Autor: Ñervatu
domingo, 03 de febrero de 2008
Sección: TardoAntigüedad
Información publicada por: Ñervatu
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La verdadera dimensión de la Invasión Musulmana.
Recientemente se ha puesto en solfa la Invasión musulmana del siglo VIII, incluso Olague y otros autores la han negado; pero en este foro vamos a intentar demostrar la falsedad de dichas tesis.
Una Invasión Masiva
La expansión Islámica por el Magreb, Occidente y otras partes del mundo se debió en primer lugar a la fuerza del Islam y al misticismo que impregnaba en sus seguidores; pero también a un vacío de poder tras la caida del Imperio Romano Occidental y el debilitamiento del Imperio Romano Oriental y del Imperio Persa.
Asi pues la invasión de la Península Ibérica no es un hecho aislado sino que es un eslabón de la expansión musulmana; la singularidad de dicha invasión es que fue anticipada y propiciada por discordias internas en el reino Visigodo.
Efectivamente aún no se había deglutido la conquista del Magreb Occidental ni islamizado a sus habitantes cuando debido a las disputas por el trono Toledano, un bando aristocático visigodo, los Witizanos solicitaron la ayuda al califa de Damasco para recuperar el trono que ostentaba un general de prestigio Don Rodrigo o Rodrich , Rodericus en latín; dicho general habría sido elegido como solución transitoria por los magnates godos descontentos con el predominio del linaje Witizano.
Una vez autorizados por el Califa de Damasco para iniciar la invasión los caudillos Táriq y Muza contaron con apoyos intramuros del reino, los partidarios de los hijos de Witiza como el conde Don Julian.
Táriq desembarcó con 7.000 hombres y Muza le envió un refuerzo de 5.000 contabilizando el ejército musulmano-beréber un total de 12.000 hombres en el momento decisivo de la batalla del Guadalete.
En el 712 Muza desembarcó con unos 18.000 hombres en esta ocasión árabes con un gran contingente de yemenitas asi que los efectivos musulmanes en el 712 serían en torno a los 30.000 hombres habiendo sufrido muy pocas bajas en los enfrentamientos con los partidarios del rey Don Rodrigo que solo habían resistido en Mérida e inicialmente en la batalla del Guadalete hasta que las alas Witizanas del ejército desertaron.
Comparando se obtiene la verdad
Hasta la fecha ningún historiador ha puesto en duda dichas cifras aunque curiosamente había unanimidad en decir que eran unos efectivos muy escasos y todos se preguntaban como efectivos tan nimios habrían podido conquistar la Península en tan poco tiempo.
Se exponían las teorías del hartazgo de la población nativa hispanorromana respecto a los visigodos, una supuesta peste que habría mermado la población, las divisiones internas previas y durante la invasión con enfrentamientos entre poderes territoriales, la práctica del terror llevada a cabo por los musulmanes para noquear y paralizar por miedo posibles movimientos resistentes etc.
Desde este foro modestamente y desde la modestia de este simple aficionado vamos a intentar enmendar la plana a tan ilustres y singulares expertos.
Y para evitar polémicas estériles voy a centrarme en aspectos concretos y verifica-
bles:
1º Los historiadores críticos con la Importancia y realidad de la Invasión Musulmana
jamás rechazaron las cifras dadas por los cronistas musulmanes en cuanto a los efec-
tivos de dicha invasión.
2º Dichos efectivos unánimemente fueron calificados de escasos y por lo tanto dado su bajo número para una empresa de tanto relieve como la conquista del Reino Visigodo -toda la Península Ibérica mas Baleares, mas la parte francesa del Reino, mas las plazas del Norte de Africa-se negaba la conquista en si. (Teoría de Olague y otros Unitarios-Trinitarios).
3º Hasta la fecha nadie ha puesto en duda que una superpotencia de la época como era el Imperio Romano disponía en el frente occidental de 50.000 comitatenses es decir el ejército real, el móvil, el que se empleaba en las batallas decisivas tipo Adrianópolis o Naissus o para tapar brechas en el frente sostenido por los limitanei que eran una especie de tropas guardafronteras acantonadas en fuertes y posiciones estáticas; y en el frente oriental otros 50.000 comitatenses. Es decir que para todo el Imperio Romano en Europa frente a los germanos, sármatas, alanos y demás pueblos bárbaros, en Africa frente a los bereberes del interior y en Asia frente al Imperio Persa Sassanida y luego el Parto los romanos disponían de 100.000 efectivos de combate divididos en dos grupos de 50.000 para oriente y occidente mas los limitanei tropas guardafronteras acantonadas en posiciones estáticas y de nulo valor combativo salvo como primer elemento disuasor y de retardo en las incursiones.
