Autor: soliman
lunes, 19 de septiembre de 2005
Sección: Edad Media
Información publicada por: soliman
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¿QUIÉNES FUERON NUESTROS ABUELOS?

Murcia. Sr. Saíz Dotor, Antonio.
Es un escritor que ha publicado seis obras sobre la tradición Sufi, de la que hubo una importantísima escuela en Ricote. Y es profesional de la educación con grupos de alto riesgo.

RESUMEN DE LA PONENCIA:

En la primera parte expondremos una visión diferente sobre el controvertido tema de la invasión árabe en nuestras tierras. Estará documentada en la más moderna investigación y reciente arqueología, en documentación antigua existente en archivos y bibliotecas nacionales, y apoyada por el criterio de preclaros historiadores antiguos y contemporáneos.

Nuestra tierra Murciana como parte de Al Ándalus, y específicamente el Valle de Ricote, dieron al mundo hombres y mujeres que destacaron en el ámbito de las artes y de las ciencias.

En la segunda parte diremos que; la filosofía, las matemáticas, astronomía, ingeniería, medicina, química, botánica, zoología, dietética, literatura épica, lírica y mística, también se gestaron en estas tierras.
Así como las bases de la metodología científica moderna, en la que nuestros ancestros murcianos-andalusíes, de tradición islámica, tuvieron un importante papel, una palabra determinante que aportar al mundo.
Si los autores de todo ello fueron foráneos conquistadores árabes, más tarde expulsados, nada tenemos, todo fue de ellos y con ellos se nos fue. Pero si fueron los naturales de esta región, nuestros dignos abuelos, quienes formaron parte de la gesta, es hora de que conozcamos tales hechos y los reivindiquemos como propios. Y que los murcianos sepan lo que una gran parte del mundo culto ya sabe.

Autores consultados:
- Asín Palacios (Jesuita)
- Juan Vernet
- Luce Baralt
- Ignacio Olagüe
- Arab Woorld Studies Notebook
- Francisco J. Flores Arroyuelo
- Padre Flórez (Jesuita)
- Prof. Ricardo H. Elía.
- Otros.

¿QUIENES FUERON NUESTROS ABUELOS?
(Los mil años secuestrados de nuestra historia)

"Cuando todos los andalusíes (murcianos) conozcan su verdadera historia y esencia, será cuando llegaremos a obtener la fuerza necesaria para exigir el respeto que se nos debe, por tener una personalidad tan diferente de aquella que trataron de imponernos por la fuerza". Blas Infante.
"El pueblo que olvida sus raíces se condena a sí mismo a repetir sus errores, y al desprecio de los demás".

"Dejamos de temer aquello que hemos aprendido a comprender". Marie Curie.

"La duda es el principio de la Sabiduría". Aristóteles

"Los hechos no dejan de existir sólo porque sean ignorados". Thomas Henry Houxley

Algunos de Vds., eruditos investigadores, ya estarán bien informados al respecto de estos comentarios, mejor que yo. Para otras personas, en cambio, todo esto será una novedad sorprendente. Sean Vds mismos los críticos, sean Vds quienes decidan si esta exposición, aún a despecho de lo aprendido hasta el momento, es o no es cierta o cuando menos probable.
Según Blas Infante, y según la historia, tanto los murcianos, como el resto de los andalusíes en general, no podrán exigir el respeto ni el pago de la deuda histórica que se les debe si no la conocen y no se conocen a sí mismos. Esto es obvio.
Nuestra cultura, ¡una de las más grandes que existieron!, fue condenada al exilio o a la destrucción, y no por ser propia de un pueblo invasor, que no lo fue. Esta es la otra propuesta que, formulada por eruditos investigadores, hoy compartiremos.
No obstante el acerbo cultural de este pueblo no desapareció por completo, pues en otros lugares del mundo se guardó para que, en el día de hoy, pudiéramos conocerlo si queremos.

ALGUNOS EJEMPLOS. En el mundo Islámico existen bibliotecas con miles de volúmenes escritos en estas tierras, o que hablan de ellas. En el Valle del Níger hay una biblioteca con más de tres mil, en Estambul, en Marruecos, así como en otros países de Oriente y Occidente, Alemania, Canadá, etc., se conservan multitud de libros incunables de nuestro saber y de nuestra historia, esparcidos por el mundo. Un tesoro sin precio.
Lo que hoy expondré aquí tampoco será "toda la verdad", pero… ¿quién la tiene?. Mi exposición es, tan sólo, una alternativa a lo que nos han dicho. Una alternativa que ha sido investigada durante muchos años por historiadores, andaluces, españoles y extranjeros, cuyo pensamiento difiere del oficial. Serán ustedes quienes decidan si el resultado de tales investigaciones es, o no, más o menos coherente que el popular.
Que personalmente esté de acuerdo con estos investigadores, si no en todo si al menos en parte, no significa nada excepto para mí.. Por lo que serán ellos los exponentes de cuanto diga, yo sólo seré un mero transmisor sin pretensión alguna de sentar cátedra. Esta exposición no es, por lo tanto, más que otra alternativa probable aderezada con algunas reflexiones personales.
Por ello repito nuevamente, serán ustedes quienes decidan si quieren continuar, o no, descorriendo el velo de la historia.

ESTO ES LO QUE NOS DICE LA HISTORIOGRAFÍA OFICIAL que todos conocemos: El año 711 entraron 7.000 árabes por Tarifa al mando de Táric, y poco después otros 18.000 entran al mando de Musa, nacido en La Meca, que a la sazón tiene unos setenta y un años de edad, 25.000 hombres en total. Nos dijeron que en tres años conquistan un territorio de 584.192 kilómetros cuadrados, habitado por varios millones de personas organizadas en monarquías visigodas y pertenecientes, muchas de ellas, a la decadente cultura greco-latina.
Es decir que, en el periodo de tres años, cada uno de aquellos 25.000 árabes tuvo que realizar el esfuerzo de conquistar 23 kilómetros cuadrados aproximadamente y, por si fuera poco, conquistar además parte de Francia y convertir todo ese vasto territorio al Islam. ¡Todo en tres años!. Ellos solos, con la espalda al descubierto, sin conocer el idioma y sin el apoyo necesario para pertrechar a la exigua tropa invasora.
Lo que las legiones romanas no consiguieron en trescientos años, con todo su aparato militar, y el apoyo logístico desde las Galias, lo consiguen 25.000 árabes incultos venidos desde el lejano desierto. Después de atravesar miles de kilómetros del norte de África, sin conocer la herradura con la que calzar a los caballos que no tienen (el desierto de rabia no lo permite) y con las espaldas descubiertas.
Si la investigación no desmintiera lo que aparentemente es un fraude histórico, el simple sentido común ya nos lo sugeriría.

INTENTAREMOS UNA REFLEXIÓN CRÍTICA de este planteamiento haciendo un breve repaso sobre la historia y la situación social y cultural de los árabes en aquellos años. Pues para que una afirmación histórica pueda ser considerada cierta, ha de sustentarse sobre el rigor científico, no sobre la fábula.
La península arábiga contaba, en aquellos años, con una población de aproximadamente un millón de habitantes, formada por tribus enzarzadas en luchas entre sí y con una cultura tribal muy primitiva. Durante los dos primeros siglos de expansión del Islam, como idea fuerza, la inmensa mayoría de los árabes eran analfabetos. De aquí el interés del Profeta Muhammad (s.a.s) para que aprendieran a leer y escribir.
El año 640 muere Muhammad, habiendo dedicado parte de su vida a la pacificación entre las tribus y a transmitirles una idea de Allah, según la tradición abrahámico-sinaítica, en sustitución del paganismo politeísta.
Antes de su muerte les había invitado insistentemente a la búsqueda de la sabiduría, pero en aquellos tiempos no habían creado todavía una cultura árabe, como después la conocimos.
A Muhammad le suceden los primeros Califas que, debido a las luchas tribales, son asesinados en su mayoría, al igual que su nieto Husein que es decapitado. En estas condiciones no tenían cultura que ofrecer, sino un proyecto por realizar que no era bien conocido por muchos de ellos.
No tenían economía para pertrechar grandes ejércitos, ni población suficiente para formarlos, ni unidad nacional para respaldarles. En todo caso podrían haber sido autores de pequeñas razias tribales, o de incursiones bélicas de escasa importancia una vez pacificados ellos mismos.
Arabia, excepto en algunas escasas zonas, era y es un desierto estéril, cuya principal fuente de ingresos eran el comercio y el pillaje de las caravanas.
No obstante, y a pesar de estas dificultades insalvables, la historiografía oficial nos dice que aquellos pocos e incultos árabes, guerreando entre sí, ya habían conquistado Siria en el 635, el Ctesifón en el 637, Palestina en el 639, y Mesopotamia del 639 al 641.
En el intermedio de la conquista de Mesopotamia, del 640 al 643 dominan Irán, en el 642 Alejandría, y después todo Egipto. Y desde Alejandría conquistan todo Túnez, a 3.000 kmts, de distancia, entre los años 647 al 701.
En el intermedio conquistan Trípoli el 647, en el 649 Chipre, en el 664 se van a la India a conquistar el Punjab. En el 670 atraviesan el desierto de Libia para conquistar todo el norte de África en plena pulsación climática de desertización. Del 705 al 7l5 retoman nuevamente la conquista de la India para hacerse con el Valle del Indo hasta su desembocadura. Dándose mucha prisa porque el 711 tenían una cita con nuestros historiadores hispanos en la batalla de Guadalete, para poder conquistar en tres años los 584.192 kilómetros cuadrados de la Península Ibérica, el sur de Francia y convertirnos a todos al Islam. En el 720 llegan a Narbona, en el 725 conquistan Autun, y por fin en el año 732 los detiene Carlos Martel. Francamente, ¡increíble!.

Recordemos que Muhammad muere el 640, y si ha dedicado su vida a pacificar las tribus, sin lograr la estabilidad deseada, ni antes ni inmediatamente después de su muerte se pueden enzarzar los árabes en conquistar tan extensos territorios. Ya que, como dijimos, ni las tribus estaban pacificadas, ni la Península Arábiga se había constituido definitivamente en un Estado, ni el Islam estaba definitivamente asentado, ni tenían la población o los medios para realizar tal hazaña.
No eran marineros, y como dijimos no conocían la herradura, ni el desierto puede mantener grandes manadas de caballos que son incompatibles con los camellos. No hablaban las lenguas de todos estos países, no tenían ejército suficiente, ni cohesión territorial, ni posibilidades de abastecimiento para la tropa. Pero… ¿llevan a cabo la conquista de tan inmenso territorio y, sin cultura ni conocimiento suficiente, la conversión a la nueva religión, en menos de un siglo y a cargo de unos cuantos beduinos ignorantes desavenidos entre si?. ¿Tiene esto alguna lógica?.
El sentido común nos dice que no hay posibilidad, salvo que recurramos a la fábula o a la milagrería, como parece ser que así sucedió, para poder explicar un hecho que pudiera haberse desarrollado de otra manera.
Ciertamente España ha sido musulmana en su mayoría, o en una gran parte, durante siglos, y el idioma árabe se integró en nuestra cultura. Pero esta circunstancia no se debió a la invasión de un pueblo, sino a la aceptación de una idea innovadora por parte de la población Iberica, cuya religión en algunas regiones, el cristianismo arriano, se convirtió en el vehículo del cambio.

UNA LÓGICA Y NATURAL POSIBILIDAD sí que existe para la transformación de los territorios islamizados en el mundo. Y es que estos países fueran ganados para la nueva idea por la intervención de bien formados comerciantes o musulmanes voluntarios que se dedicaron a dar a conocer el nuevo Din (camino del Islam). Según se desprende de la historia de los inicios del Islam al leer la biografía de Muhammad, observamos que sí envió mensajeros a distintas partes del mundo en aquel entonces conocido, y en esta cuestión están de acuerdo todos los críticos. Por lo tanto esto es lo que pudo suceder en nuestra tierra. He aquí algunos ejemplos.
Sabemos por la historia más reciente que, en los siglos XV y XVI, se extiende el Islam por Indonesia a cargo de comerciantes que dan a conocer el Din (camino del Islam), no por acción militar.
En los tiempos modernos también se introduce en las islas del Pacífico estando estas bajo el dominio colonial de portugueses y holandeses. Y se introduce en el África sub-sahariana durante el periodo colonial de Inglaterra, Francia y Portugal, sin que los europeos apenas se dieran cuenta del evento.
Si en este pasado reciente ha sucedido que el Islam no tuvo necesidad de imponerse por las armas, sino por el estudio y conocimiento de su promulgación, ¿no es lógico que también pudiera suceder en un lejano pasado en nuestra tierra?.

LA INVESTIGACIÓN HISTÓRICA, la arqueología, y la documentación existente en archivos y bibliotecas, nos dicen lo siguiente
A la muerte de Muhammad, en el 640, la pacificación de la Península Arábiga no se había completado. Desde el año 710 hasta principios del siglo IX el norte de África tampoco había sido pacificado totalmente ni por Roma ni por Bizancio, pues las tribus bereberes se hicieron con el control de estas regiones, varias veces, durante este periodo.
Por lo tanto los hipotéticos invasores árabes no podían tener capacidad para atravesar miles de kilómetros de territorios beligerantes, ni de organizar una hazaña de tal magnitud por la pobreza de sus medios. Las comarcas que tenían que atravesar eran en buena parte desierto. Tampoco podían disponer de cobertura a sus espaldas para hacerse con tan vasto territorio y apoderarse después de la Península Ibérica. Añadamos a estas dificultades la pulsación climática de desertización que durante esos años sufre el norte de África haciendo padecer a sus habitantes una hambruna generalizada.
El año 711, fecha oficial de la conquista de España por los árabes, faltaba un siglo todavía para la pacificación del norte de África. Hablamos de una época en la que no existía un servicio de intendencia como el que conocemos ahora. Un grupo armado tenía que ser muy reducido para mantenerse con lo que encontraban en los lugares de paso, o bien estar muy apoyados a sus espaldas por un territorio bien pacificado.
Fueron precisamente estas dificultades las que obligaron al Imperio Romano, con todo su aparato militar, y a pesar del apoyo de las Galias, a tardar más de trescientos años en el intento de conquista de la Península Ibérica. La completa pacificación, siglos más tarde, fue debida a la invasión de los visigodos, origen de nuestras monarquías, que actuaron como fuerza de policía militar reprimiendo a la población de la Península Ibérica en favor de Roma.
Hay otra dificultad añadida. Se nos dice en una de las crónicas oficiales que aquellos supuestos invasores árabes, en su mayoría analfabetos, traían mezclados entre ellos a sirios, coptos, bizantinos y bereberes. Por lo tanto no eran cultos árabes los 25.000 supuestos invasores. España habría sido islamizada por estas gentes incultas, que ni hablaban árabe, ni se entendían entre ellos, ni sabían nada, o muy poco, del Islam. Estos bárbaros, según la historiografía oficial, serían los iniciadores de la vasta cultura andalusí que iluminó al mundo. ¡Francamente sorprendente!.
Pero además se nos dice que a los pocos meses de la invasión, los 25.000 invasores se enzarzan en disputas entre sí en una lucha que dura más de 70 años, en la que se masacran miles de sus hombres.
A todo esto los varios millones de habitantes de la Península Ibérica, observan estos acontecimientos impasibles, sin tomar decisión alguna para aprovecharse de la debilidad del invasor. Nos cuentan que esta guerrilla intestina es a causa de las disputas entre Táric y Musa, pues ambos se consideraban dueños de una mesa que, atribuida a Salomón, habían encontrado en Toledo.
Para dirimir en la disputa ambos dirigentes se van a Bagdad a consultar con el Califa, dejando sola a la tropa maltrecha y la conquista sin asegurar. Allí el anciano Musa, con 74 años de los de aquella época, es castigado por el Califa a causa de una mesa, en vez de ser premiado por conquistar un país, y muere sin regresar.
Este anciano, Musa ibn Nosair, se nos dice que nace en la Meca el año 640, y muere en Bagdad el 718, por lo que el año 711, fecha de la supuesta invasión, malamente podría ponerse el frente de un ejército con una edad de 71 años. Probablemente, de haber existido, fuera uno de los comerciantes o de los musulmanes que se dedican a extender el Islam de los que tenemos constancia que envió el Profeta. Aunque la posterior leyenda lo convirtiera en un aguerrido septuagenario al mando de un exiguo ejército conquistador.
También se nos dice que Táric tampoco regresó de Bagdad. Así pues, dejaron la conquista en manos de los pocos aventureros que quedaron vivos, cuando 70 años después de la supuesta invasión acabaron de matarse entre ellos.
Por otra parte, y durante los setenta años de disputas y masacres entre invasores, los 584.192 kilómetros de la España conquistada deberían de ser pacificados y sus gentes adoctrinadas para el Islam. Pero ¿por quién?. ¿No se nos dice que estaban ocupados en matarse entre ellos y que no todos eran musulmanes?.
El castillo de Ricote, llamado de Al Suhayrat, fue posesión de Ali Berit Hutman, en el año 738. Esto es 27 años después de la supuesta conquista y sin que las hostilidades entre invasores estuvieran resueltas. Pero algo más tarde, en la segunda mitad del siglo VIII Lorca pasa a dominio musulmán por el pacto de Teodomiro, y Murcia es fundada el año 825 por Abderrahman II, sobre una pequeña aldea de origen romano.
En el 801 después del pacto de Teodomiro y de la fundación de Murcia, un estudiante Cordobés, Ibn Habib, autor de la crónica árabe, tiene que viajar a El Cairo para informarse sobre la forma en que había llegado el Islam a España. Aquí nadie recordaba nada del tema. ¿Cómo es esto posible?.
Se deduce de esta historia que algo falla, que hay aparentes signos de leyenda. Y que mientras que España, tierra que en el pasado había sido de Séneca y otros preclaros filósofos y emperadores, era conquistada por un grupo de zafios beduinos matándose entre sí, los varios millones de hispanos se durmieron en los laureles.
El historiador y escritor contemporáneo, Juan Vernet, forma parte del elenco de investigadores que opinan lo siguiente. "Teniendo en cuenta que los árabes portadores del Islam original, no tenían fuerza militar suficiente, no pudieron introducir el Islam mediante la acción castrense, sino como una idea fuerza que va calando lentamente. El Cristianismo no había arraigado todavía en España, y una parte importante de la población eran practicantes de otras religiones".
Comentaremos los documentos y crónicas en los que se apoya lo que estamos considerando como "la fábula de la invasión de los árabes".

LAS CRÓNICAS ÁRABES de la conquista de la Península Ibérica se escriben siglos después, y son adaptaciones de leyendas egipcias que comienzan a extenderse en el siglo X.
A comienzos del siglo X un grupo de andalusíes, recién conversos, sienten la necesidad de viajar a El Cairo en busca de doctos eruditos para formarse en lo relativo a la nueva confesión. Y para, ¡Oh sorpresa!, informarse sobre la llegada del Islam a la Península Ibérica.
Entre ellos viaja el tal Ibn Habib, que antes hemos nombrado, quien en su obra "Táric", nos relata la leyenda de la invasión de los árabes, extraída a su vez de otras leyendas egipcias contadas por sus maestros cairotas. El investigador se debe de preguntar: ¿Cómo es que en la Península Ibérica no quedaba nadie que recordara los hipotéticos acontecimientos de un hecho tan decisivo como lo hubiera sido la conquista árabe tan sólo un siglo antes, y la conversión al Islam de casi todo un país?.
Lo cierto es que Ibn Habib y sus compañeros, tienen que viajar hasta Egipto para enterarse de lo que pudo haber sucedido en vida de sus bisabuelos. Y si en Península Ibérica no quedaba recuerdo reciente de ninguna invasión, ¿cómo es que los egipcios, tan lejanos, pudieron saberlo?.
A propósito de esta crónica. Cuando el año 1.860 el historiador Dozy la lee para su investigación, escribe en sus "Recherches" que no le parecían otra cosa que cuentos de "Las mil y una noches".
Si los árabes habían invadido Península Ibérica, sus nietos no se acordaban de la conquista y tuvieron que viajar a Egipto para informarse, ¿.?.
Quizá en la edad media fue más aceptable, para los trinitarios romanos, asumir la historia de la invasión como un castigo divino por las herejías del cristianismo, que aceptar la sustitución progresiva de sus ideas religiosas por otras.
Supuestamente para los andalusíes, y para el orgullo de los árabes en general, también les fue más atractivo ensalzar proezas épicas de sus hipotéticos antepasados, que el natural florecimiento de una cultura nuestra, como la que aquí se forjó. Estos criterios son los que se mantienen en la actualidad para justificar la invasión.

