Autor: A.M.Canto
sábado, 12 de mayo de 2007
Sección: Artículos básicos para iniciarse
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El testamento del cerdito Corocotta

Al hilo de un debate sobre el bandolero Corocotta, que en un libro de inmediata aparición se insiste en presentar como un caudillo de la resistencia cántabra frente a Roma, parece interesante divulgar y traducir un poco conocido y cómico texto latino: el Testamentum Porcelli, de autor anónimo y mediados del siglo IV d.C. , cuyo protagonista es un infeliz cerdito, natural de África y con ese mismo nombre.

Nota.- Artículo de febrero de 2005, a partir de un debate de febrero de 2004, en http://www.celtiberia.net/verrespuesta.asp?idp=3349
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Al hilo de un debate aquí mismo sobre el bandolero Corocotta, que en un libro de inmediata aparición (“de Historia", según El Magazine de “El Mundo”) se insiste en elevar a los altares de la resistencia cántabra frente a Roma, parece interesante divulgar un poco conocido y cómico texto latino: el Testamentum Porcelli, de autor anónimo y mediados del siglo IV d.C. El nombre del suido protagonista es –y no parece que casualmente– M. Grunnius Corocotta, el segundo nombre de animal, africano y bastante poco adecuado para un caudillo militar (sería algo como "La Hiena").

Para mayor comodidad de los lectores menos acostumbrados a la lengua latina, he separado los párrafos, insertando su respectiva traducción.

Incipit testamentum porcelli.
Aquí comienza el testamento del cerdito.

M. Grunnius Corocotta porcellus testamentum fecit. Quoniam manu mea scribere non potui, scribendum dictavi.
El cerdito Marco Gruñón Corocotta hizo testamento. Ya que no podía escribirlo de mi propia mano, lo dicté para que lo escribieran.

Magirus cocus dixit 'veni huc, eversor domi, solivertiator, fugitive porcelle, et hodie tibi dirimo vitam'. Corocotta porcellus dixit 'si qua feci, si qua peccavi, si qua vascella pedibus meis confregi, rogo, domine coce, vitam peto, concede roganti'. Magirus cocus dixit 'transi, puer, affer mihi de cocina cultrum, ut hunc porcellum faciam cruentum'.
Cocinador, el cocinero, dijo: "Ven aquí, destructor de la casa, hocicador de suelos, cochino huidizo, que hoy voy a acabar con tu vida". El cerdito Corocotta dijo: "Por favor, si hice algo malo, si en algo pequé, si rompí con mis patas la vajilla, ay, señor mío cocinero, te pido que me perdones la vida, sé indulgente con el que te ruega". Cocinador el cocinero dijo: "Ve, pinche, y acércame un cuchillo de la cocina, que voy a rajar y desangrar a este cerdo".

Porcellus comprehenditur a famulis, ductus sub die XVI kal(endas) Lucerninas (1), ubi abundant cymae, Clibanato et Piperato consulibus. Et ut vidit se moriturum esse, horae spatium petiit et cocum rogavit, ut testamentum facere posset. Clamavit ad se suos parentes, ut de cibariis suis aliquid dimitteret eis.
El cerdito fue atrapado y conducido por los criados el decimosexto día antes del mes de las Lamparillas (1), cuando abundan los repollos, en el año de los cónsules Horneado y Pimentado. Cuando comprendió que iba a morir, solicitó una hora de tiempo y rogó al cocinero que le permitiera hacer su testamento. A voces llamó junto a sí a su familia, para que cada uno recibiera algo de sus provisiones.

Qui ait: “Patri meo Verrino Lardino do lego dari glandis modios XXX, et matri meae Veturinae Scrofae do lego dari Laconicae siliginis modios XL, et sorori meae Quirinae, in cuius votum interesse non potui, do lego dari hordei modios XXX. Et de meis visceribus dAbo donAbo sutoribus saetas, rixoribus capitinas, surdis auriculas, causidicis et verbosis linguam, bubulariis intestina, isiciariis femora, mulieribus lumbulos, pueris vesicam, puellis caudam, cinaedis musculos, cursoribus et venatoribus talos, latronibus ungulas. Et nec nominando coco legato dimitto popiam et pistillum, quae mecum attuleram de Thebeste usque ad Tergeste (2) : Liget sibi collum de reste!”
Y así dice: “A mi padre, Verraco Mantecoso, doy y lego para que le entreguen 30 medidas de bellotas, y a mi madre, Lechona Viejecita, doy y lego para que le entreguen 40 medidas de trigo candeal de Laconia; a mi hermana Romulina, a cuyas bodas no pude asistir, doy y lego para que le entreguen 30 medidas de cebada. Igualmente daré y donaré de lo mío más íntimo: a los zapateros mis cerdas, a los pendencieros mi hocico, a los sordos mis orejas, mi lengua a los picapleitos y charlatanes, mis intestinos a los embuchadores de carne de buey, mis muslos a los saladores de jamones, mis sedes sexuales a las mujeres, a los muchachos mi vejiga, a las muchachas mi colita, mis músculos a los mariquitas, mis fuertes tobillos a corredores y cazadores, a los ladrones mis pezuñas. Y, sin citarlo por su nombre, dejo como legado al cocinero el mortero y la mano de mortero que me había traído conmigo desde Thebeste hasta Tergeste (2) : ¡Ojalá que se ahorque de una ristra de ajos!”

