Autor: A.M.Canto
sábado, 02 de junio de 2007
Sección: Artículos básicos para iniciarse
Información publicada por: A.M.Canto
Mostrado 256.930 veces.


Ir a los comentarios

TEXTOS HISTÓRICOS SOBRE JESÚS DE NAZARETH

A raíz del planteamiento (en un foro vigente, muy animado, sobre personajes y símbolos de la Navidad) de la inexistencia de pruebas históricas sobre la existencia real de Jesus de Nazareth, en este artículo se presentan reunidas y comentadas de forma que intenta ser imparcial y objetiva más de una decena de textos que sí la prueban, con la particularidad de que son sólo las de origen no cristiano (romanas, judías y no judías) y por tanto no objetables desde el punto de vista de las puras creencias.


En un foro de preguntas (http://www.celtiberia.net/verrespuesta.asp?idp=6286) está vigente ahora mismo un animado debate sobre el origen y significado de algunos elementos presentes en los relatos del nacimiento de Jesús de Nazareth, como los Reyes Magos, su condición y raza, el simbolismo de los regalos de oro, incienso y mirra, etc.

Como parece siempre inevitable, a lo largo de la discusión se ha ido derivando a veces hacia las creencias y las incredulidades, y algunos intervinientes han planteado las clásicas dudas acerca de la existencia histórica de Cristo, un tema recurrente en los debates de este tipo, o bien afirmado la falta de pruebas históricas sobre Él. He pensado, dada además la oportunidad de las fechas que se avecinan, que sería una aportación constructiva reunir y presentar las pruebas históricas existentes de una forma imparcial y objetiva, sin referencia alguna a la religiosidad ni creencias propias, sino desde la pura perspectiva histórica. Como prueba de ello, no he incluído en la lista ninguna referencia a los Evangelios ni a autores cristianos posteriores, aunque para un creyente los primeros serían textos básicos y se deben tener en cuenta, teniendo además reconocido un valor por sí mismos, dentro del género histórico biográfico. Sin embargo, ahora los dejaré aparte.

Me limitaré, pues, como siempre creo que es lo más eficaz, a relacionar los testimonios antiguos sobre la existencia histórica de Jesús, pero sólo los romanos, judíos y no judíos, que por tanto no parecen objetables desde el punto de vista de las puras creencias. Siento no poder ponerme a traducir los que están en latín o inglés, pero he puesto en mayúsculas la/s palabra/s fundamental/es, salvo cuando el total de la cita habla de Jesús. De todos modos, creo que de Tácito, Suetonio y Plinio el Joven (en su epistolario a Trajano) se pueden encontrar en red traducciones al inglés o francés. Pongo los autores por su tipo y orden cronológico, pero bien entendido que los tiempos que historian (se supone que documentándose con fuentes de época) son siempre más antiguos.

A) TEXTOS PAGANOS/ROMANOS Y NO JUDÍOS

1) Tácito, Anales, XV, 44: (h. 116 d.C.) (para época de Tiberio y Nerón)

Sed non ope humana, non largitionibus principis aut deum placamentis decedebat infamia, quin iussum incendium crederetur. ergo abolendo rumori Nero subdidit reos et quaesitissimis poenis adfecit, quos per flagitia invisos vulgus CHRESTIANOS appellabat. auctor nominis eius CHRISTUS Tiberio imperitante PER PROCURATOREM PONTIUM PILATUM SUPPLICIO ADFECTUS ERAT; repressaque in praesens exitiabilis superstitio rursum erumpebat, non modo per Iudaeam, originem eius mali, sed per urbem etiam, quo cuncta undique atrocia aut pudenda confluunt celebranturque...

que traduzco: "[Descripción del incendio de Roma] ...Pero por ningún medio, ni con las larguezas del emperador, ni con expiaciones a los dioses, cedía la infamia y que dejara de creerse que el incendio lo había ordenado él mismo. Para acabar con este rumor, Nerón suministró otros culpables, a los que hizo aplicar los más duros castigos; eran aquellos a los que, odiados por sus escándalos, el vulgo llamaba “cristianos”. El autor de este nombre ERA CRISTO, que en época de Tiberio había sido ejecutado por el procurador Poncio Pilato. Reprimida momentáneamente, aquella perniciosa superstición rebrotaba, y no sólo por toda Judea, cuna de esta calamidad, sino hasta por Roma misma, donde confluyen en masa, y encuentran adeptos, las cosas más atroces y vergonzosas.”


2) Suetonio, Vita Claud., XXV, 4 (hacia 120 d.C.) (para época de Claudio, dentro de una larga relación histórica de diversos actos de su reinado):

(Claudius)...Iudaeos impulsore CHRESTO assidue tumultuantis Roma expulit. Germanorum legatis in orchestra sedere permisit...

"(Claudio) expulsó de Roma a los judíos que continuamente se rebelaban, instigados POR CRISTO. Permitió sentarse en la orchestra (del teatro) a los embajadores germanos...”


3) Plinio el Joven, Epist. X, 96: (h. 112 d.C.) (consultando a Trajano si ha obrado bien con respecto a los cristianos)

C. PLINIUS TRAIANO IMPERATORI 1. Sollemne est mihi, domine, omnia de quibus dubito ad te referre. Quis enim potest melius vel cunctationem meam regere vel ignorantiam instruere? Cognitionibus de Christianis interfui numquam: ideo nescio quid et quatenus aut puniri soleat aut quaeri […] 5. praeterea male dicerent CHRISTO, quorum nihil cogi posse dicuntur qui sunt re vera Christiani, dimittendos putavi. 6. Alii ab indice nominati esse se Christianos dixerunt et mox negaverunt; fuisse quidem sed desisse, quidam ante triennium, quidam ante plures annos, non nemo etiam ante viginti. [Hi] quoque omnes et imaginem tuam deorumque simulacra venerati sunt et CHRISTO male dixerunt. 7. Affirmabant autem hanc fuisse summam vel culpae suae vel erroris, quod essent soliti stato die ante lucem convenire, carmenque CHRISTO QUASI DEO DICERE secum invicem seque sacramento non in scelus aliquod obstringere, sed ne furta ne latrocinia ne adulteria committerent, ne fidem fallerent, ne depositum appellati abnegarent.

"(Carta de) Cayo Plinio al Emperador Trajano:

Me he impuesto como una costumbre, Señor, consultarte todas mis dudas. Porque ¿quién podría, en efecto, guiarme en mis incertidumbres o enseñarme en mi ignorancia, mejor que tú? Nunca he asistido a los procesos contra los cristianos, de modo que ignoro cómo, y hasta qué punto, se acostumbra a castigarles o a interrogarles…. (5) Se divulgó un libelo anónimo denunciando a muchas personas [por ser cristianas]. Llevados ante mí, aquellos que negaban ser o haber sido cristianos han invocado a nuestros dioses, y han suplicado ofreciendo incienso y vino ante una efigie tuya, que a tal fin yo había ordenado traer allí, junto con estatuas de nuestras divinidades. Además, HAN MALDECIDO A CRISTO, a lo cual, según se dice, es imposible obligar a los que son verdaderos cristianos. Por ese motivo decidí que lo correcto era dejarles en libertad” (6) Otros, llevados allí por un denunciante, primero reconocieron que eran cristianos, y se retractaron enseguida, declarando que en verdad lo habían sido pero que ya no lo eran, unos desde hacía más de tres años, otros desde hacía más tiempo, algunos incluso veinte años. Todos ellos han adorado [también] tu imagen y las estatuas de los dioses. TODOS ELLOS HAN MALDECIDO A CRISTO. (7) Por lo demás, aseguraban que su máxima culpa o error sólo había consistido en esto: Se reunían, en un día señalado, antes del amanecer, y cantaban uno tras otro HIMNOS EN HONOR DE CRISTO, COMO SI ÉSTE FUERA UN DIOS. Se juramentaban, pero no para hacer algún crimen, sino para no robar, no saltear, no cometer adulterio, no faltar a una promesa dada ni negar un aval si alguien se lo pedía…"

4) Luciano de Samósata, De morte Peregrini, 13 (hacia 170 d.C., escribe en griego):

"Después, por cierto, DE AQUEL HOMBRE A QUIEN SIGUEN ADORANDO, QUE FUE CRUCIFICADO EN PALESTINA por haber introducido esta nueva religión en la vida de los hombres... además su primer legislador les convenció de que todos eran hermanos y así, tan pronto como incurren en este delito, reniegan de los dioses griegos y en cambio adoran A AQUEL SOFISTA CRUCIFICADO y viven de acuerdo a sus preceptos." (todo el párrafo).

