Autor: guillen
viernes, 09 de marzo de 2007
Sección: Artículos generales
Información publicada por: guillen


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Atila y la batalla de los campos Cataláunicos

Trata de la vida de Atila y de la mas grande de sus batallas.
Y si os interesa el tema escribid y preguntad lo que no sepáis que alguno de estos druidas sabe mucho sobre roma



Atila y los hunos

Los hunos europeos parecen haber sido una rama occidental de los hsiung-nu, grupo proto-mongol o proto-túrquico de tribus nómadas del noreste de China y del Asia Central. Estos pueblos lograron superar militarmente a sus rivales (muchos de ellos de refinada cultura y civilización) por su predisposición para la guerra, su asombrosa movilidad y sus armas específicas, tales como el arco huno.

Atila nació en torno al año 406. La suposición de que a temprana edad era ya un jefe capaz y un avezado guerrero es razonable pero no existe forma de constatarla.

Otro de los nombres con los que se lo conocía era el de "Azote de Dios", debido a su gran poder de conquista. tras la muerte de su padre Atila se encuentra con su tio y decide acompañarlo para aprender el arte de la guerra.

El trono compartido.

Hacia el 432, los hunos se unificaron bajo el rey Rua o Rugila. En el 434 murió Rua, dejando a sus sobrinos Atila y Bleda, hijos de su hermano Mundzuk, al mando de todas las tribus hunas. En aquel momento los hunos se encontraban en plena negociación con los embajadores de Teodosio II acerca de la entrega de varias tribus renegadas que se habían refugiado en el seno del imperio de Oriente. Al año siguiente, Atila y Bleda tuvieron un encuentro con la legación imperial en Margus (actualmente Pozarevac) y, sentados todos en la grupa de los caballos a la manera huna, negociaron un tratado. Los romanos acordaron no sólo devolver las tribus fugitivas (que habían sido un auxilio más que bienvenido contra los vándalos), sino también duplicar el tributo anteriormente pagado por el imperio, de 350 libras romanas de oro (casi 115 kg), abrir los mercados a los comerciantes hunos y pagar un rescate de ocho sólidos por cada romano prisionero de los hunos. Éstos, satisfechos con el tratado, levantaron sus campamentos y partieron hacia el interior del continente, tal vez con el propósito de consolidar y fortalecer su imperio. Teodosio utilizó esta oportunidad para reforzar los muros de Constantinopla, construyendo las primeras murallas marítimas de la ciudad, y para levantar líneas defensivas en la frontera a lo largo del Danubio.
El imperio huno se extendía desde las estepas de Asia Central hasta la actual Alemania, y desde el Danubio hasta el Báltico
El imperio huno se extendía desde las estepas de Asia Central hasta la actual Alemania, y desde el Danubio hasta el Báltico

Los hunos permanecieron fuera de la vista de los romanos durante los siguientes cinco años. Durante este tiempo llevaron a cabo una invasión de Persia. Sin embargo, una contraofensiva persa en Armenia concluyó con la derrota de Atila y Bleda, quienes renunciaron a sus planes de conquista. En el 440 reaparecieron en las fronteras del imperio oriental, atacando a los mercaderes de la ribera norte del Danubio, a los que protegía el tratado vigente. Atila y Bleda amenazaron con la guerra abierta, sosteniendo que los romanos habían faltado a sus compromisos y que el obispo de Margus (cercana a la actual Belgrado) había cruzado el Danubio para saquear y profanar las tumbas reales hunas de la orilla norte del Danubio. Cruzaron entonces este río y arrasaron las ciudades y fuertes ilirios a lo largo de la ribera, entre ellas –según Prisco– Viminacium, que era una ciudad de los Moesios en Iliria. Su avance comenzó en Margus, ya que cuando los romanos debatieron la posibilidad de entregar al obispo acusado de profanación, éste huyó en secreto a los bárbaros y les entregó la ciudad.

Teodosio había desguarnecido las defensas ribereñas como consecuencia de la captura de Cartago por el vándalo Geiserico en el 440 y la invasión de Armenia por el sasánida Yazdegerd II en el 441. Esto dejó Atila y Bleda el camino abierto a través de Iliria y los Balcanes, que se apresuraron a invadir en el mismo 441. El ejército huno, habiendo saqueado Margus y Viminacium, tomó Sigindunum (la moderna Belgrado) y Sirmium antes de detener las operaciones. Siguió entonces una tregua a lo largo del 442, momento que aprovechó Teodosio para traer sus tropas del Norte de África y disponer una gran emisión de moneda para financiar la guerra contra los hunos. Hechos estos preparativos, consideró que podía permitirse rechazar las exigencias de los reyes bárbaros.

La respuesta de Atila y Bleda fue retomar la campaña (443). Golpeando a lo largo del Danubio, tomaron los centros militares de Ratiara y sitiaron con éxito Naissus (actual Nis) mediante el empleo de arietes y torres de asalto rodantes (sofisticaciones militares novedosas entre los hunos). Más tarde, presionando a lo largo del Nisava tomaron Serdica (Sofía), Filípolis (Plovdiv) y Arcadiópolis. Enfrentaron y destruyeron tropas romanas en las afueras de Constantinopla y sólo se detuvieron por la falta del adecuado material de asedio capaz de abrir brecha en las ciclópeas murallas de la ciudad. Teodosio admitió la derrota y envió al cortesano Anatolio para que negociara los términos de la paz, que fueron más rigurosos que en el anterior tratado: el emperador acordó entregar más de 6.000 libras romanas (unos 1.963 kg) de oro como indemnización por haber faltado a los términos del pacto; el tributo anual se triplicó, alcanzando la cantidad de 2.100 libras romanas (unos 687 kg) de oro; y el rescate por cada romano prisionero pasaba a ser de 12 sólidos.

Satisfechos durante un tiempo sus deseos, los reyes hunos se retiraron al interior de su imperio. De acuerdo con Jordanes (quien sigue a Prisco), en algún momento del periodo de calma que siguió a la retirada de los hunos desde Bizancio (probablemente en torno al 445), Bleda murió y Atila quedó como único rey. Existe abundante especulación histórica sobre si Atila asesinó a su hermano o si Bleda murió por otras causas. En todo caso, Atila era ahora el señor indiscutido de los hunos y nuevamente se volvió hacia el imperio oriental.

Rey único.

Tras la partida de los hunos, Constantinopla sufrió graves desastres, tanto naturales como causados por el hombre: sangrientos disturbios entre aficionados a las carreras de carros del Hipódromo; epidemias en el 445 y 446, la segunda a continuación de una hambruna; y toda una serie de terremotos que duró cuatro meses, derruyó buena parte de las murallas y mató a miles de personas, ocasionando una nueva epidemia. Este último golpe tuvo lugar en el 447, justo cuando Atila, habiendo consolidado su poder, partió de nuevo hacia el sur, entrando en el imperio a través de Moesia. El ejército romano, bajo el mando del magister militum godo Arnegisclo, le hizo frente en el río Vid y fue vencido aunque no sin antes ocasionar graves pérdidas al enemigo. Los hunos quedaron sin oposición y se dedicaron al pillaje a lo largo de los Balcanes, llegando incluso hasta las Termópilas. Constantinopla misma se salvó gracias a la intervención del prefecto Flavio Constantino, quien organizó brigadas ciudadanas para la reconstrucción de las murallas dañadas por los sísmos (y, en algunos lugares, para construir una nueva línea de fortificación delante de la antigua).

Ha llegado hasta nosotros un relato de la invasión:

La nación bárbara de los hunos, que habitaba en Tracia, llegó a ser tan grande que más de cien ciudades fueron capturadas y Constantinopla llegó casi a estar en peligro y la mayoría de los hombres huyeron de ella (…) Y hubo tantos asesinatos y derramamientos de sangre que no se podía contar a los muertos. ¡Ay, que incluso capturaron iglesias y monasterios y degollaron a monjes y doncellas en gran número!

