Autor: galaica
viernes, 12 de enero de 2007
Sección: Lenguas
Información publicada por: galaica
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EL TEÓNIMO HISPANO-CELTA *REW-I: ETIMOLOGÍA, NATURALEZA Y DESCRIPCIÓN.


































EL TEÓNIMO *REWI.


No hay duda de que una de las polémicas más interesantes en campo de la lingüística paleohispánica es la interpretación etimológica y el contexto religioso que deriva del teónimo hispano-celta *rewi. En la actualidad, se ha intentado zanjar el tema ofreciéndose una interpretación que pretende separar, de manera definitiva, la relación de esta deidad con todo tipo de vestigio que pudiera identificarse con el concepto celta. Efectivamente, F. Villar (1996:160-211) y, posteriormente, B.M. Prósper (2002:128-144), que consideran el celtismo noroccidental hispánico como consecuencia del exacerbado nacionalismo preexistente, propondrán una nueva relación etimológica siguiendo un criterio y modelo que, esencialmente, se sustenta sobre el concepto lingüístico que venimos denominando “alteuropäisch”(1).

Considerando como radical el ie. *rew- “fluir, río”, y argumentando al mismo tiempo que los epítetos que acompañan a esta deidad deben obligatoriamente inscribirse en el ámbito tipológico propugnado por Krahe, la definición del teónimo *rewi como “Dios” a partir de la idea de “río divinizado” es consecuencia de un análisis interpretatitivo y de una relación etimológica selectiva que concluye en su consideración como modelo de esa difusa lengua alteuropäisch.

Mientras tanto, y dentro del ámbito del estudio de la antropología y de la historia de las religiones, se hace una reflexión crítica sobre los procedimientos teóricos empleados a la vez que se manifiesta la imposibilidad de la existencia de una deidad semejante, totalmente ajena a los acontecimientos culturales circundantes, es decir, totalmente anacrónica (Gónzalez García & García Quintela: 2005:27-62). Años antes, en el corazón de Europa, se ponía en duda la validez del modelo de Krahe y se aducía la imposibilidad real de que en un territorio tan extenso se pueda identificar una lengua indoeuropea prácticamente común (2), por lo que se considera que realmente el "alteuropäisch" de Krahe sea "un momento constatable" de fragmentación dialectal, en los dialectos que derivarán hacia las lenguas históricas conocidas, ya que no cabe otro momento común que no sea el propio epicentro de su etnogénesis. Por último, mi propia impresión de que tales epítetos no pueden estar haciendo referencia a hidronímicos y que en prinicipio no son constatables, ya que, que se sepa, no tenemos constancia de que se les llamase asi en ningún periodo histórico conocido. Muy al contrario, todo parece indicar una alusión expresa a orográficos específicos, muchos de los cuales aún podemos reconocer al día de hoy.

SOBRE INSCRIPCIONES Y EPÍTETOS.


En la franja occidental peninsular son numerosas las inscripciones dedicadas a la deidad llamada *rewi- (variante *rewu-). Evidencia este hecho el arraigo de su culto en esta amplia región y su importancia. A veces se hallan en las inmediaciones de accidentes orográficos muy conocidos:

1. D(EO) REVE /LARAVCO /VALE(RIVS) /APER / EX /VOTO (Baltar, Our: AF 111).
2. LARAVC / O D(EO) MAX(IMO) / PED(…) MAX/VMO V. / L. A. S. (Vilar de Perdizes, Montalegre: AF 110).
3. LAROCV(.) / AMA PITIL / I FILIA LIBII(NS) / ANIMO VO / TVM RIITVLI / PRO MARITO SV(O) (S. António de Monforte, Chaves: AF 109).

Referido sin duda a la actual “Serra do Larouco” (ubicada entre el sur de Ourense y Montealegre y formando parte del sistema montañoso da Peneda y O Xurés/Gerês, junto con las sierras de Amarela, Soajo, da Pena, y los altiplanos de LAboreiro, Mourela, etc.) se reduce a la posibilidad etimológica del celta *(p)laros “llano”, (cf. ie. *plā­ro­ (IEW 805, 831; 833) “suelo, área”, a.irl. lar, irl. lár “suelo; centro”, galés lawr/llawr “campo”. Otra característica a tener en cuenta será, sin duda, que *rewi- será apelado como DEO y, sin mencionar al teónimo, pero aludiéndolo (cf. 1 y 2), como DEO MAXIMO en Vilar de Perdizes.

Encontrarnos aquí con un hidrónimo sería harto difícil, sobre todo si se tiene que considerar como tal el gallego medieval “in montem Larouco…”, hoy Larouco, orónimo (y municipio) en Valdeorras. Sin embargo, una etimología consecuente, a partir del radical ie.*plā­ro­ "suelo, área" nos permitirá describir a la “Serra do Larouco” como un posible “espacio, suelo, área, llanura o centro” de la deidad *rewi.

Las referencias orográficas son también visibles en otras inscripciones más septentrionales:

4. MV(NIMENTVM) RII PIICII / PARAMIICO /CADABRII(…) (Riosa, Asturias: D. Santos 1985-pp 58-59).
5. REO / PARA / MAECO / AIDI PO/ THINVS / ET PRV(ENS) / F(ILIVS) V.S.L.M. (Lugo: IRPL, pp. 36 – 37).

En este caso será un “páramo”, es decir, una “altiplanicie desértica, altozano, extensión grande de terreno algo elevada” la característica geográfica que se le asocia al teónimo en cuestión. Relacionado quizá con el scr. paramá- “lo más lejano”, emparentado con el a.a.a. fern “lejano” y el gr. περα(ν) “más allá, del otro lado”, περαϊος “situado más allá” y con superlativo celta *-(s)amo- < ie. *-s-ºmmo-, entre los vacceos SEGONTIA PARAMICA, antrop. galo PARAMEIVS y en Dalmacia PARAMONVS, PARAMONA.

Como es sabido, ambas inscripciones nos ofrecen una variedad en cuanto al nombre de la deidad. Re parece seguir lingüísticamente una secuencia evolutiva frecuente en las lenguas celtas, tal como es la caida de la */w/ intervocálica; reo, mientras, parece adaptarse aparentemente a esa innovación, pero ofrece también ciertas dudas en cuanto a su verificación etimológica, como, por ejemplo, su pertenencia a la flexión de temas en -o.

6. REBE TRASANCI[…] (Sta. Comba, Ferrol, A. Peña Graña – riograndedexubia.com).

Desde siempre se ha asociado el monte Ancos, que da nombre a toda la región, con Trasancos, las tierras que se extienden a sus pies. También es posible que forme parte de la nómina de grupos gentilicios callaecos (cf. top. gal. Abeancos = gent. celtib. ABIANCVM de Ventosilla), tal y como nos consta en época sueva.

TRASANCI no tiene inconveniente alguno para retrotraerse a un céltico *trans a pesar de los árduos esfuerzos de demostrar una alternativa latina trans, umbro traf como prueba más para relacionar el galaico-lusitano con una supuesta presencia de dialectos itálicos en el occidente hispánico, y afirmándose con rotundidad "que esta preposición no existe en ninguna otra familia” (F.Villar-B.M. Prósper, 2003:276-277).

Sin embargo se obvia ie. *ter- (IEW p. 1075-1076) [prep. posicional] "a través de, de camino a, etc.": cf. m.galés traw, bret. treu (< *trans) "a través de", galés trach "más allá", galés tra- (< *tra-) "a continuación de, siguiente a, sobre", a.irl. tar, irl. thar (< *tar) "a través de".

También en “An etymological lexicon of Proto-Celtic” [Matasovic] de la base de datos de la Universidad de Leiden podemos despejar bastantes dudas al respecto:

“Old Welsh and Welsh tra, Bret. treuz from a related form *trƒns (cp. lat. trans)” (LEIA T-28f., GOI 530f., EIEC 4, Falileyev 149).

Respecto a la voz ancos, del ie. *ank- “doblar, curvar”, el P. Sarmiento la define con precisión: "cárcavas, prominencias, curvaturas de los montes y promontorios, y aún los mismos vértices o picos de esos montes".

7. REVE MARANDIGVI ALBINIA ALBINA A.L.V.S. (Guiâes, Vila Real: inédita).

Dicha inscripción se encuentra en las proximidades de la Sierra de Marâo que todavía se reconoce en el epíteto. F. Villar ha intentado buscar una etimología relacionada con léxico hidrónimico, proponiendo como solución la raiz ie. *mor- “agua estancada”. Sin embargo se obvia que *mar- podría retrotraerse perfectamente al radical ie. *(s)mer- [pie *merH-] (IEW 969f) “recordar”, celta común *marô “permanecer”, a.irl. maraid, -mair 'perdurar, permanecer, morar, residir', marathair, lat. mora "demora, retraso, espacio", pero también morare "morar, habitar"; irl. meòraich "recuerdo, pensamiento", córn. y bret. mar "duda" = lat. memor (References: KPV 476, LEIA M-19, Pedersen I: 44, WP. II 689 f., WH. II 67 f., 110, W. Oehl IF. 57, 2 ff.; Vendryes Et. Celt. 2, 133 f., Duval Et. Celt. 6, 219 ff).

8. RECTVS / RVFI F(ILIVS) / REVE / LANGA / NIDAE / GVI V. S. (Castelo Branco: RAP 184).
9. […] / REVE / LANGANID(AECO) / V. S. L. (Castelo Branco: RAP 187).
10. [RE]VE LANGANITAECO / [ES]T HOSTIA DELIGANDA / ]VCANVS ADIEI F(ILIVS) (Idanha-a-Nova, Castelo Branco: RAP 186).

Designa con toda probabilidad también a un monte (quizás al propio promontorio aplanado donde se ubica Castelo Branco) o a la cadena de promontorios que se registran en la geografía del lugar. Tradicionalmente se ha venido relacionando el primer término del epíteto con *lan-ga o *lan-ka, que fuera de las lenguas eslavas, se refiere a “valle”, más que a “pantano”. No debo dejar de apuntar la posibilidad de un hipotético *(p)lan-(i)ka, que describiría a la perfección la propia orografía del lugar.

Una explicación del segundo término del epíteto ha sido dada, también, por F. Villar (1996) quien ve la posibilidad de un hidronímico del tipo alteuropäisch a partir del ie. *nei-/*noi-/*ni- "río", pero también cabría acomodarlo a la también raíz ie. *nei-/*ni- (IEW 760) "brillante" ampliado con sufijo ie. *-to-/*-ta-, semejante al lat. niteo “brillar, resplandecer”, nitidus “resplandeciente, brillante, claro” para explicar el epíteto como “el altiplano brillante, resplandeciente” y que aún perdura en el propio topónimo actual: “Castelo Branco”: “Castelo Branco”, tal y como nos relata la “Enciclopédia Universal Portuguesa”, 1996, “deve o seu nome à existência de um castro luso-romano, Castra Leuca, no alto do monte de um outeiro isolado, o monte da Cardosa, e estende-se pela vertente oriental até à PLANURA onde se alarga”.

11. REVVE / REVMIRAEGO / FRONT[.] / VAVCANI F(ILIVS) V. L. M. S. (Vilardevós, Ourense: AF 100).

Esta inscripción a la sombra del alto de Mairos y que aparenta tener dos símbolos característicos de insculturas megalíticas, presenta una curiosa etimología que tampoco se ha tenido en cuenta ni considerado. Si F. Villar, parte de un epíteto compuesto en el que resuelve segmentar el mismo lexema que se ve en el teónimo, esto es, *rew- “fluir, río”, con un segundo término *mira-, término, ciertamente adscrito a la hidronimia europea antigua (trad. “[El Dios Río de río Mira]”), en realidad lo que parece ser es una segmentación bastante más probable de una forma compuesta de lexema + sufijo ie. *-ro: *reu-mi- > *reumi-ro-, del ie. *rew- (IEW 870) “espacio, abierto”, y que sin duda nos recuerda a las formas germánicas tales como el gót. rums “espacio”, rum “área; habitación”, angls. rum “espacio, área, habitación”, m.a.a. rûm “espacio; habitación”, a.a.a. rumi, m.a.a. rume “espacio, lejos, alejado”.

Una apuesta osada, pero perfectamente asimilable, sería atribuir el espacio geográfico representado en la etimología de reumiraego, es decir, “al espacio o habitación de *rewi-“, al conjunto megalítico de Tripe de Mairos, en la ladera portuguesa, descrito como “anfiteatro natural de granito”, y en la que se pueden contemplar decenas de insculturas que se han relacionado con la fertilidad (3).

12. PEREGRINV / APRI F(ILIVS) REVE / VEISVTO (Mosteiro de Ribeira, Ourense: AF 178).

El epíteto presenta algunas dificultades de lectura, habiendo variantes tales como EISVTO o VELSUTO. Certeramente se propone, siguiendo la lógica F. Villar, el radical ie. *weis-/*wis- "deshacerse, fluir" para establecer su adscripción hidronímica (si bien se deja de mencionar el galés gwyar (< *weisaro- "sangre"). La base hidronímica es amplia: VISUSIA (hoy Vezouse, Francia), WISURIA (hoy Wear, Gran Bretaña), *WISURA (hoy Weser, Alemania), Viesa (Lituania), Vistula (Polonia).