4º Si para todo Occidente Roma empleaba contra toda la panoplia de tribus que intermitentemente le presionaban en el Rhin-Danubio y Magreb de Africa 50.000 comitatenses; la cifra de 30.000 musulmanes para conquistar Hispania y una pequeña porción del sudeste francés es enorme.
5º que el Reino Visigodo ni remotamente podría reunir lo que usaba Roma para toda la parte Occidental del Imperio 50.000 hombres.
6º Que la inmediata expansión musulmana hasta el corazón del territorio franco en el centro-norte de la actual Francia demuestra que el objetivo de fuerza tan importante no era ni devolver el trono a los incautos witizanos, ni conquistar la Península sino darle un golpe decisivo a Occidente en Hispania-Galia como situación previa a la acometida final contra El Papado en Italia.
7º Que la Invasión de Europa tuvo un éxito sin precedentes y solo la discordia originada en el sistema tribal de los musulmanes impidió la aniquilación de Europa; ni siquiera los hunos de Atila habían logrado llegar al Atlántico.
8º Ese balón de Oxígeno permitió a los francos en la Galia y a la resistencia Astur-Cántabra en Hispania reorganizarse y recuperarse de la sorpresa para fortificarse, rearmarse y aprovechando las discordias entre los junds árabes y los bereberes llevar la frontera hasta el Duero.
9º Pero para ello, en la batalla de Covadonga, 300, como los espartanos, al mando de Belay el Rumí, "el asno salvaje" lograron hacer virar en un momento concreto y decisivo un acontecimiento histórico que parecía inevitable: la conversión de la Península Ibérica en una Anatolia Turca.
10º Y que mejor resumen que las palabras de Don Oppas obispo y caudillo de los Witizanos dirigidas al caudillo astur Don Pelayo: "¿como tú con esta pequeña tropa, en esta cueva, pretendes resistir al Islam que desde las arenas del desierto arábigo ha venido engullendo a todos los estados y naciones?
a lo que éste respondió porque la Iglesia de Dios es como la luna que aún estando en cuarto menguante, al poco tiempo recupera su esplendor; y diose la batalla y con el estandarte de la cruz de la Victoria, los astures, por la gracia de Dios aniquilaron a los caldeos muriendo su comandante Al Qaman y el pérfido obispo traidor iniciándose así la restauración de España.
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La verdadera batalla que paro la invasion en Europa tuvo lugar en Poitiers y su artifice fue Charles Martel.
Lo que ocurrio en Covadonga fue una simple escaramuza pero de mucha importancia ya que permitio subir la moral de las tropas cristianas que se hallaban repartidas por toda la peninsula y no solo en asturias sino tambien en Andalucia NADIE PUEDE CREERSE LA HISTORIA DE QUE TODOS LOS HISPANOGODOS SALGAN CORRIENDO COMO NIÑAS MIEDOSAS por ver venir algunos tipos con turbante y se metan en una cueva a esperar que escampe...
(esta es mi oPinion)
En el nombre de Alá, clemente y misericordioso. El más digno de reivindicar su derecho de revestirse con los dones que Alá concede a los hombres soy yo por cuanto que Alá ha elevado mi autoridad hasta el extremo, ha extendido mi fama por todo el mundo y ha dispuesto que mis súbditos se regocijen por vivir bajo mi poder. En consecuencia, he decidido que se me llame Príncipe de los creyentes y que en las cartas, tanto las que expida como las que reciba, se me dé dicho título. Todo el que, aparte de mí, lo use es un intruso que se lo ha apropiado indebidamente. Además, he comprendido que seguir sin usar este título es renunciar a un derecho que tengo. Ordenad, por tanto, a los predicadores de las ciudades y provincias que, en adelante, empleen dicho título. (Crónica de Abderramán III, escrita hacia el 1010)
Pero si aún quedan dudas, esto dice la fundación para la cultura islámica:
Como todos sabemos, con el nombre de al-Andalus denominamos al espacio territorial y político en el que permaneció el Islam y la cultura islámica en la Península Ibérica durante siglos (del VIII al XV d.C.). La sociedad andalusí que lo poblaba, se compuso de árabes y bereberes, que se mezclaron en fecundo mestizaje con los hispano romanos y visigodos, ya asentados en la Península.
