo.
Según la blibliografía al aque tengo acceso, según P.Florz, Menendez Pidal, Sanchez Albornos, Shulten y Peralta la extensión de la Cantabria prerromana se vio reducida a raiz de la primeras campñas de la guerra, claro que todos estos se plantean que la cuestión era conocer las fronterasen el momneto del comienzo de éstas, Según sus teorias hasta el Trfinium cantabro/turmodigo/vacceo es decir Treviño quedaría muy alejado de la frontera ni que decir de multitud de casros que se dan por cantabros.
Respecto a Schulten:
Sus trabajos de excavación de Numancia fueron publicados entre los años 1914 y 1929. Ni que decir tiene que por aquel entonces, la arqueología como ciencia no se encontraba tan desarrollada como en nuestros días. De hecho, sería extremadamente preocupante que se encontrase al mismo nivel. Está claro que todo trabajo arqueológico ha de ser analizado en su contexto, especialmente cuando ha pasado casi un siglo desde que se realizara.
Acotando más al tema que nos ocupa, se puede decir que su obra “Cántabros y Astures y su guerra contra Roma” en su día fue una importante aportación, Pero que hoy en día muchas de sus opiniones se encuentra suPeradas. Una de ellas es el carácter más o menos ibérico que atribuía a ambos pueblos. Pero, sobre todo, el mayor vicio que creó ha sido su interpretación del desarrollo de las guerras de conquista. Schulten realizó una serie de identificaciones entre una serie de topónimos citados por las fuentes y otros modernos o posteriores: Bergida-Bierzo, Aracilum-Aradillos..etc, dando como resultado un mapa de oPeraciones que no se ajusta para nada a los hechos que se describen, teniendo que “forzar las fuentes” (¿alguien recuerda qué era eso?) para que le cuadraran las cosas y hacer infundadas interpretaciones a posteriori, como el de decir que por “cántabros” se conocía a todos lo pueblos del norte peninsular.
Posteriormente su interpretación ha sido seriamente cuestionada. Por Eutimio Martino, más tarde por Joaquín González Echegaray y otros. Pero las dos puntillas definitivas se las ha dado Eduardo Peralta Labrador, demostrando que en Aradillos no hay ningún castro, sino que se trata de un muro de retención de ganado y José Luis Ramírez Sádaba, el cual ha desmontado desde el campo de la filología sus identificaciones toponímicas.
Curiosamente, todos estos autores, que tanto han cuestionado el trabajo de Schulten, dan como probable la cantabricidad de Corocotta. Es decir, que su actitud hacia el hispanista alemán no ha sido para nada crédula precisamente, especialmente en el caso de Peralta. Pero, curiosamente, ni en sus escritos, ni en las conferencias que he estado, jamás ninguno de ellos ha visto la necesidad de destacar los fracasos de Schulten, ni sus problemas con el régimen franquista, ni su supuesto nacionalismo exacerbado, ni mucho menos, su presunta afición al vino. A lo mejor es que disponían de argumentos suficientes, de índole científica, como para no tener que hacerlo. O, a lo mejor, se debe a que son otra clase de Personas. A lo mejor.
Cuando nos encontramos debatiendo la adscripción étnica de Corocotta y se nos insiste tanto en que su interpretación del cerco de Numancia estaba equivocada, que en Doñana no encontró nada...etc, uno no puede por menos que preguntarse qué tiene que ver el culo con las témporas.
La respuesta es obvia. Aquí nos hemos encontrado ante una argumentación reduccionista según la cual el único responsable de que se haya identificado a Corocotta como cántabro es el trabajo de Schulten. Mas tarde, este investigador se nos ha descrito como un facha, un investigador mediocre, un fracasado, un megalómano y un borracho. La conclusión que supongo que se esPera que realicemos responderá entonces al principio de la lógica que afirma que si A=B y B=C, entonces A=C. Es decir, que si eso es así porque lo dice Schulten y Schulten es todo lo anteriormente citado, por tanto, se podría afirmar lo siguiente: “se cree que Corocotta fue cántabro solo porque lo ha dicho un investigador mediocre, facha y fracasado”.
Y, sin embargo, no es así.
Asterio, no recuerdo que Peralta hable de Cocorotta salvo una mención fugaz, Pero sin ahondar en el tema. Corrígeme si me equivoco, que es bastante posible.
Por otra parte, creo que estás exgerando un poquito con lo de Schulten. Todos los investigadores actuales le reconocen su mérito, Pero acto seguido mencionan sus limitaciones (lógicas por otra parte).
Me pregunto si estarías insistiendo tanto en lo mismo si la Doctora Canto no firmara con su nombre. Noto que algunos encuentran más placer cuanto mayor es el rival -lo cual, por otra parte es lógico-.
Como ves, no voy contra tí. Es más, yo también deseo una explicación de A. M. Canto sobre la no cantabricidad prerromana del territorio al sur de Iuliobriga.
Por cierto Torances, no sé si nos conoceremos... En caso es que tengo curiosidad.
Un saludo a ambos.
Hannón, pensaba que había transmitido exactamente lo que dices. En todo caso, estoy de acuerdo. Peralta solo hace una referencia breve a Corocotta y, tal y como dije, no en el resumen de las guerras que hace al final de su obra. Lo que sí es seguro es que lo considera cántabro. No solo en su libro, sino en varios artículos que ha publicado.
Respecto a Schulten, me he pasado los últimos años argumentando en contra de muchas ideas que él desarrolló, que considero equivocadas, sobre todo las que he citado antes. En todo caso, siempre lo he hecho desde el respeto que me merece un alemán que dedicó la mayor parte de su vida al estudio de nuestra historia. Lo que no se puede hacer es seleccionar lo peor de sus aportaciones para tratar de dar una idea general absolutamente negativa de un trabajo, que, obviamente, en muchos aspectos se encuentra suPerado. Ni caer en la desacreditación Personal en un medio público como es este.
Y ya sé que “no vas contra mí”, y me parecería estupendo que no estuvieras de acuerdo en las ideas que expongo, y que las rebatieras. En eso consiste un foro de debate.
El problema es cuando se mezcla lo puramente intelectual con lo Personal. Y no, Hannón, no he obtenido ningún placer en ese penoso rifirrafe que he protagonizado con la doctora Canto. Mas bien me ha resultado extremadamente desagradable, por diversos motivos como son las reiteradas faltas de respeto a mi Persona y, sobre todo, a otras que no están aquí presentes, Pero que me parece que se lo merecen. Y también por la falta de respeto a la verdad.
Un saludo,
Hola, aquí estoy de nuevo después de una temporada sin querer asomarme. Y cuando lo he hecho, me he visto sorprendido por la intensidad del debate. En fin, creo que debo decir un par de cosas. Una es que nadie tiene, o debería tener, la certeza de que su hipótesis es correcta al 100%. Por supuesto, me incluyo el primero. Por tanto, el debate se produce entre dos opiniones que no poseen la verdad absoluta. No descarto -nadie podría hacerlo por completo- que la sra. Canto tenga razón. Es posible y ahí están sus argumentos, que aunque no comparta, respeto y creo muy dignos de consideración. Pero también pienso que nadie puede afirmar con rotundidad divina que al menos algo de lo que dice Schulten, Asterio o un servidor no tiene parte de verdad. Al menos, algo. Creo que coincidiremos todos en que estos asuntos, tan lejanos en el tiempo y tan escasamente documentados, nos impiden ser dueños de la verdad o del error absolutos.