LA CRÓNICA BEREBERE se escribe un siglo después de las crónicas árabes y, estos, aunque inspirados en la crónica árabe, la modifican para apropiarse del mérito de la invasión. Ahora ya no es la exigua tropa multiétnica de los árabes quienes tienen el mérito de la conquista, en este caso son los rifeños bereberes, que tampoco se privan de acontecimientos milagrosos. Al ruego de Musa las murallas de las ciudades hispano-visigodas se vienen abajo, etc., etc.
Pero ¿cómo pudo ser que los rifeños fuesen portadores de esta nueva idea?. Tenemos que considerar que hasta el siglo X el norte de África no conocía bien el Islam, ya que en su versión más culta llegó a la ciudad de Fez en esta época. ¡Y precisamente de manos de los andalusíes!.
Este suceso del siglo X acaeció reinando en Córdoba Alhakam I, cuando se produjo la famosa revuelta del Arrabal cercano a la actual torre de La Calahorra. Alhakam tiene la desafortunada idea de ordenar la destrucción de los viñedos, a causa de lo cual se organiza una revuelta general que es aplastada por el ejército. Diez mil cordobeses se ven en la necesidad de emigrar al norte de África, y el sultán de Fez, Idris I, deseoso de la cultura y habilidades de los exiliados les invita a vivir en la ciudad de Fez.
Allí construyen el actual barrio Andalusí, separado del barrio Karauin. Fortifican y enriquecen con sus habilidades la ciudad, y al mismo tiempo enseñan a los bereberes la lengua árabe (que no dominaban) y un Islam más culto del que conocían. Este acontecimiento dio origen al inicio de la posterior monarquía magrebí, y al desarrollo de la cultura andalusí en el Magreb. Que aún perdura. Y de paso nos enseña que el Islam, en su forma culta, llegó a Marruecos desde las tierras hispanas.
¡Oh sorpresa!, si esto es cierto, como así parece, fueron los andalusíes quienes islamizaron a los marroquíes, ¡y no a la inversa!. Aunque escuchar esto sorprenda enormemente, pues le da un vuelco a la historia oficial, la documentación, la arquitectura, y la cultura que nos lo enseña, existen. Pero recuerden Vds que yo sólo soy un transmisor de documentos, no un autentificador de ellos.

EN RESUMEN. Los anales que se conservan de la hipotética invasión corresponden todos a la Edad Media. Ninguno se conserva que sea contemporáneo de principios del siglo VIII. El único es el del obispo Isidoro Pacense, pero desde hace dos siglos sabemos que es un personaje mítico. Desde el rey visigodo Vamba hasta Alfonso III, ni cristianos de confesión alguna, ni musulmanes, dejan documentación creíble al respecto.
Las leyendas y las contradicciones se suman unas a otras, pero hemos de comprender que la falta de tiempo y espacio no nos permitirán hacer una exposición completa de cuanto hemos encontrado en nuestra investigación. Toda esta exposición no es sino un brevísimo resumen cuyo único fin es el de ofrecer, como dije al inicio, otra alternativa para la reflexión. Pero la realidad será mucho más amplia, sorprendente y controvertida.

LA CRÓNICA DE AJBAR MACHMUA prototipo de las crónicas Bereberes, se escribe hacia el año 1.004, pero como vemos es un relato tardío, incoherente, épicamente embellecido por generaciones posteriores, y plagado de exageraciones milagrosas. Aquí la poesía se hace leyenda, y la leyenda historia.

LAS CRÓNICAS LATINAS anteriores al siglo XI poseen un cierto interés al reflejar, de forma velada, no la invasión sino el origen del verdadero y antiguo problema, las diferencias de un estado de opinión entre unitarismo y trinitarismo, sin haber en ellas una relación ordenada de acontecimientos.
En una de las anónimas latinas se nos dice que Táric viene acompañado de un noble Tribuno llamado Yulián. Más tarde la crónica de Silos le convierte en el conde D. Julián gobernador de Ceuta, y propiciador de la invasión como padre vengador de su hija, la amante seducida por el rey D. Rodrigo. Es este conde quien prestó a los invasores, mezcla de árabes y otras razas, cuatro lanchas para atravesar el Estrecho de Gibraltar con el ejército, los pertrechos y la caballería. Es decir, que un conde cristiano hispano-visigodo vasallo de Archila y perteneciente al obispado de la Bética, es el responsable de la invasión. ¿.?
Si calculamos el número de hombres, caballos, y equipaje por lancha, se hubieran necesitado aproximadamente tres o cuatro meses para llevar a cabo el traslado. Teniendo en cuenta que los habitantes de Cádiz poseían una flota capaz de transportar este ejército de una sola vez, ¿permanecieron impasibles ante el lento goteo de invasores sin mover un solo dedo para defenderse?. Esta leyenda ya fue estudiada y desbaratada por Hinojosa en el siglo XIX.
El resto de las crónicas latinas, aún siendo antiguas no se componen hasta 150 años después del 711. Todas ellas hacen un alarde de leyenda y disparate con pretensiones historicistas para contarnos que los invasores luchan en nuestra tierra contra estatuas de cobre, y atacan una ciudad habitada por genios que les conminan a irse. A las tropas trinitarias se les aparece el apóstol Santiago sobre un caballo blanco desjarretando moros, siendo que los musulmanes sienten un absoluto respeto y veneración por la persona de Jesús de Nazaret y sus apóstoles. En Toledo se encuentran, como dijimos, la mesa del Rey Salomón, motivo de la disputa entre Táric y Musa, y un cofre en el que el mismo Salomón había aprisionado a unos genios, etc., etc.
En el siglo XIII Jiménez de Rada introduce en Occidente el mito de la invasión en su versión definitiva, pero aderezada con los mitos orientales.
Tanto las crónicas latinas, como las árabes y bereberes, están plagadas de acontecimientos legendarios, de milagros, de fábulas y anacronismos que ni tan siquiera concuerdan entre sí.

OTRAS CRÓNICAS son las egipcias de Ibn Abd al Hakam, del año 871, donde se nos dice que en el ejército invasor sólo había dieciséis árabes. La de Ibn Abú al Rica, del año 891. Y los relatos concernientes al poder temporal y espiritual, compuesto en el 1.062, pero todas son fábulas y leyendas del mismo estilo mágico-milagroso, trasladadas a la Península Ibérica desde lejanas tierras. Las restantes son crónicas de autores nórdicos de los siglos IX y X.
Es mi prudente parecer que, en las escuelas, se continúa enseñando poco y deformado sobre la historia de la transformación ideológica que hizo de nuestra Patria la cuna del saber Universal, a causa de ideas renovadoras y no de masacres. Hemos suprimido el cuento de milagros y Genios, pero hemos mantenido la leyenda de la invasión de los árabes que lo sustenta.
El historiador alemán Félix Dahn ya nos advertía en el pasado siglo XX del aspecto legendario de todas estas narraciones. Y en el año 1.892 nuestro historiador D. Eduardo Saavedra también nos advertía de lo mismo.
El ilustre político e historiador, D. Antonio Cánovas del Castillo, nos enseñaba: "El estudio de los hechos de los españoles musulmanes tiene tan verdadera importancia, que de ello depende que nuestra historia llegue a la madurez o permanezca en la adolescencia".
Y el contemporáneo catedrático de historia de la Universidad de Zaragoza, D. Guillermo Fatas, piensa que: "Si el Islam es una de las mayores claves de la historia de España, en esta tierra del mudéjar, del alfar, de Avempace y del castillo de Ayub, ya va siendo hora de que nos enteremos de tal cosa".

LA SITUACIÓN RELIGIOSA en la Península Ibérica antes y después del 711. Algunas particularidades.
Con la entrada de los godos admitidos por el Imperio romano, la "Crónica del gallego Idatius" escrita entre los años 395-470, única que se conserva de su llegada, arremete en contra de ellos. Pero no lo hace porque sean invasores consentidos por la política de Roma, sino porque no son católicos trinitarios romanos. ¡Son cristianos arrianos unitarios!. Ellos decían; Dios no es tres, es Uno. Tal como en la actualidad proclaman otras iglesias cristianas.
Desde el siglo IV hasta el IX, tras las invasiones de los suevos en Galicia y las diversas revoluciones sociales, con la cruzada cluniacense y la pérdida del culto Arriano-Priscilianista, el rey Eurico rompe con Bizancio. Del culto al arrianismo del obispo Prisciliano sólo quedaba un vago recuerdo en la veneración a la tumba confundida, posteriormente, con la de Santiago. Esta usurpación se llevó a cabo durante el reinado de Alfonso III, rey de los astures. Para más datos se puede leer a L. Duchesne y a D. Miguel de Unamuno.
Eurico decreta el cristianismo arriano-unitario como religión oficial del estado, imponiéndose en parte de Francia y España, como confesión predominante, hasta finales del siglo VIII. Más allá del 711, supuesta fecha de la invasión árabe.
Mas no era el cristianismo unitario una nueva tendencia, pues ya en el Concilio de Nicea del año 325 se debaten las diferencias entre unitarismo y trinitarismo.
El año 785, 74 después de la supuesta invasión, el Papa Adriano I envía a España a un delegado pontificio para combatir la situación de los cristianos adversos al trinitarismo de Roma, este delegado, Egila, se pasa al bando de los unitaristas. El unitarismo progresa, pero de la presencia del Islam sigue sin haber testimonios documentales.
Dado el ambiente favorable todas las doctrinas unitaristas se unen en una sola. Se crea una forma de pensamiento que manifiesta una gran plasticidad, y lo mantiene abierto a otras posiciones intelectuales, permitiendo la independencia que facilita el florecimiento de un criterio propio, capaz de desarrollar las ciencias y las nuevas concepciones filosóficas.
Esta creencia unitarista prospera y se mantiene mayoritariamente en las zonas más ricas y cultas de la Península Ibérica, el sur, hasta la llegada progresiva del sincretismo Muhammadí. Convirtiéndose el cristianismo arriano-unitario en el vehículo de entrada para la nueva modificación de las ideas, y desarrollo de la cultura que sería conocida como andalusí.
En este tiempo la corriente arriano-unitaria era también llamada el cristianismo de los godos. En tanto que el cristianismo-trinitario era reconocido como la religión de los romanos. Tanto la una como la otra se apropiaban alternativamente del título de "católicas", es decir; "universales".
Como ya dijimos, para la corriente trinitaria romana Jesús es Dios, para los unitarios arrianos Jesús no es Dios, y anuncia la venida de otro profeta último: "Después de mí vendrá otro más grande que yo". Esta fue la creencia preislámica que facilitó la expansión del Islam en nuestra Península.
Para los trinitarios de Roma, Juan el Bautista fue el anunciador de Jesús. Lo que para los unitarios arrianos hispanos, tras la llegada del sincretismo Muhammadí, llegó a ser Jesús con respecto a Muhammad.
En los siglos VIII y IX nos muestran las crónicas la existencia de las dos corrientes cristianas confrontadas por la supremacía. El trinitarismo de práctica mayoritaria en el norte, en las zonas más incultas y deprimidas. El unitarismo con más éxito aquí en el sur, en las zonas más ricas y cultas.
Pero observamos que en el transcurso de la historia hay periodos en los que acaban por mezclarse y adaptarse a la mutua convivencia, algo semejante a lo que sucede en la actualidad entre los católicos y los diversos protestantes. A pocos cristianos les importaría en estos momentos las variantes introducidas en las demás iglesias que les son ajenas, por lo que una nueva forma de fe se podría introducir a través de una de estas iglesias sin apenas se percibida por las demás. Excepto en el momento en que se hiciera pública su diferencia.
Imaginemos que los evangelistas, de confesión minoritaria en estas tierras, introdujesen con discreción alguna variante en su fe. Sucedería que hasta que no la hicieran pública nadie, o casi nadie, se daría cuenta.
De la misma manera en aquél entonces, acabaron por ser a penas percibidas, para unos y para otros, las variantes introducidas en los respectivos ritos y doctrinas ya conocidas y admitidas del unitarismo arriano. El antiguo cristianismo arriano unitario visigodo ya no era una novedad para los trinitarios romanizados, y viceversa. Tenían otros problemas más importantes que afrontar. Era el adopcionismo de origen Nestoriano, predicado por Félix obispo de Urgel, y por Elipando obispo de Toledo, así como las teorías del obispo Migecio, las nuevas corrientes a combatir. Pero no ya el unitarismo arriano o el trinitarismo romano, los unos se habían habituado a los otros, más o menos, ya que pasaban a ser religiones oficiales alternativamente. Al igual que hoy se han acomodado a vivir juntos evangelistas, adventistas, católicos, testigos de Jehová, etc.
En estas circunstancias el Islam se pudo introducir, inicialmente, a través del arrianismo, como una nueva variante desapercibida al principio, pero que mejoraba la calidad de vida de la población. Equiparaba en derechos al hombre y a la mujer, no discriminaba a las personas por su origen étnico, era más tolerante con otras formas de religión, inducía insistentemente a la cultura, a la higiene, al equilibrio ecológico, rechazaba la usura del prestamista, etc. La altura cultural a la que se llegó nos indica los niveles de tolerancia ideológica y la calidad de vida que se alcanzó.
Las primeras comunidades continuaron manteniendo el nuevo culto en sus iglesias, y poco a poco el Islam fue calando como una idea renovadora venida de Oriente, e impulsora de una nueva cultura que empezaba a florecer. No como una nueva religión, o como una diferenciada doctrina religiosa que arrasa como el huracán, sino como un judeo-cristianismo salido del desierto. Al menos hasta que Abderrahman II trae a eruditos musulmanes de Oriente, con el fin de impulsar la decisiva labor de culturización y diferenciación posterior.
Hoy podemos aportar un nuevo y contundente dato arqueológico descubierto en Játiva en Junio del año 2.004. Se trata de la lápida funeraria de un musulmán enterrado el 21 de Febrero del año 648, 63 años antes de la pretendida invasión. Es de suponer que el hombre en cuestión no gravara su propia lápida, y que no tuviera la mala suerte de morirse recién llegado. Luego otros vinieron con él y, en aquella Península Ibérica plural, pasaron desapercibidos.
Ocho años antes de ser gravada esta lápida, en el 640, muere el Profeta Muhammad (s.a.s) habiendo enviado mensajeros a Abisinia, a Constantinopla, Bizancio, Alejandría, etc. ¿No cabe la posibilidad, como buen estratega, de que en vida los enviara también al extremo Occidental más rico y culto del Imperio, que era Hispania?. La lápida parece afirmarlo.
Veamos la documentación que existe sobre ese periodo de la historia:
Los historiadores árabes ofrecen una sorprendente noticia en el año 27 de la hégira/647-48, según la cual el califa Ütman habría enviado una expedición por mar contra la Península Ibérica bajo el mando de Äbd Allah b. Nafi b. al-Hsayn y Äbd Allah b. Abd al-Qays: "Utman mandó a 'Abd Allah b. Nafi' b. al-Husayn y a 'Abd Allah b. Nafi' b. 'Abd al-Qays [partir] inmediatamente de Ifriqiya a al-Andalus. Y Ilegaron ambos a ella por mar. 'Utman había escrito a los contingentes que se dirigieron a al-Andalus; 'Constantinopla sólo será conquistada a través de al-Andalus. Si vosotros conquistáis ésta, compartiréis la recompensa de quienes conquisten aquella. La paz'. Ka'b al-Ahbar dijo: 'Cruzarán el mar hacia al-Andalus unas gentes que la conquistarán y que el día del Juicio serán reconocidas por la luz [que desprendan]".
No sabemos si esta noticia es digna de crédito, pues es sabido que en esas fechas Ifriqiya, desde donde supuestamente se harían a la mar las naves rumbo a la Península Ibérica, tampoco había sido conquistada por los aguerridos guerreros árabes. (Pero como ya dijimos no deja de ser sorprendente la coincidencia de fechas, de la lapida y la supuesta expedición por mar contra la Península).
Existen otras crónicas de los historiadores cristianos, donde hallaremos información sobre una temprana incursión musulmana por mar contra las costas Ibéricas. Las crónicas de Alfonso III (866-910). Se trata de una obra que presenta ciertos problemas historiograficos sobre su autoría y fecha de redacción, problemas derivados de que no se conserve en su versión original. Nos han llegado dos redacciones, conocidas por ovetense y la rotense,estos códices fueron encontrados en la catedrales de Roda (Huesca) y Oviedo. las crónicas recogen el ataque de una flota sarracena ¿musulmana o cristiana unitaria? compuesta por 270 naves durante el reinado de Wamba (672-680), donde nos dice que fueron aniquilados y las embarcaciones quemadas.

Rotense: Illius quoque tempore CCLXX nabes sarracenorum Spanie litus sunt adgrese; ibique omnes pariter sunt delete et ignibus concremate.

Ovetense: Illius namque tempore ducentae septuaginta naves Sarracenorum Yspaniae littus sunt adgressage; ibique omnia eorum agmina ferro sunt deleta, et classer eorum ignibus concrematae. Et ut tibi causam introitus Sarracenorum in Yspaniam plene noteceremus, originem Eruigii regis exponimus.

Las Crónicas Najerense, sin duda tomándolo de la Crónica de Alfonso III, también recoge la noticia.
In illius namque tempore ducente LXX naues sarracenorum Yspanie litus sunt adgrensse; ibique omnes pariter sunt delete et ignibus concremate.

Caetani, siguiendo los Anales de Baronius, Muratori y Rampoldi, fija la fecha de esa hipotética incursión en el año 55/675. Ese mismo año o uno posterior es el que da como probable M. Barceló.
Hay un proverbio de Muhammad en el que dice: "Llegará un día en el que la luz del mundo salga del Occidente…". Y ¿qué Occidente culto y reconocido era ese, sino nuestra Península Ibérica?.
Quizás por esta causa Blas Infante escribió en una ocasión: "Los andaluces (andalusíes) queremos volver a ser lo que fuimos, hombres y mujeres de LUZ, que a los hombres, alma de hombres les dimos".
Si el Occidente más extremo era el "Finis Térrae", y en el 648 ya había comerciantes o mensajeros en nuestras tierras, es muy probable de que fueran enviados por el propio Profeta a enseñar el Islam. Que al inicio, y por su evidente similitud con el judeo-cristianismo unitarista, se introdujo sin fricciones a través del arrianismo y modificando a este. Y no en el 711 con el fuego, la espada, y 25.000 beduinos analfabetos.

LOS ANALES DE UNA PROBABLE VERDAD HISTÓRICA. Según la documentación, razonablemente creíble, existente en archivos y bibliotecas nacionales.
Antes de su muerte el rey de la Bética, Vitiza, nombra gobernador de Tingis (Tánger) capital de la provincia Tingitana, a Táric. En materia de religión esta ciudad pertenecía al obispado de la Bética, ¡no a los árabes!.
Tras la muerte de Vitiza su adolescente hijo Archila, cristiano del arrianismo unitarista, reclama en el 711, por pacto de fidelidad, ayuda a su correligionario y súbdito, el gobernador visigodo Táric. Esto lo hace con el fin de preservar sus derechos al trono en contra de las pretensiones de usurpación por parte de Roderic, rey de Toledo de confesión trinitaria-romana.
Sabemos que el nombre Táric no es árabe, ya que la partícula (ic) del sufijo, es de origen germánico, y significa hijo de… Por lo que Tár-ic sería hijo de Tar. Así como Roder-ic sería hijo de Róder, Alar-ic sería hijo de Alar, Eur-ic sería hijo de Eur, Amalar-ic sería hijo de Amalar, Ilder-ic sería hijo de Ilder, etc. No podemos buscar aquí a un árabe invasor, sino a gentes germanas.
Por lo tanto los llegados de la Tingitana eran germanos visigodos, y quizás algunos rifeños de antiguo origen Amasir. Los bereberes, o bárbaros, son lo que queda del pueblo Amasir, del Cáucaso, que unos 10.000 años antes habían sido empujados hacia el sur por los Dorios, asentándose en el sur de la Península Ibérica y en el norte de África. En esta época eran, en su mayoría, pertenecientes a otras religiones o al cristianismo arriano-unitarista. Al igual que el Conde D. Julián de Ceuta, y sus correligionarios de la Bética.
Sabemos que la Tingitana pertenecía al obispado de la bética porque S. Isidoro Obispo de Sevilla, 75 años antes de la supuesta invasión, escribe en sus Etimologías, libro 14; IV-29, diciendo que la Provincia Tingitana, cuya capital era Tingis, o Tánger, pertenece al imperio Visigodo.
Esto seguía siendo vigente más de un siglo después, y está confirmado por un manuscrito de origen asturiano con fecha del año 780 (69 años después de la pretendida invasión), que se conserva en la biblioteca del Escorial. En dicho documento se describe una relación de los obispados de la Península Ibérica, dividida en seis regiones. La sexta región, la Tingitana, está incluida como parte del obispado de la Bética.
Por lo tanto en estas fechas, 69 años después de la supuesta invasión, no estaban los árabes en Tánger, ni el Magreb era musulmán todavía. De lo que deduciremos que en el 711 no entraron ni los árabes ni los bereberes musulmanes por Tarifa, sino los súbditos de Archila, que eran visigodos arrianos. Repetimos que, aún cuando pudieran acompañarle grupos de rifeños bereberes estos no eran árabes, ni musulmanes todavía, sino gente de una etnia descendiente del pueblo Amasir, como la de aquí.

