Autor: A.M.Canto
sábado, 12 de mayo de 2007
Sección: Artículos básicos para iniciarse
Información publicada por: A.M.Canto
Mostrado 99.498 veces.


Ir a los comentarios

El testamento del cerdito Corocotta

Al hilo de un debate sobre el bandolero Corocotta, que en un libro de inmediata aparición se insiste en presentar como un caudillo de la resistencia cántabra frente a Roma, parece interesante divulgar y traducir un poco conocido y cómico texto latino: el Testamentum Porcelli, de autor anónimo y mediados del siglo IV d.C. , cuyo protagonista es un infeliz cerdito, natural de África y con ese mismo nombre.

Nota.- Artículo de febrero de 2005, a partir de un debate de febrero de 2004, en http://www.celtiberia.net/verrespuesta.asp?idp=3349
.........

Al hilo de un debate aquí mismo sobre el bandolero Corocotta, que en un libro de inmediata aparición (“de Historia", según El Magazine de “El Mundo”) se insiste en elevar a los altares de la resistencia cántabra frente a Roma, parece interesante divulgar un poco conocido y cómico texto latino: el Testamentum Porcelli, de autor anónimo y mediados del siglo IV d.C. El nombre del suido protagonista es –y no parece que casualmente– M. Grunnius Corocotta, el segundo nombre de animal, africano y bastante poco adecuado para un caudillo militar (sería algo como "La Hiena").

Para mayor comodidad de los lectores menos acostumbrados a la lengua latina, he separado los párrafos, insertando su respectiva traducción.

Incipit testamentum porcelli.
Aquí comienza el testamento del cerdito.

M. Grunnius Corocotta porcellus testamentum fecit. Quoniam manu mea scribere non potui, scribendum dictavi.
El cerdito Marco Gruñón Corocotta hizo testamento. Ya que no podía escribirlo de mi propia mano, lo dicté para que lo escribieran.

Magirus cocus dixit 'veni huc, eversor domi, solivertiator, fugitive porcelle, et hodie tibi dirimo vitam'. Corocotta porcellus dixit 'si qua feci, si qua peccavi, si qua vascella pedibus meis confregi, rogo, domine coce, vitam peto, concede roganti'. Magirus cocus dixit 'transi, puer, affer mihi de cocina cultrum, ut hunc porcellum faciam cruentum'.
Cocinador, el cocinero, dijo: "Ven aquí, destructor de la casa, hocicador de suelos, cochino huidizo, que hoy voy a acabar con tu vida". El cerdito Corocotta dijo: "Por favor, si hice algo malo, si en algo pequé, si rompí con mis patas la vajilla, ay, señor mío cocinero, te pido que me perdones la vida, sé indulgente con el que te ruega". Cocinador el cocinero dijo: "Ve, pinche, y acércame un cuchillo de la cocina, que voy a rajar y desangrar a este cerdo".

Porcellus comprehenditur a famulis, ductus sub die XVI kal(endas) Lucerninas (1), ubi abundant cymae, Clibanato et Piperato consulibus. Et ut vidit se moriturum esse, horae spatium petiit et cocum rogavit, ut testamentum facere posset. Clamavit ad se suos parentes, ut de cibariis suis aliquid dimitteret eis.
El cerdito fue atrapado y conducido por los criados el decimosexto día antes del mes de las Lamparillas (1), cuando abundan los repollos, en el año de los cónsules Horneado y Pimentado. Cuando comprendió que iba a morir, solicitó una hora de tiempo y rogó al cocinero que le permitiera hacer su testamento. A voces llamó junto a sí a su familia, para que cada uno recibiera algo de sus provisiones.