No obstante, si se aplicase el radical ie. *wei- "volver, rodear, dar vueltas a, doblar", que se amplia como *wei-so/*wei-su “en todas las direcciones”, obtendríamos el efecto contrario, de esta manera se emparentaría a orónimos, como los galos VESVLVS, VESONTIVM, VESVDVNVM > Vesdun, Vesoul, Vesuve, etc. y a los que muy probablemente se relaciona los orónimos gallegos Viso (4). El epíteto de Crougia de Barcelos VESVCO, se debemos analizar por separado a partir del ie. *weso- "bueno, óptimo" dada la naturaleza del propio teónimo: cf. *CROVGIA TOVTATICOS, como “protector y guardian de su pueblo”.

13. REVVE ANA / BARAECO / AFER ALBINI / F(ILIVS). TVROLVS (CIL II: Ruanes Cáceres).
14. ANA BARRAECA (Mérida: Canto-Bejarano-Palma, 1997).
15. BARAECO / NOBB(…) . AC / IVNIVS . AEDVII . VIR . C . I / PRO . SALVTE (Trujillo, Cáceres: desaparecida y en CIL II “totum fictum”)
16. REVE / ANA / BARA / EGO (As Burgas, Ourense: Rodríguez González, 1997).

En relación evidente con el antiguo río Anas (< celt. *abnas: cf. galo anam (Glosario de Endlicher) “laguna, pantano”, irl. abhnach “lugar pantanoso” y el actual río Albárregas (BARRAECO) de Mérida, cuya etimología podría provenir o bien del ie. *bhºr-sa- > celt. *barra “extremo” o del prerromano *(a)barro, irl. abarr “barro”. El dintel ofrece una simbología romana que lo asocia con la fertilidad, la vegetación y el “curso” de la vida.

17. APER. V. / SICI FIL(IVS) / REVE / SID / DICO. / V. S. L. M. (Celanova, Ourense: SIBOICO F. Busto, 1991: TEBIECO lectura, muy forzada, de Colmenero, AF 139).

ie. *sed (Pok IEW, 885) "lugar, sitio, residencia, mansión", gr. èdos "templo o estatua [literalmente "morada"]"; Thurneysen compara también el lat. sîdus "constelación, morada de los dioses"; celta *sedos "tumulus [habitado por seres sobrenaturales]; paz", a.irl. síde 'dei terreni [cuya morada es llamada "síd"]', irl. sídh "colina encantada, de las hadas, del Más Allá". De hecho el a.irl. síde "poderes mágicos, encantamientos, poder de las hadas" es el plural de síd "lugar mágico, encantado, del otro mundo", cuyo genitivo singular aparece en "mná síde", "fir síde"; m.galés hedd "paz".

18. REVE TRE[…] (Cabeço das Fráguas: Tovar, 1985).

Presentan serias dudas en su lectura:

19. REVE A / MOAE / GO ARC / VNIIV / SILVAN / VS V. S. L. / M. (Castromao, Ourense: F. Busto – X. Rodríguez 1997; ABADAEGO para Colmenero, AF 139).
20. [R]EVE / […] / […]VEI[…]

EL IRLANDÉS *REWI > RÉ.


El antiguo irlandés ré "la luna", de la raíz ie. *rew- “espacio, abierto”, se considera tradicionalmente como un desarrollo especial de a.irl. ré "espacio". Ré, luna, representaría el "mes [cf. loc. irl. “uair sa ré”]; ciclo, periodo, tiempo, estación, edad [cf. loc. irl. "an Ré arga", "Ré na Críostaíochta"]; duración del tiempo, curso de la vida [cf. loc. irl. "le mo ré"]" (5). Esta visión tradicional sobre la evolución semántica del a.irl. ré: espacio > extensión > duración > luna, podría, sin embargo, entenderse mucho mejor si se contempla como una derivación paralela al del radical ie. *me- “medir" (que también implica idea de “espacio”) > *mens-, *mes-, *men- "medir; mes, luna, luna creciente; deidad" (6): cf. av. y persa mâh “luna, mes”, toc. mañ “mes”, hit. arma “luna”, mehur “mes”, lat. mensis “mes”, serb.croat. mesec “luna”, pol. miesiac “mes”. El irlandés ré “luna” habría tenido un uso coloquial y fue también empleado en la composición poética (p.e.: "Is gradh-gheal na ré thu” en el Carmina Gadelica).

El a. galés, por su parte, re (< *rewi), habría pasado a designar tal espacio como “lugar de asentamiento, territorio” y de ahí su significado actual de “grupo, colectivo de personas”, y aún con otro sentido en el irl. ré (plural réite) “extensión llana de terreno”.

Al mismo tiempo el irlandés ré forma parte también de la estructura composicional de varios orónimos concentrados mayoritariamente al SW de Irlanda, entre ellos:

◎ ing. Mountainrea - irl. Ré an tSléibhe:

⇨ a.irl. slíab, irl. sliabh (< *sleibos) "montaña”, ie.*sleib-/*slib- "deslizar, abajo" del ie. *sleigo-.

◎ ing. Knockanare - irl. Cnocán na Ré, en Waterford,
◎ ing. Knocknare – irl. Cnoc na Ré, en Co. Sligo:

⇨ a.irl. cnocc, irl. cnoc (< ie. *knog-ko-) "colina", a.bret. cnoch "tumulus".

◎ irl. Barr Na Ré:

⇨ a.irl. barr, irl. bárr, galés, córn. bar, bret. barr (<*bhºr-sa-) “cima, extremo”.

◎ ing. Reafadda – irl. An Ré Fhada:

⇨ a.irl. fota, “longus”, fot “longitud, duración”, irl. fad “vasto”, de *vad-dho- o *vaz-dho-; lat. vastus “vasto”.

◎ ing. Reanacoolagh - irl. Ré na Cúlach:
◎ ing. Reennacoola – irl. Ré na gCúl:

⇨ a.irl., irl. cúl, galés cil, córn. chil, bret. kil "parte posterior [referido a un monte]" de ie. *kûlo: cf. lat. cûlus; también cùlaist ”hendidura”.

◎ ing. Reacaumaglanna - irl. Ré Chamghleanna:

⇨ a.irl. camm, irl. cam, galés cam, bret. kam, galo cambo- "torcido, tuerto", ie. *kemb-.

⇨ mirl., glenn, glend, irl. gleann “valle,cañada”, galés glan “borde, orilla, ribera”, m.bret. glenn “campo, rústico”, bret. glann “bancal de río” de celt. *glennos.

◎ ing. Reanaviddog - irl. Ré na bhFeadóg:

⇨ m.irl. fet-, fetán, irl. fead "flauta, silbido", galés chwythell “silbido", chwyth "aliento, respiro" de ie. *wviddo- < *svizdo-, lat. sibilus.

⇨ a.irl. óc, óac, irl. óg , galés ieuanc, córn. iouenc, bret. iaouank, antrop. galo Jovinc-illos "joven": del ie. *yowºnko-s, comparativo de *yowôs; lat. juvenis, juvencus.

◎ ing. Reanadampaun - irl. Ré na dTiompán:

⇨ m.irl. tiompan "pequeño instrumento de percusión", irl. tiompán "tambor, címbalo" del lat. tympanum.

◎ ing. Boherboyrea - irl. Ré an Bhóthair Bhuí:

⇨ irl. buí "amarillo": cf. lat. badios.

⇨ m.irl. bóthar, irl. bothar (Con.), bóthar "camino, carretera" de ie. *bâtro-, *bâtro-, del ie. *b∂- "ir"; gr.baínu, scr. gâ, go "ir".

◎ ing. Rearoe – irl. An Ré Rua:

⇨ m.irl. rúad, irl. ruadh, galés rhudd, córn. rud, bret. ruz (< ie. *roudo- ) “rojo, rojizo” lat. rûfus, rûber; erse reid: “rua the Irish for red”.

◎ ing. ReanAboola - irl. Ré na Buaile:

⇨ m.irl. buale, irl. buaile, lat. bovile, ie. *gwow- "vaca, toro".


◎ ing. Illaunagawna Island – irl. Ré Ghamhna:

⇨ m.irl. gamuin, pl.g. gamna ”ternero de un año”, irl. gamhainn “un becerro de un año”, gamhuin “ternero”, problemente de *gam- “invierno: winter-old”. nórd. gymbr “cordero de un año”, erse gimmer, gr. hímaros ”cabrito de un año”. También gamhnach “farrow cow”.

◎ ing. Reanagullee – irl. Ré na gCuilí:

⇨ a.irl. cuile fínda ‘vinaria’, irl. cuile “almacen donde se guardan cosas” (< *koliâ); gr. kalía “cabaña”, scr. kula “cabaña, nido” (< *kol-io)-, del ie. *kel- “cubrir”.

◎ ing. ReanAbobul – irl. Ré na bPobal:

⇨ a.irl. popul, irl. pobal, galés y bret. pobl, córn. pobel ”pueblo” del lat. populus.

◎ ing. Reananerree – irl. Ré na nDoirí:

⇨ a.irl. daire, irl. doire, daire “bosque”, galés deri “bosque de robles” (cf. m.irl. dair, gen. darach, irl. dair, darach, galés y córn. dar “roble”).

◎ ing. Reardnogy Beg (es curiosa la forma inglesa beg “pedir, suplicar, orar”) – irl. Ré Fhearnóige:

⇨ m.irl. fern, fernóg, irl. fearn, fearnóg, galés gwern, córn. gwernen, galo verno-, (< *verno-) “aliso”.

◎ ing. Bonarea – irl. Bun na Ré:

⇨ m.irl e irl. bun “raíz, brote”, a.galés boned, galés bon “tallo, tronco” arm. bun, n.persa bun, zenda buna-, ie. *bhu-/*bhû- “crecer”, gr. fúw “crecer”, funlon “tribu”, scr. bhumis “Tierra” ie. *bhu-/*bhû- “crecer” es idéntico con *bhu- “ser”.

◎ ing. Reagoulane – irl. Ré an Ghalláin:

⇨ Aghagallon es probablemente Achaidh an Ghalláin "field of the standing stone”, luego Ré an Ghalláin sería algo similar.

◎ ing. Reanabarna - irl. Ré na Bearna:

⇨ m.irl. berna, irl. bearna "abertura, hendidura"; ie. *bher- "cortar, agujerear".

◎ ing. Regaile – irl. Ré Ghaeil:

⇨Es decir, na Gaeil “los irlandeses; los extranjeros” los celtas recién llegados se denominaron a sí mismos como Feni, pero tomaron el nombre Gaodhail (Gaeil) de los antiguos habitantes de Irlanda: los Érainn.

◎ ing. Reddanswalk – irl. Ré Uí Rodáin:

⇨ a.irl hui, irl. uí “hijo de, descendiente de”.
⇨ Mac Rodáin, “hijo de Rodán”, es un antiguo nombre personal derivado de rod “el animoso, fogoso, enérgico, brioso”, rodaigh “fuerte, vigoroso”. El nombre gaélico Ó Rodáin proviene de O Rodane, O Ruddane y O Rudden. Muirenn ingen hui Rodáin se data ya a partir del s. VII d.C (P. Woulfe, 1992:633, s.n. Ó Rodáin, antrop. ogám. Rodagnas, gen. Rodagni).

No existe un trabajo lingüístico específico acerca de estos orónimos irlandeses ni tampoco un significado concreto que pueda definir la palabra ré como parte integrante de los mismos. Basado en interpretaciones de finales del siglo XIX y del primer cuarto de siglo XX y en simples criterios de su pronunciación, se ha intententado relacionar estos topónimos con el irl. réidh (plural réidhe) “simple, easy, flat”(7), que al igual que ré, presenta una misma solución fonética: /ray/; y por el que se le podría atribuir una forma apocopada o “acortada”, **ré. Sin embargo, esta solución léxica choca, por una parte, con el hecho de que todos los topónimos irlandeses, es decir, nombre + nombre (o nombre compuesto), se nos ofrecen regularmente en sus formas plenas; por otra, tampoco logra explicar cómo el uso común de ré (como forma “acortada” de réidh) conviva mayoritariamente dentro del mismo espacio geográfico con formas plenas en réidh; y además es incomprensible que no se nos presente en ningún caso en su forma original restablecida, siendo el anglicismo rea siempre el equivalente regular del irlandés ré (8).

A pesar de la inexistencia de datos sobre la antigüedad de estos orográficos, el hecho es que la traducción toponímica de ré se identifica en todo caso con la idea de “extensión llana”, tal y como se puede observar en el propio referente orográfico. Este concepto semántico, esto es, “llanura”, nos lleva a enlazar el a.irl. ré “espacio” no sólo con una alusión simple a la imagen “espacio-temporal” al que nos remite el irlandés moderno (9), sino con una más amplia significación semántica como puede ser “espacio: [ancho, vasto, extenso, amplio, remoto]”, y de la que sin duda es consecuencia. Esta misma idea de “extensión, espacio”, se observa también en el m.irl. rói, róe (< *rowesya) “extensión o terreno llano, llanura, planicie”, variante del radical ie. *rew-, como en el m.irl. róen (< *rowesno) “campo, llanura; camino” o en antiguos nombres propios como Cú Rói, y aún el más antiguo Cú Raui “el fiero perro de la llanura”. No cabe duda que todos estos derivados del ie. *rew- “espacio, abierto” estan formalmente asociados a la hora de designar estos tópicos en cuanto a “espacio y extensión [llana]”.

