Autor: Eduardo Galeano
miércoles, 06 de septiembre de 2006
Sección: Denuncias
Información publicada por: Reuveannabaraecus
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LOS DERECHOS DE LOS TRABAJADORES: ¿UN TEMA PARA ARQUEÓLOGOS?

Neocapitalismo, globalización y (ausencia de) derechos laborales.

Prólogo.

Nos ha parecido oportuno en nuestro regreso a este querido Portal de Prehistoria, Protohistoria y Cultura -y, por tanto, de Arqueología-, incluir aquí este certerísimo artículo de Eduardo Galeano sobre un tema de actualidad que, consecuentemente, también tiene por ello cabida en nuestras páginas y suscitará sin duda interesantes y enriquecedores debates sobre aspectos referentes a una realidad que, a los ojos de un observador contemporáneo no mediatizado, aparece como:

-Un capitalismo (¡con perdón!) que se nos quiere presentar como dulcificado y es, sin embargo, cada día más cruel y menos escrupuloso.

-Unos derechos laborales que fueron logro de varias generaciones de trabajadores y fruto de sacrificios, hambres y muertes, y que se van perdiendo día a día ante un nuevo capitalismo ya sin enemigos.

Publicado en Agenda Solidaria 2006. Comercio Justo, Consumo Responsable.

www. mundosolidario.net

NOTA: los paréntesis introducidos por el signo = son glosas del publicador para aclarar términos del español americano.


LOS DERECHOS DE LOS TRABAJADORES: ¿UN TEMA PARA ARQUEÓLOGOS?, de Eduardo Galeano.

Más de noventa millones de clientes acuden, cada semana, a las tiendas Wal-Mart. Sus más de novecientos mil empleados tiene prohibida la afiliación a cualquier sindicato. Cuando a alguno se le ocurre la idea, pasa a ser un desempleado más. La exitosa empresa niega sin disimulo uno de los derechos humanos proclamados por las Naciones Unidas: la libertad de asociación. El fundador de Wal-Mart, Sam Walton, recibió en 1992 la Medalla de la Libertad, una de las más altas condecoraciones de los Estados Unidos.

Uno de cada cuatro adultos norteamericanos, y nueve de cada diez niños, engullen en Mc Donald's la comida plástica que los engorda. Los trabajadores de Mc Donald's son tan desechables como la comida que sirven: los pica la misma máquina. Tampoco ellos tienen el derecho de sindicalizarse.

En Malasia, donde los sindicatos obreros todavía existen y actúan, las empresas Intel, Motorola, Texas Instruments y Hewlett Packard (HP) lograron evitar esa molestia. El gobierno de Malasia declaró union free (libre de sindicatos) el sector electrónico.

Tampoco tenían ninguna posibilidad de agremiarse las ciento noventa obreras que murieron quemadas en Tailandia, en 1993, en el galpón (=cobertizo grande) trancado por fuera donde fabricaban los muñecos de Sesame Street (=Barrio Sésamo), Bart Simpson y los Muppets (=Teleñecos).

Bush y Gore coincidieron, durante la campaña electoral del año pasado, en la necesidad de seguir imponiendo en el mundo el modelo norteamericano de relaciones laborales. "Nuestro estilo de trabajo", como ambos lo llamaron, es el que está marcando el paso de la globalización que avanza con botas de siete leguas y entra hasta en los más remotos rincones del planeta.

La tecnología, que ha abolido las distancias, permite ahora que un obrero de Nike en Indonesia tenga que trabajar cien mil años para ganar lo que gana, en un año, un ejecutivo de Nike en Estados Unidos, y que un obrero de la IBM en Filipinas fabrique computadoras (=ordenadores) que él no puede comprar.

Es la continuación de la época colonial, en una escala jamás conocida. Los pobres del mundo siguen cumpliendo su función tradicional: proporcionan brazos baratos y productos baratos, aunque ahora produzcan muñecos, zapatos deportivos, computadoras o instrumentos de alta tecnología además de producir, como antes, caucho, arroz, café, azúcar y otras cosas malditas por el mercado mundial.