Me gustaría comentar también que pido mil excusas por intentar acercarme a toda clase de público utilizando una infantil comparación con el Personaje de cómic galo. Lamento que mi intento por divulgar una época y una hipótesis sobre un Personaje histórico resulte tan imPerdonable.
Añadiré también que cualquiera que llegue a las últimas páginas del libro comprobará hasta qué punto no era mi pretensión convertir a Corocotta en un heroe. De hecho -y aunque destripe el libro, me da igual-, planteo la hipótesis de que Corocotta, tras recibir la recompensa, se pusiera al servicio de Augusto.
Por último, comentar que El último soldurio es una novela de aventuras "con trasfondo histórico", como dijo alguien. No es otra su pretensión "académica", aunque cualquiera que lo lea podrá darse cuenta de hasta qué punto he procurado ser respetuoso y fiel a las fuentes clásicas. Eso no impide, por supuesto, que, como ha ocurrido aquí, alguien critique mis interpretaciones (que extraigo asimismo de las que mantienen algunos historiadores de prestigio). Es lógico y hasta bueno que así suceda.
Por último, doña Alicia, me tiene usted en ascuas. ¿Por fin ha podido "hojear" el libro que la envié? Muchas gracias a todos y esPero que la paz se restaure entre Personas inteligentes que, aunque discrepen, han mostrado sobradamente sus conocimientos.
Sí, y que conste aquí que en su momento le di las gracias por el envío. Lo pude hojear un poco por encima, porque la época de poder leer este tipo de temas es la que se avecina; me obsequiaron también con "Un lobetano en el templo de Hércules. Vida y costumbres de los celtíberos", de Antonio Escribano, y andan juntos.
El suyo, tomado como una novela, es entretenido de leer. Algunas cosas he visto que, en fin, Pero no iré por ahí. Y le tengo que dar la razón en que ese final, a partir de la pág. 541, también "destripa" bastante al "héroe".
La hipótesis que Ud. plantea al final, por cierto, la sugirió ya en cierto modo V. Gardthausen, como arriba dije, en su Augustus und seine Zeit, Leipzig, 1891-1904, vol. I, 2, p. 683, a propósito del epitafio en griego, aparecido en Roma, de un Gáios Ioúlios Karakoúttios, actor, que pensaron, él y Schulten, que pudo ser hijo del tal C., que habría recibido de Augusto la ciudadanía. Pero es otra pura especulación, empezando porque el nombre no coincide realmente.
Hola a todos, soy nuevo aqui y quisiera hacer una pequeña aportación.
En esta página hay un estudio de la epigrafía del nombre Corocotta.
http://homepage.univie.ac.at/elisabeth.trinkl/forum/forum0300/14weber.htm
Está en alemán Pero con el traductor de google se puede entender bastante bien lo que dice.
EsPero que sea de utilidad
Un saludo
La nota 9, y las dos que siguen, también:
"[9] Wieder Bott a.O. 22; Holder I (1896) 1132 f. verzeichnet den Namen zu Recht als fraglich.
"Otra vez (ha vuelto sobre ello) sobre ello (esto es, buscar una etimología local) Bott, art.cit., 22. Pero Holder, vol. I (1896), p. 1132 ss., anota con razón este nombre como "dudoso" (o sea, dudosamente céltico, búsqueda de paralelos hispanos que ya había anunciado como "ociosa" al final de la nota 6).
[10] Soviel ich sehe, ist diese Möglichkeit bisher noch nicht erwogen worden; vgl. damit aber die Bezeichnung "Der Schakal" für einen Berufskiller in einem (auch verfilmten) Roman von Frederick Forsythe ("The Day of the Jackal", 1982).
"Hasta donde sé, esta posibilidad [que sea un simple mote] no ha sido propuesta hasta ahora; Pero compárese con ello el apodo de "El Chacal" para un asesino profesional, en una novela de Frederick Forsythe, llevada también al cine ("El día del Chacal", 1982).
[11] CIL II 550 = J. Vives, Inscripciones latinas de la España romana (Barcelona 1971) Nr. 2748. Den Zusammenhang mit dem erwähnten Räuber haben bereits die Herausgeber des CIL gesehen. Zur übl(ich)en Gewohnheit, Tier- als Sklavennamen zu verwenden, vgl. bereits J. Baumgart, Die römischen Sklavennamen (Diss. Breslau 1936) 41 f.; I. Kajanto, The Latin Cognomina (Helsinki 1965) 84 ff. weist allerdings insgesamt nur einen relativ geringen Anteil an Sklavennamen nach (4,5 %), doch macht auch er auf den oft peiorativen Charakter solcher Bezeichnungen aufmerksam."
(11) CIL... (etc.). La relación con el conocido ladrón ya había sido vista por el editor del CIL. Sobre la relativa costumbre de imponer a los esclavos nombres de animales consúltese J. Baumgart, Die römischen Sklavennamen (Diss. Breslau 1936) 41 ss..; I(iro) Kajanto, The Latin Cognomina (Helsinki 1965) 84 ss. testimonia cómo en conjunto es relativamente baja la proporción de casos de esclavos con nombres de animales (un 4,5%), y ya observó también que su causa era el sentido peyorativo que tenían".
Al final de la nota 18, al citar a Plinio, coincide igualmente en el origen del nombre del animal "korokóttas, krokóttas", comparándolo, como hice también yo, con "crocus (krókos), safran(gelb!)", esto es, el color del azafrán. Y, en otro lugar (nota
Es muy ilustrativo este ejemplo. Porque, como se observará, para este autor, que no ha leído a Schulten, Corocotta es un ladrón; famoso, Pero ladrón, y así entiende su apodo. Y tampoco nada en el texto de Dión le ha sugerido nada sobre su "cantabricidad". Aunque no entra tampoco a fondo en el análisis del texo de Dión Casio, pues le llama "spanischer", ni en el posible origen africano del cerdito; ése será el siguiente pasito en el avance de esta pequeña parcela de la Antigüedad.
Muy interesante, y nuevo por lo que sé, el paralelo que aporta E. Weber de una "corocotta" en el famoso mosaico nilótico de Palestrina (la antigua Praeneste), que añadiré al artículo dentro de un rato.
Cuévano, pásese cuando quiera con aportaciones de éstas. Y pídase lo que quiera, que invito.
Perdón, había olvidado la cita íntegra de autor y artículo:
This article will be quoted by E. Weber, Ein epigraphisches Zeugnis für den Namen Corocotta ["Un testimonio epigráfico del nombre Corocotta"], in: Altmodische Archäologie. Festschrift für [Homenaje a] Friedrich Brein, Forum Archaeologiae 14/III/2000 (http://farch.net).
La revista es de la Universidad de Viena, y aquí puede verse el índice del homenaje: http://homepage.univie.ac.at/elisabeth.trinkl/forum/
forum0300/main.htm
No se si me equivoco Dra. Canto, Pero, ¿no fui yo quien en mensaje del 22-02 a las 10. 07 aventuré la relación de Corocotta- Crocotta con el azafrán?