Callínico, Vida de San Hipatio

Atila reclamó como condición para la paz que los romanos continuaran pagando un tributo en oro y que evacuaran una franja de tierra cuya anchura iba de las trescientas millas hacia el este desde Sigindunum hasta las cien millas al sur del Danubio. Las negociaciones continuaron entre romanos y hunos durante aproximadamente tres años. El historiador Prisco fue enviado como embajador al campamento de Atila en el 448. Los fragmentos de sus informes, conservados por Jordanes, nos ofrecen una gráfica descripción de Atila entres sus numerosas esposas, su bufón escita y su enano moro, impasible y sin joyas en medio del esplendor de sus cortesanos:
“La Fiesta de Atila”, cuadro del pintor húngaro Mór Than. Se basa en el fragmento de Prisco, al que representa de blanco en la parte derecha, sosteniendo su libro de historia.
“La Fiesta de Atila”, cuadro del pintor húngaro Mór Than. Se basa en el fragmento de Prisco, al que representa de blanco en la parte derecha, sosteniendo su libro de historia.

Se había preparado una lujosa comida, servida en vajilla de plata, para nosotros y nuestros bárbaros huéspedes, pero Atila no comió más que carne en un plato de madera. En todo lo demás se mostró también templado; su copa era de madera, mientras que al resto de nuestros huéspedes se les ofrecían cálices de oro y plata. Su vestido, igualmente, era muy simple, alardeando sólo de limpieza. La espada que llevaba al costado, los lazos de sus zapatos escitas y la brida de su caballo carecían de adornos, a diferencia de los otros escitas, que llevaban oro o gemas o cualquier otra cosa preciosa.

Durante estos tres años, de acuerdo con una leyenda recogida por Jordanes, Atila descubrió la “Espada de Marte”:

Dice el historiador Prisco que fue descubierta en las siguientes circunstancias: Cierto pastor descubrió que un ternero de su rebaño cojeaba y no fue capaz de encontrar la causa de la herida. Siguió ansiosamente el rastro de la sangre y halló al cabo una espada con la que el animal se había herido mientras pastaba en la hierba. La recogió y la llevó directamente a Atila. Éste se deleitó con el regalo y, siendo ambicioso, pensó que se le había destinado a ser señor de todo el mundo y que por medio de la Espada de Marte tenía garantizada la supremacía en todas las guerras.

Jordanes, Origen y gestas de los godos” (XXXV)

Más tarde, los estudiosos identificarían esta leyenda como perteneciente a un patrón de culto a la espada común entre los nómadas de las estepas de Asia Central.

Atila en Occidente

Ya en el 450 había proclamado Atila su intención de atacar al poderoso reino visigodo de Toulouse en alianza con el emperador Valentiniano III. Atila había estado anteriormente en buenas relaciones con el imperio occidental y con su gobernante de facto , Flavio Aecio. Aecio había pasado un breve exilio entre los hunos en el 433, y las tropas que Atila le había proporcionado contra los godos y los burgundios habían contribuido a conseguirle el título –más que nada honorífico– de “magister militum” en occidente. Los regalos y los esfuerzos diplomáticos de Geiserico, que se oponía y temía a los visigodos, pudieron influir también en los planes de Atila.

En cualquier caso, en la primavera del 450, la hermana de Valentiniano, Honoria, a la que contra su voluntad habían prometido con un senador, envió al rey huno una demanda de ayuda juntamente con su anillo. Aunque es probable que Honoria no tuviera intención de proponerle matrimonio, Atila escogió interpretar así su mensaje. Aceptó, pidiéndole como dote la mitad del imperio occidental. Cuando Valentiniano descubrió lo sucedido, sólo la influencia de su madre, Gala Placidia, consiguió que enviara a Honoria al exilio en vez de matarla. Escribió a Atila negando categóricamente la legitimidad de la supuesta oferta de matrimonio. Atila, sin dejarse convencer, envió una embajada a Rávena para proclamar la inocencia de Honoria y la legitimidad de su propuesta de esponsales, así como que él mismo se encargaría de venir a reclamar lo que era suyo por derecho.

Mientras tanto, Teodosio murió a consecuencia de una caída de caballo y su sucesor, Marciano, interrumpió el pago del tributo a finales del 450. Las sucesivas invasiones de los hunos y de otras tribus habían dejado los Balcanes con poco que saquear. El rey de los salios había muerto y la lucha sucesoria entre sus dos hijos condujo a un enfrentamiento entre Atila y Aecio. Atila apoyaba al hijo mayor, mientras que Aecio lo hacía al pequeño. Bury piensa que la intención de Atila al marchar hacia el oeste era la de extender su reino –ya para entonces el más poderoso del continente– hasta la Galia y las costas del Atlántico. Para cuando reunió a todos sus vasallos (gépidos, ostrogodos, rugianos, escirianos, hérulos, turingios, alanos, burgundios, etc.) e inició su marcha hacia el oeste, había ya enviado ofertas de alianza tanto a los visigodos como a los romanos.

En el 451 su llegada a Bélgica con un ejército que Jordanes cifra en medio millón de hombres puso pronto en claro cuáles eran sus verdaderas intenciones. El 7 de abril tomó Metz, obligando a Aecio a ponerse en movimiento para hacerle frente con tropas reclutadas entre los francos, burgundios y celtas. Una embajada de Avitus y el constante avance de Atila hacia el oeste convencieron al rey visigodo, Teodorico I, de aliarse con los romanos. El ejército combinado de ambos llegó a Orleans por delante de Atila, cortando así su avance. Aecio persiguió a los hunos y les dio caza cerca de Châlons-en-Champagne, trabando la batalla de los Campos Cataláunicos, que terminó con la victoria de la alianza godo-romana, aunque Teodorico perdió la vida en el combate. Atila se replegó más allá de sus fronteras y sus aliados se desbandaron.

Invasión de Italia y muerte de Atila
Atila y sus hunos invadiendo Italia
Atila y sus hunos invadiendo Italia

Atila apareció de nuevo en el 452 para exigir su matrimonio con Honoria, invadiendo y saqueando Italia a su paso. Su ejército sometió a pillaje numerosas ciudades y arrasó Aquilea hasta sus cimientos. Valentiniano huyó de Rávena a Roma. Aecio permaneció en campaña, pero sin potencia militar suficiente para presentar batalla

Finalmente, Atila se detuvo en el Po, a donde acudió una embajada formada, entre otros, por el prefecto Trigecio, el cónsul Avieno y el papa León I. Tras el encuentro inició la retirada sin reclamar ya ni su matrimonio con Honoria ni los territorios que deseaba.

Se han ofrecido muchas explicaciones para este hecho. Puede que las epidemias y hambrunas que coincidieron con su invasión debilitaran su ejército, o que las tropas que Marciano envió al otro lado del Danubio le forzaran a regresar, o quizá ambas cosas. Prisco cuenta que un temor supersticioso al destino de Alarico, que murió poco después del saqueo de Roma en el 410, hizo detenerse a los hunos. Próspero de Aquitania afirma que el papa León, ayudado por San Pedro y San Pablo, le convenció para que se retirara de la ciudad. Seguramente la indudable personalidad de San León Magno tuvo más que ver con la retirada de Atila que la entrega a éste de una gran cantidad de oro, como suponen algunos autores, dado que tenía ya al alcance de su mano la plena posesión de la fuente de la que ese oro manaba.
El encuentro de San León Magno y Atila”, de Rafael, en el que se puede ver a San Pedro y San Pablo apoyando al papa desde lo alto en su encuentro con el rey huno.
El encuentro de San León Magno y Atila”, de Rafael, en el que se puede ver a San Pedro y San Pablo apoyando al papa desde lo alto en su encuentro con el rey huno.

