Autor: Brigantinus
lunes, 24 de marzo de 2008
Sección: Leyendas
Información publicada por: Brigantinus
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Breogán, Hércules, la Torre y los Milesios.

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Comentarios

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  1. #1 Brigantinus 28 de abr. 2006

    Como ha dicho elpater, Factoria Gráfica ha elaborado una serie de recreaciones virtuales de la Torre de Hércules a lo largo de su historia. Por cierto, una de ellas, a vista de pájaro, con una península coruñesa libre de toda edificación posterior al siglo III -o sea, de todas ;-)- decora mi habitación.
    Pero no solo el pasado... también elaboraron una serie de infografías digamos "catastrofistas", en las que se puede ver cómo queda La Coruña en caso de una hipotética subida del nivel del mar. O de bajada (una de las imágenes nos muestra el castillo de San Antón rodeado de terreno totalmente seco)
    http://www.lavozdegalicia.es/ed_bergantinos/imprimir_noticia.jsp?CAT=124&TEXTO=2723227

    Desgraciadamente, la página web de la empresa no funciona.
    www.factoriagrafica.com

  2. #2 elpater 28 de abr. 2006

    Por si se me entiende mal o, mejor, por si no me explico bien: de las frases finales del comentario anterior excluyo por completo a Alfredo Erias, director polivalente en funciones aunque monovalente en sueldo de Archivos, Bibliotecas, Museos, Anuario Brigantino y conferencias y espectáculos varios en el Ayuntamiento de Betanzos. Supongo que Alfredo le habrá pasado las imágenes al autor del artículo y éste (o la editorial, que de todo se da) decidió ponerlo como autor de la fotografía. Ni por la cabeza me pasa que el Sr. Erias haya pretendido usurpar autoría alguna. Ni es su estilo, ni tiene maldita necesidad de hacer tales cosas. Sí es su estilo, por el contrario, colaborar allí donde se le solicita; no tengo dudas de que esto fue lo que ocurrió en esta ocasión.

  3. #3 elpater 28 de abr. 2006

    Sr. Abo:

    Sospecho que las fotografías que decoran las habitaciones del Sr. Brigantinus y de usted son la misma, sólo que la suya en monócromo. Me refiero a ésta (a ver si sale, si no, mírenla en "últimas imágenes"):



  4. #4 giannini 28 de abr. 2006

    Celebro y agradezco que la Dra. Canto participe en el debate con sus siempre interesantes aportaciones, y sólo lamento carecer de un escanner con el que "subirle" las imágenes de ese pedrusco tan enigmático para mí -y al parecer para tantos especialistas- que tal y como decía elpater también se menciona en un informe o memoria redactado sin duda por Cornide para presentar como exposición al Rey [Cf. actas Consulado] que transcribe Tettamancy en su libro "La Torre de Hércules" (1920):

    "Consérvanse [en la Torre de Hércules] estas puertas y ventanas de grano muy tosco y en el plano superior una mesa de la misma materia que sin duda servía para colocar el fogarón con el que alumbraba a los navegantes" [TETTAMANCY GASTÓN, Francisco. La Torre de Hércules. La Coruña : s.n., ca. 1920. Cito por reedición del Ayuntamiento de La Coruña, p. 95].

    per, no nos abandone.

  5. #5 elpater 03 de mayo de 2006

    Plantea el Sr. Giannini una cuestión muy oportuna (lo que por otra parte no es nada extraño), a saber, el hecho de que, si la actual Coruña se asienta sobre la primitiva Brigantium, la comarca de Bergantiños (a todas luces relacionada con aquélla por su nombre) esté tan alejada de la ciudad; y no se trata sólo de nombres actuales, sino de nombres de arciprestazgos eclesiásticos, antiguos en el tiempo.

    No hace falta decir que buenas comeduras de tarro me produjo esto en su momento. Creo que la respuesta puede estar en los mapas que presenta Fernando López Alsina en su tesis doctoral (1988): La ciudad de Santiago de Compostela en la Alta Edad Media. Ayuntamieno de Santiago/Centro de Estudios Jacobeos/Museo Nacional de las Peregrinaciones.

