Realizada por: Atalaya
Al Druida: A todos los Druidas
Formulada el miércoles, 12 de diciembre de 2007
Número de respuestas: 5
Categoría: Edad Media

Artículo sobre la muerte de Fávilla, hijo de Pelayo


Hola, la pregunta es difícil, pero quizás alguien sepa la respuesta.


Estoy buscando un artículo en el que se hablaba de la muerte de Favila o Fafila, el hijo de Pelayo, a manos de un oso, pero no puedo encontrarlo.


Creo que fue publicado en la revista "La Aventura de la Historia" en alguno de sus números de 1999 a 2001, creo que fue en el n.º 11 (Septiembre 1999).


El problema es que he consultado el índice de esta revista y no viene el artículo:
http://www.elmundo.es/ladh/archivo/index.html


También es posible que fuera publicado en la revista "Historia y Vida" por las mismas fechas (1999-2001).


Si alguien sabe en que revista y número se publicó el artículo (o tiene los números de 1999-2001 de estas revistas y no le importa echarlos un vistazo), le agradecería mucho que me lo dijera.


Muchas gracias

Respuestas

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  1. #1 xatu viernes, 21 de diciembre de 2007 a las 11:34

    ¡Hola Atalaya!
    Espero que te pueda ayudar un poquito esto que tengo por aqui.

    LA MONARQUIA ASTURIANA
    Nacimiento y expansión de un reino

    pág 145

    FÁVILA Y EL OSO
    De "oso salvador de España en un trance dificil de su historia" calificó C.Sánchez-Albornoz en uno de sus últimos escritos al plantígrado que mató a Fávila, ya que con su muerte se abrió paso el reinado de alfonso I, que consolidó la unión de los ástures y cántabros. El desgraciado suceso que costó la vida al rey ástur es narrado por las tres crónicas con términos muy similares. Antes de entrar a conocer esas diferencias:
    -Iste leuitate ductus ab urso est interfectus. "Este (Fávila), llevado por ligereza, fue muerto por un oso" (Albendense)
    -Quadam occasionem leuitatis ab urso interfectus esse dignoscitur regni anno segundo era DCCLXXVII. "Se sabe que a causa de la ligereza fue muerto por un oso en el segundo año de su reinado, en la era 777" -año 739- (Rotense).
    -Quadam occasione leuitatis ab urso interfectus estt an. regni sui secundo era DCCLXXVII. " A causa de una ligereza fue muerto por un oso, en el segundo año de su reinado, en la era 777" -año 739- (Sebastianense).

