Autor: Olarticoechea
viernes, 03 de junio de 2005
Sección: Historia
Información publicada por: Olarticoechea
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Los inicios de la Reconquista. Derribando el mito.
El análisis detallado de los primeros siglos de la Reconquista en los reinos cristianos demuestra claramente una visión diferente a la proporcionada por la historia oficial española.
Los inicios de la Reconquista.
Todos sabemos la teoría oficial; la Península en manos árabes y Pelayo en el norte asturiano indómito, manteniendo el último bastión del cristianismo visigótico que luego “reconquistaría” España. ¿ Pero qué hay de cierto es esta teoría? ¿Se puede demostrar o simplemente se corresponde a una interpretación política a posteriori?
La verdad es que no hay ninguna razón para suponer que la zona actualmente denominada Asturias se librase de la invasión musulmana, incluso la mayoría de los defensores de la visión oficial de la historia reconocen que Munuza fue el gobernador del territorio astur hasta 722. Asentando este su poder en Gijón (Gigia), que era uno de los pocos asentamientos humanos importantes en el norte del antiguo Convento Asturum de la Gallaecia.
Sin embargo en la zona de Galicia se cree que las invasiones islámicas tuvieron –como mucho- su limite en el Miño, quedando un terreno relativamente grande libre de árabes al norte de dicho río. Tal teoría es defendida por multitud de datos y testimonios, incluso historiadores que siguen las teorías clásicas como Abilio Barbero y Marcelo Vigil reconocen que la ocupación árabe solo fue parcial en Galicia.
Las estructuras de población.
En esta Galicia no ocupada, sobresalían ciudades importantes, obispados, y una importante demografía, que desde el periodo castrexo había explotado en innumerables castros a veces de tamaño considerable.
Valga como ejemplo de ciudad importante de la época Iria Flavia, que tenía una importante actividad comercial y portuaria, junto con la sede de un obispado, el UNICO de la Península que tuvo una sucesión ininterrumpida de Obispos a pesar de la invasión musulmana. Lo que demuestra la no conquista de estas tierras y su conversión en refugio de los demás obispos del noroeste junto con el norteño obispado de Britonia, que mantuvo su personalidad también durante las invasiones árabes hasta varios siglos más tarde.
Por el contrario en el antiguo Convento Asturum los núcleos de población más importantes desde tiempos romanos se hallaban en la zona del actual León (en poder árabe) siguiendo una importante vía romana. En el norte hasta la mismísima Gigia había sido despoblada después de su etapa romana y no había ninguna estructura de población ni de poder lo suficientemente fuerte para combatir al enemigo musulmán y extenderse por otras zonas como Galicia. Hasta la famosa Cangas de Onís no dejaba de ser una ermita en una montaña. Fueron precisamente los reyes mal llamados asturianos (realmente gallegos) los que levantaron ciudades como Oviedo y construyeron allí iglesias y palacios. Efectivamente durante los primeros años de la Reconquista todos los núcleos de población importantes estaban en Galicia como Iria Flavia, Bretoña, seguramente Lugo y zonas donde había constancia de importantes contingentes de población en esas fechas o en el pasado: Brigancia, Viladonga, Baroña, Coaña, Troña, Proencia, Flavia Lambriaca...
El reino cristiano como continuidad del reino suevo y no visigodo.
Que este “territorio” gallego fue la continuación del famoso “Galliciense Regnum” de origen suevo desaparecido más de cien años atrás es algo muy discutido, como dicen sus partidarios (entre los que me incluyo) este reino tenía una larga tradición, había acuñado moneda con dicha denominación y abrazado el catolicismo muy pronto, merced a una fuerte integración con las elites religiosas galaicas y todo esto dejaría su huella en algún tipo de organización que perviviría . Pero también sus detractores le suponen una absorción total por parte del visigodo y una ausencia de ideal de nación, ya que en esas fechas aún no existía el idioma gallego. Lo que sí es cierto es que durante los reinados suevos se abandonaron muchos castros y se pasó a una estructura parroquial típica gallega que fue auténticamente conformadora de la nación gallega ( y no los ayuntamientos posteriores y artificiales) dicho evolución del castro a la parroquia quedo reflejado en cientos de topónimos germánicos que llevan dichas entidades.