Jeromor: A ver, que esto me interesa mucho aclararlo, porque afecta a uno de mis más queridos "leitmotiven": el respeto al "cuique suum" (o sea: "A cada uno, lo suyo"):
Ud. sí dijo esto, en febrero de este año, a lo que le contesté, viendo que Ud. sugería también un origen en "quercus" (Jeromor 22/02/2005, 12:28:15: "del lat. quercus,'encina', corcota> corocotta, '¿bellotero?'"), esto:
"Jeromor: Sí, el nombre mismo debe proceder del azafrán, seguramente por el pelaje típico de la hiena." (A.M.Canto 23/02/2005, 8:48:36).
¿Y por qué el afirmarlo con cierta seguridad? Porque un año antes (Perdón), en febrero de 2004, ya lo había yo planteado, en el foro"Corocotta y Schulten", contestando a Diviciaco, tal que así:
A.M.Canto (10/02/2004):
"Además, su nombre tampoco sería autóctono: Krokótas es de origen griego, palabra documentada desde el siglo IV a.C. En época romana, al adaptarla, se le genera la primera o (como en el caso de kroko-dilus).
Se me ocurre que debe venir de crocum, esto es, el azafrán, y de ropa de este color había telas (como ahora) en India (los lamas), de donde los autores (no sólo Plinio y Casio, también Estrabón y otros) dicen que era originaria la hiena, que tiene también esos tonos como anaranjados.
Un último recurso sería pensar que nuestro bandolero era pelirrojo... y fiero o cruel como la hiena."
http://www.celtiberia.net/verrespuesta.asp?idp=3349, donde lo puede Ud. comprobar.
Así que no se preocupe, Jeromor, que, si dije que lo dije, es porque lo dije ;-). De todos modos, seguro que a alguien que aún no sepamos (y antes que al austríaco que ha surgido ahora) se le pudo ocurrir antes, porque la verdad es que la relación entre el color del crocus y el de la corocotta no es tan difícil de asociar; no le doy mucho más mérito, tampoco para mí misma, por supuesto, aunque sí la precedencia aquí, si me lo Permite.
Algunas pequeñas discrepancias con el resumen:
1) Sobre el celtismo del nombre: Ya que Holder que, como bien sabe, era un exPerto de primera línea precisamente en céltico antiguo, no lo veía tan claro, ya que, como recuerda Weber (supra), lo daba como "fraglich", o sea, "dudoso". Y es que, para considerarlo céltico, es un buen problema el que esté documentado en griego mucho antes, y en las Indica, como escribí ya no me acuerdo en qué momento y lugar de estos debates.
2) El que estén documentados nombres sólo "parecidos" en Hispania (Corocaudius, Corocuta y Corocca) no es tan significativo, pues los hay idénticos en Roma (por ejemplo los grafitos que cita Weber). Estos nombres podían derivar sólo del elemento croc-, como "rubios, pelirrojos". Pero, si nos fijamos en el nombre mismo, la realidad es que, además de los de Roma y de nuestro cerdito, que posiblemente era de Thebeste, el único epígrafe con el nombre idéntico es también del norte de África, de donde era el bicho en cuestión, este epitafio infantil procedente de Qasr Lemsa (ant. Limisa), en el África Proconsular:
D(is) M(anibus) s(acrum) / Maracutzilus / Corocotta p(ius) v(ixit) a(nnos) / V m(enses) V d(ies) II h(ic) s(itus) e(st). (AE 1996, 1708).
3) La idea del apodo puesto por los romanos, que expresó Diviciaco (10/02/2004), no es verificable, ni en realidad necesaria, ya que el nombre existe fuera, y Dión sugiere, por lo 500 veces dicho, que el bandido no era hispano.
Esto ya es otra cosa muy distinta.
No voy a cuestionar lo expuesto, tan solo voy a aportar una serie de datos para que todo ello se valore en lo que yo considero su justa medida.
En definitiva, se viene afirmando que el Corocotta citado por Dión era un ladrón africano por los siguientes motivos:
1-Su nombre es el mismo que el de un animal africano y, además, se documenta un antropónimo igual en el norte de Africa y en el cognomen de un cerdito citado en un testamento de humor surrealista.
2-Dión dice expresamente que se trataba de un ladrón (lestés).
3-Del hecho de que Dión diga que era un “Ladrón muy poderoso que floreció en Iberia” se puede deducir que no era íbero.
Ante lo cual me gustaría matizar:
1.1-Los nombres citados por la fuentes históricas correspondientes a Personajes de otros pueblos o etnias muchas veces suelen tratarse de adaptaciones fonéticas más o menos aproximadas a la lengua del historiador que sirve de fuente. Amílcar, que a veces es citado más correctamente como Admicar, procede del púnico bdmlqrt. Aníbal, Asdrúbal... son aproximaciones latinas a términos púnicos. Ciertamente, ninguno de sus paisanos les llamaba de esa forma. Evidentemente, la lengua celtibérica y la latina son mucho más parecidas ente sí que ésta última con el púnico, Pero tampoco se puede tomar un nombre referido por un historiador grecolatino como un dato incuestionable.
1.2-Muchas veces se dan corrupciones en los textos, a causa de las sucesivas copias de los códices medievales, y éstos se han transformado, o se dan distintas versiones según el códice. Centrándonos en las Guerras Cántabras, un castro nos es citado, dependiendo de la versión, como Bergida, Bélgica o Áttica, siendo además identificado posteriormente con Vellica. Evidentemente, solo uno de esos nombres es el auténtico.
1.3- Todos los investigadores que consideran al Corocotta de Dión como hispano, creen que existe una homofonía entre un nombre indígena, de tipo céltico, y el del animal africano. Es decir, que son dos nombres “que suenan parecido” Pero con dos orígenes etimológicos distintos, siendo dicha semejanza puramente casual.
Como conclusión a esto, se puede decir que el usar el hecho de que el nombre de la hiena sea un “nombre africano” para demostrar que el Corocotta de Dión también lo era, no sirve para rebatir lo comúnmente asumido. Evidentemente, el nombre de la hiena no puede ser de origen celta pues se trata de un animal que no se da en Europa. No hace falta aludir a que se documenta antes como término zoológico en Grecia: es de puro sentido común. Asimismo, por los motivos anteriormente expuestos, afirmar que el nombre Corocuta no es exactamente igual que Corocotta dista mucho de ser un argumento de peso.
Tal vez en la trascripción medieval, o el mismo Dión al tomar los datos de sus fuentes, consideraron que un nombre como, por ejemplo, Caracutios, debía ser, en realidad, Corocotta, pues éste nombre era más conocido.
2- Respecto a lo del término “ladrón”, creo que ya está de sobra dicho. Los autores grecolatinos citan de esta forma a todos los líderes militares indígenas, en un intento de desacreditarlos. Sin embargo, las fuentes son generalmente breves y nos hablan tan sólo de los hechos más destacados, por lo que se asume que no van a Perder el tiempo en hablar de un líder de una pequeña banda de ladrones. De hecho, no conozco ningún historiador clásico que cite un “ladrón” que realmente lo sea, a no ser que entre en gran cantidad de detalles. ¿Qué importancia política puede tener la existencia de un mero grupo de forajidos como para merecer ser citada?.
Además, en el caso de Corocotta dionisiano, ésta circunstancia se ve reforzada por el hecho de la elevada suma que se ofrece por su vida.