5) Mara bar Serapión, filósofo sirio, entre el año 73 y el siglo III (en una carta a su hijo, reflexionando sobre lo poco que los pueblos obtienen de matar a los sabios):

¿Qué ganaron los atenienses haciendo morir a Sócrates? Como juicio por este crimen, cayeron sobre ellos el hambre y las plagas. ¿Qué ventaja obtuvieron los Samios quemando a Pitágoras? En un momento sus tierras fueron cubiertas por la arena. ¿QUÉ PROVECHO OBTUVIERON... LOS HEBREOS EJECUTANDO A SU SABIO REY...? Fue después de ello cuando su reino fue abolido. Dios vengó con justicia a estos tres sabios .... los Judíos, en la ruina y expulsados de su tierra, viven en completa dispersión. Pero (aquellos sabios) no murieron baldíamente... Tampoco la muerte del sabio rey fue inútil: VIVE EN LAS ENSEÑANZAS QUE DEJÓ...”


B) TEXTOS JUDÍOS

6) Thallus, historiador judío, hacia 52 d.C. (citado en la Chronographia de Iulius Africanus, XVIII, 1):

“…As to His works severally, and His cures effected upon body and soul, and the mysteries of His doctrine, and the resurrection from the dead, THESE HAVE BEEN MOST AUTHORITATIVELY SET FORTH BY HIS DISCIPLES AND APOSTLES BEFORE US. On the whole world there pressed a most fearful darkness; and the rocks were rent by an earthquake, and many places in Judea and other districts were thrown down. This darkness THALLUS, IN THE THIRD BOOK OF HIS HISTORY, calls, as appears to me without reason, an eclipse of the sun…. “

Es un testimonio indirecto, pero válido: parece claro que, como recoge posteriormente el famoso cosmógrafo Africanus, en su libro perdido de “Historia” Thallus trataba de ofrecer una explicación alternativa al eclipe de sol relatado por Marcos durante la muerte de Jesús.

7) Flavio Josefo (hacia 93 d.C.) (para época de Tiberio)

Tiene sobre todo dos citas, siendo la fundamental el llamado testimonium Flavianum, que aparece en sus Antigüedades Judaicas 18, 3, 3. Ha habido siempre mucho debate sobre este texto y se admite hoy en día que tiene algunas interpolaciones, pero sobre la base de un párrafo escrito sin duda por él. Pongo aquí entre llaves los párrafos que se acepta que pueden estar interpolados, para que se vea que no afectan al núcleo del testimonio histórico:

a) "Por aquella época apareció Jesús, {" hombre sabio, si es que se le puede llamar hombre, fue autor de obras maravillosas, maestro para quienes reciben con gusto la verdad."}. Atrajo a sí muchos judíos y también muchos gentiles.{"Éste era el Cristo (el Mesías)".} Habiendo sido denunciado por los primados del pueblo, Pilato lo condenó al suplicio de la cruz; pero los que antes le habían amado le permanecieron fieles en el amor. {"Se les apareció resucitado al tercer día, como lo habían anunciado los divinos profetas que habían predicho de El ésta y otras mil cosas maravillosas".} De él tomaron su nombre los cristianos, cuya tribu perdura hasta el día de hoy".

Según esto, el texto original de Josefo, perfectamente asumible y comparable con su estilo y vocabulario habituales, quitándole las supuestas interpolaciones, sería:

"POR AQUELLA ÉPOCA APARECIÓ JESÚS. ATRAJO A SÍ MUCHOS JUDÍOS Y TAMBIÉN MUCHOS GENTILES. HABIENDO SIDO DENUNCIADO POR LOS PRIMADOS DEL PUEBLO, PILATO LO CONDENÓ AL SUPLICIO DE LA CRUZ; PERO LOS QUE ANTES LE HABÍAN AMADO LE PERMANECIERON FIELES EN EL AMOR. DE ÉL TOMARON SU NOMBRE LOS CRISTIANOS, CUYA TRIBU PERDURA HASTA EL DÍA DE HOY".

Este texto de Josefo, un punto clave para la defensa de la existencia de Jesús y por tanto también muy atacado desde la parte contraria, lo que ha producido una espectacular literatura y polémica a lo largo de siglos, vino a afianzarse definitivamente cuando en 1971 se publicó un manuscrito árabe del siglo X, en el que se recogía una referencia directa a Josefo por parte de Agapio, obispo de Hierápolis, en su Historia Universal, que tiene delante la obra en cuestión y dice:

"Josefo refiere que por aquel tiempo existió un hombre sabio que se llamaba Jesús. Su conducta era buena y era famoso por su virtud. Y muchos de entre los hebreos y de otras naciones se hicieron discípulos suyos. Pilato lo condenó a ser crucificado y a morir. Pero los que se habían hecho discípulos suyos no abandonaron su discipulado. Ellos contaron que se les había aparecido tres días después de su crucifixión y que estaba vivo; quizás, por esto, era el Mesías, del que los profetas contaron maravillas."

Como el primer códice que conservamos de las Antigüedades Judaicas de Josefo, el Ambrosiano, es del siglo XI, es evidente que el supuesto texto original sin interpolaciones coincide con lo copiado por los árabes un siglo antes. Además demuestra que el último párrafo en realidad no era interpolado (aunque lo he dejado así en la primera cita porque es lo que la doctrina decía antes). Sobre esta novedad, y otros textos, sobre todo http://www.earlychristianwritings.com/testimonium.html o http://www.feyrazon.org/DanExtrabib.html, etc.). Un nuevo estudio, de 1995, ratificando a Josefo: http://members.aol.com/FLJOSEPHUS/testimonium.htm
http://members.aol.com/FLJOSEPHUS/LUKECH.htm

b) El otro texto importante de Josefo, datable en 62-63 d.C., es Ant. Jud. XX, 9, 1, y dice: "...entre tanto subió al pontificado, según dijimos, Anás, el más joven, de índole feroz y extremadamente audaz...Dado su carácter, pensando que había llegado el momento oportuno...., convocó el consejo de jueces y, HACIENDO PRESENTAR A JUICIO A UN PARIENTE DEL QUE LLAMABAN CRISTO, POR NOMBRE SANTIAGO, y algunos otros con él, habiéndolos acusado de reos violadores de la ley, los condenó a ser apedreados".

8) El Talmud hebreo: Contiene siete u ocho menciones de Jesús, lógicamente todas calumniosas, pero que son útiles para probar la existencia histórica del personaje. Pongo sólo dos ejemplos:

a) "EN LA VÍSPERA DE LA FIESTA DE LA PASCUA SE COLGÓ A JESÚS. Cuarenta días antes, el heraldo había proclamado: `Es conducido fuera para ser lapidado, por haber practicado la magia y haber seducido a Israel y haberlo hecho apostatar. El que tenga algo que decir en su defensa, que venga y lo diga´. Como nadie se presentó para defenderlo, se lo colgó la víspera de la fiesta de pascua" (Sanhedrin 43a)

b) "JESÚS, EL GALILEO, SUSCITÓ UNA SECTA IMPÍA Y ENEMIGA DE LA LEY. Nosotros lo crucificamos. Sus discípulos robaron su cadáver del sepulcro durante la noche. y engañan y seducen a los hombres diciendo que resucitó y subió a los cielos". (Trifón, Diálogo de Justino, siglo II).

9) Otros. En este sitio http://www.edoctusdigital.netfirms.com/newpage48.htm se mencionan algunos testimonios más, como unos papiros de Oxyrrhincus y trece códices de Nag Hammadi, que para mí son nuevos, y en el cap. II se hace una interesante revisión historiográfica del problema de los Evangelios, bien entendido que es un documento sintético típicamente de Red, pero de ésos que parecen ofrecer garantías, entre otras cosas por las abundantes citas bibliográficas.

C) FUENTES EPIGRÁFICAS: LA INSCRIPCIÓN DE PILATO, SEGURA, Y LA RECIENTE URNA DE SANTIAGO, DUDOSA

10) La inscripción de Poncio Pilato (figs. 1 y 2).

En la página http://www.bible-history.com/empires/pilate.html se puede ver una foto (aunque no muy buena) de la inscripción de caliza que apareció en 1961 en el teatro de la capital de Judea, Caesarea Maritima o Palaestina, recordando la dedicación de la restauración del Tiberieum por el gobernador o prefecto de Judea, Poncio Pilato. Naturalmente, fue en su momento una sensación también para "biblistas", pues corroboraba la existencia histórica del gobernador en ese momento. Las referencias epigráficas y el texto restituído hasta ahora son:

[- c. 3 -]s Tiberieum / [ -c.3- Po]ntius Pilatus / [praef]ectus Iudae[a]e / [ref]e[cit]

(AE 1963, 104 = AE 1964, 39 = AE 1964, 187 = AE 1971, 477 = AE 1981, 850 = AE
1991, 1578 = AE 1997, 166 = GLICMar 43 = AE 1999, 1681.)