Por otra parte es bien conocido que durante el reino visigodo los concilios no eran solo un acto religioso sino también político, de hecho eran la manifestación más importante de aspectos legislativos y gubernativos. Pues bien el noroeste peninsular siguió celebrando sus concilios en tiempo visigodo como cuando el “Galiciense Regnum” era independiente y además en su capital Braga. Es obvio que en aquellos tiempos política y religión iban muy de la mano y no eran más que un reflejo de la personalidad propia y relativa independencia de dicho reino. Incluso el obispado de Bretoña fue a su vez una provincia con cierta independencia política gracias a su importancia religiosa.
Como demostración de la conservación de una cierta estructura de poder en la Galicia de esos años se cita habitualmente el titulo que se daban a si mismos diversos reyes visigodos “reyes de Hispania, Galicia y Galia Narbonense”. Aquí conviene aclarar que la zona Astur a la que luego se le adjudico el protagonismo de la Reconquista no era un territorio visigodo sino suevo dentro de Gallaecia según la división administrativa de Diocleciano que marcaría las zonas de asentamiento suevo.
El principal reino cristiano de la alta edad media.
De acuerdo con todo lo expuesto anteriormente, la denominación de Asturiano o Leonés a los primeros reyes de la reconquista (hasta mediados del siglo XIII) sería una visión subjetiva e interesada de la historia, ya que serían reyes gallegos propiamente hablando. El cambio de reino de Galicia hacía reino Astur-Leonés corresponde a una historiografía española posterior al nacimiento del estado español de los reyes católicos.
Así cuando la historiografía española entiende que durante la alta edad media el reino gallego solo era independiente en pequeños periodos de tiempo, y luego era absorbido por reinos leoneses o castellanos, se esta produciendo un ocultamiento de datos y de la realidad , pues el rey gallego independiente sigue conservando en sus diplomas el titulo de su territorio gallego junto con el de los otros territorios que “supuestamente” lo absorberían, siendo más probable que fuese el reino gallego el que absorbiese a los restantes. Apoyado este argumento también por el hecho de que muchos reyes eran criados en Galicia y de idioma gallego .Como siempre se suele decir el rey ya solamente castellano Alfonso X (Alfonso IX fue el ultimo rey gallego) escribía en gallego porque era la lengua de sus abuelos.
Otro dato que ayuda a esta manipulación es la costumbre de los primeros reyes de Galicia de titularse en función de su linaje y no de su territorio (rey hijo de... y no rey de...), costumbre que fue superada en tiempos de Fernando I.
Este carácter gallego de los reyes cristianos explicaría el enorme prestigio que tenía la lengua gallega en esas fechas, ya que era la lengua de la corte y que tuvo su mejor reflejo en la importantísima lírica gallega medieval llamada actualmente gallego-portuguesa, y que no solo tenía como marco Galicia sino el resto de zonas peninsulares cristianas.
Sí el poder político estaba en Galicia es lógico pensar que los mayores avances en la reconquista se produjesen en el sur gallego, y esto se demuestra fácilmente en cualquier mapa de Europa del siglo X.
Se pude argumentar en contra que la capital del reino estuviese en un territorio actualmente no gallego como Oviedo, pero esto no demuestra nada ya que en los primeros años del reino cristiano hubo más de 50 grandes incursiones por parte de vikingos y árabes que destrozaron centros de poder como Santiago (Almanzor) y Bretoña (vikingos), la capital pudo ser casi itinerante asentándose en Oviedo, Santiago, León, Lugo, Braga, Tui, Rivadavia, Allariz, Pravia...la elección de una corte estable en Oviedo pudo deberse a motivos de seguridad al estar bastante al norte y protegida. La posterior designación de León como capital podría corresponder a un interés geográfico, ya que el reino gallego avanzaba hacía el sur y el este y su capital convendría acercarla al centro geográfico.