Cualesquiera que fuesen sus razones, Atila dejó Italia y regresó a su palacio más allá del Danubio. Desde allí planeó atacar nuevamente Constantinopla y exigir el tributo que Marciano había dejado de pagar. Pero la muerte le sorprendió a comienzos del 453. El relato de Prisco dice que cierta noche, tras los festejos de celebración de su última boda (con una goda llamada Ildico), sufrió una grave hemorragia nasal que le ocasionó la muerte. Sus soldados, al descubrir su fallecimiento, le lloraron cortándose el pelo e hiriéndose con las espadas, pues –como señala Jordanes– “el más grande de todos los guerreros no había de ser llorado con lamentos de mujer ni con lágrimas, sino con sangre de hombres” . Lo enterraron en un triple sarcófago –de oro, plata y hierro– junto con el botín de sus conquistas, y los que participaron en el funeral fueron ejecutados para mantener secreto el lugar de enterramiento. Tras de su muerte, siguió viviendo como figura legendaria: los personajes de Etzel en el Cantar de los Nibelungos y de Atli en la Saga de los Volsung y la Edda poética se inspiran vagamente en su figura.

Otra versión de su muerte es la que nos ofrece, ochenta años después del suceso, el cronista romano Conde Marcelino: “Atila, rey de los hunos y saqueador de las provincias de Europa, fue atravesado por la mano y la daga de su mujer”. También la Saga de los Volsung y la Edda poética sostienen que el rey Atli (Atila) murió a manos de su mujer Gudrun, pero la mayoría de los estudiosos rechazan estos relatos como puras fantasías románticas y prefieren la versión dada por Prisco, contemporáneo de Atila. Siendo este el fin de 8 años que duro las invasiones de los hunos, los bárbaros que hicieron retroceder y extinguirse a Roma, el Imperio Romano de Occidente que lo único que quedaba prácticamente era Roma fue terminada y destruida por los vándalos, otro pueblo bárbaros.

Sus hijos Ellak (al que había designado heredero), Dengizik y Ernak lucharon por la sucesión y, divididos, fueron vencidos y desperdigados el año siguiente en la batalla de Nedao por una coalición de pueblos diversos (ostrogodos, hérulos, gépidos, etc). Su imperio no sobrevivió a Atila.

hunos, y en el que se habían establecido, como del tamaño de una ciudad grande, con sólidos muros de madera. Al propio Atila lo retrata así:

Corto de estatura, de ancho pecho y cabeza grande; sus ojos eran pequeños, su barba fina y salpicada de canas; y tenía la nariz chata y la tez morena, mostrando la evidencia de su origen”.

La apariencia física de Atila debía ser, muy probablemente, la de alguien del Extremo Oriente o del tipo mongol, o quizá una mezcla de este tipo y del de los pueblos túrquicos de Asia Central. En realidad, seguramente mostraba rasgos del oriente asiático, que los europeos no estaban acostumbrados a ver, y por eso lo describieron con frecuencia en términos poco elogiosos.

Atila es conocido en la historia y la tradición occidentales como el inflexible “Azote de Dios”, y su nombre ha pasado a ser sinónimo de crueldad y barbarie. Algo de esto ha podido surgir de la fusión de sus rasgos, en la imaginación popular, con los de los posteriores señores esteparios de la guerra, como Gengis Kan y Tamerlán: todos ellos comparten la misma fama de crueles, inteligentes, sanguinarios y amantes de la batalla y el pillaje. La realidad sobre sus caracteres respectivos puede ser más compleja. Los hunos del tiempo de Atila se habían relacionado durante algún tiempo con la civilización romana, particularmente a través de los aliados germanos (foederati) de la frontera, de modo que cuando Teodosio envió su embajada del 448, Prisco pudo identificar como lenguas comunes en la horda el huno, el gótico y el latín. Cuenta también Prisco su encuentro con un romano occidental cautivo, que había asimilado tan completamente la forma de vida de los hunos que no tenía ningún deseo de volver a su país de origen. Y la descripción del historiador bizantino de la humildad y sencillez de Atila no ofrece dudas sobre la admiración que le causa. Asimismo, está claro de los relatos del mismo Prisco, que Atila no sólo hablaba perfectamente el latín, sino que sabía escribirlo; además hablaba griego y otros idiomas, por lo que muy probablemente se trató de un hombre de gran cultura para los cánones de la época.

El contexto histórico de la vida de Atila tuvo gran trascendencia a la hora de configurar su posterior imagen pública: En los años de la decadencia del Imperio occidental, tanto sus conflictos con Aecio (conocido a menudo como “el último romano”) como lo ajeno de su cultura contribuyeron a cubrirlo con la máscara de bárbaro feroz y enemigo de la civilización con la que ha sido reflejado en un sinnúmero de películas y otras manifestaciones artísticas. Los poemas épicos germanos en los que aparece nos ofrecen un retrato más matizado: es tanto un aliado noble y generoso –el Etzel del Cantar de los Nibelungos– como cruel y rapaz –Atli, en la Saga de los Volsung y en la Edda poética–. Algunas historias nacionales, sin embargo, le retratan siempre bajo una luz favorable. En Hungría y Turquía los nombres de Atila y su última mujer, Ildico, siguen siendo populares actualmente. De forma parecida, el escritor húngaro Geza Gardonyi, en su novela A láthatatlan ember (publicada en español con el título de El esclavo de Atila ), ofrece una imagen positiva del rey huno, describiéndolo como un jefe sabio y querido.

Se ha clasificado a Atila como un "bárbaro" sin darse cuenta de que lo romanos llamaban así a cualquier pueblo que no fuera romano o romanizado, sin importar su grado de cultura ni su estado de civilización. Hay que tener en cuenta, a la hora de formarse una idea correcta del personaje, que lo relatos que nos han llegado son todos de pluma de sus enemigos, por lo que es imprescindible un adecuado expurgo de los mismos.

Aparte de esto, no es improbable que el jefe de una nación guerrera (un jefe inteligente) sopesara la ventaja propagandística de ser considerado por sus enemigos "el Azote de Dios", y que debido a ello fomentara esa imagen entre ellos.

El nombre de Atila podría significar “Padrecito”, del gótico “atta” (padre), con el sufijo diminutivo “-la”, ya que sabemos que muchos godos sirvieron en sus ejércitos. Podría ser también una forma pre-turca, de origen altaico (compárese con Ataturk y con Alma-Ata, la actual Almaty). Es muy posible que provenga de “atta” (padre) y de “il” (tierra, país), con el sentido de “tierra paterna” o “madre patria”. Atil era también el nombre altaico del actual Volga, río que tal vez dio su nombre a Atila.

La herencia de Atila

Los Hunos están intentando en la actualidad lograr su reconocimiento como minoría étnica en Hungría. Más de 100.000 hunos descendientes del Azote de Dios podrían vivir hoy entre Hungría y sus países vecinos. A pesar de su gran fama, poco se sabe del fin de este pueblo que atravesó 10.000 km hasta llegar desde Mongolia a Hungria. La hipotesis más razonable parece ser que la desintegración del imperio de los hunos a la muerte de Atila, y las enfermedades europeas(para un pueblo de la estepa asiatica con un sistema inmunologico muy diferente) dividieron y diezmaron a la población, que se fue mezclando por diferentes regiones, principalmente en Hungria y Rumania. No parece muy logico, que tras 100 años de asentamiento en Europa, ese pueblo desapareciera por completo, o volviera a rehacer el camino a la actual Mongolia.