    A ver si soy capaz de subir unas imágenes y lo comento.

  6. #6 elpater 03 de mayo de 2006

    Sra. Ainé, por supuesto que puede, faltaría más.

    En el texto puede poner, si quiere, el que figura en la foto (en el sitio donde están las fotos, no sé cómo explicarlo mejor). En "últimas imágenes", supongo. Ahí está la referencia completa del origen.

    Si prefiere una igual pero sin el gris que puse en Bergantiños, dígamelo y la subo.

  7. #7 ainé 04 de mayo de 2006

    Me sirve tal cual (en últimas imágenes ya no está....copio y pego, no problema).

    Si tengo dudas o problema, ya se las comunicaré.....gracias!

  8. #8 giannini 12 de mayo de 2006

    per, so faltaba que agora tamén se cruzasen as nosas mensaxes. Aproveito para correxir algo que escribin -que mal transcribín arriba- e non é que eu teña tanta confianza nin coñeza en profundidade a Mela como para chamarlle "el Mela". Supoño que entenderíase que a miña trosmez impediume escreber "et Mela".

    A mi tampoco me suelen salir las imágenes cuando intento insertarlas. Lo intento con esta por si funcionase, pero lo dudo...




  9. #9 ainé 12 de mayo de 2006

    Coso....lo tengo que "masticar" (veo poco probable que la via "subiese" tanto...por razones que explicar´´e en otro mom)

    Giannini...gran descubrimiento el del circulillo....veré (con tiempo) las imágenes que tengo con esos circulillos (va ser que las iglesias están hechas con piedras romanas de antiguos Farums!!!....me lo tomo a risa...que naide se lo tome en serio...eso si, me pica la curiosidad horrores!!!)

    ;)


    Una pregunta pa quién sepa....en Esteiro (Muros) hubo un lugar documentado como "Condomia"...en Os Ánxeles (Brión) hubo un "Condomina Ribulo"....¿podrían servir estos datos para descifrar el significado de "Atricondo"?

    (aparecen en el Tombo de Toxos Outos)

  10. #10 ainé 14 de mayo de 2006

    Meu Deus!! Lo que habéis trabajado! A ver como hago pa volver a pillar el hilo....

    Onnega, en documentos....Sobrado figura escrito como "Superado" y Sobrado dos Monxes como "Supperado", ¿es un detalle sin importancia?

    Per...sobre el circulillo no he tenido tiempo (tengo unos cientos de imágenes que revisar)...solo comentar lo que antes dije, es un símbolo muy habitual en muros de iglesias y catedrales, en principio simboliza "el todo", "sin principio ni fin" (dudo esté relacionado con los romanos...pero todo es posible).


    Un saúdo

  11. #11 giannini 14 de mayo de 2006

    Varias cosas elpater. No sé por donde empezar porque además tengo las copias de los documentos, pero no los tengo aquí, así que como escribo de memoria, no será raro que se deslice alguna imprecisión o algún error incluso.

    Por lo que se refiere al padre Negreyros... ya me gustaría conocer algo -y no será por no haberlo intentado- pero no sale nada, aunque no pierdo la esperanza de encontrar algún hilo del que tirar. De Amaro Antúnez sí que aparecen algunos datos, pero de Negreiros nada de nada.