Un ejemplo de todo esto es que la capital Zamora aún en fechas como 1120 era una simple sufragánea del arzobispado de Compostela, junto con ciudades como Salamanca, donde los reyes gallegos fundaron la famosa universidad, regida durante siglos desde Galicia y con profesorado inicial gallego.
Y es que aunque la capital no estuviera en la Galicia actual, la principal referencia y auto-identificación de los reinos del norte frente al sur árabe era el cristianismo y este tenía su foco más importante en Santiago de Compostela, verdadero centro de poder. Muchas veces los cristianos del norte más que definirse como miembros de uno u otro reino se identificaban como pertenecientes al “Regnum Christianorum”.
Siguiendo con estos argumentos podemos llegar a la conclusión de que el famoso arte prerrománico asturiano sería en realidad arte prerrománico gallego-asturiano, que tendría su mejor ejemplo en la segunda basílica de Compostela completamente derribada por Almanzor en su famosa incursión, pero que hoy en día se le supone dentro del mismo estilo que Santa María del Naranco.
La independencia y hegemonía del reino de Galicia se perdieron a mediados del siglo XIII, cuando el territorio gallego debilitado por la secesión de su parte sur en forma del reino de Portugal (por problemas dinásticos en 1143) quedo aislado y excéntrico al perder también el territorio castellano que se unió con un incipiente reino de León que en esas fechas ya tenía una personalidad propia. Así Galicia quedo sin posibilidad alguna de expandirse hacía el sur y quedo en desventaja respecto a los demás reinos. La dinastía real gallega ya era desde Alfonso IX castellana y continuaría reinando allí gracias al papel central que estaba adquiriendo el reino castellano, pero los sucesores de Alfonso IX en el trono castellano ya estaban desvinculados completamente de Galicia.
Pese a todo y a una cierta castellanización del territorio gallego impuesta desde fuera , el período que abarca los siglos XIII-XV fue de cierta independencia en Galicia, merced al poder que acumulaban los nobles. Con el nuevo estado de los Reyes Católicos este poder autóctono fue eliminado por las armas, siendo este un hecho trascendental en la historia posterior de Galicia, pues se quedaría sin una clase dirigente llamada a tener gran influencia en el desarrollo gallego, y que de alguna manera tenía que ser la precursora de la burguesía de tiempos bastante más posteriores. Esto fue la famosa “doma y castración”.
Las fuentes escritas medievales.
La existencia de este reino gallego se demuestra fácilmente a pesar de todo lo dicho por la historiografía española oficial. Si un reino desarrolla un poder muy grande y durante muchos siglos, lo lógico es que las fuentes escritas de su época lo reconozcan como tal, y en el caso del reino de Galicia las fuentes europeas contemporáneas suyas lo citan constantemente.
Las citas vienen de todas las fuentes fiables de la época como son: El papado, cartas de monarcas de otros reinos, cronistas árabes, poesía épica germánica, sagas escandinavas, historiadores flamencos, cantares de gesta franceses, poesía popular inglesa, obras de trovadores, poetas de Italia, lírica provenzal...
Algunos ejemplos son:
- En 1088 el Papa Urbano II se dirige por escrito a Alfonso VI, que pasa por ser el de León y Castilla, como "Regi Ildefonso Gallitie”.
- En el libro IV del Codex Calixtinus, de 1140, el reino de Galicia incluye Lamego, Viseu e Coimbra, y en él aparecen expresiónes como "Yspaniam e Galleciam", "tellurem Yspanicam et Gallecianam", "Hyspani scilicet et Galleciani, totam terram Hispanicam e Gallecianam", entendiéndose como si Galicia fuese la parte cristiana de la Península frente a una Hispania musulmana.
- En los “chansons de geste” francesas Galicia aparece citada 50 veces mientrás que el nombre de León casí no aparece.
-Una cita muy posterior: Pedro Salazar de Mendoza en su monarquía de España, publicada en el siglo XVIII: Fue llamada Galicia toda una tierra que hay desde el nacimiento del Duero y toda su corriente hasta el mar septentrional, incluyendo los Montes Iúbedas, Balbanera, Rioja, Montes de Oca y Birviesca.
