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Texto retirado por el administrador Silberius
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Retazos de ideas en los tiempos vertiginosos que vivimos.

Hace mucho tiempo que deje de leer publicaciones de tipo ecologista o naturalista a las que fui muy aficionado en mi lejana juventud. La razón, aunque tenían razón, por la que dejé de hacerlo fue por el mal cuerpo y la mala leche que se me ponía cada vez que hojeaba una de estas revistas. El no va más del mal cuajo se me ponía al llegar a la sección de denuncias. Allí estaba escrito lo que yo iba observando en mis salidas al monte. Afortunadamente, aunque la voracidad de los grupos empresariales megamultinacionales es inmensa y despiadada, cada vez observo un número mayor de personas que comienzan a ser conscientes del gran engaño al que nos tienen sometidos. El sistema comercial-consumo-capitalista nos obliga en progresión geométrica a padecer unas condiciones de vida absurdas, que en el fondo no llegan a satisfacer nuestros deseos reales. No hace falta explicar más para quien sabe someramente de que hablo. Quien no lo sepa, posiblemente sueñe con que su felicidad llegará cuando tome posesión de las llaves del adosado, acompañado del lote: pareja, niño, perro, monovolumen y buhardilla convertida en estudio. Bien. Pues entre este gran hormiguero del sistema capitalista (los comunistas eran abejas), resulta que cada vez hay más libelulas. Algunas religiones centenarias como el catolicismo, ante la duda de modernizarse o morir, han entrado dentro de la rueda mercantilista, utilizando sin tapujos los medios de idiotización del sistema "trabaja-gasta-trabaja". Mientras, las pobres ovejas, desamparadas buscan algún pastor nuevo para organizar el rebaño. Algunas balan hacia oriente, hacia los dioses precolombinos, las energías visibles y no visibles y algunas incluso están esperándo esa nave de extraterrestres sabios que los libere de tanta tontería e infelicidad. Acostumbrados a que nos prepararan espacios sagrados, mientras otros se encargaban de especular con los terrenos no sagrados, estamos desorientados en la busqueda de la magia y el estar bien. Ya se ha dado el pistoletazo de salida para la busqueda de las ovejas desperdigadas por el campo; el pastor más agudo se llevará mayor rebaño.

Timidamente, se habla de politeismo. Muchas miradas se dirigen a las ideas naturalistas de los antiguos europeos precristianos. La idea es atractiva. pero quizás no se trate solamente de buscar lugares y objetos sagrados, sino en comprender la sacralidad de todo. La idea de que vivimos en un mundo sagrado, animado. Recuperar de alguna manera esa vida simple y rica, con la experiencia de lo vivido en los ultimos tiempos tan vibrantes; con toda la información que tenemos. Alguien tiene que descubrir el inicio de esa senda. Nuestro futuro pasa obligatoriamente por idea de mundo en que arrasar un bosque sea un verdadero sacrilegio.


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  1. #1 Euskera 27 de abr. 2005

    FLOR de la MADRESELVA/JAINKOAREN ATZAMARRAK o “los dedos de Dios”. Así interpretaban nuestros antepasados los fenómenos de la naturaleza a la que se acercaban con harta ternura y poesía. La naturaleza es la MADRESELVA que extiende sus ramas, trepa y avasalla todo con su fecundidad, su perfumada FLOR se abre como los “dedos” de la mano y por eso se llaman “dedos de Dios” JAINKOAREN ATZAMARRAK. Puedes livar de esa flor madura, cual aveja, la tomas en la mano, desgajas un dedo divino, lo pruevas por la trompilla y sabe a néctar. Esa MADRESELVA de dedos de néctar es una diosa acogedora, esos “dedos de dios” JAINKOAREN ATZAMARRAK son una interpretación de la sabiduría popular que al mismo tiempo que intima con la naturaleza de la que se siente hij@ y encuentra en ella los “vestigios” atzak “dedos” de Dios. De ahí que colija con facilidad que la “Mater Amabilis” es la Madre de Dios de los cristianos, como en la Mitología de nuestros antepasados mediterraneos. La palabra misma del Evangelio se hacerca a la Naturaleza, vía obligada, para explicarnos la idea de Dios. Cualquiera estructura religiosa de poder o dirijismo que nos apartara de la Creación y su mensaje natural, no sería una religión de salvación. Muchos de los que han abandonado el seguimiento de Cristo siguen interesándose, en cambio, por el misterio de la naturaleza creada y esta vía, llámese de la ecología, será capaz de reencontrar a la Mater Amabilis del Dios humanizado que asegure nuestra SALAción.

  2. Hay 1 comentarios.
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