    Creo que los planos que publica Cornide son los que se hicieron y aparecían incorporados en el expediente -incluso los planos conjeturales del estado de la Torre en época romana- que tramitó la Secretaría de Marina. No hay más imágenes distintas, como no fuese el boceto que tenía Eustaquio Giannini y que dio a José Lucas Labrada para que, en su calidad de delineante escribiente de las obras, lo dibujase, lavase, copiase e incorporase al expediente. De hecho, estoy convencido de que en un principio la reforma de la Torre no iba a seguir el proyecto que incluye Cornide en sus "Investigaciones..." y que tampoco se corresponde con la obra ejecutada. Al principio, la obra que se adjudica a Elexalde en tanto que asentista de la cantería, incluía una escalera interior de madera y otro tipo de remate. El caso es que Elexalde se hace cargo de una obra y durante el proceso de ejecución, al comenzar, se modifica el plan. Esto dio origen a un ruidoso pleito en el Tribunal del Consulado, apelado al Juez de Alzadas del mismo Tribunal y espero que a otro sitio. El plano que se conserva fotografiado en el Castillo de San Antón, a mi juicio, procede del pleito visto en el Tribunal del Consulado. Alegaba Elexalde que el proyecto que él aceptó en pública subasta incluía menos cantería de "clase" que la realmente invertida y ello le ocasionó una serie de pérdidas que reclamó y de las que fue en parte resarcido. El entonces arquitecto municipal, Fernando Domínguez y Romay, actuó como perito en el proceso y tuvo que medir los distintos volúmenes de cantería empleada (mampostería, cantería de clase y cantería ordinaria si no recuerdo mal) para así determinar si Elexalde había sufrido algún tipo de quiebra en el asiento. Para decir que no hay otro proyecto, me baso en que cuando a Giannini se le pide que envíe al Tribunal del Consulado el plano de la obra en realidad ejecutada, envía su boceto y a posteriori la copia de un plano realizado por Labrada que Giannini se niega a firmar... pero no hay otro plano a mayores, de ahí que Domínguez Romay tuviese que hacer un reconocimiento penosísimo de la cantería realmente invertida en el edificio para medirla y valorarla.

    En cuanto al empapelado y cielos raros, a los orificios que le aparecían, hay que atribuirlos a Agustín Antelo, hijo. Como sabe, en 1800 se corta el tercio superior del garitón proyectado por Giannini para acoger un fogaron de carbón de piedra, instalándose en su lugar el chapitel, una escalera de caracol y otros elementos que aún hoy se conservan en la Torre. Se encargó de armar el fanal giratorio enviado desde Londres por Josef de Mendoza Ríos, el director del obrador de instrumentos nauticos de Ferrol, Josef María Baleato. Como este muriese durante el proceso de armado, se encarga de concluirlo su operario de confianza, el maestro armero Francisco Manuel Tellado, que quedará encargado de la luz de la Torre, si no recuerdo mal, hasta 1830 o 1833. Tellado no vive en la Torre, sino en la calle de San Andrés, aunque contaba con un edificio cercano hoy en ruinas -para mí el almacén y cocina de la Torre. En la propia Torre, en el segundo piso, tiene una habitación que estaba dotada con máquinas y fragua, tal vez para arreglar el mecanismo de reloj que movía unas pantallas y originaba las ocultaciones. Convive Tellado con un vigía, que sin incumbencia con la luz de la Torre, permanecía en el edificio para dar parte al capitán del Puerto de cualquier novedad que ocurriese en el mar. De hecho, alguien me comentó que hasta principios del XX, en la Torre había un vigía que realizaba las mismas labores y que, en el edificio de prácticos del Puerto se conservaba documentación que lo atestiguaba.

    Con la muerte de Tellado entra en la Torre la saga de los Antelo. El primero, Juan Agustín Antelo, relojero de Ferrol, hermano si no recuerdo mal del famoso y acreditado Andrés Avelino Antelo, autor de varios relojes para catedrales y monasterios gallegos. Juan Agustín Antelo, casado en Ferrol, intenta en el obispado de Mondoñedo un "divorcio". Su mujer, que no parece mentir, le achaca "malos tratamientos" de palabra y obra. Recuerdo también que su esposa lo acusa de infiel, que tenía una querida vamos. La "amiga" de Juan Agustín Antelo se queda embarazada en torno a 1812 y el niño que nace será Agustín Antelo hijo, nacido en el Hospital de Caridad de Ferrol, pasa a la inclusa del Real Hospital de Santiago, en donde vive hasta que su madre lo rescata en torno a 1817 si no recuerdo mal. Todo apunta a que Juan Agustín Antelo se traslada el año en que nace su hijo a La Coruña. Aquí vivía "en pecado" con su amiga. Juan Agustín Antelo, una vez que se establece en La Coruña abre tienda de su oficio en la calle Real, a la altura de la antigua plaza de San Jorge. En la década de los veinte, Agustín Antelo hijo, estudia nautica en el Real Consulado, pero viendo que esta profesión no le "privaba", se decanta por el oficio que desarrollaba su padre: relojero.

