Autor: F.
sábado, 21 de abril de 2007
Sección: Artículos generales
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La querella priscilianista. Aspectos políticos

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  1. #1 F. 22 de abr. 2007

    Exupereantius y Ortigio fueron los dos únicos obispos galaicos que acudieron al Sínodo de Toledo del año 400 defendiendo la legitimidad católica. Los dos provenían del municipium Celenis, en el convento lucense, siendo Ortigio el obispo. Al Sínodo acudieron diez obispos priscilianistas, por sólo dos que no lo eran. Sobre el tema, te recomiendo: M. V. Escribano: Igrexa e herexía en Gallaecia: o priscilianismo" en G. Pereira Menaut (ed.): galicia fai dous mil anos. O feito diferencial galego. Historia I, Santiago de Compostela, 1997, pp. 279-321.

    Saludos

  2. #2 El Brujo Redivivo 22 de abr. 2007

    "Parece ser que polo ano 400 da nosa era, na antiga Sé
    episcopal de Celenes (Caldas de Reis, próxima á vila de
    Cuntis), tívose que celebrar un concilio, presidido polo
    prelado de Braga, Paterno, para tentar poñer fin á difusión
    da corrente herética priscilianista por estes lugares (Hic
    Conventus municipiis Celenis actus est). O enraizamento
    desta sería tal que o reino dos suevos galegos quedaría
    enmudecido no seu agnosticismo durante un largo
    período; a Crónica de Idacio de Chaves nitidamente así o
    expresa: "despois da morte de Prisciliano a herexía
    asolagou galicia". Posteriormente, parello á aparición da
    figura de San Martiño Dumiense e a aceptación do
    catolicismo pola monarquía galega, xermolarían novas
    igrexas e mosteiros que "educaban" o nacente grupo
    fregués."

    Esto dice, sin dar mayores referencias, ni de la cita ni de su interpretación, Héitor Picallo Fuentes en A ARTICULACIÓN DO POBOAMENTO MEDIEVAL NA ANTIGA TERRA TERMARUM (in Xurxo Ayán Vila (coord.), PASADO E FUTURO DE CASTROLANDÍN (CUNTIS): UNHA PROPOSTA DE RECUPERACIÓN E REVALORIZACIÓN, TAPA nº 29, Santiago, 2002, pp. 117-118) (en la red: http://phatenea.usc.es/descarga/CapaTapa/Tapa/TAPA29.pdf).

    No sé si este autor se basa en otros (que no refiere) o si es elaboración suya.