En esta otra página hay una foto mejor (aunque las restituciones que hacen de la inscripción no son convincentes para mi gusto), y se citan al detalle algunos de los trabajos dedicados a este importante epígrafe histórico: http://www.infotdgeova.it/pilato1.htm

11) ¿La urna de Santiago, el hermano de Jesús? (figs. 3 y 4)

A esto hay que sumar la posible autenticidad de la urna, en manos de un coleccionista privado, hace muy poco conocida y cuya polémica supongo que todos hemos seguido. Copio el comienzo del resumen de cómo estaban las cosas el año pasado, de: http://www.grupoese.com.ni/2003/04/11/p18MMM0411.htm, donde se da también la transcripción de su texto:

“La "Biblical Archaeology Review" fue el medio que lanzó la primicia: una urna de piedra con una frase tallada en el idioma de la antigua Palestina decía: "Ya’akov bar Yosef akhui di Yeshua", en español "Jacobo (Santiago), hijo de José, hermano de Jesús". Según el arqueólogo francés André Lemaire, profesor de la Sorbona de París, quien tuvo la oportunidad de tener la pieza en sus manos, éste podría ser el primer hallazgo arqueológico que corroboraría las referencias bíblicas sobre Jesús...”

La urna sería del año 62/63 d.C., fecha de la muerte de Santiago el hermano de Jesús que, dicho sea de paso, es recordada por Flavio Josefo en otro de sus pasajes (véase arriba bajo el nº 7b).

No he visto la urna personalmente, sólo por fotografía. Resulta convincente pero, sobre todo, es tan insólita en la epigrafía de Judea en esa época la referencia a un hermano (lo normal es sólo mencionar al padre), que no debe descartarse que sea auténtica. En este caso hay que esperar a mejores estudios sobre su pátina y otros detalles que nos sacarán de dudas.

El mejor artículo en Red que conozco sobre el polémico osuario de Jacob/Santiago es de un profesor polaco de la Universidad de Cracovia, que resume muy bien el estudio arqueológico y epigráfico y las opiniones de unos y otros, actualizado a marzo de 2003. Son 27 páginas aunque, desafortunadamente, están en inglés: http://www.bibleinterp.com/articles/Preliminary_discussion.htm

Véase también, con fotos e historia del hallazgo: http://www.thenazareneway.com/ossuary_of_james.htm

Otros, a favor: http://www.mercola.com/2002/nov/6/brother_of_jesus.htm (con foto, no muy buena), o http://www.bib-arch.org/bswb_BAR/bswbbar2806f1.html

Y en contra: http://www.rferl.org/features/2002/10/23102002155823.asp

Debate académico de la SBL con audio: http://www.sbl-site2.org/Congresses/AM/2003/AMAudio.php3

Por último, algunos han tratado de poner en duda la existencia de Nazareth en la época en cuestión. Hay que recordar que allí se han efectuado diversas campañas arqueológicas desde comienzos del siglo XX, que han demostrado que el lugar estuvo poblado ininterrumpidamente desde la Edad del Bronce hasta la época romana, si bien en época de Cristo se presenta como un lugar agrícola menor, una aldea con unas decenas de casas e instalaciones agrícolas. Nazareth tiene una sala en el Museo de Jerusalén, donde se exponen los materiales.
http://www.ofm.org/sbf/00/00/SBF03eng.html
http://198.62.75.1/www1/ofm/sbf/SBFmsm.html

- - - - - -

Termino esta exposición de documentos con un párrafo de uno de los mejores expertos en el tema de la existencia histórica de Jesús: "Some writers may toy with the fancy of a 'Christ-myth,' but they do not do so on the ground of historical evidence. The historicity of Christ is as axiomatic for an unbiased historian as the historicity of Julius Caesar. It is not historians who propagate the 'Christ-myth' theories."
esto es:
“Algunos autores pueden jugar con la fantasía de un ‘mito de Cristo’, pero no lo pueden hacer sobre la base de una evidencia histórica. Para un historiador imparcial, la historicidad de Cristo es tan axiomática como la historicidad de Julio César. Un verdadero historiador no puede defender la teoría del “mito de Cristo”.
(F.F. Bruce, The New Testament Documents: Are They Reliable?, Inter-Varsity Press, 1972, p.119, en: http://home.houston.rr.com/apologia/sec6p2.htm)

Aunque es un poco lapidario, creo que la relación de los textos que arriba quedan escritos, objetiva e imparcialmente vistos, sólo puede venir a corroborar lo que Bruce concluye. Ya que, al revés de lo que aquí acabamos de ver, no hay un solo texto histórico, ni de época ni de la Antigüedad en general, donde se afirme que la figura histórica de Jesús de Nazareth, o el Cristo, nunca existió, o que fuera un invento de algunos judíos. Una circunstancia que sin duda los detractores del cristianismo, empezando por los romanos y terminando por los judíos de la época, nunca hubieran dejado escapar.

La 2ª edición de la «Enciclopedia Mundial del Cristianismo», publicada en 2001 por la Oxford University Press, dice que actualmente hay 2.000 millones de cristianos en el planeta, y que en 2050 serán 3.000 millones, con un crecimiento sostenido del 33-34%. Sumemos los cristianos que vivieron desde el 30-33 d.C. hasta el 2000. De tal forma que la existencia de Jesús de Nazareth se podría probar sólo por los efectos duraderos y planetarios de algo que ocurrió en Palestina durante el gobierno de Tiberio. Es como el viento: carece de una existencia física visible o tangible pero, aunque sólo fuera por sus efectos, nadie podría dudar de él.

© Alicia M. Canto, Universidad Autónoma de Madrid, para Celtiberia.net el 8-12-2005. Adaptado y ampliado de un debate en 2004, en Terraeantiqvae. De los demás autores y websites según sus citas. Ampliado el 5-1-2006. // Con fecha 2-6-2007 añado las traducciones (propias) de Tácito, Suetonio y Plinio el Joven, que habían sido solicitadas por algunos usuarios y realmente faltaban.

---------------

UNA CURIOSA NOVEDAD (5-1-2006)

Con permiso del amigo J.L. Santos, de terraeantiqvae, transcribo esta noticia de 3 de enero, que recoge hoy mismo. Se trata, en esencia, de que la Justicia italiana ha terminado admitiendo a trámite la querella de un periodista italiano contra el párroco de San Bonaventura de Bagnoregio, de la diócesis de Viterbo. Éste había criticado en una hoja parroquial el libro del periodista La favola de Cristo, donde intenta demostrar que Jesucristo nunca existió. El párroco deberá ahora demostrar que sí existió. Será un juicio realmente curioso. El periodista, L. Cascioli, mantiene un sitio web donde se puede encontrar toda la información al respecto, evidentemente desde su punto de vista: http://www.luigicascioli.it/home_spa.php . Del del párroco, Fr. Enrico Righi, sólo conozco de momento esto: http://www.luigicascioli.it/lettera1_ita.php

..........

LA EXISTENCIA HISTÓRICA DE JESÚS SERÁ DEBATIDA ANTE LA JUSTICIA

La pregunta, más comúnmente planteada en cursos de historia o teología, será debatida este mes en un tribunal en Italia. Un juez en la localidad de Viterbo, al norte de Roma, ordenó a un sacerdote comparecer para probar la existencia histórica de Jesucristo, según informa la prensa británica.

El caso contra el padre Enrico Righi fue planteado por Luigi Cascioli, ex estudiante de sacerdocio y agrónomo jubilado, descrito por la prensa como un "ateo militante".

Cascioli, autor de un libro titulado "La Fábula de Cristo", acusa a la iglesia del delito de "sustitución de persona" y asegura que la figura de Jesús fue construida a partir de un cierto Juan de Gamala, un judío que se opuso a la ocupación romana en el siglo I en Palestina.

También señala que la iglesia es culpable del crimen de "abusar de la creencia popular" inculcando como hechos reales aquéllos que "no son otra cosa que inventos".

La disputa surgió cuando el padre Righi denunció en una publicación de su parroquia los argumentos de Cascioli, quien decidió presentar una demanda ante la justicia. Un magistrado rechazó inicialmente ocuparse del caso, pero Cascioli apeló y un tribunal superior decidió que el caso era admisible.

"Irrefutable"

Según el padre Righi, innumerables textos tanto religiosos como seculares dan testimonio de la existencia de Jesús. "Si Cascioli no ve el sol en el cielo al mediodía no puede demandarme porque yo sí lo veo y él no", señala el sacerdote.

Cascioli insiste, por su parte, en que los mismos evangelios están llenos de inconsistencias, y afirma que retirará su demanda si el padre Righi "prueba en forma irrefutable que existió Jesucristo".

Para el padre Aurelio Fernández, catedrático de teología de la Universidad de Burgos, los argumentos de Cascioli "no tienen ningún sentido".

