Autor: aladelta
miércoles, 19 de abril de 2017
Sección: Historia Antigua
Información publicada por: aladelta
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El águila bicéfala. Parte XIII.

El águila bicéfala es un símbolo de origen antiquísimo. A día de hoy sigue siendo el emblema de multitud de paises, ciudades, logias... aparece adornando paredes en todas partes del mundo a través del tiempo desde Sumeria, pasando por la India, la misma Europa e incluso apareciendo en la misma américa precolombina, como síbolo de Olmecas y otras muchas civilizaciones y tribus mesoamericanas. Esta es la treceava parte de mis apuntes e interpretaciones sobre este tema.

El ave fénix, jano, los imperios, el águila bicéfala y su relación con el sol.

El ave fénix en la mitología occidental tiene su origen en el Bennu egipcio.



En ambos casos es un ave que se consume a sí misma cada 500 años volviendo a renacer de sus cenizas. También es conocido en el mundo árabe por Al-Anka. Se le ha relacionado con la resurrección y con el sol, ya que este nace todas las mañanas para morir por la tarde, para luego volver a renacer cada mañana, al igual que el ave fenix.



Los atributos del ave fenix son, la fuerza, la resurrección y la eternidad; tanto el sol y la eternidad son los mismos atributos que posee Jano, el ser bicéfalo tan afín al águila bicéfala.

Para Roma, el ave fenix era el símbolo del imperio eterno. Y es que, si echamos mano de la historia, vemos que todos los imperios tienen un nacimiento y una caida; en todos los casos dichos imperios son suplantados por otros en los que se ven reflejados; en el mundo occidental, todos los imperios posteriores al romano, se ven herederos de Roma, cual ave fenix que renace por la eternidad. y a la caida o decadencia de uno es reemplazado automáticamente por otro. Es por ello por lo que para los romanos, el ave fenix simboliza el imperio. para el renacer es necesario el morir, o sea, el joven suplanta el lugar del viejo, en un ciclo interminable y eterno. El sol cumple este ciclo: nace por la mañana, alcanza su cénit al mediodía, y muere al atardecer, reinando la otra mitad del tiempo en los infiernos, dentro de la tierra, entre los muertos, hasta que vuelve a renacer al día siguiente. Del mismo modo, el sol, durante el año, sigue el mismo ciclo, esta vez marcando las estaciones, con un punto más bajo y más débil, otro intermedio y otro más alto y más energético. Ambos ciclos, el del día y el del año, marcan nuestros ciclos de vida. Como en el mito de Osiris, que muere y renace, pasando osiris a reinar en el mundo de los muertos, la noche, y su hijo horus, el sol, entre los vivos. Es curioso que en algunas representaciones del Bennu egipcio se vea la misma corona que porta Osiris. Ambos representan al Sol, ambos mueren y renacen.

Hoy en día el ave fenix se ve representado continuamente en el ámbito cristiano mediante la paloma blanca, representando el espíritu santo, también adoptada como símbolo de la paz, aunque en el mundo precristiano se la relacionaba también con Ishtar, astarté, esposa del sol, venus, el lucero de la mañana, etc. Como el Ave Fénix, la paloma blanca es brillante, llena de luz y da la vida al nuevo Dios, en este caso, Jesucristo, manteniendo así el ciclo de vida y muerte eterna.




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Comentarios

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  1. #1 zervan 21 de abr. 2017

    El nombre del ave Benu, de la piedra Ben Ben, deben estar relacionados con un término (bn) semita egipcio que denota el falo que se levanta y genera (v. mi art. Bereshit Elohim). En nuestra cultura el ave próxima sería el gallo, de brillante plumaje, ave fálica que anuncia con su grito el renacimiento de la luz, del sol. Esta ave puede también, como se ha  dicho, representar el alma del fálico Orión (Alektropodion). Al parecer el alma generativa de los muertos se dirigía astralmente al falo de Orión (Horo) en el círculo de la eclíptica, mientras otra alma (ave Ba) se dirige al Orión polar (Arturo, el Orión de la Osa), así como la constelación Cisne indica el camino de las almas en la Vía Láctea hacia el polo cósmico. En el polo sur cósmico, en la mitología mapuche, ello corresponde  al camino del ave struz, el Choique, que da cuatro pasos alrededor del polo indicando los solsticios y equinoccios (cruz cósmica indógena).
    También Iao Abraxas Sabaoth, el dios falso que arma este cosmos según la gnosis, tiene cabeza de gallo.

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