Autor: ovidi
miércoles, 22 de mayo de 2002
Sección: Artículos generales
Información publicada por: ovidi


Mostrado 16.345 veces.


Ir a los comentarios

Sobre botánica andalusí

Introducción somera a los botánicos andalusíes y sus aportaciones. Artículo respuesta a EBRO28.


El estudio de la botánica en al-Andalus es un océano del que apenas podemos apreciar unos pocos rastros, muchos inéditos o sin traducir, que nos han llegado hasta hoy. Fueron cientos los eruditos que se dedicaron al estudio de las plantas y sus aplicaciones, conocedores de las obras clásicas de Dioscórides, Galeno y Paulo de Egina, así como de las obras botánicas más importantes que se desarrollaron tanto en el oriente como el occidente del islam, predecesores o contemporáneos. Sólo la obra ’Umdat ạt-̣tabīb, del siglo XI, cita más de treinta botánicos de cuyas fuentes mana -y deja sin mencionar otros muchos que ahora conocemos.

En una época en la que no existía el campo epistemológico de la botánica tal y como lo conocemos hoy, los botánicos andalusíes fueron sobre todo grandes maestros en lo que llamaríamos botánica aplicada (agronomía, medicina, farmacia, dietética). No podemos estar de acuerdo con quienes pretenden que la botánica islámica en al-Andalus fue una mera transmisión de la grecorromana, o que su desarrollo fue exclusivamente pragmático y no teórico. Esto es especialmente evidente en el desarrollo de la farmacopea botánica, que en el islam en general alcanzó cotas jamás alcanzadas antes y en la que descollaron los autores andalusíes: la descripción botánica de las drogas, su potencia, su manejo, composición, preparación, etc. No sólo añadieron cientos de drogas hasta entonces desconocidas; hoy se empieza a reconocer también sus avances, por ejemplo, en los intentos de identificación y clasificación de especies.

En general, los estudios botánicos andalusíes (como los islámicos en general) se reparten en tres campos distintos: a) tratados de “materia médica” b) tratados de agricultura; y c) obras lexicográficas.

Por lo tanto, muchos estudios botánicos entrarían dentro de la disciplina médica: las aplicaciones médicas del estudio de las plantas. Hoy diríamos “farmacopea”, pero esta disciplina no se estableció hasta el siglo XIX; en la Edad Media, como en la Antigüedad clásica, el campo recibía la denominación de Materia medica, traduciendo el hylé iatriké de Dioscórides (s. I), cuya obra nos parece hoy, en gran parte, claramente botánica. En el siglo x, el cordobés Ibn Ŷulŷul escribió un tratado en el que identifica, explica y traduce los nombres de los medicamentos simples de la obra del sabio griego, que se había traducido al árabe a mediados del siglo IX en Bagdad, pero dejándose tales nombres simplemente transcritos, sin traducir ni explicar. Ibn Ŷulŷul sienta las bases, así, con ̣Hunayn Ibn Iṣhāq y otros, del vocabulario botánico y científico-técnico árabe (aunque de su obra sólo nos ha llegado un fragmento). Destacan el malagueño Ibn al-Bayṭār (m. en 1248), autor de unos comentarios a la obra de Dioscórides (Tafsīr Kitāb Diyāsqūrīdūs) y de un tratado sobre los medicamentos simples en la farmacopea y dietética (Kitāb al-ŷāmi’ li-mufradāti’l-adwiya wa al-agdiya), entre otras, que incluyen información botánica muy valiosa; su maestro Ạhmad Ibn Mufarraŷ Abū al-‘Abbās an-Nabātī, llamado “el botánico” y Abū Ŷa‘far Ạhmad al-Gāfiqī, quien según Meyerhof sería el botánico más importante de toda la medicina medieval.