Desde 1919 se han firmado 183 convenios internacionales que regulan las relaciones de trabajo en el mundo. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), de esos 183 acuerdos Francia ratificó 115, Noruega 106, Alemania 76 y Estados Unidos... 14. El país que encabeza el proceso de globalización sólo obedece sus propias órdenes. Así garantiza suficiente impunidad a sus grandes corporaciones (=empresas), lanzadas a la cacería de mano de obra barata y a la conquista de territorios que las industrias sucias pueden contaminar a su antojo. Paradójicamente, este país que no reconoce más ley que la ley del trabajo fuera de la ley, es el que ahora dice que no habrá más remedio que incluir "cláusulas sociales" y de "protección ambiental" en los acuerdos de libre comercio. ¿Qué sería de la realidad sin la publicidad que la enmascara?

Esas cláusulas son meros impuestos que el vicio paga a la virtud con cargo al rubro (=título) relaciones públicas, pero la sola mención de los derechos obreros pone los pelos de punta a los más fervorosos abogados del salario del hambre, el horario de goma y el despido libre. Desde que Ernesto Zedillo dejó la presidencia de México pasó a integrar los directorios de la Union Pacific Corporation y del consorcio Procter & Gamble, que opera en 140 países. Además, encabeza una comisión de las Naciones Unidas y difunde sus pensamientos en la revista Forbes: en idioma tecnocratés, se indigna contra la "imposición de estándares laborales homogéneos en los nuevos acuerdos comerciales". Traducido, eso significa: arrojemos de una buena vez al tacho (=cubo) de la basura toda la legislación internacional que todavía protege a los trabajadores. El presidente jubilado cobra por predicar la esclavitud. Pero el principal director ejecutivo de General Electric lo dice más claro: "Para competir, hay que exprimir los limones". Los hechos son los hechos.

Ante las denuncias y las protestas, las empresas se lavan las manos: yo no fui. En la industria posmoderna, el trabajo ya no está concentrado. Así es en todas partes, y no sólo en la actividad privada. Los contratistas (=subcontratas) fabrican las tres cuartas partes de los autos (=vehículos) de Toyota. De cada cinco obreros de Volkswagen en Brasil, sólo uno es empleado de la empresa. De los 81 obreros de Petrobrás muertos en accidentes de trabajo en los últimos tres años, 66 estaban al servicio de contratistas (=subcontratas) que no cumplen las normas de seguridad. A través de trescientas empresas contratistas, China produce la mitad de todas las muñecas Barbie para las niñas del mundo. En China sí hay sindicatos, pero obedecen a un Estado que en nombre del socialismo se ocupa de la disciplina de la mano de obra: "Nosotros combatimos la agitación obrera y la inestabilidad social, para asegurar un clima favorable a los inversores", explicó recientemente Bo Xilai, secretario general del Partido Comunista en uno de los mayores puertos del país.

El poder económico está más monopolizado que nunca, pero los países y las personas compiten en lo que pueden: a ver quién ofrece más a cambio de menos, a ver quién trabaja el doble a cambio de la mitad. A la vera del camino están quedando los restos de las conquistas arrancadas por dos siglos de luchas obreras en el mundo.

Las plantas maquiladoras de México, Centroamérica y el Caribe, que por algo se llaman sweat shops "talleres del sudor", crecen a un ritmo mucho más acelerado que la industria en su conjunto. Ocho de cada diez nuevos empleos en la Argentina están "en negro", sin ninguna protección legal. Nueve de cada diez nuevos empleos en toda América Latina corresponden al "sector informal", un eufemismo para decir que los trabajadores están librados a la buena de Dios. La estabilidad laboral y los demás derechos de los trabajadores, ¿serán de aquí a poco un tema para arqueólogos? ¿No más que recuerdos de una especie extinguida?

En el mundo al revés, la libertad oprime: la libertad del dinero exige trabajadores presos de la cárcel del miedo, que es la más cárcel de todas las cárceles. El dios del mercado amenaza y castiga; y bien lo sabe cualquier trabajador, en cualquier lugar. El miedo al desempleo, que sirve a los empleadores para reducir sus costos de mano de obra y multiplicar la productividad, es, hoy por hoy, la fuente de angustia más universal. ¿Quién está a salvo del pánico de ser arrojado a las largas colas de los que buscan trabajo? ¿Quién no teme convertirse en un "obstáculo interno", para decirlo con las palabras del presidente de la Coca-Cola, que hace un año y medio explicó el despido de miles de trabajadores diciendo que "hemos eliminado los obstáculos internos"?

