Autor: Carlos Sánchez-Montaña
domingo, 25 de febrero de 2007
Sección: Roma y Grecia en Celtiberia
Información publicada por: lucusaugusti
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La Torre de Hércules. El emperador, su legado y el arquitecto que la construyeron

Algunas fechas dan por iniciados los trabajos en el momento en que Octavio Augusto gobernaba sobre las tierras de la Callaecia y cuando era el único promotor de los fantásticos trabajos de ingeniería y arquitectura llevados a cabo en Hispania.























Fechando la Torres de Hércules




..."Estrabon, que habló con tanto conocimiento de los Gallegos, y Mela y Plinio que describieron esta costa con tanta exâctitud, y que no se olvidáron de las Aras de Sestio y de las Torres de Augusto, no pasasen por alto la de Hércules, que por su magnitud les hacia muchas ventajas, y por su situación no podía ocultárseles"...
Joseph Cornide, Madrid - 1792.
Investigaciones sobre la fundación y fábrica de la torre llamada de Hércules, Situada a la entrada del puerto de la Coruña
http://www.estudioshistoricos.com/articulo/jlv/jlv_08.doc
por: Fco-Javier López Vallo

Es común encontrar hoy en día en ensayos, guías y folletos turísticos que el origen de la Torre de Hércules se remonta al gobierno del emperador Trajano en el siglo II d.C.
Parece que la certeza alcanzada en estos tiempos de avanzada técnica no ofrece dudas a los estudiosos y que no existe fisura en la fecha de los comienzos de los trabajos que después de siglos, y tras múltiples vicisitudes, dan como resultado el monumento representativo de la ciudad de A Coruña.
Sin embargo este monolitismo sobre la fecha es solo aparente. No siempre fue esta la consideración, otros estudiosos argumentaron en otro sentido, no sin buenos cimientos, para exponer sus razones.
Estas contrapuestas fechas dan por iniciados los trabajos algunos cuantos años antes, en el momento en que Octavio Augusto gobernaba sobre las tierras de la Callaecia y cuando era el único promotor de los fantásticos trabajos de ingeniería y arquitectura llevados a cabo en Hispania.



Reproduzco extracto del trabajo de López Vallo sobre el texto Florian de Ocampo escrito en 1553:
"Este Príncipe dicen todos los Cronistas Españoles haber sido muy noble, muy justo, muy franco y muy humano, por donde fue siempre muy amado de todas sus gentes. Dicen mas, que pobló diversos Puertos de mar, y que Calix fué su principal asiento, donde todas estas Crónicas tienen creido que fuéron vencidos los Geriones; atribuyendo tambien la población de Sevilla, y afirman que por su causa fue llamada Hispalis, sin hacer memoria del Rey Hispalo, de quien primero hablamos: lo cual nunca me desagradó. Hácenle mas, fundador de Segovia, donde certifican asimismo que labró la puente maravillosa que permanece hasta nuestros días firme y entera, de labor en gran manera suntuosa, por donde traen el agua para la Ciudad. Escriben también haber edificado cierta Torre crecida y altísima, cuya mayor parte dura también ahora sobre las entradas del puerto de la Coruña de Galicia, con un espejo grandísimo; y aun suelen decir que le puso grandes encantamientos para ver los navíos que por la mar anduviesen, antes que llegasen á la Ciudad: lo qual ciertamente fué todo considerado, y no se puediera hablar cosa mas atrevida; porque mucho tiempo después de este siglo que tratamos aquí, se hico la puente de Segovia, que más propiamente se debe llamar caño para le traer el agua; la cual, y ya que sepamos muy averiguado ser edificio labrado cuando los Romanos residían en las Españas, y los Españoles usaban sus labores, y sus trajes, y toda su manera de vivir al modo Romano: hay personas que les parecen hallar indicios bastantes para conjeturar haberse hecho por mandado del Emperador Trajano, Señor de Roma, nuestro natural Español y nuestro Príncipe: pero desde [por "desto"] muy largo trataremos adelante mostrando la verdad, y todo lo que de tal edificio se deba saber. Y pues en la fábrica y en el tiempo de la puente no concertaron; de sospechar es, que tampoco va firme la población de Segovia, como después en el décimo capítulo del segundo libro manifestaremos mayormente que cuanto se pude conjeturar de las buenas Historias, no se hallaban estos días en España poblaciones tan metidas dentro de la tierra como hoy tenemos á Segovia, sino por lo cercano de la mar, ó muy poco más adelante alejadas de ella contra la vuelta del Andalucía y Cataluña, con otras en la costa del mar Océano de Poniente: dado que sea verdad lo que primero diximos en el séptimo capítulo del Rey Brigo y de sus fundaciones, las cuales todas hay sospecha no mala, que debieron ser por aquellas marinas y partes arriba declaradas, y las otras que también allí quedaron apuntadas, fue cierto que se poblaron mucho tiempo después dentro de la tierra con el sobrenombre de Briga, que significa Ciudad en la habla muy antigua de los Españoles.

La Torre que llaman ahora del Faro, sobre la Coruña de Galicia, fue también obra romana, porque hallamos aquel pueblo ser primeramente llamado gran Puerto Brigantino, reputado por uno de los más principales en toda su Provincia: dentro del qual por veneracion y honra de Ocataviano César Augusto, Emperador de Roma y Señor de España, los vecinos y moradores en él mandáron hacer aquella Torre famosa. Y el Maestro que tuvo cargo de su labor fué también Español nombrado Cayo Sevio Lupo, según parece por unas letras que dexó cavadas en unos peñascos cerca de la misma Torre, que dicen de esta manera, tornadas del latín á nuestro romance vulgar.

Cayo Sevio Lope, hijo de Aulo Daniense Lusitano Arquitecto : que significa tanto como Maestro de obras á las victorias de Augusto César la consagró por promesa que de ello hizo: esta memoria pusiéron en las pizarras por haber un estatuto de ley antigua, que ningun Maestro ni persona que tuviese cargo de semejantes obras, podia jamas escribir su nombre dentro del cuerpo de los edificios que se hiciesen á costa de qualquiera República, dado que bien lo podian hacer en las obras que fuesen labradas á sus espensas; la qual instrucción y mandado hallamos hoy dia conservada y escrita dentro en el cuerpo de las leyes Romanas, en el libro de las Pandetas que mandó recolegir el Emperador Justiniano. Y lo que dice del espejo encantado, que Hércules allí puso, fué tan mala ceguera, que no puede ser mayor: porque dexado muy aparte la burla de los encantamientos, queda muy averiguado que la Torre sobredicha no se hizo con otro fin, sino para que de noche pusiesen allí fuegos y lumbreras á los mareantes en que reconociesen tener Puerto seguro, quando tormentas les recreciesen: tambien para los viages y derrotas que traian, si les fuese menester. Esta costumbre de labrar Torres, y hacer en ellas fuego de noche sobre los Puertos y sitios principales, fué siempre muy provechosa y muy usada, y de mucha solemnidad entre los antiguos; llamábanlas en latin Speculas, que significa descubrideros y lugar alto, donde se divisan grandes anchuras de mar, ó de tierra. Los Moros les dicen Atalayas en su lenguage vulgar; y por otro nombre tambien los antiguos les decian Faros, por haber seido la primera parte donde se hicieron una Isla que solia ser cerca de la tierra de Egipto, frontera de la Ciudad de Damiata: la qual Isla se decia Faro, donde tienen algunos creido que fué natural y procediente la casta de los Príncipes Egipcianos, á quien la Sagrada Escritura llama Faraones; y quedándoles costumbre por su respecto de nombrar Farones ó Faraones en la lengua de los Egipcianos, á los mismos que las otras gentes decian Reyes. Allí por mandado de Ptolomeo Filadelfo, Rey en aquellas tierras, un Maestro llamado Sostrato Gnido, labró cierta Torre para los fuegos ya dichos de tan extraña hechura, que quanto duró fué reputada por una de las maravillas del mundo: y aun hoy dia se guarda la costumbre de los tales fuegos en algunos Puertos y Ciudades conocidas, como son Génova de Italia, donde tienen una Torre que llaman agora la Lenterna, para cada noche poner allí fuegos que los navegantes divisan. En Alexandria hacen otro tal, y lo mismo tambien en Caliz sobre la Torre Sant Sebastian, que por otro nombre llaman el farol; y aun muchas veces he visto yo por otros Puertos, que si faltan aquellas Torres, algunas personas tienen costumbre de poner lenternas con lumbre de noche sobre las Iglesias, ó sobre lugares altos donde se descubra la mar, para que reconozcan ser alli parte segura donde pueda guarecer. Creo yo que la falta de sospechar que la torre de la Coruña tuviese tal espejo, nacio de que (como tenemos dicho) las tales Atalayas en latin se llaman Speculas; y Paulo Orosio, Historiador Español, hablando de ella la nombra Specula; y como en el tiempo de estos Cronistas Castellanos fuese menester mas las armas contra los Moros, que las letras para los echar de la tierra que nos tenian ocupada, habia acá tan poco latin, que sospecháron el nombre de Specula que Paulo Orosio le daba ser algo de espejo; y así fingiéron esta hablilla fuera de propósito. He querido poner esto tan detenido, porque nuestra gente vulgar salga del engaño que los Cronistas pasados imagináron sobre la Torre de la Coruña, pues no va bien mirado quanto fuera de esto se platica.

La Torre de Augusto en A Coruña

La retórica que utiliza en el texto de encabezamiento Cornide sobre la ausencia de mención en las fuentes antiguas de la Torre de A Coruña y sin embargo la detallada presencia de las tres Aras Sestianas y las Torres de Augusto se contrapone con la seguridad con que Florian de Ocampo establece que fue Octavio Augusto el promotor de la Torre de Hércules.

En otro artículo he presentado una hipótesis general sobre el emplazamiento de las tres Aras Sestianas, expongo en él de manera breve argumentos sobre la posibilidad que tanto Cornide y de Ocampo tuvieran coincidencia en el sentido de sus textos, y que la Torre de Augusto en A Coruña no fuera otra que la conocida como Torre de Hércules.

Que evidencias puedo aportar a la afirmación ya realizada por Florián de Ocampo sobre que Augusto fue el promotor de la torre de A Coruña.

I) Moneda de Augusto al pie de la torre.
Durante el transcurso de la excavación realizada en el siglo XX se encontró una moneda que debe ayudar a fechar el edificio. Una moneda romana con el rostro del emperador Augusto, que gobernó hasta el 14 dC.

"En el Museo Arqueológico del Castillo de San Antón se conservaban algunos fragmentos de cerámica romana que habían sido localizados en 1947 por Luis Monteagudo, en los cortes realizados con motivo de unas obras en la llanada inmediata a la Torre de Hércules por su lado sur...."
..."Así pudimos contemplar los fragmentos de terra sigillata, entre los cuales figuraban modelos nada frecuentes en Galicia, como el plato nº 18 de la clasificación de Dragendorff, o un asa del tipo 39 de la misma tabla, ambos datables a comienzos del siglo II de nuestra era. No estaban, por el contrario, los más antiguos fragmentos de cerámica campaniense; pero a cambio de esta ausencia, otros materiales, como una moneda de plata (un quinario) de Carisio, o incluso un fragmento de borde cerámico que a decir de Schubart sería de procedencia iberopúnica, nos remitirían a momentos anteriores, el siglo I aC el primer caso y hasta el III aC el segundo."

Excavación arqueológica al pie de la Torre de Hércules
http://www.elpater.com/webtorre/Textomanito.PDF



Moneda aparecida en la Torre de Hercules
Quinario (1,9 g) - Augusto
Moneda de plata acuñada en Emerita (Hispania) entre el 25 y el 23 a.C., bajo el legado augústeo y propraetor de Lusitania, Publius Carisius, aludiendo a las victorias del emperador en la guerra contra los cántabros y astures.
Anverso: AVGVSTus
Cabeza descubierta del emperador, mirando hacia la derecha.
Reverso: (P. CARISI) LEGatus
Victoria estante, mirando hacia la derecha, coronando un trofeo militar, sobre una pila de armas, entre las que se aprecian la falcata y el puñal celtibérico.

Moneda similar a la aparecida en la Torre de Hercules
http://www.tesorillo.com/republica/carisia/carisia.htm


En torno al año 25 a. de C., Publio Carisio, legado augustal, empieza a acuñar monedas, principalmente de plata, para pagar a los veteranos que habían luchado contra cántabros y astures y que se asentaron en los nuevos territorios del N.O. y en la colonia de Emerita.
P. Carisio tras terminar su campaña en el N.O. se estableció en Mérida, capital de la Lusitania, y desde allí dirigió los trabajos que Augusto estableció debían ser desarrollados en la ciudad, no se ha llegado a un completo acuerdo sobre la fundación ex-novo de Emerita por Carisio pero nadie pone en duda la gran variedad de trabajos de construcción que el legado lleva a cabo en Mérida.
Carisio como legado augustal "constructor" tuvo una gran actividad en esa época. Construyó puentes, acueductos, torres ...., y luego pagaba estos trabajos en monedas de plata. Como la que apareció en la Torre de Hércules.

La característica de los reversos de sus denarios es la aparición de tipos militares, con motivos que celebrasen sus triunfos sobre los bárbaros sometidos. Las siguientes monedas de Publio Carisio ya en bronce se emiten hacia el año 23 a.C, sustituyen el LEG PROP por el de LEG AVGVSTI.
Las emisiones a nombre de Augusto, ya plenamente coloniales, que contienen las siglas del permiso imperial presentan una cronología del 2 a.C. hasta el 14 d.C. año de la muerte del emperador. Los tipos monetales presentan una amplia gama de motivos tremendamente representativos de la colonia y de la vida municipal, como son el templo tetrástilo, el altar, la puerta de la ciudad, o el sacerdote delimitando el territorio de la ciudad.
La aparición de monedas en los yacimientos arqueológicos es una de las evidencias que se utiliza para su datación, la aparición de esta moneda de plata de Augusto en la zona sur de la Torre y cercana al ara dedicada por el arquitecto lusitano director de los trabajos permite dar crédito a la tesis defendida por Florián de Ocampo.
No se puede imaginar mejor firma para un promotor, ni mejor promotor para la Torre de Hércules. El mismo Augusto emperador.

II) La firma del arquitecto al pie de la torre.
Pocas construcciones antiguas presentan una firma tan rotunda del arquitecto director de las obras, Gaio Sevio Lupo dejó grabado en roca viva y a escasos metros del pie de la torre su perenne ara orientada al sur.


MARTI
AVG SACR
C SEVIVS
LVPVS
ARCHITECTVS
AEMINIENSIS
LVSITANVS EX V°"
"Consagrado a Marte Augusto.
Gaio Sevio Lupo, arquitecto
de Aeminium (junto a la actual Coimbra),
Lusitano, en cumplimiento de una promesa".
Imagen en b/n publicada por Abo y (c) (varios autores) en http://www.celtiberia.net/verimg.asp?id=4775

Este arquitecto lusitano no fecha su trabajo, sin embargo la aparición en la zona próxima de la moneda de Augusto ya reseñada, permite imaginar que el ara y la moneda forman conjunto de una común "cápsula del tiempo" que depositada en la cimentación del edificio permitiría recordar a quienes participaron en su construcción.
No deja de ser significativo la procedencia del arquitecto, la Lusitania, territorio que dependía del legado Publio Carisio y que en ese momento empleaba a varios arquitectos para la construcción de innumerables trabajos en honor del emperador.
La hipótesis de que el arquitecto Sevio Lupo, de origen lusitano, fue contratado por Carisio en Mérida para que se encargase de la ejecución de la Torre de Hércules es verosímil. La Lusitana ya había sido romanizada con anterioridad a la Callaecia y sin duda en los trabajos de construcción acometidos por Carisio como legado de Augusto intervinieron algunos arquitectos nativos.(*)
Por otra parte, es muy interesante la dedicatoria del arquitecto a Marte Augusto, dios de la guerra, en total consonancia con el reverso de la moneda encontrada en el lugar, con una victoria estante coronando un trofeo militar, sobre una pila de armas, entre las que se aprecian la falcata y el puñal celtibérico. ¿Sería la moneda parte de la ofrenda del arquitecto al dios de la guerra?


