Autor: Andrés Pena Graña
viernes, 25 de abril de 2008
Sección: Artículos generales
Información publicada por: crougintoudadigo


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SAN ANDRÉS DE TEIXIDO, LA CASA DE DON Y EL SANTO GRIAL. CRISTIANISMO CELTA Y PAGANISMO RESIDUAL EN LA GALLAECIA BAJO IMPERIAL IIª PARTE (ANDRÉS PEN

Envueltos en el vértigo tempestuoso del mar que brama desde los abismos, los acantilados de Teixido dominan desde la más privilegiada atalaya de Europa el borde occidenteal del Océano Atlántico. Desde esta atalaya, cuando son más largos los días en la época clara del año según la creencia de los celtas que vivían en los promontorios de la Europa Atlántica, se podía ver el sol desaparecer tras el Océano. Según la antigua religión precristiana el Sol se dirigía a una brumosa isla conocida como Isla de la Eterna Juventud. Paraíso luminoso, y morada nocturna del Sol y de la Luna, acogía esa Isla las inmortales almas de los bienaventurados que precisaban cruzar el mar en una barca conducida por un psychopompos actor o Lar. Este Paraiso Celta, definido ocasionalmente, p. e., por San Amaro (1) en la cima de una elevada montaña como una fortaleza de dificil acceso, de impenetrables muros y puertas doradas donde solo podían entrar los muertos, al que se encaminaban las ánimas benditas a la busca de refugio y vida eterna hunde sus raíces en la noche de los tiempos.








SAN ANDRÉS DE TEIXIDO

INTRODUCCIÓN Desde los primeros tiempos del Neolítico los agricultores, pendientes del cielo en sus labores agrícolas y ganaderas, sabían que en el estrellado cielo de Europa había un camino escrito al que llamaban la Cabritilla o la Vía Láctea. Esta Vía señalaba en la noche el Camino que desde Oriente hasta Occidente realizaba durante el día el Sol, ruta hoy llamada Camino Francés o de Santiago, que sorteando desde allende los Pirineos la Cordillera Cantábrica y los Picos de Europa recorren caminando hasta los Finisterres Atlánticos de Galicia los peregrinos. Tenía que haber testimonios de este camino en la Antigüedad y tras muchos años de búsqueda lo encontramos, vaya si lo encontramos. El Camino de San Andrés de Teixido y de Santiago de Compostela tiene un común antepasado en la mitología Griega. Transitado tanto por griegos como por bárbaros, este camino transcurría desde Italia, por el sur de Francia y por Iberia hasta el Atlántico. Se llamaba según Aristóteles Camino HERACLEO en recuerdo del camino mítico que Hércules habría hecho de Italia a Iberia y una isla atlántica. Recogido en la Teogonía de Hesíodo (finales del siglo VIII y comienzos del VII a. C), o en el Himno Homérico a Helios El camino que desde Italia dirigiéndose al occidente discurría por los celtas, celtoligios -los celtoligios o ligures son los habitantes del noroeste de Italia y sur de Francia- e Iberia llamado Heracleo conmemoraba el décimo trabajo de Hércules, en que derrota a Gerión y le roba el ganado, otro episodio relacionado por la tradición historiográfica con el entorno del faro galaico-romano de la ruta de bretaña llamado Torre de Hércules. [60 lineas] [20] El viaje de Hércules a Eritria es, señalado por la Via Láctea, el Camino del Sol de Oriente a Occidente en el curso del año y en el curso del día responde, como lo ha visto M. M. DAVIES (1988) y otros autores, a una vieja concepción de la bóveda celeste: para los astrónomos de la antigüedad, el Sol pasando Géminis, tomaba su carro de la constelación del Auriga, y tas atravesar el “desierto”, espacio sin estrellas visibles llegaba a una resplandeciente mancha de leche cruzando el cielo, casi desaparecida hoy por la contaminación lumínica de nuestras ciudades: La Vía Láctea. Un camino salpicado de estrellas consideradas por los antiguo las vacas de un rebaño conducido, por una estrella próxima, Capella llamada “El Pastor” y Euritrión por la mitología griega. El camino proseguía por la constelación de Canis Mayor donde Sirio, “El Perro”, se convierte el perro pastor bicéfalo Ortro hermano de Cerbero por su maligno centelleo rojo. Orión, otra constelación era al guardián de esta Via: Gerión, gigante representado con dos piernas piernas separadas, tres troncos unidos por la cintura, tres cabezas y tres brazos. En la geografía mítica griega, yendo Hércules por el desierto Libio (África), hacia Erutria, roja isla de Occidente, a robar las vacas de Gerión levantó su arco al Sol enojado por el calor de Helios y le disparó una flecha. Más luego Hércules obtuvo del Sol prestada la dorada copa o caldero, y atravesando el mar occidental, se llevó el ganado de la isla, tas matar al bicéfalo perro guardián Ortro, al pastor Euritrión, y ayudado por Menecio, el pastor del Hades, atravesar con una flecha el monstruoso triple cuerpo del dueño de la vacada Gerión. Aristóteles ofrece relevantes detalles de este camino del Sol o Heracleo con su infraestructura a lo largo de toda la ruta de protección a los peregrinos, a cargo de los propios lugareños, y reseña incluso una garantía penal “internacional” con severos castigos a los que ultrajen a los peregrinos “Afirman” –dice el filósofo- que desde Italia hasta el país celta y los celtoligios e Iberia hay un camino [sagrado] llamado heracleo, y si por él camina un griego o nativo, es protegido por los que viven cerca, para que no sufra ninguna injusticia, y que exigen el castigo contra aquellos por obra de los cuales haya padecido la injusticia” Aristóteles Noticias maravillosas 837 a 7. [26] Conocemos cada día mejor esta creencia primigenia común al ámbito indoeuropeo que quiere que las almas nazcan en el cielo tras caer como chispas o como estrellas fugaces que quedan atrapadas en un cuerpo material y perecedero, liberándose de nuevo tras la muerte. No es esta una idea nueva, ni romana, ni es préstamo de los neoplatónicos o de los pitagóricos como se pretende con ligereza sostener pues se rastrea sin dificultad su origen en los motivos llamados inmoderadamente de “herradura”, p. e., en Oburiz, que previsiblemente representan estas puertas de acceso al Otro Mundo en los petroglifos atlánticos. Al dejar los cuerpos de los difuntos, las almas necesitaban recorrer un largo camino, un verdadero calvario, hasta llegar a O Alén, el “Otro Mundo”. Desprotegidas y medio ciegas en su obligado viaje al Paraíso, se encomendaban a la piedad de los viajeros que las acompañaban. Esta era, seguramente, la función de los psychopompos Lares Ceceaeci, es decir de los ciegos ceceaeci, (con reduplicación) de donde como los posiblemente psychopompos Dii Ceceaeci Tribales tomarían probable y previsiblemente su nombre de los “dioses de los ciegos” las Islas Cies, o Sies, posiblemente de Caeciliorum? (como la patrona de la vista C[a]ecilia> Sesilia> Çisilia> Isília>Isía, Içía, Icia) antiguamente llamadas Islas de los Dioses insulae Deorum(2) o Théon Nésoi . EL CAMINO DEL SOL Y EL PSYCHOPOMPOS PEREGRINO CAMINANTE Hoy cumplen esta psicopompa función todavía en Galicia los parientes o amigos del difunto, que acompañan tras invocarla en el cementerio su alma, tanto a pié como en vehículos hasta llegar al fin del camino, al santuario de San Andrés (nombre según nos los indica Eulogio LOSADA BADÍA posiblemente relacionado con andor “raqueta para caminar sobre la nieve” con la misma raíz, ando, -as,- are-avi, atum, cf. viablemente el topónimo gallego San]t] Anderel, = Setanta “El Caminante”, luego convertido en Cuchulainn con su perro, y relacionado poiblemente con Oghmios “El Camino” al Alén). Este santuario de San Andrés de Teixido fue el punto de embarque a modo de Puerto de Caronte, desde donde las almas subían a una barca de piedra, la llamada Barca de San Andrés un aislado “peñasco figurativo”, sobre el Atlántico, un islote frente al impresionante farallón costero que en palabras de Don Antonio Fraguas “semella a proa dun barco anunciando a súa chegada a porto” emprendiendo luego de embarcadas y acomodadas un viaje fantasmal a la Isla de la Eterna Juventud y paraíso celta conducidas por un, a modo de celta Caronte, previsiblemente el propio Don “El Obscuro” psychopompos sombrío dios de los muertos, ante la arqueológica evidencia del Monte de O Facho de Donón. El mundo de santos conductores, de romeros del Alén o del Más Allá gallego, viene siendo estudiado desde hace mucho tiempo magistralmente por el irreprochable profesor Fernando Alonso Romero, quien ha señalado la estrecha vinculación con la Vía Láctea – compartida en el Finisterre Atlántico por los caminos de San Andrés y de Santiago, con su final en Fisterra y el santuario de A Barca de Muxía, y multitud de santuarios menores (4), más adelante visitados en estos papeles, con sus santos, barcos de piedra y embarcaderos llamados “Arenas de Paraíso”. Los conductores terrestres y marinos de las almiñas benditas, como lo manifiestan las viejas cartas conservadas en los monasterios gallegos (en el AHN en realidad, tras el expolio y desamortización del patrimonio eclesiástico de Mendizábal), algunas con más de mil años de antigüedad, son ahora los santos que a través del evocador poder de sus reliquias hacían famosas a las iglesias que las custodiaban atrayendo los entierros, a las almas y con ellas misas, aniversarios y trintenarios, en la creencia de que los santos cuyas reliquias eran guardadas celosamente en el interior del ara del altar, de reputadas iglesias y monasterios (5) se convertían en intercesores a la hora de la muerte cogiendo de la mano a las almas de los difuntos enterrados, y no soltándolas, en un largo cortejo, como lo ilustra el Pórtico de la Gloria, las acompañaban, seguras ya por los senderos peligrosos hasta presentarlas en el Más Allá ante el trono del Cristo Juez en Majestad. En Galicia, como en todo el mundo Celta existen dos psicopompos itinerarios, terrestre (6) y lleno de peligros el uno porque las almas se pueden perder, y marítimo cursus el segundo, ya seguro con la caña del timón en manos de la divinidad.