    Las tres coinciden, como se ve, al calificar el hecho como una "ligereza". Leuitatis es el término latino que emplean de forma unánime las tres, vocablo que en latín clásico significa "ligereza, agilidad, velocidad" y también "volubilidad, inconstancia".
    La concordancia de las tres en el mismo término puede ser debida a la fuente común en que se inspiraron, esa supuesta crónica original de Alfonso III, de la que derivan tanto la Crónica Albendense como las de dos versiones de la Crónica de Alfonso III, pero es posible que tenga otra explicación añadida.
    El suceso se ha considerado por los historiadores de la época, por lo general, como algo fortuito. Los osos debían de ser abundantes en aquellos tiempos y en esas tierras montañosas, y el encuentro con un de ellos algo relativamente frecuente. En consecuencia, la  muerte de Fávila fué, se concluye, un episodio desgraciado.( Cuenta Ambrosio de Morales con motivo de la visita que hizo a la iglesia de Santa Eulalia de Abamia, en el curso de su viaje de 1572, al que hemos hecho referencia, que el día que se acercó a la iglesia: "era domingo, y parecía que estaba allí el real del rey Don Pelayo, pues había al derredor de la iglesia más de 200 lanzas hincadas al derredor de los que venían a misa. Y dan su razón del traerlas que, como vienen a misa por aquellas breñas, pueden encontrar un oso de que hay hartos, y quieren tener con que defenderse del")
    Esto es fácil de creer, ya que como montañero habituado, no hay pueblo de montaña, aldea, lugar de paso público que no tenga en sus paredes alguna foto de la caza de algún que otro oso, y como se puede ver, de esto no hace tantos años.
    Sin embargo, la caza era en aquellos tiempos una de las principales actividades de las gentes nobles. Por ejemplo, en la Vida de Carlomagno, escrita por Eginhardo, entre 829-836, se cuenta que el emperador franco Carlomagno "practicaba con asiduidad la equitación y la caza", y a sus hijos, "desde que se lo permitió la edad, les hizo practicar la equitación al estilo franco, el manejo de las armas y la caza". Ha reparado en la importancia que la caza tenía para la gente de aquellos tiempos Roger Collins (La conquista árabe 710-797), quien considera demasiado severos a los cronistas asturianos al censurar su acción, y considerarlo propenso a la "frivolidad", pués en aquellos tiempos, dice, "el papel de la cacería, que en las partes montañosas de España también incluía a los osos, tenía tanto una función política como recreativa, pues ayudaba a expresar y mantener la solidaridad del grupo de la casa del gobernante y de su séquito".
    Por nuestra parte, pensamos que fue precisamente al considerar el papel social y político que la caza tenía entre los miembros de la clase noble y guerrera, que
    los cronistas aplicaron atinadamente el calificativo de "leuitate", que además de ese sentido de "ligereza" -traducción de J.L. Moralejo de las Crónicas Asturianas - y "frivolidad" que ya hemos recogido, tiene el de imprudente, como vamos a ver. El encuentro de Fávila con el oso no pudo ser fortuito, sino provocado o buscado por el monarca, ya que al parecer los osos no atacaban al hombre a no ser que éste les acometa. Así lo entiende, en una versión muy literaria del suceso, la primera Crónica General, mandada componer en el siglo XIII por Alfonso X el Sabio: "Este Rey Favila fue omne liviano de seso, et amava mucho la caça mas que non devíe: et corriendo un día mont, ffallose con un osso et defendió a todos los suyos que ge lo desassen; et ell atreviendosse en su fuerça fue lidiar con ell un por otro, et fue assi por su mala ventura quel mato el osso". Hay en esta interpretación del suceso una clara censura a la "imprudencia" del rey y a su poco juicio -liviano de seso- se le llama por amar la caza más de lo que debía.
    Pero aún se puede apurar más en el significado real de este accidente de caza. Porque tuvo que ser, con toda probabilidad, una cacería lo que llevó a Fávila a ese encuentro singular con un oso, rechazando la ayuda de sus acompañantes.
    El encuentro de Fávila con el oso admite, a nuestro entender, otra interpretación, en la que no cabe enjuiciar la actitud del rey como "imprudente". Son abundantes y conocidas las referencias entre pueblos antiguos y primitivos, de la obligatoriedad de reyes y guerreros de realizar ciertas pruebas de valor, a modo de ritos de paso, entre las que se cuenta el encuentro singular con un animal peligroso o la muerte de un enemigo, entre otras acciones. La conocida imagen dePintaius, el ástur transmontano que murió luchando en ellimesgermano y fue enterrado cerca de Bonn, aparece recubierta con una piel de oso, la cabeza de la fiera sobre la suya y las garras del animal sobre su pecho. Tales adornos eran el trofeo con el que Pintaius quiso ser representado, como timbre de orgullo y con la presa, la piel de oso, que en su lejana tierra asturiana le reconocía como buen guerrero.
    Fávila, al contrario, falló en una prueba en la que debía acreditar su valor ante sus súbditos, ya que él había accedido al trono no por méritos propios sino por herencia de su padre, Pelayo, que bien había demostrado en varias batallas su valor y liderazgo.
    Su debilidad, sentido que creemos tiene en ese contexto la expresión "leuitate2, le costó la vida. Debilidad de mal guerrero o mal varón, como lo califican los siguientes versos del Poema de Fernán González, que aclaran el significado que el término tenía, probablemente, para sus contemporáneos.
    "
    Finó el rey Pelayo, Cristo le aya perdon
    reigno su fijo Vavila, que fue muy mal varon.
    quiso Dios que mandasse poco la su region,
    ca visco rey un año e mas poca sazon".
    Por la inscripción de la Santa Cruz se sabe que Fávila tenía hijos, posiblemente entonces de corta edad, a los que la muerte poco honrosa de su padre imposibilitó el posterior acceso al trono.
    La tradición señala un lugar en el monte, cerca de Llueves, a unos dos kilómetros de Cangas de Onís, como el escenario donde tuvo lugar el encuentro de Fávila con el oso. Parece ser que en este lugar había una cruz de madera, desde siempre, recordando el dramático suceso. En 1857, los duques de Montpensier, durante su viaje a Covadonga, mandaron grabar en la peña, a sus espensas, una cruz con esta inscripción alusiva:

    UN OSO MA
    TO AL REI FA
      AN D 739

    (ISBN: 84-87730-80-9)

    Saludos y espero que te ayude.


  2. #2 xatu viernes, 21 de diciembre de 2007 a las 11:35

    ¡Hola Atalaya!
    Espero que te pueda ayudar un poquito esto que tengo por aqui.