Otro aspecto al que le debemos de prestar atención es la distribución geográfica de estos tópicos, a su concentración preferente en el SW de Irlanda. Esta característica nos obliga a sospechar acerca del posible carácter dialectal de estos nombres irlandeses y que las formas dispersas que se rastrean en otras áreas geográficas podrían o no contener variedades semánticas diferenciadas respecto a este uso toponímico dialectal de Ré. Un ejemplo en este sentido es, sin duda, el de Cnoc na Ré, en Sligo, del que no debemos dudar respecto a su antigüedad. En este caso la construcción sintáctica del término, en la que es el item lexemático Ré quien actúa en la función de determinante, nos permitirá la posibilidad de hallar variables semánticas independientes al concepto estricto de “espacio, extensión llana”, como se ha señalado para los tópicos del SW irlandés, y en el que se deberá tener en cuenta, además, la interpretación histórica y contextual de este importante conjunto megalítico tan escasamente estudiado.

El cementerio megalítico de Ceathrú Mór “el gran cuarto”, más conocido por el anglicismo Carrowmore (10), datado sobre el 4200 y 3500 a.C. en algunos ejemplos del complejo, forma parte de un extenso paisaje megalítico ubicado en la península de Cúil Irra, ing. Coolera, en Sligo (Cairns Hill, Carrowkeel, Kesh Corran, Shee Lug), el cual está dominado por el imponente cairn de la reina Mebd (Misgán Méadbha, legendaria reina guerrera de Connacht) en la cima de Cnoc na Ré(11), epicentro de todo este amplio complejo. El por qué de la continuidad ritual de este conjunto megalítico no es fácilmente entendible, pero sí podemos captar de forma inmediata: 1) su carácter predominantemente funerario y ritual; 2) y su vinculación a una especialísima naturaleza orográfica(12).

La asociación del Más Allá con lugares planos y llanuras nos es de sobra conocida en numerosos trabajos. Esa imagen metafórica que aúna componentes funerarios y orográficos encaja perfectamente con lo que es Cnoc na Ré, es decir, con lo que ese fabuloso lugar sea y lo que nombra.

En cuanto a su análisis lingüístico, el orónimo irlandés no presenta una irregularidad destacable; de hecho se podría considerar como lectura literal: “la colina de la llanura [= extensión, espacio]”, referido evidente a su cima aplanada. Sin embargo presenta una serie inconvenientes difícilmente explicables: si bien es bastante frecuente este tipo de descripciónes orográficas en los orónimos irlandeses, se echa en falta un item lexemático que indique la singularidad específica de este lugar tan especial, como se ven en otros tópicos de similares características (mencionando, por ejemplo, la existencia de un cairn, de dólmenes o “piedras” o de una divinidad o personaje o expresión metafórica de la mitología irlandesa)(13); luego la simple designación de “colina aplanada” podría no ser lo suficientemente descriptiva como para singularizarse de las demás colinas con similares características morfológicas(14). La clave podría estar en que el lexema irlandés ré en cuanto a su significación arcaica plena: “espacio, extensión”, fuese lo suficientemente inteligible (incluso sincrónicamente inteligible) como para designar un determinado tipo de llanura, que lo hiciese distinto y reconocible respecto a los demás orónimos similares que, sin embargo, no conforman los monumentos funerarios de Cúil Irra(15).

Así pues, podríamos elAborar un desarrollo argumental basado en la conjunción de datos extralingüísticos y los puramente filológicos para referirnos a Cnoc na Ré, como en una gran parte de orónimos irlandeses, atendiendo a su evidente vinculación a otros tópicos contextuales llamados “dinnseanchas” (=“lugares con historia”: y recuérdese que allí se ubica la tumba de la reina Mebd o que en sus proximidades aconteció la mítica batalla de “Maighe Tuireadh”). Siendo Cnoc na Ré y su entorno un conjunto arquitectónico relacionado evidentemente con el Más Allá, podemos establecer un contexto perfectamente asimilable a esa idea metafórica del Otro Mundo que expresa el concepto “espacio o extensión [llana]”, deducible inicialmente del item lexémico a.irl. ré.

Al mismo tiempo ré “espacio, extensión”, es también “el espacio, el área, la habitación o la morada” que se le concede a los muertos en su procura de la inmortalidad, tal y como se puede deducir del sentido funerario del complejo de Cúil Irrá y, obviamente, del asombroso “cementerio de Ceathrú Mór”. Igualmente, ré es “espacio, duración, tiempo”, visible no sólo en la interpretación metafísica del contexto, sino también en la propia función de todo el complejo sujeto a los movimientos cíclicos del sol y de la luna. Luego, ré debe mantener una ineludible relación con “luna; el ciclo lunar, el tiempo”, ya que es, evidentemente, otra imagen semántica que también se refleja en este mismo lexema.

Al ser lugar sagrado, ritual (Ceathrú Mór) y definirse arqueológicamente como un contexto relacionado con la Vida, la Muerte y el Cosmos, es posible su vinculación a algún tipo deidad, antigua y a la vez perdurable, que explique e implique todos estas atribuciones semánticas y aquellas otras deducibles de su contexto arqueológico. Tal divinidad se deberá interpretar igualmente a partir de las connotaciones específicas que se han establecido, es decir, “llanura, vida, muerte, más allá, cosmos, tiempo,…”. Luego, no cabe duda de que tal deidad, con paralelos bien conocidos en otros pueblos indoeuropeos, se corresponde con “la Luna” y que el item lexemático Ré podría estar designando y encubriendo aparentemente el propio nombre de dicha divinidad. Cnoc na Ré sería entonces “La Colina de la Luna” o lo que es lo mismo, sería “la colina de *Rewi”(16).

Naturalmente, se podría tomar como fantasiosa o imaginativa esta asociación de Cnoc na Ré con La Luna. Sin embargo, no se trata de un hecho aislado, ya que esta misma asociación se desprende, por ejemplo, en Knowth, que en la antigua literatura irlandesa aparece citado como Cnogba (“explained as a reflex of ”’Cnoc Buí', ‘The Yellow Hill’”: T. Ó Cathasaigh, 1989:23, 189) y en la que se pueden constatar varias rocas inscritas con diversas representaciones de calendarios lunares (Stooke, 1994: 39-55). La propia etimología del orónimo “Cnogba = Cnoc Buí” nos indica que el item lexemático buí “amarillo”, que se lee también en otros oronímicos irlandeses, tiene una evidente relación metafórica con aspectos lunares, como su asociación, según Ó Cathasaigh, con la figura del folclore tradiconal irlandés llamada “the Old Woman”, que identifica como consorte de Lug y personificación de la realeza de Tara, vinculada (Carey, 1999: 23, 30-37) con el Más Allá, las llanuras y la regeneración cícilica de la naturaleza.

Así pues, tenemos en conclusión:

1.- Un espacio orográfico característico, como lo es “una extensión llana”.

2.- Un contexto arqueológico determinado que comprende un gran recinto funerario interconectado entre sí, de manera que permite asociar el Más Allá con la temporalidad y el devenir, y cuyo epicentro es Cnoc na Ré, el único espacio que puede asociarse con el ciclo lunar.

3.- La aceptación de este espacio como centro ritual y sagrado, implica la existencia de una deidad al que se le debe un determinado culto y cuya imagen se debe explicar y entender a partir de este contexto.

4.- Dicha imagen quedará reflejada entonces en la propia designación del espacio geográfico, tal y como regularmente se describe en los orónimos irlandeses de este género (cf. Sídhe Lug, “Sídhe or fairy-hill of Lug” relacionado con el contexto de la península de Cúil Irra,)(17).

5.- El item lexemático Ré no sólo se ciñe a esa idea general de “espacio abierto > [llanura]”, sino que dicho espacio se nos “abre” hacia un horizonte más amplio como es la propia comprensión del Cosmos, donde se incluirían nuestro Mundo y el del Más Allá, y que al mismo tiempo refleja también esa idea de morada de los muertos como la de la deidad que los acoge en el «Otro Mundo», y de la que deriva su carácter sagrado. Es asimismo el escenario donde se descubren y describen los complejos secretos de la Temporalidad (en relación al Espacio), del devenir, del destino, “del trascurso de la vida” y por tanto, de su relación con el ciclo lunar(18).

Consecuentemente, todos estos aspectos que podemos establecer, y sin adentrarnos en otros detalles metafísicos más profundos, nos acercara a la probable significación arcaica de este espacio sagrado y que debe atribuirse, en todo caso, a la interpretación polivalente que nos trasmite el propio orónimo en sí, esto es, como “extensión llana (espacio abierto), cementerio (espacio, morada), temporalidad y ciclo lunar (espacio, duración), ‘espacio sagrado’ y deidad”(19).


EL TEÓNIMO HISPANO-CELTA *REWI.


Se ha señalado acerca de la productividad y riqueza semántica que en irlandés se deriva del radical ie. *rew- “espacio abierto”. Tanto es así que nos ha dejado una puerta abierta para acceder a una nueva interpretación sobre el teónimo hispano-celta *rewi. La posibilidad de barajar un campo semántico semejante nos permitirá buscar nuevos horizontes a atributos y parámetros asociativos, y a explicaciones alternativas de esta deidad hispánica.

Aparentemente, la relación del teónimo hispano-celta con el homónimo irlandés es evidente en cuanto a la forma, incluso podemos señalar un proceso fonético evolutivo común para ambos casos, si comparamos el resultado de los septentrionales: */re/ < */re(w)ei/, */reo/ < */re(w)u-?/. Tampoco la etimología de la que derivamos el lexema irl. ré < *rewi < ie. *rew- “espacio abierto” disgustaría demasiado si la aceptasemos como base etimológica para interpretar el teónimo peninsular; de hecho ya había sido propuesto en su momento por Ch. Guyonvarc’h (1967:261-262), aplicado a una hipotética asociación a Macha (< *magosia) “llanura, campo [de batalla]” y a la interpretación mítica de la llanura como representación metafórica del Más Allá.

Si generamos una relación sintáctica y semántica, similar a algunas de las estructuras gramaticales observables en el muestreo oronímico irlandés, podemos establecer, también, un mismo comportamiento para la secuencia teónimo-epíteto que documentamos en la Península:

- REVE LARAVCO, podría interpretarse como “el área, el espacio de *rewi; [lit.] *rewi, el del monte llano = espacio, área, centro, hogar”.
- RE PECE PARAMECO, como “el páramo ¿? de *rewi; [lit.] *rewi, el del ? páramo”.
- REBE TRASANCI (…) “,[lit.] *rewi, el de (los) trasancos”.
- REVE MARANDAGVI, “el espacio, la morada de *rewi; [lit.] *rewi,”el de Marâo = "habitar, morar".
- REVE LANGANITAECO, “el 'castelo branco' de *rewi” [lit.] “la altiplanicie brillante, blanca" de *rewi”.
- REVVE REVMIRAEGO, “el espacio, la habitación, el hogar de *rewi; [lit.] *rewi, el de Tripe de Mairos = Reumiraego = espacio, habitación”.
- REVE VEISVTO, “el mirador [< “*en todas las direcciones = espacio”] de *rewi; [lit.] *rewi, el del monte Viso-”.

Una primera observación es la de que la mayor parte de estos epítetos hacen alusión a la idea general de "espacio abierto” en relación a un contexto específicamente orográfico: monte, altiplano, páramo; y perfectamente distinguíble por una característica morfológica común: la presencia de una extensión plana, de una llanura, como, por ejemplo, la cima del Larouco, Castelo Branco. Pues bien, este referente se refleja con bastante nitidez en la etimología de algunos orónimos irlandeses en acepciones tales como Ré an tSléibhe: “la montaña plana”, Cnocan na Ré: “la pequeña colina plana”, Ré Chamghleanna: “la llanura del valle sinuoso”, An Ré Fhada: “la gran llanura”. Paralelismo que incluso a veces traspasa a la propia composición sintáctica, como en Ré Chamghleanna “la llanura del valle sinuoso” y Reve Langanitaeco “a *rewi de la altiplanicie brillante”(20).

En los epítetos del occidente peninsular también subyace la idea de "espacio, área, habitación, morada", */reu-mi-/ - */plaro/ - */mara-nd-o/(21), es decir, "el espacio, el suelo, el hogar en el que reside” *rewi, los muertos, los seres del Otro Mundo, de acuerdo con las etimologías propuestas para los epítetos, y de la que se deduce evidentemente la existencia de un “espacio sagrado”. La condición oronímica del epíteto */weisuto/ y su relación con los actuales montículos de cima aplanada gal. Viso (< *weiso-/u-) nos da igualmente esa idea de espacio, llanura a la vez que de “observatorio natural”(22). Ana Barraeco, en cambio, alude a esa idea de la fertilidad, la vida, la abundancia y la vegetación (23) que nos desenmascara su simbología romana, el joven (río) y el viejo (río), la confluencia, el río y los juncos.