Hoy cumplen esta psicopompa función todavía en Galicia los parientes o amigos del difunto, que acompañan tras invocarla en el cementerio su alma, tanto a pié como en vehículos hasta llegar al fin del camino, al santuario de San Andrés (nombre según nos los indica Eulogio LOSADA BADÍA posiblemente relacionado con andor “raqueta para caminar sobre la nieve” con la misma raíz, ando, -as,- are-avi, atum, cf. viablemente el topónimo gallego San[t] Anderel, = Setanta “El Caminante”, luego convertido en Cuchulainn con su perro, y relacionado poiblemente con Oghmios “El Camino” al Alén). Este santuario de San Andrés de Teixido fue el punto de embarque a modo de Puerto de Caronte, desde donde las almas subían a una barca de piedra, la llamada Barca de San Andrés un aislado “peñasco figurativo”, sobre el Atlántico, un islote frente al impresionante farallón costero que en palabras de Don Antonio Fraguas “semella a proa dun barco anunciando a súa chegada a porto” emprendiendo luego de embarcadas y acomodadas un viaje fantasmal a la Isla de la Eterna Juventud y paraíso celta conducidas por un, a modo de celta Caronte, previsiblemente el propio Don “El Obscuro” psychopompos sombrío dios de los muertos, ante la arqueológica evidencia del Monte de O Facho de Donón. El mundo de santos conductores, de romeros del Alén o del Más Allá gallego, viene siendo estudiado desde hace mucho tiempo magistralmente por el irreprochable profesor Fernando Alonso Romero, quien ha señalado la estrecha vinculación con la Vía Láctea – compartida en el Finisterre Atlántico por los caminos de San Andrés y de Santiago, con su final en Fisterra y el santuario de A Barca de Muxía, y multitud de santuarios menores (4), más adelante visitados en estos papeles, con sus santos, barcos de piedra y embarcaderos llamados “Arenas de Paraíso”. Los conductores terrestres y marinos de las almiñas benditas, como lo manifiestan las viejas cartas conservadas en los monasterios gallegos (en el AHN en realidad, tras el expolio y desamortización del patrimonio eclesiástico de Mendizábal), algunas con más de mil años de antigüedad, son ahora los santos que a través del evocador poder de sus reliquias hacían famosas a las iglesias que las custodiaban atrayendo los entierros, a las almas y con ellas misas, aniversarios y trintenarios, en la creencia de que los santos cuyas reliquias eran guardadas celosamente en el interior del ara del altar, de reputadas iglesias y monasterios (5) se convertían en intercesores a la hora de la muerte cogiendo de la mano a las almas de los difuntos enterrados, y no soltándolas, en un largo cortejo, como lo ilustra el Pórtico de la Gloria, las acompañaban, seguras ya por los senderos peligrosos hasta presentarlas en el Más Allá ante el trono del Cristo Juez en Majestad. En Galicia, como en todo el mundo Celta existen dos psicopompos itinerarios, terrestre (6) y lleno de peligros el uno porque las almas se pueden perder, y marítimo cursus el segundo, ya seguro con la caña del timón en manos de la divinidad. LA PEREGRINACIÓN A SAN ANDRÉS. ORÍGENES HAGIOGRÁFICOS DE La mayor de las islas Gabeiras se conoce como la Barca de S. Andrés, encontrándose, en pleno Atlántico, frente a los acantilados más elevados de la Europa Atlántica. Allí, como en su barca de piedra llegó a Padrón, Santiago el Patrón de España, o a Muxía -como lo atestiguan la vela y el timón de piedra de su nave- la Virxe da Barca, arribó el Apóstol de Cristo al escarpado, aislado y brumoso Teixido. Quejándose de que la divina voluntad dirigiera su marino curso a tan desoladas tierras y deshabitados acantilados, para confortarlo se le apareció entonces nuestro Señor diciéndole que ese lugar a él consagrado sería desde entonces al menos una vez en la vida visitado por todos, no solo por los gallegos: “Quédate eiquí, S. Andrés, Que de vivos ou de mortos Todos te virán a ver”. Y por este motivo como es público y notorio van a San Andrés los romeros porque “a San Andrés de Teixido vai de morto quen non foi de vivo”. LA ALTA CASA Y LOS BANQUETES DE DON DIVINO HOSPEDERO DE LOS MUERTOS La Isla, verde y florida de los Bien Aventurados, con su brisa marina y su celestial música; el luminoso paraíso pagano que aguarda a los habitantes de los finisterres atlánticos y el ardiente Tártaro como contrapunto, oscuro infierno platónico o cristiano, aquella idea Celta y esta idea Clásica, según se piensa, habrían convergido en Hesíodo que tanto ya nos habla del rubio Radamantis y de la llanura Elusión, batida -como nuestro Valle de Trasancos- por los vientos del Noroeste, postrema morada (7) de los reyes y de los héroes griegos que fueron, cuanto de las islas de los Todopoderosos o de los Bienaventurados, sosteniendo JUBAINVILLE a quien seguimos aquí, que en la segunda Olímpica de Píndaro, obra compuesta recordando una victoria en los juegos olímpicos del año 476 a. C. “La llanura Elusión se confunde con las Islas de los Todopoderosos o de los Bienaventurados para formar una única isla donde se encuentra la fortaleza de Cronos asociado a Radamantis (8). En la Cosmogonía Irlandesa, como lo sostiene María DEL HENAR VELASCO LÓPEZ, las referencias claras al Sidh, Alén o “Otro Mundo” como país de los muertos “se concentran […] en torno a la Figura de Don y su Morada Tech nDuinn ‘la Casa de Don’”. Los métricos Dinsenchas, como también lo recoge María del Henar, citando a GWYNN The Metrical Dinsenchas que estudian los topónimos Irlandeses con etimologías populares, recogen como Donn previniendo a Irlanda de plagas pide que su cuerpo se sepulte una Isla frente a la Costa. La pagana versión de de la Casa de Don se habría mantenido en el presente cristiano de Galicia, situada ahora previsiblemente sobre una bretemosa isla A Illa de Onceta, en la Islas Cíes, a donde marchan todavía hoy (F. ALONSO ROMERO) las almas de los ahogados perdidos en el mar, frente a un santuario en la costa de Galicia donde pro salute habrían dedicado numerosas aras/estela a un dios y Berobreo Lar. ¿Pero quién será?, ¿Quien en el presente cristiano gallego podría ser su legatario? San Andrés de Teixido, previsiblemente. En el ayuntamiento de Cangas do Morrazo (Pontevedra), en el pueblo de Donón, en lo alto de O Facho, monte muy dominante sobre el mar, sito el extremo occidental de la Península de O Morrazo, con espectaculares panorámicas sobre las Islas Cíes y a la Isla de Ons, datables en el Bajo Imperio, fueron descubiertas (9) previsiblemente en su santuario un inusitado número de aras-estelas, incrementado expectarcularmente en una reciente campaña. Son aras de insólita invención, con muy particulares variaciones, todas o casi todas, colocadas muy avanzado ya el siglo IV después de Cristo en un santuario pagano de una Galicia oficialmente cristiana. Sostenía, en amplia referencia al santuario de Donón, en el año 1997, Antonio RODRÍGUEZ COLMENERO: “Todos los indicios confluyen en que debió de estar ubicado en el cerro de O Facho, extremo occidental de la península de O Morrazo, cabe la sima de un pronunciado escarpe de 184 metros de altura, que asoma en forma de acantilado, a la inmensidad del océano. Administrativamente pertenece al pueblo de Donón, asentado a su vera, a la parroquia de Hío y al ayuntamiento de Cangas do Morrazo. Fueron, también en este caso Bouza Brey u colaboradores quienes hicieron emerger de entre los misterios del pasado los vestigios que en páginas sucesivas vamos a tratar de describir y, si es posible interpretar” (10). F. BOUZA BREY, J. Mª ÁLVAREZ BLAZQUEZ y E. MASSÓ BOLÍBAR (11) habían publicado en 1971 una meritada monografía sobre ellas, pero fué, sin auditorio capaz de oir su potente voz (12) en aquellos tiempos tan baratos como los presentes, el Conde de Quirós, Isidoro MILLÁN GONZALEZ PARDO, de buena memoria, en el año 1984 quién significativamente, ya en solitario, habría penetrado el misterio de las aras de Donón de admirable modo. DIOS LAR DE LA ALTA Y FORTIFICADA CIUDAD DEL PARAISO CELTA El Conde de Quirós, vió y nos desveló de manera pionera y augural -alguien con tanta luz como intención (pues, “sin reglas del arte los hay que una vez aciertan por casualidad”) le consideró por ello a Don Isidoro MILLÁN GONZALEZ PARDO, “O noso Millor Celta”- el sentido del santuario y la intención de las aras/estela de Donón, nítidamente. “En mi folleto Sobre las aras del Santuario de Donón (Hio: Pontevedra) supuestamente dedicadas a Liber, Vigo, (Publicaciones del Museo Municipal <


> Castrelos nº1), 1978, pp. 31, 36 y passim, llamé ya la atención al carácter prerromano de los más de los nombres de lugar de la feligresía de Hio. Adelantándome a la aparición de un segundo estudio mío, ampliado sobre el mismo tema, reafirmo aquí, con seguridad, el carácter específicamente celta de Donón > *Dŭbnōnem, otra forma de *Dŭbnōs, el Dios Celta de los muertos que recibió culto, atestiguado con casi una cincuentena de aras, en el Facho de Donón, enfrente de las Islas Sies (Cies) = insulae Deorum de PLINIO (N. H. IV, 119) de PTOLOMEO (2, 6, 63). Es un efugio inútil, en el caso de este santuario prerromano ubicado en Donón, la tentativa explicatoria de étimo por un possesor latino, a que se acoge Piel. No es congruente con el singular contexto arqueológico. Las aras nombran al dios con un compuesto que agrupa a un par de sus epítetos; Viverobreoros < *Uiuero-brigoros < i-e *gụǐụero-bhrghoros (13). Según lo cuenta Meyer (14) en el relato del siglo VII del Lebor Gabála Érenn VIII, 442 (ex VELASCO 284) Donn, Damach “rico en huéspedes” es un hijo de Míl de España, que víctima de los meigallos de los Túatha Dé Danann “los pueblos de la Diosa Danu”, antes de alcanzar Irlanda en el transcurso de la última invasión, perece en el mar ahogado con su hermano y veinticuatro camaradas. Como su equivalente gallego San Andrés de Teixido (patrón de Hío), Don antes de expirar profetizó: “a mi casa habéis de venir todos después de vuestra Muerte”. Y tras pronunciar unas palabras antes de morir: “mi pueblo me bendecirá para siempre” (VELASCO, 284) fué tumulado por voluntad expresa en una isla por el escogida frente a la costa de Irlanda y dice la antigua tradición que sus dunas, recordándolo reciben hoy el nombre de Thigi Duinn, “las Casas de Don”. Los métricos Dindshenchas (IV, 311) (ex VELASCO, ibid.) también atribuyen al hermano de Don, Amairgen unas decisivas palabras: “dejad que su cuerpo sea llevado a una alta roca [que por él se llama Tech nDuínn] y su pueblo deberá ir a ese lugar”. <