III) Las Torres de Augusto
La Torre de Hércules pudo ser en su origen similar a la Torre de Augusto en Campa Torres mencionada por P. Mela en el siglo I dC.
La doctora Fernández Ochoa ha realizado excavaciones arqueológicas para establecer el emplazamiento y la forma de la Torre de Augusto en la Campa Torres mencionada en las fuentes antiguas. Los hallazgos permiten construir la hipótesis de cómo era este edificio y la función para la cual fue construido.


TORRE DE AUGUSTO EN CAMPA TORRES Y TORRE DE HERCULES ANTIGUA

Fernández Ochoa cree que la torre tuvo carácter simbólico, pero también pudo cumplir otra función además de mero hito conmemorativo. Llega a la conclusión de que un faro situado en la península de Torres prestaría indudable servicio a la navegación. Después de examinar la documentación historiográfica, los expertos han establecido la relación con la lápida de Calpurnio Pisón y apuestan por la existencia de una torre consagrada a Augusto en el extremo del Cabo Torres, que haría las veces de faro.
Dice la inscripción:
"Al emperador Cesar Augusto, hijo del Divino (César) trece veces cónsul, emperador con veinte salutaciones imperiales, pontífice máximo, padre de la patria, treinta y tres veces investido con la potestad tribunicia (Cneo Calpurnio Pisón, hijo de Cneo, legado propretor) consagró este monumento".
Según la inscripción es Augusto él que en este momento, siglo I aC., es promotor de la construcción de torres-faro en la costa noroeste de Hispania. Monumentos muy similares al de A Coruña.
La Torre de Hércules conjuntamente con la Torre de Augusto aparecida en Campa Torres y su compañera cercana a Finisterre y descrita por Mela, podían ser las tres Aras Sestianas Augustas que en la antigüedad alcanzaron gran renombre.
Ver: La Torre de Augusto en Cabo Touriñán y las Aras Sestianas
© Carlos Sánchez-Montaña- 2007



IV) Hércules Egipcio, señor de la Torre.
Alfonso X en su "Crónica General", afirma que la torre fue construida por Hércules Egipcio después de enterrar la cabeza del gigante Gerión entre sus cimientos.
Hércules es el nombre romano del héroe griego Heracles. Era hijo del dios Zeus y de Alcmena, mujer del general tebano Anfitrión. Heracles aceptó la imposición de una docena de casi imposibles trabajos que tendría que realizar para llegar a ser dios. Podemos seguir la mitología de Hércules para describir la biografía oficial del emperador Augusto.
En el siglo I aC. Augusto y Hércules eran representados de forma similar. (canon doriforo).



En el momento en que se propone la construcción de la Torre de Hércules el emperador es el héroe de Egipto, el nuevo faraón que realiza trabajos imposibles para los demás hombres, y que se encamina a ser un nuevo dios en el panteón romano. Según la leyenda del siglo I aC. Augusto, como un nuevo Hércules, vence a todos los pueblos de Hispania, al igual que Hércules venció al gigante Gerión que habitaba en estas tierras, y cuyo cuerpo se componía de partes distintas. La Torre en el extremo occidente simboliza la conquista de toda Hispania por el emperador.

Nombrar una "hipotética" Torre de Hércules Egipcio era equivalente a nombrar a la Torre de Augusto: Herculi Augusto. En honor de Hércules Augusto. En honor del Augusto Hércules, es decir del emperador que es descendiente del propio Hércules y que conquistó Egipto e Hispania convirtiéndose en faraón y dios.

Imagen de Augusto como faraón egipcio
http://recursos.cnice.mec.es/


EPILOGO
"El segundo ángulo de Hispania está orientado al Norte, donde la ciudad galaica de Brigantia eleva para observación de Britania su faro altísimo y digno de mención entre muy pocas cosas".
Historiarum adversus paganum libri septem . Pablo Osorio. Siglo V

Actualmente la Torre de Hércules sigue en funcionamiento, es el único faro en todo el mundo, de origen y base romana, que lo hace y sin duda el promotor de la obra, Octavio Augusto, su legado Publio Carisio y el arquitecto contratado para su ejecución Gaio Sevio Lupo se sentirían hoy orgullosos de su emblemática obra.


© Carlos Sánchez-Montaña- 2007

(*)Para saber algo más de Sevio Lupo tenemos su lugar de procedencia: el oppidum Aeminium, de fundación prerromana y anterior a la fundación en el siglo I del oppida Conimbriga, a 15 Km. al sur. (Aeminium es la actual Coimbra).
Aeminium dependía de Emerita Augusta cuando Carisio contrataba arquitectos para las obras patrocinadas por Augusto. Y era el principal asentamiento romano al norte de Emerita. (Ni Conimbriga, ni Bracara, ni Lucus, ni Astúrica se habían fundado en tiempos de Carisio.
Posiblemente Carisio contrata a un arquitecto de las “afueras” de Mérida para el proyecto de la torre-faro de A Coruña. De los de su confianza es el arquitecto que tiene su “estudio” más al norte.
Lupus, loco por el encargo, el proyecto y su ejecución, al terminar el trabajo y contraviniendo otras estipulaciones, inmortaliza su nombre a escasos metros del edificio, por el sur, dedicando a Marte sus votos. Marte y la moneda están muy relacionados en ese momento cronológico. Marte fecunda la victoria de Augusto.

Más informacióen en: http://eltablerodepiedra.blogspot.com


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Comentarios

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  1. #1 giannini 09 de feb. 2007

    "Reproduzco extracto del trabajo López Vallo sobre el texto Florian de Campo escrito en 1553".

    Uy, uy lucus, López Vallo te agradece mucho que lo cites, pero el trabajo al que aludes no es de Javier -déjalo así- sino de Joseph Cornide. Javier sólo se limitó a picarlo y colgarlo en esa web, y además es a veces un poco pesado citando para que no se confunda lo que es suyo con lo que es de otros.

    Más adelante enmiendas -y respiro: "La retórica que utiliza en el texto de encabezamiento Cornide sobre la ausencia de mención en las fuentes antiguas de la Torre de A Coruña y sin embargo la detallada presencia de las Tres Aras Sestianas y las Torres de Augusto se contrapone con la seguridad con que Florian de Campo establece que fue Octavio Augusto el promotor de la Torre de Hércules".

    Pues a mí me parece que esa seguridad no tiene mayor valor que el de la mera opinión porque el bueno de Ocampo no demuestra nada. Se limita a realizar una afirmación gratuita, con seguridad, pero vamos, que no la demuestra. Fíjate:

    "La Torre que llaman ahora del Faro, sobre la Coruña de Galicia, fue también obra romana, porque hallamos aquel pueblo ser primeramente llamado gran Puerto Brigantino, reputado por uno de los más principales en toda su Provincia: dentro del qual por veneracion y honra de Ocataviano César Augusto, Emperador de Roma y Señor de España, los vecinos y moradores en él mandáron hacer aquella Torre famosa".

    ¿Y de dónde saca que "por veneración y honra de Octaviano César Augusto (...) los vecinos y moradores en él mandaron hacer aquella Torre famosa? Si tuvo acceso a alguna fuente ¿cómo no la cita cuando más adelante lo hace con la Crónica General de España? Raro-raro.

    Parece claro que ni lo demuestra y que la supuesta seguridad es una mera opinión o si se quiere una conjetura, pero que no se demuestra por parte alguna.

    Dejo lo que comentas por medio para otros, pero no deja de llamarme la atención esa seguridad con la que concluyes el trabajo:

    "Actualmente la Torre de Hércules sigue en funcionamiento, es el único faro en todo el mundo, de origen y base romana, que lo hace y sin duda el promotor de la obra, Octavio Augusto".

  2. #2 lucusaugusti 09 de feb. 2007

    giannini:
    Creo que dejo claro en la primera parte del artículo cuales son los textos de Joseph Cornide, Madrid – 1792 y de Florian de Ocampo –1553 y cual el trabajo de recopilación de ambos y colgado en la red de Fco-Javier López Vallo – 2003.
    Bueno creo que también tú lo has notado en una segunda lectura.

    La historiografía sobre la Torre de Hércules es más amplia de la que yo trato, solo he querido presentar en la primera parte de mi texto que, aunque hoy lo parezca, la idea de Trajano por promotor de la torre no es pensamiento único. Para mí de Ocampo y Cornide tienen este caso valor historiográfico.

    Mis argumentos principales a favor de Augusto, Carisino y Lupo son los cuatro que presento, y no tengo duda de que se sentirían hoy orgullosos de su emblemática obra en el caso de que, como yo argumento, fuesen los constructores de la Torre de Hércules.

  3. #3 El Brujo Redivivo 10 de feb. 2007

    Cualquiera que estudie con un poco de rigor la Torre de Hércules sabe sobradamente que no está establecida con firmeza la cronología inicial del monumento. Si bien es cierto que en guías y demás publicaciones acostumbradas a beber en fuentes inciertas, y siempre sin citar, suele aparecer la mención a Trajano, la investigación dista mucho de aceptarlo como hecho establecido.. Más bien al contrario. Sin ir más lejos, en este mismo portal se pueden encontrar comentarios al respecto, firmados, entre otros, por mí.

    La atribución a Augusto, que el autor pretende originalidad suya, tampoco es nueva. Salvo error de mi memoria, Rodríguez Colmenero o Fernández Nieto ya han escrito sobre esa idea. Yo mismo también.

    Para variar, tampoco es nueva la idea de que la Torre puede ser una de las aras de Augusto. Hay más autores, pero el que ahora recuerdo con más nitidez es Fernández Nieto.

    El autor llega tarde. Llega tarde y, para colmo, llega mal: no sólo su proceso de construcción del conocimiento es inválido, sino que, por variar, se basa en datos dudosos cuando no en puras y simples mentiras.

    Por ejemplo, lo que se refiere al quinario de Publio Carisio. Bajo las fotografías pone el autor que es una "moneda aparecida en la Torre de Hércules" y más arriba dice que fue encontrada "durante el transcurso de la excavación realizada en el siglo XX".

    Ambas cosas son falsas, y lo grave es que no sólo lo sabe el autor, sino que la falsedad resulta patente al leer el texto que incluye: "... habían sido localizados en 1947 por Luis Monteagudo, en los cortes realizados con motivo de unas obras en la llanada inmediata a la Torre de Hércules por su lado sur".

    Nada de excavación, nada de "en la Torre". Unas obras en las proximidades.

    Aunque no sea grave para el fondo de la cuestión, no deja de ser sintomático de su forma de hacer que señale, en la cita, que los restos a los que se refiere estaban en el Castillo de San Antón, cuando el texto deja perfectamente claro que no estaban allí, sino en el Archivo del Reino de Galicia. Una muestra más de la incapacidad del autor de tocar un tema sin tergiversarlo. Fíjese, Sr. autor, en lo que dice el texto, y lea ahora con más atención:

    "Con todo, las cerámicas del Museo no completaban la panoplia de lo
    encontrado por Monteagudo, de hacer caso a las informaciones publicadas
    en su momento por la prensa. Faltaban fragmentos de tégulas
    e ímbrices (lombrices decía el diario local) y, sobre todo, fragmentos
    de sigillata y campaniense.
    Dimos con las piezas que faltaban de forma casual, gracias al director
    de entonces del Archivo del Reino de Galicia, Pedro López. En
    unas cajas con objetos que Monteagudo había entregado al Archivo
    junto con su fondo documental familiar, se enconraron las piezas buscadas,
    así como otras de diversa procedencia.
    Así pudimos contemplar los fragmentos de terra sigillata, entre los
    cuales figuraban modelos nada frecuentes en Galicia,..." [etc]

    Es decir, el quinario de Carisio no apareció en la Torre de Hércules, no apareció en el transcurso de una excavación, y no fue encontrado entre los materiales del Museo Arqueológico. Hay que reconocer al autor el mérito de no haber dado ni una cuando en el texto que manejó todo está perfectamente claro. Salvo, claro está, que a pesar de haber entendido el texto haya decidido manipularlo para que se ajustase mejor a sus pretensiones. "No dejes que la realidad te estropee una teoría" es una máxima bien conocida que inspira el actuar de todo buen deturpador.

    Dice el autor que "La aparición de monedas en los yacimientos arqueológicos es una de las evidencias que se utiliza para su datación". Dejando a un lado la mala utilización del término "evidencia", por desgracia cada vez más frecuente en la mala literatura arqueológica, es cierto lo que dice. Las monedas, como cualquier otro resto material, pueden ser elementos que ayuden a establecer la cronología de algún acontecimiento. Pero para que puedan serlo se requieren muchas condiciones, entre las cuales tal vez sea la fundamental la existencia de un contexto claro. Ese contexto, en el caso que se comenta, no existe, por lo que su valor como prueba cronológica queda reducido a cero, a la nada. De modo que la frase "... la aparición de esta moneda de plata de Augusto en la zona sur de la Torre y cercana al ara dedicada por el arquitecto lusitano director de los trabajos permite dar crédito a la tesis defendida por Florián de Campo" se desvanece.

    Claro que, además, tampoco es cierto que la moneda se hubiese encontraro "en la zona sur de la Torre", sino fuera de la Torre hacia el sur; ni que estuviese "cercana al ara dedicada por el arquitecto", salvo contemplando la escena desde una perspectiva lejana.

    Pero es que, para colmo, la moneda aparece en los materiales de Monteagudo con un fragmento de cerámica iberopúnica que, a decir de Shubart (quien de esas cosas sabe un rato), debe ser fechada en el siglo III aC. Si la moneda es prueba de la construcción de la Torre en el I aC, como afirma el autor, la cerámica debe tomarse a su vez prueba de que fue construída en el III aC; y como ambas están igualmente "cercanas" a la inscripción del arquitecto, hemos de deducir, siguiendo su peculiar hermenéutica, que el arquitecto era un púnico de la comarca gaditana.

    Y todo ello sin considerar que las monedas perviven, tanto en su uso como en su tesaurización en el caso de ser de metales nobles. El quinario de Carisio está rodado, muy rodado, tanto que su lectura es difícil y sólo se consigue con una iluminación muy rasante y matizada. Lo sé muy bien porque no fue nada inmediato hacer las fotos con las que se ilustra el "artículo".

    Pero hay más, aunque parezca imposible. Fiel a la vocación de tergiversador, el autor nos dice más adelante que "... Este arquitecto lusitano no fecha su trabajo, sin embargo la aparición en la zona próxima de la moneda de Augusto ya reseñada, permite imaginar que el ara y la moneda forman conjunto de una común "cápsula del tiempo" que depositada en la cimentación del edificio permitiría recordar a quienes participaron en su construcción."