    A raíz de haber muerto Francisco Manuel Tellado en 1830 o 1833 -no tengo el dato a mano- entra a servir la luz de la Torre Juan Agustín Antelo. Desde el año 1840 padece una enfermedad que le impide ejercer su oficio de farero y aquí entra a sustituirlo su hijo Agustín Antelo. Con la muerte de Juan Agustín Antelo en 1844 ocupa la plaza vacante su hijo y sustituto Agustín Antelo. Todo un personaje... y todo un pollo, pero un pollo de cuidado.

    Con Agustín Antelo hijo en la Torre, se modifica el remate del chapitel instalado en 1800. El fanal giratorio venido de Londres contaba con una estufa para evitar la solidificación del aceite en los quinqués que originaban la luz. El caso es que esta estufa de hierro colado originaba también frecuentes roturas de los vidrios del chapitel y, al parecer, Agustín Antelo sugirió su eliminación. Quedaba así sin uso el tubo curvo y giratorio que desalojaba los humos de la estufa, y debido a ello, se sustituyó por el remate esférico que aparece ahora en lo alto del chapitel.

    La visita a Galicia de los duques de Montpensier sirvió para empapelar el faro, para colocar cielos rasos y para aderezar el edificio con una serie de cuadros (aspecto del fanal giratorio, aspecto de la óptica Fresnel, agradecimientos a Antelo de tal o cual personaje, inscripción en donde constaban las personas que habían intervenido en la colocación de la óptica Frenel...), cortinas de terciopelo, puertas de cristales... El autor de esta decoración interior fue Antelo hijo. Agustín Antelo era persona que contaba con un cierto reconocimiento social en la ciudad, de hecho, además de formar parte de las tertulias de más empaque en la época, sabemos que formó parte de la comisión que se encargó de transformar los antiguos y tradicionales pesos y medidas al sistema métrico decimal. Antelo hijo, permaneció a sus anchas en la Torre mientras esta dependía de la Marina ferrolana. Incluso, cuando en 1847 se instala la óptica que hoy se guarda en algún almacén de San Diego (¡esa óptica! espero que se conserve) Antelo tiene muy buena relación con el ingeniero jefe del Distrito José María Pérez y con todo el personal de la Dirección General de Obras Públicas que acababa de hacerse cargo del faro. No fue buena su relación con el ingeniero inspector del faro Alejandro de Olavarría (muerto en 1854 con el cólera), que era consciente de los manejos de Antelo. Olavarría daba parte de José María Pérez de las faltas de efectos, de las facturas irreales sobre gastos que no se habían efectuado en el faro... pero el ingeniero jefe del Distrito José María Pérez, miraba para otra parte. El problema para Antelo surgió cuando el ministro de Marina de la época anunció a Antelo su intención de visitar el faro (1850 o 1851). Antelo no tuvo la cortesía de comunicar tal hecho a su jefe inmendiato, Alejandro de Olavarría, que se enteró de la visita por la prensa. Al poco tiempo, Olavarría fue ascendido a ingeniero jefe del Distrito y a partir de ahí comenzaron los choques con Antelo. Olavarría pudo probar que mientras Antelo permaneció como profesor de la escuela de Torreros de Faros cobraba a los alumnos por darles la calificación de apto. Cuando éstos partían de La Coruña para su destino en algún faro, Antelo les hacía préstamos usurarios y estas pruebas llegaron a ocasionar la muerte de uno de los torreros que delataron a Antelo y que servía el faro de Machichaco.