Los Hunos están intentando en la actualidad lograr su reconocimiento como minoría étnica en Hungría. Más de 100.000 hunos descendientes del Azote de Dios podrían vivir hoy entre Hungría y sus países vecinos. A pesar de su gran fama, poco se sabe del fin de este pueblo que atravesó 10.000 km hasta llegar desde Mongolia a Hungria. La hipotesis más razonable parece ser que la desintegración del imperio de los hunos a la muerte de Atila, y las enfermedades europeas(para un pueblo de la estepa asiatica con un sistema inmunologico muy diferente) dividieron y diezmaron a la población, que se fue mezclando por diferentes regiones, principalmente en Hungria y Rumania. No parece muy logico, que tras 100 años de asentamiento en Europa, ese pueblo desapareciera por completo, o volviera a rehacer el camino a la actual Mongolia.



La batalla de los campos catalaunicos

El lugar donde se piensa que tuvo lugar la batalla fue en algún descampado en la margen izquierda del río Marne, cerca de la ciudad de Châlons, actualmente en el norte francés, aunque se desconoce la ubicación exacta. El enfrentamiento tuvo lugar durante los últimos días del mes de junio del año 451.

El ejército de Atila había invadido las Galias con la excusa de reclamar la mitad del Imperio Romano de Occidente como dote por su pretendido matrimonio con Honoria, hermana del emperador occidental Valentiniano III.

Después de arrasar todo el norte de la Galia y asediar Orleans, Atila salió al encuentro del ejército enemigo para no verse sorprendido y acorralado frente a las murallas de la ciudad. Decidió enfrentarse a los romanos y sus aliados en campo abierto. Formaban sus tropas toda suerte de pueblos germanos aliados y vasallos, desde los Urales hasta el Rin, de entre los que destacaban los ostrogodos, o godos orientales.

El ejército romano estaba comandado por el "magister militum" Flavio Aecio, apodado por los historiadores como «el último de los romanos», por sus denodados esfuerzos por defender un Imperio Occidental que se derrumbaba a pasos agigantados. Era éste un semibárbaro que de niño se había criado entre los hunos y otros bárbaros, y que por ello conocía bien sus costumbres y su modo de obrar. Las virtudes como diplomático y hábil negociador de Aecio no eran menos que las que tenía como militar, así que logró convencer a Teodorico, rey de los visigodos asentados en la Aquitania como "foederati" de la necesidad de una alianza para hacer frente a la invasión huna, que también ponía en peligro el llamado reino visigodo de Tolosa. Teodorico titubeó pero finalmente decidió aliarse con Aecio, y esto animó a otros pueblos germanos asentados en la Galia a unirse a los romanos.

Finalmente, aquel día de junio del 451 se encontraron en la llanura de Chalons los dos ejércitos. Los historiadores de la época hablan de un total entre ambos bandos que superaba el medio millón de hombres, pero esta cifra es seguramente exagerada y habría que reducirla a más de la mitad. En cualquier caso, prácticamente todas las naciones de Europa se enfrentaron en Chalons, en lo que fue sin duda una de las batallas más grandes e importantes de la Historia: hunos, ostrogodos, alanos, visigodos, francos, romanos... Algunos francos decidieron unirse a los romanos, mientras que otros se unieron a las huestes germanas del rey huno.

Llegado el momento del enfrentamiento, los hunos se situaron en el centro, con sus fieles aliados ostrogodos a la izquierda y el resto de aliados germanos en el flanco derecho, de entre los que destacaban los gépidos. Los romanos por su parte, junto con los francos, lograron situarse sobre una pequeña colina que dominaba la llanura frente al flanco derecho de Atila, y con los visigodos de Teodorico en el flanco derecho; en el centro dispusieron a los alanos, de quienes tanto Aecio como Teodorico no tenían por segura su lealtad, de modo que les resultara difícil traicionarles y abandonar el campo de batalla.

Tras arengar a sus tropas y animarles a pesar de la toma estratégica de la colina por los romanos, el ejército de Atila inició la batalla tiñendo el cielo de negro con sus flechas. Atacó entonces a los alanos en el centro, mientras que los ostrogodos embestían a los visigodos. En un principio Atila obtuvo una gran ventaja al atravesar con facilidad el centro enemigo defendido por los alanos, pero los romanos resistían en sus posiciones en la colina, y Atila dirigió a sus hunos contra los visigodos de Teodorico; éste se batía contra los enemigos en primera línea de combate, gritando sobre su caballo y arengando a sus hombres a seguir combatiendo, cuando por intentar dar muerte a Atila, fue derribado por flechas hunas. Al saberse esto, los visigodos de la retaguardia nombraron inmediatamente a su hijo Turismundo como nuevo rey, y éste prosiguió la batalla lanzando de nuevo a sus hombres contra los ostrogodos, que fueron finalmente rechazados.

Atila se encontraba entonces en una difícil posición, entre los visigodos de Turismundo y los romanos de Aecio; la colina defendida por los romanos había costado un gran número de vidas y a pesar de todo no había sido tomada, y ante la perspectiva de verse rodeado emprendió la huida hacia el círculo de carromatos que protegía su campamento, donde se refugió mientras los hunos no dejaban de disparar flechas desde su interior para defenderlo.La batalla había durado desde el alba hasta el crepúsculo.

Aquí se inicia un momento que entre los historiadores ha creado no pocas especulaciones. El caso es que en lugar de asestar el golpe final a los hunos y a Atila, que ordenó incluso preparar su pira funeraria para evitar ser cogido vivo, Aecio no atacó las posiciones defensivas de Atila y este pudo, más tarde, retirarse más allá de la frontera del Rin. La opinión de Jordanes, historiador de la época que nuestros contemporáneos han hecho suya también, es que Aecio no quería romper el equilibrio de fuerzas existentes y pensó que aplastar a los hunos podría dar alas a los visigodos para expandirse por toda la Galia y amenazar la misma Roma. Pero no hay que olvidar que Jordanes era visigodo.

Es cierto que Aecio había hecho y desecho alianzas con varios pueblos bárbaros (especialmente los hunos) antes de la aparición de Atila, pero no parece claro que pudiese pensar en algún beneficio que reportase el permitir a Atila conservar su ejército (que de hecho al año siguiente invadió Italia), y tampoco podía tener muchos motivos para temer a los visigodos, que hasta entonces se habían asentado pacíficamente en la Aquitania como "foederati". Sí parece más probable que Turismundo, una vez repelido el ataque huno en el que se había visto envuelto, no respetase la alianza con los romanos que su padre fallecido había sellado (al fin y al cabo él no la había firmado, y no tenía por qué estar de acuerdo con él...), y optase por regresar rápidamente a Tolosa para asegurar su puesto en el trono frente a las habituales luchas internas visigodas por el poder (como más adelante se vería). En definitiva, los visigodos abandonaron a sus aliados en pleno campo de batalla, pero esto no podía escribirlo Jordanes. Aecio actuó de la única forma posible, reducidas sus fuerzas a sus propios hombres (una sombra de lo que fueron las legiones de Augusto y Trajano), y con el peligro de sufrir una derrota atacando a un enemigo acorralado que le dejase libres las puertas de la Galia y de toda Italia.

Aecio, Turismundo y Atila abandonaron el campo de batalla de Châlons dejando tras de sí tantos cadáveres (algunos estiman entre veinte y treinta mil), que según los contemporáneos las almas de los muertos siguieron luchando en el lugar durante varias noches y, durante generaciones, los campesinos de la zona siguieron desenterrando huesos y armas mientras labraban la tierra. En cualquier caso, al año siguiente Atila lo intentó de nuevo invadiendo Italia, y sólo la superstición endémica del rey huno unida a la peste y la hambruna que amenazaba su ejército lo detuvo de seguir avanzando hacia Roma (la historia del encuentro entre Atila y el papa León I el Magno fue un hecho circunstancial, posteriormente magnificado por la Iglesia Católica).