http://www.funci.org/es/2007/11/30/el-aporte-de-al-andalus-en-europa/
Y sino, siempre se puede preguntar a Al-quaeda que oPina de eso de los hispanos que ocupan Al-Andalus.
"¿Es que no sabeis que en tan solo 200 años los españoles en America consiguieron dejar su lengua, su religion y sus leyes al igual que hicieron los romanos en sus conquistas, que han dejado los moros entonces aqui?"
Si, en algunas partes dejaron más que en FiliPinas tras 400 años.
"¿Donde esta el legado de la invasion muslim en España entonces, si hasta los capiteles de la Alhambra son corintios y sus leones son esculturas ibericas reutilizadas adaptadas para la fuente?"
No hay que hacer valoraciones tan extremas, Neptún, el castellano tiene muchas palabras árabes... Además nos trajeron el costo (aún nos traen).
"Despues de lo que estoy leyendo, a este paso hasta Las Navas de Tolosa o 1212 sera un encuentro fraternal entre cristianos y moros al estilo festivo valenciano actual......"
Más o menos, pero sin petardos. Los españoles aún tardamos bastantes años en traernos el tabaco (ahora el estado nos machaca a impuestos...!qué tiempos aquellos del winston de contrabando!)
"Para que una conquista se consuma, hay que imponer la lengua, la religion y las leyes en el territorio conquistado. España es de religion catolica, su sistema de leyes es el romano y su lengua el castellano"
Yo voto por la despenalización del consumo.
"No malgastes tu energia, la ignorancia es atrevida y me sabe mal ver como te desgastas intentanto convencer a quien no quiere ver la verdad, no merece la pena perder tiempo y talento"
Estoy de acuerdo, excepto en lo del talento, qué es como la energía... se transforma.
Disculpadme, empiezo a no sentir las "piennas" .
"esto es una oPinion personal sin ningun apoyo bibliografico"
No añadiré más, señoría ;-)
Salud
LA-LE-CHE, y luego dicen que la calidad del costo ha bajado (Sunna, esto no va por ti ;).
Es cierto que estos temas son recurrentes, y el resultado suele ser siempre el mismo: el debate se polariza y no se llega a ninguna conclusión. La peña tiende a ver a los moros como malos, y a los cristianos como los salvadores/liberadores, o viceversa. Nadie (o casi nadie) tiende a ver las cosas con objetividad. Lo que sí me choca es que cuando los artículos cargan las tintas hacia la otra parte contratante (léase los árabes) en seguida aparece tres o cuatro pesos pesados que les rebaten y les acusan de manipular la historia, e incluso se jalean y se felicitan entre ellos por sus pírricas victorias dialécticas. Sin embargo si las tintas se cargan de contrario nadie dice esta boca es mía (me refiero a los mismos de antes), y si hay que decir algo se dice que es mitología, y que todos los pueblos tienen derecho a ella. Pues ni una cosa ni otra. Por supuesto que todos los pueblos tienen derecho a su mitología y a su épica, pero siempre diferenciando lo que es historia de lo que no lo es, porque si no lo que estamos propiciando es la exaltación (como de hecho queda patente en este y otros hilos).
Otra cosa que creo es que si los árabes hubieran entrado por el N. en lugar de por el S., y tuvieran un origen, dijéramos en Centro Europa o en el Atlántico, y en vez de establecer su reino en el S. lo hubieran hecho en el N., ahora muchos de los que reniegan de este legado se estarían dando golpes de pecho para demostrar su "arabicidad".