Qui ait: “Patri meo Verrino Lardino do lego dari glandis modios XXX, et matri meae Veturinae Scrofae do lego dari Laconicae siliginis modios XL, et sorori meae Quirinae, in cuius votum interesse non potui, do lego dari hordei modios XXX. Et de meis visceribus dabo donabo sutoribus saetas, rixoribus capitinas, surdis auriculas, causidicis et verbosis linguam, bubulariis intestina, isiciariis femora, mulieribus lumbulos, pueris vesicam, puellis caudam, cinaedis musculos, cursoribus et venatoribus talos, latronibus ungulas. Et nec nominando coco legato dimitto popiam et pistillum, quae mecum attuleram de Thebeste usque ad Tergeste (2) : Liget sibi collum de reste!”
Y así dice: “A mi padre, Verraco Mantecoso, doy y lego para que le entreguen 30 medidas de bellotas, y a mi madre, Lechona Viejecita, doy y lego para que le entreguen 40 medidas de trigo candeal de Laconia; a mi hermana Romulina, a cuyas bodas no pude asistir, doy y lego para que le entreguen 30 medidas de cebada. Igualmente daré y donaré de lo mío más íntimo: a los zapateros mis cerdas, a los pendencieros mi hocico, a los sordos mis orejas, mi lengua a los picapleitos y charlatanes, mis intestinos a los embuchadores de carne de buey, mis muslos a los saladores de jamones, mis sedes sexuales a las mujeres, a los muchachos mi vejiga, a las muchachas mi colita, mis músculos a los mariquitas, mis fuertes tobillos a corredores y cazadores, a los ladrones mis pezuñas. Y, sin citarlo por su nombre, dejo como legado al cocinero el mortero y la mano de mortero que me había traído conmigo desde Thebeste hasta Tergeste (2) : ¡Ojalá que se ahorque de una ristra de ajos!”

“Et volo mihi fieri monumentum ex litteris aureis scriptum:
M. Grunnius Corocotta porcellus
vixit annis DCCCC . XC . VIIII . S .
quod si semis vixisset,
mille annos implesset.”

“Y quiero que se me erija un monumento fúnebre, con esta inscripción en letras de oro:
«(Aquí yace) Marco Gruñón Corocotta, cerdito,
vivió 999 años y medio
si hubiese vivido medio más,
habría completado los mil años»”

“Optimi amatores mei vel consules vitae, rogo vos ut cum corpore meo bene faciatis, bene condiatis de bonis condimentis nuclei, piperis et mellis, ut nomen meum in sempiternum nominetur. Mei domini vel consobrini mei, qui testamento meo interfuistis, iubete signari.' “
“A los que más me aman o a los que habéis decidido sobre mi vida, os ruego que hagáis algo bueno con mi cuerpo, que condimentéis mis partes blandas con buenas especias, pimientas y mieles, para que mi nombre sea recordado por siempre. Dueños míos y parientes, que habéis asistido al acto de mi testamento, haced el favor de firmarlo”.

Lardio signavit. Ofellicus signavit. Cyminatus signavit. Lucanicus signavit. Tergillus signavit. Celsinus signavit. Nuptialicus signavit.
Firmó Mantecón. Firmó Bocadito de Carne. Firmó Asado al Comino. Firmó Asado a la Lucana. Firmó Asado a la Espalda. Firmó Asado al Celso. Firmó Asado Nupcial.

Explicit testamentum porcelli sub die XVI kal(endas) Lucerninas Clibanato et Piperato consulibus feliciter.
Aquí termina felizmente el testamento del cerdito, hecho el día decimosexto antes del mes de las Lamparillas del año del consulado de Horneado y Pimentado.

.............

(1) Debe tratarse del 17 de enero, lo que coincide con la época tradicional de la matanza y con la abundancia de repollos o coles.

(2) He seguido la versión latina comúnmente establecida excepto en estos dos puntos gráficos, que suelen figurar así: dimitto popiam et pistillum quae mecum attuleram : de Thebeste usque ad Tergeste liget sibi collum de reste!; coloco los dos puntos tras Tergeste, puesto que no tiene sentido "ahorcarse desde Thebeste hasta Tergeste", y en cambio sí lo tiene que en algún lugar del texto el cerdito deje constancia de su ciudad de origen y de aquélla en la que vino a morir, tal como muchas veces se documenta en los epitafios reales.

................

Esta curiosa composición es de autor anónimo, y se data hacia el año 350 d.C. Fue muy popular en su momento, ya que San Jerónimo, en la introducción al libro XII de sus “Comentarios al profeta Isaías”, la menciona de este modo: Testamentum Grunnii Corocottae porcelli decantant in scholis puerorum agmina cachinnantium (“legiones de niños, riéndose a carcajadas, recitan cantando en las escuelas el testamento del cerdito Gruñón Corocotta”). Esta popularidad denota posiblemente una mayor antigüedad de la obrita.