  3. #3 Cossue 23 de abr. 2007

    Gracias por el artículo F. (que vaya sequía llevabamos). Si te digo que es muy bueno, no te voy a decir nada que tú no sepas, pero lo digo igual. Es muy bueno. Pero bueno, ya sabes... mis "peros". El primero es la afirmación que Prisciliano intentara situarse en Mérida, que para el momento debía ser el obispado más importante de la península. Y era un obispado que no estaba vacante. Lo que sabemos como seguro (y corrígeme si me equivoco, lo que es más que probable) es que Prisciliano y los suyos fueron agredidos en Mérida por una turba instigada por el obispo local. Podemos suponer los motivos de Prisciliano y evidenciarlos, pero no lo condenemos sin prueba, convirtiéndolo en un asaltador de iglesias.
    Segundo, bueno, el Priscilianismo en galicia durante los siglos V y VI. Partamos de que estoy de acuerdo en que su importancia política fue reducida; pero para la iglesia católica siguió Es verdad que leyendo a Hidacio uno se queda un poco sorprendido. Por un lado dice que la Gallaecia fue inundada por los priscilianistas. Por otra, apenas los menciona. Pero es que de toda su actuación como inquisidor sólo sabemos de tuvo un moderado éxito con respecto a unos maniqueistas de Astorga. Sin embargo, cuando nos habla de la llegada de la carta del papa León a Toribio de Astorga, hacia el 447, se nos dice que algunos obispos de la provincia se congratularon falsamente por ella. O lo que es lo mismo, no tiene prueba para acusar de Priscilianismo, pero deja sembrada la duda. Por otra parte, esta misma carta del papa a Toribio, es una pormenorizada enmienda teológica de las creencias atribuidas (con o sin justicia) a los priscilianistas, y por la que se proponen medidas como el la quema de los escritos priscilianistas (de Prisciliano o de susu seguidores, como el Libra de Dictinio), o las pruebas alimentarias anti-priscilianistas (forzar a los sospechosos a consumir verduras guisadas con carne). Por otra parte, la regla de fé católica contra los pricilianistas que emergió probablemente del I concilio de Toledo, fue dirigida a los obispos de la Gallaecia por los obispos de las otras provincias de Hispania (o eso reza su encabezado). El priscilianismo vuelve a ser citado en la carta del papa Vigilio a Profuturo de Braga, del ~540; y, por suspuesto, en el primer concilio de Braga del año 561, que es casi un monográfico, en que la carta del papa León es puesta en forma de anatémas. Finalmente, vuelve a mencionarse el priscilianismo en el segundo concilio de Braga, pero ya tangencialmente. Doscientos años después de Prisciliano el priscilianismo empezaba a morir en la Gallaecia. Por supuesto, durante este periodo, es más que seguro que su poder debió menguar, sobre todo teniendo en cuenta la competencia del arrianismo de los suevos, y de los propios restos de paganismo, superviviente como culto aún durante el siglo VII. Por otra parte, no existió una iglesia priscilianista, sino priscilianistas dentro de la iglesia romana. Y esta iglesia romana de la Gallaecia aparece preocupada a menudo por si sus ritos, ceremonias y fechas han sido "contaminadas" por ideas o ceremonias pricilianistas (triple inmersión, fecha de pascua, comunión con leche y uvas...) En todo caso, y como puede verse, el pricilianismo es mencionado de un modo u otro en casi todas las fuentes que tenemos para el estudio de la Gallaecia del momento. Y eso ya no es poco (y creo que ni excesivo).

    Aconsejo, para los interesados, una visita a http://libro.uca.edu, donde podrán consultar "Paganism & Pagan survivals..." de Stephen McKenna; o las "obras completas" de San Martín de Dume, con su De Correctione Rusticorum, o su De Formula Vita Honesta dedicada al rey Miro, pero también con las actas de los concilios de Braga I y II, y con la carta del papa Vigilio. La carta del papa Leon también está disponible en internet, pero no recuerdo ya donde, así como las actas de los diversos concilios toledanos.

    Un cordial saludo.

  4. #4 El Brujo Redivivo 23 de abr. 2007

    A ver, que me parece que se está haciendo un lío con el Concilio de Toledo y otros concilios provinciales de menor cuantía. Copio de Menéndez y Pelayo:

    "Cerca de la mitad del siglo V, Santo Toribio, llamado comúnmente de Liébana, que había peregrinado por diversas partes, según él mismo refiere, llegando, a lo que parece, hasta [149] Tierra Santa, tornó a galicia, donde fue elegido obispo de Astorga, y se aplicó a destruir todo resto de priscilianismo, quitando de manos de los fieles los libros apócrifos. Con tal fin escribió a los obispos Idacio y Ceponio una epístola, De non recipiendis in auctoritatem fidei apocryphis scripturis, et de secta Priscillianistarum, que transcribo en el apéndice (175). Mas no le pareció suficiente el remedio y acudió a la silla apostólica, remitiendo a San León el Magno dos escritos, hoy perdidos, el Commonitorium y el Libellus, catálogo el primero de los errores que había notado en los libros apócrifos y refutación el segundo de las principales herejías de los priscilianistas. En entrambos libros, dice Montano, obispo de Toledo: Hanc sordidam haeresim explanavit (Toribius), aperuit, et occultam tenebris suis perfidiaeque nube velatam, in propatulo misit. El diácono Pervinco entregó a San León las epístolas de Toribio, a las cuales respondió el Papa en 21 de julio del año 447, consulado de Alipio y Ardaburo. Su carta es una larga exposición y refutación de los desvaríos gnósticos, dividida en dieciséis capítulos. La inserto como documento precioso en el apéndice, y tendrémosla en cuenta al hacer la exposición dogmática del priscilianismo. Ordena San León, como último remedio, un concilio nacional, si puede celebrarse, o a lo menos un sínodo de los obispos de galicia, presididos por Idacio y Ceponio. Que se llevó a término esta providencia, no cabe duda. Imposible era la celebración del concilio general, por las guerras de suevos y visigodos, pero se reunieron los obispos de la Bética, Cartaginense, Tarraconense y Lusitania para confirmar la regla de fe y añadirle quizá alguna cláusula. Las actas de este sínodo han perecido, aunque sabemos que la Assertio fidei fue transmitida a Balconio, metropolitano de Braga, y a los demás obispos gallegos, quizá reunidos en sínodo provincial a su vez. Todos la admitieron, así como la decretal de San León, pero algunos de mala fe (subdolo arbitrio, dice el Cronicon de Idacio). Este sínodo es el que llaman De Aquis-Celenis (176)."

