Autor: Dingo
lunes, 27 de febrero de 2006
Sección: Artículos generales
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El elemento anarquista en el Taoísmo filosófico

Dado el interés que suscitan en el portal últimamente los temas políticos en torno al anarquismo y el pensamiento anticapitalista, y el estudio de distintas tendencias del ramo a lo largo de la historia preindustrial, me ha parecido interesante presentar a un personaje tan peculiar como Lao Tse y poner en relación, en lo que quepa, su pensamiento con el anarquismo de nuestro tiempo.








Dado el interés que suscitan en el portal últimamente los temas políticos en torno al anarquismo y el pensamiento anticapitalista, y el estudio de distintas tendencias del ramo a lo largo de la historia preindustrial, me ha parecido interesante presentar a un personaje tan peculiar como Lao Tse y poner en relación, en lo que quepa, su pensamiento con el anarquismo de nuestro tiempo.

Quede claro que el Taoísmo de que trata este artículo es el Taoísmo puramente filosófico, el ideario de Lao Tse y Chuang Tse, y no el desnaturalizado Taoísmo religioso, posterior en el tiempo, mezcla de Taoísmo, doctrinas ocultistas, otras corrientes filosóficas y la arcaica religión china.


El taoísmo tiene por convención a su fundador en un hombre llamado Po yang Li, más conocido como Lao Tse ("Venarable Maestro"). Una figura semilegendaria que habría vivido en el siglo VI antes de nuestra era, nacido de familia noble en Honan. Rechazó la nobiliaria herencia y se hizo curador de la biblioteca real de Loh. A Lao Tse se atribuye el libro fundamental de esta corriente filosófica, el Tao Te King ("Libro del Tao y su Virtud"), si bien dicha obra parece que comenzó a compilarse siglos después de su muerte (quizá el s. III a. C.), en todo caso recogiendo y canalizando una filosofía bastante más antigua.

Lao tse fue probablemente un personaje de carne y hueso que seguramente no vivió todas las anécdotas que de él se cuentan. Desde luego, "algún Lao Tse" hubo de existir, pues en una mente humana hubo de tener su punto de partida el pensamiento taoista. De modo que daré por supuesto en este artículo que el contenido del Tao Te King es obra del Viejo Maestro.

El Tao Te King es la representación más pura del pensamiento taoista, si bien no está libre de cierta "contaminación" de otras corrientes y de la tradición china.





Lao Tse (604-531)



No interesa al artículo una exposición profunda y detallada de la doctrina taoísta pero creo necesario un breve acercamiento. El taoísmo es un movimiento filosófico que, como todos, se guía por el aristotélico objetivo que comparte toda filosofía: la búsqueda de la felicidad y/o la eliminación del sufrimiento humano. Para ello Lao Tse rompe con dogmas y tradición y acude a la introspección para lograr el conocimiento. Sólo confía en su razón. Por este camino se replantea de cabo a rabo todo lo que rodea al hombre y llega a poner patas arriba su mundo. Usos sociales, convencionalismos, tradición, organización social, todo se relativiza, todo se lleva al nivel de construcción humana, verdad creada por el hombre y mutable según época y contexto. El hombre, para liberarse del sufrimiento, ha de escapar del mundo falseado que él mismo se ha construido, pues la Verdad está más allá de este mundo humano. Lao Tse reconoce que el conocimiento absoluto es inasequible al razonamiento humano (1), pero la capacidad deductiva del hombre le ha de guiar para superar toda dualidad y fundirse con el Uno, el Todo, en eso consiste para el taoista vivir en armonía con la naturaleza. Así, Lao Tse quiere superar la dualidad bien/mal; la considera, al igual que Buda o Aleister Crowley, una percepción del hombre imperfecto. Sería más correcto sin embargo admitir que sí reconoce un bien y un mal, en base a la búsqueda de la eliminación del sufrimiento: el bien consiste en superar las dualidades (que son la causa misma del sufrimiento) y el mal en no superarlas.