El paralelismo formal, fonético, semántico y estructural que se advierte entre el teónimo hispano-céltico *rew-i y el lexema irlandés ré < *rewi, podría ser igualmente indicio de una aún más estrecha relación semántica, en la que junto a la ya conocida acepción de "espacio, extensión, llanura" podríamos añadir también la idea de " amplio, ancho, vasto, remoto, duración, tiempo, intervalo de tiempo, transcurso de la vida", además de la del propio concepto "luna" en su doble faceta como astro y deidad.

Cierto es que una etimología a partir de ie. *rew- implicaría demasiados elementos (funciones) inherentes al propio teónimo hispano occidental *rew-i, cuyo campo semántico no sólo haría referencia al concepto físico y metafísico de espacio y tiempo, sino también a la abundancia y la continuación, al emplazamiento y la bifurcación. En este caso la raíz *rew- se aplicará al espacio concreto, a lo que está abierto y es visible, a la tierra y al cielo. El río, la lluvia, la vegetación son elementos pertenencientes a ese espacio abierto, pero no los únicos, están también los hombres, los animales, las cosechas, etc. Al mismo tiempo la idea de lo que está lejos (frente a lo cercano y lo coetaneo) dentro de ese espacio, implica esa noción de lejanía, de más allá, de lo que está fuera de los límites, la oscuridad [de la noche], pero que es continuación de los mismos. Será precisamente en ese espacio abierto donde las cosas transcurren, se suceden y finalizan, de ahí el sentido de la temporalidad, del devenir y de la vida y la muerte.

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NOTAS:


(1) F. Villar tras posicionarse con las tesis de C. Renfrew, nos remite sin más a una amplia recolección de hidrónimos alteuropäisch del occidente hispánico, sin establecer el paralelismo necesario entre el propio modelo teórico de Renfrew y su relación con la difusión de supuestas raíces alteuropäisch. Así, por ejemplo, dentro de este modelo debería admitir, al menos una indoeuropeización secundaria a partir de algunas de las culturas conocidas del norte de Europa (Trichterbecher o TRB, o la Bandenkeramik), o reconsiderar su adhesión a Renfrew ya que se debe a la posibilidad de un “orígen nórdico” del indoeuropeo (“tesis germánica”), para dar crédito a la posibilidad lingüística del modelo propugnado por Hans Krahe y seguidores (W.P. Schmid, V. Georgiev, Alexander Häusler, Carl Heinz, János Makkay o L. Kilian).

(2) La principal objeción es que pensar una patria de origen de dimensiones tan enormes es incompatible con la formación de una lengua tan unitaria y tan homogénea como el protoindoeuropeo. Paul Thieme (1953:28) ya había insistido sobre esta idea de que la lengua indoeuropea común no se habría podido formar más que en un territorio de dimensiones relativamente limitada. James P. Mallory, más recientemente, ha hecho la observación en la que desconocía la existencia de una lengua europea en la que sus hablantes ocupasen un territorio tan inmenso (a excepción del ruso, por razones sociopolíticas recientes). Luego, el indoeuropeo no se habría podido formar y sobre todo mantenerse en un territorio de una superficie aproximada de 250.000-500.000 km2. Otra objeción concierne al vocabulario indoeuropeo común, pues cuanto más elevemos la fecha del inicio de la dispersión de la comunidad indoeuropea, más inexplicable se nos hace la presencia en el léxico de ciertas palabras comunes indoeuropeas.

(3) Vítor Oliveira Jorge & Susana Oliveira Jorge (1995). Quiero entender que el propio topónimo Florderrei (y similares como Outeiro de Rei, Palas de Rei (Fernando Cabeza, 1992:328, también considera falsa la latinización palatium regis del año 1153 cuya evolución lógica habría sido **“pazo o pacio do rei”), Castro de Rei, Monterrei) supone una simple coincidencia fonética en cuanto a la presencia del item lexemático /rei/, de etimología deducida tradicionalmente a partir del dat.sg. latino re(g)i, la cual no explica convincentemente el orónimo (el resultado esperado sería **Outeiro do Rei, **Flordorrei o **Palas do Rei). Así pues, cabe la posibilidad de una relación etimológica con la propia forma *re(w)i, haciéndose un posterior uso semántico analógico del significado conceptual gall. “rei”, castellano “rey” (e ir incluso más allá y leer el primer término flor: m.a.a. vlor “Diele, Wiese”, m.a.a. vluor “Boden, Wiese, Saatfeld”, n.a.a. Flur, ags. flor, ing. floor “Diele” del ie. *pl∂- (Pok. IEW, 805 – 807) “wide and flat” como germanismo, hecho frecuente en toda la zona, y considerar la siguiente interpretación hipotética: “la llanura de *rewi”).

(4)Como por ejemplo Monte do Viso (Redondela, Pontevedra), donde está precisamente la capilla de Nosa Señora da Peneda y desde la que se puede observar una dilatada panorámica de las rías de Vigo y Pontevedra, igualmente O Viso de Domaio (Moaña, Pontevedra) y de Carnota (A Coruña) o Viso en Céltigos (Ortigueira, A Coruña), todos ellos auténticos miradores naturales.

(5) Otras voces relacionadas serían a.irl. ré soluis, "m. time of moon light at night" y ré dorcha o réo dorcha, "m. time of the moon in the wane".

(6) De este mismo radical, por ejemplo, derivan las deidades indoeuropeas: let. Meness, lit. Menulis, la escandinava Mani o el dios persa Mah, identificados todos ellos como “La Luna”.

(7) ie. *reidh-: “conducir, ir” (IEW 861), da lugar al celta: a) *reidhi- “simple, plano”, a.irl. réidh “facilis, planus” a.galés ruid “[glos.] uacuum”, galés rhwydd “fácil, sencillo” a.bret. ruet, m.bret. rouez “[glos.] rarus” en el nombre personal Roed-lon, Roidoc, Roet-anau, bret. rouez “rare, clair-seme” ; b) también al celta *reidho-, a.irl. réidid, -réid, irl. ríadh “conducir, transportar” galés gorwydd (< *wo-reidho-) “caballo”.

(8) Forma léxica Ré propuesta por “The Placenames Commission (An Comisiún Logainmneacha”) dependiente del gobierno irlandés y cuyo papel consiste en a) investigar los nombres de lugar de Irlanda; b) establecer las formas originales y correctas de esos nombres; y, c) publicar un listado con esos nombres de lugar, en irlandés e inglés, para su uso oficial. La propia Commission para la normalización toponímica separa ambas formas léxicas: cf. Oileán Aimhréidh (Avery Island), Conach Réidh (Conaghra), An Drom Réidh (Dromreague), Magh Réidh (Flats), Carraig Aimhréidh (Carrickarea), An Leacain Réidh (Lackenrea). En Escocia, por ejemplo, Monadh Réidh (Monreith) “ciénaga”, si bien se le atribuye un probable orígen britónico. La traducción de Knockanarea, como Cnocán na Réidhe en 1902 por P.W.Joyce “Little Hill of the Mountain Plain”, esto es, “la pequeña colina de la montaña plana”, se nos aparece como un tanto incongruente en cuanto a su planteamiento lógico.

(9) Su uso ha quedado restringido a significar prácticamente “era, época, periodo” o como simple forma preposicional y adverbial.

(10) Esta necropolis, aún sin excavar y originalmente de ochenta sepulcros de los que en la actualidad se conservan sólo sesenta (la mayor parte expoliados), registra una aportación muy importante de distintos conjuntos arquitectónicos como “chambered cairns”, “passage mounds”, “dolmens”, “standing stones”, “stone circles”.

(11) Este nombre sugiere que habría sido construido por Mebd, reina de Connacht en la Edad de Hierro y uno de los más importantes personajes de la saga irlandesa de Tain Bo Cualnge, pero esta asociación es probablemente mítica. De hecho en sus proximidades acontecieron los hechos de la gran batalla mítica de Maighe Tuireadh entre los Túatha Dé Danann, las antiguas tribus de Irlanda y los Formorians, quienes talvez representaban el Caos.

(12) Sobre este lugar existen diversos trabajos sobre el carácter ritual y cosmogénico de todo el conjunto de Cúil Irra, cuyo centro es sin duda el monte llamado Cnoc na Ré. Así Stefan Bergh, arqueólogo de la Universidad de Galway, en su tesis doctoral sobre Carrowmore (1995), desarrolla un amplio estudio morfológico y un análisis del espacio contextual y orográfico del área; establece que Carrowmore habría sido uno de los mayores centros rituales estables durante el período neolítico irlandés. En este mismo sentido, Gabriel Cooney (2002:163) del Departmento de Arqueología de la “University College Dublin” considera que el complejo entero de Carrowmore es una parte integral del conjunto megalítico de Cúil Irra, similar a Brú na Bóinne, Co. Meath, considerado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.

(13) Cf. Sídhe Lug en sus próximidades, o ejemplos como Ré an Ghalláin "field of the standing stone”. De hecho se pueden establecer dos categorías respecto a los tópicos irlandeses más arcaicos: 1) el asentamiento en áreas específicas de grupos poblacionales a las que se la habrían impuesto sus nombres , y 2) más arcaica todavía, aquellos que designan determinadas características orográficas de un área especifica y que se hacen acompañar de una gama variada de items lexicales, que se expresan en sentido poético (metafórico: como, por ejemplo, el empleo de partes del cuerpo, animales, colores,…) o mítico en su aspecto más amplio. (Diarmuid Ó Murchadha & Kevin Murray: 2000:146-155).

(14) Como norma general este tipo de orónimos se acompañan de items lexicales referenciales que los distingue de entre las demás colinas circundantes: cf. Cnocan na Ré “la pequeña colina de la llanura”, Cnoc na nEasc “la colina del río”, Cnoc na Rátha “la colina de la fortaleza”, Cnoc na Rí “la colina del rey”, Cnoc na Saile “la colina del mar [junto al mar]”, Cnoc na Stuaice “la colina del barranco”, Cnoc na Málaí “la colina del monte [Mala]”, Cnoc na Loiche “la colina del lago”.

(15) “there can be little doubt that the Irish landscape and the dinnseanchas (= “place-lore”), ‘the history of places’, which was its collective reflex in tribal myth and history served together as an effective mnemonic index and treasury of a great part of native tradition.” (Mac Cana: 1980:27).

(16) Luego, en cuanto a su relación con aquellos tópicos llamados “dinnseanchas” no sólo cumple la simple función descriptiva histórico-mítica del orónimo irlandés, sino que, además, nos acerca a la significación y función específica de dicho espacio, ya que podemos deducir y extraer de él los elementos metafóricos que lo comprenden y caracterizan, es decir: como morada de los muertos y, al mismo tiempo, como residencia de una deidad lunar. O como tiempo tanto en su explicación concreta resultado de la observación y del racionamiento lógico, como desde su percepción metafísica y espiritual, y como en su propia definición semántica. La “historia del tópico” no sólo nos recuerda los acontecimientos legendarios de la Reina Mebd, sino que el propio folclore local nos remite, por ejemplo, a la obligación de recoger una piedra en la ladera de Cnoc na Ré y depositarla en la cima; o nos relata que en “ciertas noches” del año, el cortejo del Sidhe recorre las cumbres de aquellas colinas en sus caballos mágicos. Tienen la facultad de convertirse en criaturas míticas, de viajar por el cielo, y desaparecen con la llegada del alba. En tales noches la gente debía permanecer en sus casas pues el encuentro con el Sidhe traía la enfermedad, la desaparición, la transfiguración mágica o, la muerte.

(17) Y muy en especial con Cnoc na Ré, puesto que, al parecer, el ciclo solar alcanza su punto más alto en el solisticio de verano sobre Cnoc na Ré visto desde Sídhe Lug. Otros, ejemplos al respecto son entre otros: irl. Brú na Bóinne (Newgrange) “palace or great dining hall of the gods” o en Cnoc na Sídhe (Knocknashee) “the fairy or sídhe hill”.

(18) El complejo de Cúil Irra no debe entenderse como una simple colección de monumentos individuales sino como un sistema complejo cuyo diseño arquitectónico íntegro interconecta puntos visibles y elementos astronómicos, aunque no se puede concretar con exactitud la función y ritual de estos alineamientos, pero está claro que forman una parte intencional del complejo megalítico de Cúil Irra (S. Bergh, 1995:123). Por su parte, Martin Byrne, artista y guía local, quien ha dedicado muchos años al estudio y a la observación del complejo megalítico de Cúil Irra, considera que el aspecto lunar sea probablemente uno de los más importantes aspectos a tener en cuenta en cuanto a los alineamientos de Cnoc na Ré. En el solisticio de verano y cuando se observa desde el cairn de “la Reina Mebd”, la luna llena transcurre sobre el complejo megalítico de Carrowkeel en las vecinas montañas de Bricklieve. Mientras, en el solisticio de invierno la luna nace sobre Knocknarea, iluminando las cámaras de los cairns de Carrowkeel. Esta tipo alineación presupone la existencia de un sosfisticado sistema de entender los ciclos de la luna y éste es el motivo por el que se le ha denominado precisamente a esta parte de la colina como Knocknarea, es decir,"Hill of the Moon" (denominado aún así por nativos octogenarios y gaélico hablantes), así como la península de Cúil Irra como “the Remote Angle of the Moon”.