La retirada de Atila y su muerte al año siguiente supusieron sendos reveses para la imagen de que gozaba Aecio ante Valentiniano III, que sospechaba que su mejor general tenía aspiraciones al trono imperial. Aecio había apostado desde el principio de la invasión de Italia por una solución militar a pesar de lo reducido de sus fuerzas, pero Valentiniano III prefirió permanecer a la defensiva y resistir desde Roma; con la muerte de Atila en 453, el emperador occidental pensó que la habilidad negociadora y militar de Aecio ya no eran tan necesarias, ahora que había desaparecido el peligro de Atila. Por estas razones, y alentado por las habituales intrigas palaciegas, en el año 454, Valentiniano III lo mandó llamar a palacio, y luego de una intensa discución, él mismo asesinó por sorpresa a Aecio atravesándole con la espada imperial. Al año siguiente, dos antiguos oficiales de Aecio asesinaron al emperador durante un desfile militar, seguramente a instancias del influyente y rico senador romano Petronio Máximo, que aspiraba al trono.

Más tarde, "vengando la muerte del emperador", el vándalo Genserico invadió y saqueó Roma, probablemente llamado a ello por la viuda de Valentiniano. Partió entonces hacia el norte de Africa con un rico botín, que incluía algunos prisioneros ilustres, dejando a la ciudad humillada. Habían pasado seis siglos desde que en tiempos de la Antigua república romana, Cartago hubiese sido destruida hasta los cimientos. Ahora la nueva Cartago vengaba a la antigua.


Sacado de wikipedia

(posible fuente no fiable) xd


Comentarios

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  1. #1 F. 03 de mar. 2007

    ¿Aecio un "semibárbaro"?

    Caballero, le enviaré a mis padrinos. Eliga el lugar y el arma.

    Saludos

  2. #2 guillen 03 de mar. 2007

    jajajaja

  3. #3 F. 03 de mar. 2007

    El artículo en cuestión es bastante correcto, aunque ya iré haciendo algunas precisiones que ayuden a aclarar más el tema.

    La razón por la que Aecio dejó escapar a Atila es. verdaderamente, motivo de debate. Lo razonable es pensar que a Aecio le interesaba que los hunos siguieransiendo una amenaza, porque era la única forma de mantener su alianza con los visigodos. De hecho es esencialemnte incorrecto que se diga que losvisigodos se habían "asentado pacíficamente en la Aquitania como "foederati", más que nada por las dos guerras contra Roma que protagonizó el propio Teodorico I. una en 425 y otra, mucho más dura,larga y peligrosa en 437-439, saldada ésta con una paz en439 ventajosa para los godos. Así que de pacifícos, nada y, de hecho, teodorico I es considerado comoo un rey antirromano que, siempre que tuvo oportunidad, atacó a Roma en un esfuerzo nada disimulado de llegar al Mediterráneo. Pero teodorico no era tonto y supo ver que, si Atila derrotaba a Aecio, el siguiente sería el reino visigodo de Tolosa. En cuanto a Turismundo, probablemente fue el propio Aecio quien le aconsejó que regresara pronto a Tolosa para salvaguardar su trono (al poco lo perdió al ser asesinado por sus hermanos Teodorico y frederico).
    En cuanto a la batalla en sí, sobre la que volveré más adelante, Aecio situó a los alanos en el centro porque los consideraba su contingente menos fiable y tenía la intención de que, cuando cedieran, realizar una maniobra tipo Cannas. Pero los alanos no cedieron tanto como se pensaba (su odio hacia los hunos era mucho; acababan de defender Orlèans con todo éxito).

    Por cierto, Jordanes no era visigodo, sino ostrogodo.

    Saludos

  4. #4 guillen 04 de mar. 2007

    bale pero ¿aecio se crió en un campamento huno o que?
    Saludos

  5. #5 giannini 04 de mar. 2007

    Guillen, se sigue sin abordar la fiabilidad de las fuentes literarias a la hora de tratar estos temas, en los que se precisa de un modo que no deja de sorprenderme, como si fuesen seguras, como si las noticias que aportan estuviesen contrastadas mediante otras fuentes, y como si de las fuentes literarias hubiese dado fe un notario Si no se le otorga la misma fiabilidad a Alfonso X el Sabio, ¿por qué a estas sí?

  6. #6 guillen 04 de mar. 2007

    Todo el mundo se equivoco cierto que no son nada fiables pero ten en cuenta que los historiadores se basan normalmente en las pruebas arqueologuicas o en los relatos y los arqueologos se basan normalmente en pueblos y cosas destruidas y los relatos son novelescos textos que engrandecen a los heroes y ejercitos o los pone verdes.¿de quien fiarnos?
    bueno esto normalmente es asi menos algunos historiadores catalanes que roba la historia aragonesa..

    saludos

  7. #7 giannini 04 de mar. 2007

    ¿De quién fiarnos? De fuentes fiables y contrastadas con otras.

    De los cronicones, de las que proporcionan información no confirmada, mejor no dar tantas precisiones, no vaya a ocurrir que el edificio tenga los cimientos en el aire y se caiga a la primera ráfaga.

  8. #8 guillen 04 de mar. 2007

    Puedes fiarte pero no nunca vas a estar seguro, o esque estamos seguros de cual es el primer homino, yo tengo entendido que no.
    Pues con esto digo que si a Atila le quieres poner como un heroe fiate de relatos que te allluden en tu tarea, si le quieres poner como un sangriento asesino fiate de relatos i cuentos que le pongan a caldo y si quieres aproximarte a la realidad az lo que tu dices que seguramente sera la manera de aproximarse mas exactamente a ella. Digo que en la historia siempre tendremos que hacer suposiciones aunque tengan una base solida.

  9. #9 giannini 04 de mar. 2007

    Ahí está el problema. No todas las bases son igual de sólidas. Unas permiten construir un rascacielos y otras apenas dejan levantar un piso, aunque a veces se levanten castillos en el aire.

    En fin, no sigo que tampoco quiero ejercer de aguafiestas.

  10. #10 guillen 04 de mar. 2007

    Bale pero de aguafiestas nada que eres el unico que le da "caña" a este articulo, ademas eso de las fuentes es interesante..
    Saludos

  11. #11 F. 04 de mar. 2007

    giannini, no sé qué quieres decir con lo de las fuentes. En este caso, al tratarse de un artículo de la wikipedia, no podemos pedirle peras al olmo: es básico, con muchas imprecisiones y, en general, correcto. El tema de las fuentes es otro y te garantizo que yo, al menos, las trato con absoluta seriedad, tanto, que suelen constituir el 70 % de mi trabajo de investigación. Si quereis que disertemos sobre la fiabilidad de las fuentes sobre Atila y la batalla en cuestión, perfecto. Si queréis que disertemos sobre la fiabilidad de las fuentes en general, a lo mejor no es el foro adecuado.

    giannini, tenes toda la razón cuando dices "No todas las bases son igual de sólidas. Unas permiten construir un rascacielos y otras apenas dejan levantar un piso, aunque a veces se levanten castillos en el aire." Es labor delos historiadores precisamente determinar la fiabilidad delas bases y te puedo asegurar que es la base fundamental de la Historia y lleva mucho,pero que mucho trabajo.

    guillen: Aecio fue, efectivamente,rehén en la corte de los hunos donde, presuntamnte, conoció a Atila. Pero era romano de pies a la cabeza.

    Saludos

  12. #12 giannini 04 de mar. 2007

    Por precisiones excesivas, entiendo, por ejemplo esta frase:

    "y, sentados todos en la grupa de los caballos a la manera huna, negociaron un tratado".

    ¿A qué viene esta precisión sobre un asunto que además me parece trivial? Es que a mí leer esto me genera desconfianza y claro, ya tomo con prevención todo lo que sigue.