“Et volo mihi fieri monumentum ex litteris aureis scriptum:
M. Grunnius Corocotta porcellus
vixit annis DCCCC . XC . VIIII . S .
quod si semis vixisset,
mille annos implesset.”

“Y quiero que se me erija un monumento fúnebre, con esta inscripción en letras de oro:
«(Aquí yace) Marco Gruñón Corocotta, cerdito,
vivió 999 años y medio
si hubiese vivido medio más,
habría completado los mil años»”

“Optimi amatores mei vel consules vitae, rogo vos ut cum corpore meo bene faciatis, bene condiatis de bonis condimentis nuclei, piperis et mellis, ut nomen meum in sempiternum nominetur. Mei domini vel consobrini mei, qui testamento meo interfuistis, iubete signari.' “
“A los que más me aman o a los que habéis decidido sobre mi vida, os ruego que hagáis algo bueno con mi cuerpo, que condimentéis mis partes blandas con buenas especias, pimientas y mieles, para que mi nombre sea recordado por siempre. Dueños míos y parientes, que habéis asistido al acto de mi testamento, haced el favor de firmarlo”.

Lardio signavit. Ofellicus signavit. Cyminatus signavit. Lucanicus signavit. Tergillus signavit. Celsinus signavit. Nuptialicus signavit.
Firmó Mantecón. Firmó Bocadito de Carne. Firmó Asado al Comino. Firmó Asado a la Lucana. Firmó Asado a la Espalda. Firmó Asado al Celso. Firmó Asado Nupcial.

Explicit testamentum porcelli sub die XVI kal(endas) Lucerninas Clibanato et Piperato consulibus feliciter.
Aquí termina felizmente el testamento del cerdito, hecho el día decimosexto antes del mes de las Lamparillas del año del consulado de Horneado y Pimentado.

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(1) Debe tratarse del 17 de enero, lo que coincide con la época tradicional de la matanza y con la abundancia de repollos o coles.

(2) He seguido la versión latina comúnmente establecida excepto en estos dos puntos gráficos, que suelen figurar así: dimitto popiam et pistillum quae mecum attuleram : de Thebeste usque ad Tergeste liget sibi collum de reste!; coloco los dos puntos tras Tergeste, puesto que no tiene sentido "ahorcarse desde Thebeste hasta Tergeste", y en cambio sí lo tiene que en algún lugar del texto el cerdito deje constancia de su ciudad de origen y de aquélla en la que vino a morir, tal como muchas veces se documenta en los epitafios reales.

................

Esta curiosa composición es de autor anónimo, y se data hacia el año 350 d.C. Fue muy popular en su momento, ya que San Jerónimo, en la introducción al libro XII de sus “Comentarios al profeta Isaías”, la menciona de este modo: Testamentum Grunnii Corocottae porcelli decantant in scholis puerorum agmina cachinnantium (“legiones de niños, riéndose a carcajadas, recitan cantando en las escuelas el testamento del cerdito Gruñón Corocotta”). Esta popularidad denota posiblemente una mayor antigüedad de la obrita.

Se trata del remedo cómico del acto legal romano de redacción de un testamento, dejando legados y asegurándose de la construcción del mausoleo con su correspondiente inscripción.

Muchos de los términos y nombres que aparecen en el texto son puras invenciones ad hoc, inexistentes en latín, que he traducido de forma aproximada, como los siete “testigos firmantes” (que realmente eran requeridos para dar validez legal a los testamentos), que imagino representan diferentes formas de guisar el cerdo en época romana, aunque pueden transcribirse también de forma directa (Lardión, Ofélico, Cuminato, Lucánico, Tergilo, Celsino, Nupciálico). O el apellido "familiar" del marrano, Grunnius, que es claramente alusivo al peculiar sonido emitido por estos animales.

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Texto y contexto harán más fácil valorar el sobrenombre que sigue a Grunnius, "Corocotta", que es el mismo del ladrón (lestés en griego) citado por Dión Casio (56, 43, 3) no como hispano, sino como “en Hispania”, en relación con una mera anécdota durante una de las estancias de Augusto aquí. Se trata de un bandolero que viene, asombrosamente, siendo considerado, incluso por profesionales y autores de libros, como “un héroe de la resistencia cántabra contra Roma”. Acaba de ser objeto de un artículo anunciando un libro a punto de salir, y que el diario "El Mundo" juzga una obra de “Historia”
(véase http://www.elmundo.es/magazine/2005/281/1108493676.html).