En fin, yo lo que sinceramente pienso es que si los musulmanes no invadieron Asturias fue porque en su momento no les interesó, porque por cultura o por costumbres no supieron sacar partido a aquellas tierras. Tengo entendido que abandonaron voluntariamente Galicia, y no tengo motivos para pensar que no habrían hecho lo mismo en Asturias, máxime si había algún que otro foco de resistencia. Materialmente es imposible que todos los hispano-romanos se refugiaran en este rincón de la península, por tanto hay que pensar que esta población quedó en el lado musulmán, luego "el otro bando" no serían los musulmanes venidos de fuera, sino los hispanomusulmanes, que serían tan hispanos como los del norte. Este rincón inconquistado sería el germen de los futuros reinos cristianos, cuya existencia proporcionó Pingües beneficios al emirato/califato en forma de parias. Más tarde cuando los reinos cristianos se hicieron más fuertes y el califato se disgregó en reinos de taifas, la situación se invirtió, siendo los reinos musulmanes feudatarios de los cristianos, lo que prolongó su pervivencia. El último ejemplo lo tenemos en el reino de Granada, que fue conquistado por su negativa a pagar los tributos acordados, no lo olvidemos.
Por último decir que las fuentes medievales tanto cristianas como musulmanas hay que leerlas, interpretarlas y contrastarlas, porque si las creemos a pies juntillas tendríamos que tragarnos lo de San Yagüe en Clavijo y otras muchas cosas que no son ciertas.
Un saludo.
La conquista de Hispania.
1 Antecedentes: declive del reino hispanovisigodo. Leovigildo y Recaredo comprendieron la necesidad de unificar las dos etnias de hispanorromanos y godos. Tras el intento de hacerlo desde arriba del primero, el segundo lo hizo en el III Concilio de Toledo con la conversión de los godos arrianos al cristianismo. La aristocracia nativa, como ha sido frecuente desde siempre, también se unió a la élite del poder (la mujer hispana de Teudis fue la que le proporcionó los recursos necesarios para armar sus tropas). El poder, como dije antes, se basaba simple y llanamente en la posesión de la tierra, de los medios y modos de producción; el interés de los aristócratas se limitaba exclusivamente a sus propiedades. Esta feudalización galopante había minado la posibilidad de que el rey tuviese capacidad para imponer su autoridad. A esto se unía un gran problema estructural del reino, el método sucesorio. La tradición germana imponía el método electivo, aunque se intentó en distintos Concilios imponer el sucesorio.
Con estas dos cuestiones de fondo se produce la muerte de Witiza en el 710. La legitimidad sucesoria correspondía a su hijo Agila, pero el sector “nacionalista godo” impuso por elección a Roderico, con la fuerte oposición de los “legitimistas” de Agila, viviendo desde entonces el reino en una situación de práctica guerra civil.
2 La invasión de Tariq y Muza. Crónicas y leyendas hablan de una doncella (Florinda) mancillada por Roderico, hija del conde Julián, gobernador de Ceuta que, en venganza, se habría aliado con los opositores al rey encabezados por Agila y habría facilitado el paso de los musulmanes a la península (magistral aquel romance que narra la muerte de Roderido o Rodrigo y siente que va siendo pasto de los gusanos: “ya me comen, ya me comen, por do más pecado había…”). Desconocemos si alguna princesa bizantina o sasánida tuvo esa adversidad también, pero lo cierto es que el Islam tuvo una enorme expansión territorial a sus expensas en muy poco tiempo. Como escribía el gran maestro José Luis Martín (STTL), el Islam tenía una oferta “difícil de rechazar” para las masas populares: si durante las batallas para difundir la religión vencían, obtenían un quinto del botín; y si fallecían, les esperaba una eternidad repleta de huríes, prebendas y canonjías. En aquellos tiempos no hay que buscar cuestiones que no hubo hasta después, como cruzada; en aquellos tiempos de discusiones teológicas, dogmáticas y trinitarias, el lema No hay más Dios que Dios no tenía el sentido de conflicto que alcanzó después. El autor, cristiano, de la Crónica de 754, considera a Mohoma otro profeta o líder, un seguidor del mismo sendero que Abrahám o Jesús, no el fundador de una nueva religión que iba a ser su más seria competencia. De esto se dieron cuenta Álvaro y demás compañeros de Córdoba un siglo después.