Dión Casio es un historiador claramente pro-augústeo y seguramente sus fuentes también lo fueron, ya sea Tito Livio (contemporáneo del ImPerator y parte de su instrumento de propaganda) como la propia autobiografía de Augusto. Leyendo, respectivamente, los libros conservados del Ab Urbe Condita y el Res Gestae, se puede saber que la idea a transmitir era clara: el imPerator no hizo más que consolidar la conquista de Hispania, pacificándola y trayendo la paz y la prosPeridad. Sólo unos forajidos y malhechores pudieron oponerse a tan noble causa.
Afirma que porque Dión llama a Corocotta ladrón éste tenga que serlo, es como decir que Pelayo fue un “asno salvaje” tan sólo porque lo dice el cronista musulmán Al-Makkari. O como decir que Almanzor realizaba rituales paganos demoníacos, tan sólo porque así lo dicen algunas crónicas cristianas. Es negar la existencia de algo llamado etnocentrismo y la necesidad que tiene todo Personaje histórico, sociedad o sector ideológico de justificar sus actos, deslegitimizando a los demás.
En definitiva: no se puede ser objetivo haciendo una lectura literal de unas fuentes que de por sí son subjetivas. La objetividad viene de analizar el contexto y de adoptar una postura crítica ante lo que se nos dice.
3-Respecto al tema de “ladrón muy poderosos en Iberia”, creo que el 99 por ciento de la gente que lo lea asume que ese “ladrón en Iberia” sería íbero, pues, de lo contrario, Dión lo hubiera citado expresamente. Y la mejor prueba de ello es que la inmensa mayoría de los autores lo consideran de esta forma. Afirmar lo contrario es forzar las fuentes, buscando una ambigüedad donde no tiene por qué haberla, de forma interesada, con el objeto de tratar de dar respaldo a unas ideas preconcebidas.
Los pueblos prerromanos se encontraban en un relativo estado de incomunicación que hacía no era frecuente que un ibero se encontrase fuera de Iberia o un africano fuera de Africa. Y mucho menos que fuera “muy poderoso” fuera de su tierra.
Y, por último, una consideración metodológica. Los defensores de la cantabricidad de Corocotta han adscrito a éste Personaje en un contexto geográfico (Cantabria) y cronológico (27-26 a.C.) muy determinado, por las razones que he citado en otras ocasiones (13/06/2005 18:10:43), de forma tal vez más o menos respaldada con datos, Pero siempre dentro de un marco lógico de unos acontecimientos históricos conocidos y gracias a una lógica deductiva. Sin embargo, la teoría de la africanidad de este Personaje se basan en argumentos puramente filológicos. Se ha construido una historia en base a un nombre, que, no solo se encuentra en un limbo ajeno a cualquier respaldo en las fuentes históricas, sino que vulnera el más elemental sentido común. No existe la más mínima constancia de incursiones ultramarinas norteafricanas en Iberia, dedicadas al latrocinio. Si existiese esa inseguridad, habría algunas guarniciones costeras y no se hubiese creado la provincia Bética como senatorial. Tampoco se sabe dónde o cuando ocurrió ese pasaje... ¿debemos creer que en la civilizada Tarraco?.
Coincido plenamente en lo expuesto por Jeromor. Efectivamente, gracias a las sucesivas aportaciones, habéis conseguido dilucidar muchas cuestiones: el origen del término corocotta para designar a una hiena, el porqué se usa ese cognomen para un cerdito hablador...etc. Sin embargo, no se ha conseguido establecer ninguna conexión entre la hiena y el “ladrón en Iberia” (tampoco digo que lo pretendieses).
Realmente, lo siento mucho, Pero la idea me sigue pareciendo disparatada. No se puede establecer ningún argumento, tal y como se ha hecho, en base a que el cerdito M. Grunnius Corocotta “era de Thebeste”. Por Dios... ni “era” ni “pudo ser”: se trata de un Personaje literario que jamás existió. No se puede tratar de usar una biografía ficticia de un cerdito parlanchín como la de un Personaje de carne y hueso. Y, en todo, caso, esto establecería una relación entre él y la hiena, Pero no sirve de nada para saber de dónde era el Personaje citado por Dión.
J. R. R. Tolkien era un lingüista al que le gustaba inventarse lenguas y nombres. Más tarde, según el mismo reconoció, creó una serie de historias en las que poder utilizar sus invenciones. En cierto sentido, lo que aquí se debate es lo similar: a partir de un nombre se quieren establecer unos supuestos hechos históricos que no poseen el más mínimo respaldo documental. Y ni tan siquiera se encuentran contextualizados históricamente. No existe ninguna prueba que sugiera que hubo incursiones de latrocinio norteafricanas en Hispania, a no ser que así consideremos a la conquista púnica. Y, de hecho, postular su existencia en el principado de Augusto consiste un sinsentido. Si embargo, aquí se hace porque una vocal en un nombre se presenta abierta y no cerrada. Entiendo que una Persona que es epigrafista tenga la tendencia a abordar el tema desde su disciplina, Pero esto me parece exagerado.
Releyendo todo el rollo que he soltado, me temo que me he dejado algo en el tintero y no he explicado. Todo lo dicho sobre las adaptaciones fonéticas del nombres y sus corrupciones en las transcripciones de los códices se debe a que en la versión de los libros de Dión Casio que tengo en casa, se cita la existencia de dos versiones del nombre, según el códice: uno efectivamente, es Corocotta, Pero el otro es Coracota. Desgraciadamente, tan solo tengo unas fotocopias que hice de los pasajes referentes a las Guerras Cántabras, y ahora mismo no dispongo del índice de abreviaturas que dilucidarían la cuestión. Sin embargo, considero que tal vez esto sea algo a tener en cuenta. ¿Alguien puede aportar algo más al respecto?.
Acabo de releer mi mensaje con calma y he cometido un error. Donde escribí “Ladrón muy poderoso que floreció en Iberia” en realidad, debí decir “ladrón que prosPeró en Iberia”. Al escribir de memoria, he mezclado dos traducciones diferentes.
Pero qué forma de no leer lo que no interesa: Lo que dice E. Weber no es "otra cosa muy distinta", es precisamente "lo mismo" (añadiendo el feliz paralelo de "El Chacal" para otro delincuente profesional). Incluída la opinión de Holder de que el nombre es "dudosamente céltico".
Lo que si es forzar la fuente antigua es convertir lo que dice Dión Casio, "lestés EN Ibería", en "lestés íber", que es lo que Casio hubiera dicho si se tratara de un hispano. Y no se entera: Corocotta no es citado por su importancia, sino como pretexto sobre la magnanimidad de Augusto.
Y su punto 2 lo que demuestra es que no tiene Ud. idea de lo que dicen de verdad los autores grecolatinos. Lo de que Viriato sólo es llamado "ladrón" por los romanos sólo lo puede decir alguien que no conozca las fuentes sobre Viriato. No le sonará de nada un tal Frontino, exPerto en artes militares y que le llama "dux" (Strat. II, 13, 4), ni los grandes elogios como genial estratega, valiente militar, etc. que de Viriato hacen Apiano (72), o Diodoro (33), o el propio Dión Casio. Mire, para afirmar ciertas cosas hay que documentarse bastante más.
No vale la pena seguir. Así que, como dicen los castizos, "para Ud. la Perra gorda".
