Ir a los comentarios

Debido a que la sabiduría del grupo desaconseja este artículo, no está disponible.


Comentarios

Tijera Pulsa este icono si opinas que la información está fuera de lugar, no tiene rigor o es de nulo interés.
Tu único clic no la borarrá, pero contribuirá a que la sabiduría del grupo pueda funcionar correctamente.


  1. #1 Javier Torres 02 de mayo de 2008

    Gianni. Busca en google Pedra das ferraduras (Fentáns) Si no te resulta suficiente me tienes a tu disposición. Pero como tu forma de Abordar el asunto es tranquila y afable, te puedo decir que puedes encontrar más de una página de bibliografía en el libro "Grabados rupestres de la provincia de Pontevedra" de Alfredo García Alén (Museo Arquológico de Pontevedra) editado por Fundación Barrié de la Maza.

  2. #2 Javier Torres 02 de mayo de 2008

    Silberius. Por supuesto que eres libre de hacer con tu dinero lo que estimes oportuno. Y agradezco que hayáis creado este portal. Estoy seguro de que ni tú ni yo tenemos el propósito de ofender a nadie. Eso es lo único que he venido pidiendo. Respeto. Esa es mi actitud y por supuesto que la aplico a todas y cada una de las circunstancias de mi vida. Por cierto, no entiendo porque dices que no cito mis fuentes. Lo acAbo de hacer. 

  3. #3 elpater 02 de mayo de 2008

    Y aprovecho, que los veo venir: para nada se trata de exigir a un
    profano que se mueva con cierta soltura en medio del lío que suponen
    esas épocas. Para nada.

    Efectivamente, como dijo Uma, lo de las
    cronologías es un lío. Lo es. Ahora el lío viene de los ya no nuevos
    descubrimientos, a partir de la dendrocronología, de la corrección
    (aquí, en plan palurdos, y yo el primero, seguimos usando el anglicismo
    "calibración") de las fechas de C14 tal como las entrega el
    lAboratorio. Antes de los años 50 (más o menos) se usaban cronologías
    basadas en las listas de reyes egipcios y similares. Con la irrupción
    del C14 las fechas que daba éste (normalmente mal interpretadas, es
    decir, tomando sólo la fecha de la mediana en lugar de una horquilla de
    fechas a dos sigma, es decir, con un 95% de probabilidad, que ya es
    bastante, aunque yo no jugaría a la ruleta rusa con un 5% de
    probabilidad de que el tiro no saliese por la culata sino a través de
    mi cerebro), con la irrupción de la fechas de C14, decía, fueron éstas
    las que se tomaron como referente, lo cual es lógico y está bien; y
    poco a poco se fue construyendo, en las dos décadas de los 60 y 70, una
    nueva base para una nueva cronología.Y ahí, a comienzos del 70, aparece
    el "Before civilization" de Colin Renfrew, que estudia y sobre todo
    difunde las correcciones de las fechas de C14 a partir de la
    dendrocronología. Conocida es la revolución en la concepción de toda la
    prehistoria reciente a la que dieron lugar. En el caso del megalitismo
    y épocas inmediatamente posteriores, los términos de las explicaciones
    se inviertieron. El "ex oriente lux" se vino abajo ante los resultados
    que ponían de manifiesto que los megalitos occidentales, antes
    considerados pálidos reflejos de las grandes y más perfectas
    construcciones orientales, resultaban ser mucho más antiguos que
    aquéllas; y no sólo más antiguos que monumentos como el Tesoro de
    Atreo, sino incluso que las propias pirámides de Giza. En fin, que puso
    todo patas arriba, obligando a rehacer de nuevo todas las cronologías
    para la prehistoria reciente, pero, lo que es peor porque es cuando se
    monta el lío, es que no se Abordó esta tarea de forma unificada o
    "normalizada", de modo que en estos momentos coexisten "cronologías"
    que parten de diferentes bases por lo que son incompatibles entre sí.
    Si cada autor estipulase con claridad en qué escala se mueve, sería
    lioso sin más, pero sería fácil de desenredar la madeja. Lo malo es que
    muchos no lo dicen, y cuando te sueltan un "3000 aC" no sabes si te
    están hablando de fechas pre-C14, de fechas C14 convencionales o de
    fechas de C14 corregidas o calibradas. Una auténtica merdé.