En el año 698, Cartago capitulaba, y el Islam proseguían su avance hacia el este, hasta ver la Península al otro lado del estrecho. Ni en Siria, Egipto, Persia o Hispania hubo necesidad de doncella desflorada que vengar, una de las características del comienzo del Islam fue eso comentado, su enorme fuerza de expansión. Los acontecimientos que rodearon la conquista musulmana del 711 han sido narrados en innumerables ocasiones. En resumen, en su lucha contra Rodrigo, los hijos del difunto Vitiza habrían recurrido al gobernador árabe del norte de África, Musa b. Nusayr. Éste ordenó a su lugarteniente, Tariq b. Ziyad, desembarcar en la península, derrotando a Rodrigo en la batalla de Guadalete. Poco después llegaba a la península Musa, convencido de que la conquista del territorio era fácil. En poco tiempo dominó gran parte del país, hasta que fue llamado a capítulo en el 713 por el califa al-Walid por su excesiva independencia.
3. Conquistas o pactos. Las fuentes que narran la conquista son escasas o incluso alejadas en el tiempo y el espacio. Destacan la Crónica de 754 (cristiana); el Kitab utuh Misr, “Libro de las conquistas de Egipto”, del egipcio Ibn Abd al-Hakam; y el Kitab al-Tarij, “Libro de la Historia”, del andalusí Abd al-Malik b. Habib. Estos dos últimos no eran historiadores, sino ulemas, personas versadas en el derecho islámico y seguidores de la escuela malikí. Para ellos el determinar cómo se había producido la conquista era fundamental, si por derecho de conquista o mediante pactos con la población. La diferencia entre ambos era enorme, pues si los musulmanes habían encontrado una oposición armada que había habido que combatir por la fuerza (‘anwatan), la tierra era consideraba botín de la comunidad de creyentes (umma), que podían ser entregada en concesión (iqta’at) a particulares, aunque el dominio pertenecía a la umma, o sea, al califa o poder político de turno, que podía reclamar la quinta parte (jums) de las tierras conquistadas para administrarlas directamente. En cambio, donde había habido un tratado de capitulación (sulh) las cosas eran distintas, porque no había botín indivisible, ni quinta parte (jums), ni ningún derecho de la umma (o sea, administrado por la dinastía gobernante): en virtud del pacto, las poblaciones conquistadas seguían disponiendo de sus propiedades sin ninguna limitación, pudiendo venderlas o legarlas a sus descendientes.
Los dos ulemas malikíes, del círculo palatino de los Omeyas, eran firmes partidarios de que al-Andalus había sido conquistada por la fuerza de las armas: era, evidentemente, la visión que más convenía a los gobernantes, que podían reclamar el quinto de las propiedades.
Una oPinión radicalmente distinta era defendida por Ibn al-Qutiya en Tarij ifti-tah al-Andalus, “Historia de la conquista de al-Andalus”. Era descendiente de Witiza a través de una nieta del rey visigodo, Sara, casada con un miembro del ejército conquistador, que dio lugar a la poderosa familia sevillana de los Banu Hayyay, clan que protagonizó a finales del IX y comienzos del X una seria revuelta contra los Omeyas cordobeses. En oPinión de Ibn al-Qutiya, el hecho central que marcó los sucesos del año 711 fue el pacto que hicieron los hijos de Vitiza con los conquistadores, representados primero por Tariq, luego por Muza y después por el mismo califa. Este acuerdo les habría permitido disfrutar de unas posesiones muy numerosas, tres mil en total, tanto a ellos como a sus descendientes. Ibn al-Qutiya insiste en las relaciones entre indígenas y conquistadores, y niega rotundamente que en al-Andalus se reservara el quinto (jums) bajo administración directa de la comunidad, o sea, de la dinastía gobernante. Obviamente, los Omeyas no querían ni oír hablar de esos pactos que le negaban el dominio eminente en al-Andalus. La importancia de la conquista por la fuerza que argumentaban los dos ulemas malikíes era puesta en contradicho en otros documentos más, en un contexto en que los derechos sobre la tierra de los descendientes eran objeto de discusión, porque estaba de trasfondo la relación con el poder central de los Omeyas cordobeses.