(19) Esta deidad Universal antiquísima no es ajena al mundo indoeuropeo ni al mundo de los celtas, tanto en su forma masculina, como femenina o hermafrodita (vid. nota 9). La Luna es la encargada de la renovación períodica, tanto a nivel cósmico como al terrenal, vegetal, animal y humano. Los ciclos de la Luna, luna creciente, luna llena, luna menguante y la Luna Negra, son visibles por todos y será el instrumento de medida universal. El mismo simbolismo conecta entre ellos la Luna, las aguas, la lluvia, la fecundidad de las mujeres, la de los animales, la vegetación, el destino del hombre después de la muerte, las ceremonias de iniciación, la fijación del calendario de las asambleas, de los sacrificios o reuniones religiosas, los banquetes y las asambleas. Relacionada con la Muerte y el Más Allá: “El hombre conoce dos muertes”, escribe Plutarco: “la primera tiene lugar en la tierra, en la morada de Deméter, pero la segunda en La Luna, en la morada de Perséfone”. El Más Allá se relaciona con el ritual relativo de los soberanos difuntos, en la que se describen los castigos infernales y la divinidad ctónica del banquete de ultratumba, rito que otorga la inmortalidad al difunto; El Destino, pues las tres fases de la Luna: creciente, llena y menguante, representan los distintos estadios de la vida humana, la totalidad de los días de la vida del hombre. La Vida y La Fertilidad: ya que era La luna una deidad de vida, muerte y resurrección, insólita, ya que moría y renacía cada mes y no era adorada por sí misma, sino por la fuerza concentrada en ella, por la vida y fertilidad que manifestaba. La Luna como dador de la vida, y como diosa de la procreación y fecundidad, se asocia al rocío, la humedad, la lluvia, los ríos, las mareas; La Sabiduría y el Conocimiento; El Tiempo y el Espacio, es de sobra conocido esta asociación cíclica temporal, pues los días, meses, años y estaciones se contabilizaban utilizándose como referente a la Luna; y vinculado en el Sacrificio con el animal bovino (vaca, ternera o toro: cf. Cabeço das Fráguas en la que la ofrenda sacrificial a *rewi- será un toro rojizo).

(20) Si en realidad los orónimos gallegos como Palas de Rei, Outeiro de Rei, Castro de Rei, Florderrei o Monterrei se pueden reducir o remontar a una pausible etimología *re(w)i (dada la imposibilidad formal del lat. regi (y que daría lugar a un supuesto **Palas do Rei o **Outeiro do Rei, esta relación lexemática entre irlandés e hispano-celta se haría desde luego aún más evidente y difícilmente contestable. Obsérvese que Outeiro de Rei podría ser la traducción literal gallega del irlandés Cnoc na Ré y Monterrei la del ing. Mountainrea (irl. Ré an tSléibhe). Palas de Rei evidentemente se relacionaría con ie *pala “roca”, galego pala “cueva formada por rocas”.

(21) Por aquello de una explicación del uso regular del grupo consonántico -nd-: cf. antrop.celtib. LETONDU, (B.I); gent. celtib. BOGONDISCOS, (B.II), top. celtib. TURUNDA, (B.IV).

(22) Es curiosa la referencia contextual que se advierte en algunos de estos espacios sagrados en cuanto a su relación con “penedas”, “penas” o “laxes”, en la mayor parte de los casos sujetos a la influencia del cristianismo, tanto en algunos orónimos galegos del tipo Viso (cf.: Sta. María da Peneda en Redondela, Laxes do Viso en Domaio) como en Serra do Larouco (cf.: A Nosa Señora da Peneda en varias de sus cimas, Serra da Peneda, Serra da Pena).

(23) Comunicación de A.M. Canto.


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Comentarios

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  1. #1 galaica 21 de dic. 2006

    Por partes.

    Onnega: 1) y 2) se refieren a Apellidos, no a orónimos, que también ofrecen una problemática importante para su interpretación. Los únicos nombres derivados seguros de la raíz ie. *rew- son los antiguos Cú Ravi y Cú Rói.

    Sobre 3), creo que la lAbor del gobierno irlandés en este sentido es importante: el anglicismo rea, presenta homonimia entre ré y reidh, pero ambas aparecen claramente diferenciadas en los orónimos irlandeses. Además se presupone que es la forma documentada y la más antigua.
    De todas formas, si hay otras posibilidades...ríobh, rí, por ejemplo, ya me podrás explicar la presencia del lexema ré en el orónimo. Por último, el único que pertenece al género mítico de todos ellos es Cnoc na Ré, y desde luego, no le faltan razones.

    En cuanto a 4) si para Reibón, etc, pero no para Outeiro de Rei, Palas de Rei o Florderrei. En este caso Rei es determinante de un orográfico, en el sentido de poseedor, es decir, la colina de...ALGUIEN, las cuevas rocosas de...AlGUIEN, y ese alguien es desde luego Rei. Rei no parece un nombre genérico, porque entonces precisaria de artículo, la colina de EL rey o la colina de EL río (si prefieres). Luego es un nombre ¿propio?. Fuera de Palas de Rey (cuya forma romance palatium es errada, o no, si realmente expresa un sentido poético descriptivo del contexto), te puedo confesar que desconozco las formas medievales de las demás. Ahora bien, es muy difícil partir del lat. rege(m) o ri(v)u(m) para explicar estos orónimos.

  2. #2 galaica 23 de dic. 2006

    Celtiberator: gracias por las correcciones.

    Estoy de acuerdo con esas consideraciones: *Rewi no es dios menor, sino muy al contrario un dios de gran veneración en el occidente peninsular (DEO MAXIMO en Larouco). Si realmente se relaciona con aspectos lunares, como creo, hablamos de un dios de la vida y de la muerte, que no es poco. Asi se puede entender su anonimato entre los galos del s. V a.C., los celtíberos como el propio sentido del tópico Cnoc na Ré (que encubre la deidad, el astro y los atributos al mismo tiempo) o que los pueblos occidentales peninsulares fuesen ateos, a pesar de ese dios guerrero identificado con Ares. De hecho, en la cultura gallega todavía perduran cultos relacionados directa o indirectamente con esta deidad (y ya no te digo nada de lo que sabemos del primer cuarto del siglo XX).

    Sobre el tema alteuropäisch:

    Veamos, esta claro que los que conoceremos por indoiranios, los arios, si quieres, no utilizaron dichas raíces hidronímicas puesto que los ríos de los lugares que ocuparon tenían ya de antiguo una denominación propia (en lenguas ajenas al grupo lingüístico IE), por lo que dejaron de ser productivas y quedando posteriormente en desuso (las lenguas de este grupo conservan dispersamente léxico asociado). Luego, está claro que tal uso de estos hidrónímicos se percibe con claridad en Europa, y quiere decir que en cada lugar en donde encontremos un radical de este tipo podemos con seguridad identificar al pueblo indoeuropeo. Por tanto, la presencia de gentes IE debe ser muy antigua en Europa si es que todos estos radicales hidronímicos se pueden considerar como tal. Demasiado antigua. De ahí la duda que se propone en la tesis vascoide (y de distinta manera en la TCP y Wiik) al considerar la lengua de dichos hidronímicos como aglutinante y no flexiva como cabría esperar.

    Si realmente esas raices de los hidrónimos son indoeuropeas, lo que único que se nos dice es el empleo de dichos radicales en común, es decir, como perteneciente al indoeuropeo común, de la misma manera que como si empleásemos los numerales o la palabra *ekwo-, por citar algún ejemplo, para clasificar una lengua como IE. Y eso, precisamente, no quiere decir que fuese "practicamente una misma lengua", porque es imposible que no existiesen dialectos diferenciados en ese amplio espacio geográfico, como se puede observar, por ejemplo, en las influencias sustráticas que caracterizan el sistema fonético del germánico o como la debilidad e incluso caída de la p- en céltico (quizás también debida a la influencia de lenguas anindoeuropeas). Además, observando la antiguas relaciones atlánticas, es más probable que pudiésemos distinguir un grupo dialectal ya diferenciado en este espacio geográfico en el megalítico (y quizá incluso antes), como ya había intuido I. Millán. Este teónimo podría ser también una buena muestra de este parentesco dialectal.

    Hace unos meses comentaba en "las lenguas IE..." sobre lo que ahora mismo está sucediendo: se entenderían a los dialectos IE distinguibles en el occidente hispánico como celtoide o protocelta.

    AcAbo de leer ahora tu respuesta Onnega: Me parece muy bien todo lo que dices. Ya digo que existen otras posibilidades réidh, rí, ríobh, y hay más. Utilizo simplemente los orónimos que se transcriben oficialmente con la forma ré y que, lógicamente, debe interpretarse como tal. Ahora bien, si pones en duda el trabajo de años (desde 1943) de la Comisión encargada para este tema, pues no sé, ya me dirás. Por otra parte, hay comentarios y testimonios de personas que recuerdan haber oído a su abuelo denominar a Cnoc na Ré como "la colina de la luna". Un ejemplo de su uso significando "luna": "Is gradh-gheal na ré thu" = "Vos sois el blanco amor de la luna" (en el Carmina Gadelica: referido a Dios).

    Sobre Rei, tu misma suscribes la posibilidad de su origen prerromano ante la forzada etimología de Bascuas. Si, podría también ser un topónimo, pero cuál, Rei, nunca aparece sólo como tal: cf.Santalla de Rei, en Pobra de Brollón (Lugo), aparentemente Santa Alla, si bien su santa patronal es Santa Lucía, y que curiosamente limita con CastroSANTE y también Castro de Rei (municipio y también parroquia de Paradela, ambos en Lugo), ambos relacionados aparentemente con castros.

    Sobre Palas de Rei tenemos testimonio desde el año 1200, en el que Alfonso IX suscribe "apud Palatium regis [=[palacio real, del rey]", una dádiva al monasterio de Melón, la continuidad del nombre de la villa es una constante, adoptando la forma definitiva de "Palas de Rei" (se cree que alli tuvo un palacio el rey Witiza). Sin embargo, presenta el inconveniente de que Palatium da lugar a gal. Pazo o Pacio "palacio", y no a la divergente palabra Palas. También Rei (de regis) no presenta concordancia, falta el artículo. Palas podría ser "las rocas" de *rewi (tanto en Palas como en Outeiro de Rei, en los demás tópicos lo desconozco, hay importantes restos megalíticos).






    Buenas fiestas a todos.
    Un beso.

  3. #3 Uma 30 de dic. 2006

    Si, Servan,en uno de mis comentarios anteriores decía que ,posiblemente,el relato referente a Rewe
    en el enlace que puse del colectivo Mapuche,podía estar mediatizado por el hecho de que están
    recuperando y "recreando",(en palabras de ellos),sus señas de identidad.,
    Hay un artículo interesante de una antropóloga
    Beatriz Carbonell
    Sobre lo que comentas,del arbol,incide en la idea de "Axis mundi" ,de lugar de comunicación
    con el mundo de los espíritus.

    No quiero desviar la atención del "Rewe" celta IE,etc..pero quiero poner un párrafo de Ana
    Mariela Bacigulpo,en la "Revista de antropología de la universidad de Chile":
    "Los chamanes son los sobrevivientes más australes de la migración mongólica a América. que todavía mantienen vigentes
    algunos rasgos del chamanismo siberiano. Hoy en día ,la " machi" Mapuche utiliza algunos implementos y accesorios
    que son muy similares a los del chamán siberiano,particularmente el tambor ritual (kultrun) y el arbol de la vida o "axis mundi"
    reperesentada en un altar (rewe)(Hultkranz ,1991)"
    Esto me lleva a hacer una pregunta:Si el chamanismo mapuche todavía mantiene rasgos del chamanismo siberiano,y si la palabra
    "Rewe" se refiere a uno de sus "objetos " de culto....¿es posible que está palabra(o alguna variante,claro) llegará con la migración
    mongólica y que ,en sus
    orígenes en eurasia, ,allá por el paleolítico hubiera podido ser compartida (o importada,o exportada)por los que luego
    serían los indoeuropeos? No,no estoy de coña,me lo estoy preguntando en serio y me gustaría que lo considerarais por un momento..
    ¿puede una palabra conservarse durante tanto tiempo en unas condiciones especiales de aislamiento cultural..etc.?


    Galaica,los comentarios mios los tengo porque me he acostumbrado a escribirlos antes
    en Word
    pues es mucho más cómodo. No tiene mucho sentido ponerlos aquí,pues eran sobre todo

    en referencia a la pregunta sobre Esrtrabón. Queria volver a mirar lo último que dijo que dijo
    Rumax , pero ya le preguntaré a él.)
    Bueno,feliz año a todos ,y,si lo teneis a bién,responded mi pregunta,aunque solo sea para
    descartar esa posibilidad definitivamente
    Bueno,feliz año a todos ,y,si lo teneis a bién,responded mi pregunta,aunque solo sea para
    que descarte esa posibilidad definitivamente

  4. #4 Uma 30 de dic. 2006

    Se ha saltado.
    Abo,solo quería decir que,quizá sea una locura,pero no me quito la idea
    de la cabeza...aunque quizá me la quiten algunos de los que escriben aquí

  5. #5 Uma 30 de dic. 2006


    Sí,Abo.
    por eso planteo aquí la pregunta,porque me fió de los conocimientos y la seriedad
    de todos ellos
    !Buenas noches!