- Gerardo de Gales escribe en los Annales Cambriae: "Los tres imperios de la cristiandad: Alemania, bizancio y Galicia".
-"Spanland , Galizuland , Skarland,.." (pueblos de la península ibérica según la geografía normanda).
-Alfonso II es designado en su época como “totius Galletiae rex” en los Annales Regni Francorum
- El cronista inglés Mateo Paris escribe en el siglo XIII, que en 1184 Fernando II es el rey de Galicia y no lo denomina de León.
-En el siglo X, Al-Mas'udi escribe en Bagdad una especie de enciclopedia en la cual denomina a Ramiro II rey de los gallegos y designa Zamora como capital de Galicia.
-Para los escritores de Al-Andalus era normal distinguir unicamente entre francos (catalanes) y gallegos (pobladores de los demás reinos cristianos del norte).
-En la composición lírica provenzal de Arnaut Daniel (1180-1195) titulada “Doutz Brais E Crirz” se hace referencia a Fernando II como “Seignor dels galecs”.
-En escritos de Beato de Liébana se considera “Gallaecia” la parte cristiana de la Península y a Hispania la árabe.
-Sancho III de Navarra en 1029 titulaba a Vermudo III como “Imperator domus Vermudus in Gallaecia”
-En una escritura de 1092 se dice que Alfonso VI (1065-1109) “regnante... in Toleto et in Legione, Castellam, Galleciam e Portugalem”.
- El rey Abb-Allah, después de ser destronado en Granada, escribe en su memorias entre 1090 y 1095 que el Conde Sisnando lo informara de que Al-Andalus era en un principio de los cristianos hasta que los árabes los vencieran y los aislaran en Galicia.
-Los autores árabes Al-Maqqari y Ibn Jaldun identifican al reino cristiano del norte como “Jaliyiquia” (Galicia).
-Una fuente bastante posterior es la relación de naciones que participaron en la primera cruzada, citada por Ekkehard of Aura en “Recueil des Historiens des Croisades: Historiens Occidentaux” de 1895 en la que se afirma "...centum millia virorum ex Aquitania scilicet atque Normannia, Anglia, Scotia et Hibernia, Britannia, Galicia, Wasconia, Gallia, Flandria, Lotharingia, caeterisque gentibus christianis, quaram nunc minime occurrunt vocabula."
Para los seguidores de las teorías oficiales españolas, esta mención constante a Galicia como reino se debería al conocimiento de todo el NO ibérico como Gallaecia siguiendo la divisón tradicional romana, que en tiempos oscuros y remotos sería el único conocimiento geográfico accesible , pero esto no deja de ser un argumento simplista, porque las relaciones entre reinos y naciones en aquellas épocas no era algo esporádico y el conocimiento que tenían de ellas entre sí vendría dado por el contacto directo. Sirvan como ejemplos el establecimiento de una embajada del reino gallego en Córdoba (965), el camino de Santiago cuando se estableció y los intercambios comerciales, que ya en la época anterior del reino suevo había llevado monedas de Galicia “Galliciense Regnum” hasta los actuales países nórdicos. (hecho constatado arqueológicamente).
Por otra parte la denominación “Gallaecia” o “Gallaetia” en la época alto medieval no hace referencia a la provincia romana, sino a la denominación latina de Galicia, ya que el latín era el idioma de la diplomacia.
Mito e historiografía oficial al servicio de un estado.
Desde los Reyes Católicos el estado español se fue haciendo cada vez más centralista, un centralismo promovido por intereses políticos y económicos (que siempre van de la mano). Y es que un estado centralizado y centralista es un mercado más grande para las clases dominantes y con intereses económicos, el idioma común, la moneda común y las leyes comunes ayudan a conseguirlo y una historiografía parcial e interesada ayuda a justificarlo.
En el escudo de España están representados tres o cuatro territorios que fueron los que mantuvieron clases dirigentes y derechos históricos en el momento de la formación del estado español (siglo XV), aunque con el paso del tiempo el territorio castellano acabase imponiendo su hegemonía casi totalmente. Como consecuencia de esto la historia oficial está hecha desde un punto de vista castellanista ya que si consideramos a Cantabria como la “montaña” originaria de Castilla que junto con una Asturias no muy diferenciada iniciaron la Reconquista, los antepasados de los castellanos serían los iniciadores de la Reconquista y pueblo dominante en España desde tiempos muy remotos.