    Nota 176: "176. El P. Flórez duda de su existencia. El señor Ferreiro, muy inclinado a multiplicar concilios, la admite."

    ¿Qué es eso de las "lecciones del oficio litúrgico de Santo Toribio"? La referencia que da es manifiestamente insuficiente. ¿Tiene algo más?

    (Otra cosa: si recuerdo bien, es posible que la assertio del Concilio de Toledo corresponda en realidad al de 447, incluida posteriormente en alguna copia del primero. Pero no estoy seguro.)

  5. #5 pérola 24 de abr. 2007

    La muerte de Prisciliano y sus seguidores tuvo un efecto inesperado. El número y el celo de
    los herejes aumentó y se veneró como santos y mártires a los que habían sido ejecutados.
    El progreso y difusión de la herejía requería nuevos métodos de represión. En el año 400 se
    celebró un concilio en Toledo en el que muchos, entre ellos los obispos Sinfonio y Dictinio,
    se reconciliaron con la Iglesia. Dictinio fue el autor de "Libra" ( Las Balanzas) un tratado
    moral desde el punto de vista priscilianista. La convulsión que siguió en la península
    española a la invasión de los Vándalos y los Suevos, ayudó a la difusión del priscilianismo.
    Tan amenazador fue este reverdecimiento de la herejía que Orosio, un sacerdote español,
    escribió a San Agustín (415) para conseguir su apoyo en la lucha contra ella. El Papa León
    tomó parte activa en la represión y gracias a su urgente insistencia se reunieron varios
    concilios en 446 y 447 en Astorga, Toledo y galicia. A pesar de estos esfuerzos,
    la secta siguió propagándose durante el siglo V para declinar en el siglo VI y tras
    el sínodo de Braga del año 553, que legisló en su contra, pronto desapareció.


    http://www.enciclopediacatolica.com/p/priscilianismo.htm

  6. #6 Cossue 25 de abr. 2007

    F. , McKenna da otra versión (la de los priscilianistas) de los hechos de Mérida. No digo yo que prevalezca, en absoluto, sobre los de M. Victoria Escribano, pero es interesante ver que la interpretación de los hechos no es única:

    "Shortly after the Council of Saragossa some of the Priscillianist leaders went to Merida to effect a reconciliation with Bishop Hydatius of that city. According to their version of what followed, Hydatius not only refused to receive them but even permitted the people to maltreat them. Angered at this conduct, and encouraged by the support of their new members, Symposius, bishop of Astorga, and Hyginus, bishop of Cordova, the Priscillianists decided upon a bold move. Bishops Instantius and Salvian consecrated Priscillian bishop and placed him in charge of the see of Avila in the northeastern section of Lusitania." (cap. 3)

    El Brujo: efetivamente, parece que McKenna considera que las actas del I concilio de Toledo y la Regla de la Fe pertenencen a distintos momentos, siguiendo a Aldama (y no es que yo coma todos los días con este último, es que no conozco sus iniciales):