    A fin de cortar todas las irregularidades, Olavarría consiguió que se cerrase la escuela de Torreros de Faros de La Coruña, que se trasladase a Antelo a depósito de efectos de faros creado ad hoc también en La Coruña. Pero el genio o la furia de Antelo, al conocer su traslado hizo que se llevase... de todo. Arrancó cielos rasos, cortinas, el album de firmas de la Torre. Llegó a apropiarse de la bandera nacional (no sé si en estos tiempos tendremos que llamarla "estatal"). Puesto el caso en conocimiento de la Dirección General de Obras Públicas, se traslada a Antelo a otro depósito de efectos de faros creado ad hoc en San Sebastián. Allí volvió a chocar con sus superiores, llegando a amenazar de muerte en plena calle al ingeniero inspector de la provincia y montando un escándalo en las oficinas de Obras Públicas con el ingeniero del que dependía. Suspendido de empleo y sueldo, se le abre un expediente gubernativo que concluirá con su separación del servicio con imposibilidad de ocupar cualquier cargo dependiente de la Dirección General de Obras Públicas.

    El cuarto de la Reina del que le habló su abuela es, en mi opinión, el cuarto del ingeniero. Todos los faros contaban con una cuarto destinado al ingeniero por si tuviesen que hacer noche en el faro. La Torre no podía ser menos y allí, en el primer piso se encontraba el destinado al ingeniero. Como la Torre no estaba en un lugar alejado, este cuarto era más despacho en el que tramitar los papeles de las visitas de inspección que dormitorio, y evidentemente los torreros lo mantenían con el mayor aseo y pulcritud. En el segundo piso Antelo había instalado un cuarto de descanso para las visitas y un gabinete para él mismo.

    En fin, no sigo. Espero que me disculpe lo deslabazado del texto, de la redacción, escrita de memoria y a toda prisa.

  12. #12 ainé 15 de mayo de 2006

    O Corgo era donde se ponía "en remojo" el lino. Los hay en regatos que proceden de una fuente (como es el caso que comentas) y los hay de Río. Unos son naturales y otros artificiales. Si quieres más información o ver imágenes ...ya sabes, San Google es estupendo (si hay pregunta sobre el tema , la respondo....hablar en profundidad del tema es ligeramente extenso...ya sabes, la falta de tpo)

    ;)

  13. #13 giannini 23 de dic. 2006

    Este mensaje tiene su origen en un X-présate de hoy. Tal y como digo en ese lugar, intentaré glosar un artículo por si la Dra. Canto o cualquier otro quiere pronunciarse al respecto.

    En el año 2002, Jesús María Reiriz Rey, publicó en la revista La Coruña. Hitoria y Turismo, un interesante artículo titulado "La Torre del mágico espejo". Pone sobre la mesa la posibilidad de que el supuesto espejo que podría encontrarse en lo alto de la Torre de Hércules no fuese en realidad un espejo en el que se reflejase la luz, sino un elemento adivinatorio. Lo malo es que no cita fuentes o bibliografía, o no las cita en las partes más problemáticas, y claro, uno no tiene criterio suficiente para saber si en la antigüedad estaban tan extendidos estos espejos adivinatorios.

    Comienza relatando la leyenda que recoge Alfonso X en su Crónica, según la cual los almujeces se acercaron a la Torre de Hércules para destruir su espejo, pero para disimular su presencia, cubrieron las naves de "verdura". De este modo se adentraron en la bahía coruñesa como se si tratase de islas flotantes. Una vez al pie de la Torre, dispararon sus ballestas y rompieron el espejo (Se non e vero... é precioso ). Prosigue recordando que tanto el licenciado Molina como Florián de Ocampo, Castellá Ferrer, Flórez o Cornide, rechazan de plano o en parte, la idea del espejo y le atribuyen un origen legendario.