"Los historiadores del tiempo posterior a Jesús, del siglo I -Tácito, Suetonio y el príncipe de Bitinia- los tres historiadores hablan de Jesucristo. Tenemos después los testimonios del historiador Flavio Josefo, un judío, que es el que da noticia de Jesucristo", dijo el padre Fernández a BBC Mundo.

"Más importantes todavía son los testimonios de San Pablo. La primera carta a los Tesalonicenses se escribió en el invierno del 55 y en ese tiempo tenemos ya un cristianismo vivido", agregó.

El caso planteado por Cascioli no debería haber llegado a tribunales, según el padre Fernández: "Yo no soy jurista, pero visto desde fuera me parece un disparate que se admita ante la Justicia un tema histórico".

"Así también yo podría denunciar que los libros de Aristóteles no son autenticos, y si un filosofo me denuncia a mí, ¿un juez va a aceptar esa causa? Es un problema científico, no es un problema de derechos", le dijo el padre Fernández a BBC Mundo.

"Imagen deformada"

Para el periodista Juan Arias, ex-corresponsal del diario El País en el Vaticano, la discusión sobre la historicidad de Jesús está superada, ya que "ningún intelectual o historiador serio hoy en día pone en duda la existencia de Jesús".

¿Engañados?

Cascioli acusa a la iglesia de "abusar de la creencia popular".
Sin embargo, el periodista, autor del libro "Jesús, ese gran desconocido", sostiene que sí es pertinente reexaminar la figura de Jesúcristo.

"Sí es cierto que el Jesús que presentan muchas iglesias tiene muy poco que ver con el Jesús histórico, pero no porque hubo sustitución de personaje sino porque su imagen fue deformada y manipulada de modo que no tiene nada que ver con el Jesús original", le dijo Arias a BBC Mundo.

Para el periodista, "hay que buscar la humanidad de Jesús, ese hombre que tuvo intuiciones como quizá ninguno sobre la idea de Dios como padre, de la solidaridad, de hacer una religión abierta para todos, sin jerarquías".

Arias asegura también que "Jesús nunca demostró que quería fundar otra religión" y que "era un judío que quiso renovar el judaísmo para que no quedara reducido al ghetto de los judíos, sino que fuese una religión universal que pudiese abrazar al mundo entero".

Pero sobre todo, según Arias, es importante recordar al Jesús que "aceptó a las mujeres, que eran la escoria de la sociedad, a los enfermos, a los endemoniados, a los no judíos, los gentiles, los paganos. Ésa fue la gran revolución social, era un agente social fuertísimo y por eso lo mataron".

¿Relevante?

El debate planteado por Cascioli ante la justicia italiana podría ir mucho más allá de argumentos sobre datos históricos. Hablar de la existencia real de un hombre llamado Jesús implica para muchos debatir las raíces de su mensaje.

Un mensaje totalmente relevante en este enero de 2006 para Arias y para el padre Fernández.

Para el periodista, "el amor universal y el no hacer a los demás lo que no quieres que te hagan a ti, creo que es lo fundamental del mensaje cristiano". Para el padre Fernández, las enseñanzas "son tantas, pero me quedo con una, todo lo que hagáis con uno de estos mis hermanos más pequeños lo hacéis conmigo, quiere decir que todo lo que hagamos a los hombres lo hacemos a Cristo, yo subrayaría eso, es la grandeza de la persona humana".

Fuentes: BBC Mundo, 3 de enero de 2006, en http://news8.thdo.bbc.co.uk/hi/spanish/misc/newsid_4578000/4578786.stm
a través de: http://terraeantiqvae.blogia.com/2006/010501-la-existencia-historica-
de-jesus-sera-debatida-ante-la-justicia.php


Más informacióen en: http://www.elistas.net/lista/terraeantiqvae/archivo/indice/2406/msg/4872/


Comentarios

Tijera Pulsa este icono si opinas que la información está fuera de lugar, no tiene rigor o es de nulo interés.
Tu único clic no la borarrá, pero contribuirá a que la sabiduría del grupo pueda funcionar correctamente.


  1. #1 ofion_serpiente 11 de dic. 2005





    Pagina nueva 2










  2. #2 lucusaugusti 11 de dic. 2005

    Los textos favorables (¿¿) sobre la vida de Jesús relacionados en el artículo son de procedencia romana en su mayoría. A Josefo se le puede incluir entre ellos pues su texto está a “sueldo” de Roma. Las menciones hebreas son “todas calumniosas” según parece.
    El Jesús que nos presentan es una creación romana muy posterior a su vida.
    Es la figura de Jesús heredera del Imperio romano, recoge en sus evangelios de manera sincrética referencias de las religiones del Mediterráneo y bajo la profesión de la fe.
    Si Jesús existió muy poco tiene que ver con la elección dogmática de los textos del Concilio de Nicea en el 325 por el milagro descrito en Libelus Syndicus.
    Los evangelios nos son textos históricos, su materia es la teología.
    La teología de una casta de poderosos.

    Existe un texto simple que describe a Jesús, al llamado Cristo. Es su tetragrama:

    Tetragrama de Arjo

    Y que pertenece a la tradición primordial muy anterior al nacimiento en Belén de Jesús.
    Significa “Principium” el Origen, el Logos.
    Nos han “vendido” que su presencia es la del Cristo. Es una usurpación de la simbología antigua greco-romana.
    Si solo una palabra, que aún hoy es utilizada en el vocabulario griego, puede ser tergiversada y corrompida, como símbolo del poder de una casta. Y significar lo contrario a su significado original. Que no podrán hacer con textos completos redactados desde la caverna de la manipulación.

    El verdadero Jesús es conocimiento, su símbolo es una letra alfa, letra primera del alfabeto y del saber.
    Frente a ello la casta del poder, la oligarquía, ha vendido la imagen del pez, símbolo de la sumisión y de la fe en el poderoso.

    Existe una completa manipulación de los símbolos de Jesús:




    El tetragrama “arjo” y la letra alfa.
    Textos Históricos sobre Jesús y manipulados a voluntad.
    Símbolos del conocimiento de un Maestro. Jesús y los primeros cristianos se identificaban con la letra alfa como un compás, por ser el instrumento de los maestros carpinteros. El predicaba el conocimiento, el progreso del hombre libre.

    Veamos la manipulación de un símbolo que en origen representa conocimiento, dice la curia de Roma:

    “Pez Ichthus
    Símbolo de Jesucristo
    "Ichthys" es pez en griego. Al mismo tiempo las letras de la palabra son las iniciales de las palabras:
    Iesous Christos Theou Yios Soter
    Ichthus: I = Iesous (Jesús); Ch = Christos (Cristo); Th = Theou (Dios); U=Uios (Hijo); S=Soter (Salvador)
    Significado: "Jesús, Cristo, Hijo de Dios, Salvador"
    El símbolo del pez y el críptico "Ichthus" fueron adoptados por los cristianos de la Iglesia Primitiva para representar a Jesucristo y manifestar su adhesión a la fe.
    Una profesión de fe
    Los cristianos, siendo minoría en un mundo pagano, tenían sus propios símbolos para identificarse y avivar su fe. En el pez (Ichthus), encontraban la profesión de fe, la razón por la que adoraban a Jesús y estaban dispuestos a morir. “

    Debemos de elegir entre el Jesús de la letra alfa: conocimiento.
    O el Jesús del pez: profesión de fe. Sumisión al dictado.

  3. #3 elpater 01 de abr. 2006

    Bueno, Sr. Giorgio, pues eso es lo que había leído hace tiempo un servidor, acerca de que "había aparecido otro crucificado con huellas de haber tenido un clavo no en la palma ni en la muñeca, sino cerca de ésta, entre el cúbito y el radio". Mi error es que no era "otro", sino el mismo crucificado, con un clavo en el talón y huellas de otro en el antebrazo.

    Transcribo:
    "The lower third of his right radial bone contains a groove that was probably caused by the friction between a nail and the bone. Hence, his arms were nailed to the patibulum through the forearms and not through the wrists, the bones of which 'were found undamaged.' It is logical to infer, therefore, that, contrary to the customary portrayal in paintings and biographies,' Jesus had his arms pierced and not his hands."

    En http://www.pbs.org/wgbh/pages/frontline/shows/religion/jesus/crucifixion.html

    Hay un montón de páginas hablando del caso en todos los idiomas. Pero pocas en las que se cite lo de la huella causada por la fricción entre el clavo y el hueso del antebrazo. En general sólo citan el clavo en el/los talones, en lo que también hay división de opiniones. En lectura en diagonal me parece entender que el primer artículo (de 1970/71, que tampoco hay acuerdo en la referencia bibliográfica) hablaba de un solo clavo que perforaba ambos talones, mientras que una segunda lectura en 1985 establece que cada talón había sido clavado por separado, cada uno en el lado correspondiente de la vertical de la cruz.