    La moneda aparecida casualmente, fuera y bien fuera del edificio de la Torre y bien alejada de la inscripción de Sevio Lupo, aparece por arte de birlibirloque "en la cimentación del edificio". Pues no. Ni cimentación, ni edificio, ni cápsula del tiempo, ni nada de nada. Tan sólo invento y tergiversación, como siempre.

    Podría seguir, pero es aburrido andar corrigiendo errores de quien no quiere aprender. Aunque sea un deber social enfrentarse a los desmanes de los pseudocientíficos, siempre dispuestos a retorcer la verdad para acomodarla a sus intereses. Espurios, por más señas.

    Antes de cerrar de puro aburrimiento, sólo un comentario más a lo que parece indicar el próximo advenimiento de nuevas barbaridades:

    1) La intensa labor constructora de Publio Carisio, quien por lo visto contrató una legión de arquitectos para llenar el mundo con acueductos y no sé cuántas zarandajas más. Todo inventado.

    2) El cambio de nombre de Carisio por Carisino. A saber qué horrores nos está anunciando esta nueva e inusitada acrobacia.

    Y ya está. Qué aburrido, joder. Qué aburrido.

    Todo lo cual, aclaro, nada tiene que ver con que la Torre sea de Trajano, de Augusto o incluso de Julio César.

    Está claro que la falsa ciencia, cuando no la pura pseudociencia, dan para mucho.

  4. #4 F. 10 de feb. 2007

    Casi voy a agradecer que lucusaugusti siga amenizando celtiberia con sus invenciones, aunque sólo sea por la estupenda contestación que le ha endosado el Brujo. Es curioso, al menos para mi, que sea mucho mas interesante, instructivo y científico la refutación que el artículo (perdón por el eufemismo). Lo que últimamente ocurre bastante por aquí.

    Por cierto, esto que escribe usted: "Aunque sea un deber social enfrentarse a los desmanes de los pseudocientíficos, siempre dispuestos a retorcer la verdad para acomodarla a sus intereses." lo suscribo por completo.

    Saludos

  5. #5 Rosa-e 10 de feb. 2007

    No mezclemos Ciencia y Concupiscencia de manera tan grosera, prego...
    Veo que se le recrimina al autor hacer lecturas interesadas de la bibliografía consultada (cosa que no se discute, aunque pueda disculparse en un lego), cuando deberíamos empezar por poner tal bibliografía en cuarentena por su dudoso valor documental en los aspectos en litigio. Es decir, resulta de lo más contradictorio que en textos divulgativos se mencionen objetos que son sólo supuestamente antiguos y cuyo valor arqueológico es demostradamente nulo (hablamos de esa moneda –supuestamente- de Carisio, de otros fragmentos ibero-púnicos, de alguna campaniense, etc.) Por no mencionar el hecho de que esos objetos aparecen hoy en día expuestos en vitrinas del Museo Arqueolóxico formando parte de una exposición cuyo discurso versa sobre A Coruña Romana y sus antecedentes. Si la “ciencia histórica” no consiste en un juego de despiste al ciudadano medio, ese tipo de “datos” (anécdotas diría yo) deberían ser expurgados de manera inmediata.
    Es una lástima, pero parece que todos, sin excepción, colaboramos de alguna manera en la construcción de este entramado confuso y surrealista llamado Historia.

  6. #6 lucusaugusti 10 de feb. 2007

    Brujo, parece que está usted en horas bajas.
    Mi artículo tiene aspectos que sin duda pueden ser discutidos, ya que toda obra humana lo es y un pequeño texto en Celtiberia.net más.
    Pero querer enmendar sus propias palabras dando un sentido diferente me produce risa.
    Escribe:
    “Ambas cosas son falsas, y lo grave es que no sólo lo sabe el autor, sino que la falsedad resulta patente al leer el texto que incluye: "... habían sido localizados en 1947 por Luis Monteagudo, en los cortes realizados con motivo de unas obras en la llanada inmediata a la Torre de Hércules por su lado sur".

    Nada de excavación, nada de "en la Torre". Unas obras en las proximidades.
    :-)))))))))))))

    Unas obras próximas por el sur a la Torre y que prosupuesto generaron una excavación donde apareció la moneda.
    ¿o es que se encontraba depositada sobre el suelo?

    La moneda que figura en el pdf de la web pública del Museo Arqueológico de A Coruña está relacionada con la Torre y fue encontrada en las proximidades del ara de Lupus. Próxima a la Torre por el sur, idéntica orientación que el ara.
    Ver: Excavación arqueológica al pie de la Torre de Hércules
    http://www.elpater.com/webtorre/Textomanito.PDF

    El identificar la moneda y su significado parece que molesta al funcionario que lleva a cuestas. Augusto y Carisio encontrados en una obra en las proximidades de la Torre de Hércules. Es eso lo que le molesta. A buenas horas......
    Su manifiesta ignorancia sobre Carisio y su labor constructora es algo que me sorprende un poco, pero quizás menos cada segundo que pasa. Seguro que Mérida ya era Augusta por voluntad de Julio César. :-))))))))

    Un funcionario debe guardar y proteger los bienes públicos para el uso y disfrute de la ciudadanía, pero nunca comportarse como su único dueño e interlocutor. Su comportamiento me recuerda una celebre frase de la trilogía de Tolkien: “Mi tesoro”
    Espero que en vista de los acontecimientos no se le ocurra “expurgarla de manera inmediata”.

    La Torre de Hércules es patrimonio de todos.

  7. #7 lucusaugusti 11 de feb. 2007

    Sobre las evidencias constructoras de P. Carisio en el N.O. y en Lusitania:

    - La historia de Mérida empieza a sernos conocida a partir de sufundación,cuando en el. año 729 de la Erade Roma, o sea el 25 antesdeJesucristo, ellegado deOctavio Augusto
    Publio Carisio hechó suscimientos para asentar en ellaa lossoldados veteranos de las legio-nes VAlaudae yX Gémina, al concluir las guerras cántabras merceda la tácticae intervención decisivadel generalMarco V.Agripa,yernodel emperador. El acierto de P. Carisio en la elección del lugar> prue-ba indirecta de la pre-existencia de una población anterromana, esindudable, por ser punto de paso obligado de las rutas que uníanla España más romanizada y de cultura ancestral más elevada delSurdela península, con lasricas,pero más distantes eindómitas delas costas cantábricas> y las más inmediatas y hostiles de Lusitania.La decisión imperial más que de simple alcance local o comarcal,iba más lejos, y es de presumir le dio un valor superior
    Evolución urbana y demográfica de la ciudad de MéridaFormato de archivo: www.ucm.es/BUCM/revistas/ghi/02130181/articulos/GERI8888220081A.PDF -

    - El conjunto de La Carisa está integrado por la vía romana, el campamento imperial y una gran línea defensiva indígena. El campamento tiene una extensión aproximada de quince hectáreas, tres veces más de lo que se pensaba en un primer momento. En principio, tendría capacidad para dos legiones, es decir, entre 9.000 y 10.0000 soldados.
    http://www.santiagoapostol.net/grammaticus/modules.php?name=Sections&op=viewarticle&artid=130

    -La Carisa, enclave estratégico para las conquistas de Augusto
    Publio Carisio fue el mando romano que dirigió la campaña y la construcción de la vía que lleva su nombre
    Entre los objetos de mayor interés figuran monedas sumamente interesantes por su exacta adecuación al período de conquista.
    http://www.lne.es/secciones/noticia.jsp?pNumEjemplar=1516&pIdSeccion=46&pIdNoticia=481779

    -Museo Nacional de Arte Romano de Mérida VirtualLas siguientes monedas de Publio Carisio
    http://www.ffil.uam.es/merida/musvir/numisma.php

  8. #8 El Brujo Redivivo 11 de feb. 2007

    No tenga problema, que quien localizó -no sin trabajo- la moneda en cuestión en lugar tan exótico como el Archivo del Reino de Galicia, que es el mismo que dio los pasos pertinentes para identificarla de forma segura (unos cuantos años antes que usted, por cierto, y sin la ayuda de Google), que la fotografió, que la dio a conocer en conferencias y publicaciones (en papel y en la red) y que la expuso en la vitrina del Museo en la que se encuentra a vista de todos, no tiene la menor intención de proceder a ningún tipo de caprichoso "expurgo" que más bien suena a censura. La moneda, a pesar de su falta de contexto preciso, aunque no es prueba como usted pretende, sí es indicio. Y aunque no lo fuera, existe y debe ser mostrada para que todo interesado la conozca y la emplee como guste. Incluso aunque, como en su caso, la emplee mal: para esos casos está la libertad de crítica y de debate, correlato intrínseco de la libertad de expresión.

    Cuando uno se enfrenta a un libro o un artículo, suele ser buena cosa leer con atención el texto en vez de quedarse sólo en contemplar los "santos". Si usted, después de darle al Google para informarse de quién era el hijo de Tito, hubiese vuelto al texto y lo hubiera leído, tal vez se hubiese enterado de las circunstancias deposicionales de la moneda en la que cree haber encontrado la piedra filosofal. Lea ahora con más atención, a ver si pilla:

    "Si bien la media se sitúa en torno a los 50 cm de potencia [en los sondeos practicados en la llanada que se extiende al S de la Torre], como se aventuraba en el proyecto de intervención sometido en su día a aprobación, las dos potencias mayores, en torno al metro, las presentan las catas B y F, en las que se presumía una mayor sedimentación a la luz de la topografía disponible, al situarse en una zona deprimida que recorre el centro de la llanada en dirección Sur. Esta depresión cruza también la construcción
    militar en cuyos cimientos Monteagudo había encontrado materiales romanos, interpretados por dicho autor como venidos por arrastre de una zona más alta; el hecho de que el único resto romano aparecido en la actual intervención proceda de la cata B refuerza los argumentos de dicho autor, haciendo suponer que los restos romanos hayan estado en su origen en los alrededores inmediatamente próximos a la Torre, quizá en su zona Este."

    Es decir, ya Monteagudo había interpretado que los restos encontrados por él no estaban en posición primaria, sino que venían del arrastre, y su interpretación se ve reforzada por los resultados de los sondeos. Pero es que, además,

    "La mayor parte de las catas puso de manifiesto la utilización de la roca madre como cantera. Este hecho resulta coherente con los datos obtenidos de la investigación documental llevada a cabo al compás de la preparación de la exposición "Ciudad y Torre. Roma y la Ilustración en La Coruña", con posterioridad por lo tanto a la intervención arqueológica. Nos referimos al aprovechamiento de los alrededores de la Torre como cantera por parte de particulares, documentada cuando menos desde 1729 (Copia de la carta que la ciudad de La Coruña remitió al Conde de Ytre en la que se le pide conceda libertad de arrancar piedra sin que esto vaya a perjudicar la construcción de fortificaciones, en Libro de Actas de Acuerdos Municipales, Acta del 2 de Agosto de 1729. Archivo Municipal de La Coruña, 1.2. Pleno. C-38.), y la misma utilización como cantera durante las obras de reedificación llevadas a cabo entre 1788 y 1791. Las rocas de las inmediaciones de la Torre sirvieron para la extracción de mampostería con destino a dichas obras, en cantidad que supera los 1.500 carros, "arrancada en el monte por los operarios de la obra", "de la falda del monte de la Torre", o "de las inmediaciones", según consta en el Cuaderno copiador de las relaciones mensuales de la obra ejecutada en la de reparación de la Torre de Hércules desde su principio hasta su conclusión (ms., Biblioteca del Real Consulado de La Coruña)."

    Es decir, esos estratos de aluvión depositados en la llanada a lo largo de los siglos, fueron removidos y modificados por intensas labores de cantería; lo que ya estaba fuera de su lugar original vuelve a ser cambiado de lugar, tanto en superficie como en altura. Pero es que, además,

    "Todo el material, con excepción del fragmento de tégula, aparece revuelto entre distintas capas de echadizo, lo que parece evidenciar un relleno del terreno, posterior a la reedificación de la Torre, quizá como preparación para su utilización agropecuaria."

    Es decir, después de toda la llegada de materiales de aluvión, después de que éstos fueron revueltos por la cantera, se rellena ésta con tierra traída de vaya usted a saber dónde; y esa tierra contiene materiales de épocas muy distintas que aparecen, desordenados y mezclados, en las catas practicadas.

    Volviendo a la moneda (y a los restantes materiales encontrados por Monteagudo, que son tanto o más interesantes que ella), desconocemos las circunstancias de su posición estratigráfica antes de ser removida por las obras. Si hubiese estado, por ejemplo, en una tierra compacta rellenando una irregularidad del terreno, podríamos aventurar que permanecía en el mismo lugar en que fue depositada por el arrastre de aguas (un arrastre que situaría hipotéticamente su origen en la zona E de la Torre, es decir, en la contraria a la inscripción con la que está usted empeñado en vincularla); pero no lo sabemos. Así, no podemos afirmar que no haya venido con las tierras, originalmente en otro lugar, vertidas durante la actividad de extracción de piedras, o con las tierras de relleno posteriores.

    Por eso de la moneda no podemos deducir todo eso que a usted le gustaría, aunque la tentación sea fuerte. ¿De verdad piensa que es usted el primero en saber que Carisio era el legado de Augusto, y que la presencia de la moneda apunta a la posibilidad de que la Torre hubiera sido edificada, o cuando menos iniciada, durante su imperio? En fin, allá usted con sus megalomanías.

    Por seguir la costumbre, se equivoca, y ya le he dicho antes que otros más sabios y con más conocimiento de causa, más sensatez y más mollera, han hablado y hablan de un origen augústeo de la Torre y de su posible interpretación como una de las Aras Sestianas.

    ¡Qué hermoso hubiera sido encontrar en los sondeos algo, un resto constructivo, un suelo original, unas ruinas de edículo, algo que documentase una presencia augústea (nunca supe bien si es "augústea" o "augustea", de ambas formas lo he visto escrito) estable en la llanada de la Torre, que contextualizase la moneda y la campaniense! Pero no, nada de nada. Tan sólo un subsuelo granítico objeto de mil puñeterías a lo largo de los siglos. Pues tampoco pasa nada: el gozo al pozo, y a seguir trabajando.

    A seguir trabajando. No me refiero al trabajo de excavación, que es complicado de hacer por su necesidad de financiación, concurrencia de especialistas, obligatoriedad de permisos, etcétera. Hay muchas cosas que se pueden hacer sin necesidad de permiso alguno. Por ejemplo, un estudio arquitectónico de detalle de los aparejos, los módulos de los perpiaños de los cimientos y de los vanos del edificio, de los grandes sillares moldurados que conservan los negativos de grapas, de la cornisa que se exhibe en la cripta en el mismo lugar en que fue encontrada sin modificación alguna, del mortero empleado en los cimientos y en el edificio, etcétera. Un estudio arquitectónico de verdad, no esotérico. Para estimular los jugos gástricos puedo apuntar que otros sabios (en este caso una sabia, catedrática en Cataluña por más señas) ya apuntó hace años, empleando su ojo de buena cubera, la opinión de que algunos de esos rasgos estaban hablando de Augusto. Pero no llega con eso. Lo siguiente es trabajar, trabajar, trabajar y, si hay suerte, demostrar.