Se trata del remedo cómico del acto legal romano de redacción de un testamento, dejando legados y asegurándose de la construcción del mausoleo con su correspondiente inscripción.

Muchos de los términos y nombres que aparecen en el texto son puras invenciones ad hoc, inexistentes en latín, que he traducido de forma aproximada, como los siete “testigos firmantes” (que realmente eran requeridos para dar validez legal a los testamentos), que imagino representan diferentes formas de guisar el cerdo en época romana, aunque pueden transcribirse también de forma directa (Lardión, Ofélico, Cuminato, Lucánico, Tergilo, Celsino, Nupciálico). O el apellido "familiar" del marrano, Grunnius, que es claramente alusivo al peculiar sonido emitido por estos animales.

..........

Texto y contexto harán más fácil valorar el sobrenombre que sigue a Grunnius, "Corocotta", que es el mismo del ladrón (lestés en griego) citado por Dión Casio (56, 43, 3) no como hispano, sino como “en Hispania”, en relación con una mera anécdota durante una de las estancias de Augusto aquí. Se trata de un bandolero que viene, asombrosamente, siendo considerado, incluso por profesionales y autores de libros, como “un héroe de la resistencia cántabra contra Roma”. Acaba de ser objeto de un artículo anunciando un libro a punto de salir, y que el diario "El Mundo" juzga una obra de “Historia”
(véase http://www.elmundo.es/magazine/2005/281/1108493676.html).

Por el contrario, el nombre “Corocotta”, como puede comprobarse por este Testamentum Porcelli, se consideraba en época romana carente de seriedad y era usado en tono burlón. Podría traducirse como “La Hiena”, un nombre muy apropiado para ser el apodo del jefe de una banda de ladrones.

Sabemos por Plinio el Viejo, que lo comenta en su excurso acerca de las hienas (Naturalis Historia, VIII, 107), que la corocotta era un híbrido similar a aquéllas y originario del África nororiental: Huius generis coitu leaena Aethiopica parit corocottam, similiter voces imitantem hominum pecorumque (“de una unión de este tipo la leona etiópica pare a la ‘corocotta’, que tiene la facultad de imitar las voces de hombres y ganados”). Algunos epígrafes apuntan también a este origen para el nombre mismo.

Junto a la ausencia de mención en Dión Casio de que el tal bandolero fuera hispano, hay algo importante en el texto que presentamos que ayuda a reforzar nuestra hipótesis de que este personaje, convertido entre nosotros en cántabro (posiblemente por un comentario bastante desaforado de Adolf Schulten), fuera en realidad africano: En una parte de sus legados, el cerdito Corocotta dice que deja al cocinero el almirez y la mano del mismo, “que me había traído conmigo desde Thebeste hasta Tergeste” (2). Esto indica claramente que la ciudad en la que vivía y fue sacrificado era Tergeste (la actual Trieste en Italia), mientras que su patria de origen era Thebeste, ciudad próxima a Cartago, en el moderno Túnez. Por lo tanto, dado el contexto onomástico de la obrita, es claro que el anónimo autor buscó para el cerdo un cognombre que no sólo moviera a la risa, sino que expresara un origen típicamente africano, y éste fue Corocotta.

De tal modo que resulta pintoresco que un individuo de este mismo nombre, que el historiador Dión Casio describe como poco honorable (pues se presenta a cobrar su propia recompensa) y posiblemente no hispano, acabe siendo para nuestra Historia Antigua un “valeroso guerrero cántabro contra el Imperio de Roma” o El último soldurio. El caudillo hispano que resistió a los romanos, que tal es el nada equívoco título del libro de Javier Lorenzo próximo a aparecer y encomiado como histórico en el citado magazine cultural. Y por más que (dicho sea de paso) soldurius sea un tipo de guerrero que Julio César (De bello Gallico III, 22) cita sólo en relación con la Galia Aquitana, mientras que su equivalente hispano, en todo caso, eran los devoti, practicantes de la famosa devotio iberica.

Quede aquí al menos esta contribución, esperando que ayude a contener la extensión en la sociedad de otro error histórico, y para mayor documentación de lo que no es más que un tópico nacionalista sin base histórica alguna. Convendrá añadir que nada en absoluto tenemos contra el autor, e incluso tampoco contra su obra, siempre que se presente como lo que realmente es: uno de tantos relatos de ficción ambientados en la Antigüedad que tanto furor hacen en estos tiempos.