    En general las páginas no son serias. Apologética y poco más. Hay una fotografía recurrente con dos imágenes. La de la derecha es el hueso y clavo originales; a la izquierda aparece otra imagen en la que se representa una reconstrucción actual de un pie completo clavado por el talón a una tablilla; una imagen didáctica de la interpretación de la foto original. Muchas páginas entienden que las dos imágenes son antiguas, pero la realmente simpática es una que interpreta que no se trata de pies, sino de manos...

    Lo que sí parece claro es que el hallazgo original es de 1968: lleva ya tiempo rulando por el mundo adelante. Y efectivamente parece ser el único resto de crucificado encontrado hasta ahora.

  4. #4 Hannon 01 de abr. 2006

    Sobre el uso de clavos en la crucifixión:

    (c) –Del texto y de las notas- Eva Cantarella; Los suplicios capitales en Grecia y Roma. Orígenes y funciones de la pena de muerte en la antigüedad clásica, Madrid 1996 (Milán 1991), pp. 182-185.


    El uso de los clavos: la inscripción de Pozzuoli y el Santo Sudario. Henos aquí, tras este reconocimiento sumario del instrumento de suplicio (1), prestos a encarar el problema cuya solución, junto a los elementos de los que ya disponemos, permite responder finalmente a la cuestión de la que habíamos partido: ¿el suplicio en el árbol infelix era verdaderamente una crucifixión, como sostuvieron todos los que, de Mommsen en adelante, han seguido las indicaciones de Lipsius?

    En este punto (puesto que el suplicio del árbol preveía que se atase al reo con una cuerda) surge necesariamente la consideración de la debatidísima cuestión de los clavos. ¿Estamos eguros de que la crucifixión romana preveía el uso de clavos?

    En realidad las fuentes dejan pocas dudas al respecto.

    En la Mostellaria de Plauto el esclavo Tranión promete un talento a quien consiga descender de la cruz, “pero con la condición que sus manos y sus pies están clavados dos veces” (2).

    Por su parte Séneca equipara los deseos (cupiditates) a las “cruces a las que cada uno de nosotros se clava las manos” (3). Sabemos por Lucano que los clavos de las cruces se utilizaban para realizar sortilegios (4). Para terminar, los Evangelios atestiguan que Cristo fue clavado a la cruz (5). Pero curiosamente es precisamente a partir de la descripción de la muerte de Cristo que surgieron las dudas y debates añejos sobre la esencial y contestada necesidad del uso de clavos.

    En efecto, en un pasaje de Tertuliano leemos que Cristo fue el único a quien se crucificó “tam insignifer” (6). Cuando lo leyó Mommsen pensó que la particularidad de la ejecución de Cristo consistía, precisamente, en el uso excepcional, o al menos no habitual de clavos. Desde este punto de vista, el suplicio del árbol (al que no se clavaba al reo sino que se le ataba con una cuerda) podía muy bien ser una forma primitiva de crucifixión. Pero ante el testimonio concordante de las fuentes, esta hipótesis nos deja extremadamente perplejos.

    Al decir que Cristo fue el único en ser crucificado “tam insignifer”, Tertuliano, en primer lugar, no pensaba en los clavos (como queda claro a la luz de lo que hemos visto sobre las técnicas de construcción de la cruz), sino al uso de una cruz especialmente alta y visible o bien, para usar el término romano, de una cruz “sublime”, como lo fue, precisamente, la reservada a Cristo.

    En segundo lugar –para probar de modo incontrovertible que se clavaba a los crucificados– a los testimonios ya examinados se añade otro, inequívoco, de una inscripción publicada en el año 1967 que contiene algunas reglas (las únicas reglas jurídicas sobre la materia de las que tenemos conocimiento) sobre posibles modos de crucificar a los esclavos delincuentes (7).

    En las líneas 8-10 de la inscripción (que data de los primeros años del principado) leemos que si el patrono decidía encargarse de la ejecución privadamente tenía que dirigirse a un redemptor, cuya tarea consistía en proporcionar el material necesario para ejecutarla, es decir, las vigas, cadenas y cuerdas para los fustigadores (asseres vincula restes verberatoribus), y tenía que retribuir a los operarios que habían colaborado en la construcción de la cruz, los fustigadores y el verdugo con una suma fijada por la propia lex. Las cuerdas de las que habla la inscripción no servían para asegurar al condenado a la cruz, por lo tanto, sino para fustigarlo. Pues que se fijaba al condenado a la cruz con clavos queda asegurado por las líneas 11-14, que preveían la posibilidad de que el patrono, aunque se ocupase personalmente, pidiese que la ejecución tuviese lugar publice, es decir, bajo la supervisión de los magistrados municipales. En este caso, los instrumentos materiales de la ejecución, que tenían que suministrarse gratuitamente, se enumeran de este modo: cruces, clavos, brea y antorchas. Abramos un pequeño paréntesis para explicar para qué servían la brea y las antorchas. Según una hipótesis, para atormentar al condenado a la cruz con hierros candentes; según otra (sostenida por quien considera que la inscripción no se refiere sólo a la crucifixión, sino también a otros suplicios), para ejecutar a los delincuentes a los que se había decidido quemar vivos (8). Pero lo que queda claro es que a los crucificados, fuesen torturados o no con hierros candentes, se les clavaba. Llegamos de este modo a un último problema cuyo interés histórico sería en realidad inexistente y del que podríamos prescindir tranquilamente si la solución no aportase, inesperadamente, una confirmación a mayores de los testimonios hasta aquí examinados.

    Abunda la iconografía de imágenes del Redentor con los clavos plantados en medio del metacarpo. El Santo Sudario (considerado durante siglos un documento histórico por los numerosos estudiosos de la crucifixión impulsados por exigencias más religiosas que históricas) parece indicar por el contrario que los clavos no se fijaban en la mano, sino en medio del carpo, es decir, en la línea de flexión de la muñeca. Así pues, demostrar que los clavos se plantaban en el carpo significaba valorizar la autenticidad de la reliquia. ¿Pero cómo demostrarlo? Aunque pueda parecer increíble, con una serie de experimentos inauditos y macabros sobre cadáveres, llevados a cabo por el doctor B. Barbet y expuestos en el libro La passione di N.S. Gesù Cristo secondo il Chirurgo (9. De algunos de estos experimentos (como, por ejemplo, los destinados a establecer qué ángulo adoptaban los brazos tensados por el peso del cuerpo, o cuál era el ángulo de flexión de las piernas y de las rodillas) podemos, afortunadamente, prescindir, así como podemos prescindir del debatido problema de la técnica del clavado de los pues al stipes: ¿un clavo para cada pie, como piensan algunos, o bien un solo clavo que atravesaba los dos pies cruzados, y más precisamente, el pie izquierdo posado de plano sobre el madero y el pie derecho deslizado bajo el izquierdo? (10).

    Los únicos detalles anatómicos relativos a la técnica del suplicio y los únicos experimentos macabros en la materia que nos pueden interesar en alguna medida son los destinados a mostrar que los brazos se clavaban en el patibulum con dos clavos fijados no en el metacarpo sino en la línea de flexión de la muñeca, cosa que, en efecto, fue demostrada por Barbet. Las manos atravesadas por clavos, demostró, no sostenían el peso del cuerpo sino que se desgarraban haciendo que el cuerpo se cayese. Sin embargo, las muñecas sostenían el cuerpo perfectamente: el clavo fijado en el espacio de Destot se bloqueaba fácilmente por los huesos en torno a este espacio (capitado, uninado, semilunar, piramidal) además de por el ligamento anular anterior, y constituía un punto de apoyo muy sólido (11).

    Se trata en verdad de experimentos difíciles de creer, los ejecutados sobre corpore vili (tal como se consideraba evidentemente el cadáver) y sufragados –según su autor- por la autoridad del Santo Sudario 12. Por no hablar, después, de las conclusiones extraídas del presupuesto de la indiscutible autoridad del Santo Sudario como documento histórico 13. Pero si se han recordado estos experimentos existe una razón. Más allá de la lógica y de los intentos que los han inspirado, algunos de ellos han llevado a resultados de algún modo utilizables históricamente. La anatomía confirma el testimonio por lo demás inequívoco de las fuentes. Si los clavos se plantaban en el carpo, la crucifixión con los clavos era posible. Ningún obstáculo técnico se interpone a la posibilidad de creer que se clavase a los condenados a la cruz.

    Este punto se hace evidente porque Cicerón, para hacer creíble la acusación dirigida a Labieno de haber intentado hacer crucificar a un romano según los comentarios de la lex horrendi carminis (de acuerdo con la cual, como sabemos, el condenado debía ser atado a un árbol con una cuerda), se ve obligado a omitir la palabra reste (es decir, con la cuerda, precisamente): porque (14) en Roma se crucificaba con clavos”.