    ¡Pues hágalo usted!, me dirán algunos, no sin razón. El problema es que para hacerlo hay que tener tiempo y ánimo; desde hace unos años me falta sistemáticamente lo primero, y lo segundo se va y se viene alternativamente, como con la luna. Pero ahí está para quien disponga de tiempo y se anime a hacerlo, y no se requieren especiales permisos, ni costosos análisis, ni kafkianas deambulaciones eternas por pasillos y despachos para obtener una bendición burocrática.

    Pero mire, ya puestos, lanzo el reto a don Giannini, a don Brigantinus y a quien se apunte, por si pican. Si se animan, damos un vistazo al asunto un fin de semana o así y después lo contamos por aquí para colectiva discusión. Todo es válido en el objetivo de zamparse un buen pulpo en O Fiuza, también próximo a la Torre hacia el sur y asimismo sin relación alguna con la inscripción de Sevio Lupo, o para tomarse unas garimbas en la Cervecería por antonomasia, más alejada de la Torre pero emplazada en el camino hacia O Corgo del río de Monelos, donde los habitantes de la Torre romana ponían el lino a secar, de modo que también vale.

    Volvamos a los materiales de Monteagudo. En el momento en que los recogió nada seguro había sobre la Torre más que la Torre misma, el dato epigráfico de la inscripción de Sevio Lupo, la referencia de Orosio al altissimam pharum y los documentos medievales que hablaban de la pinnam ab antiquis hominibus fabricatam (cito de memoria, no lo tomen como textual). Los restantes documentos eran ya interpretaciones, que dicen más de las manías de cada época que de la Torre misma; así, y también de memoria y con riesgo de error, en el siglo XII se suponía que el autor era Julio César, en la Edad Moderna se le calzaba a Augusto, y en el XVIII a Trajano (por no meter en danza a Hércules, Breoganes y demás); parece un asunto de modas intelectuales más que otra cosa, aunque esas modas se razonasen como hizo Cornide.

    Los materiales de Monteagudo, de antigüedad nada supuesta, son los primeros documentos de índole arqueológica mueble asociados, si no a la Torre misma, sí al cabo o península en la que la Torre se asienta. Son indicios de que una intervención arqueológica podría resultar científicamente rentable, y sugieren presencia humana en dicha península desde momentos muy tempranos, tan tempranos como el III aC (siempre que la identificación de Schubart sea correcta), continuados en el I aC (moneda y campaniense) y en el I-II dC (sigillatas hispánicas).

    Todo ello resultaba coherente con lo que se iba sabiendo, poco a poco, del solar de la ciudad y de las aguas de la bahía. En estas últimas habían sido dragados materiales de las mismas épocas, como una boca de ánfora púnica Mañá A, de en torno al III a.C., y restos del II-I aC como son un plato campaniense y buenos fragmentos de ánforas Dressel 1 (todo ello identificado en su momento por Naveiro, cuyo buen hacer me parece más que fiable). Campanienses y Dressel 1 aparecían también en diferentes puntos de la ciudad.

    Nada de ello prueba, pero todo ello indica y sugiere. Son, por lo tanto, restos importantes, básicos a la hora de proponer hipótesis de trabajo. De trabajo, es decir, hipótesis que ayuden a diseñar el trabajo posterior que permitirá, con suerte, rebatirlas o hacerlas más fuertes si salen airosas.

    Los restos de Monteagudo no prueban, como usted pretende, que la Torre haya sido edificada por Publio Carisio. Pero sí que pueden señalar que desde momentos muy tempranos hubo presencia humana (y de materiales mediterráneos) en la península de la Torre. En nuestro caso, sabemos además que alguien perdió una moneda y rompió un plato o una taza a finales del I aC. Ciertamente es posible y coherente, dado que no se conoce asentamiento alguno en las inmediaciones, que esa presencia tuviera que ver con la valoración y el uso de la citada península en el marco de la navegación marítima. Una valoración y un uso que llevaron, en algún momento, a la construcción de un faro: ahí está. Pero aun dando por bueno que la península se usase a tales efectos desde cuando menos Augusto si no César o antes, no sabemos cuándo se construyó el faro. Ni siquiera sabemos si se construyó de una vez o por etapas, o si primero fue pequeño y más tarde se hizo más grande.

    Contra lo que usted piensa, a mí me gustaría que se probase que el faro es de Augusto, o al menos que su construcción comienza con Augusto. Pero entiendo que hasta ahora no se ha probado (aunque, como le he ido diciendo, la idea no es original ni nueva y puede que cada vez más indicios apunten hacia ahí). Queda todavía mucho por hacer hasta llegar a una conclusión que pueda darse como cierta.

    En otro lugar de alguno de estos foros comenté lo incierto de la atribución de la Torre a Trajano (y de hecho los estudiosos del emperador no ponen la Torre en la lista de sus obras, o eso creo; corríjaseme si estoy errado). En otro, creo que respondiendo a Giannini, conté la mala suerte que cayó sobre una muestra enviada a los laboratorios de C14 y que, a mi entender, podía ser preciosa para establecer con cierta precisión (con las limitaciones propias de la técnica empleada, por supuesto) el momento de inicio de las construcciones en la Torre.

    Pues bien, debo agradecerle haberme hecho volver de nuevo a la Torre. Ayer por la noche, al volver de una cena tardía y copiosa con unos amigos, me puse a escribir una larga respuesta de la que ésta no es más que una especie de duplicado. Al llegar a estos comentarios sobre datación, cedí a la tentación de volver a abrir, una vez más, mis viejos archivos con los resultados de las fechas de C14, la relación de unidades estratigráficas, los listados de materiales asociados a cada una de ellas, la enorme matriz Harris, etc. Eran, más o menos, las tres de la madrugada.

    Ahí me puse de nuevo a torturar el coco a ver si sonaba la imposible flauta. Y tal vez sonó, no lo sé. Lo cierto es que me di cuenta de algo evidente pero que hasta ahora se me había escapado. Hasta ayer me había obsesionado la fecha, incongruente, resultado de esa pequeña lámina de carbón que podría fechar el inicio de la construcción de la Torre. Y no le había prestado mayor atención a otra fecha, asimismo incongruente, de un estrato bien datado por sus materiales. Ayer se me iluminó la bombilla y me di cuenta de que sólo había dos fechas incongruentes en la larga relación de muestras analizadas; tan sólo dos de un total de 32. Además, esas dos muestras formaban parte de un paquete de tres (el resultado de la tercera es coherente con su contexto) que se analizaron en un momento distinto a las restantes. El asunto es que si se invierten los resultados, es decir, si aplicamos cada resultado a la otra muestra, todo encaja. Error en esas muestras lo hay seguro. ¿Es posible que el error venga de algo tan tonto como una equivocación al pasar a limpio un listado, cruzando dos líneas? Desde luego, puede ser, y no sería nada infrecuente. Ayer mismo me encontré con un error similar en un listado que me pasó el comisario de una exposición: un cruce de números en los de inventario de las piezas. Pero hay un abismo enorme entre que algo pueda ser y que algo sea.

    Mañana me pondré en contacto con el laboratorio para que revisen los listados originales suyos, para que revisen incluso las muestras originales, para ver si se dio este error. Si es así, el bingo es de categoría. Si no, pues tampoco pasa nada: el gozo al pozo, y a seguir trabajando. Ya les contaré.

    Cuando terminé de mirar todo eso y de escribírselo a ustedes, eran las siete de la mañana. Le di al botón para que entrase, con el resultado que ya otros padecieron antes: la conexión estaba cerrada y se perdió todo lo escrito.

    Para acabar con el tema de la moneda, resumo lo que ya le dije en anterior mensaje: ni apareció en la Torre, ni mucho menos en sus cimientos, ni nada indica que esté relacionada con la inscripción de Sevio Lupo, ni existe ninguna “cápsula del tiempo” que encierre ambos elementos. Entiendo que sí podemos afirmar que esa moneda fue perdida en algún momento de finales del I aC en una amplia zona que abarca la llanada que se extiende al sur de la Torre, incluyendo al monumento mismo; pero no hay nada que nos permita ir más allá. Ni que nos diga si en el momento de perderla la Torre ya estaba construída, estaba en construcción, o todavía tenía que esperar un tiempo antes de que fuese comenzada. No lo sabemos.

    Así es, y así lo cuento. Y como es, la moneda y los restantes objetos se exponen y seguirán expuestos en la vitrina del museo, en la medida en que puedo afirmarlo, que es menos de lo que muchos pueden creer pero más que lo que a algunos les gustaría que fuese. Porque tanta manipulación y tergiversación hay en inventar datos, como en retorcerlos de forma ilícita para hacerlos decir lo que no dicen, o como en ocultar los que, por una u otra razón, nos resultan molestos o inconvenientes. Y porque todos los ciudadanos tienen derecho a saber la verdad, incluso la verdad de que el pasado no es fácil de aprehender, de que hay objetos que, por mejor identificados y por más que sea conocida su antigüedad (y éstos lo están y su antigüedad no tiene nada de supuesta, siempre, por supuesto, mientras no se demuestre lo contrario, que seguridades absolutas sólo las hay en las matemáticas y en la religión, y esto no va ni de unas ni de otra) no nos hablan con la claridad que desearíamos sino que su resupesta es ambigua cual de oráculo, y de que lo que importa es el desarrollo honesto de un proceso que intenta, con rigurosidad y sin concesiones, llegar hasta donde se pueda.

    Aunque el resultado final sea haber aumentado las dudas y las frustraciones de no poder llegar a donde se quería. Que, a fin de cuentas, o importante é ter saúde e os pés quentes.

    Y además no sé por qué les largo todo este rollo, cuando todos sabemos que el faro romano estaba en Curtis del Obispo.

    Y Dios en la de todos.

    PS: Aunque le cueste entenderlo, aunque poquito, algo conocemos. Por ejemplo, conocíamos lo de Mérida y lo de la Carisa (un campamento de fortuna, no estable, por cierto). Pero no me refería a eso, sino a esa imparable actividad febrilmente constructora de Carisio, la que le llevó a enviar una legión de arquitectos para que, cual misioneros, llenasen el mundo de “torres, puentes y acueductos” además de erigir “infinidad de monumentos conmemorativos” o algo parecido (las comillas no significan aquí cita textual). Y todo ello en el poco tiempo que el buen (es un decir) hombre actuó como legado. ¿Ha sacado todo eso de algún lugar diferente a su imaginación?

    PS(2): Pues claro que los objetos bien contextualizados pueden datar muchas cosas. Doy por supuesto el buen hacer de Jorge Camino, por lo que si él dice que la moneda de Carisio de la Carisa data el yacimiento, así debe ser salvo prueba en contrario. Pero no es el caso, como ya hemos visto, de la moneda de la Torre. Otras hay, bien contextualizadas, que sí datan acontecimientos concretos de la vida de la Torre. Pero ésa, no.

    Y que sea con salud. Mejorando lo presente y salva sea la parte, por supuesto.


  9. #9 pérola 11 de feb. 2007

    Precisamente ayer estuve hablando de la inscripción de la torre. Parece que sus características epigráficas la llevan hacia el siglo II, a época de Trajano
    Lo siento por los dos
    Orosio no le sirve como fuente en donde beber para este tema tampoco...y la moneda en donde se encontró, a cuantos metros? o son quizás km?
    Las suposiciones no son amigas de la ciencia. Pero si los datos de las excavaciones no se publican, si solo las tiene usted para ojearlas cuando le apetece o vuelve de una cena, si se pierde el único material datable, si se usa una moneda que aparece en otra parte para datarla, que quiere que le diga?. yo tengo monedas de franco, y algún real de Vellón, pero no por eso van a datar mi casa como anterior a la peseta. Las monedas se guardan, se acobillan, y no es el material idóneo para hacer una datación.
    Lo siento pero no se convencen más que ustedes. De augusto nada de nada, por ahora.

  10. #10 giannini 11 de feb. 2007

    Vamos con más. Para introducir, si es posible, alguna precisión a mayores, aprovecho que tengo delante El Faro Romano de La Coruña volumen que recoge la traducción de sendos artículos, a cual más interesante de Siegfried Hutter y Theodor Hauschild. Los trabajos, traducidos por D. Fernando Urgorri Casado, se reunieron en este volumen publicado en 1991 por Edicións do Castro y el Ayuntamiento de La Coruña.

    Centrándonos en el artículo de Hutter, se publicó en alemán en 1973, aunque sus datos proceden de la visita que hizo a la ciudad en 1956 y 1957.

    Consultando la traducción, leo en la página 19, nota 25:

    "En el año 1945 bajo la dirección de L. Monteagudo tuvo lugar una pequeña excavación más, 100 m al S. de la Torre. Véase "El Ideal Gallego" de 20-9-45, el 21-9-45 y el 4-10-45. Monteagudo ha tratado del faro brevemente en "Restos romanos en España de interés turístico". Noticiario turístico, sup. nº 193, 1966, 13 y sig".

    Queda claro que la moneda y demás piezas no aparecieron en la Torre, sino a 100 m del edificio.

    En el "Plano 2" del mismo trabajo, que aunque no está fechado hay que situar en torno al año 1955, toda vez que aparece aún el pozo del pararrayos -pozo del que sé por tradición oral familiar que servía para que los vecinos de la zona se surtiesen de agua- y la casa de los torreros levantada en 1853, en este "Plano 2", digo, se pueden medir algunas distancias significativas, por ejemplo la que separa la casilla que resguarda la inscripción votiva, del edificio, y que resulta ser de 10.40 m. Es decir, suponiendo que el muro perimetral desaparecido junto con la rampa ocupasen una anchura a mayores de ¿3 m? resulta que la inscripción se encontraría a 7 m del edificio. Me parece que se apura mucho cuando se relaciona Caio Sevio Lupo, arquitecto, con la Torre. Puede que estuviese relacionado o puede que no. Ya Cornide, con su prudencia habitual, señala:

    "Si esta dedicacion fué solo de la estatua ó se extendió á la Torre, ni se colige de la inscripcion ni me atreveré á asegurarlo: Mariana ha dicho que por ser el dedicante Arquitecto, y por tener estos prohibicion por las leyes Romanas de poner su nombre en las obras que dirigian, se habia Lupo valido del arbitrio de esculpir su nombre al pie de la estatua á fin de perpetuarlo por este medio; pero Mariana no ha tenido razon, pues todo lo contrario resulta de la ley 2. intitulada de operibus publicis, recogida en las Pandectas que expresamente dice: “Que si qualquiera por un efecto de su liberalidad, y sin deuda ú obligacion para ello franquease sus caudales para concluir algunas obras, no se le prohiba perpetuar en ellas su nombre por medio de alguna inscripcion, á ménos de exercer justicia, pues en este caso debia preferir el nombre del Príncipe al suyo propio".

    Fuente: Investigaciónes sobre la fundación y fábrica de la Torre llamada de Hércules situada a la entrada del puerto de la Coruña / Joseph Cornide

    ¿En virtud de que se puede asegurar que la inscripción votiva se talló al construir la Torre y no antes o después? Por ahora, me gusta más la incertidumbre.