>. Don sintetiza con alta probabilidad el germen de antiguas creencias de nuestros antepasados que luego en el proceso de hibridación celto-cristiano alcanzaría en Galicia y en los finisterres Atlántico su punto de madurez en el santuario de San Andrés de Teixido, y en la difusión del culto a San Pedro (probablemente el Lar Ceciegaeco “Chosco”), a San Cristobal, a San Roque y aún a San José de Arimatea. Antonio RODRÍGUEZ COLMENERO, por su parte nos ofreció el cronograma de lo visitado en precedentes parágrafos en unos papeles del Museo de Pontevedra, con la relación precisa de los epígrafes, desde los primeros balbuceos en su lectio e interpretatio. Un cronograma con fotografías y con dibujos de las aras no restringido a la reducción epigráfica incluyendo también una visión o relatorio de la inicial asociación con Baco de “libero”: “Bouza Brey y [sus] colaboradores llegan a interpretar hasta cinco aras de cuerpo y epígrafe fragmentados, atribuyendo de manera un tanto exótica a la deidad en ellas venerada un total de cuatro formulaciones epigráficas: Deo Libero Breo; Deo Liberro Breo, Deo Biberobreo, Deo Lar […] (16)”. LA ALTA Y AMURALLADA CIUDAD CELESTE DE LOS CELTAS Con este materia RODRÍGUEZ COLMENERO, sin inmiscuirse en reflexiones extra epigráficas, eludiendo desarrollos comparatistas relacionados con creencias Celtas, en sus consideraciones “Sobre el nombre de la divinidad venerada en Donón” nos introduce en la problemática de las aras y en la correcta interpretatio lectio del nombre del dedicatario Deo Lari Bero/Breo: “[…] En la actualidad, y tras un examen más detenido y global, hemos advertido que en la inscripción nº1 sigue a Lari, en realidad Lario (al extrapolarse a la segunda declinación un dativo de la tercera), tan solo la segunda parte, Breo, de un teónimo indígena, que suponíamos correcto leyendo Berobreo; y que en la nº 5 acompaña a la misma palabra el primer segmento Bero, del supuesto Berobreo. De ello se deduce que si ambos términos pueden ir solos es por que Bero y Breo son vocablos independientes aunque complementarios […] En consecuencia, podemos establecer definitivamente la versión completa y unitaria del nombre de la divinidad bajo la expresión en dativo de singular DEO LARI BERO BREO” (17). Que traducimos sin dificutad, saliendo nosotros ahora a la palestra tras esta larga cita: “Al Dios Lar” DEO LARI, “de Alta” “ de Muy Alta” BERO , -prob.*u[p]er-os “muy alta” cf. comparativamente, Ver-ius, pos. Ber-us, Ber-isus, Ber-isamo-, “Amurallada Ciudad” BREO -prob.*bre[g]os cf., Coelio-briga, Lanio-briga, Blaniobri[g]a, comparativamente pos. Bero-bri[g]a, y antropónimos, de prestigio, similares a Bero-Breo: Vero-brio o Vero-blio, quizás etimologicamente “Alta-Ciudadela”-, entendiendo que en “Dios Lar”, el elemento determinante Lar se refiere a un conductor y receptor de los muertos, un psychopompos como nuestro San Pedro pescador de almas, y que la amurallada ciudad que le sirve de epíteto representa al Paraíso con sus dos puertas. Por eso con mortuorios referentes formales claramente en ellas se remeda intencionadamente la forma de las estelas funerarias. Esta intencionalidad, mueve a RODRÍGUEZ COLMENERO a inclinárse por la existencia de un taller de lapicidas especializado en pequeños monumentos votivos en las proximidades del santuario, por el parecido, “entre sí, de las aras de Donón”, a causa de su tamaño y características decorativas: Lo sorprendente es que dichos ejemplares, en su totalidad aras votivas adoptan una forma híbrida, entre la estela decorada y el ara tipo (18), pretendiendo todas estas fantásticas aras viablemente del siglo IV o V d. C., ser claros esquevomorfos de estelas. Es curioso que las aras de Donón, esforzándose en imitar la forma de estelas funerarias, como buscando una sugestión en cierto modo equivalente a la inspirada por nuestros actuales ataudes, son integramente ofrecidas por los vivos al, nomen, omen, dios Lar bero Breo de la Alta Ciudadela de los Muertos, pro salute, es decir, en pago, seguramente, de una inesperada y milagrosa salvación. Quizas erigidas por algunos marineros preservados de una enfermedad o de algún percance ¿mientras faenaban entre las islas? Verbum salus est aequivocum. Correspondiendo las aras/estelas de Donón, a personas vivas, exentas de entrar en la casa de Don puede que habiéndolos redimido el morador de la Alta Casa de una muerte segura nada tendría de particular la significativa forma de estelas -constituyendo una asombrosa e intencional excepción y un claro precedente del actual ambiente etnográfico gallego de las procesiónes votivas de las mortajas, en Santa Marta de Ribarteme (As Neves, Pontevedra) “Virxe de Santa Marta/ Estrela do Norte/ que lle deu a vida/ ao que estivo en morte”-, llamando poderosamente la atención de COLMENERO quien comentó como las “aras votivas adoptan una forma híbrida, entre la estela decorada y el ara tipo”. Este mimetismo para-funerario, de enorme originalidad para la época bajo imperial, nos inclina a pensar que dandole al ara la función de una estela, los galaico-romanos, intencionadamente, pretendian significar el preciso carácter funerario que se mantuvo en el lugar, trasladándose a la parroquial de San Andrés de Hio, hasta mediados del siglo pasado con su procesión de enfermos en ataudes hasta que su párroco, mi pariente, don Antonio Graña la prohibió. Análogo papel al desempeñado hoy, con análogas interdiciones curiles, por los votivos ataúdes ofrecidos por los vivos librados de la muerte, en San Andrés de Teixido, etc. y en multitud de santuarios gallegos por los marineros afortunadamente salvados de perecer ahogados en la Costa da Morte tras el naufragio de sus barcas no pocas veces por la divina intercesión de la Virgen del Carmen. Estas costumbres vívas de la Galicia Celta de hoy: “Virxen Santa [-dicen los vivitos en sus ataudes-] Marta/ vamos a chegar,/ ábrano-la porta/ queremos entrar./ Virgen Santa Marta, Sol de medio día, / o resucitado, ven na compañía” ilustran, comparativamente, la fuerza de nuestro vínculo, y este aserto no debería incomodar a nadie, con la Galicia Celta de ayer. EL FACHO DE DONÓN Y LOS MUERTOS VIVIENTES Alzadas en la parte más alta de la costa de las Rías Bajas de Galicia, en O Facho de Donón, en la parroquia de San Andrés de Hío, se dispusieron más de un centenar larguísimo de esbeltas aras-estelas, conformado un pétreo bosque en un reducido espacio, tal tal vez animado, cada día 30 del bendito mes que empieza por Tódolos Santos y termina por San Andrés, con la luz de centenares de devotas velas. Un bosque fantástico, de resucitados fuera del alcance del Dios de los Muertos, del Obscuro Don y de su particular Domo llamada Tech nDuínn. Un bosque de aras extrajurisdiccionales, emigrantes, expulsadas del dominium de las Insulae Deorum [et Caeciliorum] (19) y desterradas del Paraíso que se disponen al otro lado del Otro Lado de espaldas al mar, escondidas tras un abrigo. Contextualizando el conjunto, el topónimo del lugar, Donón, y el santo patrono de la parroquia “San Andrés” de Hio con su impresionante cruceiro, y la tradición etnográfica, las aras frente a las Islas de los Dioses, pars pro toto, se habrían dedicado, al Don, Señor de la Celta *bera “Elevada” “Briga” Casa y Fortaleza (20), “Diós Lar” conductor de muertos, EL PARAISO CELTA ESTÁ EN LAS CIES Y EN LA ISLA DE ONS De espaldas al mar, apartadas por abrigo rocoso de la vista de las Islas de los Dioses, las aras-estela fuerON depositadas por marineros o por enfermos, por gentes a las que de alguna manera el Lar Bero Breo preservó, y devolviéndoles la vida al menos durante una temporada, les concedió un tiempo muerto y tranquilidad. Representan un distanciado agradecimiento muy al estilo de los vivos que no pudieron– aunque hoy estén todos allí- entrar en el Mas Allá. Son aras de los vivos para el dios de los muertos y psychopompos Lar, una especie de versión pagana de nuestro San Pedro cristiano (21), casual barquero, casual pescador de almas –“os homes mariños”-, casual caminante sobre el mar, casual portero, y como Caronte casual calvo y Ceciegaeco “chosco”. Aras ofrendadas como estelas funerarias para el Lar y el briugú “hospedero” de la Jerusalén Celeste de los Celtas ruidosa, festiva, borracheril, abundante en cerdos, calderos humeantes y en música, que aguarda. Costumbres que no son romanas y que hoy perduran procedentes de la noche de los tiempos se hacen particularmente visibles ahora, en la Gallaecia Cristiana de los siglos IV y V, cuando florecen las suntuosas uillae galaico romanas costeras (22) como Noville y Littoriana, y eclosiona un substancial tráfico mercantil atlántico. Cuando la Provincia Gallaecia se habría erigido previsiblemente, como volvió a suceder entre los siglos XIII-XVI y, de nuevo, entre los siglos XVIII-XX, en una importante proveedora atlántica del sector conservero del periodo Bajo Imperial. ¡AY, PEPIÑO, ADIOS! Proliferando como champiñones en un minusculo espacio del Monte do Facho frente al entorno del paraíso natural de las Islas Cíes (23) y de Ons, las aras dedicadas posiblemente por marineros de Donón pro salute, del bosque fantasmal, testimonian la creencia de un antes y de un después. Todo el ambiente etnográfico de las Islas Afortunadas e Insulae Deorum “de los dioses” está condicionado, y hasta hoy, por la presencia del Celta Caronte que con las llaves en la mano aguarda a la puerta de su Casa la llegada del pasaje fantasmal. El Lar “Bero/ Breo” o “Bre [g]o[e]co” responde a este perfil, manteniéndose esta pagana creencia viva hasta hoy en la tradición oral y en literaria de Galicia como a través de la mirada de Fernando ALONSO ROMERO lo ha visto recientemente un escritor en unas coplillas populares ¡Ay Pepiño, Adios!/ ¡Ay, Pepiño, Adios!/ ¡Ay Pepiño por Dios non te vaias!/ quedate con nos, quédate con nos/. Non te vaias a afogar na praia/ como nos pasou a nos. Como nos pasou a nos// havos de pasar a vos (24) Recogiendo también Fernando ALONSO ROMERO la creencia marinera de que las almas de los que se pierden en el mar se van a la Illa Onceta. En en las Islas Cíes y en la Isla de Ons, en San Andrés de Teixido, existe todavía el Paraiso Ceta, el luminoso Tártaro del pasado pagano, la Casa de Don rica en huéspedes, milagrosamente preservado, del Prestige, y de haber adquirido un tinte infernal. Aquí en el presente Cristiano, en los finisterres de Galicia, en el confín noroccidental de España, la sutil Geografía Sagrada del imaginario popular vislumbra desde sus acantilados el puerto seguro y bendito del Alén y mantiene sus barcas de piedra. Al común de los viejos europeos, que no alcanzamos, ni queremos alcalzar ¡librenos Dios! las maravillas fluviales de otros Paraisos que manan leche y miel, nos es más apetecible la Casa de Donn, los verdes, floridos campos y fuentes cristalinas de Donón con el paraje irresistible de las Illas Cíes y de la Illa de Ons enchidas de peces, de aves y de encanto natural, la real probe de un Paraiso, la atrayente promesa que no debemos perder, y perderemos, si la arqueología trabaja de espaldas a la etnografía. Cuando el presente cristiano se imaginó, situado bajo tierra y privado de la luz del sol, un infierno lúgubre y poco acorde con la idea y el carácter optimísta del Paraiso Celta, de Avalón, la vigencia Priscilianista en la Galicia cristiana bajoimperial del momento de las aras-estelas de Donón, permitió mantener las ideas platónicas vigentes en el mundo clásico en el imaginario gallego de hoy. LAS ARAS-ESTELA Y LAS PUERTAS DEL SIDH Las aras, como ha señalado COLMENERO (25), de diferentes perfiles y de aires estelares presentan en general un acabado “en pico” con una hornacina o con un frontón, similares a las celdillas y a los frontones de