    Como curiosidad,aquí se vé mejor el dibujo del tambor y esa especie de "laburu",
    aunque eso no quiere decir nada,pues es casi un símbolo universal


  6. #6 galaica 04 de ene. 2007

    Igualmente.

    Bueno, Abo...yo tengo claro una cosa:

    Montar una secta de adoradores lunares adoctrinados en el amor universal de *rewi (el tema de la fertilidad, fecundidad o como lo prefieras llamar sería, pues..., una parte importante, práctica y no teórica, de esta doctrina, estableciéndose fiestas similares a las que se hacian en Atenas en honor a la diosa lunar tracia-frigia Bendis).

    No puede ser "oficial", es "oficial". Si el pretexto de no hacer consideraciones sobre este artículo son el anonimato y las "estrictas reglas académicas", yo misma la convierto en "oficial" y punto, y que se rebajen, si quieren, a hacer sus observaciones en público, aquí, entre nosotros. Si no (lo más probable), mala suerte.

    Es cierto, Abo, y disculpa no haberte respondido, pero es que necesitaba descansar: DEO LARIO BREO el ie. *plā­ro­ "suelo, área", celta *(p)lāro "suelo, centro, hogar, campo" te indica el camino a seguir. Ahora bien, las interpretaciones corren de tu cuenta y son varias (y siempre que podamos relacionar Breo con el ie. *bhºrgh- "elevación", cosa que aún está por ver). El orónimo de O Facho (Donón), responde en gran medida a la descripción orográfica del contexto relatado en *rewi, un lugar distinguible, visible, caracterizado por una planicie en su cima, un hermosísimo mirador. A primera vista parece responder a una deidad semejante a la que vemos en Ocrimira, Salamati, vinculado con ese contexto, y que fue motivo de peregrinación (relacionado tal vez con ese simbolismo propio de un "finis terrae"). No sé, no sé.

  7. #7 galaica 05 de ene. 2007

    También me vale la doctrina "setaria", Abo, aunque deberíamos incluir de todas formas el desmadre ateniense que comento.

    Es muy razonable lo que dices, Abo. Una interpretación de posible sería por ejemplo, "al dios del lugar [sagrado] de Breo" o también "al dios de la llanura elevada [como tópico]", etc., pues hay varias combinaciones.

    Respecto a la "oficialidad" del texto, creo que celtiberia.net es un lugar tan respetable de publicación como cualquier otro, de hecho, hay artículos de gran interés que deberían de tenerse en cuenta por parte de algunas de las autoridades académicas. Pero desgraciadamente no es así, asi que que se....piiiii. Desde luego, olvídate de que aquí aparezca algún comentario por parte de algún de estos monstruos de la lingüística paleohispánica. Viven en su mundo particular, en una burbujita. Lo nuestro es simple ignorancia.

  8. #8 galaica 06 de ene. 2007

    Pues si, Abo, en especial la "amanita caesaris", un manjar de reyes. En cuanto al desmadre, naturalmente no me refería a "eso", sino a algo bastante más agradable. Aristoteles en el fondo tiene bastante razón en el tema del cotilleo que lleva a donde no se debiera llegar.

    De hecho tenía pensado hacer una especie de mesa redonda, abierta, en la que todos pudiesemos intervenir, donde talvez podríamos contar con la participación de Mallory, Wodtko, Wiik o Matasovic, entre otros. Pero la falta a veces de respeto, seriedad y compromiso de muchos me obligan a reconsiderar este tema...y es una lástima, porque un foro como este no se lo merece.

    También porque los Reyes han sido muy generosos conmigo, Abo.... quizás deba cambiar de planes y, muy a mi pesar, tragar con la puñetera "oficialidad".

  9. #9 CELTIBERATOR 02 de dic. 2007

    "Por lo visto, a él no le parece (cosa increíble) que la metalurgia del bronce, y la del hierro en un momento posterior, hayan sido unos avances técnicos tan revolucionarios como para otorgarles esa capacidad de expansión a los primeros europeos que fueron capaces de aprovecharlos."


    Obviamente este caracter "revolucionario" tiene que ser matizado, ¿de que material eran mayoritariamente las herramientas en la Edad del Cobre y Bronce Inicial (la epoca que Gimbutas da para las oleadas IE)?


    Pongamos un caso moderno a dado la tecnología del aluminio potencial expansionista a nuestras sociedades, ha dado el microchip al japon de postguerra capacidad expansionista militarmente hablando. Se han expandido los pantalones levis o la Coca-Cola militarmente. La adopción del automovil revela la penetración de grupos de poblacion alemanes (por Diemler) o Americanos (por Fort) en el resto del mundo.


    Convendran que algunos de estos hechos son tecnologías copiadas a las que no se puede dar más connotaciones, más alla del prestamo (difusión), o que son parte de un comercio: Pero recuerden que nuestro mundo no ha inventado el comercio ni las mercancias que se comercian en sus multiples acepciones y formas antropologicas e históricas varias.


    Por otro lado en el caso de la difusión de la tecnología del Bronce yo lo que veo probable más que un monton de campañas de conquista, que habrían creado gran inseguridad en el trasporte y abastecimiento de materias primas (estaño, cobre), veo más factible que fuese el efecto de las redes comerciales supralocales que había que crear para tener acceso a unos bienes que se concentraban en lugares delimitados, lo cual hacia necesaria una politica de alianzas entre comunidades, personas y elites de esas socieades para mantener un flujo del que todos se beneficiaban, ya fuera a traves de la recepción de productos de prestigio elAborados, comercio de materias primas, etc, o de otros intercambios de prestigio o diplomaticos que pudieran de servir de elementos vehiculares en estas relaciones.


    Esta linea a permitido explicar algunos fenomenos arqueológicos curiosos como tipologías de raíz mediterranea (egea/Balcanica) en Escandinavio, o el curioso de tronos de bronce gemelos uno encontrado en Escandinavia y otro en los Balcanes, pero que por su peso, forma y decoración exacta demuestran que fueron hechos por un mismo artesano en un mismo momento, y posiblemente para un mismo cliente que quizas los utilizo como regalo a otro jefe-rey local.

  10. #10 Diocles 02 de dic. 2007

    Los antiguos irlandeses creían estar emparentados con los escitas (otro pueblo indoeuropeo), pero no con los hebreos. Realmente hubo celtas de origen galo (también emparentados con los irlandeses) que sirvieron en Egipto como mercenarios, durante los reinados de Ptolomeo II, Ptolomeo IV y Ptolomeo V (siglos III y II a. C.) Algunos de ellos fueron enterrados en Hadra, cerca de Alejandría. Otros permanecieron durante unos 70 años en el reino de Tylis, que ellos mismos establecieron en Tracia (región llamada "la Escitia griega" en la tradición irlandesa).

    Los tebanos de Grecia no se consideraban egipcios, pero sí creían que uno de sus antiguos reyes, llamado Cadmo, tenía un origen fenicio (y no egipcio). Uno de los nombres por los que fueron conocidos los griegos de la Edad de Bronce ("danaoi" en los poemas homéricos y "danaya" en algunos documentos egipcios) es realmente de origen semítico. El término dan, que significa juez o señor, debió pasar de Siria a Anatolia (donde se documenta también el pueblo de los danuna, en Cilicia) y de allí a la zona del Egeo. Éste puede ser el origen real de las leyendas de Cadmo y Dánao.

    Los atenienses creían ser un pueblo autóctono que descendía de los pelasgos, los más antiguos pobladores de Grecia, los cuales habrían sido posteriormente helenizados (tras mezclarse probablemente con una tribu helénica de origen indoeuropeo).

    La historia de Cessair, nieta de Noé, no procede de la antigua tradición oral irlandesa, sino que es claramente un añadido espurio realizado por los monjes cristianos. Ningún gaélico anterior a San Patricio podía creerse descendiente de Noé, que es un personaje bíblico. El personaje de Cessair parece ser una reelAboración medieval de la diosa Eriu, que personificaba a la nación irlandesa.

  11. #11 CELTIBERATOR 02 de dic. 2007

    "Por otro lado en el caso de la difusión de la tecnología del Bronce yo lo que veo probable más que un monton de campañas de conquista, que habrían creado gran inseguridad en el trasporte y abastecimiento de materias primas (estaño, cobre), veo más factible que fuese el efecto de las redes comerciales supralocales que había que crear para tener acceso a unos bienes que se concentraban en lugares delimitados, lo cual hacia necesaria una politica de alianzas entre comunidades, personas y elites de esas socieades para mantener un flujo del que todos se beneficiaban, ya fuera a traves de la recepción de productos de prestigio elAborados, comercio de materias primas, etc, o de otros intercambios de prestigio o diplomaticos que pudieran de servir de elementos vehiculares en estas relaciones. "


    Creo que este es un modelo lo suficientemente bueno para establecer unas lenguas internacionales, unas lenguas de cultura. Y que este proceso comercial, junto a otros fruto del mero contacto la proximidad, la imitación, etc, etc puede explicar tambien la creación de areas dialectales, mejor que la tan manida y algo apriorista yuxtaposición de oleadas. Pero nos ayudan a explicar tambien la presencia de elementos comunes en otros campos como la mentalidad, la religión, la ideologia, la organización social, etc.


    Creo que hay que hacer una reflexión sobre la bibliografia, lo cual presupone leersela antes (es extensa y no empieza ni acaba en Renfrew como a alguno le gustaría) y despues hacer una reflexión de sentido común sobre lo que esta esta describiendo, a mi al respecto me gusta contrastarla con fenomenos que conocemos bien no ya en la antiguedad o Edad Media solo, sino en el mundo contemporaneo para cuestionar la idoneidad de algunas interpretaciones que con la "cortinilla" de la falta de datos y de contexto hacemos alegremente sobre el pasado. Para que se me entienda un ej.:


    1-Es sabido que muchas de las culturas arqueologicas han sido definidas por un item arqueologico concreto dentro de la arqueología historico-cultural: Tipo de Enterramiento: Ej. Campos de Urnas, Asentamiento: Cult. Castrex, Ergología: Campaniforme. En las interpretaciones tradicionales se han equiparado las culturas definidas por esos items con pueblos, y por tanto la difusión-presencia de esos items con movimientos de pueblos. ¿Es eso real o una ilusión optica?


    2-Unos ej. contemporaneos de lo segundo: Es sabido que hasta hace algunos años en el mundo rural gallego se solía enterrar a los muertos entorno al campo de la iglesia, el cementerio no estaba delimitado ni separado y las tumbas eran más bien simples lapidas. A continuación se paso a separara el cementerio del campo de la iglesia, ahora estaba en un espacio anexo y separado por un muro. ¿Se apreciaría por tanto una continuidad, pero con posible influencias y cambios ideologicos y de religión incluso en la visión de la muerte? Si estuviéramos ante una necrópolis protohistorica diriamos que si, en el caso actual sabemos que no es así. Pero sigamos ahora un poco más, este tipo de enterramiento mantenía la ubicación en tierra pero se vio sustituido en determinada epoca por enterramientos en alto tipo nicho, que en algunos cementerios como cierto de Redondela llegan a desplazar a las tumbas en tierra y a crear altos muros de nichos superpuestos. Si estuviésemos ante una necrópolis protohistorica diriamos que esto indudablemente refleja un cambio en la mentalida y en la religión, en nuestro caso en realidad sabemos que el catolicismo no fue desplazado por ninguna religión, y las gentes de Redondela por ninguna invasión de extranjeros. El nicho no implica un contacto con el ser supremos más evidente frente a la tierra que sería un rito autoctono derivado de las creencias teluricas y no uranicas (¿te suena a Gimbutas no Diocles?) de los invasores. A su vez la moda de incinerar y meter en una hurna algo que no todos hacen porque es más caro no refleja esta creencia en una elite invasionista que se ha impuesto, y que a traves de la destrucción por el fuego livera su alma que va directamente en el humo a unirse con los dioses celestes. Simplemente revela diferencias de presupuesto o de gusto y escrúpulo.


    Ahora pensemos en la “casa de aldea” como item director, y creemos una cultura arqueológica “casa-aldeana” y opongamosle a esta una cultura de la “casa adosada”. Veamos el eminente carácter auctotono y rural de la primera y el carácter aloctono y urbano de la segunda, con más presencia en zonas como Madrid que por tanto deben ser consideradas como focos y horizontes de esta cultura “casAbosadiense”. A su vez las casas de la cultura casalbeana se asocian a una cultura material caracterizada por la ceramica tradicional o recipientes de materiales perecederos (madera), mientras que tanto en la materias como en las formas la cultura casoadosadiense utiliza preferentemente formas de plastico y metales ligeros o similares. La penetración de utillaje casoadosadiense en casas casoaldeanas lleva aparejados otros item de prestigio como la adopción de la caja oculada denominada comúnmente televisor. Asu vez se observa un parecido en la planta .-rectangular- casoaldeana- que imita a la casoAbosadiense, distanciándose de la más autoctona planta circular tipo palloza. El modelo que se puede inferir es el de una colonización Abosadiense que utiliza asentamientos centrales (Coruña, Vigo, Santiago, Pontevedra, Villalva, …) como núcleos desde los que se controla el territorio indígena circumdante.