© De la transcripción latina:
http://www.fh-augsburg.de/~harsch/Chronologia/Lspost04/Porcellus/por_test.html (excepto el detalle indicado en la nota 2)
© De la traducción española y comentarios: Alicia M. Canto, para Celtiberia.net.

Bibliografía complementaria:
"Testamentum porcelli", en: Petronii opera, ed. F. Bücheler, Berlín, 1922.
El testamentum porcelli: introducción, texto, traducción y notas de A. D’Ors, Est. Clás., Supl. Ser. de Textos 3, Madrid, 1953 (cf. Revue Internationale des Droits de l’Antiquité. Tome II, 1955, pp. 219-236).
R. Herzog y P.L. Schmidt, J. Divjak, Handbuch der lateinischen Literatur der Antike. Restauration und Ernuerung : Die lateinische Literatur von 284 bis 374 n. Ch., vol. 5, Munich, 1989, nº 550.2.

Debate en este mismo portal: http://www.celtiberia.net/verrespuesta.asp?idp=3349

P.D.- Quizá el cerdito Corocotta hubiera preferido ser sacrificado en nuestros tiempos, ya que al menos (se supone que) se les aturde, por electricidad o por inhalación de dióxido de carbono, antes de abrirlos en canal para su desangramiento... aún vivos:
http://www.3tres3.com/comportamiento/ficha.php?id=32
http://www.3tres3.com/comportamiento/ficha.php?id=33&PHPSESSID=
31eb711fe0b6cc973283b704c9cc6156


Comentarios

Tijera Pulsa este icono si opinas que la información está fuera de lugar, no tiene rigor o es de nulo interés.
Tu único clic no la borarrá, pero contribuirá a que la sabiduría del grupo pueda funcionar correctamente.


  1. #1 A.M.Canto 31 de mar. 2005

    diviciaco: Casi todo está en la Red, ya veo que está en el Oxford Dictionary:
    "Bookcrossing
    n. the practice of leaving a book in a public place to be picked up and read by others, who then do likewise."
    http://www.askoxford.com/pressroom/archive/coed11new/

  2. #2 A.M.Canto 02 de abr. 2005

    Para D. Javier Lorenzo (a) Corcontas:

    Sin saber nada de Psicología, y dado que en ningún mensaje le he insultado a Ud., ni he sido "petulante", "presuntuosa", ni “engreída”, como aquí arriba lo puede comprobar cualquiera y en el acto (sobre todo 09/03/2005, 16:49:01, 09/03/2005 17:25:16 y 14/03/2005 1:08:47), resulta transparente que en realidad a Ud. "se le acaba la paciencia" porque le he vuelto a demostrar que sus afirmaciones sobre "el ritual del canibalismo vascón" y su "pervivencia hasta la Edad Media", así como las citas de los autores que Ud. nombraba para apoyarse (Juvenal y Salustio), eran completamente falsas (aunque ahora trate de recular, lo que resulta aún más penoso). Y, claro, al quedar una vez más en evidencia y no tener testimonios para defender lo que aseguró, no le queda otra que pasar al argumento ad hominem (en este caso ad mulierem). Que, como es bien sabido, es el último recurso del que carece de otros y además no sabe resistir un debate científico.

    Ya le predije que su obra sería un gran éxito, y que "andaría por ahí firmando ejemplares", lo que resulta ser así. Y llegará a la 10ª edición, eso seguro, porque ¿cuántos de sus compradores pueden saber que los soldurios eran galos, no hispanos, o que “el tal ladrón Corocotta” ni siquiera es citado dentro de los libros de las guerras cántabras? ¡Pero si hasta mi antiguo maestro Blázquez (al que no puede Ud. conocer mejor que yo) le presentó con entusiasmo! (Corcontas 09/03/2005 14:37:56) ... “hasta el punto de decir (a mí me asombró la osadía, he de reconocer) que todo cuanto aparecía en esas páginas "era verdad". Yo no llego a tanto...” (o sea, ni Ud. mismo le creyó). Así que tiene Ud. todos los hados a favor, hombre, ¡disfrute del momento, qué más da cuál sea la verdad!