  11. #11 giannini 12 de feb. 2007

    Que sí, que la moneda puede proceder del tiempo en que se construyó el edificio, y que rodase ladera abajo, pero digo "puede" porque entiendo que existen otras posibilidades. Ni está claro que la inscripción votiva se tallase cuando se construyó la Torre, ni menos que la moneda se hubiese perdido en ese tiempo ¿Por qué no pensar en un rudimentario puesto de vigilancia preexistente, que se consolidó al construir el edificio? Si allí hubo un puesto de vigilancia ¿no podrían haber perdido la moneda en cuestión? ¿No entra dentro de lo posible que las labores agrícolas hubiesen removido la moneda del lugar en que se perdió al sitio en que la encontró el prof. Monteagudo?

  12. #12 Trufa 12 de feb. 2007

    Saludos a todos. Sólo un comentario sobre “las visibilidades” y perdón por la interrupción. Creo que aquí se están manejando 2 conceptos que pueden ser parecidos pero que no son iguales. Uno es el de la Visibilidad, que sería la mayor distancia a la que podríamos ver un objeto dado y que depende, además de la altura del observador, y esto tiene mucha importancia, de las condiciones metereológicas del momento; y otro es el del Alcance Luminoso, que sería la distancia a la que puede verse una cierta luz (la de un faro por ejemplo) y que es función, primero, de la visibilidad anterior y, segundo, de la “calidad” del foco que la emite (no es lo mismo una hoguera que un halógeno de última generación), con lo que fácilmente se puede ver que nos podremos encontrar con valores de todos los colores. Para controlar esa variabilidad se adopta una visibilidad estandar y se define para ella el Alcance Nominal para cada caso y que depende sólo de la “marca” de la lámpara/hoguera. Pues bien, el alcance nominal de la luz actual de la Torre de Hércules es de 23 millas. Sin embargo habrá momentos en que no se vea ni desde la pulpería famosa esa (que se lo pregunten sino al capitán del Mar Egeo) y habrá otras situaciones en que la luz se pueda ver desde distancias difícilmente creíbles (como así lo atestiguan montones de marinos). Credibilidad que deja de ser tan difícil si se tiene en cuenta el pantallazo.

    Por otro lado la máxima visibilidad tangente al horizonte (o sea la máxima distancia a la que veríamos aparecer de día un objeto en el horizonte) desde lo alto de la torre (106 mt), con unas inmejorables condiciones metereológicas, con la refracción de la luz en positivo y a tope, y con todas las bendiciones de la virgen del Carmen, es de 24 millas náuticas (el Km es unidad de pisahormigas). De ahí para arriba no me creo nada, para abajo, todo. Y además, casualmente, es una distancia muy parecida al alcance nominal de la lámpara del faro.

    No obstante, pienso que jfca se está refiriendo a lugares “en tierra” desde los que se ve la torre (corríjame si me equivoco) y aquí sí que pueden aparecer grandes distancias dependiendo de la altitud del punto del observador y de la existencia o no de obstáculos intermedios entre ambos. Personalmente conozco un sitio, casi 50 Km al interior, desde el que con suerte se puede ver de día la torre. Sin embargo 100 me parecen muchos kilómetros de …., …pero todo puede ser. Más saludos.

  13. #13 giannini 12 de feb. 2007

    Lucus, lo que quiero decir es que aunque una explicación sea posible, "entre dentro de lo posible", no significa que sea la que tú o yo proponemos, la que explique lo que en verdad ocurrió. Ya que estamos algo matemáticos, podría decirse que para analizar el problema sólo conocemos unas pocas de las variables en juego. Estamos ante un sistema compatible indeterminado. Habrá que buscar otras variables que permitan establecer alguna ecuación a mayores que nos haga determinado el sistema ¿o no? Con mi mayor respeto, aventurar una explicación unívoca con tan pocos datos ciertos, me parece que es pecar de imprudente.

    Trufa y Cossue, es que por muy claro que esté un día, se me hace rarísimo que alguien pueda distinguir una construcción de planta cuadrada que tiene únicamente once metros de lado a 100 km de distancia, y las cuentas que hacéis creo que van por ahí. Las islas Sisargas, están separadas unos 8 km en línea recta de la Torre de Hércules. Sólo en días claros se ven, y pese a tratarse de un faro que cuenta con una luz de Primer Orden, si la noche no es clara, tampoco se ve la luz a esos 8 km de distancia.

  14. #14 giannini 12 de feb. 2007

    Respondo a todo correr que hoy tengo mucha prisa. Bueno lucusaugusti, creo que hay, en mi opinión, algún fallo en las premisas, y si las premisas fallan, todo lo que se construye sobre ellas no me parece válido.

    I) "Moneda de Augusto al pie de la Torre". Hay una pequeña imprecisión (creo), se trata de una moneda hallada a 100 m de la Torre, aunque me parece más o menos razonable que pudiese rodar desde el pie de la Torre, si bien, esto último no deja de ser una conjetura más o menos razonable.

    II) "La firma del arquitecto al pie de la Torre". Aquí sí niego la mayor. No hay la menor "evidencia" (lucusaugusti dixit) que pueda relacionar la inscripción votiva con el edificio. Repito lo que dice Cornide: "Si esta dedicacion fué solo de la estatua ó se extendió á la Torre, ni se colige de la inscripcion ni me atreveré á asegurarlo". Pues eso, que no hay pruebas que aseguren la coetaneidad (puff, que palabro) de la inscripción con el momento en que comienza a edificarse la Torre de Hércules ¿Quién asegura que la inscripción no se talló antes o después de levantarse el edificio? Creo que tras lo dicho, esta "evidencia" no es tal.

    III) "Las Torres de Augusto". Creo que nos vamos a fuentes literarias y si esas fuentes no están corroboradas por otras, por las evidencias arqueológicas -estas sí que lo son, en mi opinión-, para mí se quedan en meros indicios.

    IV) "Hércules egipcio señor de la Torre". Más fuentes literarias y en mi opinión más de lo mismo. Por otra parte, el nombre Torre de "Hércules" nace en mi opinión a partir de la Crónica General de España, o de las fuentes árabes si se quiere, pero no conozco un solo texto latino en que se le designe con la dedicación a Hércules. No lo hace Paulo Orosio, ni el Cruzado Osborne, ni aparece con tal denominación en el relato de Trezenzonio.

    En resumen, de las cuatro "evidencias", me quedo a lo sumo con la primera, y aún así, con dudas razonables.

  15. #15 jfca 12 de feb. 2007

    Es correcto Trufa, me refiero desde tierra y desde lugares altos, claro, y con buen tiempo por supuesto. Quizas, o sin quizas, sea un tanto "ezagerao" yo, al decir 100 km. Pero, como tu dices, yo tambien he estado en sitios a mas de 50 km. desde los que se distinguía, no ya la Torre sino tambien el nuevo "garito" de control maritimo del puerto. Y me habeis puesto a pensar, porque de esto ya hace 5 años y a pesar de ser al atardecer se veia toda la Ria de Betanzos, la del Burgo, la de Ferrol y el resto de linea de costa a ambos lados. Digo dudando, porque ya no recuerdo si se veian las Sisargas. Un dia que haga bueno me voy a dar una vuelta hasta alli. Como tengo un primo en Telefónica y estos ponen sus antenitas en todos los sitios altos, le preguntare a ver si me puede decir el mas lejano desde el que se pueda divisar.
    Viene todo esto de las distancia a cuento de que la Torre en la antiguedad seguramente tendria una doble función. No solo serviria de GUIA para barcos entrantes sino tambien (quizas creando humo) para avisar a las poblaciones de que habian arrivado mercaderes.

  16. #16 jfca 12 de feb. 2007

    Es correcto Trufa, me refiero desde tierra y desde lugares altos, claro, y con buen tiempo por supuesto. Quizas, o sin quizas, sea un tanto "ezagerao" yo, al decir 100 km. Pero, como tu dices, yo tambien he estado en sitios a mas de 50 km. desde los que se distinguía, no ya la Torre sino tambien el nuevo "garito" de control maritimo del puerto. Y me habeis puesto a pensar, porque de esto ya hace 5 años y a pesar de ser al atardecer se veia toda la Ria de Betanzos, la del Burgo, la de Ferrol y el resto de linea de costa a ambos lados. Digo dudando, porque ya no recuerdo si se veian las Sisargas. Un dia que haga bueno me voy a dar una vuelta hasta alli. Como tengo un primo en Telefónica y estos ponen sus antenitas en todos los sitios altos, le preguntare a ver si me puede decir el mas lejano desde el que se pueda divisar.
    Viene todo esto de las distancia a cuento de que la Torre en la antiguedad seguramente tendria una doble función. No solo serviria de GUIA para barcos entrantes sino tambien (quizas creando humo) para avisar a las poblaciones de que habian arrivado mercaderes.

  17. #17 giannini 12 de feb. 2007

    Prosigamos, que si es en plan civilizado, entretiene.

    "II) -Un arquitecto, a escasos 24 codos de la Torre de Hércules, deja su firma y dices que no se puede relacionar una cosa con otra. ?????". Pues no, al menos no necesariamente. Quiero decir que una cosa no lleva "necesariamente" a la otra, que hay otras explicaciones posibles: que la inscripción votiva se tallase antes de construirse el edificio; o con motivo de alguna reforma; o después de haberse concluido las obras, etc. Y no lo digo yo, ya en 1792 dijo Cornide de la "dedicación" situada a los pies de la estatua desaparecida: "Si esta dedicacion fué solo de la estatua ó se extendió á la Torre, ni se colige de la inscripcion ni me atreveré á asegurarlo". O sea, que no soy el único que dice que "no se colige". Yo tampoco me atrevo a asegurarlo porque nos estamos saltando pasos, y la pequeña experiencia que tengo me dice que saltarse pasos, puede dar buenos resultados, incluso espectaculares, pero puede llevarnos a un auténtico fiasco. En resumen, que me quedo con aquello de que las apariencias engañan. Desde Madrid se cree que Palloza procede de Oza -lo vimos en el debate sobre los judíos-, les parecía evidente, pero resulta que es una apariencia engañosa, que los que somos de aquí sabemos que Palloza y Oza no tienen que ver.

    "III) -Se excava la Torre de Augusto en Campa Torres y resulta similar a la Torre de Hércules y crees que no existen evidencias arqueológicas comunes. ?????". No conozco el artículo, así que carezco de elementos de juicio suficientes. En cualquier caso, la imagen que pones es una mera reconstrucción conjetural, y hago hincapié en lo conjetural, porque si de ese edificio no quedan apenas los cimientos, aún no me acabo de explicar cómo fueron capaces de dibujar esas fachadas con sus ventanitas -que no las dibujan ni con puntos- o de darle la altura que le dan, en definitiva, que si sólo valoro el artículo por el dibujo, me parece que no es de recibo. Por no pensar de dónde han sacado esas cornisas o la forma del último cuerpo, e incluso la llama, que es muy bonito pensar que un faro fuese como los actuales, con una luz en su cúspide, y si existía esa llama ¿cómo se protegía del viento a esa altura sin que al primer ventarrón se apagase? Por cierto, aprovecho para comentar que en la imagen que pones junto a la reconstrucción conjetural de Campa Torres no es de la "Torre de Hércules antigua", al menos no es de la Torre en época romana. Se trata de una imagen que recoge el estado del edificio en 1788, antes de comenzar las labores de rehabilitación. Como verás, aparece una amplia roza que serpentea el edificio, roza en donde se encastraban las losas que formaban la rampa de subida; aparece también un tejadillo añadido, es de suponer, en 1684, fecha en la que también se añadieron los dos torreoncillos en los que había astas para colocar banderas de señales y faroles para iluminar.

    IV) En la identificación de Hércules egipcio con Augusto no entro. En lo que sí entro es en el hecho de que la denominación "Torre de Hércules" aparece con la Crónica General de España. Repito que ni Paulo Orosio, ni el Cruzado Osborne, ni Trezenzonio la denominan Torre de Hércules. La microtopinimia es significativa al respecto y el entorno de la Torre se conoce como "Agra do Castelo" o "Agra do Castelo Vello"; son multitud las menciones al "Castillo Viejo" en la documentación municipal. Si no recuerdo mal, sólo a partir del siglo XVII en documentos oficiales se denomina al edificio "Torre de Hércules".

    Trufa, el pulpo de Mugardos, guisado, sí muy rico, pero cuando vengas por aquí avisa y nos vamos a otras pulpeiras, y ya me contarás. :-)

  18. #18 giannini 13 de feb. 2007

    lucusaugisti, vamos otra vez por partes.

    II) El bueno de Cornide debe ser tomado en mucha consideración, que han pasado dos siglos y son muy pocos los aspectos que pueden rebatirse en su obra. En mi opinión, quien quiera conocer la historia del edificio, debe leer en primer lugar el librito de Cornide, que en otras lecturas poco a mayores podrá añadir. Con respecto a la inscripción un matiz. Se da por válida desde Hubner, si no me falla la memoria, una lectura:

    MARTI
    AVG SACR
    C SEVIVS
    LVPVS
    ARCHITECTVS
    AEMINIENSIS
    LVSITANVS EX V°

    Pero resulta que los dos últimos renglones no están nada claros -no lo estaban en vida de Joseph Cornide-, sobre todo el penúltimo, así que tengo un amigo que lee:

    MARTI
    AVG SACR
    C SEVIVS
    LVPVS
    ARCHITECTVS
    ALFELANENSIS
    FALERITANVS solVIT


    En definitiva, que se da por válida la lectura de Hubner, pero no está nada claro.

    III) Te agradezco sinceramente la referencia del artículo. Intentaré leerlo que seguramente será de interés.

    IV) Pues qué quieres que te diga, que lo que dice el bueno de Alfonso X me parece un "invento" suyo. Si Paulo Orosio, el Cruzado Osborne o Trezenzonio no conocen el monumento con la denominación "Torre de Hércules"; si hasta el siglo XVII se conoce al edificio en la documentación oficial como "Castillo Viejo"; si la zona inmediata es el "Agra del Castillo Viejo", me quedo conque la denominación "Torre de Hércules" es de la época en que se redactó la Crónica. En cualquier caso, esas afirmaciones hay que probarlas y el rey Sabio no lo hace, por más que en mi opinión suenen a pura fábula.