Comprendida la estructura dual del mundo, el hombre "alcanza la iluminación", en terminología zen. El taoismo no propugna como condición necesaria del practicante el aislamiento del eremita, ni la vida monástica, ni las severas contenciones de los instintos; el hombre taoista vive, viaja, practica el sexo, come, trabaja... hace lo propio de su naturaleza humana. Es más, no hay para él tabúes religiosos ni sociales. Pero ha de vivir consciente siempre de la Unidad y no dejarse arrastrar por las dualidades, si desea mantener en su vida el objetivo equilibrio: será contenido en sus deseos, rechazará la ambición y los grandes proyectos para dedicarse a vivir el día a día, reducirá las tensiones, la angustia, el ansia, y se alejará de las necesidades impuestas por los artificios de la vida social.


Así las cosas, no es dificil entender que en una primera impresión el taoísta no parece interesarse por la vida política, que tanto preocupa a los confuncianos. Sin embargo el pensamiento taoísta, como visión completa acerca del mundo humano, evidentemente también abarca la política. Lao Tse habla del Estado y del gobernante en buena parte de su obra. No habla de eliminación del Estado, pero incide constantemente en la conveniencia de su papel pasivo, una pasividad que permita a la sociedad una autorregulación. Hay que tener en cuenta el contexto imperial en que se desarrolla el taoísmo. Propugnar de un modo abierto la eliminación del Estado hubiera sido peligroso.

Lao Tse se refiere al gobernante ideal como un "sabio" pasivo:



"No ensalzar los talentos
para que el pueblo no compita.
No estimar lo que es difícil de adquirir
para que el pueblo no se haga ladrón.
No mostrar lo codiciable
para que su corazón no se ofusque.

El sabio gobierna de modo que
vacía el corazón,
llena el vientre,
debilita la ambición
[...]"

Así evita que el pueblo tenga saber (2)
ni deseos,
para que los más astutos
no busquen su triunfo."

Tao Te King, capítulo III (3).



"[...]
Querer al pueblo y gobernar el Estado
practicando el no-hacer.
[...]
Conocer y comprenderlo todo
sin usar la inteligencia.

[...]"

Capítulo X.



"[...]

El gran gobernante practica el no-hacer
y así, a la obra acabada sigue el éxito.
Entonces, el pueblo cree vivir según su propia ley."

Capítulo XVII.



"[...]

Rechaza la benevolencia y desecha la justicia,
y el pueblo volverá a la piedad y el amor.

Rechaza la habilidad y su provecho,
y no habrá más bandidos ni ladrones.

[...] atiende a lo sencillo y genuino, reduce tu
egoísmo, y restringe los deseos."

Capítulo XIX



"...] el sabio rechaza todo exceso,
evita lo pródigo
y rebaja toda exhuberancia."

Capítulo XXIX



Me gustaría resaltar aquí un contraste de capital importancia entre el pensamiento taoísta y buena parte del pensamiento occidental (no diré "entre Oriente y Occidente", lo que supondría a mi juicio acudir a un reduccionismo bastante inaceptable): mientras dirigentes ambiciosos, ejecutores de grandes proyectos, y con su punto inevitablemente despótico, como Julio César, son admirados y sus acciones consideradas necesarias para la evolución de la humanidad por parte de muchos pensadores occidentales (lo podemos comprobar por ejemplo leyendo a Ortega o Gasset o a James G. Frazer) los taoístas rechazan este tipo de gobernante, no valoran en ellos ninguna aportación necesaria, si acaso sufrimiento para los gobernados como para los conquistados.



"Quien pretende el gobierno del mundo
y transformar éste,
se encamina al fracaso.
El mundo es un vaso espiritual que no se puede manipular.
Quien lo manipula lo empeora,
quien lo tiene lo pierde."

Capítulo XXIX.





Joven Madre con su Niño. Pintura del artista turco-canadiense A. Dogan.



Lao Tse opone, al gobernante ideal, el gobernante "activo", sucediéndose uno a otro en un ciclo que parece condenado a repetirse:



"El gran gobernante pasa inadvertido por el pueblo.
A éste sucede el que es amado y elogiado por el pueblo.
Después, el que es temido.
Y finalmente, el despreciado.