    (1) Más informaciónes en J. Thoby, Le crucifix, cit.

    (2) Plauto, Mostell., 359-360.

    (3) Séneca, Dial.,7, 19, 3.

    (4) Lucano, 6, 543.

    (5) Lucas, 23, 26-33; Juan, 19, 17-20; Marcos, 15, 21-27; Mateo, 27, 32-44.

    (6) Tertuliano, adv. Marcionem, 3, 19.

    (7) La inscripción fue publicada por L. Bove, Due nuove iscrizione di Pozzuoli e di Cuma, en Rendiconti Accademia Archeología Lettere Belle Arti Napoli, 41, 1967, 207 y sigs.

    (8) Discusión del problema en P. De Martino, I supplicia nell’iscrizione di Pozzuoli, en Labeo21 (1975) 211 y sigs.; ahora en Diritto e società nell’antica Roma, Roma 1979, pág. 496 y sigs.

    (9 Edición original francesa La passion de N.S. Jésus Christ selon le Chirurgien, Issoudun, Dillen et Cie. Editeurs, 1950, trad. italiana, Turin 1951. Del mismo autor véase también Le cinque piaghe di Cristo, Turín 1939.

    (10) Para el uso de un clavo para cada pie véase J. Blinzer, Il processo di Cristo, cit., pág. 349. Para la hipótesis de la crucifixión con tres clavos véase por el contrario J. Thoby, Le crucifix, cit., pág. 5. Entre la amplia bibliografía sobre el tema véase J. J. Collins, The Crucifixion of Our Lord and Some Medical Data, en The Catholic Biblical Quarterly 12 (1950) 171 y sigs. Resumen del debate en J. Thoby, Le crucifix, cit. págs. 5-6.

    (11) Cfr. también C. Nardi, Il processo di Gesù “Re dei Giudei”, Bari 1966, pág. 155 y sigs. (en especial pág. 158, n. 6).

    (12) La tesis de Barbet ha sido criticada por P. Caligaris, La Crocifissione, en Paideia7 (1952) 218 y sigs., que vuelve a proponer la hipótesis del clavo en la palma, junto al cual se utilizarían cuerdas atadas a las muñecas del condenado para sujetar el cuerpo del condenado, así como el suppedaneum que sostenía los pies.

    (13) Amplia bibliografía y ejemplos en J. Blinzer, Il processo di Gesù, cit., pág. 340. Como a uno más entre muchos, se envolvió a Cristo en el sudario mientras su corazón todavía latía. Sin embargo, observa Blinzer que, “en general, recurriendo al Santo Sudario de Turín se ha impedido, más que promovido, una clarificación del aspecto médico de la muerte de Jesús” (p. 342, n. 54).

    (14) Así, W. H. Oldfather, Livy I, 26, cit., pág. 57.

  5. #5 luisote 01 de jun. 2007

    Llevo esperando algún tiempo por si aparece algún otro comentario sobre el tema porque
    en mi opiníón las cosas no están tan claras.

    Bueno, quizás mi opinión ya sea conocida por lo dicho en otro sitio de celtiberia que
    trataba del mismo tema.

    De modo que voy a pegar un artículo de los muchos que he encontrado en Google (lo siento
    no dispongo de libros para consultar y sé que lo que se encuentra en Google hay que cogerlo
    con pinzas).

    Termino este breve comentario con esta frase de la doctora Canto que a nadie parece interesarle:

    "Eso me recuerda algo que siempre me ha hecho gracia desde que llegó la democracia (bueno,
    este sucedáneo que nos dan)".


    Este el texto que quería pegar:

    Una mirada a algunos autores romanos seculares.


    --------------------------------------------------------------------------------

    Introducción.

    Soy constantemente bombardeado por los cristianos (y a veces no-cristianos) con citas y referencias de autores seculares romanos con respecto a la historicidad de Jesús.

    Mi opinión personal es que Jesús es un mito creado a partir de los centenares de mitos paganos que eran creidos en ese entonces. Escribo este artículo para ofrecer una visión alternativa acerca de la confiabilidad, o debo mas bién la falta de confiabilidad, de estas fuentes históricas como evidencia histórica de Jesús. Apreciaría cualquier comentario sobre este material por parte de esta comunidad.

    Entiendo que la mayoría de las referencias tempranas a Jesús de los autores seculares romanos son referencias solo a lo que les dijeron los cristianos sobre Jesús, pero algunos de éstas me son desconcertantes, así que comencé una investigación por mi cuenta en base a artículos de libros, revistas, otros foros e Internet, estas son mis conclusiones.

    Las únicas referencias a Cristo antes de los primeros evangelios del nuevo testamento que fueron publicadas es Flavio Josefo, que es tan claramente un fraude piadoso del cuarto siglo que la mayoría de los eruditos cristianos no lo utilizan como evidencia de nada, excepto para demostrar que la iglesia temprana mintió para sostener la veracidad de los Evangelios. Sorprende mucho que mucha gente sigue usando esta referencia como evidencia de la existencia de un Jesús histórico. Todas las demás referencias vinieron después que los Evangelios entraron en circulación y esto no demuestra nada.

    Consideraciones.

    G. A. Wells es el escritor más prolífico acerca de la controversia sobre Flavio Josefo y su conclusión es que la cita de Flavio Josefo es una falsificación. Básicamente, el argumento basado en Flavio Josefo es un acto de desesperación, y si alguien me dijera que cree que la cita de Flavio Josefo es autentica, sospecharía inmediatamente que cualquier otra cosa que dijera a menos que sea algo aceptado ya como la verdad histórica. Es decir nunca confiaría en la información que viene solamente de una fuente que utilice la cita de Flavio Josefo.

    Si se puede encontrar cualquier referencia a Jesús que sean:

    1.- Independiente de la Biblia, es decir del Nuevo Testamento Canonico, y también los apócrifos.

    2.- Fue escrito antes que los Evangelios del Nuevo Testamento entraran en circulación.

    3.- Demostrable genuino.

    Estoy seguro que varios de nosotros quisieramos saber de ellas. Sabemos solamente lo que los eruditos bíblicos toman seriamente. Algunos mezclan las cosas (es decir, citando fuentes con fecha posterior a la puesta en circulación de los Evangelios), o se las inventan a medida que avanzan en sus demostraciones, siendo esto una práctica común entre los apologistas cristianos.

    Pero la mayoría de los eruditos bíblicos tienen un sentido de honestidad, y no utilizan argumentos que no tienen por lo menos cierto sentido o credibilidad. Solamente los chapuseros evangélicos tienden a utilizar estos argumentos desfasados y falaces, y hacen esto porque saben que quién lee sus libros (personas sin educación formal, cristianos ingenuos) son legos en la materia y sin juicio crítico como para saber la diferencia. Están buscando proselitos y no establecer una verdad histórica; quieren vender sus libros, y no contribuir al debate sobre la existencia objetiva de Jesús desde el punto de vista histórico.

    Más importante, aún si establecieran la existencia de un Jesús histórico, ellos todavía les resta trabajo por hacer pues tienen que demostrar que los Evangelios son historicamente exacto respecto a ese Jesús historico; es decir, ese Jesús era el Hijo del Dios, nacido de una Virgen, muerto por nuestros pecados, se levantó de los muertos, y vendrá otra vez para juzgar al justo y al pecador. Solo porque Jesús existió no significa que él haya sido quien ellos dicen que fue.

    Uno de los mejores libros que sigue esta línea es "Deconstructing Jesús" de Robert M. Price, que demuestra que no había consenso en cuanto a quién era Jesús hasta que los Concilios comenzaron a reunirse en el tercer siglo para decidir precisamente eso. Después de esto, cualquiera que enseñara un "Jesús diferente" era condenado a muerte y sus libros quemados en la hoguera. Hay quienes creen que debido a esto los famosos Rollos del Mar Muerto fueron puestos en una cueva para escapar a la persecusión de la "ortodoxia" cristiana de ese momento y evitar que estos los quemaran. Por supuesto, esto no ha podido ser demostrado. Por lo tanto, para hablar de Jesús primero se tiene que establecer el Jesús de qué secta o denominación cristiana temprana estamos hablando.

    Casi todo lo que se sabe sobre la vida de Jesús, también llamado Jesús Cristo, después de que se establece el cristianismo, está contenido en los cuatro Evangelios del Nuevo Testamento, especialente estos: Marcos, Mateo, y Lucas, los "sinópticos". Estos relatos fueron escritos de 60 a 100 o más años después del nacimiento de Cristo por hombres de diversos caracteres. Difieren en algunos detalles pero coinciden en todo lo esencial. Jesús mismo no dejó nada escrito de su propia mano. Aparte de la mera mención de dos historiadores romanos, en los trabajos escritos dentro del siglo después de su muerte, los historiadores seculares contemporaneos a Jesús no dijeron nada sobre este hombre que ha tenido una influencia tan profunda en la vida y en el mundo.