  19. #19 lucusaugusti 13 de feb. 2007

    Por su interés copio esta reseña que creo muy interesante:

    Tesis Doctoral:
    Sistemas de Señalización Marina en la Antigüedad Clásica
    Autor: José Manuel de la Peña Olivas
    Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos.
    Jefe de la División de Estudios Litorales del Centro de Estudios de Puertos y Costas. CEDEX-MOPTMA.

    http://www.mcu.es/cgi-brs/BasesHTML/TESEO/BRSCGI?CMD=VERDOC&BASE=TSEO&DOCN=000112507

    Resumen:
    INTRODUCCIÓN:
    El campo de la ingeniería portuaria histórica, es uno de los aspectos menos cuidados del conocimiento de la antigüedad. A este campo del conocimiento he dedicado gran parte de los últimos años, junto a estrechos colaboradores y colegas, para intentar llenar ese vacío que la ingeniería y la historia tiene. Bien es cierto que son muchos, especialmente allende nuestras fronteras, que se dedican a ese mundo fantástico de escudriñar y conocer el saber de mujeres y hombres que nos precedieron en el tiempo y pusieron la semilla de la sabiduría, y hoy olvidados en el tiempo. Pero la vía por la cual este trabajo se mueve; el conocimiento de las técnicas y métodos constructivos desde el punto de vista del ingeniero, no son muy frecuentes.
    Escudriñar en la técnica constructiva antigua de los puertos y señales marítimas es muy compleja y difícil, especialmente por la falta de datos, y en particular cuanto más se adentra en la lejanía de la historia. Pero todas estas dificultades se ven aumentadas cuando se trata de conocer los sistemas de señalización en la antigüedad, ya que no existen estudios completos, sistemáticos, y monográficos sobre este tema, llegando algunos autores a negar su existencia.
    Esta dificultad de estudio se debe, aparte de la incredulidad de aquellos que debieran buscar sus restos, en que esos sistemas de navegación se basaban, por lo general e estructuras que podría calificárselas de frágiles y dispersas, que bien han sido removidas, bien han sido reutilizadas o el tiempo se ha encargado de hacerlas desaparecer.
    Este es un reto que debe afrontarse, no dejando el recuerdo del pasado técnico reconstrucciones poco afortunadas de faros como las hechas de la Torre de Hércules.
    OBJETIVOS PREVISTOS
    La ingeniería marítima que fue desarrollándose en la antigüedad se ciñe a dos aspectos diferentes y conjugados: los puertos como estructura marítima y a los faros o señales marítimas como sistemas de ayuda a la navegación. Y que en ocasiones han desaparecido sus huellas bajo las infraestructuras que han ido desarrollándose a lo largo de la historia, y el poco valor que se las dio por falta de conocimiento.
    El objetivo, pues, de este trabajo es acercar al conocimiento del ingeniero actual el conocimiento que tuvo el ingeniero en la antigüedad, cómo resolvió los problemas y qué grado de conocimiento técnico alcanzó en el campo de los sistemas de señalización marítima y las estructuras que lo soportaban, y con ello valorar mejor nuestro patrimonio técnico, portuario y de señalización marítima
    Para ello hay que conocer, lo más a fondo posible cual era la técnica que se usó en aquella época, cual fue el grado de desarrollo que se alcanzó en este campo portuario. Y unido íntimamente a ello se encuentra la arqueología en la gestión medioambiental como se puso de manifiesto en las prospecciones arqueológicas y restauración del faro de La Coruña, o Torre de Hércules, llevadas a cabo por la Dirección General de Costas en 1992.
    Por tanto, el fin a alcanzar con este estudio es tener un conocimiento de cómo fueron los sistemas de señalización en la antigüedad clásica occidental, cual fue su desarrollo, evolución y funcionamiento.
    Para ello se ha aplicado las fuentes del conocimiento de las que se ha dispuesto y concatenarlas con las componentes para saber el fin perseguido
    Suposición Þ Hipótesis Þ Tesis
    RESUMEN DE LA TESIS:
    El desarrollo formal de la tesis se ha estructurado entres grandes bloques: El primero de ellos está dedicado a mostrar las herramientas de las que se ha dispuesto para poder abordar el trabajo, estudio e investigación dela parte esencial de la tesis que se contiene en el segundo de los bloques, así primeramente se expone la metodología, o método científico seguido, seguidamente se muestra el ámbito geográfico e histórico en el que se ha abordado la investigación, el tercer capítulo se dedica a las diferentes fuentes de información que se han usado en el transcurso del trabajo, analizando la veracidad y profundidad de cada una de ellas, tras ello, en el capítulo 4 se analiza el estado del conocimiento y su evolución hasta nuestros días. El segundo bloque se conforma en cuatro capítulos y es el cuerpo de la tesis. El último de los bloques resume las conclusiones a las que se ha llegado en la tesis y propone a la vista de la investigación realizadas la nuevas vías de investigación que ayuden a profundizar en las diferentes brechas que la tesis ha abierto para ampliar el conocimiento que sobre los sistemas de señalización marítima en la antigüedad muestra el trabajo.
    El bloque segundo, cuerpo principal de la tesis, se estructura desde en capítulo 5 hasta el capítulo 8. El primero de ellos, capitulo 5, estudia los diferentes tipos de señales marítimas existentes en la antigüedad, su uso y tipología, cuando comenzaron cada uno de ellos y sus características fundamentales. El capítulo 6 se dedica a la descripción de los faros, tanto portuarios como costeros, en las diferentes culturas que fueron desarrollándose a lo largo de la historia de la cuenca mediterránea en la antigüedad, especial importancia merece la clasificación tipológica de los faros romanos, proponiendo diferentes reconstrucciones como la del faro de Dover o de las proporciones del faro de Alejandría, tratado en el capítulo8. El capítulo 7 trata exclusivamente de los faros en todo el frente costero de la península Ibérica; los frentes considerados son las costas cantábricas, Galicia, Portugal, suroeste, y costa mediterránea. Se plantean reconstrucciones de faros como el de La Coruña, El Morrazo, y Gádir , y se analizan sistemas de faros existentes en la antigüedad a lo largo de las costas españolas. El capítulo 8 se dedica a analizar y estudiar la evolución que se produjo en el pasado de los faros; tanto en su estructura como el la luminaria que poseía el faro, y en las redes de faros que existieron. Los dos últimos apartados de este capitulo se dedican a indagar sobre los sistemas de contratación de las obras públicas en la antigüedad, especialmente en Roma, y a estudiar los sistemas de posicionamiento que poseyeron los barcos para conocer su situación y el rumbo que llevaban.

    Archivo: Biblioteca de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Madrid

  20. #20 giannini 13 de feb. 2007

    Gracias por la referencia. Juraría que leí un artículo sobre señalización marina en la Antigüedad, y no acabó de convencerme debido al cúmulo de suposiciones que hacía. Espero que no se trate del mismo autor.

    Me llama la atención que el autor se refiera a "reconstrucciones poco afortunadas de faros como las hechas de la Torre de Hércules". No queda muy claro a qué "reconstrucción" se refiere, si es que puede hablarse de reconstruir para lo que se debía denominar "rehabilitar".

    A ver si tenemos las cosas claras. La Torre de Hércules es un faro romano, pero en mi opinión, no está demostrado que en su cúspide hubiese una luz. Tal y como señaló la Dra. Canto en otro debate, realizando un paralelismo con el de Alejandría, parece más o menos razonable que pudiera haberla. Por otra parte, nos recordaba la misma autora que hay varios relieves y monedas en las que aparecen faros antiguos con una llama en su cúspide. Habría que determinar el grado de fiabilidad que tienen esas representaciones. En la Torre de Hércules, que se sepa, no se encontró ningún vertedero de cenizas de combustión, ni el suelo del último piso del edificio -original- que carece de manchas que se puedan relacionar con fuego, como no sea en una zona en la que hubo un torreoncillo que cayó abatido por un rayo en torno a 1769 -no tengo el dato a mano. Quiero decir en definitiva, que eso de pensar que un faro antiguo funcionaba como un faro actual... esta por ver.

    Entre los siglos IV y X, nos dicen los arqueólogos que comienza a desmoronarse el muro exterior. A la imagen que pones más arriba que como dije, refleja el estado de la Torre en 1788, hay que añadirle las losas que se encastraban en la roza que recorría el edificio formando una hélice. Si las losas se apoyaban por un lado en la roza, es de suponer que por el otro lado no iban a estar colgadas, y efectivamente, los arqueólogos han demostrado que hubo un "muro exterior" en el que se encastraban las losas "por el otro lado". No sé si me explico o me enrollo demasiado. El caso es que, como digo, el muro exterior junto con las losas de la rampa desaparecen entre el siglo IV y X. Como esta rampa era la única para ascender a la cúspide del edificio, éste se queda sin uso, o al menos quedan sin uso todas aquellas piezas que están más arriba de la planta baja.

    Y así hasta el año 1682 en que se nombra gobernador y capitán general de Galicia al duque de Uceda. Instigado al parecer por el que se dice su confesor, el P. Fr. Francisco de Negreiros, el duque taladra las bóvedas de las tres plantas en altura, construye un balcón en la parte alta e introduce a través de lo horadado, una escalera de mano, penosa y de muy mala factura al parecer. También añade dos torreoncillos en la cúspide, no sólo para dar luz, que debía ser más bien escasa porque la proporcionaban dos linternas, algo más grandes que una de mano, sino para hacer señales en sus astas mediante banderas. El caso es que la escalera se arruina, uno de los torreoncillos cae tras una tormenta, las paredes exteriores -que en la obra romana eran interiores- sufren diversos desprendiemientos, etc. Un desastre. En esta coyuntura, el capitán general de Galicia en 1787, Pedro Martín Zermeño, ocurre a la Secretaría de Gerra y pone en evidencia que la Torre es un cuerpo de guardia interesante para el Ejército, y una luz que ayuda a la navegación, interesante para la Armada. Por fortuna, se aprobó la obra y así no nos vimos privados de este monumento de la Antigüedad, así que decir que la "reconstrucción" -entiéndase "rehabilitación"- es desafortunada, sin más, no dice mucho del autor, o dice otras cosas.

  21. #21 El Brujo Redivivo 13 de feb. 2007

    Si no me equivoco, Giannini, la tesis en cuestión puede consultarla en la Biblioteca Auxiliar del Museo Arqueológico coruñés. Se lo verificaré cuando esté en condiciones, que ahora no estoy.

    No me había fijado en esa frase "reconstrucciones poco afortunadas de faros como las hechas de la Torre de Hércules". O mejor, había pasado por encima, en una lectura rápida, dando por hecho que se refería a las reconstrucciones hipotéticas como las de Hutter o Hague. Si es como pensé, nada digo, porque muy afortunadas no son (sobre todo la de Hutter). Si se refiere a la obra de Giannini (el otro), la frase es una burrada de campeonato. La obra de Giannini no sólo es modélica para su tiempo, sino que presenta rasgos esenciales que no van a ser comunes hasta muy avanzado el siglo XX. El chavalote era un fenómeno. Alfredo Vigo sospecha y argumenta (y argumenta bien) que, además, tras él estaba la figura de Josep Cornide, que tampoco era un mindundi precisamente.

  22. #22 lucusaugusti 14 de feb. 2007

    En cualquier yacimiento arqueológico en que en un radio de 100m. apareciera en roca viva un texto de cronología altoimperial con el nombre de un arquitecto y además una moneda de Augusto y Carisio; los estudiosos determinarían la relación directa entre ellos con la edificación que con cimientos altoimperiales es centro de lugar.

    Lo que yo creo que ocurre en la Torre de Hércules es que en año 1792 Cornide, (sin tener conocimiento de la moneda que apareció en el 1947) determinó una trascripción para el texto de la roca poco afortunada, y que relacionaba al arquitecto con una población de origen Flavio, y por lo tanto muy posterior a Augusto y Carisio. Fue Cornide quién señalo a Trajano como promotor de la torre, sin tener en cuenta a otros que ante que él señalaban a Augusto. Ahora sabemos que Cornide se equivocaba.

    Los historiadores de A Coruña del siglo XX son en su gran mayoría devotos de Cornide y con dificultad podrán dar “su brazo a torcer”. Sin embargo existen ejemplos de construcciones contemporáneas a la Torre de Hércules que han sido datadas en el siglo I aC. por la sola aparición de una moneda de plata similar a la encontrada por Monteagudo y rescatada por Bello.

    Moneda que por su valor era utilizada, entre otras cosas, para pagar los honorarios de arquitectos que eran contratados por Carisio en las obras patrocinadas por Augusto.
    El tiempo dará poso a todos los datos.

    Ver: El hallazgo de una moneda acuñada por Publio Carisio, el dirigente romano que impulsó la construcción de la vía Carisa, ha permitido datar la construcción del campamento en el 25 antes de Cristo. Los expertos han confirmado que la plaza fuerte está erigida sobre otra levantada en una campaña anterior y que fue abandonada precipitadamente por las tropas imperiales, puede que obligadas por el asedio al que fueron sometidos por los astures.
    Ver :La Carisa seguirá desenterrando la Historia
    http://terraeantiqvae.blogia.com/2004/120601-la-carisa-seguira-desenterrando-la-historia.php

  23. #23 giannini 14 de feb. 2007

    Gracias por citar, aunque sea con alguna incorrección, pero ahora al menos con ayuda de REBIUN, la cita es ya aprovechable y podemos conocer el año de publicación, que es lo que aquí interesa.

    El verdadero título de la obra no es el que anotas, sino que debe ser: La Galice romaine: recherches sur le nord-ouest de la péninsule ibérique dans l'Antiquité. Fue editada en París por Difussion de Boccard en 1981, y es una obra publicada en un sólo volumen.

    Vamos a lo que interesa. A. Tranoy se debió fiar, bien de los artículos publicados por el prof. Monteagudo en El Ideal Gallego (1945), bien de la información proporcionada por dicho autor. Creo haber leído que D. Luis sostiene en esos artículos de divulgación, que a la vista de sus hallazgos, en el entorno de la Torre pudo haber un asentamiento romano. Está claro que tras las excavaciones arqueológicas de los años 1992-1994 y sondeos previos, esa interpretación está superada.

    Lo que no está claro aún es el momento en que comenzó a la construcción del faro. Ha dicho Elpater que va a enviar o a cotejar los resultados de algunas de las determinaciones realizadas con el laboratorio que las hizo, por si hubiese algún error, y parece que eso genera cierto nerviosismo. Aún no acabo de entender el motivo.

    Para los sondeos previos a la excavación: Sondeos en el entorno de la Torre de Hércules (1990)/ José Mª Bello Diéguez http://www.ctv.es/USERS/sananton/memextor.pdf

  24. #24 El Brujo Redivivo 14 de feb. 2007

    Parturient montes, nascetur ridiculus mus.

    Al final era "el Tranoy" por antonomasia. Buen libro, aunque se le noten los más de 25 años que lleva encima. Intente leerlo y entenderlo. No le vendrá mal.

    Salvo que haya una edición posterior, de bolsillo o así, tiene un solo volumen.

    En una cosa sí acierta: las pielonefritis son dolorosas, sobre todo si se extienden a los órganos vecinos. Aunque no creo que mi aparato génitourinario sea asunto de su incumbencia, puedo afirmar que la mezcla de Voltaren intramuscular y Buscapina intravenosa es efectiva al respecto.

  25. #25 giannini 14 de feb. 2007

    O mantienes la compostura, o no sigo. La obra que mencionas está editada en un sólo volumen. Esto se comprueba usando el catálogo de una biblioteca y en el registro catalográfico, acudiendo al campo "Descripción física":

    602 p., XXXVI p. de lám., XVI p. de mapas ; 25 cm

    Traduzco: la obra se publicó en un solo volumen, porque si hubiese más, el catalogador hubiese añadido 2 Vol. o 3 Vol., etc. El volumen publicado posee 602 páginas, más 36 en paginación aparte dedicadas a láminas, más 16 también en paginación aparte de mapas. Tiene una altura de 25 cm.

    Conclusión: la obra se editó en un volumen, aunque en su interior el autor llame a los capítulos livres, pero son meras parte de un único volumen.

  26. #26 El Brujo Redivivo 14 de feb. 2007

    No son 1.500, sino seiscientas y pico.

    Cada "livre" o "parte" consta de varios capítulos, como es normal.

    El Tranoy tiene un solo volumen o tomo.

    Me alegro de defraudarla. Así queda patente que somos diferentes y quedo bien al margen de sus barbaridades.

  27. #27 El Brujo Redivivo 14 de feb. 2007

    Pero no estaría mal que, cuando tenga acceso al Tranoy de verdad, el de imprenta, no a fotocopias, y compruebe que se trata de un solo volumen, después lo dijese por aquí reconociendo su metedura de pata.