No, Ud. no habló de "pénte", lo malo es que Dión Casio sí lo hizo... Pero, nada, siga Ud. con sus cuentas.
Mire, señora Canto:
Como verá por la hora que envío este mensaje, al igual que con la paciencia, estoy sacando tiempo de donde no lo tengo para contestar a sus mensajes.
Paulo Orosio (libro V, 4) nos habla de Viriato: “De un tal Viriato, bandolero hispano de estirpe lusitana (...) Durante el consulado de los mismos Personajes, Viriato, de origen lusitano, pastor y bandolero, aterrorizó en Hispania a todos los romanos”
(Ed. Gredos; traducción Eustaquio Sánchez Salor)
Por su parte, ciertamente Apiano también lo llama dux... o mejor dicho “dux latronum”.
http://es.geocities.com/orgenomescos/articulos/apiano3.htm
De todas formas, no tengo ni tiempo ni ganas para buscar más ejemplos. Es algo tan asumido que creo que no merece la pena.
Respecto a la “importancia” de Corocotta... me parece que la que no se entera es usted. La prueba de ello es que he tenido que escribirle cinco veces consecutivas que yo no he dicho nunca que Corocotta sea un héroe, la anteúltima vez en mayúsculas y la última de igual forma y repetida doce veces y, aún así, ya veo que no lo ha comprendido. Lo que he dicho es que Dión, que, como sabe, escribió casi dos siglos después de la anécdota de marras, lógicamente debió de usar alguna otra fuente para escribir su obra. Y que en esa fuente debió citar al Personaje en cuestión a causa de su importancia. Y que esta idea la refuerza precisamente la cantidad de la recompensa, algo increíble si se trataba, como usted afirma, del jefe de una “banda” de forajidos.
Por último, decirla que yo no deseo que me de la razón en nada. Con mis escritos pretendo que la gente que lea este foro pueda tener una fuente de información más contrastada y honesta que usted, que se ha caracterizado el hacer uso de un extraordinario subjetivismo demagógico.
Usted ha escrito este artículo con el objeto de hacer frente a un “tópico nacionalista sin base histórica” que supuestamente se daba en una novela, que no es otro que supuestamente Corocotta se trataría de un héroe pues tuvo el valor suficiente como para ir a cobrar su propia recompensa. El hecho de que se haya dado la extraordinaria circunstancia de que el mismo autor de la novela leyera esto y señalara que él no pretendía crear ningún tópico nacionalista no sirvió de nada para hacerla cambiar de parecer. Más tarde, me ha identificado como un defensor de esa idea, aunque le he dejado claro que no soy nacionalista y que, en cinco ocasiones, he afirmado que no considero que Corocotta fuera un héroe. Aun así, ha asegurado que esa idea parte de Schulten, cuando el hispanista jamás le describió en esos términos, pues tan solo dijo de él que “se rindió”. Por último, gracias a la extraordinaria paciencia y generosidad del señor Lorenzo, le ha llegado a casa un ejemplar de la novela en la que ha podido constatar que él ha escrito que Corocotta se rinde ante Augusto. Durante todo este tiempo ha estado hablando de una novela que no había leído con el absoluto convencimiento de que en ella había algo que en realidad no hay. Y eso que en tres ocasiones le he dicho que, al no haberla leído, la estaba juzgando injustamente. Y, aún así, ha hablado con una rotundidad, convencimiento y arrogancia mayúscula, formulada desde la más absoluta ignorancia.
¿Qué quiere que le diga, señora?. Si piensa que, tras ver este penoso espectáculo, albergo la más mínima esPeranza de que razone, se equivoca completamente. Es lo malo de tener los huevos cuadrados: que no reconoce nada de lo que se le dice ni aunque la degüellen.
Pero haga lo que quiera y siga con su artículo. Usted, a lo suyo, asegurando que ha demostrado lo indemostrable. Pero no se queje del “ninguneo” de sus colegas cuando nadie le haga caso.
“Eppur si muove”.
Diodoro, XXXIII, 1, 5:
“Viriato, el jefe de ladrones lusitano, era justo en el reparto del botín: basaba sus recompensas en el mérito y hacía regalos especiales a aquellos de sus hombres que se distinguían por su valor, además no cogía para su uso particular lo que Pertenecía a la reserva común. Debido a ello, los lusitanos le seguían de buen grado a la batalla y lo honraban como su benefactor y salvador común”
Cicerón, De off., II, 40:
“Y así por su equidad en repartir el botín obtuvieron un gran poder no sólo Bardilis, bandolero ilirio, sino también y mucho mayor el lusitano Viriato”
Diodoro (V, 34, 6-7):
“Una costumbre particular se da entre los íberos y, más particularmente, entre los lusitanos. Cuando sus jóvenes llegan a la culminación de la fortaleza física, aquéllos de entre ellos que tienen menos recursos, Pero que exceden en vigor corporal y audacia, se equipan con no más que su valor y sus armas y se reúnen en las montañas, donde forman bandas de tamaño considerable, que descienden a Iberia y obtienen riquezas en su pillaje.”
Dión Casio, Book XXII ,73:
“Viriathus was a Lusitanian, of very obscure origin, as some think, who gained great renown through his deeds, since from a shepherd he became a robber and later on also a general.”
http://penelope.uchicago.edu/Thayer/E/Roman/Texts/Cassius_Dio/22-29*.html
Lucio Annio Floro,XXXIII:
Ceterum Lusitanos Viriatus erexit, vir calliditatis acerrimae, qui ex venatore latro, ex latrone subito dux atque imPerator et, si fortuna cessisset, Hispaniae Romulus, non contentus libertatem suorum defendere, Per quattuordecim annos omnia citra ultraque Hiberum et Tagum igni ferroque populatus...
http://www.forumromanum.org/literature/florus_epitome1.html#33
Estrabón (III, 3, 5):
“Son alrededor de treinta las tribus que se reparten el territorio entre el Tago y los ártabros, Pero a pesar de ser prósPera la región por sus frutos, pastos y abundancia de oro, plata y metales análogos, la mayoría de ellos pasaban la vida apartados de la tierra, en piraterías y en continua guerra entre sí y contra sus vecinos de la otra orilla del Tago, hasta que los pacificaron los romanos, haciéndolos bajar al llano y convirtiendo en aldeas la mayor parte de sus ciudades, aunque también asociándose a algunas como colonos en mejores condiciones. Fueron los montañeses los que originaron esta anarquía, como es natural; pues al habitar una tierra mísera, y tener además poca, estaban ansiosos de lo ajeno. Los demás, al tener que defenderse, quedaron por fuerza en la situación de no poder dedicarse a sus propias tareas, de modo que también ellos guerreaban en vez de cultivar la tierra. Y sucedía que la tierra, descuidada, quedaba estéril de sus bienes naturales y era habitada por bandidos”
Estrabón (III, 3, 6-8):
Dicen que los lusitanos son diestros en emboscadas y Persecuciones, ágiles, listos y disimulados. Su escudo es pequeño, de dos pies de diámetro, y cóncavo por su lado anterior; lo llevan suspendido por delante con correas, y no tiene, al parecer, abrazaderas ni asas. Van armados también de un puñal o cuchillo; la mayor parte llevan corazas de lino, y pocos cota de malla y cascos de tres cimeras. (...) Mas, repito, todas estas guerras están hoy día acabadas; los mismos cántabros, que de todos estos pueblos eran los más aferrados a sus hábitos de bandidaje, así como las tribus vecinas, han sido reducidos por César.”