    "in the Hispana edition of the first council of Toledo there is mention of a rule of faith against all heresies and especially against Priscillianism which was composed by the bishops of Tarraconensis, Carthaginiensis, Lusitania and Baetica in obedience to the command of Pope Leo I and forwarded to Bishop Balconius of galicia. It is therefore very probable that the Symbol and eighteen anathemas before mentioned, which in the Hispana edition are listed under the first council of Toledo were really drawn up at the meeting of the Spanish bishops in 447, Aldama believes that the attribution of the Symbol and anathemas of this council to the first council of Toledo was due to a mistake by the compiler of the Hispana" (cap. 3)

  7. #7 A.M.Canto 26 de abr. 2007

    He vuelto sobre el completo artículo que ya cité (23/04/2007 9:40:15) de J. Vilella, que puede ser muy importante para dilucidar esta cuestión, que parece que sí es citada por Hidacio, aunque de forma algo críptica. Transcribo lo más importante:
    p. 465:
    Pontificado de León Magno.
    [...]
    p. 470
    León encarga además a Toribio la celebración, en el lugar que se considere oportuno, de un concilio (episcopale concilium) en la Gallaecia (inter uos), al que también deben asistir obispos de las provincias vecinas (uicinarum prouinciarum conueniant sacerdotes), a fin de tratar las cuestiones expuestas por Toribio a León y de excomulgar a los obispos que no quisieran condenar el priscilianismo (nefandissimam sectam)96. Toribio recibe también, a través de Pervinco97, cartas de León dirigidas a los obispos de las provincias Tarraconensis, Carthaginensis, Lusitania y Gallaecia, cartas que Toribio debe hacer llegar a estos obispos para la realización del mencionado concilio (concilium synodi generalis)98. En caso de no poderse realizar este concilio general (generale concilium), Toribio es comisionado por León para la reunión, por lo menos, de un concilio galaico (prouinciali conuentu) que debe convocar conjuntamente con Hidacio y Coeponio99.

    Según las actas del concilio I de Braga, Toribio es el comisionado (notarium) que transmite los escritos de León Magno (scripta sua) contra los priscilianistas al concilio de la Gallaecia100, concilio al que podría aludir el Chronicon de Hidacio cuando indica que, en el año 447, el documento (disputatio) de León fue aprobado hipócritamente (subdolo probatur arbitrio) por algunos galaicos101.

    96 León I, Ep., 15, 17, 6, Vollmann, p. 136-137,1. 355-362.
    97 Hidacio, Chron., a. 447, 135, SCh 218, p. 140. Parecen corresponder a las cartas mencionadas por el propio León los escritos (scripta) contra los priscilianistas que, según Hidacio, envía León a los obispos hispanos a través de Pervinco. Ver n. 98. 98 León I, Ep., 15, 17, 11-12, Vollmann, p. 137-138, 1. 378-382; Hidacio, Chron., a. 447, 135, SCh 218, p. 140. Cf. Conc. Brac. I (561), Barlow, p. 106, 1. 14-21.
    99 León I, Ep., 15, 17, 13, Vollmann, p. 138. Parece que no tuvo lugar, en galicia, la celebración de un concilio interprovincial y sí, en cambio, la realización de dos concilios, uno exclusivamente galaico y otro al que asisten obispos no galaicos –con inclusión de obispos de la Bética, provincia no mencionada en la carta de León -: Conc. Brac. I (561), Barlow, p. 106, 1. 9-21. Ver n. 11, 100 y l0l.
    100 Conc. Brac. I (561), ibid., p. 106, 1. 11-14.
    101 Hidacio, Chron., a. 447, 135, SCh 218, p. 140.

