Autor: Brigantinus
viernes, 07 de julio de 2006
Sección: Artículos generales
Información publicada por: Brigantinus


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Los cátaros: más acá del mito

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Comentarios

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  1. #1 Servan 07 de jul. 2006

    Brigantinus, excelente artículo. Las creencias cátaras me parecen sorprendentemente parecidas a algunas sectas gnósticas.

  2. #2 giannini 07 de jul. 2006

    Brigantinus, no sé si pones en papel impreso tus trabajos, pero si no lo haces, tendrían que multarte por no hacerlo. Me consta que tienes sorprendido y sobre todo, intrigado, a más de uno y más de dos paisanos. Aunque no necesitas de mí para nada, porque el buen paño en el arca se vende, si quieres publicar algún artículo de tema gallego, de la extensión que quieras y sobre lo que quieras, ponte en contacto conmigo.

  3. #3 ZELTIKO 07 de jul. 2006

    Buen artículo, Brigantinus. Está bien eso de poner un poco de cordura científica en el mundo novelesco en el que vivimos. Si fueras Dan Brown hubieras conectado todos esos conocimientos con el evangelio de Judas y habrías escrito otra novela. Como digo, enhorabuena.:D

  4. #4 eyna 08 de jul. 2006

    karay,Brigantinus!

    a eso se le llama centrarse,coger un tema y desarrollarlo de forma

    Que sabes

  5. #5 Diocles 08 de jul. 2006

    Respecto al manoseado tema del Santo Grial, es sabido que, en su obra titulada "Perceval o el cuento del Graal", Chrétien de Troyes sólo usaba la expresión Graal (o Grial), no le llamaba santo. Según este autor, el Grial estaba hecho de oro puro y estaba adornado con piedras preciosas. También hace referencia a una lanza de cuya punta salía una gota de sangre.
    Es muy probable, como creía T. W. Rolleston, que la leyenda original fuese la versión galesa recogida en el Mabinogion, a pesar de que este manuscrito es un poco posterior al de Chrétien de Troyes. A Perceval los galeses le llamaban Peredur, hijo del rey Ebrawc; y resulta que un antiguo rey de Ebrauc (York), que vivió aproximadamente entre 510 y 580, se llamaba realmente Peredyr (www.britannia.com/bios/ebk/peredaeb.html). Así pues, el "caballero" Perceval o Peredur está basado en un personaje histórico, a quien el francés Chrétien considera erróneamente como galés, seguramente porque el relato que él adaptó procedía de la tradición galesa.
    El caso es que esta leyenda original británica ni siquiera hace referencia al Grial. El joven Peredur se encuentra con el rey Pescador, que está tullido, y que resulta ser su propio tío; y después entra en el salón de un maravilloso castillo, donde contempla cómo dos muchachos transportan ceremoniosamente una lanza de cuya punta caen tres gotas de sangre, seguidos de dos doncellas que llevan la cabeza cortada de un hombre en una gran bandeja. Al final del cuento, resulta que la cabeza pertenece a un primo de Peredur y la lanza fue el arma con la que le mataron, y con la que hirieron además al rey Pescador, la cual seguirá sangrando hasta que el crimen sea vengado. Con la ayuda del rey Arturo, Peredur consigue efectivamente vengar a su primo y a su tío, venciendo a las "nueve hechiceras de Gloucester", enemigas de su familia.
    Serían los continuadores de la obra de Chrétien de Troyes los que cristianizaron el mito, convirtiendo el Grial introducido por Chrétien en el cáliz de la Última Cena, y la lanza sangrante en la de Longinos. No obstante, Wolfram von Eschenbach también ofrece una versión bastante peculiar en su "Parzival", pues afirma basarse en el relato de un tal Kyot de Provenza y de un pagano (¿judío?) de Toledo llamado Flegetanis, describiendo entonces el Grial como una piedra a la que también denomina "lapsit exillis" (que algunos creen que debe leerse "lapis exillis" por estar erróneamente escrito, y que relacionan con la piedra filosofal).
    Lo que parece estar claro es que si el Grial no era considerado originalmente el cáliz de la Última Cena, ni era por tanto un "Santo Grial", aún es más difícil que fuese la "sang réal", entendida como la supuesta descendencia de Jesucristo y María Magdalena (como nos han pretendido hacer creer los tres desvergozados autores del libro "El enigma sagrado" y el novelista Dan Brown, a rebufo de ellos).

    También a mí me ha gustado el artículo, Brigantinus. Un cordial saludo.

  6. #6 Servan 10 de jul. 2006

    Brigantinus, ¿Será correcto hablar de herejía cátara? En verdad los cátaros están tan lejos del cristianismo, que me parecería más lógico hablar de una corriente gnóstica. Me pregunto si hay un contínuo entre los gnósticos y los cátaros.

  7. #7 Leola 11 de jul. 2006

    Buenas noches celtíberos,

    Brigantinus, muy interesante artículo, que no hace sino acrecentar mi interés por conocer la Historia de este grupo de "perfectos".

    La semana pasada terminé de leer un interesante libro sobre la historia de los cátaros y su dispersión por Europa. Llamó mi atención el hecho de que cruzaran los Pirineos, y en su periplo llegaran a tierras del Maestrazgo. Así es, Morella y San Mateo podrían representar los últimos reductos y bastiones de su presencia.

    He encontrado en esta web:

    http://www.iacobus.net/Es/Catala.Htm

    "Mientras en Occitania la dura represión había arruinado las ciudades, en Cataluña, gracias a las argucias del rey Jaume I y su consejero Raimon de Penyafort escapan a la destrucción, sino al contrario hacen de las tierras catalanas unas tierras más prosperas.
    Pere Authié, un muy fiel de la doctrina cátara, consigue crear un grupo de cataros en la Cerdanya. Al final cayó en manos de la inquisición, y fue quemado, pero su grupo consiguió escapar a Cataluña, con un viejo cátaro denominado Guillaume Bélibaste, que había escapado de las prisiones de Carcassonne, que representó la ultima iglesia cátara de Occitania. Este hombre vivió en diferentes pueblos de Cataluña, alternando su trabajo de tejedor con la de pastor. Vivió en Flix, Lleida (1313), Tortosa y en las montañas de Morella (1315), de dónde sólo salía para presidir las reuniones de creyentes que venían de todas partes de Cataluña, y que se encontraban en San Mateo. La Inquisición envió un espía a Cataluña para descubrir los grupos de cataros que operaban en estas tierras. Este espía era Arnau Sicre, miembro de una familia cátara, a la que le habían confiscado sus corderos. La madre de este espía fue quemada en la hoguera acusada de herejía, y el que Arnau quería conseguir era el regreso de sus posesiones a su familia. En el 1218, y por casualidad, topó con la comunidad cátara de San Mateo, en la que se infiltra, y con la excusa de administrar el consolamentum a una moribunda, arrancó de las tierras catalanas a Bélibaste, que denunciado por Arnau, fue encarcelado y quemado a Villerouge-Termenès. La comunidad se disolvió dándose a la fuga algunos y otros fueron condenados a cadena perpetua."

    Saludos,
    Leola

  8. #8 Drancos 13 de jul. 2006

    Brigantinus, felicidades por el artículo! Hacía tiempo que no aparecían artículos así, de nuevo, en Celtiberia :)

  9. Hay 8 comentarios.
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