las estelas romano-británicas y romano-galas que contienen bajo relieves con temas alusivos a la esfera ‘mercurial’ protagonizada por los agentes psicopompos relacionados con el aspecto decadente del segundo paso vespertino y otoñal del sol: imágenes de Mercurio con su gallo en paredría con Rosmerta; de Succellus con su martillo y de Nantosuelta; de la amazona Epona con su yegua, portando en una mano las manzanas (avelurios del Arbol del Paraiso), o las llaves que abren la puerta del Hades; de “El Caminante” (posiblemente nuestro San Roque) Setanta, con las resplandecientes manzanas del Árbol de la Vida en la mano y, coma paxariños, las almiñas posadas en sus hombros y con su perro, sus botas y su bastón de peregrino, etc.; Imágenes de múltiples tonalidades cálidas y otoñales cón el armazón imprescindible y la simbología correspondiente al Segundo Paso solsticial y decreciente cuando el Dying God de la rueda solar Celta entra en su barca, y aún al sombrío Tercer Paso del Sol en su descenso a los infiernos. En las estilizadísimas aras-estelas de Donón no hay imágenes, o no se conservan, pero, ora bajo el mencionado frontón, ora sobre el campo epigráfico, se representan una o dos puertas, machaconamente reiteradas, tres en algún caso. Por una de estas puertas el alma, de origen divino, habría con el trasfondo priscilianista y platónico de la Caida descendido desde el cielo a la tierra. La otra puerta corresponde a su camino de regreso al cielo. Esta creencia podría no haber sido exclusiva de los pitagóricos y aún tener su antiguo y común origen indoeuropeo de estar representada en el Atlántico en los denominados motivos de “herradura” petroglifos presentes en los outeiros, “altares de piedra”, gallegos del Neolítico Atlántico Final y de la Edad del Bronce. La aras fueron ofrendadas, por estas o aquellas razones, porque la vida no está para comprenderla sino para vivirla ¿Votadas por enfermos recobrados de graves traumatismos? ¿Depositadas por afligidos de graves dolencias? ¿Colocadas por librados de los reveses de las numerosas enfermedades que un día llamaron a sus vidas? ¿Ofrecidas simplemente por marineros o por pescadores rescatados del temporal, salvados tras un naufragio, dispensados del infortunio de perecer ahogados?, pro salute, casi sin excepción (26) por anónimos penitentes en el siglo IV d. C cumpliendo promesas todavía con muchos interrogantes. PEDRO CHOSCO Y EL LAR VIAL CECIEGAECO Solo dos cosas parecen ciertas: la una que vivos del pasado con camino por recorrer, alargando o mutando el aspecto de las aras votivas, construyeron agradecidos su bosque de piedra y como medida terapeutica vital, distorsionaron su superficie y su patrón de herencia, hasta hacerlas casi estelas funerarias; la otra que estos vivos del pasado, agradecidos supervivientes de la enfermedad o de los embates del mar, en los acantilados del monte de O Facho de Donón, colocaron sus aras frente a las Islas de los Dioses, y aun es posible que tal vez creyeran haberse librado definitivamente de la muerte escudriñando desde la distancia y la seguridad de costa la *Vera “Alta” *Bri[g]a “Fortaleza”, de Don (27) donde solo los muertos pueden entrar, la casa del Vero Breo Lar, un Mercurio Celta del pasado pagano, que en el presente cristiano hubo de ceder su gallo, sus llaves y su portería a San Pedro también ceciegaeco “chosco” marinero y pescador… ¡de almas! Las aras/estelas de Donón, fueron, previsiblemente sin que de nada hayan servido las censuras y el edicto contra el culto a los Lares y Penates del Codex Teodosianus, lib. XVI, 10, señalado por RODRÍGUEZ COLMENERO (28), ofrendadas en el presente cristiano-celta, oficialmente cristiano, esencialmente pagano, y atendidas previsiblemente, como ilustrando las recomendaciones del papa Gregorio Magno, por un clero del siglo IV, posiblemente ya cristiano. Don habría podido verdaderamente haber dejado su nombre en el monte más occidental de la Península y Tierra de Morrazo -y en el lugar cobijado en su falda-, una mirilla desde la que atisbar el cielo. Las aras/estelas del Monte de O Facho de Donón en un monte dominante y dando la espalda intencionadamente a las Islas Cies y a la Isla de Ons, son también, lo han señalado F. ALONSO ROMERO y A. RODRÍGUEZ COLMENERO una admirable muestra de culto y de persistencia de la antigua tradición en un lugar, pero sobre todo un bello y estético observatorio-santuario con mucho que contar, un excepcional, único e irrepetible teatro de peregrinación pagano y cristiano. ¿PAREDRÍA CON ANU DANU Y DON? ¿Qué relación se puede establecer entre Santa Ana y un presumiblemente psicopompos berobreo Lar? De haberla ¿Qué relación puede haber entre Anu, Danu, Don y Santa Ana? En viable paredría con, Belenos, el apolíneo dios celta solar del “primer paso”, Anu, Danu o Don, es el antiguo nombre que recibe la ancestral Diosa Madre, de la que descendería la primigenia raza inmortal llamada por este motivo “Pueblo de la diosa Dana” Túatha dé Danann, raza, compartida por nuestros rubios y luminosos mouros gallegos, obligada a vivir bajo tierra a la llegada de los Milesios. Anu, Danu, Don, tiene su correspondencia en la noche estrellada de Munster en la constelación de Casiopea, Llys Don y aún en “Teta de Anu” Dá Chich Anan una suave montaña en County Kerry, extendiéndose su geografía mítica a las Dane Hills de Leicestershire, reputado como el mayor centro de su culto, recordándosele circunstancialmente de forma negativa como la ogresca comeniños Black Annis, por infortunada mediación del clero católico previsiblemente medieval, aunque, como contrapunto o expiación, el mismo clero habitualmente integra, digna y piadosamente, a Anu o Danu haciéndola corresponder con Santa Ana. SANTA ANA NACIÓ DE LA RODILLA DE SU PADRE Sostiene una creencia popular gallega que mientras Cristo no tuvo padre pero tuvo madre: la Virgen María, Santa Ana, la madre de la virgen tuvo por el contrario padre pero no madre ¿Cómo fué esto posible? El padre de Santa Ana, de nombre aparentemente olvidado (29), era santo, tenía su casa, su huerta y su manzano. Apeteciéndole un día una manzana, la cogió del árbol y se la comió, pelándola con un cuchillo, que limpió en una pierna cortándose encima de su rodilla accidentalmente. La herida se cerró y se convirtió en un grano que aumentaba día a día de tamaño sin parar de crecer a medida que los meses pasaban más y más, y era como un globo de abultado aspecto a los siete u ocho meses. Nueve meses después el santo se despertó sobresaltado una mañana, levantándose con un corte encima de su rodilla, sin el embarazoso bulto que había desaparecido, y creyendo oir proveniente de su huerto el llanto de un niño recién nacido, saliendo de casa encontró en el una maravillosa niña, recién nacida que no paraba de llorar. En vano el santo, la intentó coger durante todo el día (30) y aún durante los días siguientes, pues milagrosamente la recién nacida sin dejar de llorar y de gatear manteniéndose fuera de su alcance en todo momento precedía al santo varón. Rendido ya por el cansancio y temiendo el santo que la niña sucumbiera al hambre, fue tranquilizado en sueños un ángel que le reveló que para cogerla tenía que llamarla por su nombre y que aquella niña era su hija. Despertose, y exclamando el Santo “Ana meniña, ven que son teu pai” fué al huerto donde la pudo al fin coger y abrazar. Y así nació Santa Ana, muy popular en el Atlántico por estar asociada a muchas de nuestras fuentes. Convirtiéndose en el Atlántico Anu, Diosa Madre ancestral, en Santa Ana, nada tiene de sobrenatural que los gallaicos atribuyeran a Santa Ana una previsiblemente extraordinaria concepción, siendo Galicia como es público y notorio de adscripción Celta y Atlántica. Lo extraño resultaría, en cierto modo, de no ser ello así. ¿JOSÉ DE ARIMATEA, EL SANTO GRIAL Y EL NIÑO JESÚS, EN INGLATERRA? Según otra tradición atlántica de las Islas Británicas, Ana es la hija del tío putativo de la Virgen María y tío del Niño Jesús San José de Arimatea, un rico comerciante de vocación mercurial, tratante de metales que acudiendo en varias ocasiones por asuntos de negocios a Inglaterra, previsiblemente en una de ellas según la tradición británica se habría traído consigo a su sobrino el niño Jesús como en su célebre himno Jerusalén: “And did those feet, in ancient time,/Walk upon England's mountains green?” recogería BLAKE. Y aunque su carácter y su biografía nada tengan que ver con la tradición británica, el santo José de Arímatea, según la autoridad de San Mateo 27: 57-60, primero pidió permiso a Pilatos para llevarse el cuerpo de Cristo, y luego dispuso su santo entierro consiguiendo (31) la tumba dónde, mientras su alma descendió a los infiernos, el cuerpo del muriente Dios permaneció por tres días hasta que, según nuestro credo y firme fe, Jesús resucitó de entre los muertos. De algún modo José de Arimatea recogiendo en un Cáliz, el Santo Grial, la sangre derramada por Cristo, su caro sobrino, en su Pasión tiene para los británicos otro tercer aspecto psychopompos. San José de Arimatea se encaminó con el Santo Grial y con doce varones apostólicos por mar a Occidente (32), acompañando al apóstol San Felipe y a otros santos, y cruzó el Canal de la Mancha convirtiendo, y cumpliendo su destino, la isla de Britania al Cristianismo en el año 63 o en el año 37. La llegada a Britania de San José de Arimatea (33) habría coincidido con la llegada en su barca de Piedra a los acantilados de Teixido de San Andrés con el mismo fin y aún coincidiría, según los ajustados cómputos de cierto calculador alcalde de Negreira, que tuve ocasión de escuchar en una peregrinación desde Santiago de Compostela, hasta Finisterre, con la llegada del pétreo navío de a Virxe de A Barca a su santuario y Piedra de Avalar en las batidas costas de Muxía, donde como es sabido concluye el mencionado Camino de Santiago. Y pese a que solo algunos párrocos, de los de antes, atentos a los Cánones de la Santa Misa lo sepan, como luego veremos, la Hostia introducida en el cáliz simboliza ut supra, precisamente el descenso del cuerpo de Cristo a su sepulcro. Y con este descenso, con su nombre y con su escudo, el Santo Grial, entre los hispani, Callaecia Fulget. BANDUA, SAN PEDRO, LARES VIALES, SANTOS Y BARCOS DE PIEDRA: PRESENTE CRISTIANO, PASADO PAGANO Determinábamos en 2003, como del poder vinculante de la bandera derivaban una amplitud de significados (34), decíamos entonces que a pesar de su estirpe grecolatina la Vexilología (Lat. vexillum estandarte o bandera; Grieg. Logía tratado), es la ciencia (quae verborum inmoderatio) o la disciplina que estudia las banderas, que vinculan y enlazan a los hombres, pues no hay que olvidar que “bandera” proviene de la raíz indoeuropea y celta *bhnd, atar, ligar, compartiendo, no por casualidad, su raíz nada menos que Bandua el epíteto celto-gallego del dios celta de la guerra y de las cofradías o de las bandas de guerreros de las que hablaremos más adelante, y casualmente las actuales palabras derivadas del radical band- “banda” “bandido” “bandolero” se habrían podido inspirar en estas cofradías