"el 785 y 791 el Papa Adriano se lamentaba que muchos que se llamaban católicos entregaban sus hijas al pueblo gentil"
Pero se contradice con esto, ¿no? Aunque también podría haber división de oPiniones, claro, unos que consideraran a los musulmanes como seguidores "paralelos" de su misma religión y otros que ya los consideraran como "infieles" o "gentiles".
Llug, no creo que haya contradicción, reflejan oPiniones de momentos distintos. En las Crónica Bizantino-Arábiga (741) y la Crónica de 754, Mahoma recibe los epítetos de “profeta”,”apóstol” [uy, como se entere Ratzinger…], “princeps” o “ducatore” (caudillo). En ese tiempo el Islam se está formando,muchos de sus aspectos normativos están gestándose, no han aparecido las escuelas de derecho que explican de distinto modo la norma básica, el Corán; la nueva fe no se presenta como una religión distinta, sino como una de las numerosas variantes. Pero, por la ley islámica, con el matrimonio de un musulmán y una cristiana, ésta se convierte al Islám, y los hijos que nazcan igualmente.
La carta de Adriano (785-791) y el Concilio de Córdoba (836) son posteriores, y entonces la jerarquía eclesiástica ya se ha dado cuenta del peligro que suponía para ellos el enorme proselitismo del Islam.
Y bueno, arriba ya he expuesto mi visión sobre la conquista de al-Andalus (más que mía se la debo a Manzano Moreno, M. Acién, José Luis Martín... mío no hay ná), pero seguro que hay muchos aspectos más que tratar que ni he abordado, como el que habría este artículo sobre el número de efectivos musulmanes que llegó a la península, y si fueron pocos o muchos para derrotar a los godos. Parece que nos olvidamos que no sólo conquistaron Hispania, sino Egipto, el Magreb, Siria, Persia... Circunscribirlo todo a musulmanes vs. godos es una visión bastante paleta, en mi oPinión. Y recuerdo, de memoria, a Bernal Díaz del Castillo, uno de los españoles que estuvo con Cortés desde primera hora en la conquista de México, cuando viene a decir algo así: "Alejandro tenía las falanges macedónicas, César las legiones romanas, pero nosotros éramos apenas cuatrocientos rodeados de millares de enemigos: ¿quién puede compararse en esa gesta?"
En la línea de Teshub, a mi me parece claro que los primeros "reyes" ástures, así como los musulmanes, trataban de legitimarse buscando continuidad con la situación político-administrativa previa.
En primer lugar, el átaque musulman se dirige principalmente a las capitales ducales previas: Lugo, Astorga-León, Braga,... Munuza, el gobernador musulmán asentado en Gijón-León (?) legitima su control pretendiendo a la hermana de Pelayo, que según las crónicas fue hijo de un duque, y muy probablemente el de Asturias (cuando digo Asturias, me refiero a la Asturias de la época, no sólo al territorio transmontano). Posteriormente Pelayo casa a su hija con el hijo del duque de Cantabria. Es uan hipótesis, claro, pero en mi oPinión bastante probable.
Por otra parte tendríamos distintos poderes locales: el de Pelayo y posiblemente otros, autónomos, en Astorga, León, Britonia, Lugo,... Cuando los bereberes se fueron es sabido que estas ciudades, yasí como el resto de territorio, no quedaron despoblados, puesto que arqueológicamente se ha demostrado continuidad poblacional. Y si no estaban en el ámbito del núcleo transmontano y tampoco bajo el poder de Córdoba, es evidente que existían éstos grupos autónomos, en competencia con otros (no dejaron crónicas) o en alianza (repoblación), que permitieron la extensión del reino de los Astures. No me parece casual la elección de la ciudad ástur de León, como nueva sede regia, tanto por su prestigio militar (sede de la única legión romana en Hispania) como por su condición central, junto con Astorga, tanto administrativa como religiosa, de la provincia asturiense, y uno de los centros más importantes de Galicia (como reminiscencia de esta provincia tardorromana que llegó hasta la Edad Media).