[...]"

Capítulo XVII




El rechazo a la ostentación y al lujo de clase es patente:



"[...]
La espada que usamos y afilamos
continuamente
no conservará mucho tiempo su hoja.
Una sala llena de oro y jade
nadie la puede guardar.
Quien se enorgullece de sus riquezas
atrae su propia desgracia

[...]"

Capítulo IX.



"[...]

La corte de todo tiene abundancia
pero los campos están llenos de malas hierbas
y los graneros vacíos.

Vestirse ropas lujosas,
ceñir afiladas espadas,
hartarse de bebida y de manjares,
retener grandes riquezas,
es como el robo;
no es Tao."

Capítulo LIII.



"[...]

Así, al coronarse un emperador, y nombrar a sus tres ministros,
mejor que llevar jade en las manos,
y presentar la cuadriga,
vale más cumplir con Tao.

[...]"

Capítulo LXII.



No deja Lao Tse pasar la ocasión de referirse a hipocresía y la demagogia en política, algo tan... actual.



"[...]

Con la inteligencia y la astucia
surgen los grandes hipócritas.

[...]"

Capítulo XVIII



Podemos concluir que el Estado, en el Taoísmo, ejerce un gobierno simbólico. El gobernante deja las cosas arreglarse por sí mismas, no interviene, en realidad da pie a un autogobierno, a una autogestión de los presuntos gobernados. La presencia estatal y la complejidad burocrática han de ser mínimas. Este gobierno sin gobierno es una más de las aparente paradojas que inundan el Tao Te King (4). Queda claro que Lao Tse no cree en la sangre azul, en la divina misión de la nobleza o de la monarquía, en las clases sociales; todo son constructos, todo es polvo. Lao Tse intenta adaptar su proyecto al estado de cosas.



"[...]

Si los príncipes y los reyes
pudieran permanecer en el Tao
todos los seres se les someterían.
El cielo y la tierra
se unirían para llover dulce rocío.
El pueblo, sin gobierno alguno,
por sí mismo se ordenaría con equidad.

[...]"

Capítulo XXXII.



"[...]

Cuantas más limitaciones y prohibiciones haya,
más pobre será el pueblo.
[...]
Cuantas más leyes y decretos,
más ladrones aparecen.

Por esto el sabio dice:
Yo nada hago
y el pueblo por sí mismo progresa.
Yo quedo en la quietud
y el pueblo por sí mismo mejora.
Yo no negocio
y el pueblo por sí mismo se enriquece.
Yo nada deseo
y el pueblo por sí mismo vuelve a la sencillez."

Capítulo LVII.


"Cuando el gobierno es inactivo,
el pueblo es diligente.
Cuando el gobierno es activo,
el pueblo es indolente.

[...]"

Capítulo LVIII



Y en fin, acaba explícitamente reconociendo Lao Tse que, mejor que a grandes imperios, ese proyecto le pega a pequeños grupos poblacionales:



"Un reino pequeño, de poca población,
no emplearía todas sus cosas.

Los habitantes temerían a la muerte
y no se alejarían en largas expediciones.
Aunque tuvieran barcos y carros,
no los utilizarían.
Aunque tuvieran armas y corazas,
no las mostrarían.
El pueblo volvería a ocuparse
de anudar cuerdas.
Y encontrará sabrosa su comida,
buenas sus ropas,
tranquilas sus casas,
alegres sus costumbres.

[...]"

