Autor: Servan
viernes, 26 de octubre de 2007
Sección: Opinión
Información publicada por: Servan
Mostrado 44.486 veces.


Ir a los comentarios

España, Iberoamérica

Tenemos un pasado común.
¿Puede haber un futuro?

Después del desplome soviético, USA queda como el poder omnímodo. A lo lejos, emerge China. El resto, es satelizado o predado.
¿El fin de la historia?
En Iberoamérica hay muchos que rechazan esta disyuntiva, no desean el papel de patio trasero ni ser presa, desean conservar su identidad cultural, su albedrío. Atomizados, con querellas internas, débiles. Sardinas frente al tiburón. Peones de un ajedrez en que no pueden coronar.
¿Es muy diferente la situación europea? ¿No están también atomizados, debilitados, satelizados, funcionales a los intereses económicos y estratégicos del Imperio?
No me parece posible un futuro para Iberoamérica sino en la medida de una conjunción, una estructuración de intereses comunes (que en alguna medida se han dado en Europa, superando viejos antagonismos).
Así también me parece importante para los intereses de España e Iberoamérica un reencuentro, la búsqueda de intereses comunes, un mutuo fortalecimiento.
Desconozco el caso Brasil/Portugal, tengo la impresión que sus lazos son mucho más estrechos.
En este sentido, dada la -supuesta- importancia de estrechar lazos entre pueblos que tienen una historia, cultura, religión, raíces étnicas e idioma en común, quisiera plantear algunos problemas que me parecen importantes.
Ante la aplastante invasión cultural USA, propiciada por la burguesía satelital, manifestada en la TV, cine, ropa, spanglish, american way of life, alimentación, modelos políticos, etc. etc., valorizar nuestra herencia cultural mediterránea, grecolatina, cristiana.
Estimular el fortalecimiento de nuestra cultura, idioma, costumbres, y desincentivar la introducción de culturas foráneas desintegradoras, a todo nivel.
Tener una política preferencial de tránsito de personas. La actuales restricciones son a mi parecer muy negativas.
Sancionar enérgicamente toda manifestación de racismo. El racismo es, a mi parecer, esencialmente imbécil, anticristiano, antihumano. Ello me parece ya razón suficiente, pero además es muy dañino para las relaciones entre los pueblos y conspira contra toda posibilidad de acercamiento y -por lo tanto, a mi juicio- de fortalecimiento autónomo de ellos en el futuro.
En estos días se vé en TV la penosa escena de un rufián que en Barcelona atacó cobardemente a una muchacha ecuatoriana. Lamentable; son cosas que pasan. Pero es desagradable que nadie le prestara ayuda, que el malhechor no fuera inmediatamente arrestado, y peor aún, escucho la noticia que ha sido liberado. Esta lenidad ante un acto brutal que ofende a todos los iberoamericanos, da para muchas interpretaciones y perjudica seriamente los esfuerzos de acercamiento.

Es


No hay imágenes relacionadas.

Comentarios cerrados por el administrador Ego
Motivo: Desvío de la cuestión.

Comentarios

Tijera Pulsa este icono si opinas que la información está fuera de lugar, no tiene rigor o es de nulo interés.
Tu único clic no la borarrá, pero contribuirá a que la sabiduría del grupo pueda funcionar correctamente.


  1. #1 arquidioniso 28 de oct. 2007

    Servan, abres puertas enormes, lo agradezco.


    A mi parecer la tradición y herencia mediterranea es algo que vive en la sangre ardiente de la clandestinidad. Por lo menos aca en México, donde somos de un barroco imparable. En el corazon de cada mexicano siempre hay lugar para una lentejuela más. Nuestro tiempo y nuestro espacio son únicos. Vivimos entre el "ya merito y el ya ni modo"...conceptos inexplicables y tangibles. El "ratito" y "nomas poquito" nos definen en lo monumental. La prueba...Teotihuacan. Nos encanta lo ambiguo, lo abstracto, lo indefinido...somos como griegos ataviados para honrar a Xochipilli, el desollado.