Frente a todos los datos expuestos en este trabajo que explican la existencia de un reino gallego y no un reino asturiano ni leonés, la historiografía española solo se apoya para sus afirmaciones en datos anecdóticos y parciales como la crónica albeldense, documento posterior en más de cien años a Pelayo y que fue hecho en un momento en que los hijos de Alfonso III (862-910) se repartían el reino gallego. Probablemente esta crónica fue hecha para justificar la legitimidad de los nuevos territorios independientes como Asturias, dándole a sucesos como la batalla de Covadonga un carácter netamente asturiano, cuando simplemente debió ser una victoria gallega frente a los árabes en territorio astur.
Aparte del documento albeldense el resto de fuentes que legitimen la teoría oficial son muy escasas, se suele citar dos citas de cronistas árabes que afirman que la conquista islámica solo dejo pequeñas bolsas de resistencia cristiana en Asturias, pero son insuficientes ya pudieron ser una exageración en tiempo de guerra, y una de ellas hace referencia a Asturias dentro de Galicia, además el grueso de fuentes de cronistas árabes conocen a la zona cristiana como Galicia y no Asturias.
El resto de la historia oficial sobre los orígenes de la Reconquista tiene más de mito y de propaganda que de hechos científicamente estudiados, ya que no hay razones para suponer a Asturias ni Cantabria unas zonas continuadoras del poder visigodo (la presencia visigoda en Asturias debió de ser muy escasa, sino sueva), tampoco continuadoras del Imperio romano (algo obvio y que demuestra el carácter propagandístico de la fuente que defiende tal idea, la crónica albeldense) e igualmente imposible que el primer reino cristiano fuese producto de “irreductibles” tribus astures, sin fuerza ni tradición para semejante empresa. También la idea de una España visigoda comprimida y asentada en el norte se cae por su propio peso, y el argumento de emigraciones godas a las zonas libres cristianas no explica que dicha emigración se dirigió no solo a Asturias, sino también al sur de Francia y a Galicia.
Igualmente la denominación de Príncipe de Asturias del heredero de la monarquía española, no se corresponde con una tradición heredada desde Pelayo, sino que fue creada en 1388, en una situación política muy diferente a la de los primeros años de la Reconquista. Y la Cruz de la Victoria no reside en Oviedo porqué fuese empleada por un rey astur, sino porque conmemora una victoria en territorio asturiano.
Finalmente explicar que porque el primer reino cristiano y hegemónico hasta el siglo XIII fuese gallego y no asturiano, no significa destruir la historia asturiana, ya que dentro de la antigua provincia romana de la Gallaecia, y desde primitivo reino gallego medieval surgieron naciones como la actual Galicia, Portugal (independiente desde 1143) o Asturias (que fue independiente tres siglos antes que Portugal, aunque luego perdió esa independencia ), siendo esto datos objetivos que permiten estudiar la zona Astur como nación en su contexto histórico, y no convertirla en símbolo y estandarte de una historiografía subjetiva y españolista, al servicio de los mismos que intentan destruir la identidad asturiana.
(C) C.D.F.O e C. 2003.
Ego Olarticoechea Dei gratia Rex - Olarticoechea fulget
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Aunque hace tiempo no me gusta intervenir en los foros-basura del innombrable lo haré como excepción para comentar la intervención de ofión, acertada, pero de la que discrepo en algunos puntos.
Efectivamente no se menciona Asturias, pero si Galicia
Las fuentes árabes si concretan la parte de Gallaecia en que estaba Pelayo.
Cuentan algunos historiadores que el primero que reunió a los fugitivos cristianos de España, después de haberse apoderado de ella los árabes, fue un infiel llamado Pelayo,natural de Asturias, en Galicia, al cual tuvieron los árabes como rehén para seguridad de la gente de aquel país, y huyó de Córdoba en tiempo de Al-Hurr ibn Abd Al-Rahman Al-Thaqafi, segundo de los emires árabes de España, en el año sexto después de la conquista, que fue el 98 de la hégira [716-717]. ..."
