Autor: Arkeofuturista
miércoles, 23 de febrero de 2005
Sección: Tradiciones y Fiestas
Información publicada por: Arkeofuturista
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LA INMACULADA CONCEPCION: FENOMENOLOGIA Y CRITICA FESTIVA

La controversia sobre si la Madre de Cristo estaba libre de pecado desde el primer momento de su existencia, "resuelta" por el Beato Escoto, son la única fundamentación para esta festividad oficial que no sigue ninguna tradición anterior a su fundamentación dogmática en 1854 por Pio IX.


Dentro de las festividades del calendario "litúrgico-laboral" español, si el dia 6 "celebrábamos" el "Dia de la Constitución" donde se dice que "ninguna confesión tendrá caracter estatal" (art. 16), dos dias después estamos "celebrando" la festividad de la Inmaculada Concepción.

Alguien dirá que el motivo de esta fiesta es que está firmemente arraigado en la cultura española, no se trataría solo de un acontecimiento de devoción meramente católica sino que hundiría sus raíces en la tradición cultural de los pueblos de España.

Examinando los orígenes de esta "tradición", lo primero que llama la atención es que fue un dogma proclamado por el Papa Pío IX en su bula Ineffabilis Deus en fechas tan "lejanas" como...¡el 8 de diciembre de 1854!. Su base son unas explicaciones de Duns Escoto (Escuela Franciscana) que concluyó su exposición del tema en la Univesidad de París con estas célebres palabras: "Dios podía hacerlo, convenía que lo hiciera, luego lo hizo"(1). La argumentación TEÓRICA fue de tal magnitud y tal bien defendida en términos lógicos (más de 200 argumentos hábilmente refutados en contra de la Inmaculada Concepción) que desde entonces es conocida como la "Disputa de la Sorbona", existiendo incluso leyendas asociadas de que las imágenes marmóreas de la Virgen inclinaban su cabeza ante sus peticiones de Auxilio o que los niños gritaban por las calles de Colonia ¡Vencedor Escoto! por lo que suponia de "triunfo de Maria".

Sin embargo, La Biblia no menciona explícitamente el dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen. Y lo que es más grave, Santo Tomás, afirma y repite con insistencia en varias partes de sus obras, escritas en diversas épocas, que María contrajo el pecado de origen, por lo que hoy podría ser calificado de "hereje", como cualquier católico que discuta este dogma de la Iglesia en nuestros días. De hecho, más de cinco siglos de controversias distan entre las argumentaciones del franciscano Duns Escoto y su formulación dogmática definitiva:

«La doctrina que enseña que la bienaventurada Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de pecado original en el primer instante de su Concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo, Salvador del género humano, es revelada por Dios, y por lo mismo debe creerse firme y constantemente por todos los fieles».

Buscando más en la raíz de esta recién creada "tradición", encontramos que la Fiesta de la Concepción de San Juan el Bautista (23 de Septiembre), que se remonta al siglo IV, es más antigua que la Fiesta de la Concepción de María y, durante la Edad Media, fue celebrada también en varias diócesis de Occidente el 24 de Septiembre. Estas son fechas del equinoccio de otoño, nueve meses Antes de la Natividad de San Juan, santo asociado a las celebraciones del solsticio de verano(2). Quizás toda esta necesidad de solemnizar la Inmaculada Concepción venga de la analogía de la santificación de San Juan el Bautista. Porque si la Concepción de Juan fue fiesta, ¿por qué no iba a serlo la de Maria?. Si el Santo precursor nació puro desde el seno de su madre (Lucas 1,15)(3), no menos convenía que hubiera nacido Maria. Sin embargo su ubicación el día 8 de diciembre es puramente accidental y no obedece a ningún "anclaje" cultural hispánico en esa fecha, a diferencia de festividades como el 11 de noviembre (San Martin), 2 de febrero (la Candelaria), 10 de agosto (San Lorenzo) o el 24 de junio (San Juan) y que no gozan de la consideración de festividad oficial, por no hablar de los ya referidas fechas equinocciales de marzo y septiembre.

La iconografía en torno a la "Inmaculada Concepción" se remonta tan solo al siglo XVII, por encargo de reyes o conventos franciscanos y realizada por pintores en muchos casos extranjeros. En definitiva, nos encontramos con una disputa intelectual-teológica hábilmente ganada por los "marianistas", pero que en ningún modo presupone una generalizada devoción popular y de caracter verdaderamente tradicionalista, si entendemos por tradición aquello conservado de generación en generación, pues antes de 1854 el término «Inmaculada Conceptio» no se encuentra en ninguna parte. Por supuesto que ni la genuina liturgia mozárabe ni el calendario de Toledo del siglo X contienen tampoco referencia a esta festividad. Quizás por influencia de los evangelios apócrifos, la Iglesia Ortodoxa Griega sigue llamándola "Concepción de Santa Ana" (4) y celebrada como fiesta menor el 9 de diciembre, sin que en ningún caso se explicitara su concepción inmaculada o no.




(1) En latín del original : "Potuit, decuit, ergo fecit".

(2) la otra inmaculada concepción fue la de Cristo el 25 de marzo, no casualmente en fechas del equinoccio de primavera.

(3) Lc 1:15-"porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre"

(4) Nombre originario de la celebración de la Concepción de Maria ya que según el proto-evangelio de Jaime, los padres de Maria se llamaron San Joaquin y Santa Ana.



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Más informacióen en: http://www.angelfire.com/folk/celtiberia/inmaculada.html


Comentarios

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  1. #1 Arkeofuturista 08 de ene. 2004

    La festividad de la Expectación de la Virgen María se celebra el octavo día antes del nacimiento de Jesús del vientre de María. Se trata de un preludio de las Navidades que recuerda a María en esta fecha que esperaba ya el hecho inminente de dar a luz.

    Su celebración primitiva consistía en la Anunciación del 25 de marzo, cuando el arcangel San Gabriel anunció a María que estaba para el parto, la Iglesia lo asoció con 9 meses antes de su nacimiento el 25 de diciembre, en fechas cercanas al equinoccio de primavera.

    Sin embargo, pronto se prohibieron las celebraciones festivas en tiempo de Cuaresma, por lo que la Iglesia española decidió trasladarla al 18 de diciembre en el Concilio de Toledo (656). Cuando la Iglesia dejó de observar la prohibición de festivos en Cuaresma (una regla todavía en vigor en Milán), la Anunciación pasó a ser celebrada dos veces en España, el 25 de marzo y el 18 de diciembre, tanto en el ritual romano como el mozárabe. La fiesta del 18 diciembre fue comunmente denominada, incluso en los Libros litúrgicos, como de "Sta. María de la O", según algunos porque en ese día en el coro se entonaba la "O" prolongadamente para expresar la continuidad del universo con la llegada del Redentor.

    En este día también se cantan las denominadas "Antífonas de la O", aunque parece que no tienen nada que ver con el origen de la festividad, porque no se utilizaban en el rito Mozárabe. La fiesta siempre fue mantenida en España y se extendió a otros países, incluso en Milán sigue siendo ese día el de la Anunciación y no el 25 de marzo. La liturgia mozárabe también celebra una festividad denominada de la Expectación (o Adviento) de San Juan Bautista en el domingo que precede al 24 de junio.

    (Continuará...)

  2. Hay 1 comentarios.
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