del Noroeste peninsular descritas por Diodoro como bandas de bandidos y como bandoleros (35). EL DIOS CREPUSCULAR DEL SEGUNDO PASO DEL SOL El Dios solar crepuscular del segundo paso de los Celtas tiene en la Gallaecia y la Lusitania un temático epíteto Bandua que significa “Atador”, tal vez no fuese Bandua como supone GARCÍA el epíteto de un dios de la guerra, sino el epíteto de un psychopompos concorde al Hércules Ogmios de Luciano o al Mercurio al que aludía Cesar. Aunque la relación de este epíteto con tema de las cofradías, o bandas de guerreros fue también desarrollado por GARCÍA FERNÁNDEZ-ALBALAT quien encuadrando a Bandua, al que cree un caudillo de los guerreros circunscrito al aspecto oscuro de la función soberana Dumeziliana (36) e identificable con un homónimo clásico (37), relacionó sin embargo acertadamente a “el que ata” con los lazos (38). “En Bandua” –dice GARCÍA FERNÁNDEZ-ALBALAT- “están registradas éstas capacidades que hemos encontrado en las divinidades indoeuropeas: la de atar, ligar, implícita en su nombre y la guerrera derivada de sus epítetos y de la interpretatio. Por estas causas debemos deducir, que existe alguna semejanza entre Bandua y este tipo de divinidades. DIOSES CELTAS DE LOS LAZOS Ahora bien, si es evidente que las comparaciones con los dioses de los lazos en el mundo indoeuropeo explican la vinculación existente entre las ligaduras mágicas y la guerra, todavía permanecen sin resolver dos características que atañen a Bandua: la confusión que se presenta entre Marte y Mercurio (39) y la relación con las comunidades. La primera a nuestro entender solo podemos resolverlas en el seno del panteón celta y su particular concepción del de la guerra y la magia. La segunda incógnita se desvelará rastreando de nuevo en el seno de las religiones indoeuropeas, con el fin de averiguar si los dioses de los lazos dirigen a un grupo de gente determinado o si se forman cofradías siguiendo o imitando a los dioses de los lazos” (40). A esta última cuestión responderemos algo más abajo. GARCÍA pone el dedo en la llaga en la reseñada obra, Guerra y Religión en la Gallaecia y la Lusitania Antiguas, en un apartado intitulado “La guerra en el Mundo Celta. Ogme, Nuada y Lug, Marte y Mercurio Celtas” cuando refiere brevemente, no sin cierta perplejidad, la dificultad de distinguir la línea divisoria entre el Marte y el Mercurio Celta con el esquema trifuncional, diciendo: “Es muy posible que existiera un vínculo bastante fuerte entre Ogmios y Cúchulainn, cuando menos de tipo funcional. Cúchulainn es hijo de Lug al igual que Hércules lo es de Júpiter, y por otra parte, Ogmios en Galia es calificado de Heracles” (41). EL OGMIOS DE LUCIANO Luciano de Samosata nos pinta el aspecto físico del crepuscular psycompompos: “En su lengua nacional los Celtas le llaman Hércules Ogmios y lo representan bajo singular forma, es muy anciano, la parte de delante de la cabeza está ya calva, los cabellos que le restan son blancos, la piel es rugosa, quemada hasta ser cobriza como la de los viejos marinos, se le podría tomar por un Caronte o un Japeto de las moradas subterráneas del Tártaro, por todo antes que por un Hércules. Lleva suspendida la piel del león y lleva en su mano la maza, el carcaj está fijado a sus hombros, la mano derecha presenta un arco tendido: Estos son los detalles de Hércules”. Este anciano Hércules conduce a un gran número de hombres atados por las orejas y teniendo por lazos cadenas de oro y de ámbar que parecen muy buenos collares” (42). Es significativo que CESAR inicie su descripción de la religión gala refiriéndose a esa divinidad: La divinidad que más veneran es Mercurio. Sus estatuas son las más numerosas, ven en él al inventor de todas las artes, considerándolo como el guía de los viajeros en los caminos y el que tiene el poder para otorgar las mayores ganancias monetarias y favorecer al comercio (43). Este texto, como ha señalado Blanca GARCÍA, fué puesto en relación por LE ROUX con un relato del Tain Bó Cúailnge (44) que habla de una pareja compuesta por: “un caballero negro, rápido y sombrío […] que tiene siete cadenas en torno a su cuello y siete hombres al fin de cada cadena [y su compañero] otro hombre horrible y la piedra de fuerza que los campeones tiran al aire, la coloca sobre la palma de su mano y la tira hasta que asciende tan alto como las alondras en un día de buen tiempo (45). Lleva una maza de hierro a su cintura. Sus nombres son Ercenn y Tricastal” (46). Blanca GARCÍA FERNÁNDEZ-ALBALAT señala como “según KEATING, se mantiene el día de celebración del Lugnasad como la fiesta de San Pedro de los Lazos” (47). SAN PEDRO, SU GALLO Y SUS LAZOS Basándonos en la interpretatio cristiana en la casual relación de San Pedro, heredada o impuesta desde el pasado pagano, de nuevo pars pro toto, con el gallo del psychopompos Mercurio, tal vez por la cláusula o pretexto evangélico: “antes de que cante el gallo me negarás tres veces”, hemos expuesto la condición mercurial o psicopompa de San Pedro que en Galicia aparece a menudo, sin que posiblemente esta circunstancia haya sido reseñada, asociado a la representación de unos lazos. Estos lazos aparecen claramente detallados sobre la cruz de del Cruceiro del atrio de San Pedro de Oburiz (48) con toda intenciónalidad, constituyendo el motivo central que substituye a la tradicional figura de Cristo, o en la bóveda de la iglesia de San Pedro de Loira, entre el Sol, la Luna y las llaves, por citar dos santuarios relacionados con sendos caminos de peregrinación. UNA SECRETA PUERTA DEL HADES EN OBURIZ, LUGO El camino de Oburiz, Lugo, donde se produjo el importante hallazgo de dos aras dedicadas a los psycompompos Lares Viales, se encamina con toda su parafernalia de inmobiliario adjetivo y de cruceiros -hoy todos ellos concentrados en las inmediaciones de la iglesia parroquial de San Pedro, en cuyo atrio está una de las aras mencionadas- hacia a una arenosa leira (celt gal *laria >ie *plaria) o campo de cultivo, en la Galicia profunda interior, no lejos de la mencionada iglesia de San Pedro de Oburiz. En esa leira o campo, una gran roca junto al camino, ostenta en su facies vertica una ingeniosa representación, no exenta de alguna torpeza de una probable pared, muro o galería, rematada en un extremo por tres grandes concéntricas arcadas simulando lo que parece una entrada que podría ser la más la más clara y antigua representación en el arte Europeo del tema de la puerta del Hades, asociada a los petroglifos de “herraduras”. El extraño y singular conjunto posiblemente de comienzos de la edad del Bronce ajeno a lo representado habitualmente en los petroglifos gallegos se complementa con las omnipresentes cazoletas en todos nuestros petroglifos Atlánticos. INTERPRETACIÓN PSYCHOPOMPA DE LOS LARES VIALES GALAICOS Por nuestra parte, en otros papeles y lugares demostramos que, como lo sostuvo César (49), no solo es posible esta interpretación psicopompa de los Lares Viales, sino que el aspecto mercurial es precisamente el más firme pilar con el que se sostiene la Religión Celta y, algo maravilloso, es lo más común y natural en buena parte de las actuales creencias gallegas y en la religiosidad popular del pais, no siendo dificil constatar el uso y la buena salud de todas estas creencias compartidas por muchos campesinos y marineros gallegos basadas en las necesarias disposiciones, las actitudes y los psychompompos preparativos para garantizar, hasta su llegada al Paraíso, desde el momento de su partida tras la muerte, el éxito del proceloso y largo viaje del alma de nuestros familiares y amigos. En este sentido cuando J. LIPPERT (50), a finales del siglo XIX, en su estudio de la religión indoeuropea reparó y estableció definitivamente que eran los muertos los componentes de la mesnada de la Salvaje Caza, (Wild Hunt) y que el elemento principal del tema se basaba en la idea de la supervivencia del alma después de la muerte, dejó sentadas las bases que nos permiten ahora en estos papeles relacionar, como lo hemos hecho en otras ocasiones, la Menié con nuestra Santa Compaña y con nuestra Sociedade do Oso, y con las representaciones prehistóricas, antiguas y medievales del tema. Numerosos autores (51) continuaron ya en el pasado con disímil éxito esta muy avanzada línea de investigación. “El segundo paso del sol” crepuscular y decadente, desde el mediodia hasta el añochecer es el contrapunto del poderoso y arrogante sol ascendente encumbrandos en lo más elevado del cielo desde la mañana hasta el mediodía. Precipitándose desde la altura, cayendo desde lo más alto el solar Dios de la rueda desciende iniciando en la bruñida funeraria nave o naveta que los griegos convirtieron en la áurea copa, kalix o depas el cursus marino altántico hasta su isla. HELIOS Y EL GRAAL Fue el Graal a mi modo de ver un cáliz o copa, tal vez no muy diferente a la que el granate Helios diariamente utilizaba al caer la tarde, salvo el día que generosa y excepcionalmente se la prestó al también solar Hércules. “Simbolizando”- también- “la Hostia introducida en el Cáliz el descenso de Cristo a su sepulcro” (52) tal vez la iglesia se habría hecho eco del valor simbólico y cristológico de una leyenda, dando plausiblemente la bienvenida a la hermosísima historia de la Demanda del Santo Graal: a la búsqueda en el camino del Sol del valor redentor del sacrificio de Cristo, simbolizado por su preciosa sangre, heredando el valioso testimonio del misterio de la muerte y la resurrección el presente cristiano, de un alto concepto espiritual del pasado pagano de los Celtas del Atlántico. Decet esse deos. Esa copa, el kalix, depas en la que navegaba Helios su marino cursus por las aguas que circundaban el mundo de occidente a oriente en pos del mañana es también el caldero solar del Apolo Grannos “reluciente como la grana”, y la copa en la que el Dios Celta de la Rueda Solar, emprendía, cada atardecer, la occidental singladura de su ocaso hasta la Isla de Solstición, al Otro Mundo, al Alén o al Sidh. En el presente cristiano de los que habitan los evocadores finisterres atlánticos las fuertes creencias sobre la imortalidad del alma celta demandan el Santo Graal o Grial, la iniciación en los tres pasos del sol, el nacimiento de Cristo, su vida ejemplar, y su decidido sacrificio y resurrección. Un mensaje de Vida y de esperanza en el renegado y fragil acervo cultural Europeo. Galicia en su posición occidental extremada, la Callaecia en los finisterres Atlánticos todavia es hoy uno de los más emblematicos y sin embargo menos conocidos, paises celtas del Atlántico. Esta posición pesó en los historiógrafos antiguos cuando designaron por primera vez para la Historia a los gallegos como Kallaicos “los de la copa donde se pone cada tarde el sol” posiblemente para confirmar en el finisterre de occidente las viejas historias de su geografía mítica sobre el héroe solar Hércules y el propio sol, Helios presentes desde tiempo inmemorial en el imaginario griego, y el mágico episodio de la crepuscular nave, convertida en copa "kalix" o "depas" y más tarde en un caldero. La naveta de la