Abadía de Dominos Santos - San Benito

De aquel amplio y vasto conjunto abacial, sólo quedan como restos visibles hoy en día, el arco o portería, una torre y la Capilla de San Mancio.

Capilla de San Mancio

Es el resto y reliqui más antigua que queda de la Abadía. De arte románico del siglo XII. Desde el Priorato de Villanueva de San Mancio, junto a Medina de Rioseco, se trae la cabeza de San Mancio, apóstol de Portugal. Se coloca en el arca junto a las reliquias de San Facundo y Primitivo en la Iglesia Antigua, que se llamó de San Mancio.

En la restauración que se realiza en la capilla, podemos ver partes, muestras y restos de buen arte románico que nos hacen recordar admirando al arte y a los Maestros que tanto y tan bien trabajaron en Sahagún y su contorno.

Auge y grandeza de la Abadía

El florecimiento y grandeza de la Abadía llegó con el rey Alfonso VI. El Rey concedió buenos privilegios y fueros y con la ayuda del Papa Gregorio VII y del monje Bernardo de Sedirac, el Monasterio-Abadía de Sahagún llegaría a representar en España lo que la Abadía de Cluny en Francia.

Al amparo de los Fueros y de la autoridad de los Abades, se configuró el plano toponímico y también jurisdiccional de la villa. Se extendía desde el río Cea y sus presas hasta la plaza de San Martín.

Con esta configuración superficial vió Sahagún pasar la Edad Media con sus grandes hechos de historia, cultura y arte.

El Arco del Triunfo o Portería Principal.

La mejor entrada que Sahagún puede ofrecer, es sin duda este arco o portería en la que hay una inscripción en la franja de abajo del ático que dice: PHILIPUS BERROJO FACIEBAT.

Esta obra fue labor de dos Maestros, Pedro Ezquerra de Rozas y Juan del Campo y Peña. El pórtico o portería principal se remató en los Maestros Pedro Ezquerra y Andrés del Hoyo en 1.678. Ellos fueron los autores de la primera parte de la obra.

Después esta obra se traspasará al Maestro Juan del Campo y Peña y sus oficiales. Los reyes y escudos los hizo el cantero Francisco de Agüero.

La torre del Reloj.

La actual no existió hasta los años de la década de 1.820. Corresponde a los planos del P. Miguel Echano, Benedictino de Vitoria. Los palanos cambiaban la dirección de la iglesia. La obra de la nueva iglesia-torre se ajustó en 1.828 entre el Abad D. Rosendo Holguín, monjes del monasterio y el empresario de Vitoria, D. Francisco Egochoaga, en la cantidad de ochocientos mil reales.

El reloj actual de la torre de San Benito, comenzó a funcionar en mayo de 1.886, en tiempo de la Reina Regente María Cristina de Absburgo, esposa de Alfonso XII y madre de Alfonso XIII. Don Eugenio Díaz, relojero de Palencia, se enteró de que el Ayuntamiento de Sahagún quería hacer un reloj para la torre y ofreció sus servicios.

El reloj sería de horas y cuartos dobles y las cuerdas metálicas de 36 horas de duración. Su precio de tres mil pesetas y con garantía de cuatro años.