Capítulo LXXX









NOTAS

(1) "Ambas cosas, ser y no-ser, tienen el mismo origen, aunque distinto nombre. Su identidad es el misterio" (Tao Te King, Cap. I).
(2) Este "evitar que el pueblo tenga saber", téngase en cuenta que no se trata de hacer al pueblo "tonto" con intención de aprovecharse de él. Ya dijimos que Lao Tse adapta su propuesta política a un estado centralizado, y quiere convertir al gobernante en un sabio al servicio del pueblo, un gobernante que "gobierna sin gobernar". De hecho para Lao Tse puede decirse todo sabio es gobernante, porque "Quien practica el no-obrar / todo lo gobierna" (Tao Te King, Cap. III). En todo caso el propio sabio se autocensura en el interés por el conocimiento: "Rechaza la sabiduría y el conocimiento, / y aprovechará cien veces más al pueblo [...]" (Cap. XIX); "Suprime el estudio y no habrá preocupaciones. [...] No es posible dejar de temer / lo que los hombres temen. / No se posible abarcar todo el saber" (Cap. XX).
(3) Utilizo en todo momento la primera edición de Luis Cárcamo (1982).
(4) Otra de estas maravillosas paradojas en Lao Tse es el estado estratificado no estratificado, un estado al tiempo con clases y sin clases, en cuanto que aquello que distingue tradicionalmente a la clase queda anulado: "Así, la nobleza tiene su raíz en la vileza. / Lo alto tiene por fundamento lo bajo." (Cap. XXXIX).










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Comentarios

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  1. #1 28 de feb. 2006

    Muy interesante el artículo, Dingo.

    Mi bar se llama Zen y tenemos un yin-yang de delfínes (que bajamos del Google y pertenece a una empresa inglesa de T-shirts) como logo.

    Mis conocimientos del taoísmo no son asiáticos si no norteamericanos: El canadiense Leonard Cohen y los norteamericanos Allan Ginsberg y Allan Watts ("El camino del Tao", "El futuro del éxtasis").

    Me gustaría que comentaras algo sobre la figura del escritor socialista Gary Snyder, personaje, con otro nombre, de "Los caminos del Dharma" de Jack Kerouac y que me orientaras sobre Suzuki ("Zen Mind", autor reivindicado por mogollón de beatniks).

    He hecho experimentos con el I Ching con resultados sorprendentemente positivos (lo utilizo de la misma forma que Jodorovsky usa el Tarot; por cierto, mi tarot, el de Gigger lo dejé en Espanha y lo reutilizaré si vuelvo por allá). Para mi es un mapa de carreteras pasadas, no futuras. Nada de adivinación, si no meditación sobre lo ya hecho.

    Escribe, tronco.

  2. #2 kaerkes 28 de feb. 2006

    Muy interesante Dingo, yo siempre había relacionado el tao con el taoismo religioso y Confucio.
    Gracias por el artículo. Ofrece que pensar.

  3. #3 Brandan 28 de feb. 2006

    Bien recibido sea este soplo de filosofía pura que insuflas, Dingo.
    En mi opinión, una de las personas que mejor entendió el Tao, y no solo eso, sino que se atevió a contarlo y a cantarlo, fue Facundo Cabral.
    Traigo unos párrafos y recomiendo una página que muestra lo que digo:
    http://www.formarse.com.ar/articulos/de_facundo_cabral.htm
    "Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la Tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo. Además, el universo siempre está dispuesto a complacernos, por eso estamos rodeados de buenas noticias. Cada mañana es una buena noticia. Cada niño que nace es una buena noticia, cada cantor es una buena noticia, porque cada cantor es un soldado menos, por eso hay que cuidarse del que no canta porque algo esconde.
    Eso lo aprendí de mi madre que fue la primera buena noticia que conocí.
    Se llamaba Sara y nunca pudo ser inteligente porque cada vez que estaba por aprender algo llegaba la felicidad y la distraía, nunca usó agenda porque sólo hacía lo que amaba, y eso se lo recordaba el corazón. Se dedicó a vivir y no le quedaba tiempo para hacer otra cosa.
    De mi madre también aprendí que nunca es tarde, que siempre se puede empezar de nuevo, ahora mismo, le puedes decir basta a la mujer (o al hombre) que ya no amas, al trabajo que odias, a las cosas que te encadenan a la tarjeta de crédito, a los noticieros que te envenenan desde la mañana, a los que quieren dirigir tu vida, ahora mismo le puedes decir "basta" al miedo que heredaste, porque la vida es aquí y ahora mismo.
    Me he transformado en un hombre libre (como debe ser), es decir que mi vida se ha transformado en una fiesta que vivo, en todo el mundo, desde la austeridad del frío patagónico a la lujuria del Caribe, desde la lúcida locura de Manhattan al misterio que enriquece a la India, donde la Madre Teresa sabe que debemos dar hasta que duela.
    Caminando comprobé que nos vamos encontrando con el otro, lenta, misteriosa, sensualmente."