    LA MONARQUIA ASTURIANA
    Nacimiento y expansión de un reino

    pág 145

    FÁVILA Y EL OSO
    De "oso salvador de España en un trance dificil de su historia" calificó C.Sánchez-Albornoz en uno de sus últimos escritos al plantígrado que mató a Fávila, ya que con su muerte se abrió paso el reinado de alfonso I, que consolidó la unión de los ástures y cántabros. El desgraciado suceso que costó la vida al rey ástur es narrado por las tres crónicas con términos muy similares. Antes de entrar a conocer esas diferencias:
    -Iste leuitate ductus ab urso est interfectus. "Este (Fávila), llevado por ligereza, fue muerto por un oso" (Albendense)
    -Quadam occasionem leuitatis ab urso interfectus esse dignoscitur regni anno segundo era DCCLXXVII. "Se sabe que a causa de la ligereza fue muerto por un oso en el segundo año de su reinado, en la era 777" -año 739- (Rotense).
    -Quadam occasione leuitatis ab urso interfectus estt an. regni sui secundo era DCCLXXVII. " A causa de una ligereza fue muerto por un oso, en el segundo año de su reinado, en la era 777" -año 739- (Sebastianense).

    Las tres coinciden, como se ve, al calificar el hecho como una "ligereza". Leuitatis es el término latino que emplean de forma unánime las tres, vocablo que en latín clásico significa "ligereza, agilidad, velocidad" y también "volubilidad, inconstancia".
    La concordancia de las tres en el mismo término puede ser debida a la fuente común en que se inspiraron, esa supuesta crónica original de Alfonso III, de la que derivan tanto la Crónica Albendense como las de dos versiones de la Crónica de Alfonso III, pero es posible que tenga otra explicación añadida.
    El suceso se ha considerado por los historiadores de la época, por lo general, como algo fortuito. Los osos debían de ser abundantes en aquellos tiempos y en esas tierras montañosas, y el encuentro con un de ellos algo relativamente frecuente. En consecuencia, la  muerte de Fávila fué, se concluye, un episodio desgraciado.( Cuenta Ambrosio de Morales con motivo de la visita que hizo a la iglesia de Santa Eulalia de Abamia, en el curso de su viaje de 1572, al que hemos hecho referencia, que el día que se acercó a la iglesia: "era domingo, y parecía que estaba allí el real del rey Don Pelayo, pues había al derredor de la iglesia más de 200 lanzas hincadas al derredor de los que venían a misa. Y dan su razón del traerlas que, como vienen a misa por aquellas breñas, pueden encontrar un oso de que hay hartos, y quieren tener con que defenderse del")
    Esto es fácil de creer, ya que como montañero habituado, no hay pueblo de montaña, aldea, lugar de paso público que no tenga en sus paredes alguna foto de la caza de algún que otro oso, y como se puede ver, de esto no hace tantos años.
    Sin embargo, la caza era en aquellos tiempos una de las principales actividades de las gentes nobles. Por ejemplo, en la Vida de Carlomagno, escrita por Eginhardo, entre 829-836, se cuenta que el emperador franco Carlomagno "practicaba con asiduidad la equitación y la caza", y a sus hijos, "desde que se lo permitió la edad, les hizo practicar la equitación al estilo franco, el manejo de las armas y la caza". Ha reparado en la importancia que la caza tenía para la gente de aquellos tiempos Roger Collins (La conquista árabe 710-797), quien considera demasiado severos a los cronistas asturianos al censurar su acción, y considerarlo propenso a la "frivolidad", pués en aquellos tiempos, dice, "el papel de la cacería, que en las partes montañosas de España también incluía a los osos, tenía tanto una función política como recreativa, pues ayudaba a expresar y mantener la solidaridad del grupo de la casa del gobernante y de su séquito".
    Por nuestra parte, pensamos que fue precisamente al considerar el papel social y político que la caza tenía entre los miembros de la clase noble y guerrera, que
    los cronistas aplicaron atinadamente el calificativo de "leuitate", que además de ese sentido de "ligereza" -traducción de J.L. Moralejo de las Crónicas Asturianas - y "frivolidad" que ya hemos recogido, tiene el de imprudente, como vamos a ver. El encuentro de Fávila con el oso no pudo ser fortuito, sino provocado o buscado por el monarca, ya que al parecer los osos no atacaban al hombre a no ser que éste les acometa. Así lo entiende, en una versión muy literaria del suceso, la primera Crónica General, mandada componer en el siglo XIII por Alfonso X el Sabio: "Este Rey Favila fue omne liviano de seso, et amava mucho la caça mas que non devíe: et corriendo un día mont, ffallose con un osso et defendió a todos los suyos que ge lo desassen; et ell atreviendosse en su fuerça fue lidiar con ell un por otro, et fue assi por su mala ventura quel mato el osso". Hay en esta interpretación del suceso una clara censura a la "imprudencia" del rey y a su poco juicio -liviano de seso- se le llama por amar la caza más de lo que debía.
    Pero aún se puede apurar más en el significado real de este accidente de caza. Porque tuvo que ser, con toda probabilidad, una cacería lo que llevó a Fávila a ese encuentro singular con un oso, rechazando la ayuda de sus acompañantes.
    El encuentro de Fávila con el oso admite, a nuestro entender, otra interpretación, en la que no cabe enjuiciar la actitud del rey como "imprudente". Son abundantes y conocidas las referencias entre pueblos antiguos y primitivos, de la obligatoriedad de reyes y guerreros de realizar ciertas pruebas de valor, a modo de ritos de paso, entre las que se cuenta el encuentro singular con un animal peligroso o la muerte de un enemigo, entre otras acciones. La conocida imagen dePintaius, el ástur transmontano que murió luchando en ellimesgermano y fue enterrado cerca de Bonn, aparece recubierta con una piel de oso, la cabeza de la fiera sobre la suya y las garras del animal sobre su pecho. Tales adornos eran el trofeo con el que Pintaius quiso ser representado, como timbre de orgullo y con la presa, la piel de oso, que en su lejana tierra asturiana le reconocía como buen guerrero.
    Fávila, al contrario, falló en una prueba en la que debía acreditar su valor ante sus súbditos, ya que él había accedido al trono no por méritos propios sino por herencia de su padre, Pelayo, que bien había demostrado en varias batallas su valor y liderazgo.
    Su debilidad, sentido que creemos tiene en ese contexto la expresión "leuitate2, le costó la vida. Debilidad de mal guerrero o mal varón, como lo califican los siguientes versos del Poema de Fernán González, que aclaran el significado que el término tenía, probablemente, para sus contemporáneos.
    "
    Finó el rey Pelayo, Cristo le aya perdon
    reigno su fijo Vavila, que fue muy mal varon.
    quiso Dios que mandasse poco la su region,
    ca visco rey un año e mas poca sazon".
    Por la inscripción de la Santa Cruz se sabe que Fávila tenía hijos, posiblemente entonces de corta edad, a los que la muerte poco honrosa de su padre imposibilitó el posterior acceso al trono.
    La tradición señala un lugar en el monte, cerca de Llueves, a unos dos kilómetros de Cangas de Onís, como el escenario donde tuvo lugar el encuentro de Fávila con el oso. Parece ser que en este lugar había una cruz de madera, desde siempre, recordando el dramático suceso. En 1857, los duques de Montpensier, durante su viaje a Covadonga, mandaron grabar en la peña, a sus espensas, una cruz con esta inscripción alusiva:

    UN OSO MA
    TO AL REI FA
      AN D 739

    (ISBN: 84-87730-80-9)

    Saludos y espero que te ayude.


  3. #3 Atalaya viernes, 21 de diciembre de 2007 a las 22:17

    Muchas gracias Xatu.


    De todas formas, si por casualidad alguien conociera el artículo, por favor, que me diga en qué revista y número fue publicado.


    Saludos.


  4. #4 giannini viernes, 21 de diciembre de 2007 a las 23:05

    Atalaya, no te voy a dar una respuesta concreta, pero por si tuviese algún interés para ti, te cuento.

    Hice una búsqueda en la red cuando formulaste la pregunta, pero al ver que no daba con la solución, esperé a que otro más afortunado la proporcionase. Como aún no ha aparecido, la rehago.

    Acaba de salir la obra Apodos de los Reyes de España : ¿Por qué se les llamó Favila el del Oso, Pedro el Cruel, Juana la Loca...? [Madrid: La esfera de los libros, 2007].

    Resulta que el autor, José María Solé Mariño, "en 1998, forma parte del núcleo fundador de La Aventura de la Historia".

    http://www.casadellibro.com/fichas/fichaautores/0,,SOLE32JOSE2MARIA,00.html?autor=SOLE32JOSE2MARIA

    ¿Sería posible que este autor fuese el que escribió el artículo que buscas? Siendo esto así ¿lo citará en la bibliografía de la obra que acaba de publicar?


  5. #5 Atalaya sábado, 22 de diciembre de 2007 a las 00:38

    Gracias Gianni, es posible.


    Saludos.


  6. Hay 5 comentarios.
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