Más datos al respecto. Al entrar los visigodo arrianos por Tarifa ¿con quién comparten el mando de la tropa para conducirla por aquellas tierras?. Con Don Opas, obispo arriano de Sevilla. ¿No es extraño que D. Julián, un conde visigodo arriano, preste las naves a unos árabes invasores y un obispo cristiano arriano les dirija?.
Si continuamos estudiando la línea de la contradicción nos enteramos de que en el año 784 Elipando es obispo de Toledo, y a sus 82 años escribe cartas a los obispos de las Galias, con el fin de condenar toda otra corriente cristiana que no fuera trinitaria-romana. Recordemos que no obstante, aunque con dificultades, habían aprendido desde antiguo a convivir cristianismo arriano visigodo y cristianismo trinitario romano optando, alternativamente, por el poder.
Pero curiosamente Elipando no sabe nada del Islam, ni se siente amenazado por una nueva religión, y sí en cambio por lo que pasaba en las Galias. Se supone que en esta época, y conviviendo con Elipando, Abderrahman I gobernaba Toledo. Luego el Islam no era todavía una cuestión pública o generalizada. Aunque la lengua árabe se fuera introduciendo progresivamente en los nombres y las modas, tal como nos sucede hoy día con el inglés y lo americano, el Islam en cambio no se había definido todavía en su singularidad. Todavía se mantenía en un ámbito de discreción como una variante del culto arriano.
Esta alusión la encontraremos en la obra de Menéndez Pelayo "Heterodóxos". De la editorial Bonilla y San Martín, págs. 143-144.

En el catálogo de monedas del museo arqueológico de Madrid, comentado por Codera en el 1.879, por Lavoix en el 1.888, y por Rada en el 1.892, encontramos una moneda acuñada en la Península Ibérica en el siglo VIII. En una de sus caras dice en latín: "In nómine Dómini non Deus nisi, Deus solus sapiens, non Deus similes alius". En el nombre del Señor, de Dios, sólo hay un Dios Sabio, no hay otro parecido a Dios. Y una estrella de ocho puntas, como en el Islam. Esta era la fórmula en latín de la profesión de fe arriana, y la mitad de la profesión de fe musulmana posterior, faltaba todavía añadir la presencia y reconocimiento de la dimensión profética de Muhammad. Que se añadió muy posteriormente.
En los textos de los autores cristianos de la escuela de Córdoba, en el siglo IX, no existe alusión alguna al Islam. Tanto en la obra del abate Esperaindeo, como en la del abate Sanson, se arremete contra las doctrinas del arrianismo predicadas por el obispo Hostogesis de Málaga, parecidas al Islam. Pero de las enseñanzas de Muhammad, como doctrina diferenciada, no sabían nada todavía.
Nos hacemos otra pregunta. ¿Se conserva documentación fiable de la entrada del cristianismo en Península Ibérica?, la respuesta es clara y contundente, NO. Pero sabemos que se introdujo, progresivamente, por una labor de evangelización que duró siglos.
Entonces. ¿No pudo entrar el Islam de manera semejante a como lo hizo el cristianismo, máxime cuando sabemos que existían las condiciones adecuadas?.¿Qué razón hubo para montar la leyenda de una invasión para la entrada del Islam?. La respuesta probable sería esta; para justificar una mala chapuza, ¡la masacre y expulsión de nuestros antepasados, musulmanes y sefardíes!, entre ochocientos y mil años después. Se montó el fraude de la conquista para justificar la invasión como una "reconquista". Esto es algo que hoy está asumido, prácticamente, en todos los medios académicos.
Luego seguimos en el mismo planteamiento, cuanto más avanzamos en la arqueología y la documentación racional existente, más entendemos que el Islam entró por la vía del unitarismo arriano, progresivamente, y no por efecto de invasión imposible alguna.
En la actual Bosnia el Islam entró a partir del momento en que comenzó a ser erradicado violentamente de nuestra patria. Y tampoco sucedió por el uso de la fuerza, sino que fue, como aquí, a través de los antiguos bosnios cristianos unitaristas, los Bogomilos.
Pero aún hay mucho más.

S. EULOGIO OBISPO DE CÓRDOBA viaja a Pamplona el año 850, para lo que tiene que atravesar, en carruaje, toda la Península Ibérica de sur a norte. Y residiendo en el Monasterio de Leyre, en Navarra, encuentra en la biblioteca, por vez primera en su vida, una vaga alusión a un nuevo profeta Maocim. Así le llamaba, para referirse a Muhammad, sin saber muy bien cómo. En su travesía de toda la Península Ibérica no se encuentra con un solo musulmán ni conoce nada al respecto del Islam.
Esto sucede en una época en la que, según la historiografía oficial, España estaba colonizada y convertida al Islam desde hacía décadas, y las tropas árabes en sus incursiones hacia Poitiers, Francia, debían de andar en torno a Pamplona. Faltaban dos años para la muerte de Abderrahman II.
Al escribir Eulogio en el año 857 su Apologéticum Martirium, que también se conserva en la biblioteca de la Catedral de Oviedo, reconoce su ignorancia sobre la doctrina del Islam. ¡No había tenido la oportunidad de diferenciarlo del arrianismo!.
Se había empezado a adoptar la moda de los nombres árabes, así como algunas costumbres de la nueva cultura, pero "la religión" como algo diferenciado no era, hasta el momento, de dominio público. De lo contrario lo habría sabido S. Eulogio.
Sumamente asombrado, describe así su primer encuentro con la noticia: "Súbito in quadam parte cuyusdam opusculi hanc de nefando vate historiolam absque auctoris nómine reperi…". "De pronto descubrí en una parte cualquiera de un opúsculo anónimo la historia de un profeta nefando,…etc."
En esta obra describe el asombro que esta noticia le produjo, y se lo comenta a su amigo y escritor Juan Hispalense, quien envía una copia de los mismos a Álvaro de Córdoba. Tanto los textos de Eulogio, como los comentarios de Juan Hispalense, los de Álvaro de Córdoba, y los textos del autor anónimo, todos coetáneos, coinciden en su ignorancia sobre el Islam. Esta es una evidencia histórica indiscutible a la que hoy tenemos acceso a través de la fidedigna documentación existente.
Son estos los textos más antiguos y creíbles que se conservan haciendo referencia del Islam, y ¡curiosamente!, cuanto más se acercan al 711, año de la supuesta invasión, menos conocen del tema. ¿Cómo es esto posible ante un evento de tamaña envergadura, que cambió la historia de Occidente?.
El historiador José Madoz hizo un estudio al respecto de estos hechos digno de mención, en su edición crítica del Epistolario.

ABDERRAHMAN II, de la dinastía Omeya, muere el año 852, habiendo puesto en práctica en los últimos años una política que había consistido en diferenciar definitivamente, y acelerar, el proceso de islamización de la Península Ibérica trayendo eruditos islamólogos orientales.
Sabemos por uno de los historiadores de la época, Ibn Hazm, cordobés del siglo XI, que los Omeya eran rubios, de tez clara y ojos azules, y tenían por costumbre el casarse con doncellas de sus mismas características, por lo que se desposaban con mujeres navarras.
No conocemos a muchos semitas con estas características étnicas, pero sí en cambio sabemos que los visigodos concordaban con ellas. Luego a juzgar por sus características raciales es más probable que los Omeya fueran visigodos islamizados, y no árabes venidos del desierto.
A partir de la muerte de Abderrahman II, y debido a su política, el Islam se extiende por la Península gracias a la atracción existente por lo oriental y como una nueva moda, tal como sucede en nuestros días con otras tendencias. Recordemos que este Abderrahman había fundado Murcia el año 825, y que el pacto de Teodomiro, por el que Murcia pasa a dominio ¿musulmán o unitario?, se celebra hacia la mitad del siglo VIII.
El año 853 muere el cronista estudiante Ibn Habib, el que había traído su historia de la invasión desde Egipto. Y el año 856, tanto S. Eulogio como Álvaro escriben sus comentarios sobre las primeras manifestaciones públicas del Islam en Córdoba, la capital del Califato ¿.?.
Esto lo relata en su obra "Indículus Luminosus", en la que dice conocer por vez primera la segunda frase de la profesión de fe islámica. Pero no conociendo la lengua árabe, en la que se promulgaba, la transmite en latín: "Psallat Deus super Prophetam et salvet eum". "Dios bendiga al Profeta y le salude".
Cuenta también que ha empezado a oír cómo desde altas torres los nuevos creyentes gritan cosas de Dios y de un tal Maocim. Se refería a los minaretes de la nuevas Mezquitas ya que, hasta esas fechas y a causa del sincretismo religioso, probablemente la oración islámica se practicaba en los templos arrianos que se fueron transformando. Es decir, que hasta ese momento el Islam se propagaba discretamente. Pero su presencia como idea diferente no se había hecho pública todavía. Por lo tanto, los personajes de los que comentamos, no conocieron hasta ese momento el Islam ni el nombre de Muhammad como religión de conocimiento generalizado. Continuaban sin comprender exactamente qué es lo que había sucedido.
Todos estos datos son conocidos, se conservan y ya fueron publicados en el siglo XVIII por el Jesuita padre Florez en el tomo VIII de la "España Sagrada", págs., 145-146.

LOS NOMBRES ÁRABES entre los personajes de la época. Abderrahman, Ibn Habib, etc., es una cuestión simple de responder. Un nombre propio no siempre indica, necesariamente, una confesión religiosa, ni mucho menos la pertenencia a una etnia. En la Península Ibérica de entonces había clérigos, incluso obispos, nobles y reyes que utilizaban nombres árabes, era la moda, como dijimos antes. Por lo tanto los primeros Abderrahmanes bien podrían ser reyes visigodos de nombre árabe, pero todavía en proceso de transición religiosa desde el arrianismo unitarista al Islam.
Algunos ejemplos sobre lo dicho nos los ofrecen los nombres de estos obispos arrianos. Rabi ibn Sahib, fue propuesto para la dignidad episcopal por Abderrahman II, en cuya corte desempeñó las funciones de diplomático. Este obispo fue maestro de otro obispo, llamado Abú l-Harit. Y lógicamente, al ser obispos no eran musulmanes, sino cristianos arrianos. Y… según parece, tampoco sabían nada del Islam, ¡hasta el momento!. Por lo que bien pudiera haber sucedido que Abderrahman adoptara el nombre antes que la religión. Pero esto ya sucedió con el Emperador Constantino, que se hizo defensor del cristianismo antes de haberse decidido a adoptarlo como forma de fe.
Muhammad, (s.a.s) en su época, dio permiso al obispo Abú Harita para que celebrara la misa en la Mezquita de Medina, pues había llegado como embajador. Luego el nombre del obispo era árabe, pero él no era musulmán. Es de todo punto obvio que árabe y musulmán no son sinónimos, como no lo son cristiano y palestino.
En la actual Palestina he sido testigo de cómo en las iglesias católicas entran los cristianos palestinos a la misa del domingo vestidos con indumentaria árabe, pero la mayoría de los palestinos son musulmanes o judíos. Y he visto cómo en Egipto los cristianos coptos se saludan en la calle con fórmulas musulmanas. No es, por lo tanto, de extrañar. Cuando las culturas conviven acaban sincretizándose, y generalmente la más fuerte influye sobre la más débil, y ésta acaba por adoptar algunas de las formas externas de aquella.
Una visita al Monasterio de las Huelgas, en Burgos, nos enseñará que los mantos y cofias de los reyes y de los infantes de Castilla, estaban bordados en oro con frases del Corán en árabe. Otra visita a la cáMara santa de la Catedral de Oviedo también nos enseñará un altar de plata, gravado en árabe para la misa, regalo de Córdoba a los reyes astures.
En la actualidad ¿No llevamos pantalones vaqueros, bebemos Coca Cola, comemos hamburguesas, vemos cine americano, escuchamos música Yanki, y ponemos a nuestros hijos nombres anglo-sajones?. Y en cambio los ejércitos americanos no nos han invadido, pero sí determinados aspectos de su cultura.
Pues es perfectamente lógico entender que algo semejante sucedió entonces y que, la transición del cristianismo arriano al sincretismo musulmán, fue un proceso marcado por una idea fuerza, y no por una invasión imposible.

EN CUANTO A LA ARQUITECTURA tenemos algunos ejemplos, pocos pero claros, de la transformación progresiva del culto arriano en culto musulmán. El más notorio es el de la recurrente Mezquita de Córdoba, iglesia arriana edificada sobre otro templo más antiguo. Sus arcos de herradura no son árabes, como se dice normalmente, sino de origen Visigodo.
Muestra de ello es que se conserva un templo arriano, con los mismos arcos de herradura, en Venta de Baños, en la iglesia de S. Juan Bautista, edificada el año 661 por Recesvinto. Según consta en la inscripción del transepto.
Al igual que en Braga, en la iglesia de San Fructuoso de Montelios, y en la cripta de la Catedral de Palencia, y en Toledo en San Pedro de la Mata, también de antiguo culto arriano. Y en Francia, a orillas del Loira, donde se supone que no alcanzó la cultura hispano-musulmana, se conserva una construcción arriana semejante.
De los árabes recibimos una lengua que hoy día forma parte de nuestro idioma, y una religión que en su momento gestó entre nosotros una manera de ser y de pensar que nos alzó a la cúspide del mundo. Pero no recibimos una etnia de forma masiva, y los que pudiéramos recibir fueron, en realidad, muy pocos. La cultura fue contrastada, y en parte recibida, de otros países y civilizaciones, Grecia, Persia, etc., pero se desarrolló en nuestra tierra y por nuestros antepasados murciano-andalusíes.
Según las enseñanzas de Muhammad que decía: "No seáis mártires, ser sabios, pues más sagrada es la tinta del estudiante que la sangre del mártir". Y también decía: "Buscad la sabiduría, aunque para ello tengáis que viajar hasta los confines de la tierra". Y: "Busca la ciencia, desde la cuna hasta la sepultura"
El mérito de la cultura aquí gestada es, por lo tanto, autostona, pero ¡no de los árabes!.

¿Y COVADONGA?. ¿Qué sucedió en Covadonga?. En la actualidad los movimientos nacionalistas asturianos dicen; "Asturias es España, y todo lo demás es tierra conquistada".
Aunque según parece en democracia cada cual puede decir el disparate que le place. Pero no ha de extrañarnos, pues incluso el disparate histórico continúa sustentándose sin apenas sentido crítico, también según parece.
Nos dice la historia-leyenda que Pelayo, quien prestaba sus servicios al Emir de Córdoba, fue llamado por su familia para que interviniera ante Munuza, gobernador musulmán de Asturias, ya que este quería desposar a una hermana de Pelayo en contra de su voluntad.
En aquella situación Pelayo reúne a un grupo disidente de la nobleza visigoda, y con unas decenas de astures descontentos, rinde batalla contra los "árabes" en una zona selvática, al pie de una gruta y, ¡naturalmente!, con ayuda de la virgen. Esta batalla no podía quedar sin su milagro correspondiente.
De manera que unas decenas de astures masacran a 184.000 "árabes", con ayuda de una montaña que sepulta, por intervención de la virgen, a 124.000, poniendo en fuga a los otros 60.000. Como somos personas inteligentes no será necesario el comentario.
Como supongo que ustedes conocen Covadonga, habrán comprendido que algo así no pudo ser sobre el terreno. No me refiero a este presente con aquellas nuevas explanadas y aparcamientos, sino a aquel entonces en plena selva impracticable y habitada por animales salvajes. Así, nos dicen, comienza la reconquista que dura nada menos que 800 años, con otro fraude como el de la conquista.
Aunque no es ésta la única leyenda épica contra otras confesiones. Cuando Recaredo abjura del arrianismo vence a 60.000 arrianos españoles, con tan sólo trescientos hombres católicos. Sigue sin ser una mera cuestión de política territorial, sino de religiones.

DE HABER SIDO CIERTA la invasión árabe, habría creado otro problema de índole moral y de derecho por arraigo. ¿Puede llamarse reconquista a una acción de goteo bélico que, entre pactos de amistad y agresiones, dura ochocientos años o más?. Muchos de nuestros más grandes historiadores, entre ellos Ortega y Gasset, han dicho que no, y el sentido común lo confirma.
¿Se imaginan ustedes que, ahora, viniera la Guardia Civil a expulsarles de su casa porque un antepasado suyo llegó a España de no se sabe dónde hace mil años?. ¡¡Sería absurdo!!. Pues así de absurdo y cruel fue para nuestros abuelos.
Aún en el caso de que la invasión de los árabes hubiera sido cierta. ¿Quiénes tendríamos que irnos y a donde?. Probablemente todos, pues ¿no somos todos descendientes de íberos, celtas, bereberes, tartesios, cartagineses, romanos, griegos, germanos, etc.?. ¿Por qué razón, entonces, se expulsó o masacró a tantos de nuestros antepasados con el pretexto de ser invasores árabes?.
La cultura, tan nuestra, que llegó a ocupar los primeros puestos en la historia de la evolución de las sociedades, ¿por qué se nos arrebató hundiéndonos en el oscurantismo y la pobreza de los últimos siglos hasta bien entrada la reciente democracia?. ¿A quién interesó que tan alta cultura nos fuera arrebatada?. ¿A quién interesó el silencio?.

FUE POR LA CULTURA UNITARIA MUHAMMADÍ, y no por la invasión que no se dio, por lo que se expulsó, se masacró o se oprimió a nuestros abuelos musulmanes-andalusíes, y con ellos a los sefardíes-andalusíes.
Pensar que lo poco o mucho que quedase de la cultura y prosperidad del imperio greco-latino, más la cultura visigoda, cambian de la noche a la mañana por la influencia de unos cuantos nómadas incultos salidos del desierto, peca en exceso de ingenuidad.
La civilización imperante en la época es la bizantina, y la civilización Muhammadí no alcanza su apogeo hasta el siglo IX en Oriente y el siglo XI en Occidente. El historiador norteafricano el-Idrisi nos informa de que en el sur de Túnez, tierra de S. Agustín, en el siglo XII todavía se hablaba latín. Luego el Islam no se había asentado de manera estable por estas fechas.
El erudito arabista contemporáneo Xavier de Planhol opina que; "La expansión del Islam se produjo, como expansión cultural, por la intervención de las clases urbanas y mercantiles, no por la acción guerrera".
Y el Historiador Goitien, en la pág. 88 de su obra comenta: "En los primeros tiempos eran sobre todo los mercaderes los que se ocupaban del desarrollo y de la expansión del Islam".

LOS ALMORÁVIDES Y LOS ALMOHADES sí que supusieron un conato de invasión consentida desde África, aunque también supimos echarles de nuestras tierras. Los andalusíes habían adoptado una forma de Islam culto y tolerante, sin abstrusos fanatismos, por esta causa nunca aceptaron gustosos la contrarreforma del Islam almorávide o almohade.
En el año 1.035 se inicia en nuestra tierra la reforma impuesta por la invasión almorávide que, al final, fueron expulsados por los andalusíes. Y en el 1.145 también comienzan las revueltas en contra de los almohades, que habían sido llamados el año 1.080 por Yusuf ibn Tasufin en defensa de las Taifas. Nuestras gentes siempre hospitalarias, pero amantes de cuanto nos hizo un pueblo tan singular, no podían aceptar que los invitados se quedaran para imponernos un Islam fanático.
Esta liberalidad de nuestro pensamiento provocó que en el año 1.228 Ben Hud, noble nacido en este pueblo de Abarán, acaudillara la revolución en su contra hasta sacarlos de nuestra tierra. Haciendo de Murcia, por este hecho, el centro de la Axarquía y un imperio.

¿QUÉ ES LO QUE EUROPA NOS DEBE?
(La herencia cultural)

REFIRIÉNDONOS A LA DEUDA LITERARIA. Después de la persecución sufrida por nuestros antepasados murciano-andalusíes, de la quema de documentos, y la expulsión de mujeres y hombres, sencillos y cultos, he encontrado referencia de estas 14 mujeres de la Axarquía, de la que fue parte nuestra Murcia.
Fueron ilustres literatas, y estos son sus nombres: Umm al Izz, Umm Hannan, Rashida al Wa´iza, Zarinat Bint Abil Hassan, Hind, Iraq as Suwayda, Al Abbadiyya, Zaynat bin Isaac (an Nasram ar Rani), Zaynab bint Yusuf, Jalwa al Abbar, Gayat al-Waydy-ya, Atika Um al-Mayid, Fathuna, y Omalhina.

EN RICOTE nació Ibn Sabin, el año 1216, se formó bajo la dirección de otro de los grandes ilustrados de la época, Isaac b. al-Mara, y llegó a ser uno de los grandes en conocimiento de las ciencias del Islam, en filosofía, en ciencias jurídicas, y en medicina. Escribió un tratado de filosofía a petición del emperador de Italia Federico II.
Ibn Ricotí, también de Ricote como su nombre indica, regentó una escuela en Murcia donde enseñaban las tres culturas, musulmana, judía y cristiana. A semejanza de como se hizo en Toledo y otras poblaciones durante el periodo andalusí.
Muhyiddín ibn al-Árabi, nacido el 1.165 en Alcantarilla y muerto en Damasco el 1240, pudo ser muy probablemente discípulo de la cercana y reconocida escuela Sufi de Ricote. Llegó a ser conocido en todo el mundo como el "Maestro de Maestros". Hoy sabemos que su obra literaria, perdida en su mayoría, fue ingente, aunque se conservan algo más de trescientos volúmenes, algunos pocos traducidos por la Consejería de Cultura de Murcia.
Actualmente se estudia en diversos países, tanto de Oriente como de Occidente, y su tumba en Damasco es visitada a diario por miles de sus discípulos póstumos. Su filosofía de vida, el Sufismo, sigue siendo de la máxima actualidad, tanto en EE.UU como en Europa, donde goza de una gran consideración.
Decía cosas como esta: "Mi corazón se ha hecho capaz de adoptar todas las formas. Es prado para las gacelas y convento de monjes cristianos. Y templo para el idólatra y la Kaaba del peregrino. Y las tablas de la ley y el libro del Corán. No le pongáis nombre a mi religión, pues es el amor cualquiera que fuesen las sendas que hollasen mis pies".