Y en tren de preguntas, la última: ante la globalización del dinero, que divide al mundo en domadores y domados, ¿se podrá internacionalizar la lucha por la dignidad del trabajo? Menudo desafío.

Eduardo Galeano.




Más informacióen en: http://www.mundosolidario.net


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Comentarios

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  1. #1 exegesisdelclavo 11 de sep. 2006

    Minaia.
    Respecto a si yo interpreto lo que opinan las mujeres islámicas, te contesto de igual forma. Ah, ¿es que tú lo interpretas mejor? Yo interpreto que es SU costumbre, aunque no me guste etc., y que las cosas deben cambiar voluntariamente. Si no, no colará. ¿Lo entiendes? No colará y morirán cientos, miles ¿eso sí está bien, verdad?.
    Como todos los que se matan son unos hijos de...

    Tus prejuicios católicos, occidentales, europeos, españoles o como quieras llamarlos, te impiden ver que tu no pintas nada, que no eres el salvador del mundo, que nadie quiere que lo seas.

    Si yo no sé pescar, no me des un pez, tipo listo (el cual luego me cobras de una u otra forma), enséñame a pescar y vete. Ésto sería un hombre virtuoso.

    Si yo no sé respetar a un colectivo, enséñame a respetar, o haz que me dé cuenta, no me subyugues pues no veré mal en mis actos, sino en los tuyos, al asesinar a mi pueblo, a mis costumbres o a mis líderes. Ésto sería alguien virtuoso.

    Si en mi pueblo reina el pasado y el yugo, y da vergüenza a tus diferentes ojos, muéstranos tu disposición a discutir, pero no quieras más de mi pueblo, pues será él el que juzgue. Y limpia el tuyo primero, pues he oído que en tu pueblo la sonrisa del rico campa a sus anchas y el pobre quiere llegar a ser como él. Y he oído que en tu pueblo no se obServan dioses ni costumbres y que no se tiene más que el objetivo de la usura y el desgaste, el ocio y la infamia verbal.


  2. #2 Minaia 12 de sep. 2006

    Aunque esto va a quedar un poco raro después del vendaval sobre sindicatos, no podía dejar de contestar a Exegesis, Ayer, a las 09:31:
    Pongo las frases del mensaje original en cursiva...

    Minaia. Respecto a si yo interpreto lo que opinan las mujeres islámicas, te contesto de igual forma. Ah, ¿es que tú lo interpretas mejor?
    Pues la verdad es que no me hace falta la interpretación, he visto, leído y oído testimonios de mujeres que las han pasado canutas.

    Yo interpreto que es SU costumbre, aunque no me guste etc., y que las cosas deben cambiar voluntariamente. Si no, no colará. ¿Lo entiendes?
    Mira, lo de las justificaciones culturales de las salvajadas y las vulneraciones de derechos humanos me vale madres, como diría un mejicano. Me da igual el razonamiento detrás de ellas.

    Además, me parece que no eres coherente con tus intervenciones en otros foros. ¿Me vas a decir que no podemos oponernos al maltrato de la mujer en España porque es una cosa cultural y hay que dejar que evolucione por su cuenta, patatín, patatán…? En España, ¿Ningún extranjero estaría legitimado para criticar la opresión de la Iglesia durante los peores siglos de nuesta historia? porque, claro, teníamos que evolucionar nosotros solos… Mira, me parece una chorrada de campeonato.

    No colará y morirán cientos, miles ¿eso sí está bien, verdad?.
    Como todos los que se matan son unos hijos de...


    Aquí me parece que se te va un poco la pinza ¿no? O sea que, como me parece detestable una costumbre x, para remediarlo abogo por el genocidio de la población n, todo muy lógico, sí…en fin, sigamos...

    Tus prejuicios católicos, occidentales, europeos, españoles o como quieras llamarlos, te impiden ver que tu no pintas nada, que no eres el salvador del mundo, que nadie quiere que lo seas.

    Sí, vale, relativismo total, los pájaros cantan y las nubes se levantan, en mil años todos calvos y somos una mota de polvo en el océano cósmico.