    Como comprenderá, no voy a caer ingenuamente en los defectos que Ud. me imputa sacando aquí a la palestra mis pobrecicos librillos y artículos científicos, 16 de ellos en relevantes revistas extranjeras (aunque dudo de que le interese, le pondré sólo un ejemplo, un artículo de 100 páginas recién publicado en Lisboa, sólo para que se haga Ud. una ligera idea: www.ipa.min-cultura.pt/pubs/RPA/v7n2/14.pdf). Si Ud. no me conoce más que de aquí, eso mismo es “confesión de parte” de que Ud. se mueve muy poco por los medios serios de la Historia Antigua, la Arqueología y la Epigrafía. Y no lo diga para vanagloriarse, que no le conviene andar reconociendo este tipo de lagunas, ni “ofende el que quiere”, como dice el viejo y sabio refranero hispánico. Y no porque lo que escribo desde 1973 sea bueno o malo, sino porque existe y Ud. no lo sabe.

    Mire Ud.: Una de las cosas que caracteriza a los investigadores de verdad (dicho sin ánimo de ofender) es que no nos dedicarnos a escribir "novelas históricas", ni publicamos “best-sellers”, ni nos mueve el interés de hacernos ricos. ¿O cree Ud. que las grandes editoriales se nos disputan? Es más, los grandes maestros, bastantes, que he conocido y tratado, no solían ni siquiera escribir en revistas de divulgación, salvo que estuvieran muy apurados de dinero.

    A mí sí me gusta divulgar, de toda la vida, y además lo considero un deber, a causa de los muchos errores y tópicos que existen en la Historia Antigua de España, como su propio libro demuestra. Y por eso ando por aquí, no por las causas que a Ud. se le ocurren, y que ponen de relieve un evidente mal gusto.

    Y vea cómo he conseguido escribir todo esto sin insultarle a Ud. ni una sola vez.

    P.D.- Hartza, Hannón, diviciaco, Jugimo, Frodo: muchas gracias.

  3. #3 A.M.Canto 02 de abr. 2005

    Pero, Sr. Lorenzo, ¡qué entretenido es ver cómo "repella" Ud. sus errores sobre la marcha! Arriba, aquí mismito, escribió Ud. (13/03/2005 23:54:02): "y esto es de sentido común, si Augusto como emperador sólo fue en una ocasión a Hispania... y esto fue con motivo de las guerras cántabras, ¿en qué otro momento sino en ése puedo encontrarse con un personaje como Corocotta?....

    Grueso error, que afecta a su teoría y que le pasé a aclarar (14/03/2005 1:08:47): "4) Augusto vino más veces a Hispania como emperador, quizá algo del año 15, el año 14 a.C. y parte del 13 a.C., cuando volvió a Roma, se lo pasó en Hispania, reorganizando, asentando veteranos y fundando colonias..., lo cuenta él mismo en sus Res Gestae..."

    Por eso es cómico que sea Ud. el que me “informe” hoy a mí de las Res Gestae... pero, para su mala suerte, lo planta en el contexto de la obra de Dión Casio, no en la de Augusto (Hoy, a las 13:27): "¿Es posible que en las Res Gestae aparezca el nombre de Corocotta dos capítulos más tarde sólo porque el autor no quería repetir dos veces el mismo episodio y le pareció mejor incluirlo en la parte dedicada a mostrar la magnanimidad y grandeza de Augusto?...", donde, además de confundir las obras (y los “capítulos”, que son “libros”), porque, obviamente, Augusto en sus Res Gestae no cita a nuestro Corocotta (¡sólo faltaba!), aprovecha Ud. algo que le dijo diviciaco hace unos días (09/03/2005 17:18:24 ), cuando él le aclaraba que “No es cierto tampoco que esos testimonios y comentarios (puedes dejarlo en comentario, pues sólo hay uno al respecto por parte de Dion Casio) se inserten en las guerras cantabro-astures[...] Dion Casio habla de estas guerras en el libro 53, (con alguna breve mención en el 54) en tanto que relata esta anécdota -en el marco de una ponderación de la clemencia de Augusto- en el libro 56 sin relación alguna con las guerras cántabras....” Ahora esta idea también se ha vuelto suya, y la utiliza para dar una alternativa. Es muy bueno el procedimiento, ¡pero no lo haga en la misma página donde estén escritos los antecedentes!