    Comprendo perfectamente que decidir lo que hay de cierto en los cronicones y lo que es pura fábula, lo que puede ser amaño -intencionado pues- realizado por motivos que se nos escapan, es tarea laboriosa; como también tengo la sensación a veces de que, si sobre un periódo histórico o sobre un tema hay una o dos fuentes, cuyos datos no se pueden rebatir porque no hay otras fuentes para contrastar, o en su localización interviene la suerte, o cuya confirmación mediante otros métodos puede resultar económicamente inviable, los autores presentan conclusiones con una seguridad y una suerte de precisiones que me pasma, no me cuela, pero estoy sobre aviso, y en mi opinión como lector, no se debe precisar tanto, porque eso supone construir castillos en el aire, o eso creo.

    En cualquier caso, vuelvo a pedir disculpas a Guillen porque tal y como dice F., la cuestión metodológica que planteo seguramente está fuera de lugar. Ah, también lo felicito por aceptar las críticas, cosa que dice mucho de su honradez intelectual.

  13. #13 F. 04 de mar. 2007

    Ahora te entiendo, giannini. Vale, pero te repito que es un artículo de la wikipedia y que, a veces, por adornar o hacer más legibles los artículos de divulgación, se incurren en ciertas licencias literarias, además de propagar tópicos históricos que se van repitiendo ad nauseam. No me acaba de gustar la wikipedia y rara vez la consulto.

    Saludos

  14. #14 guillen 04 de mar. 2007

    Te aseguro giannini que de tus criticas e aprendido mas que de la wikipedia. eso de la wikipedia, sabia bastante sobre el tema y me apasiona pero no era suficiente para llenar un articulo no creas que me gusta sacar un articulo de ai, es un modo de enterarse de las cosas aunque a veces no sean de fiar.
    Respecto a lo de las fuentes si me gustaria debatir aqui las fuentes de las que se dispone o de las que se dispuso para elaborar esta informacion.
    Saludos

  15. #15 guillen 04 de mar. 2007

    Por cierto ¿como se pudo recuperar el imperio romano de oriente tan rápidamente del azote huno?

  16. #16 F. 04 de mar. 2007

    Debatamos pues, paisano.

    En principio, la historia del siglo V y, por ende, la de los hunos, tiene dos características principales: su escasa cantidad y su escasa calidad. En cuanto a la cantidad, me refiero en comparación con otras épocas de la historia de Roma, en referencia, no ya la República (la época de César y Cicerón es la mejor documentada de toda la Antigüedad), sino a los siglos III y IV, donde tenemos a Eutropio, Aurelio Víctor, el grandísimo Amiano Marcelino, Casio Dión, Herodiano, la Historia Augusta, o los primeros (e indudablemente, los mejores) cronistas cristianos: Eusebio, Jerónimo y Lactancio. Todo lo anterior queda dicho sólo a modo de rápido inventario, sin intención de ser exhaustivo.

    Pero en el siglo V, no ocurre nada de lo anterior. Aunque hay numerosos cronistas cristianos (Hidacio, Próspero, el mejor de todos, la muy criticable y anónima Crónica Gálica del año 452, la Crónica del año 511) e historiadores eclesiásticos (Evagrio, Sozomeno, Sócrates), los historiadores propiamente dichos son pocos y, para empeorar las cosas, se conservan sólo fragmentos de sus obras. Me refiero a Olimpiodoro y Prisco, fundamentalmente, autor este último de un famosísimo relato de su embajada ante el propio Atila (muy fácil de encontrar en la Red). tenemos también al pagano, y más tardío, Zósimo (cuya obra termina abruptamente en 410), el impagable obispo godo Jordanes, a quien debemos muchas, casi todas, de nuestras noticias sobre Atila y la batalla de Châlons y el griego Procopio, que narra muchos acontecimientos ocurridos en esta época. Por no mencionar a autores más tardíos (Gregorio de Tours, Pablo el Diácono, Beda el Venerable, Casiodoro, Isidoro, el Conde Marcelino, etc.) que recogen hechos acaecidos en el siglo que nos ocupa.

    A lo anterior hay que añdir obras que, sin ser exactamente tratados de historia,sí recogen muchas noticias. es el caso de Orosio (hasta más o menos 417), Salviano de Marsella, Víctor de vita, Agustín (cuya correspondencia y la de sus allegados es fuente de suma importancia), etc.

    En cuanto a la fiabilidad de las fuentes reseñadas, pues unas más que otras, desde luego. Muy fiable,por ejemplo, Olimpiodoro, y muy pococ fiable, por ejemplo, la Crónica Gálica de 452. Por supuesto, se puede desconfiar de todas.

    Saludos

  17. #17 guillen 04 de mar. 2007

    Mas nombres que palabras, te felicito jejeje
    No me meteré en berenjenales con filósofos e historiadores porque no es mi campo y saldre mal parado solo me puedo remitir a lo que se y a preguntar pues mi escasa sabiduria sobre esto me aria quedar como un tonto y tantos nombres me an desbordado pero tranqui aí voy.
    Según se Olimpiodoro es un filosofo de la escuela de Alejandrina, De la Crónica Gálica se hablo en algún articulo, y por eso o por no se que me da por pensar que la historia de Atila no es del todo cierta por no decir que muchas cosas son teatrerias pero no me hagas caso es mi opinión, también si tu lo sabes me gustaría que me dijeses de donde sale la información de los seísmos y las revueltas que hubo en Constantinopla después de que Atila se fuera de allí.
    (Gregorio de Tours, Pablo el Diácono, Beda el Venerable, Casiodoro, Isidoro, el Conde Marcelino, etc.) que recogen hechos acaecidos en el siglo que nos ocupa.¿todos ellos hablan de atila?
    A y de algunos cristianos mejor no fiarse....
    El primer párrafo si que lo conozco un poco mas pero ai nombres que ni me suenan.


    Saludos


  18. #18 F. 04 de mar. 2007

    No es el mismo Olimpiodoro. Olimpiodoro era un diplomático egipcio pagano (en 425 encabezó una embajada ante el rey huno Donatus) que trabajó para la corte de Valentiniano III y, en fecha debatida, escribió una serie de anotaciones histñoricas, no una historia propiamente dicha. Algunos de sus fragmentos los recogio Focio y mucha de su información la utilizó Zósimo para la última parte de su obra.

    Los autores que he citado se refieren a la historia del siglo V en general, no concretamente a Atila y Châlons.

    Buscaré eso que me dices de las revueltas de Constantinopla.

    Saludos

  19. #19 guillen 04 de mar. 2007

    Ups lo ves e metido la pata asta el fondo, jeje pero aun así estoy aquí para aprender y eso hago a cada vez que me meto en celtiberia.net.
    Cierto que de Atila ai poca "cantidad" de información, y realmente al referirte a otras épocas romanas no se yo creo que cuando Atila yo en mi opinión no consideraría roma como tal.
    Saludos

  20. #20 guillen 04 de mar. 2007

    y para colmo ahora no puedo hablar en el tema que abri yo, no se que aser....

  21. #21 F. 04 de mar. 2007

    ¿Por qué no considerarías la Roma de época de Atila Roma como tal?

    No, si al final sí tendré que enviarte a mis padrinos.


    Saludos

  22. #22 guillen 05 de mar. 2007

    Es una opinion mia, porque prefiero tener a roma como grande y poderosa no como un imperio decadente que le invaden todos los barbaros.
    es solo mi opinion
    saludos...
    ¿Tus padrinos?

  23. #23 guillen 05 de mar. 2007

    F. mira a ver si puedes escrivir algun comentario en el foro de ¿quien descubrio america? esque a mi no me deja y a los demas no lo se solo se que ai nadie mete cosas....
    Saludos

  24. #24 galete 05 de mar. 2007

    Ahí hay un hombre que dice: ¡ay! ¡ay! ahí me duele.