Paulo Orosio (VI, 21, 1):
“Éstos (los cántabros) no solamente estaban dispuestos a defender su propia libertad sino que se abrevian a robar la de sus vecinos, de suerte que devastaban a los vacceos, turmogos y autrigones con incursiones asiduas. Así, pues César puso el campamento junto a Segisama, abrazando con tres columnas a casi toda Cantabria”
Lucio Annio Floro (11, 33, 46-60):
“Los cántabros fueron los primeros, los más duros y Pertinaces en guerrear, quienes, no contentos con defender su propia libertad, pretendían dominar también a los vecinos y vejaban a los vacceos, turmogos y autrigones con incursiones frecuentes. Contra éstos, pues, como llegaban noticias de que se agitaban más intensamente, no confió la expedición a nadie sino que la asumió Personalmente. El mismo Augusto vino a Segisama, estableció su campamento y...”
HECHOS:
Los lusitanos eran bandidos que realizan actos de pillaje.
Viriato era un jefe de ladrones lusitanos.
El “bandidaje” era una costumbre que se daba en Iberia.
Los cántabros, al igual que los lusitanos, vivían aferrados a los hábitos de bandidaje.
El desencadenante de las Guerras Cántabras fueron los actos de bandidaje de los cántabros realizaban sobre sus vecinos.
Corocotta fue un bandido que prosPeró en Iberia.
CONCLUSIÓN:
Corocotta fue un ladrón bereber apodado “la hiena” que compartía su nombre con un cerdito parlanchín.
Oda al cerdo.
'Me gusta el cerdo.
Los gatos te desprecian.
Los Perros te admiran.
Solo el cerdo te mira a los ojos de igual a igual.
Sir Winston Churchill.
Me ha hecho gracia este texto que he encontrado hoy de casualidad, buscando otra cosa, en la Wikipedia en español:
"Corocotta fue un caudillo cántabro de la Antigüedad (siglo I adC). Su gran mérito fue la unión de los disPersos clanes cántabros en una alianza que ofreció batalla a la conquista romana, hasta llegar a exasPerar al poderoso imPerio.
Luchó en las Guerras Cántabras contra Roma durante los años 29 a 19 adC. El historiador romano Dión Casio relató la existencia de este guerrero que, al mando de las unificadas tribus de la región, causó numerosos problemas al ejército romano. Fue tal su fama que durante la campaña del emPerador Augusto en Hispania, entre los años 26–25 adC, éste puso el precio de 200.000 sextercios a su cabeza. Fue el propio Corocotta el que se presentó en el campamento para cobrar la recompensa, ante el asombro del emPerador, el cual, ante su gesto de valentía, le dejó marchar libre tras otorgarle la recompensa. Cabe destacar que se cree que Corocotta padecía de ataques epilépticos lo cual no mermó su capacidad guerrera.
http://es.wikipedia.org/wiki/Corocotta
No es que haya base histórica tampoco para casi todo lo demás que dicen (no hace falta volver sobre ello), Pero el "dato" de que Corocotta era epiléptico me ha parecido bastante "novedoso".
Pues es logico. La epilepsia se consideraba como una especie de " marca divina " en el mundo antiguo. Le dio un " chungo " delante de los romanos, estos se acojonaron, no les fuera a partir Jupiter en dos, y le dejaron libre. Si nadie demuestra lo contrario es que puede ser cierto. O que ? ;P
Por cierto, con menos chunga y en relacion con el tema de la supuesta divinidad de la epilepsia. Se hizo un estudio de un grupo de epilepticos a los que se les mostraban determinados tipos de imagenes con el fin de determinar que circunstancias emocionales podian desencadenar un ataque. Por encima de aquellas con un contenido sexual, violento etc., respondian con mayor intensidad a aquellos estimulos que contenian un componente religioso o " espiritual ". Creo que el articulo tenia que ver en algo con unos estudios que se hicieron en los USA en los que, mediante la estimulacion de determinadas areas cerebrales, se podian emular las " exPeriencias misticas ",
Saludos.
Estimada A.M Canto:
el detallito del cerdito es muy divertido, Pero una cosa estamos hartos de senedrines de sabiondos criticando novelas q no rayan la Perfeccion historica y dos cosas:
-
si realmente me interesa la historio de los cantabros no me leere " el ultimo soldurio", Pero hay mucha gente q no tiene sus conocimientos
y q la forma q tiene para interesarse por la historia son estas novelas pues bienvenido sea, evidentemente no se puede criticar todo lo q no tiene fidelidad historica, Pero no nos olvidemos q la cultura es ocio.
_ y otra cosa a mi " el ultimo soldurio" me entrtuvo y eso cuenta , para mi ir al cine no solo es ver cosas infumables de bergman, tambien disfruto viendo al pato donalad. es curioso el desden de ciertas elites por determinada cultura de masas. sra canto baje de su pedestal universitario y tome forma humana , no todo son doctorados,. un saludo.
Hannón: Gracias, no se puede explicar mejor. Ésa fue la causa exclusiva de mi crítica, y partió, como digo en el artículo, del reportaje de "El Mundo", donde el autor presentaba la obra como “Historia” (http://www.elmundo.es/magazine/2005/281/1108493676.html): "Ahí tenía a un Personaje de carne y hueso cuyas hazañas –y tener en jaque durante más de dos años al ejército más poderoso del orbe merece la categoría de hazaña– le hacían en buena medida comparable, y en algunos casos suPerior, a Viriato, a Indíbil y Mandonio, a Edecón, a Indortas o a Istolacio, grandes guerreros que defendieron frente a los cartagineses o los romanos la independencia de sus respectivos pueblos..." etc.
Hola a todos
Soy nuevo en este foro, como usuario registrado es mi primer comentario.
Me gustaría expresar mi opinión acerca de este debate, en el que he leido cosas muy interesantes y cosas desagradables.
No entiendo los insultos cuando se discute un trabajo o una obra. Considero valioso que un autor escriba libros basados en historia, ayuda a que la gente se interese por ella... luego quizás alguno se decida por cursas esos estudios y descubra que muchos de los mitos que le habían transmitido en libros basados en hechos históricos (que no históricos) eran eso, mitos, que no se ajustan a la realidad.
Entiendo las posturas de los "puristas" acerca de áreas como medicina, biología, historia... son Personas que han dedicado toda su vida al estudio de una disciplina (bueno, hoy día al estudio de una parte de una disciplina), y es normal que les moleste que se venda algo como historia real, objetiva, cuando no lo es.
Pero igualmente hay que entender que el público no quiere leer una recopilación de sesudos artículos científicos y es loable que un escritor ajeno al mundo de la historia -presupongo, no lo sé con certeza- dedique tiempo a preparar una novela para contextualizarla en un enclave histórico.
Quizás el fallo del autor ha sido presentarlo como libro basado fielmente en la historia, Pero no creo que haya habido mala fe. Hasta donde yo sé por lo que he leido, hay muchas fuentes -que parecen erróneas- que avalan las tramas que el autor expone, y hasta un historiador serio le ha avalado... yo habría cometido el mismo error.