    Una pregunta: ¿Créeis que tine alguna influencia el Tao en "Las enseñanzas de Don Juan" de Castaneda?

    Me llama la atención esta frase:
    "Con la inteligencia y la astucia
    surgen los grandes hipócritas."
    ¿Estaría presintiendo a Ulises? ¿Vislumbraba Occidente?


  4. #4 eyna 28 de feb. 2006

    "...Caminando comprobé que nos vamos encontrando con el otro,lenta,miseriosa,sensualmente,porque lo que teje esta red revolucionaria es la poesía..."

    muchas gracias, brandan! :)

    al leer esta frase me acordé de las palabras de Neruda,cuando los militares golpistas entraron en su biblioteca y empezaron a destrozar sus libros...

    "..Tengan cuidado,están manejando material muy peligroso!

    -¿ A que se refiere?

    -...Poesia...


    Quedo a la espera de los comentarios a este artículo de Dingo, me interesan mucho,mucho,mucho,porque como dijo,creo que zé,celtiberia es un crisol,además de un lujo...

    salut!

  5. #5 Cierzo 01 de mar. 2006

    Dingo enhorabuena por el artículo me has dado a conocer un tema que desconocía completamente.
    Aunque no estoy de acuerdo en algunas cosas que se plantean (sin ningún tipo de acritud eh) desde la optica del pensamiento político anarquista y para evitar confusiones…
    También quieor acalrar que el aanrquismo no es un bloque monolítico ya que entre la concepción anarcoindividualista de gente como Stirner a el anarco-comunismo de Kropotkin hay grandes diferencias.
    Pero… sin liar más la cosa:
    El anarquismo nunca aceptaría la no supresión del Estado por muy pasivo que éste fuera. De hecho fue motivo de gran fricción entre marxistas y anarquistas.
    Los primeros planteaban ese paso, un Estado revolucionario dominado por al clase obrera, intermedio entre la sociedad capitalista y la sociedad comunista y verdaderamente democrática. El Estado socialista tenía la misión de transformar para que pudiera darse el siguiente paso.
    Los anarquistas pensaban que el Estado tenía su propia dinámica, por mucho que fuera dominado por la clase obrera o se destruía en un primer momento, o ejercería su labor opresiva y represiva contra la libertad, además que no se podría desmantelar.
    El anarquismo no puede concebir un sujeto “pasivo” el hombre debe cambiar las cosas frente sorprendentemente a algunos marxistas que siguiendo la teoría histórica de Marx esperaban sentados la caida del capitalismo por el devenir histórico. Los anarquistas aunque no rechazaban frontalmente la interpretación de la historia marxiana, creían que los procesos podían cambiar por la voluntad del hombre. Así que el anarquista es un sujeto activo siempre.

    Tampoco creo que no se pudiera criticar al imperialismo por el contexto histórico ya que los anarquistas (como los de otros movimientos obreros) fueron muchas veces muertos, torturados, encarcelados, etc

    Pero si que pude haber un paralelismo entre el taoismo y el anarquismo o en su concepción económica autogestionaria o en la autolegislación del pueblo.


    Más bien destacaría del Taoismo su oposición con el cristianismo en su concepción de la vida, uno queriendo eliminar el sufrimiento y el otro vanagloriándolo. Además de su gran diferencia en la concepción del bien y del mal.

    Salud

    Ego, ¿te animas a buscar las contradicciones y similitudes con el gran Stirner?