    No es que sea un fanático de la ortografía. Pero es que a veces es difícil entender lo escrito.

    Perdón, sigo leyendo.

    Sigue siendo muy interesante leer a F. cuando trata de estos temas.

  25. #25 guillen 05 de mar. 2007

    normalmente escribo con mucha prisa y no me paro a mirar la ortografía, pero tienes razón soy malo de acojones para escribir bien
    tampoco me preocupo y en un teclado siempre suelo acortar las palabras....
    jajaja

  26. #26 alevin 06 de mar. 2007

    Perdon, acabo de leer el artículo y me pongo a la cola detrás de tí, F., para enviar mis padrinos (o madrinas, como prefiera) a Guillen, por eso de que Aecio no era romano. Que yo sepa, Flavio Aecio era hijo de un tal Gaudencio, de oficio "magister militum" y habia nacido en Durotorum sobre el 390. Efectivamente pasó parte de su juventud como rehen entre los hunos, lo que le dió gran conocimiento de sus costumbres y tácticas, y lo que emplearía en beneficio própio. Se aprovecho de la inexperiencia de Valentiniano III alcanzando altas dignidades políticas y militares, representando a Roma y su poder, para lo que, por cierto, no dudo en aliarse con los hunos contra visigodos, francos y burgundios. No admitió rivalidades en política, aunque le costara perder terrritorios y llegó a enfrentarse al emperador. Fué asesinado por el própio valentiniano III en el 454.

    Otro punto que creo hay que dejar muy claro es que Atila no era ningún bárbaro depredador, sino que era una persona con bastante sensibilidad amante de la poesia y tambien de las comodidades y el lujo. Impuso un rígido ceremonial y creó una cierta estructura política en su gobierno con la creación, por ejemplo, de una especie de cancilleria de Asuntos Exteriores e incluso se hizo construir (contra la costumbre inveterada de habitar tiendas y la transhumancia)cerca de Budapest un palacio, de madera mayormente, pero con la ventaja de poderlo ir ampliando según las necesidades y ademas fácilmente defendible por un sitema fortificado. Parece ser que no le agradaba la guerra y que solo recurría a ella despues de agotar otros remedios, pero incluso así solía planificar los combates y participar en ellos desde lejos para observar los movimientos de los contendientes, no por cobardía, lo cúal no le impedía ser despiadado con los vencidos que le habían ofrecido fuerte resistencia.

    Yo no solo no suelo consultar la Wiki, sino ni siquiera internet, me fio más de mis "colecciones" de datos que he ido recopilando desde hace muchos años y de origenes menos modernistas, pero creo que más fiables. De cualquier forma, F., tú como historiador profesional, que creo eres, podras juzgar e informarnos con mayor certitud.
    Paz y bien

  27. #27 F. 06 de mar. 2007

    alevin, la información que acabas de exponer es un resumen perfect, en muypocas líneas, de las figuras de Aecio y Atila, a lo que poco hay que añadir. No es común encontrar buenas síntesis y la tuya es excelente.

    Eso sí, has sido muy generoso con Valentiniano III al hablar de su "inexperiencia", cuando, en mi opinión, deberíamos hablar directamente de estupidez, envidia y escasa personalidad, pues durante mucho tiempo estuvo manejado por Gala Placidia.

    Gaudencio, padre de Aecio, y romano hasta la médula, fue, en efecto, "magister militum per Gallias", nombrado como tal por el usupador Juan, probablemente a finales de 423 o principios de 425. Gaudencio tomó partido por Juan, elegido emperador por el Senado romano al poco de la muerte de Honorio, y en contra del que, en teoría, era el emperador legítimo, Teodosio II, sobrino de Honorio y emperador de la "pars Orientis". Unía su suerte a Castino y Sigisvulto. Pero Gaudencio fue asesinado en 425, en circunstancias no aclaradas, por una revuelta militar. Pocos meses después, cuando Juan ya había sido derrotado por Teodosio II, regresaba a las Galias Aecio, que había sido enviado a recabar ayuda de los hunos, a los que conocía por su pasado de rehén en su corte. La fuerza huna era poderosa (se habla de 10.000 jinetes) y la situación en las Galias era complicada pues, aprovechando las circunstancias, el rey visigodo Teodorico I había atacado Arlés en ese mismo año de 425. Por lo tanto, una vez colocado Valentiniano III en el trono y siendo Flavio Constancio Féliz, un hombre de Placidia, el nuevo "generalissimo", se llegó al compromiso de nombrar a Aecio "comes domesticorum" (se le perdonó, pues, su unión a Juan, como ocurrió también con Sigisvulto) y enviarlo a luchas contra los godos, a los que derrotó. Se encontraban por vez primera los que iban a ser enconados enemigos, Aecio y Teodorico I. Sólo Atila conseguiría que lucharan juntos.


    Saludos

    P. D. Sospecho que va siendo hora de una artículo sobre Aecio.

  28. #28 guillen 06 de mar. 2007

    Vuestros comentarios enseñan mas que el articulo en si.
    A Galete perdoname por defender lo indefendible.... pero ye que a o mío me se da muito millor o Aragones asinas que a troxar d' agora charraré en aragones.
    intentare mejorar mi ortografia ..

  29. #29 berserker 06 de mar. 2007

    F.
    Hoy, a las 15:39 :

    "Eso sí, has sido muy generoso con Valentiniano III al hablar de su "inexperiencia", cuando, en mi opinión, deberíamos hablar directamente de estupidez, envidia y escasa personalidad, pues durante mucho tiempo estuvo manejado por Gala Placidia."

    Me gustaria que me explicases F. , cómo alguien como tu, que se pone tantas medallas ,al hacer creer al personal jurando y perjurando que analiza sus fuentes hasta la saciedad...... :

    " El tema de las fuentes es otro y te garantizo que yo, al menos, las trato con absoluta seriedad, tanto, que suelen constituir el 70 % de mi trabajo de investigación. ......"

    es capaz de hacernos creer con total omnipotencia, carácteristicas tan personales como: la estupidez, envidia o escasa personalidad de una figura histórica, cuando éstas carácteristicas de la personalidad de una persona ,son solo apreciables manteniendo un contacto personal con alguien, o es que tienes una maquina del tiempo para hablar con tanta prepotencia sobre una persona???.

    Eso si es licencia literaria......

  30. #30 F. 06 de mar. 2007

    "éstas carácteristicas de la personalidad de una persona ,son solo apreciables manteniendo un contacto personal con alguien": si tú lo dices.

    Vaya, vaya, veo que aún te dura el rebote del foro sobre el ínclito Olagüe. Y me imagino que todo lo que tienes que aportar a este foro es resentimiento. Allá tú. si va a ser ese el camino, podrías intentar que quede gracioso o algo que no aburra mucho.

    Ah! Y yo nunca perjuro.

    Saludos

  31. #31 berserker 06 de mar. 2007

    No es rebote , pero siempre me ha reventado la prepotencia por cosas como estas :
    " El tema de las fuentes es otro y te garantizo que yo, al menos, las trato con absoluta seriedad, tanto, que suelen constituir el 70 % de mi trabajo de investigación. ......"
    Pero quién te crees que eres?? eres la única persona en el mundo o para recortar, en celtiberia, que cree tratar sus fuentes con absoluta seriedad??..........
    y vuelvo a repetir me parece bastante prepotente describir las carácteristicas de la personalidad de alguien sin tan siquiera conocerla,(en psiquiatría o psicología es necesario al menos , un mero instrumento como es el test de schoengell) viniendo de alguien que cacarea que sus fuentes serias ocupan el 70% de su trabajo de "investigación"...

  32. #32 F. 06 de mar. 2007

    Lo que tu digas, berserker. Yo siempre hablo de mi, lo que hagan los demás me la trae al fresco. Yo digo como trabajo yo y si no te gusta, pues también me da igual.