    Las intentonas por borrar esas huellas, son recientes e inutiles. Una estupida política "educativa" que sometío, desde principios del XX, a las universidades mexicanas a una norteamericanización forzada. Y con los antecedentes de las maniobras de Carlos III y los pretextos de Esquilache, para expulsar a los jesuitas, el páis se quedó en suspenso. Por fortuna los de Ignacio, regresaron con mayor presencia.


    Mediterraneizar, americanizar o agringar...son signos de los tiempos. Y no hay que ponernos ni nostálgicos, ni bolivarianamente rojos. Cosa artificial si es que la hay.


    Acotar con serenidad lo que América significa...o la Hispanidad representa, es tema irrenunciable.


    Es imposible la renuncia a ser parte de la historia, esta no acaba. Pero si es un riesgo caer en los olvidos y las suplantaciones de lo propio. Y aqui la ignorancia de nuestro pasado común, es el peligro. Las tonterías telenoveladas, que se suponen históricas, las verdades a medias y las mentiras completas para engañar a paises enteros.


    Es impensable que toda una nación como Venezuela se convirtiera en presa de un titere imperial...pero no es imposible que deje de ser el rancho de fin de semana de las oligarquias petroleras de los Rockefeller. Maniobras perversas disfrazadas de libertarias. Bolivar es otra cosa.


    El juego, si es que lo hay, es la recuperación de lo original. Para mi el maravilloso Mediterraneo se extiende por todo el Oceano Atlántico y llega hasta la rivera occidental del Lago de Chapala. En Michoacan tenemos ejemplos vivos de Mediterraneos como el Lago de Patzcuaro, esencia civilizadora cuando los tiempos de la Utopía de Don Vasco de Quiroga y motor económico de esa región.


    La leyenda negra sobre la Hispanidad cae como plaga, aca decimos chahuistle, sobre la esencia. Aporto solo una reflexión. En los primeros cien años de la presencia hispánica en América, se construyeron 230 ciudades definitivas...México, guadalajara, Morelia, Queretaro, Buenos Aires, Lima, Santiago de Chile, La Habana, Santo Domingo, etc...es bueno preguntarse como se logró tal hazaña, impensable e imposible ahora.


    Sería bueno meditar en esto con el ideal del equilibrio. La pureza de las culturas en realidad no existe. Son fusiones y confusiones las que nos hacen arrancarnos las vestiduras. Tan valioso lo grecolatino como lo tolteca, lo hispánico y lo quechua, lo mediterraneo y lo americano.


    La invasión cultural gringa si es aplastante y decadente...siempre decadente. Pero es una cuestion de dedo. Apaguen el televisor.


     El spanglish, el ingleñol, el chuco, el pachuco, el sese, todos ellos deformaciones y revolturas idiomáticas. Los tacos y los "tacous", las hambuerguesas con chile y los chilaqules con catsup, los danzantes con zapatos Nike y los atletas gringos alimentados con amaranto. El pop- corn o palomitas es en realidad algo que se consumía en América antes de que existieran los gringos, se les conoce como esquites. Manhatan es una palabra indigena que los gringos piensan que se pronuncia a la manera de Frank Sinatra, pero nuestros paisanos que se van a trabajar de ilegales a los Estados Unidos, le llaman Manjatlan... y Michoacan es igual a Michigan (la tierra de lagos y peces) y las rubias de California fornican que da gusto con los mexicanos, que como una mision victoriosa hacen niños sin parar. La frontera se desdibuja en cada bautizo. Estoy seguro de que lo único que hay son modos...entre sujetos y objetos...entre sujetos y sujetos y entre objetos y objetos. Los resultados son los problemas, los conflictos y los estados de desorden. Pero dejemos a la epistemología por ahora.


    En este domingo celebremos el Mediterraneo, brindemos por España y amemos a Iberoamérica.... Salud    (y desde el fondo proclamo...Viva Santiago y cierra España)


     

  2. Hay 1 comentarios.
    1

Comentarios cerrados por el administrador Ego
Motivo: Desvío de la cuestión.

Volver arriba