Por supuesto que hay cosas que se pueden mejorar, y es lo que me gusta de este foro, que en la mayoría de los mensajes que he leido siempre hay confrontación, Pero ésta resulta constructiva, de tal modo que una Persona ajena al mundo de la historia como yo puede sacar muchas cosas en claro de todo eso.
Desconozco la metodología investigadora en Historia, Pero si ya es difícil en mi campo (Biología celular, molecular, genética) encontrar cuestiones en las que no haya confrontación incluso cuando hay posibilidad de reproducir "in situ" los hechos que se investigan, no me quiero imaginar lo laborioso que resulta investigar en Historia, y más Historia antigua, donde el tiempo por un lado, e imagino el reducido número de fuentes que han Perdurado pueden deformar los hechos enormemente. Ahí estoy de acuerdo con la Dra. Canto en que hay que acudir a las fuentes más antiguas posibles.
Sin embargo, si todos los escritores que tratan de hacer libros basados en historia tuvieran que aprender latin, griego antiguo y leerse todo lo que Personas como la Dra. Canto (o mi propio jefe de grupo por no Personalizar en exceso este ejemplo) han leido y estudiado, ¿cuántos libros se publicarían?
Gracias por la web a todos los que colaborais,
Un saludo
Reproduciré de nuevo lo ya escrito en mi primer mensaje en este foro, por si alguien todavía no se ha dado cuenta:
"Yo he escrito una novela histórica, no una obra histórica. Esto quiere decir que la recreación de los seres humanos que en ella aparecen es ficticia, como no podía ser de otro modo, Pero que tanto los hechos históricos como la organización social o costumbres de la época y de los pueblos que se mencionan se ajustan a las fuentes clásicas, ya sea Estrabón, Floro o cualquier otro. El libro no sólo fue presentado el pasado 22 de febrero por el académico de la Historia José María Blázquez (cuya autoridad sobre la materia es incuestionable), sino que también tuvo su apoyo más entusiasta, hasta el punto de decir (a mí me asombró la osadía, he de reconocer) que todo cuanto aparecía en esas páginas "era verdad". Yo no llego a tanto, Pero sí puedo asegurar que cuatro años de investigación seria y rigurosa avalan este libro. Mi propósito no es tanto mostrame como un erudito o satisfacer a los cerebros más exigentes 8que, si es preciso, también podría hacerlo), sino divulgar una época de nuestra Historia que hasta ahora ha pasado desaPercibida. Y la mejor forma que he encontrado es la de escribir una novela llena de aventuras y pasiones que pueda atrapar a toda clase de público. EsPero que no se considere un pecado de lesa majestad".
Además, siempre he mencionado en cuantas entrevistas me han hecho que aunque yo crea que mis hipótesis sean las más razonables, no por fuerza tuvieron que ser así en realidad, especialmente en lo que se refiere a la epilepsia del Personaje -hilo argumental que me sirvió para unirlo más intimamente con Julio César. La verdad es que ya no sé qué más puedo hacer para complacer a tanto eximio.
Por cierto, acaba de salir la séptima edición. Y hace ya un año que salió a la luz. Mil gracias a todos cuantos han leído y apoyado el libro.
Saludos
Ah, de nuevo ese familiar tufillo de suPerioridad, enmascarado por esa cordial felicitación que sinceramente le agradezco. Por desgracia, lo que acabo de reproducir en el mensaje anterior es mi primer mensaje en este foro y precede a nuestra discusión, por lo que no creo que pueda decirse que haya cambiado de opinión ni haya dejado de "embalarme", ya que sigo diciendo lo mismo y pensando que mis hipótesis -que, insisto, no me he sacado de la manga, sino de las opiniones y estudios de otros historiadores de prestigio- pueden ser (pueden ser, recalco) tan válidas como puedan serlo las suyas, lo que tampoco descarto absolutamente. De hecho, algo de esto menciono en mi próximo libro, para que vea que no me niego en redondo a darle la razón. Ni usted ni yo anduvimos hace 2.000 años por esos lares ni junto a esos cronistas como para saber con certeza cuál de las dos es la más exacta. Quién sabe si se Perdió algún texto o testimonio clarificador por el camino. En cuanto al profesor Blázquez -que dijo lo que dijo sin que nadie le pagara o presionara-, sigue pareciéndome que no estaría muy conforme con asertos suyos, como ese que reza: "mi antiguo maestro en la Complutense y buen amigo José Mª Blázquez, que lo ha hecho, pues, de buenísima fe, Pero es obvio que sin haber profundizado en el asunto" (¡¡¡!!!). Por no mencionar otros que fueron los que en su día me sacaron de mis casillas. Como ya le dije en la dedicatoria del ejemplar que le envié, hay muchas formas de defender la Historia y cuando nos remontamos tanto tiempo atrás y con tan escasas fuentes me parece bastante atrevido pretender que uno tiene la razón absoluta. Yo desde luego nunca lo he hecho. Al fin y al cabo, sólo soy un novelista que crea basándose en las opiniones y escritos de otros.
Saludos.
P.D. Disculpe que no esté muy ducho en citas clásicas como para contestarle en los mismos términos. Y sigo visitando frecuentemente este excelente foro, Pero ya me cuesta participar. Seguro que lo comprende.
El "tufillo de suPerioridad" es apreciación suya, en mi párrafo no hay tal cosa. El análisis del texto griego de Dión Casio, o el que el episodio esté relatado fuera del contexto de la guerra cántabra, o la extrañeza de un "héroe" que se vende, no son "hipótesis". En cuanto al Prof. Blázquez, no puedo ir más allá de lo que le he dicho, y que cualquier lector imparcial juzgaría suficiente; además, en su amplísima producción, que yo sepa, él no ha tratado directamente nunca de las guerras cántabras.
Pero le recomiendo que mire un texto que se acaba de subir a red, de alguien que sí lo ha hecho, uno de los autores más conocidos sobre la Cantabria romana: J. González Echegaray. El autor que Ud. mismo decía que siendo joven "le presentó a Corocotta" en su libro Los cántabros (creo que de 1977). Se trata del capítulo denominado "Las guerras cántabras en las fuentes", edición digital de la Cervantes Virtual a partir de su nuevo libro, y más específico, Las guerras cántabras, Santander, Fundación Marcelino Botín, 1999, pp. 145-169. En 25 páginas no cita ni una vez a Corocotta, siendo éste supuestamente el único y gran caudillo y protagonista de tales guerras que "conocemos". Ignoro en este momento si en el resto de la obra trata de él, Pero ya resulta curioso que en el capítulo dedicado a lo que se sabe seguro por las fuentes no lo haga:
http://descargas.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/antig/12937170887968294198402/016599.pdf?incr=1
No es una "forma de defender la Historia" el basarse en lo que no pasó, en un héroe real, "de carne y hueso", que para Ud. es "igual o suPerior a Viriato, Edecón, Indortes o Istolacio" (mensaje 23/4/05). Pero, bueno, creo que en este tema, como se dice, "el pescado está todo vendido". Saludos.
Da igual Me lo creo. La cuestión es la siguiente. Sus argumentos para no poner en duda sino negar categóricamente que el tal Corocotta fuera cántabro son, si no he entendido mal:
1.- El cambio de una preposición (el "en" por el "de")
2.- Que Dion Casio lo cite dos volúmenes más allá del dedicado a las guerras cántabras.