    En realidad, lo que parece que lo que quieres decir es que no estoy legitimado a criticar nada de ningún sitio, por mi pecado original de ser occidental. Si ante nuestra insignificancia humana, tú quieres vivir en un convento cartujo o dedicarte a la meditación trascendental, pues a ello, pero los demás vivimos en este mundo y tenemos que tomar opciones y, ante lo que vemos, decidir qué nos parece que está bien y qué está mal. A mí me parece que un principio que tiene validez universal es “no hacer a los demás, lo que no quieres te hagan a ti”. Desde luego, no me molaría nada que me hubieran rebanado el glande de enano y enterarme de mayor de lo que me estoy perdiendo, así de simple.

    (…) Si yo no sé respetar a un colectivo, enséñame a respetar, o haz que me dé cuenta, no me subyugues pues no veré mal en mis actos, sino en los tuyos, al asesinar a mi pueblo, a mis costumbres o a mis líderes. Ésto sería alguien virtuoso.

    Otra vez con esta matraca. Ya es la segunda vez que me hacen esta jugada en Celtiberia, en vez de rebatir los argumentos, identificas a la persona con un colectivo, con una idea, cuanto más detestable mejor (asesino de pueblos, de líderes o de costumbres, oohhh! Qué malooo!). Así, la defensa es imposible, ¿no? Jugada sucia me parece, pequeño padawan…

    Si en mi pueblo reina el pasado y el yugo, y da vergüenza a tus diferentes ojos, muéstranos tu disposición a discutir, pero no quieras más de mi pueblo, pues será él el que juzgue. Y limpia el tuyo primero, pues he oído que en tu pueblo la sonrisa del rico campa a sus anchas y el pobre quiere llegar a ser como él. Y he oído que en tu pueblo no se obServan dioses ni costumbres y que no se tiene más que el objetivo de la usura y el desgaste, el ocio y la infamia verbal.

    Otro argumento falaz, no critiquemos nada, puesto que hay otras muchas cosas criticables. Antes de hacerlo, tenemos que arreglar las otras tres mil, así no hay quien se ponga a hacer nada, macho.

  3. #3 Minaia 12 de sep. 2006

    Mis disculpas, se me ha olvidado cerrar un párrafo con cursiva y ha quedado un poco lioso. Repito:

    Aunque esto va a quedar un poco raro después del vendaval sobre sindicatos, no podía dejar de contestar a Exegesis, Ayer, a las 09:31:

    Minaia. Respecto a si yo interpreto lo que opinan las mujeres islámicas, te contesto de igual forma. Ah, ¿es que tú lo interpretas mejor?
    Pues la verdad es que no me hace falta la interpretación, he visto, leído y oído testimonios de mujeres que las han pasado canutas.

    Yo interpreto que es SU costumbre, aunque no me guste etc., y que las cosas deben cambiar voluntariamente. Si no, no colará. ¿Lo entiendes?
    Mira, lo de las justificaciones culturales de las salvajadas y las vulneraciones de derechos humanos me valen madres, como diría un mejicano. Me da igual el
    razonamiento detrás de ellas.

    Además, me parece que no eres coherente con tus intervenciones en otros foros.
    ¿Me vas a decir que no podemos oponernos al maltrato de la mujer en España porque es una cosa cultural y hay que dejar que evolucione por su cuenta, patatín, patatán…? En España, ¿Ningún extranjero estaría legitimado para criticar la opresión de la Iglesia durante los peores siglos de nuesta historia? porque, claro, teníamos que evolucionar nosotros solos… Mira, me parece una chorrada de campeonato.

    No colará y morirán cientos, miles ¿eso sí está bien, verdad?.
    Como todos los que se matan son unos hijos de...


    Aquí me parece que se te va un poco la pinza ¿no? O sea que, como me parece detestable una costumbre x, para remediarlo abogo por el genocidio de la población n, todo muy lógico, sí…


    Tus prejuicios católicos, occidentales, europeos, españoles o como quieras llamarlos, te impiden ver que tu no pintas nada, que no eres el salvador del mundo, que nadie quiere que lo seas..

    Sí, vale, relativismo total, los pájaros cantan y las nubes se levantan, en mil años todos calvos y somos una mota de polvo en el océano cósmico.