LA ESCUELA SUFI DE RICOTE inició a Abú l-Abbas el Murciano, que fue discípulo predilecto y sucesor de Abú Hassan as-Shadzili, estudiante de Abú Madian de Sevilla y fundador de la escuela Sufi Shadzilía. En Egipto sucedió a su maestro. Allí, en Alejandría, se celebra en la actualidad una fiesta en su honor todos los años, y en reconocimiento a su grandeza se erigió sobre su tumba un monumento del tamaño y magnificencia de una Catedral, que yo conozco personalmente.
La tradición Sufi de Ricote ejerció una gran influencia sobre el pensamiento místico universal, que en el presente se mantiene activo en diversas escuelas repartidas por el mundo. Por esta causa hay países en los que, al sabernos murcianos, se nos considera portaestandartes de una alta dignidad, se nos observa con reverencia, se nos toca... Es una experiencia que mueve profundas emociones, y que he vivido personalmente.
El jesuita Asin Palacios, reconocido como uno de los eruditos islamologo hispanos, hizo un estudio para establecer la influencia de la espiritualidad Shadzili sobre la mística del hijo de moriscos S. Juan de la Cruz y de la hija o nieta de judíos conversos Sta. Teresa de Ávila. La obra se llama: "Shadzilíes y alumbrados".

OTRA COMUNIDAD SUFI, muy antigua, estuvo en la Rábita de las dunas de Guardamar. Se descubrió en 1984 y las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo hasta el año 1992, bajo la dirección de Rafael Azuar Ruiz, dejaron al descubierto las dos terceras partes de un singular "ribat" islámico. Fue construido sobre las ruinas de un excepcional asentamiento fortificado pre-ibérico de los siglos VII-VI a. de C. El resultado de las excavaciones, que se recoge en el libro publicado sobre esta cuestión, documenta parte de un gran complejo religioso de carácter cenobítico sin parangón en el mundo islámico, en cuanto se refiere a su tipología arquitectónica y cronológica.
Las historias del Quijote también están inspiradas en cuentos de la misma tradición Sufi. La publicada tesis doctoral del Sr. Antonio Medina, de Córdoba, es muy esclarecedora al respecto.

LA AGRICULTURA de nuestra tierra murciano-andalusí extendió por toda Europa el cultivo de la berenjena, la alcachofa, el algodón, la sandía, el azafrán, las espinacas, el arroz, el limonero y la naranja, el albaricoque, etc, etc. A causa de ello se creó el popular sistema de norias y acequias que aún perdura, de forma que podemos asegurar que nuestra huerta es reconocida, en toda Europa, por los conocimientos y la labor de nuestros abuelos murciano-musulmanes. Gracias a ellos llevamos siglos dando de comer a millones de personas lo mejor de nuestros cultivos.
Ibn Wafid escribió en el siglo XI un tratado sobre medicina y agricultura que tuvo gran difusión, dedicando un apartado específico a la polinización artificial, arte en el que fueron expertos nuestros abuelos hispano-musulmanes.
Gracias a la agricultura mejoramos la calidad del papel y de las sedas procedentes de China en el siglo X, y desde aquí se distribuyeron por toda Europa.
También, gracias a la agricultura, dispusimos de farmacias, de cosméticos, de los mejores perfumes, de productos dentífricos, de jardines botánicos, y de parques zoológicos con animales exóticos venidos de todo el mundo conocido.
Sobre farmacopea botánica, Ibn Ujt Ganim escribió un tratado de sesenta volúmenes que fue de consulta obligada en todas las Universidades de Europa.

SOBRE MEDICINA el reconocido Avenzoar (Abú Marwan), escribió el célebre Taysir, manual de terapéutica y profilaxis. En el que describe el absceso de pericardio, enseña la práctica de la traqueotomía, la alimentación artificial a través del esófago, y un tratado sobre la curación de la sarna.
La influencia de Averroes (Ibn Rusd) llegó a ser tan grande que en la Europa del siglo XV se decía que la Luz procedía de Al Andalus, y no de Oriente. La influencia de su genio, en la evolución del pensamiento científico, fue decisiva. Al Ándalus, y Murcia en ella, fue considerada como la nueva Atenas.
En el diorama de la Torre de la Calahorra, en Córdoba, se pueden apreciar instrumentos de cirugía interna. Estos conocimientos permitieron que se practicara operaciones de cataratas. Es evidente que, mientras en Europa se confiaba la curación de las pestes que la asolaban a las reliquias de los santos, nosotros conocíamos la sutura, la anestesia, la asepsia...
El Canon de Avicena (Ibn Sina) consta de cinco libros. Visión general de la anatomía y fisiología de los distintos órganos. Lista de medicamentos y sus propiedades. Exposición de las diferentes enfermedades. Enfermedades invasivas, tumores, etc. Descripción de 760 medicamentos compuestos.
Escribió un tratado sobre las vías de contagio de la tuberculosis, y otro sobre el tratamiento de las enfermedades psiquiátricas. Diré, como dato curioso, que el fanatismo religioso se consideraba una enfermedad mental.
Abú l-Qasim al-Zahrawi, escribió treinta tratados de cirugía, de farmacología, de dietética y medicina general. Ofreció las primeras descripciones de la hemofilia, de la clínica y tratamiento de la lepra, y también un tratado sobre la asepsia y las diferentes clases de sutura.

LA ÓPTICA fue introducida en Europa, desde nuestras tierras, en el siglo XII a partir de la versión de Hunayn corregida por Tabit.
Ibn al-Haytam dijo que la imagen se formaba en el cristalino, y ¡anunció la naturaleza material de la luz!. Anunció que la velocidad de la luz era finita. Dejó establecido que la luz de la luna procedía del sol.
Se crearon lentes para mejorar la visión, para observar las estrellas y acercar la naturaleza, siendo así precursores del microscopio y del telescopio.
Uno de los tratados científicos más importantes en la historia de las ciencias, fue el tratado de óptica de Alhacém.

ENTRE LOS GEÓGRAFOS fue el ceutí El Idrisi, educado en Córdoba, considerado como el más grande geógrafo de todas las épocas, aunque también fue poeta y médico. Dijo: "La tierra es redonda, como una esfera…, atrae los cuerpos como un imán atrae el hierro, gracias a esa atracción las aguas de los océanos se mantienen unidas a la tierra". Bajo el mecenazgo de Roger II de Sicilia escribió el mejor tratado sobre geografía descriptiva que existió. Un tratado que se hizo imprescindible para conocer África y Asia central.
Alhacén escribió "La configuración del mundo". Una obra sobre astronomía que ejerció gran influencia durante el renacimiento y sobre la obra de Copérnico, al igual que la obra de Averroes.
La obra de Abnavimunzor también fue grandiosa. Valiéndose de los avances en óptica escribió un tratado sobre los sistemas astronómicos, sobre los planetas alrededor del Sol y su diámetro aparente, sobre la rotación de la Tierra y las medidas de su esfericidad, ¡tres siglos antes que Cristóbal Colón!.
Al-Masudi, en su libro Muruj ad-Dhahab, nos cuenta que Khashkhasd Ibn Saeed, un joven Cordobés, con un grupo de jóvenes ¡cruzó el Atlántico! regresando el año 889 con un botín fabuloso. Son enormes las consecuencias a las que este dato nos llevan.
En el libro de dietética de Al-Arbolí, se habla del uso de los frijoles, supuestamente post colombinas. Y ¿Quién cartografió los mapas de Piri Reis (el árabe loco) que Colón utilizó para su viaje?. La biblioteca de la Duquesa de Medina Sidonia, contemporánea de aquella época, es verdaderamente sorprendente en datos sobre esta cuestión. Que se investigue y cada cual extraiga su propia conclusión al respecto.
Gracias a todos estos grandes hombres y mujeres Europa se benefició de una astronomía, de una geografía, y de algunos descubrimientos del más alto nivel.

EL MATEMÁTICO Al-Juwarizmi, creo los logaritmos, Al-Jewarit el álgebra, los Banu Musa calcularon una fórmula para hallar el área del círculo y la trigonometría, según una obra musulmana del siglo XII, llegando a resolver la ecuación de Kepler, e introduciendo en Europa los conceptos de Seno, Coseno, Senoverso, Secante, y Tangente. La creación del número cero (Sfr = vacío) sin el que la informática no sería posible y, en parte, las matemáticas que hoy conocemos, también fue obra de nuestros antepasados. Así, las matemáticas que introducimos en Europa también fueron del más alto nivel.

LA ESCUELA DE TRADUCTORES DE TOLEDO, fundada a principios del siglo XIII, fue determinante en la labor de "deslizamiento" de nuestra altísima cultura hacia la Europa del norte, y de la traducción de los clásicos griegos y latinos.
Los andalusíes despertaron la pasión de Europa por nuestro país, ya que en nuestros territorios, y gracias entre otras cuestiones a la tolerancia y capacidad hacia otras culturas y religiones, alcanzamos la cúspide de la pirámide de la cultura universal.
Hoy exportamos limones y otras frutas, entonces exportábamos hombres y mujeres de ciencia a todas las cortes de Europa y del mundo conocido.

CURIOSIDADES. Los albañiles reciben el nombre de su profesión de un gran Maestro Sufi llamado Al-Banna, fundador de una escuela de sabiduría, a cuyos discípulos adoctrinaba a través de las técnicas de la construcción. Fueron precursores de la Masonería, y se les llamó los Al-Banaún, y de aquí la derivación hacia Al-Bañiles.
La palabra árabe Yihad no es guerra, tal como traducen los medios de comunicación, sino ESFUERZO. Guerra es harb mukaddasa.
La palabra flamenco es una modificación del árabe "Falah-mencú", equivalente a campesino desposeído.
Y la palabra Maragato de la región de la Maragatería, Provincia de León, es una derivación de Moro-godo..
Nuestro catedrático y profesor de historia Sánchez Albornoz, opinaba que España tuvo tres momentos de grandeza. El periodo de cultura islámica que nos alzó al máximo desarrollo científico, el descubrimiento de América, y el Imperio de Carlos V.
En nuestros días, uno de los más grandes historiadores de las ciencias, G. Sarton, en su obra "La España musulmana", que fue editada en Madrid el año 1.973 dice: "España fue el mayor centro cultural del mundo gracias a los españoles musulmanes y judíos".
Me pregunto: ¿Si esto es tan sólo un brevísimo exponente de lo que queda entre las cenizas de la destrucción a la que fuimos sometidos?. ¿Cuántos otros sabios-as habría?. Sólo el maestro de maestros, Ibn al-Árabi de Alcantarilla, conoció personalmente a más de setenta gigantes del espíritu en su época.
Recuerdo de nuevo la frase de Blas Infante: "Los andaluces (andalusíes murcianos) queremos volver a ser lo que fuimos, hombres y mujeres de luz que a los hombres alma de hombres les dimos".
Dije en páginas anteriores que por el mundo están repartidos cientos de miles de libros incunables referentes a nuestra cultura. Quizás habría llegado el momento de interesarnos por ello.
También quizás, y como un gesto de humilde prudencia, y respeto hacia los que nos hicieron herederos de tantos honores, debiéramos de modificar algunos de nuestros esquemas de pensamiento aversibo. Tanto si todo cuento digo es verdad, como si tan sólo lo fuera una parte. Y para reflexionar en ello he querido aproximar el fin de esta ponencia con este pensamiento de un hombre llamado Ali, que fue yerno de Muhammad.
Decía: "No podrás creer realmente en nada hasta que te des cuenta de por qué crees en lo que crees. Antes de alcanzar tus verdaderas creencias (las que sean) debes de estar preparado para admitir sin pruebas que todo, o parte de lo que consideras verdad, puede ser una equivocación que llega hasta ti desde el lugar en el que has crecido.
La verdadera convicción viene de la Sabiduría, y hasta que no seas sabio, tus convicciones no son sino un conjunto de opiniones de las que algunas estarán equivocadas, y otras no las podrás demostrar aunque sean verdad".

Probablemente ustedes se plantearán algunas interrogantes después de esta ponencia. ¿Pero en definitiva cómo fue aquel Islam de nuestros abuelos que nos alzó hasta aquellas alturas?. ¿Cómo fue posible pasar de la cúspide a la base en tan poco tiempo?. Y ¿Cómo es que los musulmanes que hoy conocemos difieren tanto de aquellos?. Para responderles a estas preguntas serían necesarios otros foros y otros ponentes más eruditos.
Les diré, muy brevemente, que Muhammad no se consideró creador de una religión nueva, sino el reformador del judaísmo y del cristianismo. Por lo tanto la genética del Islam es judeo-cristiana. Su pretensión fue la de simplificar la religión y el estado, liberar al ser humano de la servidumbre a las dinastías reales y de la esclavitud moral a las castas sacerdotales, dándole todo el poder al pueblo y a cada persona la responsabilidad sobre su conciencia. Para llevar esto a la práctica equiparó en derechos al hombre y a la mujer, al blanco y al negro, y quiso hacer sabia a la gente, no beligerante, sin diferenciar la etnia o la creencia. Por ello renunció al martirio innecesario a cambio de la sabiduría.
La palabra Islam es un derivado de as-Salam, que significa, "la-Paz". La paz del que después de buscar por fin encuentra, la paz que se establece en el respeto y la tolerancia.
Y el concepto "musulmán", es el que corresponde a la persona que, tras haber encontrado as-Salam, se somete voluntariamente a la acción creadora.
Existe un edicto de Muhammad (s.a.s) instruyendo a sus seguidores que quizás, y sin más comentarios, les sea ilustrativo.
"He escrito este edicto bajo la forma de una orden para mi pueblo, y para todos aquellos que están dentro de la cristiandad, en el este y en el oeste. Quien no respete el edicto obra contra la voluntad de Allah, sea mandatario o ciudadano. Cuando un sacerdote o ermitaño se retira a la montaña, se establece en la llanura, la ciudad, o la iglesia, estoy con él en persona y lo defiendo contra todo enemigo. Está prohibido arrojar a un obispo de su obispado, o a un sacerdote de su iglesia. No se ha de tomar ningún objeto de ninguna iglesia. Cuando una cristiana se case con un musulmán, este debe de permitirle orar en su iglesia sin poner obstáculos a su religión. Si alguien hace lo contrario será considerado enemigo de Allah. Los musulmanes deben de acatar estas instrucciones hasta el fin del mundo."

EL PACTO DE TUDMIR, (Extracto): "Este es un escrito de Abd el-Aziz Ibn Musa a Teodomiro, en el cual se estableció la paz, se le dio el compromiso de Allah y la protección de su Profeta. No habrá prioridad sobre él o sobre ninguno de sus compañeros. No se les exigirá el pago de ningún tributo, ni se les quitará de su reinado, ni serán asesinados ni se les separará entre ellos y sus hijos, ni de sus mujeres, ni se les obligará a practicar otra religión, ni se les separará de su religión, ni se quemarán sus iglesias… Etc."
Y Abú s-Salt, nuestro vecino de Denia, decía en el siglo XII: "Puesto que mi origen es la tierra, toda ella es mi patria, y todos los hombres mis hermanos."

COMPRENDER LA CULTURA DE NUESTROS ANTEPASADOS, nos exige conocer algo de la forma de pensamiento a partir de la que se gestó. Pues si ellos llegaron tan alto tuvo que ser, necesariamente, por haber adoptado una filosofía de vida que se desmarca, absolutamente, de algunos desafortunados presentes.
Así pues, y ya por último, les ofreceré como mera curiosidad algunos proverbios de Muhammad, quizás todos estos datos les ayuden a comprender cual fue su pretensión y lo que enseñaba. De esta forma sabremos qué es lo que nuestros abuelos conocieron y por qué llegaron a ocupar la cima del mundo.
En aquél entonces se decía: "La sangre de los mártires es semilla de cristianos". Y Muhammad respondía: "No seáis mártires, ser sabios, pues es más sagrada la tinta del estudiante que la sangre del mártir. Buscad la sabiduría, aunque para encontrarla tengáis que viajar hasta los confines de la tierra".
"No pongáis sacerdotes en vuestra religión, ni reyes en vuestras ciudades, pues cada persona ha de ser soberana de sí misma. Aprended a ser sabios".
"Es más esforzado luchar contra el propio ego que luchar en la guerra".
"Son tres las cosas que más ama Dios del Islam; la sencillez, la sencillez y la sencillez".
"No hagáis las cosas complicadas, pues en la sencillez ya encontraréis suficiente dificultad. Quien intente hacer del Islam algo difícil y complicado, será derrotado por el Islam. Islam es paz y tolerancia".
"Bajo los pies de las madres Dios ha puesto el Paraíso".
"A tus padres no les des una mala contestación, ni siquiera diciéndoles ¡Uf!.

Que los murcianos caminen orgullosos por el mundo, con la cabeza muy alta, pues son herederos de una gloriosa raza multiétnica y pluricultural. Y que tracen los senderos del mundo sabiendo que ser hijo de esta tierra es un honor, y ser del Valle de Ricote es un título de nobleza.
Saíz

Relacionado con: EL MITO DE LA INVASION ARABE DE LA PENINSULA IBERICA EN EL SIGLO VIII

Más informacióen en: http://www.islamyal-andalus.org/control/noticia.php?id=759


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Comentarios

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  1. #1 Sucaro 21 de sep. 2005

    No te canses, naupaktos, porque te van a contestar que todo eso que has escrito pertenece a la "historia oficial", esa conspiración judeocristiana mundial para acabar con el Islam.
    Ya se sabe que desde Tarik hasta Boabdil, los pobres musulmanes visitaban los países vecinos llenos de regalos, flores y perfumes, derrochando su cultura, su literatura, poesía, música y luminosidad, enseñando sus avances médicos y jurídicos, y alzando a su paso majestuosos palacios llenos de luz. Ante tanto esplendor, los bárbaros incivilizados caían Maravillados y se unían a tan Maravillosa civilización...
    Pero no sé qué mal anida en el cerebro humano, que le impulsa a ignorar la libertad, la luz y la alegría, y le empuja a abrazar el mal, la barbarie y la muerte. Por eso, los salvajes avanzaron desde el norte para acabar con la alta civilización del sur, prefiriendo las hachas de piedra, las raederas, las pinturas rupestres y los megalitos. ¡Qué ectraño que lo consiguieran!

    Sí, es cierto, añoramos la bárbara, salvaje e inhóspita Celtiberia. Es ese complejo de inferioridad. Al fin y al cabo, los celtas vestían pieles sin curtir, utilizaban útiles de piedra, desconocían la rueda, la silla y la mesa mientras los iberos y los tartessios poseían todo el conocimiento del mundo civilizado.

    Viva la barbarie celta!!! Gracias a Taranis, no vestimos largas túnicas de colores, ni nos envolvemos la cabeza en turbantes; comemos buenos solomillos de cerdo, jamoncito ibérico, choriza, salchichón y lomo, todo ello regado con un buen vino tinto; las mujeres pueden salir de casa, y elegir quien ha de ser su pareja; pueden vestir como quieran y llevar la cabeza descubierta y ocupar altos cargos políticos y empresariales.

    Sinceramente, me alegro de ser un bárbaro incivilizado!!

  2. #2 ofion_serpiente 04 de dic. 2005

    BUeno, yo como me aburro del tema de la no nvasión militar, voy a dar una pequeña opinión sobre el argumento central de la conversión masiva de los hispanos al islam

    Vamos a ver; si el problema era entre unitaristas y trinitarios ¿por qué no se hicieron todos judíos?. ¿no son unitarios los judíos?. Aparte de eso, bueno, pues tendríamos que hablar de lo arrianos y su escasa importancia en Hispania.

    Otro argumento fantástico; el sur rico y culto arriano; el norte pobre e inculto-trinitario. Vaya, San Leandro, San Isidoro, San hermengildo debían ser gallegos disfrazados y la revuelta de Hermenegildo una broma de la historografía oficial.

    A mi me encanta observar que Hispania, la cartaginense en este caso, no debe nada a los Tartessos, a los Iberos, a los fenicios, A los Cartagineses, a los romanos, tanto occidentales como orientales......no, sólo florece cuando los árbes alcanzan el poder y entonces; Plin, la gran cultura, la Maravilla del universo. El sufismo, la arquitectura, la música, la poesía, todo, todo todo, hasta la tolerancia.Vaya por dios, cualquier dios

    La verdad, teniendo en cuenta que, como le pasó a los romanos, salvo que estos si crearon dos Maravillas como son el Derecho y su ingeniería civil, los árabes únicamente sirvieron de vehículo difusor de culturas mucho más antiguas. Persia, Siria, Egipto, ya habían desarrollado una inmensa cultura antes de que al primer pastor nómada se le ocurriera construir un sólo palacio.