    Fuente: J. VILELLA, «La correspondencia entre los obispos hispanos y el papado durante el siglo V», Studia Ephemeridis Augustinianum 46 (1994), pp. 457-480, consultable en: http://www.ub.es/grat/grat17.htm

    Por otro lado, he ido a ver lo que pone el I Concilio Bracarense, y parece comprobarse, pero sin indicar el sitio:

    [...]Credo autem vestrae beatitudinis fraternitatem nosse quia, eo tempore quo in his regionibus nefandissima Priscillianae sectae venena serpebant, beatissimus papa urbis Romae Leo, qui quadragesimus fere exstitit apostoli Petri successor, per Turibium notarium sedis suae ad synodum Galliciae contra impiam Priscilliani sectam scripta sua direxit. Cuius etiam praecepta Tarraconenses et Carthaginienses episcopi, Lusitani quoque et Baetici, facto inter se concilio, regulam fidei contra Priscillianam haeresem cum aliquibus capitulis conscribentes ad Balconium, tunc huius Bracarensis ecclesiae praesulem direxerunt. Unde quia et ipsum praescriptae fidei exemplar cum suis capitulis prae manibus hic habemus, pro instructione ignorantium, si vestrae placet reverentiae, recitetur.

    http://www.fh-augsburg.de/~%20harsch/Chronologia/Lspost06/MartinusBraga/mar_con1.html
    Saludos.

  8. #8 El Brujo Redivivo 26 de abr. 2007

    Algunas cuestiones sobre las fuentes, siempre con prudencia:

    Del texto del I Concilio de Toledo hay dos versiones. Pero no por las razones que dice Perola, sino que una de ellas es la canónica, la que recoge la Hispana (que es la que transcribe Perola), y una segunda que supongo debe ser considerada apócrifa pues procede de la compilación llamada Pseudoisidoriana (que es la que transcribe A.M. Canto).

    Aunque ambas, lógicamente, son parecidas, presentan divergencias que afectan al contenido en diferentes aspectos. Por ejemplo:

    - La Hispana dice "Convenientibus episcopis in ecclesia Toleto id est Patruinus, Marcellus, Afrodisius, Alacianus, Iucundus, Severus, Leonas, Ilarius, Olimpius, Florus [Orticius, Asturius, Lampius, Serenus], Leporius, Eustotius, Aurelianus, Lampadius Exuperantius de Gallecia, Lucensis conventus, municipius Celenis, omnes decem et novem."

    - La Pseudoisidoriana reza "Convenientibus episcopis in ecclesia Toleto, id est, Patronus, Marcellus, Alicianus, Afrodosius [g], Iocundus, Olimpius, Severus, Articius, Leonas, Asturius, Helarius, Lampius, Serenus, Florus, Leporius, Eustochius, Aurelianus, Lampadius, Exsuperantius, de Gallia Lucentius, is conventus municipii Celenis actus est, omnes decem et novem."

    Hasta ahora, y en tanto Perola no nos ponga (o al menos precise) las fuentes en las que se basa, es decir, esas "Lecciones del oficio litúrgico de Santo Toribio. 447" en las que se dice, según Perola, que "el concilio de Gallaecia, cuya organización le fue encomendada al papa León se celebró en municipio celinense", hemos de considerar, con los datos que se han barajado públicamente hasta ahora, que la mención a la celebración de un concilio en Celenis parece proceder de la versión de la Pseudoisidoriana, mientras que la Hispana no dice nada al respecto. De hecho, la frase que se cita para defender el concilio de Celenis es muy similar a la de la pseudoisidoriana sin más que cambiar un "is" por un "hic". Ni el "is", ni el "hic" ni el "actus est" aparecen en la Hispana. La conclusión provisional, en tanto no aparezcan fuentes más fiables o más claras, es que lo de Celenis es producto de una mala lectura (o de una deturpación voluntaria, que parece afectar a la Pseudoisidoriana) de las Actas del I Concilio de Toledo, aderezada con buenas dosis de wishful thinking de algunos historiadores (o así).

    La segunda divergencia que me parece importante está en el texto que transcriben, de ambas fuentes, Perola y A.M. Canto, y se refiere a la debatida celebración (o no) del concilio de 447, haya sido su sede la que haya sido:

    - Pseudoisidoriana: "Incipit regula fidei catholicae contra omnes hereses, quam maxime contra priscillianistas, episcopi Terraconenses Carthaginenses, Lusitani et Betici fecerunt, ex praecepto papę Urbis Leonis, et ad Balconium episcopum Galliciae transmiserunt. Ipsi etiam et superscripta viginti canonum capitula statuerunt in concilio Toletano."