Al-Maqqari. Trad. Lafuente Alcántara, en Col.Obr.Ar.Ac.Ha. I, p. 230. También en M. Antuña y C. Sánchez-Albornoz: Fuentes de la Historia Hispano-musulmana, siglo VIII, p. 232.
"Muza llegó a los ásperos parajes del Norte... Mandó exploradores hasta la Peña de Pelayo sobre el Mar Océano.
Al-Nawajiri
Xixón es efectivamente la "Peña de Pelayo". "Mala Rupis" la llaman los cruzados ingleses que en 1147 hacen escala allí. El mismo nombre Xixón es un derivado de "Saxonem" en alusión al potente cerro de Sta Catalina.
Pero con esa Peña ya nos están ubicando mas precisamente a Pelayo. Todo ello circunscribiéndonos exclusivamente a estas fuentes, claro está. Otra cosa también es su fiabilidad, aunque no discrepan demasiado de las crónicas del reino.
1º Don Pelayo (en el artículo de Wikipedia dedicado al Ducado de Cantabria dicen que su papa, Fafila era Dux de Cantabria, Señor de Liébana (a medio camino entre Amaya, capital del Ducado y Cangas, probablemente capital de su feudo) y de los territorios delimitados por los ríos Deva y Sella, y que formaba parte de la Cantabria Occidental
Todo esto es pura especulación. Faffila no consta que fuese Dux de Cantabria en las fuentes del reino, que no especifican ducado para ese señor. Aunque medio milenio después la Primera Crónica General de España de Alfonso X dice que Favila era hijo del Duque de Cantabria, también dice que Pelayo se exilia por causa de Witiza y se refugia en Cantabria, lo que no es cierto como sabemos por todas las crónicas del Reino de Asturias:
Iste, ut supra diximus, a Uittizzanc rege de Toleto expulsus Asturias ingressus
Luego si falla en esto difícilmente podremos creerla en lo otro.
Aparte de entrar en flagrante contradición con las mejores fuentes, nos crea problemas irresolubles de interpretación de las mismas, pues carecen de sentido entonces sus relaciones con los astures: astores omnes lo proclaman rey; con Asturias: sus propiedades en Tiñana; su estancia en Piloña en otra probable heradad; sus amigos astures...Si su padre hubiese sido Dux de Cantabría allí es donde estarían los vínculos y el lugar donde aflorarían su relaciones. Mientras crónicas y donaciones del reino se refieren de forma casi obsesiva a los astures, el étnico cántabros no es nombrado ni una sola vez (!) en ninguno de ellas. Estos vínculos Pelayo los busca a posteriori (luego del episodio de Covadonga) uniendo a su familia con la de Pedro, tal y como especifican las crónicas: Alfonso viene a Asturias y tras la muerte accidental de Favila, toma el cetro del reino. Por todas estas razones tal hipótesis es absolutamente inaceptable.
A medida que se expulsa a los musulmanes los reyes van añadiendo a sus títulos la de los territorios reconquistados...Asturias, Cantabria, Galicia, Leon, pero la base de sus ejércitos, está formada por los huidos, tanto visigodos como hispanorromanos de las regiones ocupadas. No desmerezco aportaciones astures, como digo, ni cántabras, ni galaicas.
También discrepo de esto, las menciones a las fuerzas de estos reyes hablan precisamente de astures, y en algún caso en las fuentes árabes de idólatras ¿astures no cristianos? ¿normandos?
No creo que existiera una conciencia de Asturias como nación, ni de Galicia como nación. El concepto nación es moderno, así que huelgan comentarios, pero las crónicas del reino - la Sabastianense- si que hablan de la patria asturiensium. Siguiendo a Albornoz y a otros autores, fueron los potentiores los grandes poseedores de tierras los que perjudicados por las exacciones musulmanas acabaron alentando la rebelión: No es la revuelta de Boston pero es su versión del siglo VIII.
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