    Si a ello le unimos la sustitución de la lengua casaldeaniense (gallego) por la casAbosadiense (castellano). Podemos sacar en conclusión:


    -Los casoadosadienses, el pueblo casoadosadiense tiene su foco en Madrid y la Meseta Oriental, se espande por conquista al territorio Casoaldeaniense, creando asentamientos centrales que controlan a la mayoria de la población e imponiendo su religión (que se caracteriza como uránica y caracterizada por “enterramiento en alto” –nicho- y la “cremación”) sobre la autóctona (de raíz telurica y naturalista que se caracteriza por la inhumación en tierra, valga la redundancia). La invasión de los casoadosadienses se vio fAborecida por una tecnología superior el uso del coche como medio de trasporte (como en los tiempos antiguos lo fue para los indoeuropeos el carro) y la luz electrica que les dio una clara ventaja sobre las poblaciones indígenas. La elite dominante casoadosadiense oriunda de Madrid habría así afirmado su conquista y sustituido las costumbres del pais, religión, lengua, en un proceso claro y evidente de elite dominante.


     


    Esto obviamente es una exageración pero cualquiera que aparte la carcajada y se fije un poco, percivirá que de hecho los argumentos arqueológicos –especialmente los invasionistas- se han construido frecuentemente sobre argumentaciones de este tipo. No quiero con ello, y quienes hallan visto otras de mis intervenciones lo sabrán minusvalorar el papel de la arqueología, o decir frases socorridas como “los datos arqueologicos siempre insuficientes”, que al final lo que esconden es la incomodidad de que esos datos no se adecuen a nuestras ideas o teorías preconcevidas, sean cuales fueren.  En resumen: “Un cacharro, una tumba, una casa, o golondrina no hacen verano, al globalización no es “invasión” y turismo estival –madrileño o no- tampoco “limpieza etnica”


     

  12. #12 CELTIBERATOR 02 de dic. 2007

    Como es lo realmente importante y no encerrarnos en bizantinismo (o en el credo de cada uno), retomo mi argumento a modo de critica a las reconstrucciones invasionista hechas por la arqueología tradicional:


     



    "Por otro lado en el caso de la difusión de la tecnología del Bronce yo lo que veo probable más que un monton de campañas de conquista, que habrían creado gran inseguridad en el trasporte y abastecimiento de materias primas (estaño, cobre), veo más factible que fuese el efecto de las redes comerciales supralocales que había que crear para tener acceso a unos bienes que se concentraban en lugares delimitados, lo cual hacia necesaria una politica de alianzas entre comunidades, personas y elites de esas socieades para mantener un flujo del que todos se beneficiaban, ya fuera a traves de la recepción de productos de prestigio elAborados, comercio de materias primas, etc, o de otros intercambios de prestigio o diplomaticos que pudieran de servir de elementos vehiculares en estas relaciones. "



     


    Creo que este es un modelo lo suficientemente bueno para establecer unas lenguas internacionales, unas lenguas de cultura. Y que este proceso comercial, junto a otros fruto del mero contacto la proximidad, la imitación, etc, etc puede explicar tambien la creación de areas dialectales, mejor que la tan manida y algo apriorista yuxtaposición de oleadas. Pero nos ayudan a explicar tambien la presencia de elementos comunes en otros campos como la mentalidad, la religión, la ideologia, la organización social, etc.



     


    Creo que hay que hacer una reflexión sobre la bibliografia, lo cual presupone leersela antes (es extensa y no empieza ni acaba en Renfrew como a alguno le gustaría) y despues hacer una reflexión de sentido común sobre lo que esta esta describiendo, a mi al respecto me gusta contrastarla con fenomenos que conocemos bien no ya en la antiguedad o Edad Media solo, sino en el mundo contemporaneo para cuestionar la idoneidad de algunas interpretaciones que con la "cortinilla" de la falta de datos y de contexto hacemos alegremente sobre el pasado. Para que se me entienda un ej.:



     


    1-Es sabido que muchas de las culturas arqueologicas han sido definidas por un item arqueologico concreto dentro de la arqueología historico-cultural: Tipo de Enterramiento: Ej. Campos de Urnas, Asentamiento: Cult. Castrex, Ergología: Campaniforme. En las interpretaciones tradicionales se han equiparado las culturas definidas por esos items con pueblos, y por tanto la difusión-presencia de esos items con movimientos de pueblos. ¿Es eso real o una ilusión optica?



     


    2-Unos ej. contemporaneos de lo segundo: Es sabido que hasta hace algunos años en el mundo rural gallego se solía enterrar a los muertos entorno al campo de la iglesia, el cementerio no estaba delimitado ni separado y las tumbas eran más bien simples lapidas. A continuación se paso a separara el cementerio del campo de la iglesia, ahora estaba en un espacio anexo y separado por un muro. ¿Se apreciaría por tanto una continuidad, pero con posible influencias y cambios ideologicos y de religión incluso en la visión de la muerte? Si estuviéramos ante una necrópolis protohistorica diriamos que si, en el caso actual sabemos que no es así. Pero sigamos ahora un poco más, este tipo de enterramiento mantenía la ubicación en tierra pero se vio sustituido en determinada epoca por enterramientos en alto tipo nicho, que en algunos cementerios como cierto de Redondela llegan a desplazar a las tumbas en tierra y a crear altos muros de nichos superpuestos. Si estuviésemos ante una necrópolis protohistorica diriamos que esto indudablemente refleja un cambio en la mentalida y en la religión, en nuestro caso en realidad sabemos que el catolicismo no fue desplazado por ninguna religión, y las gentes de Redondela por ninguna invasión de extranjeros. El nicho no implica un contacto con el ser supremos más evidente frente a la tierra que sería un rito autoctono derivado de las creencias teluricas y no uranicas (¿te suena a Gimbutas no Diocles?) de los invasores. A su vez la moda de incinerar y meter en una hurna algo que no todos hacen porque es más caro no refleja esta creencia en una elite invasionista que se ha impuesto, y que a traves de la destrucción por el fuego livera su alma que va directamente en el humo a unirse con los dioses celestes. Simplemente revela diferencias de presupuesto o de gusto y escrúpulo.



     


    Ahora pensemos en la “casa de aldea” como item director, y creemos una cultura arqueológica “casa-aldeana” y opongamosle a esta una cultura de la “casa adosada”. Veamos el eminente carácter auctotono y rural de la primera y el carácter aloctono y urbano de la segunda, con más presencia en zonas como Madrid que por tanto deben ser consideradas como focos y horizontes de esta cultura “casAbosadiense”. A su vez las casas de la cultura casalbeana se asocian a una cultura material caracterizada por la ceramica tradicional o recipientes de materiales perecederos (madera), mientras que tanto en la materias como en las formas la cultura casoadosadiense utiliza preferentemente formas de plastico y metales ligeros o similares. La penetración de utillaje casoadosadiense en casas casoaldeanas lleva aparejados otros item de prestigio como la adopción de la caja oculada denominada comúnmente televisor. Asu vez se observa un parecido en la planta .-rectangular- casoaldeana- que imita a la casoAbosadiense, distanciándose de la más autoctona planta circular tipo palloza. El modelo que se puede inferir es el de una colonización Abosadiense que utiliza asentamientos centrales (Coruña, Vigo, Santiago, Pontevedra, Villalva, …) como núcleos desde los que se controla el territorio indígena circumdante.



     


    Si a ello le unimos la sustitución de la lengua casaldeaniense (gallego) por la casAbosadiense (castellano). Podemos sacar en conclusión:



     


    -Los casoadosadienses, el pueblo casoadosadiense tiene su foco en Madrid y la Meseta Oriental, se espande por conquista al territorio Casoaldeaniense, creando asentamientos centrales que controlan a la mayoria de la población e imponiendo su religión (que se caracteriza como uránica y caracterizada por “enterramiento en alto” –nicho- y la “cremación”) sobre la autóctona (de raíz telurica y naturalista que se caracteriza por la inhumación en tierra, valga la redundancia). La invasión de los casoadosadienses se vio fAborecida por una tecnología superior el uso del coche como medio de trasporte (como en los tiempos antiguos lo fue para los indoeuropeos el carro) y la luz electrica que les dio una clara ventaja sobre las poblaciones indígenas. La elite dominante casoadosadiense oriunda de Madrid habría así afirmado su conquista y sustituido las costumbres del pais, religión, lengua, en un proceso claro y evidente de elite dominante.



     


     



     


    Esto obviamente es una exageración pero cualquiera que aparte la carcajada y se fije un poco, percivirá que de hecho los argumentos arqueológicos –especialmente los invasionistas- se han construido frecuentemente sobre argumentaciones de este tipo. No quiero con ello, y quienes hallan visto otras de mis intervenciones lo sabrán minusvalorar el papel de la arqueología, o decir frases socorridas como “los datos arqueologicos siempre insuficientes”, que al final lo que esconden es la incomodidad de que esos datos no se adecuen a nuestras ideas o teorías preconcevidas, sean cuales fueren.  En resumen: “Un cacharro, una tumba, una casa, o golondrina no hacen verano, al globalización no es “invasión” y turismo estival –madrileño o no- tampoco “limpieza etnica”

  13. #13 CELTIBERATOR 03 de dic. 2007

    Por cierto no se me escabulla y dea una explicación -convincente- a mi objeción principal, es mejor criticar el argumento principal, y no los secundarios, creo yo. Se lo repito:


    "Por otro lado en el caso de la difusión de la tecnología del Bronce yo lo que veo probable más que un monton de campañas de conquista, que habrían creado gran inseguridad en el trasporte y abastecimiento de materias primas (estaño, cobre), veo más factible que fuese el efecto de las redes comerciales supralocales que había que crear para tener acceso a unos bienes que se concentraban en lugares delimitados, lo cual hacia necesaria una politica de alianzas entre comunidades, personas y elites de esas socieades para mantener un flujo del que todos se beneficiaban, ya fuera a traves de la recepción de productos de prestigio elAborados, comercio de materias primas, etc, o de otros intercambios de prestigio o diplomaticos que pudieran de servir de elementos vehiculares en estas relaciones. "



     



     



     


    Creo que este es un modelo lo suficientemente bueno para establecer unas lenguas internacionales, unas lenguas de cultura. Y que este proceso comercial, junto a otros fruto del mero contacto la proximidad, la imitación, etc, etc puede explicar tambien la creación de areas dialectales, mejor que la tan manida y algo apriorista yuxtaposición de oleadas. Pero nos ayudan a explicar tambien la presencia de elementos comunes en otros campos como la mentalidad, la religión, la ideologia, la organización social, etc.


    "Creo que hay que hacer una reflexión sobre la bibliografia, lo cual presupone leersela antes (es extensa y no empieza ni acaba en Renfrew como a alguno le gustaría) y despues hacer una reflexión de sentido común sobre lo que esta esta describiendo, a mi al respecto me gusta contrastarla con fenomenos que conocemos bien no ya en la antiguedad o Edad Media solo, sino en el mundo contemporaneo para cuestionar la idoneidad de algunas interpretaciones que con la "cortinilla" de la falta de datos y de contexto hacemos alegremente sobre el pasado. Para que se me entienda un ej.:


    1-Es sabido que muchas de las culturas arqueologicas han sido definidas por un item arqueologico concreto dentro de la arqueología historico-cultural: Tipo de Enterramiento: Ej. Campos de Urnas, Asentamiento: Cult. Castrex, Ergología: Campaniforme. En las interpretaciones tradicionales se han equiparado las culturas definidas por esos items con pueblos, y por tanto la difusión-presencia de esos items con movimientos de pueblos. ¿Es eso real o una ilusión optica?


    2-Unos ej. contemporaneos de lo segundo: Es sabido que hasta hace algunos años en el mundo rural gallego se solía enterrar a los muertos entorno al campo de la iglesia, el cementerio no estaba delimitado ni separado y las tumbas eran más bien simples lapidas. A continuación se paso a separara el cementerio del campo de la iglesia, ahora estaba en un espacio anexo y separado por un muro. ¿Se apreciaría por tanto una continuidad, pero con posible influencias y cambios ideologicos y de religión incluso en la visión de la muerte? Si estuviéramos ante una necrópolis protohistorica diriamos que si, en el caso actual sabemos que no es así. Pero sigamos ahora un poco más, este tipo de enterramiento mantenía la ubicación en tierra pero se vio sustituido en determinada epoca por enterramientos en alto tipo nicho, que en algunos cementerios como cierto de Redondela llegan a desplazar a las tumbas en tierra y a crear altos muros de nichos superpuestos. Si estuviésemos ante una necrópolis protohistorica diriamos que esto indudablemente refleja un cambio en la mentalida y en la religión, en nuestro caso en realidad sabemos que el catolicismo no fue desplazado por ninguna religión, y las gentes de Redondela por ninguna invasión de extranjeros. El nicho no implica un contacto con el ser supremos más evidente frente a la tierra que sería un rito autoctono derivado de las creencias teluricas y no uranicas (¿te suena a Gimbutas no Diocles?) de los invasores. A su vez la moda de incinerar y meter en una hurna algo que no todos hacen porque es más caro no refleja esta creencia en una elite invasionista que se ha impuesto, y que a traves de la destrucción por el fuego livera su alma que va directamente en el humo a unirse con los dioses celestes. Simplemente revela diferencias de presupuesto o de gusto y escrúpulo.