    - Hispana: "Incipiunt regulae fidei catholicae contra omnes haereses et quam maxime contra Priscillianos, quam episcopi Terraconenses, Kartaginenses, Lusitani et Baetici fecerunt, et cum praecepto papae urbis Leonis ad Balconium episcopum Galliciae transmiserunt. Ipsi etiam et supra scribta viginti canonum capitula statuerunt in concilio Toletano."

    Mientras la Pseudoisidoriana nos dice que el concilio se celebró por orden del Papa, la Hispana no nos dice eso, sino que la Regla de Fe fue remitida a Balconio junto con la orden del Papa, lo que no parece ser lo mismo. Si hacemos caso a la Pseudoisidoriana, está claro que la orden del Papa fue cumplida, hubo concilio y no hay más que hablar, que diría Fraga. Pero la Hispana, más fiable, no aclara el asunto; simplemente sabemos que hay una Regla de Fe, redactada en una reunión de obispos, y que dicha regla, junto con la orden del Papa, se transmite a Balconio. En el primer caso parece claro que dicha reunión se hizo por orden del Papa; en el segundo no tenemos ni idea de cuándo ni dónde se hizo (con los solos datos que los del texto podría ser incluso el I Concilio de Toledo), por lo que nos quedamos, cual kallaekos abrazadores de piedrolitos, en bragas.

    Permítaseme señalar lo que me parece una contradicción. En ambas versiones, Pseudoisidoriana e Hispana, se dice que los obispos reunidos procedían de la Tarraconense, la Cartaginense, la Lusitania y la Bética. Sin embargo, la orden del Papa León a Toribio no fue esa, sino que "le encarga la realización -en el lugar de la Gallaecia que se considere oportuno- de un concilio general (generale concilium) al que, según indica León, deben asistir igualmente los obispos de las provincias vecinas", según señala Vilela, insistiendo más adelante en el mismo sentido: "Toribio recibe cartas del pontífice dirigidas a los obispos de las provincias Tarraconensis, Carthaginiensis, Lusitania y Gallaecia, cartas que -según le indica León- debe hacer llegar a estos obispos" (1). Siendo que el Papa era consciente de la enorme dificultad, casi imposibilidad dadas las circunstancias políticas, de reunir a los obispos de las provincias vecinas, lo que le lleva a "convalidar" ese concilio general por otro provincial, no parece muy sensato dar sin más por bueno que la reunión general tuvo lugar, no sólo con los convocados, sino con los obispos béticos "a mayores", que asisten voluntariamente a galicia a pesar de que habían cortado las relaciones con los galaicos desde el Concilio de 400. Un concilio este último (el I de Toledo) en el que sí asistieron (o eso entiendo, corríjaseme si no es así) obispos de las cuatro provincias mencionadas, por lo que tal vez pueda ser la reunión de la que se habla.

    Y una coña final que supongo menor, aunque a saber: en ambas versiones se habla de veinte cánones que están escritos más arriba. Pues muy bien, pero resulta que más arriba no hay ningún canon, y más abajo hay dieciocho, no veinte.

    Como resumen: el asunto sigue sin estar claro. Apuntes finales de resumen:

    - Las actas del Concilio I de Toledo son un pastiche un tanto chapucerillo. Cuando menos la introducción de la Regla de Fe es un texto posterior (pues cita al Papa León), y posiblemente lo sea también la Regla misma. Por otra parte se habla de 20 cánones arriba, y lo que hay son 18 cánones abajo.

    - Dichas actas no permiten saber cuándo se redactó la Regla (a no ser que establezcamos la prevalencia de la versión Pseudohisidoriana sobre la Hispana, lo que no parece aconsejable).

    - Dicen que la Regla se redactó en una reunión de obispos de todas las provincias, lo que aconseja descartar que se trate del Concilio encargado por León, en el que la Bética no estaba convocada.