Añadamos Abū l-Qāsim Jalaf Ibn ‘Abbās al-Zahrāwī (m. c. 1010), conocido como Albucasis o Albucasim, acaso el mayor de los cirujanos árabes. Escribió una magna enciclopedia (Kitāb al-Tạsrīf) cuya traducción al latín fue obra básica de consulta en Europa hasta el s. XVII. Algunos de sus capítulos (17 al 18) tienen enorme importancia como contribución a la botánica -en especial a la agronomía-, y se conocen traducciones latinas por separado. Asimismo, la obra farmacológica de Ibn al-Wafīd (997-1074) se tradujo al latín y cobró fama como De Medicamentis simplicibus de “Abenguefit”. También puede añadirse la obra de los otros grandes sabios de la medicina andalusí como Maimónides, Avenpace, Avenzoar o Averroes.

Otra obra de gran importancia es el Sostén del médico para el conocimiento de las plantas, utilizable por toda persona inteligente (‘Umdat ạt-̣tabīb fī macrifat an-nabāt li-kulli labīb), cuya autoría todavía no se ha podido establecer con toda claridad (al principio se consideró autor a Abū’l-̣Hasan al-Mujtar ibn ‘Abdūn, el arabista Asín Palacios la considera anónima, y el profesor Muḥammad al-‘Arabī al-Khạṭtābī, editor de esta obra en árabe, la atribuye a Abū’l-Jayr al-Išbīlī). Se trata de una obra médica, como su título indica, pero en realidad constituye una auténtica enciclopedia con una valiosísima información etnobotánica, farmacológica y lingüística, porque incluye los nombres vulgares de las plantas (árabes dialectales o romandalusíes). Con respecto a la ciencia botánica, se estima que esta obra presenta uno de los primeros intentos de clasificación orgánica de las plantas agrupadas en géneros, especies y variedades (Vernet 1982:122). Asín Palacios publicó en 1943 (con muchos errores) un glosario de sus voces romances (reed. Zaragoza: Universidad, Institución “Fernando el Católico” y Diputación, 1994), y recientemente al-Khạṭtābī ha editado la obra completa en árabe en dos volúmenes (Rabat, 1990). El diccionario andalusí de Federico Corriente (Leiden: Brill, 1997) aprovecha su material con mayor rigor por lo que respecta a la dialectología romance. En general, la editorial Dār al-Gharb al-Islāmī de Beirut ha publicado la edición de algunas de las obras botánicas andalusíes, sobre todo las que tienen relación con la farmacopea (por los profesores al-Khạṭtābī, Ibrāhīm ben Mrād y otros).

Se reconoce que la mayor parte de las obras de farmacopea botánica islámica medieval, y en definitiva los más importantes, se escribieron en el occidente del islam: al-Andalus y el Magreb. Aunque he mencionado algunas traducciones importantísimas, son relativamente pocas; el occidente cristiano dirigió su atención sobre todo a las traducciones de los grandes sabios orientales como ‘Alī Ibn ‘Abbās y Avicena.

Mención aparte merecen los numerosos tratados agrícolas, que están siendo objeto de edición, estudio y traducción en España por toda una nueva generación de arabistas. A partir del siglo XI conocieron un intenso desarrollo en al-Andalus, motivados, aparte del interés agrícola general, por la proliferación de jardines botánicos, los intentos por aclimatar plantas exóticas y la introducción de plantas foráneas para su cultivo. Destaca la obra de Ibn Wafīd (m. 1075) e Ibn Bạṣsāl (m. c. 1100), cuyas obras fueron traducidas al castellano en el s. XIII; el gran compendio de Ibn al-‘Awwām (ss. XII-XIII), que tuvo eco en la Agricultura de Gabriel Alonso de Herrera (m. 1539) y fue editado y traducido en edición bilingüe español-árabe en 1802 por J.A. Banqueri; o la obra de Abū’l-Jayr de Sevilla (s. XI), llamado “el Arboricultor”, y del más tardío Ibn Luyūn de Almería.