  6. #6 Cierzo 02 de mar. 2006

    Dingo lo he dicho sólo por aclarar que me parece muy interesante el artículo pero que iba a criticarlo contraponiéndolo al anarquismo “clásico”, más que nada para que haya gente que no confunda, y ya me di cuenta de tu detalle del uso de las comillas.
    No digo que el término anarquista se deba restringir a Kropotkin y Bakunin, de hecho creo que digo que no es un bloque monolítico y pongo el ejemplo de Stirner y Kropotkin. Pero lo que si que creo es que el anarquismo aboga por un individuo o en una masa activa. Ahí es donde veo la mayor diferencia, frente a la concepción de Lao Tse de “dejar fluir”. Y creo que es grande.
    De todas maneras supongo que influye mucho lo que es una cultura oriental de lo que es una occidental. Y te reconozco que no se casi nada de filosofías orientales.


    Salud

  7. #7 04 de mar. 2006

    Dingo, quiero que me hables de Allan Watts. Los dos libros que leí de él, me marcaron bastante.

    El tantrismo está a medio camino de hinduísmo y budismo y alimenta directamente a grupos occidentales desde el Renacimiento hasta el ciberespacio. Tengo entendido que Brueghell y el Bosco estaban cerca de grupos cristiano-tantristas. Svante Artemius y su panespermia es un claro antecedente de las teorías sobre Gaia como ser vivo y Thimothy Leary -del que quiero que también escribas- tiene cosas muy interesantes sobre el biochip que, por cierto, creo que ya existe.

    Otro tantrista, aunque en un Avatar oscuro, es Gigger.

    Dios, Dios, siempre a vueltas con él. Necesitaríamos otra terminología.

  8. #8 21 de mar. 2006

    Y hablando de la influencia del pensamiento oriental en Occidente podríamos acercarnos a la figura de Herman Hesse. Es uno de los autores que más (negativamente) me han influido. "Siddartha", debo de haberlo leído cuatro o cinco veces: Adolescencia, veintipocos, treinta y pocos, casi cuarenta..."Tóxicas", califica Jodorovsky a estas dóctrinas del desprendimiento. "Bajo la rueda", la desolación de este relato está en el sin sentido que fue mi adolescencia, el conjunto de factores que me llevaron de ser un alumno brillante en EGB a no acabar BUP. No digo que este libro fuera responsable de nada, digo que en esa época leía este tipo de cosas. "El fauno", relato breve, está en sus Obras Completas, es la cosa más triste que he leído nunca.
    No entiendo la criminalización de "El guardián en el centeno" de Salinger ni la glorificación de Hesse.
    Ora visión de la adolescencia está en "Con distinta piel" de Dylan Thomas.
    La adolescencia de Tricky -se la pasó viendo películas del Conde Drácula y fumando maruja con su abuela, Maximina Quayne, a la que dedicó su primer disco, Maxiquaye- es un ejemplo de cómo el sistema expulsa a ninhos con sensibilidades y/o físicos diferentes. Recientemente, ví un reportaje sobre ninhos difíciles y el proceso de linchamiento que sufren por sus companheros. El sistema educativo orientado hacia la competitividad es un sumidero de talento y aún en el caso de que los educadores sean buenos profesionales se han de enfrentar a la cultura del concurso de TV "siegacabezas", Gran Hermano como ejemplo de vida sin intimidad y eliminando competencia.
    Joder, yo lo pasé fatal: Tengo bronquitis crónica por la que soy muy lento para todo y eso me lleva a enfrentarme con las personas nerviosas, eléctricas, autoritarias que me bloquean. Si estoy sólo o una voz femenina me susurra lo que tengo que hacer, pues hago las cosas más o menos bien, pero cómo me sienta observado con mala onda...Encima soy muy ambigüo físicamente. Lo que hace que mucho macho se confunda sobre mi virilidad y al mismo tiempo rabie con mi imán con las mujeres. "Doblemente discriminado", decía un amigo pedagogo cuando le comentaba estas cosas.
    Es jodido ser gay y tener que luchar para sobrevivir; así como también lo es ser heterosexual "ambiguo" -yo digo "lesbiano"- en un mundo de machotes de pacotilla.
    Bueno, Hesse, pues. Dingo, no sé nada de él. De dónde sacó su querencia por Oriente? Viajó allí? Por cierto, has de saber que Hesse es autor de cabecera de muchos jesuítas dedicados a la ensenhanza.

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