    Incluso la caballerosidad de los guerreros musulmanes, tan alabada por castro, no es sino reminiscencia del sentido caballeresco de los partos, de las dinastías sasánidas, esto es; indoarias. Yo personalmente no recuerdo ningúin mito semita en que se trata de cabellorisdad guerrera, y si innúmeras en el mundo arios; Ilíada, Ramayana, Mahabaratha etc, etc, etc

    El sufismo como doctrina mistérica. Bueno vale, no existió Eleusis, ni Orfeo, ni Mitra, ni..........

    La poesía culta denominada "árabe" no es sino poesía de persia y Siria, nacida mucho antes de la visita de San gabriel a mahoma

    Y luego llegamos al punto crucial; ¿no serían los musulmanes árabes que llegana Hispania los que modifican el islam para adaptarlo a la particular concepción de la provincia más romanizada de occidente?

    Otra cosa que se me escapa; los visigodos entran en España como Federados, esto es con la aquiescencia de la administración romana en hispania, no a sangre y fuego

    Perdonar el desorden peroacabod e comer


    Otra cosa Abdel, perdona, los derechios hereditarios de la mujer y los hijos, estaban perfecetametne claros y reconocidos antes de que Mahoma naciera, pero claro, supongo que también es historiografía oficial
    Soliman, prisciliano no era arriano, era más bien tirando gnóstico

  3. #3 AbdelRahman 04 de dic. 2005


    La guerra civil que estalló en la Península Ibérica a principios del siglo VIII , explicada como conflicto político y disfrazada más tarde como invasión de potencia extranjera, tuvo su auténtico origen en unos hechos que se remontan a cuatro siglos antes, al enfrentamiento producido entre dos corrientes cristianas: los unitarios o arrianos, que negaban que el Hijo fuera igual al Padre –según premisa, Jesús no era Dios – y los trinitarios, adheridos al dogma predicado por san Pablo, que mantenían que hay tres personas distintas –Padre, Hijo y Espíritu Santo- en un solo Dios verdadero.

    Por tanto, para aproximarnos a la verdad de los que sucedió realmente en el año 711, cuando un contingente de guerreros del norte de África, entre los que predominaban los bereberes, cruza el estrecho de Gibraltar, derrota a las tropas visigodas lideradas por Don Rodrigo y se establecen en la Península Ibérica, tendremos que remontarnos al siglo IV.

    En el año 325, el emperador Constantino acababa de convocar un concilio en Nicea para zanjar las disputas teológicas que estaban perjudicando al imperio. Fue una fecha crucial, porque el dogma de la Trinidad se impuso y se incluyó en la religión oficial, mientras que se reafirmaba la excomunión del obispo alejandrino Arrio, que murió en el 336, el día anterior al fijado por el emperador para obligarle a reconciliarse con la Iglesia. Un siglo después, su mensaje obtuvo un eco imprevisible.

    EL MARTIRIO DE PRISCILIANO

    Las ideas que Arrio había predicado en Oriente fueron propagadas por Prisciliano en la Península Ibérica y en el sur de la Galia. Este controvertido personaje nación en el seno de una familia senatorial en el 340 –se cree que en Galicia- y comenzó su predicación hacia el 370. Era un hombre culto, ascético, vegetariano y que no hacía distinción entre los hombres y mujeres en cuestión de nombramientos relacionados con el culto, unos principios que retomarán siglos después los cátaros.

    Los libros de Arrio fueron quemados y apenas quedan obras de Prisciliano. De los signos externos y sacramentos del arrianismo sólo se sabe, por referencias de sus enemigos, el empleo de alguna forma de tonsura y que el bautismo se realizaba mediante tres inmersiones, quizá en correspondencia con la trilogía <> o <>. Prisciliano tuvo que soportar durante toda su vida pública el acoso teológico y personal de los obispos trinitarias , temerosos de su creciente influencia entre el clero y la población. El último acto de esta historia tuvo lugar en el año 385 en la ciudad de Tréveris, donde el emperador Máximo le hizo acudir para que se defendiera de la acusación de hechicería lanzada por sus adversarios. Hubo un juicio, viciado por intereses clericales e imperiales, y una condena: a Prisciliano le cortaron la cabeza. Fue el primer hereje que sufrió pena de muerte. Curiosamente, el propio emperador Máximo fue ejecutado tres años después por orden de Teodosio.

    Unamuno sugiere que quien está enterrado en Compostela no es el Apóstol Santiago, sino Prisciliano, lo cual daría idea de la extensión e importancia que alcanzaron sus doctrinas. Lo cierto es que su ejecución afianzaría el arrianismo en el país. Por otra parte, hacia el año 460 tomó el poder en la península el monarca godo Eurico, quien se convirtió a la fe arriana y truncó así las ambiciones de los que no habían dudado en matar a Prisciliano con tal de acabar con sus ideas.

    LA ABJURACIÓN DE RECAREDO

    En el año 587, el rey godo Recaredo se alió con los trinitarios por conveniencias políticas y, en nombre propio y en el de todo su pueblo, abjuró del arrianismo que habían practicado los anteriores monarcas godos. Se prohibió el culto arriano y se iniciaron brutales persecuciones contra sus seguidores y también contra los judíos, quienes hasta entonces habían practicado su religión libremente. Los arrianos de la península y del sur de Francia se sublevaron y tuvieron que soportar durante el siglo siguiente robos, violaciones, asesinatos y reducción a la esclavitud, perpetrados por elementos de la oligarquía goda y del propio clero.

    La tensión se rebajó cuando el rey godo Vitiza subió al trono en el 702 y comenzó a deshacer los entuertos de sus antecesores: declaró una amnistía contra los perseguidos y les restituyó sus bienes; detuvo las medidas hostiles contra los judíos y convocó el XVIII concilio de Toledo, cuyas actas, sospechosamente, se han perdido. El grueso de los historiadores opina que fueron destruidas porque eran contrarias al Cristianismo ortodoxo romano. A la muerte de Vitiza, en torno al año 709, todo cambió. La nobleza y los obispos impidieron que su hijo Achila, que era menos de edad, ocupara el trono, y eligieron en su lugar al que la historia ha conocido como Don Rodrigo, un jefe militar afín a sus intereses. Estalló entonces una guerra civil entre los partidarios de éste, probablemente seguidores del Cristianismo establecido, y quienes apoyaban a los sucesores de Vitiza, más comprometidos con las creencias unitarias o arrianas, que veían en Don Rodrigo a un usurpador del trono visigodo.

    Al mando de la Bética estaba Rechesindo, el antiguo tutor del hijo de Vitiza. Rodrigo lo mató en una escaramuza y entró en Sevilla sin oposición. Entonces los partidarios de la estirpe de Vitiza, los debilitados unitarios, pidieron ayuda a su correligionario Taric, gobernador de la provincia visigótica de Tingitana (la actual Tánger), en el norte de Marruecos, que había sido nombrado por Vitiza y con cuyo reinado mantenía estrechas relaciones comerciales. Taric era, probablemente, de raza goda, como apunta la sílaba <>, hijo en lengua germánica. Uno de los jefes militares era Yulián, de origen romano, a quien la leyenda de la invasión convirtió en el traidor conde Don Julián. Taric cruzó el estrecho con guerreros de diversas etnias, integrados en la causa unitaria, entre los que abundaban los bereberes. La presencia de estas ropas no provocó una especial reacción entre la población autóctona, ya que la petición de auxilio a fuerzas extranjeras era una práctica muy corriente en Hispania. Los judíos, que habían sido ferozmente perseguidos por los monarcas godos después de que éstos abandonaran la fe arriana, acogieron favorablemente a los recién llegados.

    Los expertos subrayan que sólo un estado puede organizar una invasión militar. Y no existe entonces un imperio arábigo, sino tribus y pequeños caudillos frecuentemente enfrentados entre sí y carentes de gobierno, administración y ejército.

    Según el historiados Ignacio Olagüe, <>. Lo que no se podía decir, o lo ignoraba el cronista, era que los godos luchaban contra la masa del pueblo, contraria a la oligarquía dominante.

    En pleno siglo IX, veremos que los musulmanes llevaban 140 años en la península, tenían desde hacía un siglo la capital del reino en Córdoba, la más importante y refinada ciudad de Occidente por entonces, con un millón de habitantes, y es evidente que no habían forzado la conversión masiva de indefensos cristianos, ni siquiera hacían proselitismo de su fe ni alardes de su culto. ¿Qué fe seguían entonces los andaluces? Lo más probable es que se tratara del arrianismo tradicional, en discreta evolución hacia el islamismo, que la mayoría de la población acabaría abrazando, igual que adoptó paulatinamente la lengua árabe en sustitución del latín. No hubo imposición, sino lenta seducción. Y no se trataba de una fe extranjera. Asín Palacios y otros arabistas mantienen que el islamismo es una suma de creencias o sincretismo, que tiene en su base lo arriano y lo judaico. Se comprende el respeto de los musulmanes hacia las <>, con las que comparten lo esencial: el sometimiento a un solo Dios con el que pueden comunicarse directamente y desde cualquier lugar.

    Incluso los investigadores que respaldan la teoría de la invasión juzgan extraño que un puñado de árabes pudiera influir tan profunda e inmediatamente en 20 millones de hispanos. El historiador Olagüe sintetiza su perplejidad en tono irónico: <>

  4. #4 AbdelRahman 04 de dic. 2005

    En un siglo habían constituido los árabes un imperio cuya extensión superaba poco más o menos los 15.000 kilómetros de longitud y su expansión por las mesetas de Asia Central se proseguía sin cesar.
    Comparada con esta gesta, la empresa del Imperio Romano o la propagación del cristianismo parecían proezas de orden secundario. Se halla el historiador ante acontecimientos únicos en la historia. Si piensa en los medios de comunicación de aquel entonces queda atónito. Sobrepasaba esta epopeya las posibilidades humanas y razón tenían los panegiristas del Islam en afirmar que había sido posible este milagro por la ayuda de la Providencia que había auxiliado a los discípulos de Mahoma. De ser así, el hecho no podía discutirse:
    Habían desplazado los muslimes a sus predecesores en los favores del Todopoderoso. Ya no eran los judíos, ni los cristianos los únicos elegidos del Señor. En sus tesis acerca de la historia universal no lograba la elocuencia de Bossuet superar este hecho evidente: Tratándose de recibir las gracias de la Providencia, el milagro musulmán excedía, ¡y en qué medida!, al milagro cristiano.
    No ha suscitado este aspecto Maravilloso de tan rápida expansión del islam objeción alguna, ni por parte de los historiadores, ni de los mismos especialistas, que se han limitado a destacar tan asombroso carácter (1).
    Hasta nuestros días nadie ha puesto en duda la autenticidad de estos relatos. En todas nuestras lecturas —las que desgraciadamente no han podido agotar el tema— no hemos encontrado más que dos criterios que se oponen a lo que pudiéramos llamar la historia clásica: los estudios de Spengler que han situado el problema en su verdadero terreno y las dudas del general Brémond acerca de estas invasiones sucesivas y simultáneas. Desde un punto de vista militar hacen autoridad los argumentos de este autor porque son el fruto de un conocimiento práctico del Hedjaz y de- una experiencia guerrera del desierto; ambas enseñanzas quedan respaldadas por una dosis satisfactoria de sentido común (2).
    Para bosquejar una concepción más racional de esta gigantesca transformación social y cultural —la que nos permitirá alcanzar nuestros objetivos—, tenemos que insistir en el análisis de la expansión del Islam hacia Occidente. Nuestros conocimientos acerca de la geografía y de la historia de estas regiones, nos ayudarán a desmontar el artilugio del mito. Desvanecido, nos será entonces posible reducir los acontecimientos a escala humana. No nos adentraremos en el laberinto del Próximo Oriente. La expansión de la evolución de las ideas religiosas en Asia, el análisis de los hechos económicos, sociales y políticos, nos obligarían a desarrollar encuestas incompatibles con las dimensiones de esta obra. Por ahora, con el concurso de los trabajos más recientes indagaremos los pormenores de esta cabalgata musulmana hacia el Occidente.
    De acuerdo con lo que aseguran las crónicas, hacia 642, después de muchas dilaciones se apoderan los árabes de la ciudadela de Alejandría y acaban por dominar Egipto. País tradicionalmente rico, poseían sus habitantes una cultura propia, por su lengua y por su arte. Cristianos monofisitas, fueron llamados coptos para distinguirlos de los imperiales bizantinos, los cuales, constituyendo una minoría, hablaban griego. Se estima la población de esta nación en una cifra aproximada que oscila entre los 18 y los 20 millones de habitantes. (3)
    De ser así, se encontrarían los invasores recién llegados del desierto con una situación bastante incómoda, sumergidos por su corto número en una masa de gentes que pertenecían a un tipo racial y a una civilización distinta de la suya. Agricultores eran los egipcios, y enseña la Historia las profundas divergencias que en todos los tiempos han separado a los nómadas de los sedentarios. En cualquier caso, se nos quiere convencer de que desde una base tan poco segura han conseguido los árabes conquistar Tunicia, cuya capital, Cartago, se halla a unos tres mil kilómetros de Alejandría. Para atravesar esta enorme distancia es menester cruzar el desierto de Libia que ya pertenecía en aquellos años a las regiones más inhóspitas de la tierra. Según la historia clásica, se apoderaron los conquistadores mahometanos del norte de África con suma facilidad, como en un juego de manos. Sin embargo, los últimos trabajos de los especialistas no consideran con tan gran optimismo las etapas sucesivas de esta invasión. Concluyen estos autores que ha sido dominada Tunicia en cinco correrías que se escalonan desde 647 hasta 701; aunque ignoran todavía cómo fue realizada la última acción, la que favoreció el dominio del país.
    I. En 642, el exarca Gregorio gobernaba esta región que pertenecía entonces al Imperio Bizantino. Por razones oscuras (acaso religiosas), se independiza de su emperador, Constancio II. Aprovechándose de esta situación favorable o de acuerdo con el rebelde, Abd Allah ibn Said, gobernador de Egipto, tantea la suerte hacia el Oeste. Invade Tunicia con veinte mil hombres, cifra que parece ya exagerada, y después de haberla saqueado o desempeñado una misión desconocida, se vuelve a orillas del Nilo.
    II. En 665, tuvo lugar otra correría de la que no se sabe nada, sino que la situación general se mantuvo sin modificación.
    III. Hacia 670, aparece Sidi Ocba que se presenta generalmente como el conquistador de África del Norte; lo que es inexacto. Era un aventurero que emprendió una algara o razia en el Magreb; lo que le fue adverso, pues murió en la contienda. Según Georges Marçais, cuyos trabajos nos sirven de orientación (1946), «habiendo vencido cerca de Tlemcen a Kosaïla, el jefe de la poderosa tribu de los Awrâba, en Tunicia, obtuvo su conversión de la fe cristiana al Islam, haciéndose a la postre su amigo y su aliado» (4). En 670, establece Ocba una base militar en Kairuán que se convertirá en la ciudad más importante de la región. Enardecido por estos éxitos, se dirigió hacia el oeste y se nos dice que alanzó las partes centrales del Magreb, acaso el Océano. Pero, como no debió de encontrarse a gusto en estos lugares hostiles, volvió a sus bases. Mientras tanto se había enemistado con Kosaila al que humilló gravemente. Le preparó éste una emboscada en Tehula, no lejos de Biskra; en ella perdió la vida el conquistador. Entonces Kosaila se hizo dueño de Kairuán, de la que fue señor desde 683 hasta 686.
    IV. Un teniente de Ocba, Zohair ibn Quais, había escapado del desastre. Consiguió juntar a los suyos y se enfrentó contra el jefe bereber. Un combate tuvo lugar en Mens, hacia 686; Kosaila falleció, pero sintiéndose inseguro el árabe tomó el camino de Egipto. Cuando se acercaba a la ciudad de Barca, en Cirenaica, se enzarzó con fuerzas bizantinas que acababan de desembarcar. Sorprendido y probablemente sin recursos tras tan larga caminata por el desierto, diezmado su ejército, Quaïs murió con los suyos.
    V. En fin, en 693, el califa Abd el Malik envió a Hassan ibn en No’mar contra Berbería. Llevaba consigo cuarenta mil hombres; inexactitud de las crónicas, pues sabemos por los apuros de Montgomery en los días de los camiones cisterna, que tropa tan numerosa hubiera quedado muy pronto agotada por la sed y el hambre. Luego, sin que se nos diga, ni se nos explique cómo ocurrió, consiguen los árabes después de los desastres anteriores apoderarse del país. En 698 cae Cartago en sus manos. De 700 a 701, son aplastados los beréberes en una batalla de la que se ignoran los detalles. Tunicia es definitivamente dominada.
    No pueden ser más oscuros estos acontecimientos. No perderemos el tiempo en discutir su verosimilitud. Nos basta con una advertencia, pues se impone una deducción indiscutible: No podían dormirse sobre sus laureles los invasores. Tenían que conquistar a uña de caballo todo el norte de África, ya que diez años más tarde, en 711, debían de hallarse en Guadalete, en el sur de la península, en donde estaban citados con los historiadores.
    No son pequeñas las distancias en el Magreb. Dos mil kilómetros separan Cartago de Tánger. En aquella época, según el geógrafo El Bekri se necesitaban cuarenta días para ir de Kairuán a Fez y mucho más si se elegía la ruta de la costa, camino requerido para alcanzar el Estrecho y las costas españolas (5). Mas se nos quiere convencer de que Muza ibn Nosair ha logrado la hazaña de apoderarse en pocos años de tan inmensa región, cuya orografía es complicadísima y que está poblada por una raza guerrera que en la historia ha demostrado su eficiencia. Según Marçais, el moderno historiador de Berbería, no era por aquellas fechas la situación muy brillante. «iniciada en 674, escribe, puede considerarse la anexión de estas comarcas como poco más o menos acabada hacia 710. Se había requerido nada menos que cincuenta y tres años para conseguir un resultado precario por demás; pues la era de las dificultades no había acabado y proseguiría hasta el principio del siglo IX; es decir, más de ciento cincuenta años de luchas abiertas o de hostilidades latentes, siglo y medio durante el cual había sufrido la invasión árabe fracasos que eran verdaderas quiebras. Volvía a ponerse en duda el porvenir del Islam en Occidente. Que sepamos, por lo menos dos veces, la segunda en mitad del siglo VIII, había sido reconquistado el país por los beréberes. Había que empezar de nuevo»(6).
    Dadas estas circunstancias cabe la pregunta: ¿Estaban en condiciones los árabes para invadir España en el año 711, cuando necesitarían aún más de un siglo para asegurar sus bases del norte de África? Averiguarlo no ha interesado a los historiadores. Han encontrado muy natural que hayan atravesado el Estrecho de Gibraltar y conquistado la Península Ibérica en un avemaría; es decir, 584.192 kilómetros cuadrados, la región más montañosa de Europa, en unos tres años. Era tanto más Maravilloso el milagro ya que con minuciosidad suma nos indican las crónicas musulmanas el número de los invasores. Siete mil hombres bastaron a Taric para despachurrar al ejército de Roderico en la batalla de Guadalete. Con dieciocho mil hombres acudió más tarde Muza, celoso de los éxitos de su lugarteniente, sin duda para que los hispanos pudieran ver un poco la cara de estos exóticos visitantes. Pues, si las matemáticas no nos engañan, a cada uno de estos veinticinco mil árabes le tocaba un poco más de 23 kilómetros cuadrados. Como no era esto suficiente para tan encumbrados héroes, se apresuraron a atravesar los Pirineos para dominar Francia.
    La victoria de Taric abrió de par en par las puertas de la Península Ibérica a los asiáticos, que la ocuparon sin mayores dificultades. Tuvo entonces lugar una mutación formidable, como en el teatro un cambio de decoración. Latina, se convierte España en árabe; cristiana, adopta el Islam; monógama, sin protesta de las mujeres, se transforma en polígama. Como si hubiera repetido el Espíritu Santo el acto de Pentecostés, despiertan un buen día los españoles hablando la lengua del Hedjaz. Llevan otros trajes, gozan de otras costumbres, manejan otras armas. No es una broma, ya que todos los autores están de acuerdo en el ínfimo número de los cristianos llamados mozárabes que vivieron bajo la dominación musulmana. Los invasores eran veinticinco mil. ¿Qué había sido de los españoles?
    Abre usted el tomo primero de la Historia de los musulmanes de España, de Levi-Provençal, publicada en 1950. A pesar de la incomprensión del «milagro», se trata de una obra notable. Pues bien, describe el autor con detalles múltiples las luchas emprendidas por los árabes entre sí, desde que pisaron el suelo de nuestra península. Están presentes todas las tribus de Arabia: los kaysíes, los kalbíes, los mudaríes, los yemeníes, ¿quién más aún? Sus rivalidades y su odio ancestral son feroces. Se traicionan, se asesinan, se torturan a placer. Terrible es la lucha, grandilocuente el desorden. De arriba a abajo queda deshecho el territorio.
    Por fin desembarca en el litoral andaluz un Omeya. Pertenece a la familia más renombrada de la Meca. Sus padres han gobernado el Imperio Musulmán. Es un puro semita, pero nos lo describen con los rasgos siguientes: era alto, con los ojos azules, el pelo rojizo, la tez blanca; en una palabra, tenía el tipo de un germano. Dada su estirpe real y arábiga, nadie atiende a sus pretensiones y tiene que echarse en cuerpo y alma por en medio de la guerra civil que impera desde hace cuarenta años; pues su autoridad moral queda tan malparada como su físico. Dotado con un genio militar indiscutible, logra ciertos éxitos que le permiten hacerse nombrar emir en la Mezquita de Córdoba (756). A pesar de acto tan audaz se ve obligado a guerrear toda su vida. Sólo con la muerte alcanzará el descanso (788).
    En otros términos, para repartirse el botín ganado con la invasión tuvieron los árabes que pelear entre sí durante setenta años. En estos tiempos estaba la península bastante poblada, sus moradores mejor repartidos por la meseta que en épocas posteriores. A grandes rasgos se puede estimar el número de sus habitantes en una cifra oscilando entre los quince y los veinte millones (7). Sabido el corto número de los invasores, resulta extraño que no se agotaran en tan larga lucha los combatientes, habiéndose matado los árabes los unos a los otros. Ahora bien, ¿qué hacían entre tanto aquellos millones de espectadores?
    En la historia tal como la cuentan los cronicones, la describen los libros de texto o la analizan los autores más recientes, los españoles han desaparecido. Solamente existen árabes. Cabe entonces preguntar: ¿Se puede escamotear de la noche a la mañana tantos millones de seres, como carta o moneda en manos hábiles?