liturgia. Eso no quiere decir claro esta que los galaicos -los únicos europeos que pueden presumir y constatarlo epigraficamente a diferencia de los galos, de que en la Edad del Hierro se llamaban celtas a si mismos, con absotula independencia de este mito, no tuvieran desde época prerromana el celta radical *gal- o *cal- (radical posib. relacionado con*kel-toi) que pese a PEREIRA les era propio. CALLAECIA Y EL CÁLIZ Los cultos historiógrafos de la antigüedad grecorromana conocedores y difusores de los tópicos de la geografía antigua que buscaban constatar, atentos a agradar a sus lectores, no a razones filológicas, en el nombre de nuestra Callaecia y de sus gentes los kallaicoi evocaron enseguida a “los de la copa”, a los del cáliz, su geografía mítica y sagrada dramatizando e intensificando aún más la magia y la intriga de nuestras puestas de Sol en sus descripciones de los finisterres atlánticos Kallaicos. Y de ser nuestra autopsia (visión) algo más que erudita ensoñación, la idea acaso manifestada por la voluntad de no decepcionar al avisado lector grecolatino fué bien recibida y adoptada a su vez por los escritores gallegos de la Edad Media quienes sostuvieron que Galicia era voz que emanada de Cáliz. Luego la olvidó el erudito, no el pueblo, y la idea se mantuvo en la tradición heráldica y etnográfica gallega. En tiempos de los austrias al sonar la campanilla en las misas de campaña y levantar el sacerdote el cáliz mostrando la Hostia Consagrada, a los tercios, la milicia hispana debía arrodillarse y humillar sus estandartes en el suelo, por no haber detenido la invasión mora de España y la profanación de las iglesias. Los gallegos cumplieron con su deber y se mantenían firmes, elevando al cielo el cáliz de oro, su azul estandarte, su derecho (VICETTO) (53). La Historia, aún, no tiene trazas de repetirse. Casi todos los gallegos tienen apego a su escudo, el Santo Grial aunque los de la araña roja, carente de sabor y de concepto, lo miren con desprecio. Quien olvidó al Santo Grial, olvidó sus origenes. © Andrés Pena Graña, 2004 NOTAS A LOS PAPELES DE ANDRÉS PENA GRAÑA (1) “Do bendito San Amaro, a xente sabe referir a coñecida historia da súa viaxe en precura do Paraíso, cómo desembarcóu en lonxanos países, atravesóu con moitas penas unha gran serra, e chegou por fin á porta do lugar en que estaban os Patriarcas e os Profetas; a poder de moito pedir, deixárono guichar por un buratiño, mais axiña o mandaron marchar, e cando volvéus a onde tiña o seu barco xa ninguén o coñecía, porque íl pensaba que non estivera mirando máis dunha miguiña e resulta que estivera trescentos anos”. Vicente RISCO, “A Fé e o Sentimento Relixioso” in Historia de Galiza (Ramón OTERO PEDRAYO, Director), vol. I Etnografia, p. 340. Buenos Aires, 1962. (2) PLINIO N. H. IV, 119. (3)PTOLOMEO 2, 6, 63. (4)Con el cristianismo no desaparecieron los viejos lugares de culto, siguiendo la pauta señalada por San Gregorio, nada se perdió, solo se transformó para que se pudieran seguir conservando los ancestrales ritos primordiales, y así se mantuvo sin grandes cambios la piadosa e inveterada costumbre de acompañar a las almas de nuestros amigos y de nuestro linaje, y sobre todo la obligación, establecida por el pagano Don para los muertos, y universalizada por el cristiano San Andrés, discípulo de Cristo de que “A San Andrés de Teixido vai de morto o que non foi de vivo”. (5)Esto dio pie a la demora de los romeros en el camino para visitar innúmeros santuarios y reliquias de los alrededores, originándose así un viejo camino de Os Romeiros entre el monasterio de San Martín de Xuvia y San Andrés de Teixido. Un camino cristiano muy peculiar y antiguo perdiéndose en la noche de los tiempo se considerar que en el año 844 el monasterio de Xuvia era ya un viejo lugar de culto, “olim de semper sacrato”, que converge en la necrópolis de Xuvia, un camino cristiano que se funde con el fúnebre cortejo del pasado. Este camino de iniciación a la muerte fué recorrido por el padre Fray Martín Sarmiento un verano del año 1755. Huésped en Xuvia del prior ilustrado Fray Felipe Colmenero, Sarmiento partió para San Andrés acompañado de su hermano a lomos de una mula, y nos dejó una detenida descripción del itinerario. (6)Esto no es nuevo, tiene profundas raíces indoeuropeas en un remoto y común horizonte cultural, desde el Neolítico, donde se representas las puertas (motivos impropiamente llamados “de herradura”) de acceso al más allá y el propio viaje por mar, hasta los tiempos de la dominación romana cuando los túmulos se erigían a las orillas de los caminos, y sobre todo de los caminos de peregrinación. La religión asistía y confortaba, disponiendo para este viaje fantasmal diversos agentes psicopompos, acompañantes de ánimas benditas como el mochuelo (si no sería más apropiado decir mochuela posible y residual superviviente en la Athenea Parthenos griega) relacionado con la soberana y virginal Gran Diosa Madre, o como el multiforme Hermes gallego de triple o cuádruple faz, como el hermatena de Amorín, encontrado en un cruce de caminos y previsible antepasado de los cruceiros de nuestro presente cristiano en el pasado pagano de la dominación romana. (7)¿Qué relación, hay de haberla, entre el monte de Donón y sus aras pro salute, con el camino, viaje y peregrinar de las almas de los que tuvieron menos suerte, hasta las islas de los bien aventurados, la isla de Solstición de San Trezenzoncio, de la Eterna Juventud, de los Bien Aventurados, entre la elevada fortaleza y celeste Casa de Don y que precedió a la descrita en las historias de San Brendan y de San Amaro celeste Jerusalén de San Pedro con sus murallas, su puerta y su cerradura […]? En Galicia, como se evidencia en San Andrés de Teixido y en muchos otros santuarios, cuando alguien salvándose milagrosamente de una muerte anunciada, supera un peligro extremo, visita al santuario del santo protector, incluso amortajado y dentro del ataúd que previsiblemente ni siquiera habría tenido ocasión que utilizar de no mediar la intercesión divina por perderse su cuerpo en el mar, dejándolo como ex voto en el templo. Hoy han desaparecido todos los ataúdes de la iglesia de Teixido que prácticamente hasta hace relativamente poco tiempo se guardaban en el templo, no porque no se sigan trayendo, sino por la frivolitas temporum, y el horror a la muerte. Sería lógico pensar que todas las aras de Donón, depósitos frente a las paradisíacas islas Atlánticas en un santuario de peregrinación al más allá, ofrendadas pro salute “al Dios Lar de la Elevada Ciudad Fortificada” DEO L/ARI B/EROB/REO/ ARAM/ PO [SVIT] P[RO] S[ALVTE], podrían corresponder a la temprana manifestación o precedente de esta costumbre, buscando por ello intencionadamente parecerse a las estelas funerarias, y aún contener elementos propios de los psychopompos precursores de los “petos de ánimas”. (8)Pindari Carmina. Edición SNEIDENWIN, T 1, pp. 17-18, versos 70 y ss. ex H. D’ARBOIS DE JUBAINVILLE. El Ciclo Mitológico Irlandés y la Mitología Céltica. Edicomunicación. Ripollet (Barcelona 1996) (9)Según RODRÍGUEZ COLMENERO: “El hecho se produjo como consecuencia de una intensa labor de prospección llevada a cabo desde 1962 hasta 1964 en toda la península de O Morrazo por los MASSÓ, José María y Enrique, y BOUZA BREY mismo. Fruto de tales poesquisas fue el hallazgo de una serie de pequeños monumentos votivos, algunos con epígrafé y otros desprovistos de el, procedentes sobre todo de la cerca de un gran terreno acotado, contiguo al cerro mencionado, en realidad un castro” [cf. F. FARIÑA BUSTO. Donón en Gran Enciclopedia Gallega, IX, 177 ss. “acerca de los epígrafes realiza una breve descripción del conjunto sin ahondar en su complicada problemática”] In Antonio RODRÍGUEZ COLMENERO “Mougás y Donón: Dos Santuarios Rurales Galaico-Romanos del Litoral Atlántico” in El Museo de Pontevedra tomo 51 1977, p. 387. (10)Antonio RODRÍGUEZ COLMENERO “Mougás y Donón: Dos Santuarios Rurales Galaico-Romanos del Litoral Atlántico” in El Museo de Pontevedra tomo 51 1977, p. 387. (11)F. BOUZA BREY, J. Mª ÁLVAREZ BLAZQUEZ y E. MASSÓ BOLÍBAR “Las aras del santurrio galico-romano de Donón (Hío, Cangas)” Cuadernos de Estudios Gallegos XXVI, 78, 1971, 64 ss. (12)Cuando solo él y Fernando Alonso Romero alumbrando como fareros del fin del mundo el desierto arqueológico gallego de los años 80 mantenían y alimentaban, la potente llama del celtismo del país, cubriéndola de la ya residual, pálida alonsinea y bermeja escarcha, entonces vendaval nivo-glaciaciar, preservando la luz y la razón de la arrogante rechifla asnil y anticeltista. (13)“[…] Céltico es también el nombre de Nerga < *nerǐca y, tal como queda ya ahora determinado por el étimo y por la base, el de Liméns < limēnes. Restan pendientes de una aclaración plena los de Pinténs e Hío, si bien no es probable que estos vocablos puedan proceder de lengua diversa que a la que prohijamos Donón, Nerga o Liméns. (14) K. MEYER Der Irische Totengott, p. 540 ss, 291 ss. Ex Mª DEL HENAR VELASCO LÓPEZ (15)Refiriendo ya previsiblemente la creencia expresada en los Dindshenchas una interpreatio cristiana, esencialmente coincidente con las conocidas y populares creencias y tradiciones marineras gallegas actuales del lugar de Donón (ALONSO ROMERO), pues se dice allí que las almas de los ahogados van a una de las islas Cies, la que todavía permanece despoblada. (16)Añade Colmenero “A nuestro modo de ver, para la primera de las lecturas no existe fundamento en lo que se refiere al Libero inicial, ya que se dejaría din incluir la problemática letra final del primer renglón, pudiendo leerse la supuesta terminación, Breo, de manera autónoma; y mucho menos en el caso de la número 2. En cambio leen Bibero en la número 3, a nuestro modo de ver sin razón ya que la también supuesta B inicial del vocablo es una R. Sin embargo, es mérito de estos investigadores el haber individualizado el término Breo […] Casi una década más tarde […] [En los últimos tiempos abunda en la misma opinióna I. Millán rechaza como inviable la versión Libero de los primerios estudiosos de los epígrafes, negando la presencia de Baco en los cultos de Donón e incorporando Breo, tras rebatir su naturaleza antroponímica, al segmento teonímico, de tal manera que el nombre de la divinidad sería Viberobreo (también con b inicial como variante) y en un caso Viberobreoro. (17)Antonio RODRÍGUEZ COLMENERO, Mougás y Donón: Dos Santuarios Rurales Galaico-Romanos del Litoral Atlántico, 1997, pp. 389-390: “se trata” –continua- “de la formulación de un teónimo compuesto, paralelizable, en lo que respeta a la asociación deo lari, con una inscripción votiva de La Oliva, en la región extremeña [CIL II, 804: … Diis Laribus Gapeticorum gentilitatis, en La Oliva, Cáceres], entre otras, y, en lo que se refiere a su formulación múltiple, con teónimos tan complejos como los Lares Inmuncenbaeci Ceceaeci, Lar Circeiebaecus Proenetiaecus, Dii Ceceaeci Tribales [Cf. A. RODRÍGUEZ COLMENERO, Aquae Flaviae…, 163, 160, 177, respectivamente], etc”. (18)Señalándo RODRÍGUEZ COLMENERO a continuación también que “Una característica que, en general, toman de la estela es la ausencia de decoración, y a veces hasta de labra, en el tercio inferior, presentando casi todas [las aras] una base apuntada e irregular para ser hincada en tierra. Ello demuestra que los exvotos eran colocados de pie y clavados en el suelo natural, dentro de un ámbito sagrado y abierto en las inmediaciones del sacellum techado de la divinidad, si es que tal fanum existió en algún momento y no se trata de la perduración de un santuario prerromano a cielo abierto, de raigambre prehistórica, como dan a entender los petroglifos descubiertos en el entorno”. Antonio RODRÍGUEZ COLMENERO, Mougás y Donón: Dos Santuarios Rurales Galaico-Romanos del Litoral Atlántico, 1997, p. 392-3 (19)Islas de los Dioses [ Ceciegaecos “de los Ciegos”] (20)Cf. los castros o ciudades fortificadas en la Hispania Céltica de Adobriga, Colubriga, Flaviobriga, Avobrigra, Langobriga, Talabriga, Conimbriga, Caetobriga, Merobriga, Larcobrigra, Nertobriga, Mirobriga, Caesarobriga, Segobriga, Arcobriga, Nertobriga, Deobriga, etc., etc. (21)Que al perder su sentido, siguiendo el señalado por Max Müller lógico proceso del mito se convertiría en Galicia en un enano o anciano zoqueiro que cuelga pequeños zuequitos en los párpados de los niños. Pero cuando a un niño se le cierran los ojos (Los vivos abren los ojos, pero a los muertos se les cierran) se exclama a modo de advertencia “vaite levar Pedro Chosco”, esto es, “si cierras los ojos, Pedro Chosco piensa que estas muerto y te lleva con él” Aludiendo clarísimamente a un conductor y resultando la frase una velada amenaza. “si cierras los ojos, Pedro Chosco piensa que estas muerto y te lleva con él” (22)Residencia de señores jurisdiccionales celtas, nobles galaico-romanos provinciales, no provincianos, con sus masivas importaciones de vinos, aceites, y lujosas vajillas como en las uillae de la ría de Ferrol, Littorina y Noville y con sus piscinas y previsibles exportaciones de conservas de pescado. (23)Psb. Insulae Caeciliorum “Islas de los ciegos” Illas *Çisilias”> Illas Cies”; Sancta Caecilia> Santa Isilia> Santa Icía. En términos de Geografía Sagrada Estas Islas equivalen a la misteriosa región donde, tras ser vencido en la batalla de Mag-Tured, reina Thetra, jefe de la deforme mítica raza irlandesa de los Fomorianos, afín, según nos lo hace pensar D’ARBOIS DE JUVAINVILLE al recondito territorio donde, sobre los héroes muertos en las guerras de Tebas y de Troya, tras ser vencido por Zeus en la batalla contra los Titanes reina Cronos. (24)Recientemente un escritor nos descubrió en significado de una de las más populares canciones gallegas, tan popular como A Rianxeira: ¡Ay, Pepito, adiós!/ ¡Ay, Pepito, adiós! / ¡Ay, Pepito, por Dios, no te vallas! / ¡Quédate con nosotros!/ ¡Quédate con nosotros!/ ¡No te vayas a la playa para ahogarte! / ¡Lo que nos pasó a nosotros [los ahogados]/ os va a pasar a vosotros! (25)[…] la carga decorativa de estos pequeños monumentos corresponde a las cornisas, que, a tenor del perfil que presentan, podemos dividir en triangulares, rectangulares planas, rectangulares planas con el foculus en resalte, entre las que figuran dos ejemplares con el campo anterior subdividido en casetones verticales, y de perfil indeterminado a causa de la fractura. Lsa triangulares corresponden a los números 1, 10, 16, 19, 26, 29, y 31. Los motivos decorativos empleados suelen ser hornacinas [las puertas del Hades] 1, 10, 16, crecientes vueltos hacia arriba o hacia abajo (1, 31), aspas o triángulos entre líneas horizontales (1, 26, 29), pulvilli o acróteras incipientes (10, 19, 29) y arquerías, (19, 26, 29). Las aras de cornisa rectangular plana son las de los números 4, 12, 20, 22, 23, 24, 28, 30. La gama decorativa que las adorna viene a ser parecida a la que lucen las de cornisa triangular, esto es: pulvilli y foculi bien marcados en la cara cenital (cuatro en la nº 20), bandas incisas horizontales (nº 28) arquerías, estrías y aspas (nº 4, 12, 22, 23, 24). Las mismas características para las planas de foculus realzado, que se concretan en los ejemplares de los números 18, 21, 25, diferenciándose las de los números 11 y 25 en que lucen crecientes y casetones verticales rectangulares en la cara anterior. […] Por otra parte, la decoración simultánea y frecuente de hasta tres caras ([la] anterior y [las] laterales), la reiteración de motivos ornamentales y hasta la semejanza de peculiaridades epigráficas y paleográficas en casi todos los ejemplares hacen pensar en un periodo relativamente corto de tiempo en que la moda epigráfica, plasmada sobre ofrendas votivas, estuvo en vigor. ¿Cuándo? El epígrafe nº 1 es el único [según COLMENERO] que suministra criterios paleográficos (S invertida, L con trazo inferior colgante) de cierto valor para poder considerar tardío todo el conjunto. Lo que viene avalado, además, por la frecuencia de posuit como fórmula de consagración. En todo caso, de la fórmula pro salute ninguna consideración cronológica puede extraerse ya que su vigencia abarcaría desde los Julio-Claudios hasta la Tetrarquía”. Antonio RODRÍGUEZ COLMENERO, Mougás y Donón: Dos Santuarios Rurales Galaico-Romanos del Litoral Atlántico, 1997, pp. 392-393. (26)Sostiene también a este respeto RODRÍGUEZ COLMENERO: “Los dedicantes aparecen pocas veces en los formularios epigráficos, o porque nunca figuraron expresos, o porque desaparecieron debido a la mutilación de las aras y de sus textos respectivos. Sin embargo, creemos poder rescatar para la inscripción nº 2 el dedicante contenido bajo la sigla V del final; para la nº 3 los Ronni, que actuarían como grupo social o gentilicio en una dedicatoria que sería colectiva; para la cuarta, Vla-nvi (nexo a-n en la tercera de las letras del renglon, un nuevo colectivo, que torna insostenible la versión pos/uit +++ de G. Baños. En la nº 13, la dedicante es una mujer, Eburna, que ofrenda a favor de su hija, cuyo nombre, por otra parte, desconocemos. Otra mujer, Coemia, resulta la dedicante del epígrafe nº 14, pero es lo único que se lee, junto con la fórmula posuit, ya que la inscripción carece de la parte superior. En lo que respecta al formulario, en ninguna de las aras aparece la conocida fórmula V.S. L. M., o equivalentes. Entre las reconocibles, la más repetida es aram p(osuit) (números 2, 3, 5, 6, 7, 9) o simplemente p(osuit) (números 4 y 14), y finalmente pro salut(e), al interpretar el ara nº 1 del corpus de G. Baños, no como Deo Lar/rio Bre/o Bro/ [s]an(c)to, que en absoluto se atiene a lo que se descubre en la inscripción, sino como Deo La/rio Bre/o


ro/salute. La única objección que cabría hacer a esta lectura se concretaría en que la p de pro es, en realidad, b sin cerrar. Pero tal lapsus es explicable de múltiples maneras, entre otras por el simple error o por haber confundido fonéticamente ambas sílabas un lapicida tal vez analfabeto. Antonio RODRÍGUEZ COLMENERO, Mougás y Donón: Dos Santuarios Rurales Galaico-Romanos del Litoral Atlántico, 1997, p. 391. Por nuesta parte, según lo pensamos los supuestos Ronni, que según RODRÍGUEZ COLMENERO en la estela nº 3 “actuarían como grupo social o gentilicio”, mejor responderían verosimilmente a la latinizada terminación del aumentativo de la voz celta Breo > Breonius (tipo larpeiro, larpeirón; cano, cannon, Munia, Munniona, etc.). (27)Donn, como Bibero Breo *upero/brigos es un inequívoco epíteto del segundo o del tercer paso de Dios, en el esquema de la ya en precedentes capítulos visitada una, trina y polítécnica divinidad solar, con variados epítetos: Dagda “El buen Diós” Eochaidh Ollathair “Padre de todos” porque todas las almas proceden de Diós, es el Dis Pater de César Galli se omnes a Dite patre prognatos praedicant idque ab druídibus proditum dicunt, el Rúad Rofhesa “el rojo de gran conocimiento”, el señor de los muertos, es también el epíteto irlandés Nudd o Nuado (un doblete) con la raíz *neu-d que tiene connotaciones de “sujetar”, “coger con esfuerzo” (MONTEAGUDO GARCIA, amable comunicación; J. POKORNY Indogermanisches Etimologisches Worterbuch, Berna 1956, p. 25; MEYER-LÜBKE, Romanisches Etym. Wort. Heildelberg, 1925) bienvenida por su apodo “brazo de plata” airgedlám aunque lo asocie la interpretatio romana ora a Marte, a Silvano o a Neptuno. Se correspondería con Nodens un dios de la salud de carácter psychopompos revelado en su extrecha asociación con los perros, cuyas estatuillas aparecieron en gran número en un templo de Lydney del año 365, más o menos coincidente con la época de las aras de Donón, junto al río Severn, en Gloustershire; se le consideran también otras innumerables etimologías, identíficado como un nubeiro o diós “hacedor de nubes” celeste; es en Gales Llud, Nudd o el Lludd Llaw Ereint, de los Mabinogi. Según Geoffrey se le habría dedicado un templo Parth Lludd dando lugar al topónimo actual Ludsgate sobre el que se alzaría más tarde la catedral de San Pablo en Londres, nombre que los Anglosajones tradujeron como Ludes Gaet. Es también verosimilmente el Lot de la leyenda Artúrica. Reflejado con más detalle y claridad esta concepción del “tercer paso” del solar diós de los muertos, del Más allá celto-cristiano de la época del santuario de Donón, para Galicia el Commonitorium de OROSIO nos cuenta como las almas procedian de Dios saliendo del cielo por una puerta, retornando luego previsiblemente por otra puerta al final de la vida humana tras purgar sus pecados, a la unidad de Diós. Prisciliano, en los momentos en los que se erigían las aras de Donón (ex OROSIO) “docens animan quae a Deo nata sit, de quodam promptuario procedere [por una puerta de salida], profiteri ante Deum se pugnaturam, intrui adhortatu angelorum: dehinc descendentem per quosdam circulos a principatibus malignid capi, et secundum voluntatem victoris principis in corpora diversa contrudi, eisque adscribi chirographum. Unde et Mathesim praevalere firmabat, asserens quod hoc chirographum solverit Christus, et afixerit cruci per passionem suam […] Deinde dixerunt Angelorum, Principatuum, Potestatum, animarum ac daemonum, unum principium, et unam esse substantiam: et vel archangelo, vel animae, vel daemoni, locum pro meritorium qualitate datum esse, utentes hoc verbo: Maiorem locum minor culpa promerunt. Mundum novissime ideo esse factum, ut in eo anima purgarentur, quae ante peccaverunt […] ac sic omnes peccatorum animas post purgatione conscientiae in unitatem corporis Christi esse redituras [a través de otra puerta de entrada]. (28)Antonio RODRÍGUEZ COLMENERO,1997 Mougás y Donón: Dos Santuarios Rurales Galaico-Romanos del Litoral Atlántico, cf. en el aparato crítico p. 402, nota 57 (29)Y aunque el folclore gallego no nos ha revelado el nombre de su padre, ni su carácter de psychopompos, o de acompañante de los muertos, adelantamos que mientras en las Islas británicas lo es el psychopompos San José de Arimatea, su padre es en Galicia, seguramente, San Roque, que en las versiones más antiguas aparece luciendo las insignias de San Pedro, de San Andrés y de Santiago y con una niña que señala un profundo corte (no llagas) sobre su