    Jesús Reiriz, recoge también la versión que da el bueno de Benito Vicetto, que por cierto era de los que profesaban el principio de que la verdad histórica se siente y que el historiador debe adivinar el pasado cuando éste se ignora:

    Benito Vicetto "apunta los orígenes fenicios de la Torre de Hércules, en su opinión, señalando que en la cúpula o plataforma se colocaba de día una gran plancha de estaño reluciente a manera de espejo, donde refractaba sus rayos el sol. Esta gran plancha se ponía de modo que fuera giratoria, para que presentara sus dos caras o fases, dando vuelta por medio de un eje. Continúa Vicetto refiriendo que esta plancha de estaño era circular, por su diámetro estaba sujeta de un travesaño o eje, y giraba con movimientos de rotación por medio de un manubrio que impulsaba un solo hombre. De noche se encendía una hoguera en la plataforma, y como el fuego se reflejaba en la plancha de estaño que giraba por medio del manubrio indicado, de ahí la refracción una vez extinguida la luz solar, para guiar a los buques en la oscuridad".

    Entra Reiriz en su planteamiento, sosteniendo que en muchos cuentos y leyendas los espejos están dotados de un carácter "mágico": "sirve entonces para suscitar apariciones, devolviendo las imágenes que aceptara en el pasado o para anular las distancias reflejando lo que un día estuvo frente a él y ahora se halla en la lejanía. Al mismo tiempo la superstición popular le atribuyó propiedades apotropaicas (que tiene poder de desviar las influencias maléficas) en numerosos países". Pone como ejemplos a Lewis Carrol en su Alicia (1871) o que los practicantes del chamanismo en Siberia llevaban espejos como parte de su atuendo, "de hecho, la palabra que significa espejo en su lengua, procede del vocablo que se traduce como alma o espíritu". A través de tales espejos hacía viajes visionarios por el mundo de los espíritus. Recoge Reiriz las tradiciones irlandesas que vinculan a la Torre de Hércules como "lugar de acceso al otro mundo". Estas leyendas le dan pie para explica la costumbre de dar la vuelta a los espejos o cubrirlos con alguna tela cuando alguien fallece en Galicia, pues según las leyendas tradicionales, el espíritu del difunto anda errante alrededor de la casa hasta que se inhuma el cadáver, y puede llevarse a los espíritus de los vivos a través de los espejos. Dice que en China se creía peligroso dormir con un espejo delante, "pues el alma viajaba en sueños y podía ser arrastrada hacia su interior quedando allí atrapada". En Lituania, al igual que en Galicia, también se cubrían los espejos, pues se consideraba que los muertos se levantaban y se dejaban ver de forma inoportuna en los espejos.

    "Según el mitólogo y antropólogo británico James George Frazer (1854-1941) parece ser que este apartamiento del espejo o tabú supersticioso cuando muere una persona, tiene sus orígenes en la antigua Grecia, donde se creía que los espíritus de las aguas (una superficie reflectante también) podían reflejar la imagen reflejada de la persona, portadora de su alma. En el siglo XIII, el obispo Gudmund Arason exorcizaba, a diestro y siniestro, manantiales y fuentes, pues en esos tiempos se creía que algunos espíritus habitaban en las aguas. Abundando en la materia, en la isla Saddle de Melanesia, hay una laguna que, según los habitantes de aquel lugar, da la muerte al que se mira en sus aguas, diciendo que el espíritu que allí mora se apodera de su vida por medio de la reflexión en el agua. Los zulús tienen análogo horror a mirarse en las aguas de los lagos".

    Prosigue el mismo autor con más ejemplos de culturas que prohíben mirarse en los espejos por temor a que su alma se pierda y recuerda que en un sínodo que se convocó en el siglo V, San Patricio condenó a los cristianos que creían ver a los espíritus mediante espejos.

    Se detiene en el origen de los espejos, ya mencionados en la Biblia, los espejos griegos de una sola cara y con la otra decorada con figuras; los corintios, aleados de cobre, estaño y arsénico. Sostiene que no está documentada la presencia de espejos de vidrio hasta el siglo XIII, atribuyéndosele su fabricación a los venecianos en el año 1291. De acuerdo con Reiriz, los espejos egipcios, que se los transmitieron a los griegos, no eran perfectamente circulares, sino que se acercaban más a una forma ovalada; "también los hubo piriformes como los ejemplares descubiertos en Palestina".

    Al parecer, en el mundo antiguo eran muy comunes los espejos de bronce, plata u oro, señalando que los griegos usaban una aleación de estaño y cobre, y posteriormente sobre todo la plata.