    Y la
    cosa no es baladí. Por poner un ejemplo de memoria, una fecha de C14
    convencional de 2900 aC resulta situarse, una vez corregida, en una
    horquilla que va del 3900 al 3600 AC; y una de 2500 aC se convierte en
    una horquilla, cuya amplitud no recuerdo, pero que oscila en las
    proximidades del 3000 AC (tal vez un 3200-3000 AC, sin garantías). Se
    intenta la convención, para ayudar un poco en el lío, de poner aC (o bC
    en inglés) para las fechas convencionales sin corregir, y AC (o BC, o
    incluso CAL AC o CAL BC) para las calibradas o corregidas, pero no
    todos los autores lo siguen.

    Por eso, cuando se habla de fechas
    para la prehistoria, es muy necesario saber de dónde se toman los datos
    que se barajan. Porque para un mismo yacimiento, pongamos por ejemplo
    el tholos de Los Millares que fue objeto de una de las primeras
    dataciones por C14, en un libro o artículo de, digamos, hacia 1940 nos
    dirán que es de 1700 aC (antes del C14), en uno de hacia 1970
    encontraremos que es de 2300 aC (mediana del resultado de la datación
    de C14), y hoy fácilmente podremos leer que anda hacia el 2700 AC (y si
    lo ponen así, aún menos mal, porque sabremos que es fecha C14
    corregida, pero lo normal es que lo pongan como aC sin más).

    El
    que vaya a la prehistoria reciente sin el debido cuidado y con un
    espíritu en cierta forma frívola, y se dedique a pillar un dato de
    aquí, otro de allá, y a hilvanarlos levemente, tiene el fracaso casi
    garantizado.

    Bien, volvemos al principio. No se trata de exigir
    especialización, ni ser experto. Ni siquiera se debe, creo, exigir
    conocer cosas como la que acAbo de esbozar. Pero lo que sí se debe
    exigir, en aras de un mínimo (¡que nadie pide un máximo!) de calidad es
    decir de qué fuentes se toman los datos que, con una alegría inusitada,
    se dan como ciertos ciertísimos sin mayor fundamento.

    Porque no
    es lo mismo decir "los dólmenes comenzaron a construirse en el
    eneolítico en torno al 2000 aC", lo cual es una afirmación errónea,
    incluso una solemne burrada, que decir "Bosch Gimpera estimaba en 1930
    que los dólmenes comenzaron a construirse en el eneolítico en torno al
    200 aC", lo cual es rigurosamente cierto (no la frase que pongo, que no
    recuerdo el año de la Etnología de la Península Ibérica, ni recuerdo si
    la fecha de 2000 aC era propuesta por Bosch Gimpera, es simplemente un
    ejemplo inventado, pero creo que se me entiende), y además proponer eso
    en aquellos momentos no era ninguna burrada sino todo lo contrario.

    Y esto se resuelve simplemente con un poquito de humildad, otro tanto de honradez y una buena dosis de sentido común.

    Y
    no vale eso de "alguien propuso algo", que viene siendo como el
    "alguien mató a alguien" que Gila concluía después de la investigación
    policial. No se trata de decir "todas estas cosas fueron propuestas por
    algunos". Se trata de no querer quedar de sabios dictaminadores, sino
    simplemente de dar a cada uno lo suyo. Con respeto también para los
    autores que, antes de ahora, trabajaron y se esforzaron por ir
    conociendo, cada vez un poco mejor, lo que ocurrió antes de nosotros.
    Nada cuesta decir de dónde se toman las cosas que se escriben. Y
    después, si se quiere, nada impide dar la propia opinión: "Visto todo
    eso, estimo que esto pudo haber sido así o asá".