    En realidad, lo que parece que lo que quieres decir es que no estoy legitimado a criticar nada de ningún sitio, por mi pecado original de ser occidental. Si ante nuestra insignificancia humana, tú quieres vivir en un convento cartujo o dedicarte a la meditación trascendental, pues a ello, pero los demás vivimos en este mundo y tenemos que tomar opciones y, ante lo que vemos, decidir qué nos parece que está bien y qué está mal. A mí me parece que un principio que tiene validez universal es “no hacer a los demás, lo que no quieres te hagan a ti”. Desde luego, no me molaría nada que me hubieran rebanado el glande de enano y enterarme de mayor de lo que me estoy perdiendo, así de simple.

    (…) Si yo no sé respetar a un colectivo, enséñame a respetar, o haz que me dé cuenta, no me subyugues pues no veré mal en mis actos, sino en los tuyos, al asesinar a mi pueblo, a mis costumbres o a mis líderes. Ésto sería alguien virtuoso.

    Otra vez con esta matraca. Ya es la segunda vez que me hacen esta jugada en Celtiberia, en vez de rebatir los argumentos, identificas a la persona con un colectivo, con una idea, cuanto más detestable mejor (asesino de pueblos, de líderes o de costumbres, oohhh! Qué malooo!). Así, la defensa es imposible, ¿no? Jugada sucia me parece, pequeño padawan…

    Si en mi pueblo reina el pasado y el yugo, y da vergüenza a tus diferentes ojos, muéstranos tu disposición a discutir, pero no quieras más de mi pueblo, pues será él el que juzgue. Y limpia el tuyo primero, pues he oído que en tu pueblo la sonrisa del rico campa a sus anchas y el pobre quiere llegar a ser como él. Y he oído que en tu pueblo no se obServan dioses ni costumbres y que no se tiene más que el objetivo de la usura y el desgaste, el ocio y la infamia verbal.

    Otro argumento falaz, no critiquemos nada, puesto que hay otras muchas cosas criticables. Antes de hacerlo, tenemos que arreglar las otras tres mil, así no hay quien se ponga a hacer nada, macho.

  4. #4 exegesisdelclavo 12 de sep. 2006

    Veamos MINAIA.
    Creo que no me he expresado bien, aunque sí lo creía. Quizá como en esos "otros" foros que me mencionas, tampoco me he debido expresar como para no causar malentendidos entre determinados lectores.

    Ni estoy haciendo lo que tú dices que hago, ni, por favor, te pediría, se puede decir tan alegremente:

    1. Que soy falaz.
    "Otro argumento falaz, no critiquemos nada, puesto que hay otras muchas cosas criticables.
    Antes de hacerlo, tenemos que arreglar las otras tres mil, así no hay quien se ponga a hacer nada, macho."

    2.Que identifico a la persona con un colectivo.
    "en vez de rebatir los argumentos, identificas a la persona con un colectivo, con una idea, cuanto más detestable mejor
    (asesino de pueblos, de líderes o de costumbres, oohhh! Qué malooo!). Así, la defensa es imposible, ¿no? Jugada sucia me parece, pequeño padawan…"

    3.Que se me va la pinza.
    "Aquí me parece que se te va un poco la pinza ¿no? O sea que, como me parece detestable una costumbre x, para remediarlo abogo
    por el genocidio de la población n, todo muy lógico, sí…"

    4. Que no tienes prejuicios. (Esto es en sí una arrogancia).
    "Sí, vale, relativismo total, los pájaros cantan y las nubes se levantan, en mil años todos calvos y somos una mota de polvo en el océano cósmico."

    5. Que te da igual el razonamiento de los demás. (El que vale es el tuyo, el occidental, el que tú ves lógico).
    "A mí me parece que un principio que tiene validez universal es “no hacer a los demás, lo que no quieres te hagan a ti”"
    "Mira, lo de las justificaciones culturales de las salvajadas y las vulneraciones de derechos humanos me valen madres, como diría un mejicano. Me da igual el
    razonamiento detrás de ellas. "

    6. Que eres el pensamiento mayoritario.
    "Si ante nuestra insignificancia humana, tú quieres vivir en un convento cartujo o dedicarte a la meditación trascendental, pues a ello,
    pero los demás vivimos en este mundo y tenemos que tomar opciones y, ante lo que vemos, decidir qué nos parece que está bien y qué está mal."