    Tal y como señala la Dra. Canto, Reiriz dice que "los romanos empleaban también como material para los espejos la obsidiana, vidrio natural de origen volcánico; y la piedra especular (lapis specularis) especie de alabastro yesoso".

    Se ocupa del término catoptromancia "vocablo que proviene del griego katoptron, espejo, y manteia, adivinar”. De este modo, la superficie reflectante actuaría "como estimulante psicofísico desencadenante del proceso visionario de su observador. Los catoptrománticos enseñaban que no había que ver en los espejos mágicos la materialidad del objeto, sino los efectos por éste producidos".

    De acuerdo con lo anterior la catoptromancia se utilizaba para cuatro fines: la predicción del porvenir; la visión de sucesos que tenían lugar a gran distancia, caso de la Torre de Hércules; encontrar objetos perdidos; y la detección criminal o de robos. Este último caso aún se da hoy en la India cuando alguien sufre una herida o un robo y desea averiguar quien es el autor del delito. En este mismo sentido, el dios de la muerte del budismo japonés, emplea un espejo para detectar el pecado y decidir de este modo la morada que corresponde al pecador.

    Añade que "el polígrafo latino Marco Terencio Barron (116-27 aC) sostenía que el uso mágico del espejo procedía de Persia, y que Pitágoras, uno de los grandes pensadores de la antigua Grecia, tuvo uno en el que veía la luna antes de que apareciese en el cielo". Según Reiriz, en la Europa medieval los specularii o especularios, viajaban de pueblo en pueblo, adivinando a través del espejo, al parecer los lunes eran los días propicios, así que en el año 1398 estos especularios eran declarados agentes de Satanás por la Facultad de Teología de París.

    Recoge también que "el historiador y filólogo Martín Crusio (1526-1607) en su "Turco Grecia", dice que Alejandro Magno había hecho colocar en lo alto del Faro de Alejandría (...) un espejo de larga vista en el que se descubrían la flotas enemigas que venían contra Egipto, aunque fuese a la distancia de más de cien leguas y que fue destruido por un griego llamado Sodoro mientras dormían los soldados que lo custodiaban" y llama la atención Reiriz sobre el paralelismo con la leyenda de los Almujeces que destruyeron el espejo de la Torre de Hércules. "Asimismo, se afirmaba que dicho espejo alejandrino podría mostrar imágenes panorámicas de las calles de la lejana Bizancio (visión remota), quemar las naves enemigas concentrando los rayos del sol (aplicación militar de su propiedad ustoria) y que se usaba como telégrafo heliostático para transmitir señales a la ciudad y poblaciones vecinas". Concluye ocupándose de la posibilidad de que en la Torre de Hércules hubiese un espejo adivinatorio, y no la descarta, recogiendo una leyenda irlandesa, según la cual el espejo mágico de la Torre de Hércules estaba sujeto por una figura de cobre que representaba a una mujer.

    Si han tenido la paciencia de llegar al final, ante todo, gracias. Ahí va alguna reflexión y alguna pregunta. ¿Estaban en realidad tan extendidos los espejos adivinatorios en el mundo romano? ¿Qué credibilidad le dan a la existencia de un espejo mágico del Faro de Alejandría? ¿Los textos clásicos aluden a espejos de este tipo en el faro de Scipion o sólo señalan su presencia para señalar, como hito, una costa sucia? En mi opinión, si en la Torre de Hércules hubo un espejo de este tipo, sería algo secundario porque ¿para qué construir un edificio tan alto? Si el espejo tenía poderes mágicos, es de suponer que los tendría tanto a ras de tierra como a 50 m de altura.

    Y esto nos lleva de nuevo al piedrolito, a sí la cúpula romana que cerraba la Torre de Hércules estaba cerrada -tal y como sospecha el ingeniero militar Navacerrada a finales del siglo XVIII antes de la reparación- o abierta para dar salida al humo... o al espejo.

    En fin, no me hagan mucho caso. Cada uno tiene sus obsesiones, y una de las mías es la Torre de Hércules.

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