    En fin, Sr. Lorenzo, Ud. solito ha demostrado que cree que el libro de Dión Casio sobre cuya frase y media “histórica” monta su novela, se llama “Res Gestae”. ¿Y ahora, qué hacemos?

  4. #4 A.M.Canto 02 de abr. 2005

    [Repito el mensaje, que queda muy incómodo de leer por mi error en un triangulillo]

    Pero, Sr. Lorenzo, ¡qué entretenido es ver cómo "repella" Ud. sus errores sobre la marcha! Arriba, aquí mismito, escribió Ud. (13/03/2005 23:54:02): "y esto es de sentido común, si Augusto como emperador sólo fue en una ocasión a Hispania... y esto fue con motivo de las guerras cántabras, ¿en qué otro momento sino en ése puedo encontrarse con un personaje como Corocotta?....

    Grueso error, que afecta a su teoría y que le pasé a aclarar (14/03/2005 1:08:47): "4) Augusto vino más veces a Hispania como emperador, quizá algo del año 15, el año 14 a.C. y parte del 13 a.C., cuando volvió a Roma, se lo pasó en Hispania, reorganizando, asentando veteranos y fundando colonias..., lo cuenta él mismo en sus Res Gestae..."

    Por eso es cómico que sea Ud. el que me “informe” hoy a mí de las “Res Gestae”... pero, para su mala suerte, lo planta en el contexto de la obra de Dión Casio, no en la de Augusto (Hoy, a las 13:27): "¿Es posible que en las Res Gestae aparezca el nombre de Corocotta dos capítulos más tarde sólo porque el autor no quería repetir dos veces el mismo episodio y le pareció mejor incluirlo en la parte dedicada a mostrar la magnanimidad y grandeza de Augusto?...", donde, además de confundir las obras (y los “capítulos”, que son “libros”), porque, obviamente, Augusto en sus Res Gestae no cita a nuestro Corocotta (¡sólo faltaba!), aprovecha Ud. algo que le dijo diviciaco hace unos días (09/03/2005 17:18:24 ), cuando él le aclaraba que “No es cierto tampoco que esos testimonios y comentarios... se inserten en las guerras cantabro-astures[...] Dion Casio habla de estas guerras en el libro 53, (con alguna breve mención en el 54) en tanto que relata esta anécdota -en el marco de una ponderación de la clemencia de Augusto- en el libro 56 sin relación alguna con las guerras cántabras....” Ahora esta idea también se ha vuelto suya, y la utiliza para dar una alternativa. Es muy bueno, el procedimiento, ¡pero no lo haga en la misma página donde estén escritos los antecedentes!

    En fin, Sr. Lorenzo, Ud. sólo deja al descubierto que cree que el libro de Dión Casio sobre cuya frase y media “histórica” monta su novela, se llama “Res Gestae”. ¿Y ahora, qué hacemos?

  5. #5 giorgiodieffe 15 de jun. 2005

    diviciaco: pero existe tambien en castellano, segun el drae

    gocho.
    (Voz con que se llama al cerdo).
    1. m. coloq. cerdo (ǁ mamífero artiodáctilo).

    Real Academia Española © Todos los derechos reservados

    no veo como pueda ser onomatopeico

    como se dice el ingles oink oink en espana?

  6. #6 A.M.Canto 20 de jun. 2005

    Jeromor: A ver, que esto me interesa mucho aclararlo, porque afecta a uno de mis más queridos "leitmotiven": el respeto al "cuique suum" (o sea: "A cada uno, lo suyo"):

    Ud. sí dijo esto, en febrero de este año, a lo que le contesté, viendo que Ud. sugería también un origen en "quercus" (Jeromor 22/02/2005, 12:28:15: "del lat. quercus,'encina', corcota> corocotta, '¿bellotero?'"), esto:

    "Jeromor: Sí, el nombre mismo debe proceder del azafrán, seguramente por el pelaje típico de la hiena." (A.M.Canto 23/02/2005, 8:48:36).