    Aunque ya sabemos que no lo hará.

  28. #28 El Brujo Redivivo 14 de feb. 2007

    1.700 para ser exactos (o eso clavan para los gastos de envío).

    En un solo volumen. Un solo tomo. Uno.

  29. #29 giannini 14 de feb. 2007

    A ver si ahora se entiende. Una monografía suele dividirse en capítulos (I, II, III, IV, etc.), y estos en apartados (I.1, I.2, I.3, etc.). En ocasiones, el autor en lugar de llamarle capítulos, les llama "libros", y divide estos últimos en capítulos. No se trata de volúmenes físicos distintos, sino que esos libros se encierran en un único volumen ¿Verdad que cada uno de los "livres" de Tranoy no tiene una paginación independiente? Es decir, el libro I del volumen X acaba en la página 145 (por poner cualquier cifra), el libro II comenzará en la página 146 (o 147 o 148 que pudieron interponer una hoja de respeto por medio). Es decir, para citar bien la obra de Tranoy, no hay que hacer la menor mención a los "livres", porque despista, porque esos "libros" no tienen una paginación independiente. Sólo hay que citar autor, título, lugar de publicación, editor, año y página o páginas que ocupa la cita que queremos anotar.

    No sé si esto aclara las cosas, pero resulta evidente, de acuerdo con la descripción física de la obra, que el volumen de Tranoy tiene una paginación corrida, que sólo se interrumpe para láminas y mapas porque ocupa un único volumen físico.

    Y a ver si seguimos con la Torre, de forma civilizada si es posible.

  30. #30 torances 14 de feb. 2007

    Con relación a la distancia desde la cual sería visible un objeto en la mar, en éste caso la torre, no sólo depende de la altura del objeto como ya mencionaba Cossue, también depende de la altura del observador, así para un faro de 100 metros de altura sobre el nivel del mar, (desconozco la altura de la torre de Hércules sobre el nivel del mar) no la altura del faro, el horizonte visible se situaría a 20,78 millas náuticas, aproximadamente 38 Km, a lo que habría que sumar el aplicar la misma formula al horizonte visible desde el observador según su altura, así para un serviola en lo alto de un mástil a 12 metros de altura sobre el mar tendríamos 12 Km. más, es decir ambos estarían a la vista por debajo de los 40 Km de distancia, a mayor altura del objeto y del observador aumentaría la distancia a la que ambos estarían a la vista.


  31. #31 giannini 15 de feb. 2007

    Y no sólo eso. La inscripción está dada de almagre, incluso un autor a principios del siglo XIX sospecha que está repicada. Dice José María Segovia con respecto a la inscripción:

    "Yo la he visto en este año de 1822 y cotejándola con la de Cornide, me he encontrado que no falta ninguna letra, que están nuevamente grabadas sobre las viejas y dadas de almagre sin los puntos de las dicciones y abreviaturas:

    MARTI
    AVG SACR
    G. SEVIVS
    LVPVS
    ARCHHECVS
    AFIAINHNSIS
    IVSIANVS EXVL

    El que haya dirigido llenar estos huecos, la ha copiado sin duda de otra parte poco exacta, y no de las memorias de Cornide, como se nota en el contexto y letras. Además se ha procedido con poca discreción, pues quien no tenga noticia de dicha descripción, al ver las letras tan nuevas y tan dadas de color, juzgará apócrifa la inscripción, haciéndose poco favor los coruñeses cuando el Consulado en la reparación de la Torre mandó construir una casita en figura de neto, dado o cubo geométrico de piedra berroqueña, en donde se conserva la lápida libre de la intemperie para que no faltasen más letras".

    Fuente: Real Academia de la Historia, Colección Pérez de Guzmán, Diario nº 2 de José María Segovia, 11/8335. Transcrito en: López Vallo, J. "El Diario nº 2 de José María Segovia. La Coruña vista por un ilustrado tardío durante el Trienio Liberal". En: Nalgures, I (2004), p. 238.

  32. #32 El Brujo Redivivo 15 de feb. 2007

    Lucusaugusti, lo suyo es realmente tremendo.

    Me refiero a su probada incapacidad de tocar una cita sin tergiversarla. Pero hombre, fíjese un poco, por amor de Dios. Que no llega con tener muchas ganas; ni siquiera llegaría (si fuese el caso) con tener mucha mollera, sino que hay que trabajar, al menos un poco, fíjándose en lo que se hace.

    Primero fue la falsedad de que la moneda de Carisio había aparecido en los cimientos de la Torre, cuando usted mismo cita un texto que describe con precisión su hallazgo, resultando que no tiene nada que ver con eso.

    Y ahora cita un comentario de este Brujo Redivivo que suscribe aplicándolo a las Aras Sestianas sin que tampoco tenga que ver con el asunto:

    SU COMENTARIO:

    "Otros colocaron aras y torres en Coruña y Campa Torres.
    El Brujo Redivivo
    10/02/2007 15:59:59
    La atribución a Augusto, que el autor pretende originalidad suya, tampoco es nueva. Salvo error de mi memoria, Rodríguez Colmenero o Fernández Nieto ya han escrito sobre esa idea. Yo mismo también.Para variar, tampoco es nueva la idea de que la Torre puede ser una de las aras de Augusto. Hay más autores, pero el que ahora recuerdo con más nitidez es Fernández Nieto."

    MI COMENTARIO SOBRE LAS ARAS SESTIANAS:

    "Para variar, tampoco es nueva la idea de que la Torre puede ser una de las aras de Augusto. Hay más autores, pero el que ahora recuerdo con más nitidez es Fernández Nieto."

    Ni Rodríguez Colmenero ni yo. Sólo Fernández Nieto. Y lo tiene un poco más arriba en esta misma página. El párrafo anterior, el que usted cita, hace referencia a Augusto, no a las Aras Sestianas. No es difícil entenderlo, de verdad.

    En las otras locuras suyas (e inventos) ya no entro. Allá usted y quien le haga caso.

  33. #33 El Brujo Redivivo 15 de feb. 2007

    Vaya, resulta que sí había metido el párrafo de las aras y no lo había visto. Y no lo había visto porque, por variar, lo había tergiversado, convirtiendo un punto y aparte en un punto y seguido, y haciendo un sólo párrafo cuando en el original había dos y bien separados.

    Es triste esa incapacidad de tocar una cita sin tergiversarla.

    De todas formas, capón también para mí por no haber leído completa su cita deturpada.

    Borre, en consecuencia, lo dicho al respecto. El resto déjelo íntegro.

  34. #34 El Brujo Redivivo 15 de feb. 2007

    Dudar es bueno, pero no lo es tanto hacerlo con las cosas resueltas si no se tienen medios o capacidad para proponer una solución mejor.

    La inscripción dice AEMINIENSIS.

    Y si alguien lee otra cosa y lo prueba, estupendo. Si no, puro ruido.

  35. #35 El Brujo Redivivo 15 de feb. 2007

    Augusto como Jano.

    Falso. Mentira. Invento.

    Basura, como todo lo que toca.

    Cuestión de vocación, supongo.

    Y además ignorancia brutal. Augusto en el 119 aC. Sólo falta una moneda de Augusto Matusalén.

  36. #36 pérola 15 de feb. 2007

    Pués mire ahora no tengo nada a mano, ni crea que es santo de mi devoción, la verdad es algo en lo que no entro ahora, porque esa no es mi batalla, pero las cosas se pueden decir y decir de muchas maneras, y usted ha optado por el camino equivocado.¿Sólo le pega a Maquiavelo?

  37. #37 ainé 15 de feb. 2007

    Jejeje...aquí más de uno necesita gafas!
    Os creéis todo lo que los "supuestos sabios" os dicen y no tenéis en cuenta que los sabios se equivocan (lo que es peor!!....algunos ni cuentan todo lo que saben...se lo guardan pa ellos solitos).... :DD

    Patas arriba o abajo, separadlo por donde queráis...lo que se lee:

    A - L V N I I N S I S




    Ya he buscado
    Afluni…
    Aeluni…
    ...y mucho lo he flipado (no me encaja...o si?)

  38. #38 giannini 15 de feb. 2007

    En cuanto a la inscripción, voy a hacer de abogado del diablo, que siempre me parece algo positivo. Por ahora, nadie duda, al menos en papel -que es lo que cuenta- de que se lee Aeminiensis, y eso desde Hübner, que ya pasaron unos cuantos añitos. Todos los autores serios dan por válida esa lectura, al menos no conozco a nadie que dude. Otra cosa es lo que se dice en una conversación, y yo al menos oí que "ese renglón es ilegible" o incluso que la lectura es:

    MARTI
    AVG SACR
    C SEVIVS
    LVPVS
    ARCHITECTVS
    ALFELANENSIS
    FALERITANVS solVIT

    Se invitó a quien hacía esa lectura a que lo pusiese en papel, pero no debía estar muy seguro el autor cuando rechazó el ofrecimiento. Así que, por ahora, yo personalmente me quedo con Aeminiensis, pero dejando la puerta abierta por si algún epigrafista lee algo distinto. Lo que diga ainé, son las cosas de ainé, un juego, pero vamos, absurdo.

  39. #39 El Brujo Redivivo 16 de feb. 2007

    Pues no es por fastidiar, pero buena imaginación tiene su amigo, Giannini. Hablando de memoria, "Lusitanus" me parece incontestable. "Aeminiensis" puede ser más discutible, pues efectivamente la línea está hecha cisco, pero con buena iluminación se lee el "Aeminiensis" sin mayor problema.

    Lo cual no implica que no quepan otras lecturas. Pero éstas han de cumplir los requisitos de siempre; cuando menos, que se lea igual o mejor que la lectura a la que pretende suplantar y que sea igual o más coherente que ella.

    Lo de Ainé, pretendiendo pontificar a partir de una mala foto en la que no se ve ni un solo surco sino solamente líneas de tiza, es sencillamente absurdo. Aunque ya me había pisado usted la palabra, mecachis.

    Salvo que se pretenda saber qué es lo que había interpretado el señor que pintó la inscripción con tiza, claro. Ahí sí que puede tener razón. Lo que ocurre es que es un asunto sin mayor interés.

  40. #40 El Brujo Redivivo 16 de feb. 2007

    Por cierto, señora Ainé, no he visto por aquí ningún mensaje de José María Bello. Tengo la sospecha de que se refiere usted a un mensaje de El Brujo Redivivo, es decir, a un mensaje mío. Pues bien: si firma El Brujo, el mensaje es de El Brujo. Y lo que usted crea, sospeche o sepa, es asunto suyo. Pero que le conste que hay barreras que no consiento que nadie traspase sin mi permiso, y esas barreras delimitan todo lo que se refiere a mi vida personal y profesional, y a todo otro aspecto que no sea el que por aquí yo mismo expongo.

    Parece mentira que haya tal cantidad de señoritas malcriadas que no saben los límites del derecho a la intimidad. Pues les ruego que los vayan aprendiendo. Salvo que quieran que se les pague con la misma moneda, algo que mi natural elegante me impide hacer. Pero las presas más sólidas pueden romper si la presión es suficiente, y después vendrán llorando por los muertos de la riada.

    De modo que, para aclarar bien, de lo que por aquí diga o haga, lo que quieran. Pueden criticar, asentir, abuchear, aplaudir y lo que deseen. Pero prohibido pasar de las barreras habituales en la red. Prohibido. Lo siento, pero en mi vida privada ustedes ni están, ni se las espera.

  41. #41 Abo 16 de feb. 2007

    Giannini, efectivamente tienes toda la razón a pensar que es conjetura, pues claro, el cien por cien de seguridad sería que además de lo que puso le añadiese (por ejemplo):" Arquitecto que proyectó y dirigió los trabajos de construcción del Faro de esta ciudad de Brigantium". Hombre, yo creo y soy el menos en decir algo, entonces a esa hipótetica Torre de Augusto que pretenden ser una de las Aras Sestianas (creo) en la Campa de Torres no se sostiene ni por la base. Cuantas cosas se definen (y los arqueólogos lo saben) con menos motivos. Un faro romano de la importancia del que hablamos y a escasos diez metros una inscripción también romana con el nombre de un arquitecto. ¿Qué hacía alli?. Pero bueno, Giannini, soy el menos indicado para decir nada y solo es una puñetera opinión entre amigos. Saludos.

  42. #42 giannini 16 de feb. 2007

    Es que... hubo quien puso el texto que dices, y así no hay lugar a dudas.

    Con permiso del autor:



    Por si no se leyese:

    DIRIXIÓ ESTA OBRA
    EL THENIENTE DE NAVÍO E IN-
    GENIERO ORDINARIO DE MA-
    RINA DON EUSTAQUIO
    GIANNINI

    El bueno de Gaio Sevio Lupo, sólo dice que es arquitecto, y hace su ex voto junto a la Torre, fuera del edificio, Giannini lo escribe dentro ;-)

  43. #43 El Brujo Redivivo 16 de feb. 2007

    Abo, pero podía poner un "fecit" o similar, y no nos quedábamos con la duda, ¿no cree?

    Para mí que no le dio tiempo a ponerlo. Tenía muchas cosas todavía por construir, como el Trega, el Castro de Vigo y la Catedral de Lugo con el Sacramentum Tantum Ergo incluído, todo ello por mandato de Publio Carisio. Y prisa había, porque además tenía que construir puentes, acueductos, torres e innumerables monumentos conmemorativos, y todo ello en los tres o cuatro años que Carisio anduvo por Mérida...

    ¿No me cree? Hombre, si la aparición de una moneda de Carisio cerca de la Torre es prueba de que la Torre se construyó por orden de dicho legado, lo mismo habrá que aplicar a los demás lugares, digo yo. Pues bien:

    "...en galicia yo se de tres hallazgos de quinarios de P.carisius..
    un ejemplar en lugo..exactamente en el solar de anxel fole
    otro ejemplar en vigo..en el castro de vigo
    y dos ejemplares en el castro de santa tegra en A guarda "

    (http://www.forum-numismatica.com/viewtopic.php?t=8270&view=previous&sid=a42f9988a5f658575aecf835e92437c4)

    Y como sabemos que las monedas de Carisio que aparecen es porque Caio Sevio Lupo tiraba un quinario, preso de la emoción, cada vez que concluía una de las obras que Carisio le encargaba por orden de Augusto, no podemos por menos que concluir que

    - la Torre de Hércules
    - la Catedral de Lugo
    - el Castro de Vigo y
    - el Castro de Santa Tegra

    son fundaciones augústeas, edificadas por Caio Sevio Lupo por encargo de Publio Carisio por orden de Augusto.

    Además, hemos demostrado que

    - la Catedral de Lugo es una Ara Sestiana
    - Caio Sevio Lupo, en gallego, se dice Anxel Fole.

    Era mucho, el Sevio Lupo. Tenía mucha cabeza. En realidad tenía dos, porque era bifronte, como Jano.

    Al final podemos concluir que, si no puso el "fecit", fue porque no le dio la gana, que bueno era él.

    Y Dios en la de todos.

  44. #44 Abo 16 de feb. 2007

    Yo no comento nada de Carisio ni nada por el estilo, dejemos al Castro de Vigo durmiendo en los laureles en espera de que alguién haga algo y al Trega dejemoslo contemplando como se le aproxima el Minius (si nos dejan que sea el Minius, que esa es otra). Yo solamente comento: un faro romano y una inscripción romana realizada por un arquitecto. Si aún vamos a liarla.