    Para clarificar este punto en profundidad miraremos rápidamente las fechas de nacimiento de estos autores seculares y veamos si habrían podido ser testigos presenciales de los acontecimientos de la vida de Jesús. Si no, entonces todo lo que se puede decir acerca de las llamadas evidencias es que son rumores y no prueban nada excepto que estos autores estaba repitiendo lo que oían de otros. Una historia que se basa en registros orales para su transmisión es muy suceptible a modificaciones y "realces" de todo tipo, como se puede comprobar con numerosos ejemplos de la vida diaria.

    Los autores.

    La lista siguiente contiene los nombres, seguidos por las fechas de su nacimiento y muerte de los historiadores y de los escritores seculares de la antigüedad que refieren a Cristo o al cristianismo (prestese antención al hueco que hay entre la muerte de Jesús y el nacimiento de estos historiadores, las fechas mostradas son en Era Común). Para este ensayo voy a asumir que la muerte de Jesús ocurrió en el 30 E.C. (esto no significa que creo que Jesús existió)

    Tácito, el historiador romano; "Anales"; escrito en el 109 E.C. 79 años después de la muerte de Jesús.

    Suetonio: ( 69 - alrededor del 140 E.C.) Todo lo que escribió son rumores. Nació 39 años después de la muerte de Jesús.

    Plinio el Joven: (61/62 - 113 E.C.) nació 30 años después de la muerte de Jesús.

    Epicteto: (55 – 135 E.C.) nació 25 años después de la muerte de Jesús.

    Luciano: (120 - 180 E.C.) nació 90 años después de la muerte de Jesús.

    Aristides; "El Justo" (530 - 468 A.E.C.) Cómo podría escribir algo sobre Jesús o el cristianismo, si murió 468 años antes del nacimiento de Jesús. La enciclopedia católica nombra otro escritor con ese nombre que nació en 123 - 127 E.C., pero otra vez cualquier cosa que haya escrito serían solamente rumores porque habría nacido 93 años después de la muerte de Jesús.

    Galeno: (129 - 200 E.C.) nacido 99 años después de la muerte de Jesús.

    Lampridius: No pude encontrar información concensuada con respecto al nacimiento y muerte de este autor pero encontré referencias a él.

    Sin embargo, una serie de historias acerca del imperio romano a partir del 157 a 285, se han atribuido a los siguientes seis autores: Delius Sparti, Julio Capitol, Ælius Lampridius, Vulcatius Gallicanus, Trebellius Pollio, y Flavius Vopiscus.

    En la página web http://en.wikipedia.org/wiki/Historia_Augusta se indica que "Aelius Spartianus", "Iulius Capitolinus", "Vulcacius Gallicanus", "Aelius Lampridius", "Trebellius Pollio", y "Flavius Vopiscus" - son todos ficticios, y que el trabajo fue compuesto por un solo autor en el siglo IV; entre la evidencia era que la vida de Septimius Severus fue copiada de Victor Aurelius, y que la vida de Marcus Aurelius utiliza el material de Eutropius. Estudios recientes también demuestran mucha consistencia de estilo, y la mayoría de los eruditos ahora aceptan la teoría de un solo autor de identidad desconocida. El análisis estilístico asistido por computadora, sin embargo, arroja resultados ambiguos; algunos elementos estilisticos son absolutamente uniformes a través del trabajo, mientras que otros varían de una manera que sugieren escritores múltiple (¿añadidos posteriores?).

    Lo cierto que este autor (o autores) escribió sobre un emperador nacido después del 157 E.C., por lo tanto debe de haber nacido por lo menos un siglo después de la muerte de Jesús, cualquier cosa que haya escrito sobre el sujeto podrían ser solo rumores.

    Dio Cassius: (155 – 235 E.C.) Nacido 125 después de la muerte de Jesús.

    Hinnerius (¿Ireneo?): imposible encontrar fecha de nacimiento.

    Libanius: (314- 393 E.C.) nacido 284 años después de la muerte de Jesús.

    Ammianus Marcellinus: (330 - 395 E.C.) nacido 300 años después de la muerte de Jesús.

    Eunapius: (347/8 – 415 E.C.) nacido 310 años después de la muerte de Jesús.

    Zosimus: fue proclamado Papa en el 417, definitivamente no estaba vivo cuando la muerte de Jesús.

    Otros han escrito libros enteros en contra del cristianismo, incluyendo a:

    Luciano: (120 - 180 E.C.) nacido 90 años después de la muerte de Jesús.

    Celso: también conocido como LUCIUS CAECILIUS FIRMIANUS LACTANTIUS (o CAECILIUS o CAELIUS). Vivió entre el 240 y el 320 E.C. asi que nació 210 años después de la muerte de Jesús.

    Porfirio: (233 - 305 E.C.) nacido 203 años después de la muerte de Jesús.

    Hierocles: (284 - 305 E.C.) nacido 254 años después de la muerte de Jesús.

    Juliano El Apostata: (332 - 363 E.C.) nacido 302 años después de la muerte de Jesús.

    Muchos otros, incluyendo escritores judíos, también han escrito sobre Jesús Cristo; se incluyen:

    Poncio Pilatos: el procurator de Judea que condenó a Cristo a la muerte, escribió de esas actividades extraordinarias a Tiberio Cesar en un relato al parecer bien conocido, que ha sido referido por varios personajes históricos. Un apologista cristiano, algunos años más tarde, escribiendo a otro Cesar, le animó a que comprobara en sus propios archivos, y encontrara el informe de Poncio Pilatos que mostraban que estas cosas eran verdad. En este informe largo, después de describir los milagros de Cristo, Pilatos dice: (tomado de http://www.newadvent.org/cathen/01601a.htm#III2).

    Poncio Pilatos, informe a Tiberio Cesar:

    Poncio Pilatos a Tiberio Cesar, el Emperador, saludos.

    Sobre Jesús Cristo, aquel caso que había dispuesto para a usted en mi última, por la voluntad de la gente un castigo ejemplar se ha inflingido, yo mismo estando en un modo poco dispuesto y algo asustado. Un hombre, por Hércules, tan piadoso y estricto, como ninguna edad ha tenido ni tendrá siempre. Pero grandes eran los esfuerzos de la gente misma, y la unanimidad de todos los escribanos y principales hombres y ancianos, de crucificar a este embajador de la verdad, a pesar de sus propios profetas, y después de nuestros consejos, advertiendoles contra ella.

    Y señales sobrenaturales aparecieron mientras que él colgaba, y, en la opinión de filósofos, amenazas de destrucción al mundo entero. Sus discipulos están prosperando, en su trabajo y la regulación de sus vidas bajo sus amos; sea, en su nombre más benefactor. Yo no había estado asustado del levantamiento de sedición entre la gente, que estaba justo a punto de explotar, quizás este hombre aún habría estado vivo entre nosotros; aunque, urgido más por la fidelidad a su Dignidad que inducido por mis propias deseos, según mi fuerza no me opuse que la sangre inocente, libre de todos los cargos traídos en contra, pero injustamente, con la malignidad de hombres, debe ser vendido y sufrir, con todo, mientras que para las Escrituras significa, su propia destrucción.

    Adiós,

    Marzo 28.

    Nota: Ésta no es una genuina carta de Poncio Pilatos; más bien es un ejemplo de literatura apocrifa sobre Pilatos. Para más información, ver http://www.knight.org/advent/cathen/01601a.htm.

    En los actos apócrifos de Pedro y de Pablo (se creen fueron escritos entre 150 - 200 E.C. y fueron excluidos del Canon del Nuevo Testamento) allí se incorpora una carta que pretende haber sido enviada por Poncio Pilatos al Emperador Claudio Tiberio. Allí brevemente se relata el crimen de los judíos en perseguir al santo prometido para ellos por su dios; enumera sus milagros, e indica que los judíos acusaban a Jesús de ser un mago. Pilatos que también cree en esto, le entrega a Jesus a ellos. Después de la resurrección, los soldados que el gobernador había puesto en la tumba, fueron sobornados por los líderes judíos para que no dijeran nada del asunto, aún así los soldado cuentan los hechos. La carta concluye con una advertencia contra lo mentiroso que son los judíos. Este relato es claramente apócrifo ya que tienen una resemblanza a las referencias de ciertos autores ecleciásticos como los Actos y la Gesta de Pilatos. Tertuliano (Apologia, xxi) después de dar un bosquejo de los milagros y de la pasión de Cristo, agrega: "todas estas cosas Pilatos... anunció a Tiberio Cesar." Una comparación entre esto y el pseudo-informe de Pilatos revela una dependencia literaria entre ellos, aunque los críticos difieren en cuanto a la prescedencia de estos documentos. En los capítulos 35, 38, y 48 de "Apologia" de Justino, el padre apela confiadamente como prueba de los milagros y de la pasión de Jesús a los "actos" o registro de Poncio Pilatos que existen en los archivos imperiales. Mientras que es posible que Justino pudo haber oído hablar de tal informe, e incluso probable que el procurador transmitió un cierto informe de los acontecimientos en Jerusalén a Roma, es por otra parte admisible que la aserción de Justino se basó en nada más que hipótesis. Ésta es la opinión de la mayoría de los expertos. Durante las persecuciones bajo Maximin en el siglo IV, Actos de Pilatos anti-cristianos fueron compuestos en Siria, tal como nos indica Eusebio; es probable que la carta de Pilato fue fabricada como compensación a esto.