    Y paso a explicar lo que se haya tergiversado, malentendido o difamado.
    En ningún momento mi párrafo:
    ------------------------------------------------------------------------------------------------------------

    "Minaia.
    Respecto a si yo interpreto lo que opinan las mujeres islámicas, te contesto de igual forma.
    Ah, ¿es que tú lo interpretas mejor? Yo interpreto que es SU costumbre, aunque no me guste etc., y
    que las cosas deben cambiar voluntariamente. Si no, no colará. ¿Lo entiendes? No colará y morirán cientos, miles ¿eso sí está bien, verdad?.
    Como todos los que se matan son unos hijos de..."
    -------------------------------------------------------------------------------------------------------------

    te dice si estás de acuerdo o no, si lo estoy yo o lo dejo de estar, lo único que dice es que ellos tampoco
    entienden mil y una injusticias nuestras que además les parecen peores.
    Son diferentes formas de ver las cosas, te gusten o no sus razonamientos, los veas justos o bárbaros. Lo que te dice el párrafo,
    y no lo saques de ahí, por favor, es que si tu impones tu criterio, justicia, valores y sistemas, ellos no van a decir "Sí Bwana, ya pensamos como tú" ni en cientos de años.

    Y en ningún momento mis párrafos:
    ------------------------------------------------------------------------------------------------------------
    "Si yo no sé pescar, no me des un pez, tipo listo (el cual luego me cobras de una u otra forma), enséñame a pescar y vete. Ésto sería un hombre virtuoso.

    Si yo no sé respetar a un colectivo, enséñame a respetar, o haz que me dé cuenta,
    no me subyugues pues no veré mal en mis actos, sino en los tuyos, al asesinar a mi pueblo, a mis costumbres o a mis líderes.
    Ésto sería alguien virtuoso.

    Si en mi pueblo reina el pasado y el yugo, y da vergüenza a tus diferentes ojos,
    muéstranos tu disposición a discutir, pero no quieras más de mi pueblo, pues será él el que juzgue.
    Y limpia el tuyo primero, pues he oído que en tu pueblo la sonrisa del rico campa a sus anchas y el pobre quiere llegar a ser como él.
    Y he oído que en tu pueblo no se obServan dioses ni costumbres y que no se tiene más que el objetivo de la usura y el desgaste, el ocio y la infamia verbal."
    ----------------------------------------------------------------------------------------------------------
    ...están escritos para identificarte a tí, o a nadie con ningún colectivo, ni relativizar nada, ni nada de lo que, por lo visto, entendiste.
    Son párrafos generales que resumen, primero, al que da conocimiento a cambio de nada, y le trata como virtuoso. Segundo, al que por no respetar
    delante del juicio de otro a cierto grupo humano (en este caso las mujeres), se le impone un duro castigo, sin que el juicio de ese otro,
    esté reconocido por ambas partes como la ley universal. Tercero, al que, una vez hecho lo anterior, además pretende imponer sus criterios a la otra parte,
    tratándola de imperfecta y bárbara, mientras en su autoanálisis deja correr errores gravísimos que afectan directamente a su propio entorno y a sus contradicciones.

    Si te fijas, efectivamente, caen las bombas y se fomenta el odio hacia otros grupos, tratándolos de bárbaros y sintiendo en el interior
    una cierta animadversión por estos seres humanos, más retrasados en unas cosas, más adelantados en otras.
    Nada iba personalmente dedicadoa tí, excepto quizá, lo de los prejuicios, si bien es cierto que tendría quizá que haber usado la
    forma "nuestros" y "nosotros".

    En la opinión que yo tengo de la ablación creo que estamos de acuerdo. Pero me gusta ser capaz de rebatir mis juicios o al menos no imponérselos al resto
    con dialécticas de conjunto, individuo, yo, nosotros.

    En fin, que se puede resumir en estos varios criterios, que al menos, son una mezcla de diversos lugares en diversas épocas:
    -"Que antes miras la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio..."
    -"El hombre más poderoso es el que es dueño de sí mismo"
    -"Para gobernar a los demás, primero hay que gobernarse a sí mismo"
    Etc.

    Y que se unen a otro pensamiento: "No hay verdades universales".

    Por lo demás, un saludo.

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