    Pues lo dicho:
    que como me los voy conociendo, no vengan, por favor, diciendo que se
    exige esto y lo otro. Porque no se trata de eso. Y porque para tener un
    comportamiento humilde, honrado y de sentido común no se precisan
    títulos universitarios, ni largas experiencias de nada. Es más que
    suficiente con ser humilde, honrado y tener sentido común.

    Fin del sermón de Elpater ;-)

  4. #4 Javier Torres 03 de mayo de 2008

    Estimados amigos:

     

    Desde mi punto de vista, la divulgación de la historia, la arqueología,
    la antropología, o de  cualquier otra disciplina,
    no consiste solamente en un ejercicio de erudición si no que también debe
    tener  la misión de acercar este conocimiento
    a todos los que mostramos interés por ella.

     

    Esta ansia de de saber es muestra de nuestra inquietud por
    estos  temas. Con cariño confeccionamos
    nuestros artículos y  nos atrevamos a
    aportar nuestros limitados conocimientos. El saber es un logro colectivo, no
    patrimonio de unos eruditos, quienes en todo caso, tienen la obligación moral
    de corresponder a nuestras ansias de saber adoptando una postura pedagógica que
    contribuya a la difusión de estos temas, tan poco apreciados en los días en los
    que vivimos. Fomentar, alentar y promover 
    la búsqueda de conocimiento es lAbor ineludible de todos los amantes de
    la historia. En mayor medida, si cabe, de los que se autocalifican a si mismos
    con “Druidas catecúmenos”. Pero no es mi propósito alentar más discordia, no
    porque me asuste, si no porque la considero improductiva.

     

    En ningún caso, la exposición de un tema puede ser objeto de
    críticas personales. Todo lo contrario. Lo primero es  reconocer nuestro interés por la materia y
    posteriormente realizar las aclaraciones que cada uno estime que puedan
    resultar pertinentes. Así, de manera limpia y constructiva, es como el
    conocimiento progresa y abre nuevos horizontes a  todo aquel que llame a la puerta del saber.

     

    Es de entender que si una persona, desconocedora de las
    furibundas críticas que le esperan, se “atreve” a exponer unos datos, pueda
    caer en la tentación de responder a los insultos. A pesar de todo, agradezco
    sinceramente a este portal la posibilidad de haberme permitido expresarme. También agradezco a  mis detractores que sin quererlo, hayan contribuído a que en pocos días este artículo tenga
    ya más de novecientas visitas. 

     
    Y a todos los lectores que habéis tenido la paciencia de
    seguir estos debates, os animo a visitar el Museo Arqueológico de Pontevedra,
    especialmente a mis compatriotas gallegos, y que investiguéis personalmente lo
    que yo he esbozado y, de esta manera, os forméis vuestro propio juicio al
    respecto. Os aseguro que entonces podréis comprobar por vosotros mismos lo que
    yo, con mayor o menor fortuna, he pretendido compartir con todos vosotros. Y
    podréis juzgar con ecuanimidad el contenido de mi artículo. Esta es para mi la
    grandeza de “Celtiberia”, su capacidad de difundir el placer por el  estudio de la historia.

     

    Muchas gracias a todos por vuestra atención, de verdad. Y mi
    único consejo: No tengáis miedo a explorar, conocer y participar de la
    divulgación de nuestro prolífico acerbo cultural. A pesar de que otras personas
    equivoquen el juicio sobre vuestras intenciones.

     

    Aunque estoy convencido de que muchos no coincidirán
    conmigo, como es natural, creo que si he aportado algo al desenvolvimiento de
    los objetivos de “Celtiberia”.

     

    Forte aperta.

  5. Hay 4 comentarios.
    1

Si te registras como usuario, podrás añadir comentarios a este artículo.

Volver arriba