    Esto me hace preguntar por qué este documento fué omitido del canon del Nuevo Testamento, especialmente cuando contiene un informe de Pilatos admitiendo que él mismo había crucificado a Jesús. Además ¿por qué este documento sigue permaneciendo en la obscuridad teniendo tan importante testimonio de la vida y la muerte de Jesús?.

    Otro escritor secular, Thallus, en el 52 E.C., escribe sobre la falta de luz solar desde el mediodía hasta las tres, y dice que esto se debe a un eclipse. ¡Sin embargo sabemos que crucificaron a Cristo en el tiempo de la Pascua, cuando había Luna llena, no puede haber un eclipse de Sol cuando es tiempo de Luna llena! A pesar de esto el escritor siente que debe dar una explicación racional sobre el suceso.

    Desafortunadamente, sus escrituras se encuentran unicamente citadas en otras. Julio Africano, un cristiano que escribió al rededor del 221 E.C. menciona la cita de Thallus de un eclipse del Sol. Ésto es sospechoso, debido a la práctica común de falsificación entre los escritores cristianos de ese monento. Por ejemplo, la falsificación de Flavio Josefo.

    Conclusiones.

    Ahora repasemos esta información. Del lado cristiano, la importancia creciente del Argumento Cristológico para la existencia de Dios en las modernas enseñanzas evangélicas ha traído preguntas acerca de la historicidad de Jesús de Nazareth que urge responder. El criterio usual de los historiadores sobre la autenticidad, documentación, y cosas por el estilo, tienden a ser quitados del discurso histórico ordinario, para tomar una renovada importancia en teología critológica. Sin embargo, la opinión de la mayoría de los eruditos históricos, incluyendo judíos religiosos, es que Jesús era un personage histórico real, sin embargo Jesús no pudo haber vivido en el momento en que los Evangelios del Nuevo Testamento indican. En todo caso, si él realmente vivió es secundario, los relatos contados sobre él en el Nuevo Testamento son casi con seguridad ficticios, y están totalmente sin apoyo por cualquier otro texto histórico a partir de ese período.

    En el lado opuesto de la pregunta, el más prolífico de esos eruditos bíblicos que niegan la existencia histórica de Jesús es profesor alemán, George Albert Wells, quién propone que Jesús fuera originalmente un mito, otro ejemplo es Earl Doherty, que sugiere que la idea de Pablo acerca de Jesús fué derivada de su lectura de la biblia hebrea. En esta visión, Pablo nunca se encontró u oyó de una persona real llamada Jesús de Nazareth (o de Belén), mas bién creía en un Jesús que murió en algun plano etéreo al principio del tiempo, o en algún momento remoto de la historia. El personaje de Jesús de Nazareth fue compuesto algún tiempo después de Pablo, reuniendo profesías y pseudoprofesías del Antiguo Testamento, y adornos que la gente le fué agregando posteriormente. En esta visión, la interpretación del significado de Jesús, también fue recogida por mitos mesianicos, apocalípticos y de resurrectionistas que eran comunes durante la última edad helenística.

    Los racionalistas dicen que la historia entera de Jesús se apoya en el rumor. Los cristianos creen en ella porque gente que piensan son convincentes (por ejemplo la Iglesia Católica) también la cree y dicen que es verdad (historias que realmente les fue pasada por tradición más que por hechos fácticos). Los cuentos no prueban nada en sí. Hay millones de cuentos en el mundo que se han transmitido por tradición, con similaridad de autoridad y rumores. La historia entera del Jesús se apoya en el rumor. Hay bastantes "pedazos de la verdadera cruz" para construir un modelo a escala completa de las caravelas de Colón; la evidencia ha sido falsificada sistemáticamente por siglos.

    Otros afirman que los aspectos de la vida de Jesús según lo relatado en el Nuevo Testamento se derivaron de religiones mistéricas populares en el imperio romano en ese período. Estas religiones adoraban figuras de salvadores tales como Isis, Horus, Osiris, Dionysus y Mithras, y el gnosticismo cristiano que prosperó en los 2do y 3er siglo abiertamente combinó imágenes e historias cristianas con las creencias y las prácticas de las religiones misterias prevalecientes en el Mediterraneo. Los autores de este punto de vista fechan generalmente los Evangelios mucho más tarde que la corriente principal de eruditos y afirman que existe corrupción textual en los pasajes que apoyan la existencia de Jesús en Pablo y Flavio Josefo como interpolado.

    No hay así testimonio histórico independiente de Jesús de fuentes no cristianas. ¿Cómo podemos interpretar esto? Demuestra que Jesús nunca provocó ningún impacto apreciable durante su vida, ni entre los romanos, ni entre los judíos. Su banda de seguidores debe haber sido bastante insignificante para que no sean nombrados por los escritores judíos contemporáneos tales como Philo, Justus y Flavio Josefo. Su impacto entre los romanos es todavía incluso menor tanto para Tácito como para Suetonio, pues no tienen ninguna fuente histórica independiente de Jesús, y confiaron en la opinión popular para informarse sobre su fundador. De esto podemos concluir que durante su vida y por algunos años después de su muerte Jesús seguía siendo un profeta galileo obscuro.

    21 de Junio del 2004

    Lectura complementaria:

    ¿Una Falsificación de Eusebio?: http://groups.msn.com/retoatodosloscristianos/
    fraudeviii.msnw?action=get_message&mview=0&ID_Message=6323

    La evidencia de Plinio el Joven: http://groups.msn.com/retoatodosloscristianos/
    fraudeviii.msnw?action=get_message&mview=0&ID_Message=6373

    Referencias:

    The Jesus Myth - G. A. Wells - 1999 - http://www.amazon.com/
    exec/obidos/ASIN/0812693922/102-1799507-3203334

    Deconstructing Jesus - Robert M. Price - 2000 - http://www.amazon.com/exec/obidos/tg/detail/-/1573927589/ref=pd_sbs_b_3/102-1799507-3203334?v=glance&s=books

    The Jesus Puzzle - Earl Doherty - 1999 - http://www.amazon.com/exec/obidos/tg/detail/-/0968601405/ref=pd_sim_books_1/102-1799507-3203334?v=glance&s=books (hay una versión en castellano en línea aqui: http://www.geocities.com/torosaurio/JesusPuzzle/jesus.html )

    Catholic Encyclopedia: http://www.newadvent.org/cathen/01601a.htm

  6. #6 p.arizabalo 02 de jun. 2007

    C:G. Jung (obra citada en mensaje anterior)

    "Para cierta mediocridad intelectual -caracterizada por un racionalismo ilustrado- una teoría científica que simplifique lascosas constituye un excelente recurso de defensa, debido a su inquebrantable fe del hombre moderno en todo lo que lleve la etiqueta de "científico". Tal rótulo de inmediato tranquiliza el entendimiento, con resultados casi tan buenos como los de Roma locuta causa finita. En mi opinión, desde el punto de vista de la verdad psicológica, toda teoría científica, por sutil que sea, posee en sí menos valor que el dogma religioso, y ello por el simple motivo de que una teoría es por fuerza abstracta y esclusivamente racional, al paso que el dogma expresa por su imagen la totalidad irracional...//...Además el dogma debe su existencia y su forma, por un lado, a las experiencias de la gnosis [p.arizabalo: no confundir con gnosticismo] llamadas inmediatas y reveladas, como, por ejemplo, el Hombre-Dios, la cruz, La Inmaculada Concepción, La Trinidad, etc.- y por otro a la ininterrumpida colaboración de muchos espíritus y siglos ...//... hay que tomar las imágenes cristianas a que he hecho referencia no son exclusivas del cristianismo (si bien éste les ha dado un desarrollo y una perfección de sentido que apenas admite parangón con las de otras religiones)" Etc.


















  7. Hay 6 comentarios.
    1

Si te registras como usuario, podrás añadir comentarios a este artículo.

Volver arriba