Finalmente, la que sigue podría ser una posible y muy tentativa lista cronológica de las principales fuentes botánicas andalusíes de las que se dispone en la actualidad:

· ANÓNIMO Ms BNP 4764 (Manuscrito sobre agricultura) (¿finales X-principios XI?)
· Abū’l-̣Hasan ‘Arīb ibn Sa‘īd (Córdoba, X), Calendario de Córdoba (recoge más de 120 especies vegetales)
· Ibn Ŷulŷul (Córdoba, X), Kitāb tafsīr asmā’ al-adwiya al mufrada (Libro de la explicación de los nombres de los medicamentos simples...)
· cAbd ar-Rạhmān Ibn Wāfid (Toledo, XI)
· Ibn Bạṣsāl (Toledo, XI), Kitāb Qạsd wa’l-Bayān (Tratado de Agricultura)
· Abū’l-̣Hasan Ibn al-Luengo (Toledo, XI)
· ANÓNIMO (¿Sevilla? XI), ‘Umdat ạt-̣tabīb (Sostén del médico)
· Ibn ̣Haŷŷāŷ (Sevilla, XI), Al-Muqni‘ fī’l-filạ̄ha
· al-̣Tignarī (Granada, XI), Kitāb Zuhrat al-bustān wa nuzhat al-adhān
· Ibn Biklāriš (Zaragoza, XII)
· Abū Ŷa‘far Aḥmad al-Gāfiqī (XII) Kitāb al-mufradat.
· Aḥmad Ibn Mufarraŷ Abū al-‘Abbās an-Nabātī (Sevilla, XII-XIII) Tafsīr asmā’ al-adwiya al-mufrada min kitāb Diyūsqūrīdūs [el ms. anónimo de la Biblioteca Nur Osmaniye de Estambul, según adscripción de A. Dietrich]
· Ibn al-Baỵtār (Málaga, XII-XIII) Tafsīr Kitāb Diyāsqūrīdūs (Comentarios a Dioscórides), Kitāb al-ŷāmi‘ (Tratado que recopila los alimentos y los medicamentos simples), Kitāb al-‘Ibāna wa’l-I‘lām
· Ibn al-cAwwām (Sevilla, XII-XIII), Kitāb al-Filạ̄ha (Tratado de Agricultura)
· Abū’l-Jayr al-Išbīlī “al-Šaŷŷār” (“el Arboricultor”) (Sevilla), Kitāb al-Filạ̄ha (Tratado de Agricultura)
· Ibn Luyūn (Almería, s. XIV), Kitāb ibdā’ al-malạ̄ha wa-inhā’ al-raŷāha fī ụsūl ̣sina‘at al-filạ̄ha (Tratado de Agricultura)

Hay traducción de los tratados de al-‘Awwām (ed. y tr. por J.A. Banqueri, Libro de Agricultura, Madrid: Ministerio de Agricultura, 1988, reed. de la de 1802), de Ibn Baṣṣāl (tr. J.M. Millás Vallicrosa y M. Aziman, Libro de Agricultura, Tetuán: Instituto Muley al-Hassan, 1955), de Ibn Luyūn (tr. J. Eguaras Ibáñez, Libro de Agricultura, Granada: Patronato de la Alhambra y Generalife, 1988), de Abū’l-Jayr (tr. J. Calabaza, 1990). También hay edición y traducción, aunque en un trabajo de investigación inédito, de lo que queda del tratado de Ibn Ŷulŷul (por I. Garijo, Universidad de Córdoba), así como de la obra de Ibn ̣Haŷŷāŷ (por J.Mª Carabaza, Granada, 1988); por su parte, un grupo de investigación bajo la dirección de E. García ultima la edición y traducción castellana del Tratado de Ibn al-Baỵtār.


-


No hay imágenes relacionadas.

Comentarios

Tijera Pulsa este icono si opinas que la información está fuera de lugar, no tiene rigor o es de nulo interés.
Tu único clic no la borarrá, pero contribuirá a que la sabiduría del grupo pueda funcionar correctamente.


    No hay más información.
    ...0

Si te registras como usuario, podrás añadir comentarios a este artículo.

Volver arriba