También de Amaco #155: "Munuza, el gobernador musulmán asentado en Gijón-León (?) legitima su control pretendiendo a la hermana de Pelayo, que según las crónicas fue hijo de un duque, y muy probablemente el de Asturias (cuando digo Asturias, me refiero a la Asturias de la época, no sólo al territorio transmontano). Posteriormente Pelayo casa a su hija con el hijo del duque de Cantabria. Es uan hipótesis, claro, pero en mi oPinión bastante probable". El único Munuza que conozco es el ya citado arriba en mis post: asentado en la zona de la actual Cerdaña, entabló fuertes vínculos con la aristocracia goda local, casándose con la hija del conde de Narbona, Eudes. Se rebeló contra el poder omeya, y fue derrotado antes de la fitna, de la sublevación de los beréberes y la llegada del yund sirio. Esto prueba que uno de los modos con los que los musulmanes consiguieron el control fue mediante una política de pactos: la oligarquía musulmana y los aristócratas nativos se unen para seguir mantiendo el poder y la autoridad en sus territorios.
En cuanto al comentario de grupos fragmentados al comienzo en el norte peninsular, es muy probable. Este texto también es de Martín: "Durante los cien primeros años de su historia, el reino astur permanece a la defensiva, protegido de los ataques musulmanes por las montañas y por las revueltas de los muladíes fronterizos, e intenta unificar el conglomerado de pueblos que lo forman, gallegos, astures, cántabros y vascos, en numerosas ocasiones enfrentados entre sí o rebeldes al incipiente poder central, según recuerdan las crónicas de Alfonso III: ‘Fruela… a los vascones, que se habían rebelado los venció y sometió… Silo… a los pueblos de Galicia que se rebelaron contra él los venció en combate… Alfonso… expulsado del reino se quedó entre los parientes de su madre en Álava."
Lars Porsena #167: "En las crónicas asturianas se relata la historia del reino de Asturias, se reclama la herencia visigoda y se promueve la idea de la reconquista de la España perdida." ¿En qué crónicas? Porque en la Crónica de 754 o en la Crónica arábigo-bizantina contemporánea no hay ninguna idea de Reconquista por parte de unos que se denominen continuadores de la legitimidad hispanovisigoda. Cuando con los disturbios de la fitna muladíes y mozárabes migran al norte (al perder la cuota que poder que tenían ante el centralismo omeya), es cuando surgen las crónicas que hablan de "reconquista", y en las que considera a los reyes astures los continuadores de los hispanogodos.
"Estos reyes son de una famila de Gallaecia; Cierto es que Ibn Hayyan dice que que son descendientes de los godos, mas tal oPinión es errónea a mi parecer, pues esta nación había perdido ya el poder y rara vez ocurre que una nación que lo ha perdido llegue a recobrarlo. Era una nueva dinastía que reinaba sobre un nuevo pueblo, pero sólo Dios conoce la verdad"
Ñervatu, es interesante este tema, sin duda.
En mi oPinión, magnificas la importancia de la escaramuza de Covadonga, pero efectivamente fue un punto de partida para la construcción de los reinos hispanos occidentales y esto es muy difícil ignorarlo o borrarlo de un plumazo. No entiendo ese interés (o sí…) por ignorar el hecho de que existía una clara idea desde mediados del VIII, de recomponer el territorio hispano tal cual era en tiempos de domino de Roma. Parece ser que los documentos con que podemos afirmarlo ¡no existen! Es incomprensible esto.
Coincido con quienes afirman que la batalla de Poitiers fue realmente decisiva para detener el empuje musulmán.
Coincido en que había una intención manifiesta por los califas de invadir todo el territorio del Imperio Romano y apoderarse de todo el mundo que podían conocer entonces. La invasión de Hispania fue en principio el resultado de un tanteo y una decisión personal de Musa, sin que el califa Al Salid, se enterase, pero eso no invalida que la decisión de aquel de invadir las ricas tierras hispanas no fuese un objetivo en la mente del de Damasco. Cuando Musa cruza el Estrecho en el 712 con los 18.000 qaysíes y yemeníes, el califa lo sabe ya y cuando en el 713 le ordena regresar a Damasco para que le informe, ya está en la mente del Califa el siguiente paso. Llegar hasta donde llegaron en tierras francas, no fue algo casual, como pretenden algunos, y que hacen ver a los musulmanes como si fueran invitados o libertadores, la Jihad no existe, claro. Allá el que se lo crea. La Pinza contra el centro del Imperio estaba muy clara y hay que ser verdaderamente obtuso para no evidenciar tal cosa, con todos los datos y documentos a nuestro alcance. La conquista de la narbonensis era resultado de la idea expansionista, y si no empujaron más fue porque sus propias rivalidades, entre clanes árabes, por un lado y entre bereberes y los árabes por otro, lo impidieron, afortunadamente, contentándose con las incursiones hacia el interior de la Galia. Los árabes podían ser gentes con mente pastoril, pero ya sabían cuales eran los límites del Imperio y las tierras inmensamente ricas que contenía, eso para gentes acostumbradas a privaciones y una vida muy dura, era poseer el paraíso en la tierra, sin necesidad de tener que morir para conseguirlo.