    - La frase "Hic conventus Municipiis actus est", único apoyo hasta ahora (y a falta de mejores fuentes) de la hipótesis de la celebración de un concilio en Aquis Celenis, tiene todas las rifas para ser considerada una corrupción o deturpación de la muy similar de la Pseudoisidoriana "is conventus municipii Celenis actus est, la cual parece ser a su vez corrupción o deturpación de la Hispánica, en la cual Celenis aparece citada exclusivamente como sede del episcopado de Exuperancio.

    --------------
    (1) http://www.ub.es/grat/grat25.htm

  9. #9 delcampo 06 de mayo de 2007

    Estoy con F.. el Priscilianismo no se circunscribe a la galicia actual (porque no sé qué se entendía por Gallaecia en la tardorromanidad y con los suevos-visigodos), ni los Concilios Toledanos de los siglos VI, VII y VIII hablan de cristianizar exclusivamente esta zona. De hecho, a la vista de lo que se conoce de la cristianización de los lugares paganos de culto, parece que una gran parte de la Hispania rural estaba por cristianizar. Y cada una de ella se cristianizó a su manera y asu rtimo. Te puedo asegurar que hay zonas en la meseta sur con un índice de paganización muy notable antes de la llegada de los musulmanes, y si cierras los ojos, no los diferenciarias de los gallegos o de la zona occidental en general.

    El yacimiento de Cuenca que estoy estudiando en estos momentos, es el área religiosa pagana más extensa de esta península, y evidentemente que, tal y como decían los concilios toledanos, el culto a las piedras, a las aguas y demás debía de ser muy importante.




  10. #10 pérola 06 de mayo de 2007

    Hola F, no sientas discrepar. No todos pensamos igual, lo cual es normal y lo interesante para el debate.
    No recuerdo haber dicho que prisciliano fuera galaico, creo que dije que lo habían traido a Gallaecia después de muerto. No digo que lo que dices no sea cierto, pero no puedes negarme tampoco que el priscilanismo se extendió o se manifestó intensamente en Gallaecia. Lo de Celenis os parece una cuestión baladí?.
    El mayor follón priscilianista fué en Roma y luego en Tréveris, cuando le cortaron la cabeza, digo yo?
    El paganismo existe en muchas partes y en diferentes cantidades en el imperio, pero en Gallaecia también, y las fuentes lo dicen así.

    En el año 396 se convoca un Concilio en Toledo en el que los seguidores de Prisciliano abjuran de sus ideas y declaran haber abandonado los errores de la secta, pero la constatación de la pervivencia de costumbres priscilianistas (consagración de la eucaristía con leche y uvas, ayuno, la presencia de clérigos con el pelo largo...) obliga a la celebración de un nuevo concilio en Toletum en el año 400[14].

    En este sínodo se asegura que once de los doce obispos de la Gallaecia eran priscilianistas.



    Prisciliano y galicia.

    La falta de claridad sobre la personalidad de Prisciliano afecta también a uno de los datos que sobre ella se suele dar como más seguro: su condición de gallego. En ella se han basado muchos para explotar su figura como una gloria nacional víctima de su rebeldía contra el poder. Sin embargo ni es seguro, ni siquiera probable que fuese gallego. Cierto que Próspero de Aquitania lo presenta como Princilianus epíscopus ex Gallætia (Cronicón, pars secunda), poco puede decir esto a los gallegos de hoy si sabemos que nuestra galicia es una mínima parte del territorio de la Gallætia romana. Desde la creación de Diocleciano, galicia llegaba hasta el actual Euzkadi, comprendiendo pues Cantabria, Burgos, Palencia, Valladolid, hasta la Cordillera Ibérica y Somosierra. Limitaba por el Sur por los ríos Eresma y Duero. De hecho la vida conocida de Prisciliano discurrió en el Sur, fue Obispo de Avila y probablemente jamás pisó el territorio actual de galicia.

    http://www.archicompostela.org/publicaciones/Articulos/Prisciliano%20y%20Sant.htm

    No creo haber hablado ni de galicia ni de si era gallego. Hablé de Callaecia.


    Gianini vías atlánticas no viene en el Itinerario de Antonino. Y esa teoría no soporta ni la menor crítica. ¿Te la desmenuzo?. No creo que haga falta. Sabes de sobra mis argumentos.

    Saludos


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