rodilla). (30)Sucediéndole lo mismo que en los primeros encuentros de Pwill con Rhiannon. (31)Haciéndose ya de noche, vino un hombre rico de Arimatea, por nombre José, que había sido también él discípulo de Jesús. Y llegándose a Pilatos le pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilatos mandó que le fuese dado. Y José tomando el cuerpo lo envolvió en un lienzo bién limpio, y lo puso en un sepulcro en la roca, y volteando una gran piedra hasta la boca del sepulcro se marchó. Y estaban allí María Magdalena y la otra María sentadas delante de la sepultura. Mateo, 28: 57-61. Cf. también el Evangelio apócrifo de Nicodemo cap. XV y ss. (32)Desembarcando a Santa María Magdalena y a san Lázaro, para cristianizar las Galias en una escala que hizo en Marsella. (33)“It was only natural, then, that Joseph should have been chosen for the first mission to Britain, and appropriate that he should come first to Glastonbury, that gravitational center for legendary activity in the West Country. Local legend has it that Joseph sailed around Land's End and headed for his old lead mining haunts. Here his boat ran ashore in the Glastonbury Marshes and, together with his followers, he climbed a nearby hill to survey the surrounding land. Having brought with him a staff grown from Christ's Holy Crown of Thorns, he thrust it into the ground and announced that he and his twelve companions were "Weary All". The thorn staff immediately took miraculous root, and it can be seen there still on Wearyall Hill. Joseph met with the local ruler, ARVIRAGUS, and soon secured himself twelve hides of land at Glastonbury on which to build the first monastery in Britain. From here he became the country's evangelist. Much more was added to Joseph's legend during the Middle Ages. He was gradually inflated into a major saint and cult hero, as well as the supposed ancestor of many British monarchs. He is said to have brought with him to Britain a cup, said to have been used at the Last Supper and also used to catch the blood dripping from Christ as he hung on the Cross. A variation of this story is that Joseph brought with him two cruets, one containing the blood and the other, the sweat of Christ. Either of these items are known as THE HOLY GRAIL, and were the object(s) of the quests of the Knights of King Arthur's Round Table. One legend goes on to suggest that Joseph hid the "Grail" in Chalice Well at Glastonbury for safe-keeping. There is a wide variance of scholarly opinion on this subject, however, and a good deal of doubt exists as to whether Joseph ever came to Britain at all, for any purpose” in página web ex David NASH FORD 2001. (34)“[…] desde sus origenes indoeuropeas por su capacidad de portar ideas y mensajes de transmitirnos información, factores estos, pues que con soportes no verbales las banderas atan y unen a los hombres, [poniendo todavía hoy] […] a la Vexilología en estrecho contacto con la Semiótica y la Gestálica”. Gervasio DE TILBURY refiere como, “Impresiones ymaginum pictarum in vexillis Dominus instituit quando divisit in heremo tribus duodecim per quatuor acies, unicuique aciei digniorem principem preponens Num. 2] et in suo vexillo sculpturam imprimens, ut in vexillo Iude leonem [Gen. 49:9], Ruben mandragoram [Gen. 30:14], Dan serperntem [Gen. 49:17], posuitque ternas tribus in acie, et fuit id actum secundum ea que acciderat unicuique illorum” Gervasio DE TILBURY Otia Imperiala, I. 21. p.140. (35)GERVASIO DE TILBURY Otia Imperiala, I. 21. p.140 (36)Los análisis que G. Dumézil ha realizado en los esquemas religiosos delos diferentes pueblos indoeuropeos, han revelado que la primera función soberana era desempeñada y compartida por una pareja antitética y FERNÁNDEZ complementaria a la vez y que, sobre el plano humano se corresponde claramente a la vinculación entre el sacerdote y el rey. B. GARCÍA -ALBALAT. Guerra y Religión en la Gallaecia y la Lusitania Antiguas, 1990, p. 184. (37)Esta dualidad de la soberanía compartida se materializa en unos binomios que traslucen, a grandes rasgos, las actuaciones y caracteres de la pareja suprema: día- noche; brillante-obscuro; pacífico-violento; regulador-tumultuoso; ordenador-desestabilizador; desligador-ligador; jurista-mago; juventud y belleza-vejez, y fealdaz; etc. En los diferentes pueblos indoeuropeos se constata ese binomio en las parejas formadas por :Mithra/Varuna, Tyr/Odhin, Dagda/Ogmios y en Roma permanece en la epopeya fundacional de la ciudad, donde Numa se contrapone a Romulo –Esta pareja [anota la autora] se traduce enun antiguo esquema de oposición entre Dius Fidius y Jupiter Sunmanus. Ver: Georges DUMÉZILL Mitra-Varuna Essai sur des representations indoeuropeennes de la souberaineté. Presses Universitaires de France. París 1940. passim y del mismo autor: Les dieux des Germains Essai sur la formation de la religion scandinave. Presses Universitaires de France. Paris 1959, pp. 58-66. Sobre la parega Dagda/Ogme ver Françoise Le ROUX: “La religión de los Celtas” en Las Religiones Antiguas Vol. III. S. XXI. Madrid, 1981, pp.109-183.ibid. B. GARCÍA FERNÁNDEZ-ALBALAT. Guerra y Religión…1990, p. 184-185 y nota 4 de la página 185. (38)B. GARCÍA FERNÁNDEZ-ALBALAT. Guerra y Religión en la Gallaecia y la Lusitania Antiguas, 1990, p. 184-191. (39)Esta confusión, pensamos nosotros, desaparece, o carece de sentido en la concepción teista trinitaria de los tres pasos del sol, un primer paso generador y fecundo, un segundo paso descendente y crepuscular sobre el mar, y un tercer paso de entrada del diying god en la tierra y el otro mundo, donde juzga y rescata a las almas, que exponemos más abajo. Respondería según lo vemos a la idea del primer paso celeste, el esplendente, brillante y relucientes Marte/Apolo Celta Sabio, Segos victorioso, etc., mientras que el mismo diós en su aspecto decadente, ata a las cofradías de guerreros, y a las almas y las conduce al Más Allá como San Pedro, San Roque o San Cristobal. (40)B. GARCÍA FERNÁNDEZ-ALBALAT. Guerra y Religión en la Gallaecia y la Lusitania Antiguas, 1990, p.191. (41)“Quizá haya que reflexionar sobre la coincidencia de estos dos hechos, sobre todo si se vinculan con los siguientes datos: 1º Existencia de culto al dios Setanta que no es otro que el primitivo nombre de Cuchulainn.;2º Cesar concibe al Mercurio galo como dios de los caminos, cualidad que en Irlanda es atribuida al hijo de Lug, Cúchulainn (Setanta es “el caminante”); 3º En Galia sin embargo, esta característica es asumida por Ogmios que representa el papel de Heracles, visto que Cúchulainn es un teónimo típicamente irlandés. Como conclusión a estas interrelaciones es precido preguntarse si existía quizá, entre Ogmios “el caminante” y Setanta “el caminante una equiparación, sería posible una respuesta afirmativa y estro demostraría nuevamente el estrecho paralelismo existente entre la religión irlandesa y la gala” B. GARCÍA FERNÁNDEZ-ALBALAT. Guerra y Religión en la Gallaecia y la Lusitania Antiguas, 1990, p. 196. (42)LUCIANO DE SAMOSATA Discursos, “Hercules” 1-7. (43)CESAR B. G. VI. 17. (44)“[...] A black hasty, swarthy, [...] man in the front rank of that band; seven chains arround his neck ; seven men at the end of each chain; he drags along these seven groups of men, so that their faces strike against the ground, and they revile him until he desists. Another terrible man is there, and the ponderous stone wich powerful men coud not raise, he sets on his palm and flings on hihg to the height a lark flies on a day of fine weather; a club of iron at his belt.” “I know those men,” quoth Fergus: Triscoth the strong man of Conchobar’s house; it is he tha flings th stone on high. Ercenn son of the tree stewards, he it is in the chains.” 24[...] Fer dub dian temhnighe temerdha i n-airenach na buidhne sin. Seacd slabhradha ima bragaith, moirseser i ccinn cacha slabhraidh. Do srenga-son na sech moirseser sin co m-benann a srubha fri talmain, co tabrait athais fair, co fostann. Ata fer uathmar oile ann, & in nertlía na tocbait na trénfir, cuirid-siomh for a bhois & curid in n-airdi uiret téid uiseog illó ainle. Dertaslorcc iaraind for a chrios. Ro fetar-sa na firsin, ar Fergus, Tioscatal trefer tigi Concobair, is é cuires an líg a n-airdi, Ecenn tri m-brugaid is e fil is na slabradaibhd. Cf. Tomás Ó CONCHEANAINN, “The textual tradition of Compert Con Culainn”, Celtica 21 (1990) 441-55. (45)A San Bartolomé, patrón de muchas parroquias gallegas, se le hace en Alais, Castro Caldelas, un pan ázimo, sin levadura en forma de roscas, y en la procesión lleva una en un brazo. En la liturgia popular gallega existe un responso a San Bartolomé, muy difundido y con muchas variantes. Risco recoge en Melide entre otras “Glorioso San Bartoloméu/, na sua santa cama está/, o seu santo pau colléu/, polo seu santo camiño andou/, con Dios Noso Señor encontrou/. Para onde vas San Bartoloméu?/ Pró seu santo reino vou/. Vólvete San Bartoloméu/, que che hei dar un don/, que nunca dei a femia nin varón/: Que onde San Bartolomeu sea nomeado/, nadie será preso nin arrastrado/, nin de lobo nin de loba/, nin de can nin de cadela/ nin doutras abichuguillas feras. E sinala entre as variantes do responso de San Bartolomeu recollidas por Lence Santar en Mondoñedo: […] San Silvestre e San Silvan, prende ao lobo e ceiba o can/ e os rapaces e os embreados/ andan coa lengua enrellada/ como a rella do meu arado”. Risco, Etnografía, I 340. Lence Santar (46)Le ROUX “Le dieu Céltique aux liens. De l’Ogmios de Lucien â l’Ogmios de Dürer”. Ogam XII, (2-3), 1960, pp. 221-222. (47)B. GARCÍA FERNÁNDEZ-ALBALAT. Guerra y Religión en la Gallaecia y la Lusitania Antiguas, 1990, p. 268. (48)Y no Buriz, pués este nombre posiblemente provendría del antropónimo Oburicius. (49)B. G. VI. 17 (50)J. LIPPERT Die Religionem der europäischen Kulturvölker, Berlin 1881, p. 154 (51)W. SCHWARTZ Der heutige Volglaube und das alte Heidentum, Berlin, 1850 (Programm des Fiedr. Wenderschen Gymnasiums). (52)Vid.: “ut in nomine Iesu omne genu flectatur caelestium, terrestrium, et infernorum” (Catechismus Romanus ad Parochos, por Nicolao Pérez; 1898, p. 56). (53)Benito VICETTO cuenta como arrestados los gallegos por esta actitud defendían su privilegio por no dejarse invadir por los islamitas, frente a lo que infaustamente aconteciera en el resto de España donde habria sido violada la santidad de las iglesias, se habían profanado las sagradas formas y convertido muchos templos en mezquitas paganas. Andrés PENA GRAÑA, es doctor en Arqueología e Hª Antigua, arqueólogo e historiador del concello de Narón e investigador del Instituto de Estudios Celtas con sede en la Real Academia de la Historia y en la Fundación Federico Maciñeira. Estos papeles forman parte de un capítulo del libro “Treba y Territorium. Génesis y desarrollo del mobiliario e inmobiliario arqueológico e institucional de la Gallaecia” publicado (edición electrónica) en Santiago en 2004 por el Servizo de Publicacións e intercambio científico de la Universidad de Santiago. ISBN 84-8750-450-X. © Andrés Pena Graña .


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