    ¿Y por qué el afirmarlo con cierta seguridad? Porque un año antes (perdón), en febrero de 2004, ya lo había yo planteado, en el foro"Corocotta y Schulten", contestando a diviciaco, tal que así:

    A.M.Canto (10/02/2004):
    "Además, su nombre tampoco sería autóctono: Krokótas es de origen griego, palabra documentada desde el siglo IV a.C. En época romana, al adaptarla, se le genera la primera o (como en el caso de kroko-dilus).
    Se me ocurre que debe venir de crocum, esto es, el azafrán, y de ropa de este color había telas (como ahora) en India (los lamas), de donde los autores (no sólo Plinio y Casio, también Estrabón y otros) dicen que era originaria la hiena, que tiene también esos tonos como anaranjados.
    Un último recurso sería pensar que nuestro bandolero era pelirrojo... y fiero o cruel como la hiena."
    http://www.celtiberia.net/verrespuesta.asp?idp=3349, donde lo puede Ud. comprobar.

    Así que no se preocupe, Jeromor, que, si dije que lo dije, es porque lo dije ;-). De todos modos, seguro que a alguien que aún no sepamos (y antes que al austríaco que ha surgido ahora) se le pudo ocurrir antes, porque la verdad es que la relación entre el color del crocus y el de la corocotta no es tan difícil de asociar; no le doy mucho más mérito, tampoco para mí misma, por supuesto, aunque sí la precedencia aquí, si me lo permite.

  7. #7 jeromor 20 de jun. 2005

    Es verdad, lo siento, no me acordaba del otro foro anterior. Si alguien se lee ambos foros se encontrará verdaderos artículos colectivos, en los que cada uno da datos que otros aprovechan para ir avanzando.
    Del tema queda haciendo un resumen que corocotta es el nombre de la hiena o animal híbrido africano o hindú, que el animalario mítico antiguo hacía imitar la voz humana (similiter voces imitantem hominum pecorumque.diviciaco 10/023/2004) y de allí seguramente procede el nombre del cerdito, M. Gruño Corocotta, que puede hablar.
    En cuanto al " bandido en Hispania" no hay que olvidar que existen aquí paralelos, puestos de manifiesto por Gausón (07/02/2004) "la raíz Coroc-, que se encuentra en los nombres Coruc-us, Coroc-aucus, en Lusitania, donde existe también Corocuta (CIL., II, 550), que viene a ser lo mismo que corocotta". Es posible que en el nombre del bandido, quizás de origen céltico, Dión Casio quiso ver el de un ladrón con apodo tan esclarecedor como el Hiena, o es posible que los propios romanos, quizás modificando ligeramente su nombre, le llamaran así.

  8. #8 A.M.Canto 20 de jun. 2005

    Algunas pequeñas discrepancias con el resumen:

    1) Sobre el celtismo del nombre: Ya que Holder que, como bien sabe, era un experto de primera línea precisamente en céltico antiguo, no lo veía tan claro, ya que, como recuerda Weber (supra), lo daba como "fraglich", o sea, "dudoso". Y es que, para considerarlo céltico, es un buen problema el que esté documentado en griego mucho antes, y en las Indica, como escribí ya no me acuerdo en qué momento y lugar de estos debates.

    2) El que estén documentados nombres sólo "parecidos" en Hispania (Corocaudius, Corocuta y Corocca) no es tan significativo, pues los hay idénticos en Roma (por ejemplo los grafitos que cita Weber). Estos nombres podían derivar sólo del elemento croc-, como "rubios, pelirrojos". Pero, si nos fijamos en el nombre mismo, la realidad es que, además de los de Roma y de nuestro cerdito, que posiblemente era de Thebeste, el único epígrafe con el nombre idéntico es también del norte de África, de donde era el bicho en cuestión, este epitafio infantil procedente de Qasr Lemsa (ant. Limisa), en el África Proconsular:
    D(is) M(anibus) s(acrum) / Maracutzilus / Corocotta p(ius) v(ixit) a(nnos) / V m(enses) V d(ies) II h(ic) s(itus) e(st). (AE 1996, 1708).

    3) La idea del apodo puesto por los romanos, que expresó diviciaco (10/02/2004), no es verificable, ni en realidad necesaria, ya que el nombre existe fuera, y Dión sugiere, por lo 500 veces dicho, que el bandido no era hispano.

  9. Hay 8 comentarios.
    1

Si te registras como usuario, podrás añadir comentarios a este artículo.

Volver arriba