  5. #5 Cierzo 05 de dic. 2005

    Plus_Ultra disculpa que toMara asi las preguntas pues.
    Brandan ;-)

  6. #6 ofion_serpiente 07 de dic. 2005

    En la Península Ibérica nunca hubo invasión árabe. Los hispanos, cultos ellos que conocían griego, teología filosofía, discutían contínuamente acerca de la verdadera naturaleza del Hijo. LA discusión, que era radical, intensa, generalizada, sobre si Cristo era consustancial al Padre, de su misma esencia, creado, no engendrado, o lo contrario les ocupaba gran parte de su tiempo. Llegado a este punto, Maravillosamente, ciertos predicadores musulmanes, vinieron a la Península ibérica y mostraron al pueblo despistado la realidad del Único. Eso sí reconociendo a Jesús como profeta, como un ser intermedio, un vocero de la divinidad, vamos, como Mahoma, pero menos y todos, todos todos, sin sangre y sin lágrimas vieron la luz y se convirtieron a la nueva fe, que no era tal, sino una nueva interpretación. Los Trinitarios del Norte, anclados en sus montañas, porque los de Zaragoza y Pamplona también abrazaron el Islam, se resisstieron a la liberación, iniciando un ataque contra los deseos de la mayoría hispana, que veía como la nueva religión les proporcionaba una gran cultura, obras de arte Maravillosas, justicia, igualdad, felicidad en suma que los trinitarios norteños pretendían destruir.

  7. #7 AbdelRahman 29 de abr. 2006

    Un bonito efecto psicológico, tipo Avestruz.
    Los que viven en la cultura cristiana lo sean o no, a veces reaccionan de esta forma, mas por verguenza ajena que por otra cosa.
    ¿Se entiende ahora porqué mi interes en no remover estas cosas, y que se tenga respeto a los musulmanes? ¡Porque todos perderíamos!
    Sin miedos ni prejuicios, actuemos de una vez por siempre, como personas civilizadas, hermanos todos, unidos en la única raza existente en este planeta ¡La Humana!, abogando por una interconexión multicultural y etnica que enriquezca nuestros espíritus y nos alejen de una puñetera vez, de los prejuicios a los que nos han introducido con toda una parafernalia de "condicionamientos".
    ¡Existen muchos caminos que recorrer, tantos como personas, no existe pues una única verdad, ni cristiana ni musulamana, ni judía ni extraterrestre!, sino atisbos de algo que al fin de cuentas a todos se nos escapa.
    ¿Acaso no nos damos cuenta que nos condicionan, nos engañan, nos manipulan, para a cambio de una cerveza y una buena música, ocultemos el rostro y la vista ante lo que tenemos encima?
    Mañana seguramente, tambien atacaran a Iran y asesinaran vilmente a su población civil, con la escusa del Eje del Mal, y seguiremos llendo al Corte Ingles a comprar CD y tomas unas bieres, comentando eso si, con mucho esnobismo (que queda guai) lo malo que son los americanos, o que algo tendran los otros cuando se les machaca...............
    Mientras en este Pais y otros similares, se hablará en la prensa, para seguir "manipulando y engañando", lo de los terroristas islámicos y los terroristas (en lugar de patriotas) de Irak. Si Critina de Aragón viviera en esta época y todos aquellos que lucharon para defender España del francés, se verían costernados cuando se les llaMara "Asesinos terroristas".
    Acá en este Pais menos mal, aun no nos insulta diciendo que somos terroristas, porque tenemos a ETA.
    Ni a todos los cristianos se les dice "Locos" porque un grupo de ellos no se dejan transfundir sangre (Cristianos Testigos de Jeohva)
    Ni un tan larguísimo etc.......
    ¿Acaso es que estas cosas no nos hacen pensar?..........
    Tan difícil es "Liberarse de la esclavitud de la servidumbre del conformismo, y del conservadurismo, religiones incluídas?
    ¡Contarme de nuevo, vuestras últimas adquisiciones musicales, así, tal vez, alguien se os apunte a un botellón! ¡Caramba, a vivir, que son dos días, y que se mueran los feos!
    Abdel Rahman

  8. #8 AbdelRahman 12 de mayo de 2006

    Sinceramente, creo que se continúa con el error de interpretación, sobre mi persona, en cuanto al tema religioso.
    Jamas hago proselitismo, siempre me refiero a lo musulman como "cultura" así como al Islam, o no se me entiende o no se desea entender. Por mi parte el que cada uno continue o busque o lo que quiera, en cuanto a religiones o no, me trae sin cuidado, no solo respeto a cualquier religión y cultura, sino que me parece Maravilloso que exista la interculturalidad, tanto étnica, reliogiosa etc. En mi opinión, esto enriquece a cualquier Pais.
    Mi pretensión es simplemente "divulgativa", motivada por el desconocimiento que sobre este tema "condicionado" se tiene casi de forma genética, debido a su manipulación en estos ultimos trescientos y pico años.
    Pretender fantasiosamente, por ejemplo, datar la lápida de Xátiva en "Otra fecha" totalmente distinta, de la que ""Pone"" escrita, porque no coincide con la versión "oficial, y mas cuando ésta es hoy sospechosa en ámbitos culturales de "fraude histórico" es demasiado.
    Pretender "no entender" que los moriscos son los españoles y no los africanos, por ejemplo, tambien es demasiado. Negar que nuestros abuelos en mayoría (respetando a las minorías cristianas y judías) eran musulmanes, tambien. Confundir a los árabes con los magrebíes, Yemeníes etc., es otro "demasiado", y mas si esta confusión hace referencia a Alandalus (España)
    Los mozárabes fueron cristianos Unitarios, que no abandonaron su fe ante el Islam y que protagonizaron ciertas revueltas, cuando se "Pasaron" al lado de la "Religión Oficial" de los "Invasores" que habían usurpado el puesto del Imperio romano, permitiendo desde sus filas, el espionaje y la ayuda militar ante los extranjeros colonizadores, godos, francos,etc.(Vaticanistas)
    Que todo lo que "si relució" no es oro, eso es indiscutible, pero ¿Cambia algo el esplendor de la España musulmana, por esas cosas?
    Esas cosas, aunque duelan siempre ocurren, como las persecuciones, torturas y asesinatos a las juderías, protagonizadas por los Reyes Católicos y la Inquisición criminal. Su marcaje en la ropa de la estrella de David a aquellos judíos en franca mayoría ibero hispanos, o el marcaje de la media luna en azul en los sombreros de aquellos nativos que practicaban una fe en un solo Dios (Musulmanes).....Eso, acaso honra a alguien.
    Pero porqué no intentamos continuar con la HISTORIA, en lugar de inutilmente intentar desviar el tema a si estos son malos o buenos, porque así en los ultimos años nos dijeron, y ahora politicamente "conviene" como "Pantalla"...............
    Nos duele acaso, que hasta nuestros literatos se definan como moriscos.
    Otra cosa, soy español auténtico, descendiente de bereberes en línea directa desde el siglo XVII, y siempre viviendo acá en mi patria España, nada tengo que ver con catalanes ni aragoneses en cuanto a descendencia, aunque eso no es significativo de nada. Y, siempre recuerdo con satisfacción orgullo y tradición, mi conocimiento anscentral de que del Pueblo Amasur vinimos los Iberobereberes, asentados en parte del magreb y España.
    Abdel Rahman

  9. #9 Gaditano 12 de mayo de 2006

    solo una cuestión haciendo historia-ficción.

    Si la Peninsula Iberica fuese musulmana en su mayoria, existiria una pagina como Celtiberia?

    Lo digo por ese afán que existe en los paises musulmanes por el "arabismo". El hacerse descender de "puritos" arabes del desierto. Esto es algo que se tiene en mucha nobleza en los paises islamicos.

    En mi opinión pienso que el cristianismo ha permitido que ritos antiguos y costumbres romanas o prerromanas hayan llegado transfromadas en romerias, tradiciones, santos, costumbres ..etc. el cristianismo ha sido más sincretico. Viendo las costumbres medio cristianas medio indigenas en los pueblos andinos.

    Tampoco es que el cristianismo ha sido una Maravilla y un ejemplo de tolerancia pero algo de sincretismo ha tenido (una herencia del mundo greco-latino?).

    El islam tiene ese punto arabe que creo que rompe con la tierra que ocupa. Nada más hay que ver que los cristianos coptos han conservado, de forma ritual, una lengua que entronca con el antiguo egipcio. Que los cristianos maronitas de Libano se autodenominan como "autenticos fenicios". Lo mismo los cristianos caldeos de Iraq. vi en la TV con motivo de la quema de iglesias en este pais, que un cristiano decia que "ellos eran los primitivos habitantes de su pais, antes de la llegada de los arabes".

    Claro que seriamente los cristianos y musulmanes de etos paises tienen los mismos antepasados. Pero veo en el islam un elemento "unificador" que iguala a todos los peublos bajo el mismo rasero "arabe". no hay mas que ver la represión y "arabización" al pueblo tamazig.


    Un saludo y respeto a todas las religiones en este pais laico, gracias a Dios.

  10. #10 kaerkes 12 de mayo de 2006

    No estaría de más, ya que el usuario Abdelraman es descendiente por linea directa de bereberes, que nos explicara el cacao Maravillao que tenía a mediados del foro sobre lo que es un magrebí, un bereber y un árabe. (y eso de que árabes sólo hay en Arabia). También, como pagano que soy, y descendiente en línea directa de Corocotta y su cerdita, que nos contara cosas sobre las tradiciones paganas de los bereberes: los espiritus "djin" del Atlas y los santuarios de morabitos u hombres sabios que parecen por todo Marruecos. Mira a ver si le preguntas a tus abuelos, aunque si éstos eran mahometanos tendrás que preguntárselo a tus bisabuelos.

  11. #11 Ego 12 de mayo de 2006

    "No estaría de más, ya que el usuario Abdelraman es descendiente por linea directa de bereberes, que nos explicara el cacao Maravillao que tenía a mediados del foro sobre lo que es un magrebí, un bereber y un árabe. (y eso de que árabes sólo hay en Arabia). También, como pagano que soy, y descendiente en línea directa de Corocotta y su cerdita, que nos contara cosas sobre las tradiciones paganas de los bereberes: los espiritus "djin" del Atlas y los santuarios de morabitos u hombres sabios que parecen por todo Marruecos. Mira a ver si le preguntas a tus abuelos, aunque si éstos eran mahometanos tendrás que preguntárselo a tus bisabuelos.

    En serio, esto sería muy interesante.

    Salud.

  12. #12 kaerkes 12 de mayo de 2006

    Y más información sobre costumbre PREISLAMICAS de los bereberes:



    Los bosquetes de los khaloa (morabitos) del Rif, Atlas Medio y región del Sus de Marruecos
    L. Taïqui (1), E. Seva, J.L. Román (2), A. R?Ha (3)

    (1) Dpto. de Biología, Facultad de Ciencias, Universidad Aldelmalek Essaâdi, 93000 Tetuán, Marruecos
    (2) Departamento de Ecología, Universidad de Alicante. Apartado de correos 99. 03080 Alicante, España
    (3) Dpto. de Biología, Facultad de Ciencias, Universidad Aldelmalek Essaâdi, 93000 Tetuán, Marruecos



    La franja del norte de África está salpicada de pequeños santuarios en los que se encuentran los restos de hombres de clara significación en la historia local o regional. Estos lugares se distinguen bien en el territorio por la cubierta vegetal que suele acompañarlos, fruto del espíritu devoto de respeto que tienen hacia ellos los habitantes de la zona. El origen de los mismos se encuentra en los altares del politeísmo preislámico y precristiano. En diversas campañas se ha muestreado un pequeño grupo de estos khaloas (Marabuts o morabitos) en las principales cadenas montañosas de Marruecos, tomando en consideración ciertos parámetros ambientales y biológicos. El clima parece ser el principal responsable de la entidad de la cubierta vegetal que rodea las construcciones. El Rif es la zona marroquí que mantiene las mejores masas arbóreas de los morabitos, pudiéndose hallar árboles de una envergadura impresionante. Se ha profundizado en el estudio en una caracterización de un grupo de 24 Marabuts de la región Jbala del Rif occidental, su riqueza florística y de sus dimensiones espaciales, en un intento de definir una tipología de los mismos. La realidad de hoy no puede asegurar la persistencia de estas islas del paisaje porque las corrientes de los grupos más extremistas no toleran a los intermediarios en la liturgia.

    The strip of North Africa is sprinkled of small sanctuaries in which are the rests of men of clear meaning in local or regional history. These places are clearly distinguished by the vegetal cover that usually accompanies them, fruit of the devotee spirit of respect shown by local inhabitants. The origin of these khaloas is in the altars of preIslamic and preChristian politeism. In several field campaigns, a small group of khaloas has been sampled in the main mountainous chains of Morocco, taking into consideration certain environmental and biological parameters. Climate seems to be the main factor controlling the composition and structure of the vegetal cover surrounding these constructions. The Rif is the Moroccan zone maintaining the best arboreal masses in khaloas, which commonly shelter monumental trees. We have carried out a detailed study of 24 khaloas in the Region of Jbala (western Rif), in an attempt to define khaloas tipologies based on floristic richness and structure. Current socio-cultural conditions cannot assure the persistence of these islands in the landscape because most extremist groups do not tolerate intermediaries in their liturgy.







    Introducción

    Khaloa es un término que identifica en la actualidad a unos santuarios religiosos donde los devotos siguen realizando sus ritos durante el año. Hasta aquí serían equivalentes a la función que tuvieron las ermitas, con sus peregrinaciones, fiestas y ofrendas, donde se imploraba la intercesión del santo para la propia salud, para demandar lluvia o evitar la peste. Sin embargo, existe un hecho diferencial que sobrepasa con mucho su función religiosa: la vegetación que los acompaña. Tras tres campañas de muestreo en Marruecos, hemos recorrido los territorios más representativos de implantación de los khaloa: Rif, Atlas Medio, Sus y el sur de la costa marroquí hasta El Aayún. Hemos observado, sobre todo en el Rif, unos bosquetes que han sido respetados durante siglos, y en ocasiones milenios, encontrándose en ellos una fauna y una flora muy bien conservada, que teje una red tupida atendiendo determinadas reglas y que añade un atractivo único en los estudios sobre la complejidad del paisaje. Esta consecuencia sobre el mosaico paisajístico es indisoluble de su función religiosa: el miedo, el respeto, incluso la presencia de guardianes en algunos casos, han mantenido hasta hoy estos espacios como reserva patrimonial; espacios que pueden enseñarnos un modelo óptimo de conservación y que sobre todo conviene preservar en contra de una tendencia muy fuerte desde sectores fundamentalistas que quieren su desaparición y tala, contribuyendo a este proceso la indiferencia religiosa al respecto entre los jóvenes marroquíes. Nuestro propósito es, pues, dar a conocer estos elementos constitutivos de un paisaje-reliquia que milagrosamente ?nunca mejor dicho? han llegado hasta nosotros, tal cual hoy se encuentran, así como presentar la iniciación de una línea de investigación, a través de trabajos temáticos, dirigidos conjuntamente por los departamentos de ecología de las Universidades de Tetuán y Alicante.

    Presentación histórica

    Es necesario hacer una breve presentación histórica de los khaloa. En realidad estos lugares santos tuvieron funciones muy diversas según el momento y la necesidad histórica. Ya en la Biblia se hace referencia a estos santuarios político-religiosos que crecieron en todo el Mediterráneo y de los que de alguna manera son deudores. Curiosamente, y aunque se van a tratar aquí los presentes en Marruecos como componentes de una línea secuencial de su cartografía en el norte de África, la distribución de estos enclaves santos comprometen lugares tan distantes como la India y Camerún, Senegal o Costa de Marfil (Lebbie y Guries, 1995).


  13. #13 AbdelRahman 18 de mayo de 2006


    EL VALLE DE RICOTE (MURCIA)
    Historia de una época españolista

    En la obra de Cervantes, el Quijote, aparecen doscientos personajes, de ellos cincuenta son mudéjares o como algunos les llamaban, moriscos.

    Uno de ellos de nombre Ricote, representa a un morisco del Valle de Ricote en Murcia, ultimo reducto morisco ante la barbarie castellana.

    Pero, ¿Quiénes eran los moriscos?, eran simplemente aquellos ibero, o nativos oriundos que practicaban la fe en la Unidad, eran pues monoteístas que estaban en contra de las ideas religiosas de aquellos que sometían nuestra tierra, los godos, tribus alemanas de creencias Trinitarias.

    Fue a partir de 1492, cuando los andalusíes (de mayoría musulmana) fuimos considerados como un “Un Pueblo Sometido”, por el invasor alemán y castellano. Y, fueron varios personajes los que con mas o menos crueldad, atentaron contra su dignidad, libertad e incluso vida, como el Cardenal Cisneros, al que jamás la historia juzgó por sus crímenes.

    En 1499, fueron quemados públicamente en Granada, todos los libros escritos en árabe, idioma hablado por tradición, desde hacía muchos siglos por una gran mayoría de los andalusíes, a aquellos invasores le daban horror, la cultura y otro idioma.

    En 1516, el Cardenal Cisneros dicta una ley, prohibiendo a los nativos (moriscos), el uso de sus costumbres, trajes, etc. Fue muy constante en sus ataques a pesar de que el Pueblo ya se encontraba humillado, derrotado y sometido, dicen que gracias a estas presiones e intolerancia, la cultura morisca, en 1525 dejó oficialmente de existir. Desde esa fecha, jamás se habló del Islam andalusí, y aquellos debían portar una media luna en azul, cosida en sus trajes para ser identificados o asesinados y robados en la mayor parte de las circunstancias.

    En 1576, Felipe II, concede tres años para hablen el castellano, prohibiendo escribir o leer el árabe así como la práctica de sus ritos religiosos.

    También les prohíbe el uso de sus nombres, y los baños públicos.

    Es curioso el comentario de la época dado por Francisco Núñez Muley (morisco granaíno):

    “Pues nos quitan nuestra lengua arábiga, que es el mayor inconveniente de todos, ¿cómo se ha de quitar a las gentes su lengua natural, aquella con la que nacieron y se criaron? Los egipcios, surianos, malteses y otras gentes cristianas, en arábigo hablan leen y escriben, y son cristianos como nosotros (conversos).”

    A pesar de todo, la Orden de expulsión de su tierra ancestral, por el hecho de practicar una religión distinta a la del invasor, no se hizo esperar y el 4 de Abril de 1609 Felipe III, ordena oficialmente la expulsión.

    Tan solo quedó una zona, en donde a aquellos nativos no había forma de expulsar, Murcia y muy en especial a los del Valle de Ricote, aunque esta zona, por desgracia, vio también una fecha fatídica de expulsión, en la Orden del 12 de Enero de 1610.

    Para tener una idea aproximada, de cuantos habitantes vivían en aquel Valle de Ricote sobre todo en comparación de otros considerados como cristianos, podemos observar la siguiente tabla:


    Población Musulmanes nativos Cristianos



    Abaran 3.000 25

    Blanca 3.360 15

    Ojós 1.345 15

    Ricote 1.870 20

    Ulea 1.220 5

    Villanueva 1.860 325



    Todas estas poblaciones son las que forman el Valle de Ricote, y últimos de la expulsión de “España”, en este caso, ejecutada por el Conde Salazar y muy a pesar de las reiteradas peticiones de clemencia de su población que abrazó incluso el cristianismo, pretendiendo continuar en la tierra de sus tatarabuelos.