3.- Un texto humorístico -no sabemos hasta qué punto satírico o propagandístico- que se escribió más de 300 años después.
4.- La existencia -reseñada también en época posterior- de un animal africano, que pudiera ser una clase de hiena, que se denomina krokota (varía según las fuentes)
5.- Su impresión, qué digo, su absoluto convencimiento de que alguien que va a recoger la recompensa que ofrecen por su cabeza y que es capaz de llvar su petición hasta el mismísimo emPerador en Persona, es poco más que un rufián.
¿Me dejo algo? Creo que no. Si me equivoco, por favor, corríjame. Bien, la verdad es que después de un año de discusiones, si esto es todo lo que hay para rebatir la teoría plausible de que Corocotta fue un caudillo cántabro, o al menos vinculado con las guerras cántabras, pues me imagino que quienes defiendan esta teoría estarán temblando. Por ejemplo:
Joaquín González Echegaray. Los cántabros. Ed. Estudio, 1997. Pag 146.
"Sólo la pintoresca y desconcertante anécdota del caudillo cántabro Corocotta..."
Eduardo Peralta Labrador. Los cántabros antes de Roma. Editado por la Real Academia de la Historia, 2000. Pag 266.
"Posiblemente corresponda a este momento (invierno del 25-24 a.C.) el episodio de Corocotta, caudillo indígena que se había destacado en la guerra y por cuya entrega...."
Quiero decirle que tiene usted mucho talento y conocimientos, Pero sigo sin entender ese empeño tan furibundo por decir que las cosas sólo pudieron ser de una manera; justo la que usted cuenta. Cualquier otro argumento no es válido o se pasa por encima de él como si no existiera. Yo lo único que sé es que me he atenido a lo que han dicho señores tan prestigiosos y entusiastas con las guerras cántabras como los que he citado arriba. Tal vez, si en alguna ocasión hubiera encontrado algún libro en el que, siquiera por asomo, se hubiera sustentado la teoría que usted defiende pues quizás hubiera cambiado en algo el argumento. Sin embargo, después de tres años no encontré nada reseñable en este sentido. No descarto que buscara fatal y me dejara a alguien de calibre en el tintero, Pero creo sinceramente que no.
En cualquier caso, estaría encantado de disfrutar con esa extensa bibliografía que seguro que usted me enviará para que pueda cotejar mis fuentes y aliviar en algo mi, ya sabe, osada ignorancia.
Saludos
Pues si no mencionó la de Dion Casio, entonces tal vez es que la materia de la que se trataba era otra. Yo qué sé, con todos los respetos, cuáles fueron sus motivos para no incluir ese texto. Lo que sí sé es que la cita que menciono -que es de él, no me lo podrá negar- da por sentado que Corocotta era cántabro -que es lo que sostienen la inmensa mayoría de los historiadores y cuanto libro ha llegado a mis manos-. En cambio, su teoría, Sra. Canto, sobre la no cantabricidad o "indigeneidad" de Corocotta no la veo por ningún lado ni respaldada por ningún otro historiador. Tal vez puedo haberme saltado a alguien y equivocarme Pero me extraña. Más claro, agua.
Saludos
Le puse el link para que lo leyera Personalmente, Pero con gusto le repito el título para que no quede duda de qué materia trataba el Sr. Glez. Echegaray: "Las guerras cántabras en las fuentes". Es más, en todo el volumen ningún otro autor cita tampoco a Corocotta. El libro se tituló, muy sugestivamente, Las guerras cántabras. Así que en principio hubiera parecido Pertinente que el único "héroe" de nombre conocido en ellas apareciera por algún sitio. Pero, es más, por si no lo ha comprobado (que sospecho que sí), el Sr. González Echegaray claro que habla de Dión Casio, y precisamente omite el libro 56 para las guerras cántabras. Le copio lo que él dice en pp. 148 y 150:
"...El otro historiador es el griego Dión Casio, que un siglo después publica su obra Historia Romana, de más vuelos y amplitud que el autor del epítome. Y es interesante consignar que los eventos de nuestra guerra ocupan un lugar bastante amplio en ambas obras, como corresponde a la importancia real de los acontecimientos narrados y a la extensión que debieron tener en su fuente de origen. En Floro la guerra aparece en el libro XII de su obra, dedicado a
las numerosas contiendas contra los bárbaros en los tiempos de Augusto, y allí ocupa casi una cuarta parte de la extensión de este libro. En Dión las narraciones se encuentran disPersas en los libros 53 y 54 y, aunque no adquieren las proporciones que. en la obra de Floro, tienen una extensión relativamente amplia, comparadas con el lugar que ocupan otras contiendas similares de la época. Parece ser que, aunque Dión manejó a Livio, se sirvió también en el tema de Cantabria de otras fuentes para nosotros desconocidas ..."
Como Ud. recordará bien, la cita en cuestión es Dión Casio 56, 43, 3. De forma que podríamos concluir tranquilamente que el autor, aunque en momento anterior pensara lo que Ud. dice, parece que en 1999 ya no lo pensaba, o al menos que no consideró la anécdota de Corocotta en el marco de las guerras cántabras.
En cuanto a la necesidad de que algún otro historiador anterior tenga que haber "respaldado" una hipótesis posterior para que sea válida, resulta una exigencia un poco paradójica. Normalmente es algo que, si ocurre, es a posteriori. Porque, si alguien hubiera dicho ya lo que yo sostengo al respecto, no estaríamos hablando de mi hipótesis, sino de la de otro, ¿no le parece? En todo caso, sí hay al menos una confirmación o coincidencia en el aspecto del análisis del nombre como un apodo propio de un ladrón ("la Hiena", "el Chacal"), de un autor alemán, en un estudio aportado por Cuévano el 20/06/2005, 15:01:23, y comentado por mí en el mensaje de 20/06/2005, 15:48:12 y siguiente. Pero, como le digo, la cosa no es indispensable, en ciencia las hipótesis se aceptan o no después de formuladas, no antes. Saludos.
Lo único que digo es que si no encuentro la hipótesis que usted defiende, porque no hay ningún autor anterior o incluso posterior que la respalde, difícilmente puedo plasmarla en el papel. Yo escribí el libro antes de ver lo que usted comentó, así que poco podía hacer al respecto. Por otro lado, ahora, como tampoco puedo contradecirlo absolutamente, insisto en que su teoría queda apuntada brevemente (esPero que con su Permiso) en mi próximo libro. En cuanto a que no se incluye el nombre de Corocotta en ese estudio concreto de las fuentes, eso no significa necesariamente que se descarte por completo su cantabricidad y hasta su presunto Perfil epopéyico, sino simplemente que se puede poner en duda, lo cual me parece muy lógico puesto que ninguna fuente afirma que fuera cántabro o de cualquier otro lugar. De todos modos, no estaría mal que en otro estudio los exPertos se mojaran definitivamente (si tal palabra es posible en Historia) sobre este asunto, aunque mucho me temo que todos seguiremos viviendo entre conjeturas e interpretaciones.
Saludos
Dios los cría y ellos se juntan.
Corocotta en Historia de
Iberia vieja.
Mira que me fastidia hacer propaganda de esta revista, Pero las ganas me han
podido.
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