    Ahora pensemos en la “casa de aldea” como item director, y creemos una cultura arqueológica “casa-aldeana” y opongamosle a esta una cultura de la “casa adosada”. Veamos el eminente carácter auctotono y rural de la primera y el carácter aloctono y urbano de la segunda, con más presencia en zonas como Madrid que por tanto deben ser consideradas como focos y horizontes de esta cultura “casAbosadiense”. A su vez las casas de la cultura casalbeana se asocian a una cultura material caracterizada por la ceramica tradicional o recipientes de materiales perecederos (madera), mientras que tanto en la materias como en las formas la cultura casoadosadiense utiliza preferentemente formas de plastico y metales ligeros o similares. La penetración de utillaje casoadosadiense en casas casoaldeanas lleva aparejados otros item de prestigio como la adopción de la caja oculada denominada comúnmente televisor. Asu vez se observa un parecido en la planta .-rectangular- casoaldeana- que imita a la casoAbosadiense, distanciándose de la más autoctona planta circular tipo palloza. El modelo que se puede inferir es el de una colonización Abosadiense que utiliza asentamientos centrales (Coruña, Vigo, Santiago, Pontevedra, Villalva, …) como núcleos desde los que se controla el territorio indígena circumdante.


    Si a ello le unimos la sustitución de la lengua casaldeaniense (gallego) por la casAbosadiense (castellano). Podemos sacar en conclusión:


    -Los casoadosadienses, el pueblo casoadosadiense tiene su foco en Madrid y la Meseta Oriental, se espande por conquista al territorio Casoaldeaniense, creando asentamientos centrales que controlan a la mayoria de la población e imponiendo su religión (que se caracteriza como uránica y caracterizada por “enterramiento en alto” –nicho- y la “cremación”) sobre la autóctona (de raíz telurica y naturalista que se caracteriza por la inhumación en tierra, valga la redundancia). La invasión de los casoadosadienses se vio fAborecida por una tecnología superior el uso del coche como medio de trasporte (como en los tiempos antiguos lo fue para los indoeuropeos el carro) y la luz electrica que les dio una clara ventaja sobre las poblaciones indígenas. La elite dominante casoadosadiense oriunda de Madrid habría así afirmado su conquista y sustituido las costumbres del pais, religión, lengua, en un proceso claro y evidente de elite dominante.


    Esto obviamente es una exageración pero cualquiera que aparte la carcajada y se fije un poco, percivirá que de hecho los argumentos arqueológicos –especialmente los invasionistas- se han construido frecuentemente sobre argumentaciones de este tipo. No quiero con ello, y quienes hallan visto otras de mis intervenciones lo sabrán minusvalorar el papel de la arqueología, o decir frases socorridas como “los datos arqueologicos siempre insuficientes”, que al final lo que esconden es la incomodidad de que esos datos no se adecuen a nuestras ideas o teorías preconcevidas, sean cuales fueren.  En resumen: “Un cacharro, una tumba, una casa, o golondrina no hacen verano, al globalización no es “invasión” y turismo estival –madrileño o no- tampoco “limpieza etnica” "

  14. #14 CELTIBERATOR 03 de dic. 2007

    Curiosamente usted siempre parece "poder contestarme sin mayor problema" a las cuestiones de fondo que yo le planteo, pero curiosamente nunca o rara vez lo ha hecho, hay buenos ej. creo yo en el foro sobre IEización de la Peninsula Iberica: Usted al respecto aun me debe una respuesta a la objeción que hice -tenía más preparadas por otro lado- al modelo Gimbutas por inconsistencia con los propios elementos IE reconstruidos. Le recuerdo que me la debe aun, aunque por aquel entonces se escuso, con iguales o similares palabras. Y escusas.


    Le repito que si quiere entreterse con matices etimológicos por peregrinos que séan, o magnificar hasta el infinito mis despistes congenitos (hoy le llamo Moises a Abraham mañana Asurbanipal), y obviar los argumentos de fondo, en los que como se hace patente otra vez no le gusta entrar y en cuanto puede aprovecha para abandonar.


    Por otro lado me conduzco con igual respeto o sarcasmo con el que un genetista se comportaria con un "creacionista" o un astrofisico con un ufologo, no se si me entiende. Hay personas, y veo que no es el caso, que entendemos que la historia es el estudio de las sociedades del pasado, de su economia, sus mentalidades, sus instituciones, etc, etc. Y que entendemos que los textos son por tanto producto de un tiempo y de unos condicionantes y tienen que ser usados con un sentido critico.


     Eso supone saber, y tener en cuenta, que hay una tradición literaria, topoi literarios e historiograficos, y una trasmisión en la que el texto o la información que da puede ser reinterpretada en otros contextos historicos (incluso actuales como usted demuestra, con su Apofis y Baales, ... historizados, al que no me replica, o no puede replicarme, o simplemente no le conviene replicarme).


     El Lebhar Gabala es un producto de lo que los propios irlandeses denominan como "historiadores sintéticos" eclesiasticos que pretendían acomodar los elementos paganos de la tradición irlandesa a los codigos de un presente cristiano, ello llevo en el plano legal a introducir modificaciones de algunas leyes para acordarlas con preceptos no solo cristianos, sino tambien biblicos, o para acercarlas a normas legales y morales del Antiguo Testamento. En lo geografico e Historico los propios irlandes han destacado la influencia de la geografia clasica y sobre todo de obras como la de Orossio y S. Isidoro de Sevilla, que son de uso frecuente en la Irlanda altomedieval, unida a aportaciones como la de Beda (que establece la equivalencia Scoti-Scyti de la que sacara tanto probecho el Lebhar). A ello se une una corriente paneuropea que intenta enlazar "las historias" paganas, y la historia grecorromana con las cronologías y los hechos biblicos, surgen así las cronologias y genealogias tubaliticas y  jafeticas que luego se repetiran en autores del Renacimiento hasta el XVIII, con algun epitomista aun en el XIX pre- y postdarwiniano en algún caso.


    Esta tendencia es la misma que observamos, a demas de en el Lebhar, en la Edda Menor del Islandes Snorry Sturluson, en la Historia Danesa de Saxo Gramatico, etc, etc. Ambas dos con genealogias troyanas para personajes del panteón escandinavo, que son humanizados, siguendo una linea evemerizante (de la Hiera Anagraphe de Evhemero como sabe) que tubo un resurgir durante la Antiguedad Tardia, de la mano de la patristica que aplica la interpretación evemerista según la cual los dioses solo serían meros humanos divinizados, en la polémica contra el paganismo, y que cobra importancia en la literatura medieval posiblemente a traves de la difusión del De Correctione Rusticorum de Martin Dumiense.


    Esto no es algo que yo halla sacado de ninguna manga, es algo desarrollado por los estudiosos de la literatura celta medieval y medieval en general, en una larga linea que va desde el pionero D´Arbois de Jubainville (que ya nego la historicidad de la leyenda milesia, y la planteo como reintepretación clasica y biblica de mitos irlandeses) hasta el libro actual de Kin Mac Kone Pagant Past and Christian Present, posiblemente el estudio más completo y esclarecedor al respecto sobre la recepción de la tradición clasica y biblica en Irlanda y de como moldeo el substrato de tradición oral irlandes.


    Entiendo que darle estas citas es por mi parte ocioso porque se que usted no se molestará en leer nada que perturbe sus comodas conclusiones, o la ortodoxia de sus tesis invasionistas y ex oriente ... todo. Por eso no debe de indignarse si le trato en paralelo a ufologos y jimenezdelosos varios con cierto sarcasmo a ratos sangrante, o ironía más fina, en otras ocasiones, ya que al menos con ello me evito decirle otras cosas de usted. En resumen no se enfade, porque con el sarcasmo lo que hago en el fondo es un profundo esfuerzo de autocontención sobre lo que pienso de usted.


     


    -Sobre lo de atenerse a la cuestión principal yo simplemente respondía a los comentarios de alguien que suele escaparse de la cuestión principal, para contar "su rollo" -bastante repetitivo por cierto, ya sabemos que ha hecho -o intentado (no se si la acAbo y presento)- hacer su tesis sobre los Pueblos del Mar, hombre, no hace falta que se repita tanto; en cualquier foro trate sobre lo que trate, sea sobre el tema que sea en cuanto se da le da un resquicio para ello. Curiosamente cuando no le conviene la deriva o lo critican siempre dice que hay que volver al tema principal, casualmente.


    Y volviendo al tema principal hay una pequeña diferencia ontologica y de amplitud de miras entre un señor llamado Colin Renfrew, al que critica y usted, y usted que evita en parte las simplificaciones en las que usted incurre al hablar de ciertas teorías arqueologicas, de las que ,por otro lado -como de la teoría arqueologica- en general, aquí todavia no se ha demostrado que tenga un conocimiento lo sufientemente profundo o informado como para ejercer de juez. Desde luego su alternativa convirtiendo a rancias divinidades en personajes historicos, y relacionando sin criterios los mercenarios galos de Ptolomeo con los milesios de un texto altomedieval, muy deturpado por otro lado, como ya he dicho, no me ofrecen mucha garantía por más que la erudición, y amigo Diocles, la imaginación no pueda dejar de reconocersele


     


    PD: Por otro lado puedo asegurarle, y permitame mantener el misterio al respecto, que sobre la "cuestión principal" y su genesis, yo he tratado y he contribuido bastante más de lo que aparentemente se trasluce, o se puede traslucir, en el foro adjunto y en otros. Algunos saben a que me refiero. 

  15. #15 galaica 03 de dic. 2007

    Y me pregunto yo.....que coño tiene que ver esto com mi texto....que por cierto, cuya redacción definitiva, podeis ver en http://personales.ya.com/callaeca/reve.pdf.

    Hemos hecho, durante el presente año, unos cálculos muy simpáticos y en colAboración con la NASA en el Xurés/Jurés, en las próximidades del Larouco, tomando como referencia a aquellos orográficos que conllevan el nombre PENA, PEDRA o PENEDA (bastante más de una centena: cf. Penedo da Reina Loba, Penedo do Viso, Campo da Pena, Pedra Fachada, Penedo Redondo, Pedra de Auga, Penas da Cruz, Penedo Rachado, Pedra Cavada, Arca de Penedos, A Nosa Señora da Peneda, Santa María da Peneda, etc.), resultados que son sorprendentes y que publicaremos en breve.

    Asi mismo un interesante debate acerca de este tema lo podeis seguir en  'continentalceltic', grupo de discusión abierto por Eska, Delamarre, Gasiorowski, Piqueron, entre otros, en la que Piqueron, ofrece una alternativa y postura distinta, relacionando estos orónimos con el dios Lug (en todo caso descarta la posibilidad hidronímica) o recientes trabajos de Untermann y Colmenero acerca de una auténtica red de santuarios orográficos prerromanos detectables en Larouco, Marâo o Tileno....

    En fin...

  16. #16 Diocles 11 de dic. 2007

    He leído la nueva versión de tu artículo, Galaica, y quisiera comentarte algunas cosas.


    En la pág. 6 argumentas lo siguiente (en relación a la zona indoeuropea de nuestra península): "No se logra entender las razones por las que las lenguas del substrato anterior a esta presencia indoeuropea (...) nos sea totalmente indetectable y, en especial, en la propia designación de la hidronimia cuya perdurabilidad léxica es mayoritariamente aceptada."


    Lo cierto es que el substrato anindoeuropeo no es "totalmente indetectable" en la hidronimia del oeste peninsular. El río portugués Vouga, por ejemplo, fue denominado Vagia por Plinio y Vacua por Estrabón, y todo apunta a que este hidrónimo procede del término ibero "bakia" (del que deriva igualmente la palabra "vega"). En Asturias, cerca de la frontera con Galicia encontramos un río llamado Ibias, que bien podría tener su origen en el vasco "ibi", que significa vado. Y también sabemos por Estrabón que el río Miño fue denominado en la Antigüedad Bainis o Benis (además de Minius), hidrónimo que se puede relacionar con el término ibero bai, que significa justamente río, y con el topónimo ibérico Baena.


    Respecto al uso del fonema P en la antigua antroponimia y toponimia hispánica, conviene asegurarse que esa P no tenga un origen tardío, en lugar de prehistórico (por la lógica influencia del latín y el griego en nuestra península), y que tampoco sea alofónica de B, en determinados casos. Pones como ejemplo el topónimo Complutum, cuando el nombre de esta ciudad romana parece tener su origen en el topónimo indígena Kombouto, escrito con B y no con P (tan sólo tienes que introducir Kombouto Complutum en el buscador Google para comprobarlo). Igualmente el etnónimo celtíbero "pelendones", con P, puede estar relacionado con el etnónimo galo "belendos" con B (citado por Plinio en Hist. Nat. IV, 108), como ya señaló F. Marco Simón en su libro "Los Celtas".


    Un saludo. 

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