    Así en el 1501 en Agosto ya habían enviado dicha petición a los entonces “reyes católicos”, que curiosamente fue aceptada y firmada por ellos mismos (traicionándolo mas tarde), el 21 de Septiembre del 1501, se realizaron entonces, bautismos masivos y se renegó del patronímico árabe, se cambiaron apellidos etc., aunque hubo poblaciones que aun continuaron su uso, como el caso de Abaran con los Gómez, Ramón, Cobarro, Yelo, Tornero, Molina, etc.

    La propia Orden de Santiago (feudalista) no aceptó que sus vasallos moros, dejasen de serlo, al pasarse al cristianismo y así perder el dinero de los impuestos excesivos con que los grababan, y la Iglesia católica les apoyó, por lo que el Valle de Ricote entró en Pleito jurídico contra dicho feudalismo.

    Duro largo tiempo el pleito, sin resultado para esos antiguos mudéjares, a los que incluso se les robó sus mezquitas y se reconvirtieron en cristianas, y a pesar de su silencio ante las injusticias y de su vasallaje (que remedio les quedaba).

    De este Valle de Ricote son conocidos grandes sabios y Sufies, como Ibn Sabín, de la Tarika Sabiní, en época de Ibn Hud (Emir murciano). De este sabio fueron discípulos Abú Alí al Hasan Ibn Hud al Yudani al-Murçí (1235-1300) y pariente cercano del emir Ibn Hud, también discípulo. Este murciano ricotí, al-Murçí era considerado un defensor de la doctrina interconfesional (Kraemer, J.L. “The Andalusian Mystic Ibn Hud and The
    Conversión of The Jews”, también Revista del Instituto Egipcio de estudios Islámicos XXII, Madrid 1985, páginas 173-181)

    También en aquella Tárika (Cofradía), se encontraba el hermano de Ibn Sabín, de nombre Abo-Talib Aben Sabín, canciller del Emir y embajador que fue, Plenipotenciario ante la Santa Sede (Vaticano) para la protesta ante el Papa por el incumplimiento por parte cristiana, de lo tratado y pactado en el Tratado de Alcaraz, Tratado que fue traicionado por Castilla. Por cierto, que la respuesta fue la entrada del ejército bárbaro alfonsí que inició una acción bélica contra la fortaleza de Ricote en Julio del 1243, tomada al final, junto a la de Blanca, Ojós y Archena (puerta del Valle de Ricote), conquistas que fueron donadas a Rui López de Mendoza, caballero de la hueste extranjera invasora del territorio ricotí, andalusí.

    En 1264 hubo otro levantamiento de los ibero musulmanes, por las reiteradas faltas he incumplimientos por parte cristiana, aquel levantamiento fue comandado por al-Watiq, sucesor de Ibn Hud, aunque a los dos años de ser asediados y acosados por los cristianos, militar y policialmente, por parte de Jaime I de Aragón son derrotados y la propiedad pasa a su yerno el rey Alfonso X.

    El Valle de Ricote (Wadi Riqut) y su cultura, es comentado por un escritor historiador de nombre Ibn al-Jabib y por el fundador de un movimiento sufí, de la tárika Sabini, de Ibn Sabin, también comentaba que ese movimiento tenía raíces Hudí, impregnación indudable de los Banu Hud de Zaragoza (1216). También comentaba que el Emir Hasan Ibn Hud, descendiente de Ibn Hud al-Mutawakkil, fue realmente el jefe del grupo sufí de los Sabiyya de Damasco, durante la mitad del siglo XIII, y que la lista de los Nueve Impíos de los siglos XIII y XIV condenados por los doctores Malikis, según Ibn Katir, cuatro de ellos, fueron precisamente murcianos, uno de ellos nuestro famoso Ibn Arabí, así como; Ibn Sabin, Ibn Hud e Ibn Ahli, sin olvidar al sabio Muhammad Ibn Ahmad el Riqutí, persona incluso, querida por el propio Rey Alfonso X. Sabio que fue políglota, experto en geometría, lógica, aritmética, música y medicina, es considerado pues, como uno de los grandes sabios del siglo XIII. Este personaje también residió en Murcia capital en donde enseñó en la Madraza (Posterior Universidad de Murcia) a andalusíes, judíos y cristianos. También se sabe que el propio rey Alfonso X, le pidió que abandonase su fe islámica en un solo Dios (Allah T.A.) a cambio de rango y honores, aquello le valió su autoexilio conveniente y ante la llamada del Segundo Sultan Nazarí, Abu Abdaláh Muhammad, que gobernó de 1273 al 1302, encontrando en su corte honores sin chantaje, habitando una casa palacio que mas tarde lo fue del propio Ministro Ibn al-Hatib.

    Pero, a partir del 1266, el éxodo de estos andaluces musulmanes, hace decaer hasta casi el olvido a estas Tárikas sufíes y a la cultura musulmana que alumbraba al Mundo entero, desde estas tierras murcianas.

    Lo curioso de esta cultura islámica, o mas bien, la confirmación de que era cultura pero no gentes nuevas, la tenemos en que se respetaban los nombres anteriores, simplemente arabizándolos, como era la moda de aquella época, así nos podemos encontrar nombres que ya eran conocidos antes del 700 de nuestra era, lo que incluso invalida la famosa y falsa “invasión árabe” del territorio peninsular. Y, es que aquellos ibero, simplemente se fueron adaptando a aquella nueva corriente ideológica que era el Unitarismo, representado por el Islam, además de ver con simpatía a aquellos pocos personajes musulmanes también, de otras tierras que nos visitaban, alejando de su pensamiento incluso, ideas feudalistas, con lo que eran simpáticamente, bien acogidos.

    Es por eso, que siempre tengo que afirmar que aquellos musulmanes posteriormente llamados mudéjares o moros o moriscos, no eran ni más ni menos que los mismos nativos de siempre, autóctonos, simplemente adaptados a unas corrientes modernistas de uso, costumbres etc., representadas por el Islam.

    Realmente los que vinieron mas tarde a luchar contra los “españoles”, no fueron precisamente los árabes, que jamás invadieron nada aquí, sino los godos alemanes, mezclados con otras tribus del sur de Francia y del norte de la Península, financiados por el Vaticano romano para la imposición por la fuerza de una idea religiosa, recién inventada y estatalizada, denominada Trinitaria, por su creencia en tres dioses, o simplemente Católicos (Prepotencia de universalistas).

    Las expulsiones de moriscos no fue ni más ni menos, que una burda excusa y justificación.

    En el invento de las cruzadas, de la reconquista (de algo que jamás fue conquistado), ellos realmente representan ante la historia a los Invasores, fue además una auténtica “colonización”. Por eso en repetidas ocasiones he afirmado que aquel pueblo caucasiano-georgiano; el Amasur (Ibero), llegó a nuestro País y se asentó también en el norte de África, donde fueron llamados los Bereberes, y puesto que ellos entraron en nuestro País, apoyando una facción goda contra la otra en sus guerras civiles (Unitarios arrianos, contra Trinitarios católicos), podríamos decir que los que vinieron a salvar la idea Unitaria, eran simplemente nuestros primos hermanos de raza y cultura, lo que además se puede comprobar hoy en día a través de los asentamientos ibero romano, más tarde modernizada, confraternizada, mezclados etc., sin problema alguno con las modas islámicas, unitarias también, y elementos en algunos sitios beréberes.

    Teoría incluso avalada por A. Bazzano, Maisons d`al-Andalus…..I, página 86 y 400-01, también por P. Cressier & P. Guichard, Les Chateaux Ruraux….páginas 175 a la 179 y la 256 así como otros.

    Esto incluye indudablemente a algunos castillos considerados hasta hace poco como árabes, que luego se descubre eran anteriores a esa supuesta invasión árabe del 711, es decir, que eran fortificaciones nativas, que simplemente se hacen musulmanas y adoptan modas arábigas.

    Un claro ejemplo de esto, lo tenemos en Cieza (otra de las entradas del Valle de Ricote), ya que en la ciudad de Siyasa, sus asentamientos (por la arqueología) se datan del siglo I de nuestra era ininterrumpidamente (e incluso anteriores), donde se descubre desde la factura ibérica, algo de romana, un poco de goda y el resto se hace simplemente musulmana, es decir, que se demuestra era el mismo pueblo, no un supuesto extranjero invasor. (Mendez Ortiz y Ramallo Asensio,S, 1985). Además el castillo de Siyasa, ya existía desde la antigüedad.

    Floreció esta ciudad de una importancia similar hoy en día (y por sus ruinas) a las del Machu Pichu. en el siglo XII reinando entonces Ibn Mardanish (fase almohade) y posteriormente Ibn Hud en la primera mitad del siglo XIII, lógicamente con la llegada de los bárbaros cristianos, decayó esta gran ciudad hasta que fue abandonada completamente por sus moradores, que no tuvieron mas remedio que huir hasta Granada, último bastión de defensa andalusí, contra el invasor.

    Los objetos encontrados en sus ruinas son en mayor parte mudéjares y muy similares a los de hoy en día, en toda esta zona de Murcia.

    Los cristianos la habitaron un tiempo, los arqueólogos han reconstruido esta fase cristiana, por su abandono en las buenas costumbres, su salvajismo, haciendo fogatas en las habitaciones, tirando restos de alimentos por los suelos, y realizando pintadas en las paredes, con el uso de alimentos como el cerdo y el gato.

    En los restos de la ciudad, aun se puede contemplar, como aquellos andaluces tenían canalizaciones de aguas fetales, y de aguas limpias o de lluvia, alcantarillado, etc. pozos ciegos

    Aquel Valle de Ricote, fue puesto por los invasores a las ordenes de la Orden de los Caballeros de Santiago, que en principio, respetó uso y costumbres, así como el Islam (por poco tiempo, al uso y tradición cristiana), nombrando a los propios nativos, representantes del pueblo ricotí, ante inspectores santiaguistas.

    Así, podemos contemplar a un cadí de la aljama, Alí ben Muça (1494-1498) en Asnete (pedania), o al Alcalde para todo el Valle, Fayre Abelminçe (1498-1502).

    Los mudéjares convertidos mas tarde, a la fuerza al cristianismo, eran llamados moriscos en general y nunca fueron respetados ni por el clero ni por los políticos oportunistas, salvo en la medida del lógico interés comercial, por los propios feudalistas de la Orden de Santiago.

    Aun en el siglo XX, cuando Julio Caro Baroja visita Villanueva, comentaba con sumo agrado, que aun veía cierta pervivencia morisca en la zona. Y es que morisco es sinónimo de orgullo, y con razón, de amor por la familia, laboriosidad y honradez

    Cuando Isabel I “la Católica” sube al poder (1451 al 1504) (siglo XVI), en el momento de su coronación en 1474, el Valle de Ricote solo contaba con unos 825 habitantes, aunque había numerosos pueblitos o alquerías que tenían entre 50 a 100 habitantes.

    Los moriscos se veían forzados a la emigración constantemente, expoliados por el salvajismo de aquellos godos y mercenarios castellanos. Uno de estos elementos extranjeros colonizadores o invasores D. Pedro Vélez de Guevara, motivó el exilio voluntario de familias enteras a Murcia capital, casos documentados tenemos, como las familias completas de Abarahim Alhajar el herrero y de Abadía Garrido el espartero, en especial huyendo de la usura, y es que la cosa llegó a tanto, que incluso el pueblo entero, tuvo que pedir auxilio al Rey de Granada Muley Abulhasán que emprende una acción militar de castigo contra Murcia (la cristiana), entrando con una tropa nazarí de 4000 hombres de a caballo y 30000 infantes, destruyendo la Cieza cristiana e incendiándola, dando muerte a unas cien personas y cautivando a unas 700. Mas tarde recorre el Valle de Ricote y tras el, se van su pobladores en mayoría (los mudéjares).

    Pero debido a las guerras y a la inestabilidad del territorio en Granada, aquellos mudéjares ricotíes, vuelven a su Valle, pidiendo ellos mismos, garantías a la Reina, “la católica” (Torres Fontes, Juan 1958) y (D. Pedro Fajardo adelantado Mayor del reino de Murcia, páginas 154 a la 155), ordenando entonces la propia reina a Trujillo el 25 de Junio de 1477, que nadie les causase molestias en su vuelta desde Granada a sus tierras del Valle de Ricote (muy necesarios para la feudalista Orden de Santiago, que se había quedado sin personal de labranza).

    Mas tarde la propia reina al ver la productividad y honradez de los moriscos de Ricote, hace que la Orden de Santiago pase a la corona, siendo uno de sus Maestres el propio Fernando el Católico entre el 1476 al 1477, hasta que Alfonso Cárdenas, Gran Maestre de León (1474 al 1476) que luchaba entonces en Portugal, se pudo poner a disposición del rey como Gran Maestre de la Orden de Santiago desde el 1477 al 1493, en que el Maestrazgo fue incorporado a la corona de “España” con sus tierras y dominios, siendo los propios reyes sus administradores (del Valle de Ricote), esta posesión fue incluso aceptada por el poder de Roma en la Bula de 1499 realizada por el Papa español Alejandro VI.

    Entonces los Caballeros de Santiago, se dedicaron a extinguir a los seguidores de “la secta de Mahoma”, al no sentir satisfacción expoliando libertad y propiedad a sus nativos, encima de que les obligaban a cambiar de usos y religión, ya que mientras no pertenecieron a la corona, en cierta forma respetaron a los Unitarios.

    Los “reyes católicos” muy sabiamente, protegen a los moros convertidos, así a como a los comendadores de la Orden y favorecen y consienten la repoblación del Valle (por su mano de obra, claro), pero mas tarde conseguidos sus objetivos, los traicionan faltando a su palabra y honra contra aquellos dignos moriscos musulmanes ya casi olvidados de su propia fe.

    Así en 1480 el Valle de Ricote vuelve a tener unos 750 habitantes, entre ellos algunos se habían hecho de religión judía, y es en fecha triste para la historia de España, aquella del 1480, cuando en las Cortes de Toledo localizan censando a todos los de religión judía, incluso a algún hebreo que hubiese y los marcan con la estrella de David en amarillo, y cosido a la ropa para su identificación y exterminio o expulsión.

    En 1492 el Valle de ricote tiene ya unos mil habitantes, algunos muy pobres, a pesar de ello el Comendador Garcilaso de la Vega, los expolia impunemente con gran crueldad, haciendo que el pueblo de queje a los visitadores de la Orden de Santiago que por conveniencias, ayudaron esta vez bien, a los moriscos (Porras Arboledas, Pedro Andrés 1982, (Los Señoríos de la Orden de Santiago, Universidad Complutense de Madrid página 155).

    Pero, es realmente el 2 de Diciembre de 1496, cuando el Papa Alejandro VI concede el título a Isabel y Fernando de “Reyes Católicos”, en especial por su clara lucha, robo expoliación y asesinato de los judíos españoles y a su lucha visceral contra el pueblo morisco-andaluz de religión mayoritaria Unitaria (Islam) a favor del politeísmo católico (Trinitarios) y del Papado.

    Sin embargo este Papa abandonó a los reyes católicos, para poder así beneficiar a su hijo Cesar (Hijo de…..Papa), ante la corte francesa de Luís XII.

    Granada se había rendido dos años antes (1492) y los reyes que se habían, en principio, comprometido a respetar las tradiciones andusíes musulmanas en sus mudéjares, en cuanto a ropas, costumbres, fe….,etc., mandan a Fray Hernando de Talavera para que “evangelice” a todos los mudéjares al mismo tiempo que se dedican a potenciar a la Inquisición para así poder quebrantar mentes y convertir por terror, al catolicismo a los moriscos.

    Pero como Fray Hernando de Talavera fuese bueno con ellos, los propios “reyes católicos” mandan a otro, en la figura del arzobispo de Toledo, Francisco Jiménez de Cisneros, cuya principal y primera valiosa obra, fue quemar públicamente 5.000 libros robados a los alfaquíes musulmanes.

    Mas tarde el propio Cisneros (al que la historia nunca juzgó como criminal), convence a la Reina de que los moros no merecen consideración humana alguna, ya que entre otras cosas, continuaban con sus costumbres (lógicamente), y a pesar del apoyo de Talavera a dichos moriscos, la reina se deja convencer de que estos debían elegir entre conversión forzosa o exilio.

    A partir de este momento y a la intersección de Francisco Jiménez de Cisneros, la palabra cristiana no vale más que una boñiga de cerdo.

    La Inquisición que montaron los “reyes católicos” en 1478 y que fue aprobada por el Papa Sixto IV, y que fue inicialmente para el ataque o conversión, mas tarde robo, expoliación asesinato y tortura de aquellos andaluces que habían aceptado de religión judía, se convirtió en la mano del cumplimiento de la Orden definitiva de expulsión, dictada el 31 de Marzo de 1492, Fueron expulsados de su patria en tiempos ya del Papa Inocencio VIII, cómplice del magnicidio, y es a partir del 1492 al 1503, cuando reciben el apoyo Papal, por parte del mencionado Papa Corrupto e Inmoral, Alejandro VI, de nombre Rodrigo de Borja, español, anteriormente Obispo de Cartagena (Murcia) (1482-1492).

    La mujer de este Papa (¿) se llamaba Vannozza Cattanei y le dio cuatro hijos. Parte de la gran fama de este Papa, es debida al caso del monje dominico Girolamo Savonavola, que se le opuso y Alejandro VI en un acto de amor sublime le quemó en público y vivo.

    Realmente fue un complot entre este Borja y los propios reyes católicos, para conseguir un ideal sobre una “España” creada sobre la anterior, es decir una España sobre un único interés, desde el Catolicismo Trinitario, en especial a partir de 1502, que es cuando la Inquisición sirvió principalmente para presionar a los del Islam, con gran crueldad y el oscurantismo propio cristiano, así como sus sistemas de torturas y asesinatos, del que encima obtenían pingues beneficios en el robo y expoliación de las propiedades de los justiciados.

    En estas fechas el Valle de Ricote tiene una clara influencia mutua con Baza (Granada) yendo y viniendo sus pobladores, estudiando la forma y los medios de su conversión demostrada, para así ser respetadas vidas y hacienda (pobres ilusos). Así tenemos en Baza en 1511 apellidos como Alonso de Ricote y Alonso Muñoz Recotí. En 1513 en Cúllar a Gonzalo Ricotí, en 1514 en Benamaurel, a Nuflo el Cachopo, en 1516 en la propia Baza a Juan de Ricote Abenmuza, en 1519 en Caniles a Diego Ricotí, Francisco Ricote y Pedro Ricote y finalmente Luis Arrami de Cúllar, cuya familia vivía en Blanca (Valle de Ricote)

    Las pretensiones de los “reyes católicos”, quedaron reflejadas en su Testamento (12 de Octubre de 1502), donde dejan explícito, su deseo de persecución a todos los musulmanes, incluidos los propios de África, País que deseaban conquistar para obtener así el fin del compromiso incluso vaticanista occidental, de la famosa falsa “reconquista”. Este invento le valió justificación para conseguir un Estado unido español, pero distinto a sus auténticas raíces culturales, religiosas, etc.

    Convirtió a sus nativos pobladores en OTROS, consiguiendo un arquetipo oculto en sus mentalidades de “Las Dos Españas”, que desde entonces subyace latente en el alma de los españoles.

    Mas modernamente, a Cervantes, le preocupaba mucho el tema de los moriscos, ya que incluso en una de sus obras, el Licenciado Vidriera, aparece una morisca. En el Coloquio de los Perros, siendo el amo de uno de ellos, un morisco y en tantas otras, como en los trabajos de Persiles y Sigismunda, que fue escrita después de la expulsión, en la que habla sobre lo idóneo de expulsar a los moriscos (lo que prueba de que aun estaban aquí)

    Y, como no en el propio D. Quijote en el capítulo 9º de la 1ª parte se dejan unas narraciones a medio, entre d. Quijote y el Vizcaíno, pero el desenlace se encuentra por parte del propio autor, en la figura de Cide Hamete Benengeli, supuesto historiador árabe que Cervantes “inventa” para enMarañar su obra, en la que entra incluso un traductor, cómo no morisco.

    Hay quien sospecha que Cide Hamete Benengeli fuese el propio Cervantes, converso al Islam, en la ciudad de Argel y morisco él mismo.

    Pero la aventura en el Quijote del morisco Ricote, es la más sustanciosa. Cuando Sancho abandona la Ínsula Barataria, y

    ”Se encuentra con seis peregrinos, de estos extranjeros que piden limosna cantando, y como él, (según dice Cide Hamete) era caritativo, sacó de sus alforjas medio pan y medio queso de que venia proveído y dióselo diciéndoles, por señas que no tenía otra cosa que darles””

    ”Uno de ellos le echó los brazos a Sancho y se le dio a conocer como su vecino, el morisco de Ricote, tendero en su propio pueblo”

    Lo mas curioso, es cómo Cervantes describe la situación en que Sancho tarda en reconocer a su vecino y eso después de que diera diversas pruebas, hasta que por fin,”Le vino a conocer de todo punto”. Esto quiere decir que entre esos moriscos y el resto, no había ninguna distinción, europeos todos al fin de cuentas, o una prueba mas de que aquellos moriscos, realmente representaban a los propios y auténticos nativos, aunque les hubiesen puesto la media luna azul...