    No, si a lo mejor el bueno de Carisio ya iba al Eligio a tomar unos chanqueiros del condado de Arbo con alguna lamprea del Minius.. Tiempo al tiempo, a ver si encontramos otra moneda en sus cimentaciones. Todo es posible.

  45. #45 Brigantinus 16 de feb. 2007

    Bueno, sobre el tema de la inscripción, hay que partir del detalle de que la foto que ha colgado Ainé, está -en efecto- repasada con tiza. Lo interesante es leer la inscripción original sin "repasos".
    ¿Y que se lee?
    Pues ahí os dejo un listado con distintas interpretaciones sobre el texto de la penúltima línea:

    1) Florián de Ocampo (primera mitad del siglo XVI): AT DANIENSIS
    2) Baltasar Porreño (1572): AF LVNIENSIS
    3) Cardenal del Hoyo (1608): AF //// NIENSIS
    4) Francisco de la Huerta (1739): A FINIB (por cierto, en la fila superior, donde todos leen ARCHITECTVS, él lee ARCEM CIV)
    5) Luis Moreri (1753): A. F DANIENSIS
    6) Padre Sarmiento (1754): AF... LVNIENSIS
    7) P. Flórez (transcribe la copia facilitada por Cornide, 1764): AFLAVIENSIS
    8) Cornide (1790): AT :::::: SIS
    9) Memoria guardada en el siglo XIX en el Real Consulado Marítimo de Galicia: AT...... SIS
    10) De la Roda y Delgado (1858): AFLVNIENSIS
    11) Hübner (1861): AEMINIENSIS
    12) Cortés y López (1866): AF... LVIENSIS
    13) Murguía (1906): Inicialmente AFLVNIENSIS. Posteriormente acepta AEMINIENSIS.
    14) Barros Silvelo (1875): AFLVNIENSIS
    15) Monografía Geográfica Histórica de Galicia (Anónimo, 1905): AT::::::::SIS
    16) Fidel Fita (1911): AEMINIENSIS
    17) Francisco Tettamancy: Cree leer AFLVNIENSIS o AELVNIENSIS. Pero deja abierta la posibilidad de que algunas letras estuvieran enlazadas, de modo que serían factibles las lecturas AEMINIENSIS, AFLVVIENSIS, AFLAVIENSIS o AELANIENSIS.

    Un detalle que llama la atención; en la transcripción que Cornide le envía al p. Flórez, se lee AFLAVIENSIS. Sin embargo, el propio Cornide, muchos años después, solo lee AT ::::::SIS.
    Tettamancy intenta superar la contradicción suponiendo que entre la fecha de la primera transcripción y la segunda, debió producirse algún deterioro en la piedra que dificultó considerablemente su lectura.
    Sin embargo -opinión personal- si vemos las transcripciones de los dos siglos anteriores, vemos que son los suficientemente diferentes entre sí como para suponer que ya debía ser de difícil lectura con anterioridad.

  46. #46 ofion_serpiente 16 de feb. 2007

    Perdonad el rollo de corta y pega, pero creo que puede interesar para conocer qué era IANUS. Significativo lo de IANUS CURIATA, altar dedicado a Ianus Sororium y contiguo a otro dedicado a Iuno Sorora

    Sobre el Janículo, el mismo libro y autor explica

    The name was usually explained by the ancients as meaning' the city of Janus' (Serv. Aen. viii. 357; Varro ap. August. civ. Dei vii. 4; solin. ii. 5; Macrob. i. 7. 19; Ov. Fast. i. 245); sometimes, apparently, as the 'gate' (Fest. 104). The connection between the hill and Janus was doubtless due to the presence here of a cult of the god, who was afterwards explained as an early king of the district (cf. WR 103 ff.). No trace of this cult existed in historical times, but it may be inferred from that of FONS or FONTUS (q.v.), the reputed son of Janus. According to Pliny (NH iii. 68), the original name of this settlement was Antipolis (v. PAGUS IANICULENSIS).

    De Ianus, indica

    IANUS
    an arch or gate, intended for a passage way (Cic. de nat. deor. ii. 67: Ianum . . . ab eundo. .. ex quo transitiones perviae iani ... nominantur), sometimes surmounted with statues (Suet. Aug. 31: Pompei quoque statuam ... marmoreo Iano superposuit), of which there were many in Rome (Suet. Dom. 13: ianos arcusque.. . tantos ac tot exstruxit; Ov. Fast. i. 257: cum tot sis iani cur stas sacratus in uno). The word was also used of one of the passage ways through a double gate (Liv. ii. 49. 7:infelici via dextro iano portae Carmentalis profecti ad Cremeram flumen perveniunt). Of these iani in Rome one, Ianus Primus, is mentioned only in one inscription (CIL vi. 12816: L. Aufidius L. l. Eperastus ab Iano primo, cf. Comm. in hon. Momms. 642), and its site is unknown, although often supposed to have been in the forum.

    The second is the well-known Ianus medius which, wherever it occurs in literature, designates the place in the forum where bankers and speculators gathered for business (Cic. de off. ii. 87: de collocanda pecunia . .commodius a quibusdam optimis viris ad Ianum medium sedentibus . . . disputatur; Phil. 6. 15: L. Antonio a lano medio patrono; 7. 16: patronus Iani medii; CIL vi. 5845: a Iano medio; 10027; Hor. Sat. ii. 3. 18: postquam omnis res mea Ianum ad medium fracta est; and without doubt Ov. Rem. Am. 56 : qui puteal Ianumque timet celeresque Kalendas torqueat hunc aeris mutua summa sui). The scholia on the passage in Horace (Porphyr.: hoc ideo qui omnes ad Ianum in basilica consistebant; Acron: Iani statuae tres erant; ad unam illarum solebant convenire creditores et feneratores, alii ad reddendum, alii ad locandum fenus. Ianum ad medium ideo, quoniam in Rostris simulacrum Iani erat, ubi res pecuniariae agebantur per feneratores. Aliter: Ianus medius locus dictus est prope basilicam Pauli ubi vasa aenea venundabantur; similarly Comm. Cruq.) seem to agree in placing the ianus medius near the basilica Aemilia, although they confuse statues with arches. With this position of the Ianus subsequent topographers have agreed, although they differed as to which end of the basilica should be understood.

    A second passage in Horace (Ep. i. I. 53-54: o cives cives quaerenda pecunia primum est; virtus post nummos: haec Ianus summus ab imo [p. 276] Prodocet) has complicated the matter. Summus and imus have been brought into connection with medius, and in support of the theory of three iani in the forum at different points, summus, medius and imus, some scholars cite a passage in Livy (xli. 27: forum porticibus tabernisque claudendum et Ianos tres faciendos) which states that in the year 174 B.C. the magistrates erected three iani in some colony, presumably in imitation of conditions in the forum at Rome. No hint of any such connection of summus and imus with medius is given by the scholiasts (Porphyr.:ad ianos eos qui sunt in regione basilicae Pauli feneratores consistunt... Unus enim illic ianus in summo alius in imo est quos haec inducit monere; Acron: duo Iani ante basilicam Pauli steterunt ubi locus erat faeneratorum. Ianus dicebatur locus in quo solebant convenire feneratores), who agree, however, in placing the two iani in front of the basilica Aemilia, as they did the medius. The Commentator Cruquii gives another explanation of summus ab imo-hoc est omnes Romani a maximo ad minimum qui ad Ianum conveniunt hoc prodocent, i.e. aperte dicunt.

    There is still a third passage in Horace (Ep. i. 20. I : Vortumnum Ianumque liber spectare videris, scilicet ut prostes Sosiorum pumice Mundus) on which the scholiast (Porphyr.) remarks: Vortumnus ... in vico Turario sacellum habuit; Ianus quoque similiter vicus est ab Iano gemino sic appellatus qui in eo arcum habet sibi consecratum (cf. Acron and Comm. Cruq., which, however, do not mention any vicus). This is the only mention of a vicus Ianus, and is evidently due to confusion and an error of interpretation on the part of the scholiast, but nevertheless a theory has been constructed on this basis which identifies this vicus Ianus with a supposed street in front of the basilica Aemilia, on the north side of the area of the forum, corresponding with the continuation of the Sacra via on the south side, and spans this with three arches, Ianus summus medius and imus, from west to east (Bentley, Hor. Ep. i. I. 54; Lanciani, BC 1899, 99; LR 253-254; BPW 1913, 981; Thdd. 176, who identifies Ianus medius with Ianus Geminus; and many edd. of Horace). If there were any sufficient evidence for a vicus Ianus, Ianus summus ab imo might easily be explained as referring to this street, but it is altogether probable that the phrase is a poetical expression meaning ' from one end of the Forum to the other' (Jord.), and cannot be taken as authority for a Ianus summus and a Ianus imus.

    It is probable that at the beginning of the Augustan period, Ianus medius was a small single arch, near the basilica Aemilia, but it is not possible to decide whether medius refers to its position in the forum or with respect to other arches. There may have been other iani in the forum, but there are no certain references to them. Those who suppose that such iani stood where other streets entered the forum, look for evidence to the two cases of possible iani on the Rostra relief (see ROSTRA), the remains of an arch of later date across the vicus Iugarius, the presence of such a Ianus near the statue of Vortumnus (see above) in the vicus [p. 277] Tuscus, where traces of an arch are alleged to have been found (BPW 1903, 1117), and some indications in the scholia. The inconsistencies and errors of the scholia may be due to the changes of the later empire. (Jord. i. 2. 214-218; Richter, 106-107; Th6d. 175-176; DS iii. 615; Burchett, Janus in Roman Life and Cult, Menasha, Wis. 1918, 42-47).

    IANUS, AEDES
    * (templum, Tac.):

    a temple in the forum Holitorium, built by C. Duilius after the victory at Mylae (Tac. Ann. ii. 49). Its position is defined as ad theatrum Marcelli (Fast. Allif. et Vail. ad xvi Kal. Sept., CIL is. p. 217, 240; Fast. Amit. ad xv Kal. Nov., CILi.2 p.245, 325, 332), iuxta theatrum Marcelli (Serv. Aen. vii. 607, which is an interpolation),1 and extra portam Carmentalem (Fest. 285). The day of dedication was the Portunalia, 17th August (see Fast. Allif. et Vallens.; and for the significance of the fact, Pais, Fasti Triumphales Capitolini, ii. 474-478). The restoration of this temple was begun by Augustus and completed by Tiberius in 17 A.D. (Tac. loc. cit.), but the dedication day of the restored structure was 8th October (Fast. Amit.). According to Pliny (NH xxxvi. 28) Augustus dedicated in this temple a statue to Janus which was brought from Egypt, the work either of Scopas or Praxiteles. It was probably theErmês dikephalosof the former (WR 106; Jahr. d. Inst. 1890, 148-149). The statement is made (Fest. 285) that the senate was forbidden to meet in this temple because their decree that the Fabii should go forth to the siege of Veii was made in aede Iani; but this is probably apocryphal, for there is no evidence of an earlier temple of Janus in Rome in which a meeting of the senate could have been held. The structure of Duilius, however, was probably on the site of an earlier shrine (HJ 508; Rosch. ii. 26; Gilb. i. 260-265; iii. 380; Jord. i. 2.347).

    IANUS CURIATIUS, ARA
    one of the two altars near the Tigillum Sororium (Fest. 297: Dionys. iii. 22. 7: bômos Ianou Koratiôn. The other was dedicated to Iuno Sororia (Êra adelphê), and on them expiatory sacrifices had been offered from very early times. These altars belonged originally, in all probability, to the common cult of Janus and Juno at the beginning of the month (WR 104), but afterwards they were connected with the legend of Horatius and the murder of his sister (see TIGILLUM SORORIUM, and HJ 322; Gilb. i. 178-179; ii. 55-56; Rosch. ii. 21; RE Suppl. iii. 1178-1179

  47. #47 El Brujo Redivivo 16 de feb. 2007

    Vaya, ya empieza con la reacción histérica de repetir el mismo texto una y otra vez.

    Ya se sabe que hay quien cree que una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad. Pero eso sólo ocure en el reino de los mangantes. Por aquí no cuela, que hay personas con la cabeza en su sitio.

  48. #48 ofion_serpiente 16 de feb. 2007

    Sr Brujo, a mi también me lo parecieron. Me parece igualmente curioso que Dumezill, cuando habla de Quirinus, efectivamente lo empareja con ;arte como deidad de la segunda función, pero no menciona a Ianus para nada (la verdad es que sólo tengo un librillo que se llama "Los dioses Soberanos de los Indoarios" o algo así cito de memoria- creo que lo desarrolla más profundamente en su obra dedicada exclusivamente a la mitología romana). Es curioso, digo, porque si menciona a dos deidades curiosas; Iuventas y Terminus, los únicos dioses que se negaron a abandonar la colina capitolina en favor de Júpiter

  49. #49 El Brujo Redivivo 16 de feb. 2007

    Concuerdo con que es lógico que aparezca Jano (o la representación de su templo) en monedas de victoria, sobre todo cuando la victoria significa el final de todo conflicto bélico, cuando se pueden cerrar las puertas de su templo. De hecho aparece. Pero sólo cuando aparece. Y cuando no aparece, pues no aparece Jano y aparecen otros. O ninguno. O aparece la alegoría de la victoria, la Niké, tomada del mundo griego, coronando un trofeo. Es el caso de la moneda de Carisius: victoria coronando un trofeo, sin ninguna asociación con Jano (como mucho, con Júpiter, anverso mayoritario, por no decir exclusivo, de los victoriatos).

    La asociación habitual de Jano en las monedas republicanas no es con la victoria coronando el trofeo, sino, como usted indica, con la proa de barco mirando a la derecha. De hecho, si no recuerdo mal, es el tipo de las primeras monedas redondas romanas. En el significado de dicha imagen no entro; son asuntos complejos que, hoy por hoy, se me escapan en buena manera. En alguna parte leí que pretendía significar el glorioso futuro, amplio como el mar, que se ofrecía a Roma. Pero ni idea de si esa idea está fundamentada o es el producto de un capricho como las aberraciones de Lucusagusti.

  50. #50 El Brujo Redivivo 16 de feb. 2007

    Abo, yo iba más a la Viuda, aunque al Eligio también tengo ido. La Viuda era más de tralla; el vino, siendo peor que el del Eligio, no era malo y era más barato, tenían navallas y huevas a precio razonable, y sobre todo había un grupo de señores que cantaban piezas populares y las cantaban francamente bien, al menos mientras no estaban demasiado cocidos. Ese grupo dio lugar después a A Roda.

    Mi recuerdo del conjuro es que, colgado en una de las paredes del Eligio, estaba colgado el texto, con una aclaración que decía que dicho texto había sido escrito en la taberna, por fulano, zutano y mengano, tal día de tal año. Entre las firmas estaban famosos del tipo de los que usted cita, aunque ahora ya no me atrevo a afirmar si se trataba de Laxeiro, Colmeiro, Castroviejo, Lodeiro o quiénes.

    El Porrón que cita usted debe tratarse de La Riojana, bajando por ¿Carral? Una noche, al salir del local, presencié una escena sencilla que se me quedó grabada, reflejo de estos terribles contrastes urbanos: un chaval, pacíficamente sentado a la entrada de un portal, en solitario, estaba pinchándose heroína con el agua de un charco.

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