El tamaño de las fuerzas musulmanas sí tiene importancia, y aunque no fueran enormes, si se le añade la descomposición interna del reino visigodo, fueron más que suficientes.
Sin que me retes a duelo ;-) No comparto lo que dices sobre el total de fuerzas de los ejércitos imperiales en el Bajo Imperio y no sé a que período exacto te refieres. No entiendo bien como divides en dos grandes grupos de 50.000 efectivos los ejércitos de maniobra, pues había 4 ejércitos que sepamos, a mediados del IV (3 bajo mando de un Magister Militum y uno –el praesental- bajo mando directo del emperador) de fuerza variable pero que podían alcanzar hasta 40.000 efectivos cada uno de ellos. Posteriormente se añaden más conforme las amenazas crecen, como sucede en Britania, en África y en Tracia. Después de la división del Imperio, solo con que leas la Notitia Dignitatum, descubres que a principios del siglo V, la fuerza total de los comitatenses estaba entre 190.000 y 200.000 efectivos. No hay duda de que a mediados del VI, cuando la peste se extiende por parte del territorio imperial, merma la capacidad de reclutamiento, pero aún así era muy superior a los 100.000 de conjunto que dices.
1- No tiene ninguna base afirmar que los limitanei eran de nulo valor combativo. Me temo que confundes en base a algunos autores, la escala jerárquica social (con la diferencia de paga y status, por supuesto) de los diferentes tipos de tropa con su eficacia. Si bien los limitanei estaban por debajo de los comitatenses y estos a su vez de los palatini, su valor combativo era más que aceptable, primero porque al estar en la frontera siempre estaban comprometidos en choques constantes con los bárbaros, lo que les daba una experiencia real de combate y en ocasiones eran empleados en campañas junto con los comitatenses. Sobre ellos recaía la primera defensa y si hubieran sido nulos, todas las invasiones de hordas bárbaras hubieran penetrado los limes y eso no fue así. Los limitanei desaparecen prácticamente a mediados del V, y seguramente la peste tuvo mucho que ver en esta disminución, además de la pérdida de territorios.
2-Los comitatenses cada vez más, estuvieron en posiciones estáticas y dedicados la mayor parte del tiempo a la agricultura, asemejándose en parte a los limitanei, en su mayoría pertenecientes al campesinado. Paralelamente parte de las funciones de los ejércitos de maniobra fue encomendada a los aliados bárbaros que llegaron a ser muy significativas desde el V. El resultado fue que cuando se entraba en campaña, los ejércitos de maniobra incluían efectivos de: los palatini, de los comitatenses, de los limitanei y de los bárbaros.
3-La pérdida de capacidad en recursos humanos en base a ciudadanos romanos, fue compensada por la necesidad de recurrir a los bárbaros, cada vez en mayor medida.
4-No sé quién podría dar unas cifras lo más exactas posibles que pudieron tener los ejércitos de los reyes visigodos, pero ciertamente que no pudieron sobrepasar los que ponían en campaña los emperadores romanos de los siglos V y VI y las cifras que tenemos de estos, más fiables, otorgan a estos ejércitos alrededor de 30.000 efectivos.
5-Por parte musulmana tenemos que tomar la cifra total de 30.000 como aproximada, puesto que entra dentro de lo posible, otra cosa sería la calidad de las mismas. En todo caso la cifra solo se refiere al número de guerreros, a los que hay que añadir los esclavos, servidores y la familia que llevaran consigo y no podría ser despreciable. Sin embargo de los 30.000 combatientes algunos regresan y no se desplazaron en conjunto.
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