    “España, nuestra Patria natural” y añade “Doquiera que estamos, lloramos por España”. Más tarde, en el capítulo 63 en Barcelona, aparece la propia hija de Ricote en una galera turca, disfrazada de hombre, (Ana Félix). Su padre Ricote llora al encontrarla, pues era ella su tesoro…etc. Continuación simplemente, de que la mayoría de los andalusíes musulmanes volvieron a su patria y haciendas.

    ¿Pero qué importancia tiene el Valle de Ricote?

    Por diversos motivos, uno de ellos por ser el ultimo bastión andalusí a ante el invasor. De allí partieron los últimos andalusíes al exilio, simplemente por practicar una religión Unitaria monoteísta.

    Otro motivo fue el de ser tierra de sabios, filósofos matemáticos etc., que alumbraron a toda Europa en los momentos del esplendor andaluz y musulmán.

    Este famoso Valle lo componen las localidades de Abaran, Blanca, Ricote, Ojós, Ulea y Villanueva, así como dos entradas al Valle formado por Alquerías y por Cieza. Todo correspondiente a Murcia.

    El Valle pasó a formar parte de la Orden Militar de Santiago, por donación real en 1285. Fue un esplendoroso Valle, donde florecieron mudéjares y moriscos y que dieron esplendor con el Islam y cultura; fue tierra santa y refugio de grandes santos y filósofos sufíes de fama aun hoy en día, internacional.

    Antes de la expulsión, le calcularon al Valle en total, unos 13.000 moriscos.

    Los días 17 y 18 de Diciembre de 1613, llegaron a Cartagena (Murcia) los moriscos de Ricote para su expulsión a Mallorca, concretamente fueron tan solo, 200 personas y todas mujeres y casadas.

    El segundo grupo salió el 25 de Enero de 1614, rumbo a Oran.

    Entre este periodo de expulsiones, entre el 3 y el 13 de Diciembre de 1613, las tropas cristianas, detienen a los de Villanueva y la encaminan a Cartagena, caminando por Alguazas y Alcantarilla, llegando al Puerto de Cartagena el 19 de Diciembre.

    Para Enero marcharon a Génova, Liorna y Nápoles, se calculan que fueron unas 270 personas.

    Si calculamos la diferencia que hay entre los dos censos, siendo el segundo el realizado en 1640, nos encontramos con que en el primero se calculaban unos 13000 moriscos y en el segundo unos 10000, y también sabemos que más de la mitad de los expulsados volvieron mas tarde, lo que representa que la famosa “noticia” de la expulsión de los moriscos, fue un profundo fraude, ¿es que alguien pudo alguna vez, creerse que los andalusíes, nativos, no volverían a la tierra de sus antepasados, a pesar de haber sido expulsados por un invasor extranjero?.

    Incluso aun hoy en día perduran apellidos de aquella época, como Carrillo, Dafo, Bernal, Jul, López (Lobo), Verescute, Alonso, Pay, Miñano, Manda, Jufré, Medina, Serrano, Montero, De la Torre, y un largo etc.

    La Inquisición quemó vivos, al más puro estilo nazi, en tan solo 11 años (1557 al 1568) a 154 personas inocentes, simplemente por ser algo mas cultas y practicar el Islam, entre 1562 al 1585, 17 personas todas del Valle de Ricote, de los que 16 eran de Blanca, entre ellas al propio Alcalde de Blanca, Luis Ramí Allide, que junto a Francisco Jufré, fueron vilmente asesinados, siendo el resto expoliado de tierras y propiedades, torturados y expulsados.

    Por supuesto, hubo casos curiosos de la permanencia de los nativos españoles y musulmanes, y su forma de defenderse en lo posible contra estos colonizadores, como lo fue el caso de un miembro de la familia Cachopo de Blanca (morisco), que se pasó al lado del usurpador y trabajó para la Inquisición, un día fue ajusticiado en Molina la Seca (cerca del Valle), en el 1539. Esta familia, todavía es rastreable en el Valle de Ricote, hasta el siglo XIX, con el apodo de Mambrú.

    En 1632 la Inquisición trabaja profundamente en la zona, lo que lo demuestra, por ejemplo, la detención de Alonso Yánez, alguacil perpetuo de Blanca, en 1779 por Joaquín Hoyos Fajardo de Ojós, entre otras cosas por leer y poseer libros prohibidos, también al sacristán de Villanueva en el 1786 y en el 1789 a Alfonso Hurtado López y un largo etc., de moriscos totalmente existentes en dichas fechas (siglo XVIII), datos sobre la Inquisición tenemos para todos los gustos en una gran cantidad de legajos existentes en el Archivo Histórico Nacional, en contra de la versión popular de que se perdieron dichas informaciones, versión muy conveniente de ciertos elementos.

    La Inquisición Murciana duró 350 años, desde el 29 de Mayo de 1488 al 15 de Julio de 1834, incluyendo en sus dominios a Orihuela, Cuenca y Orán.

    No debemos olvidar que cuando hablamos de Murcia o del Valle de Ricote, en la época del esplendor andalusí y musulmán, eran parte de a Al Andalus, negarlo, sería renegar de un pasado francamente esplendoroso, no olvidemos que después de aquello, vino la decadencia y la tristeza, la pobreza la suciedad y la miseria, hasta que poco a poco “España” volvió lentamente a recuperarse de aquella invasión colonizadora cristiana, aún entre la famosa Dos Españas, tan poco comprendida de los que ocupan, tal vez genéticamente y sin saberlo, las dos posiciones contrarias.

    No olvidamos en este resumido artículo de la historia de Murcia y en especial del Valle de Ricote a algunas tribus bereberes, que también llegaron y fueron bien recibidas (eran antifeudalistas y también Unitarios), esa característica aparte de ser racialmente el mismo pueblo Amasur de donde vienen los ibero romanos, hizo posible una convivencia total, sincretizando modas y usos. Algunas de aquellas tribus fueron, los de Hawwaríes, que ayudaron a la población realizando obras para el regadío, de grandes extensiones de tierras, enriqueciendo a toda la zona. Otra fue una parte de la tribu de Sninhaya, que eran denominados los Banu Darray (Darraj), existe una Alquería en el Valle de nombre, precisamente Darrax. Otros asentamientos posiblemente bereberes también fueron los Bayna y los Abu Laila.

    No olvidemos que los musulmanes estaban ya en suelo peninsular mucho antes del año 700,( incluso por el caso de Xativa en los yacimientos encontrados en el 2004) así cuando hablamos de algunos asentamientos bereberes viviendo en total fraternidad con la población nativa (lo que se comprueba además por las excavaciones arqueológicas y sus extractos), y comentamos la historia del siglo XII y en adelante sobre Moriscos, los bereberes y algunos musulmanes de otras tierras ya llevaban viviendo con nosotros más de cuatro siglos, luego, ¿cuánto tiempo es considerado útil, de vivir en un territorio, para ser de el?. ¿O acaso los Godos estuvieron siempre aquí?, cuando llegaron otros, el camino estaba abierto y la amistad y religión también, no obstante no podemos negar que la Península Ibérica fue muchos mas siglos musulmana y que nuestras raíces son musulmanas en la mayor parte de nuestro tiempo, contra tan sólo unos trescientos y pico años últimos de obligaciones en creencias extrañas bajo pena de muerte o tortura en el mejor de los casos.

    El arquetipo oculto de este concepto que es denominado por mi de “Las Dos Españas”, se puede comprobar incluso, en como se atacó visceralmente a la religión, templos etc., durante los dos periodos de la República, por parte de la clase obrera y humilde, es decir, el pueblo llano, pueblo aún, en gran porcentaje morisco.

    Abdel Rahman
    Fuente:
    http://groups.msn.com/MurciaOasisdeAlAndalus



  14. #14 Cadwaladr 23 de mayo de 2006

    Porque, supongo que nos referimos a los SABEOS de SABA:

    "Esta Saba se encuentra en Jôf de la Arabia del Sur cerca de 200 millas al noroeste de Aden. Los Sabeos son mencionados en la Biblia como un pueblo distante (Joel 3, 8), famosos comerciantes (Ez. 27,22-3; 38, 13; Job 6, 19), que exportaban oro (Is. 60, 6; Salmo 73, 15 (R.V.); Ez. 38, 13), piedras preciosas (Ez. 27, 22), perfumes (Jer. 6, 20), incienso (Is. 60, 6), y quizás esclavos (Joel, ibid.), y practicaban el bandidaje. Las genealogías del Génesis los conectan ya con Dadan, como hijos de Regma (10,7; cf. I Par. 1, 9) y de Jecsan (25, 3; cf. I Par., 1, 32), ya con Asarmoth (Hadhramôt), como hijos de Jecsan (10, 26-8, cf., I Par. 1, 20-22). Estos detalles indican a dos Sabas, una en el sur contigua a Hadhramot, otra en el norte cerca de Taima (Job 1, 15; 6, 19) y El 'Ela (cf. "Comptes rendus de l'académie des Inscriptions" etc., Junio 1910); pero no puede ser aún decidido, cual fue el hogar original de los Sabeos. Hommel la ubica en el norte, cerca del Dedan Idumeo, y la identifica con Aribi-Yareb (cuyas reinas figuran en las inscripciones Asirias), con la Saba, cuya reina visitó a Salomón (3 Reyes, 10), la que es probablemente mencionada como tributaria a Theglathphalasar III (745-27 A.C.), y cuyo gobernante, IthaMara, pagó tributo a Sargon en el 715 A.C. Por lo tanto (de acuerdo con Glaser) los Sabeos se movieron hacia el sur en el siglo octavo o noveno y establecieron su reino sobre las ruinas del poder de Minae..."
    http://www.enciclopediacatolica.com/s/sabasabeos.htm

  15. #15 naupaktos 24 de mayo de 2006

    No pudieron Echarnos. Así está mejor.
    La verdadera cultura hispana,la de más sustancia e implantación a lo largo de los siglos en España, como su propio nombre indica, es romana, con las peculiaridades de la península ibérica. No sólo el sustrato de la dominación musulmana no ha llegado hasta nosotros en practicamente ninguna de las formas de cultura que hoy tenemos en España, es que ni siquiera aguantaron un asalto desde que se terminó la Reconquista cristiana. En más de una ocasión he recomendado a muchos de los señores que por aquí se dejan caer, que se toMaran la molestia de echar un vistazo a los códigos legislativos que rigen la vida de los españoles, el código civil por ejemplo, a fin de que fueran capaces de comprender que no es precisamente el derecho musulmán el que ha inspirado las normas de convivencia de la sociedad española actual, y la de siglos atrás. Salta a la vista que el romano se lleva la palma, incluso después de 800 años de dominación musulmana. No es el árabe el idioma que hablamos, es el español que, obviamente, proviene del latín; no es la religión musulmana la que rige nuestras creencias en una inmensa mayoría, es la cristiana, la religión que adoptó Roma. Podemos continuar hasta la saciedad si se quiere, pero siempre toparemos con lo mismos imponderables, e innegables datos. La España reconquistada, toda vez acometida la expulsión de judíos y moriscos, experimentó un notables retraso en diversos ámbitos tanto culturales como económicos, qué duda cabe. Pero no es menos cierto que la España posterior que cimentaron los reyes católicos, alcamzó el grado de universalidad que ninguna otra nación europea ha conseguido jamás igualar. No sólo las letras, todas las artes, las tácticas militares, el alumbramiento de grandísimos personajes en todos los campos del saber, el sinfín de descubrimientos y expediciones científicas (muchísimas de ellas en plena guerra de sucesión en el XVIII), todo ello, no llegó en la España musulmana, llegó en la posterior España cristiana. Sí, también llegaron la Inquisición, los autos de fe, las hambrunas y epidemias, las germanías, la extenuación de la metrópoli... claro que sí, porque esa es la Historia de un pueblo, sus grandezas y sus miserias. Por que ser capaz de extender una lengua y culturas desde San Salvador hasta las Filipinas, de mantener contingentes en el Amazonas y Centroeuropa, de esclavizar negros al tiempo que se dictan leyes contra la esclavitud casi cuatrocientos años antes que la declaración de lo derechos humanos, de crear periódicos en centroamérica décadas antes que los ingleses en norteamérica, y catedrales, y bibliotecas; de poner cerco a los otomanos y ahuyentarlos de Europa mientras otros miraban para otro lado, de dar a luz a muchos de los más importantes pintores y escritores de la Historia de la humanidad, de reunirse en cortes y poner en jaque al poder real mucho antes que nadie, de circunnavegar el globo, de tener una censura implacable y de tener personajes que lucharon contra ella a pesar de sus vidas, todo ello, todas estas grandísimas hazañas, grandezas y bajezas, no se consiguieron desde el siglo octavo al décimoquinto. Sinoi a posteriori. Claro, que tú muy probablemente seas más feliz pensando que todo es mentira, que estos quinientos años son una pesadilla, y que pronto volverá la verdadera España, la de la "convivencia idílica entre las tres culturas". Deseas quizás una sociedad abierta tras las rendijas de un burka, o una sociedad con las ventanas abiertas de par en par? Una laica y libre, o una sumisa y creyente bajo la amenaza de la apostasía. Quiero creer que deseas una sociedad libre, de creencias libres, de individuos libres, que acepte su legado histórico sin tachar de burdas mentiras lo que no le conviene a una parte de esa sociedad, porque ofende a su religión, a su historia, o ese creen. Todo el día lamentándose por la expulsión, por la Inquisición, por lo perdido, por lo añorado... a ver si tendré yo que partir con una bandera de la Legión a Flandes a reclamar la posesión de un país donde España hizo de las suyas, o al Potosí, a recoger lo que se nos olvidó. Hazteunl favor hombre, lee algo de interés.

  16. #16 AbdelRahman 24 de mayo de 2006


    José Luis Serrano, escritor: «'Zawi' es una epopeya de nuestros orígenes»

    El autor recupera la figura del mercenario de Almanzor «La Reconquista como leyenda nacional española no puede reconocer que Granada fue fundada en el siglo XI»


    Cultura > Literatura - 20/05/2006 | Inés Gallastegui

    Fuente: Ideal


    José Luis Serrano
    José Luis Serrano (Granada, 1960) presenta hoy en la Feria del Libro su última novela, 'Zawi', una epopeya protagonizada por el mercenario beréber reclutado por Almanzor que fundó Granada. Con este título de la colección histórica de Roca Editorial, el profesor de Derecho cambia de registro. El lanzamiento coincide con la edición en bolsillo de sus dos anteriores novelas, de género policiaco, 'Al amparo de la ginebra' (2000) y 'Febrero todavía' (2001).

    -Zawi Zirí no es una figura histórica muy conocida, aunque en el libro aparece como un personaje fundamental en la guerra de Córdoba y en la fundación del reino de Granada...

    -Probablemente es el fundador de Granada. Él toma una decisión muy importante: trasladar la población de Medina Elvira (en el término de Atarfe) a 8 kilómetros de distancia, frente a Garnata al Yahud. En efecto, no tiene ni siquiera una calle o una plaza.

    -¿Por qué?

    -Tiene una explicación muy simple: si Granada es la ciudad que cierra la Reconquista y no es la misma ciudad romana que se llamó Elvira, sino que probablemente es una fundación judía y después beréber del siglo XI, no pudo ser conquistada ni reconquistada, con lo que el mito entero se viene abajo. La Reconquista como leyenda nacional española necesita que Granada sea reconquistada; entonces no se puede reconocer que fue fundada en el siglo XI.

    -¿Cómo descubrió al personaje?

    -En las memorias de Abdalá, publicadas en Alianza con el título 'El siglo XI en primera persona'. Este libro aparece en 1930 en la mezquita de Fez y son las memorias del último rey zirí de Granada, expulsado por los almorávides en 1090, que escribe sus memorias desde el exilio en Marruecos. En estas memorias cuenta que fue Zawi quien decidió el traslado de la ciudad de Medina Elvira a Granada. Y hay un retrato curiosísimo de la sociedad de entonces: dice que los granadinos se llevaban tan mal que cada uno construía un baño para no coincidir con sus vecinos.

    -¿Qué hay de histórico y qué hay de novelesco en 'Zawi'?

    -Es legítimo leer novela histórica para aprender historia; es una lectura posible, pero no es la que yo quiero como autor. He escrito una novela y quiero que se lea como una novela. Más que una novela histórica, es una epopeya. El libro que yo he tenido delante para escribir es la 'Iliada'. Quiero que sea una especie de leyenda originaria, una forma de contar nuestros orígenes, como hacía Homero. La épica era un género literario, no científico, no histórico. Lo que pasa es que hay un montón de cosas que son verdad.

    -¿Zawi es un héroe valiente o un mercenario brutal?

    -Es un personaje que empieza cayéndome bien y termina cayéndome mal a lo largo de la novela, y me parece que los lectores van a tener la misma sensación. Él es un mercenario, pero detrás está una gran figura, el gran estadista que fue Almanzor. Éste cometió un error básico: traer mercenarios -por cierto de dos razas: vascos y cántabros del Norte y bereberes-, un ejército que acaba llevando a una guerra civil, la de 1009, comparable a la del 36, pero que no está en la historia que nos han enseñado.

    -¿Tuvo que investigar mucho para escribir esta obra?

    -Casi cuatro años. No hay demasiada documentación sobre la época. Pero el problema no era tanto ése como limpiar la lectura ideológica, las falsedades...

    -¿Cree que la novela puede aportar a los lectores una visión nueva sobre ese periodo histórico?

    -Habrá lectores a los que 'Zawi' les animará a buscar mis otras novelas, las policiacas, y a otros, a leer más historia, las memorias de Abdalá y el libro de Ignacio Olagüe 'La revolución islámica en Occidente' (editado en Francia como 'Los árabes nunca invadieron España').

    -Además de escribir novela histórica y policiaca, es profesor de la Facultad de Derecho.

    -Es el tercero en discordia. Ahora publico un libro de Teoría del Derecho y estoy muy ilusionado porque sale en una colección de temas científicos. Ya no sé es cómo desdoblarme... La verdad es que los libros te escriben a ti, no tú a ellos. Cuando un libro decide que va a ser escrito, te coge por banda y tú lo escribes. Y la sensación que tienes al final es que has hecho lo que tenías que hacer, porque el espíritu del libro te lo ha ordenado.

    -¿Aspira a dedicarse sólo a escribir y olvidarse de las clases?

    -Qué va, en absoluto. Yo soy universitario. La Universidad es una profesión en el sentido clásico del término: yo profeso en la Universidad. Y sin embargo la escritura es un oficio. Me imagino que si trabajase en una oficina de ocho a tres, sin demasiada vocación, estaría deseando dejarlo y dedicarme a escribir, pero en el caso de la Universidad no es así.

  17. #17 Gaditano 24 de mayo de 2006

    Señor Abdelrraman.

    Sigue sin responderme a mi duda:

    Hispanorromanos (nativos) = Trinitarios catolicos

    visigodos = Arrianos unitarios


    Me gustaria que me aclarase esto por favor.

    soy Andaluz y me gustaria saber algo mas.


    Aunque viendo su ultima intervencion se va por los cerros de Ubeda sin contestar ni aclarar nada.

    Me temo que usted, si es profesor, es de esos profesores que me toco sufrir en el instituto, nacionalista andaluz en donde en la epoca que tocaba estudiar el califato ..etc se le saltaban las lagrimas de orgullo por la arcadia perdida. que todo lo de Despeñaperros pa rriba era el "NORTE" (daba igual ser de Toledo o de Bilbao,..todo lo de arriba era el NORTE opresor y malvado), todo lo que vino del NORTE (una definicion asi como eterea..como Mordor) era malo, caca, galufo... solo Al-Andalus era perfecto Maravilloso, ..etc. Veia la cara de opresores de mis compañeros de clase, chicos de Madrid, Pais Vasco,..etc que vivian en Andalucia ante las tropelias de los profes de historia, muy progres ellos mezclando el comunismo con el andalucismo y con el islamismo,..etc. muchos de mis amigos procedentes de otras zonas (Madrid, Pais Vasco, Toledo, y yo mismo no soy andaluz 100%) se quejaban ...pero ay! ...te ganabas un 0 pelotero si contradecias al mufti andalusi recien convertido....

    en cualquier caso le pido que me conteste a lo anterior.

  18. #18 Cadwaladr 24 de mayo de 2006

    "El libro que yo he tenido delante para escribir es la 'Iliada'. Quiero que sea una especie de leyenda originaria, una forma de contar nuestros orígenes, como hacía Homero."

    "-Habrá lectores a los que 'Zawi' les animará a buscar mis otras novelas, las policiacas, y a otros, a leer más historia, las memorias de Abdalá y el libro de Ignacio Olagüe 'La revolución islámica en Occidente' (editado en Francia como 'Los árabes nunca invadieron España')."

    "'Al amparo de la ginebra' (2000)"

    Ahora fareccce gé lo entttiendo. hics.


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