    Te habrías dado cuenta, si leyeras bien y no echando espumarajos, que he puesto "en mi opinión" (expresión fácil de entender, creo) al hablar de Valentiniano III. Sigo pensando que era estúpido, envidioso y que estuvo manejado por su madre. Si para opinar eso hay que saber psiquiatría o psicología...pues vale.

    Saludos

  33. #33 guillen 06 de mar. 2007

    ............

  34. #34 F. 06 de mar. 2007

    Tienes razón guillen. Yo, por mi parte, doy por zanjado el asunto para que volvamos a hablar de Atila, Aecio y su batalla.

    Saludos

  35. #35 Diocles 06 de mar. 2007

    Una pregunta para alevin (o para quien pueda y quiera responderla) de alguien que no conoce estos temas en profundidad:

    ¿Cómo se sabe que Atila se construyó un palacio de madera cerca de Budapest? ¿Se habla de ello en las fuentes antiguas, o la información procede de una excavación arqueológica?

    Saludos

  36. #36 F. 06 de mar. 2007

    La descripción de la "capital" de Atila que ha hecho alevin proviene, en su mayor parte, del relato hecho por el historiador Prisco, que participó en una embajada enviada a Atila (con el prpósito de asesinarlo, por cierto) en al año 449. Creo que es un fragmento de Prisco (de este historidaor sólo se conservan fragmentos) fácil de encontrar en la Red.

    Saludos

  37. #37 galete 06 de mar. 2007

    Eso, yo creo ya haberte pedido un artículo sobre Aecio, en otro artículo o pregunta.
    Así que, venga, estamos esperando.
    Aunque supongo que el personaje, más que para un artículo, da para un libro.

    El último romano... Creo que puede ser muy interesante analizar eso; la "romanidad" del personaje.

    ¿Es posible pensar que en su lucha existía un sentimiento de defensa de eso que entendemos por Roma?

    ¿Qué entendería el por Roma?... en el 454 d.c. ó en el 1207 a.u.c. aprox...

    Me gustaría explicarme mejor. Pero supongo que un experto en esa "época", como F., me entenderá.

  38. #38 guillen 06 de mar. 2007

    ¿Un articulo sobre Aecio ? si a ver para cuando...
    Pero si Aecio como decís fue el "ultimo romano" (ya había oído esa expresión no se donde) el estar prisionero de los Hunos ¿le hizo tener mas odio hacia los invasores y luchar mas por Roma? ademas de lo ya nombrado de que el prisionero aprendió costumbres y formas.

    Saludos

  39. #39 guillen 06 de mar. 2007

    por cierto. Honoria ..... ¿que se sabe de ella?

  40. #40 F. 07 de mar. 2007

    Justa Grata Honoria era hija del general Constancio, nombrado emperador en 421 tras su boda con Gala Placidia, de cuyo matrimonio nació la susodicha allá por el año 417. Era,por lo tanto, un poco mayor que su hermano Valentiniano III (¿ya he dicho que era un estúpido, envidioso y manejado por su madre?).

    Honoria, que había salido, por lo visto, a su madre (temperamental e independiente) tuvo una relación con Eugenio, un alto funcionario de Ravena. Su relación fue descubierta y Honoria, posiblemente embarazada, fue obligada a casarse con el senador Flavio Hercolano y desterrada a Constantinopla. Aquí empieza la "leyenda" de Honoria, aunque hay que decir que se trata, por una vez, de una leyenda verdadera, es decir, de hechos con ribetes legendarios pero que se atienen a la realidad histórica. Honoria envío auno de us hombres de confianza, un eunuco llamado Jacinto, a la corte de Atila. Honoria le ofrecía al huno su mano a cambio de casarse con él. Es muy probable que nos encontremos no ante un acto sentimental, sino, como sugiere Zecchini, a una hábil y audaz maniobra política en contra de Aecio, a quien Honoria querría sustituir por Atila. En cualquier caso, esta maniobara de Honoria le dio al rey huno la excusa que estaba buscando para volver su mirada a Occidente.

    [El relato de las "aventuras" de Honoria, que a punto estuvieron de costarle la vida, proviene principalmente de las narraciones de Juan de Antioquía, el "comes" Marcelino y los "Romana" de Jordanes]

    Saludos

  41. #41 F. 07 de mar. 2007

    Por cierto, guillen, respondiendo a tu pregunta sobre si Aecio se crió en un campamento huno te diré que no. Me explico: nació hacia 390 y, antes de ser rehén entre los hunos, lo fue de los visigodos de Alarico. Esto ocurrió entre 405 y 408. Después es cuando fue enviado a hunolandia, o sea, con unos 17-19 años más o menos. Un hombrecito, vaya.


    Saludos

    P. D. Estupenda la coletilla de "fuente no fiable" (¿me llamarán prepotente por estos comentarios?)

  42. #42 F. 08 de mar. 2007

    Las circunstancias del envío de Aecio a la corte de Alarico como rehén se enmarcan en los hechos acaecidos tras el asesinato de Estilicón, en 408. El prefecto del pretorio Jovio buscaba la paz con los visigodos en un momento muy delicado para Roma y optó por enviar como rehenes a su propio hijo y al hijo de uno de sus más estrechos colaboradores, Gaudencio. Así pues, Aecio, hijo de Gaudencio, fue enviado como rehén a la corte itinerante de Alarico.


    Saludos

  43. #43 alevin 08 de mar. 2007

    Me reincorporo un momento al foro.
    Dejando a parte de que ese articulo sobre Aecio ya esta tardando, quiero recordar que hace varios años leí en una novela histórica(pseudo, mas bien)sobre la época de Atila una mención en la que se decía que Honoria se había ofrecido a Atila despechada precisamente porque Aecio había despreciado sus "insinuaciones". No me negaras F. que, aunque tus razones son más realistas, no es sugerente el asunto.......lo que no puedo recordar es el título de la novela(ni mucho menos el autor, que creo era italiano o de por ahí)los años, compañero F. nos dejan huella, y cada una de sus huellas cubre muchos recuerdos.
    Paz y bien

  44. #44 F. 08 de mar. 2007

    Sugerente es, desde luego. Y novelístico.Pero me he dado cuenta, con los años, de que la pasión por el poder sobrepasa a cualquier otra. Y creo que aquí hay precisamente eso: ansia de poder. Por otra parte, Aecio casi nunca estaba en Ravena. Defender Romaes lo que tiene: mucho trabajo y poco agradecimiento.

    Saludos

  45. #45 guillen 08 de mar. 2007

    Entonces criarse criarse exactamente no...

  46. #46 F. 08 de mar. 2007

    Uff, en lo dicho por mi hoy a las 9:50, hay un error, me temo. Revisando mis papeles me doy cuenta de que Aecio fue enviado a la corte de Alarico en 408, no en 405.

    Saludos

  47. #47 guillen 09 de mar. 2007

    Bien pero a ver para cuando ese articulo de Aecio..... jejeje
    Yo no se que mas sacarle a este articulo...

    Bien pero a beyer ta cuan ixe articlo de Aecio ..... [jejeje]
    Yo no se que mas sacarle a este articlo...

    Saludos.......ya se que roma da para mucho pero no soi un experto tan solo un aficionado....

  48. #48 guillen 11 de mar. 2007

    ¿como que Rua unifico a los hunos? ¿como lo hizo?

    saludos

  49. #49 guillen 19 de mar. 2007

    Este es mi primer articulo con 1000 visitas yuhuuuuuuu

  50. #50 bozman 16 de abr. 2007

    ola, yo traducir lengua celtoiberica - eso es lengua autentica proto bulgara. Celto iberos = tracianos - uno pueblo, antes 2500 - 3000 a.d. Saludos

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