Por el contrario, el nombre “Corocotta”, como puede comprobarse por este Testamentum Porcelli, se consideraba en época romana carente de seriedad y era usado en tono burlón. Podría traducirse como “La Hiena”, un nombre muy apropiado para ser el apodo del jefe de una banda de ladrones.

Sabemos por Plinio el Viejo, que lo comenta en su excurso acerca de las hienas (Naturalis Historia, VIII, 107), que la corocotta era un híbrido similar a aquéllas y originario del África nororiental: Huius generis coitu leaena Aethiopica parit corocottam, similiter voces imitantem hominum pecorumque (“de una unión de este tipo la leona etiópica pare a la ‘corocotta’, que tiene la facultad de imitar las voces de hombres y ganados”). Algunos epígrafes apuntan también a este origen para el nombre mismo.

Junto a la ausencia de mención en Dión Casio de que el tal bandolero fuera hispano, hay algo importante en el texto que presentamos que ayuda a reforzar nuestra hipótesis de que este personaje, convertido entre nosotros en cántabro (posiblemente por un comentario bastante desaforado de Adolf Schulten), fuera en realidad africano: En una parte de sus legados, el cerdito Corocotta dice que deja al cocinero el almirez y la mano del mismo, “que me había traído conmigo desde Thebeste hasta Tergeste” (2). Esto indica claramente que la ciudad en la que vivía y fue sacrificado era Tergeste (la actual Trieste en Italia), mientras que su patria de origen era Thebeste, ciudad próxima a Cartago, en el moderno Túnez. Por lo tanto, dado el contexto onomástico de la obrita, es claro que el anónimo autor buscó para el cerdo un cognombre que no sólo moviera a la risa, sino que expresara un origen típicamente africano, y éste fue Corocotta.

De tal modo que resulta pintoresco que un individuo de este mismo nombre, que el historiador Dión Casio describe como poco honorable (pues se presenta a cobrar su propia recompensa) y posiblemente no hispano, acabe siendo para nuestra Historia Antigua un “valeroso guerrero cántabro contra el Imperio de Roma” o El último soldurio. El caudillo hispano que resistió a los romanos, que tal es el nada equívoco título del libro de Javier Lorenzo próximo a aparecer y encomiado como histórico en el citado magazine cultural. Y por más que (dicho sea de paso) soldurius sea un tipo de guerrero que Julio César (De bello Gallico III, 22) cita sólo en relación con la Galia Aquitana, mientras que su equivalente hispano, en todo caso, eran los devoti, practicantes de la famosa devotio iberica.

Quede aquí al menos esta contribución, esperando que ayude a contener la extensión en la sociedad de otro error histórico, y para mayor documentación de lo que no es más que un tópico nacionalista sin base histórica alguna. Convendrá añadir que nada en absoluto tenemos contra el autor, e incluso tampoco contra su obra, siempre que se presente como lo que realmente es: uno de tantos relatos de ficción ambientados en la Antigüedad que tanto furor hacen en estos tiempos.


© De la transcripción latina:
http://www.fh-augsburg.de/~harsch/Chronologia/Lspost04/Porcellus/por_test.html (excepto el detalle indicado en la nota 2)
© De la traducción española y comentarios: Alicia M. Canto, para Celtiberia.net.

Bibliografía complementaria:
"Testamentum porcelli", en: Petronii opera, ed. F. Bücheler, Berlín, 1922.
El testamentum porcelli: introducción, texto, traducción y notas de A. D’Ors, Est. Clás., Supl. Ser. de Textos 3, Madrid, 1953 (cf. Revue Internationale des Droits de l’Antiquité. Tome II, 1955, pp. 219-236).
R. Herzog y P.L. Schmidt, J. Divjak, Handbuch der lateinischen Literatur der Antike. Restauration und Ernuerung : Die lateinische Literatur von 284 bis 374 n. Ch., vol. 5, Munich, 1989, nº 550.2.

Debate en este mismo portal: http://www.celtiberia.net/verrespuesta.asp?idp=3349

P.D.- Quizá el cerdito Corocotta hubiera preferido ser sacrificado en nuestros tiempos, ya que al menos (se supone que) se les aturde, por electricidad o por inhalación de dióxido de carbono, antes de abrirlos en canal para su desangramiento... aún vivos:
http://www.3tres3.com/comportamiento/ficha.php?id=32
http://www.3tres3.com/comportamiento/ficha.php?id=33&PHPSESSID=
31eb711fe0b6cc973283b704c9cc6156


Comentarios

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  1. #1 Gausón 20 de feb. 2005

    Pués el testamento es en verdad muy gracioso y tiene un humor muy agradable, lo malo, me parece, es que la forma de réplica un tanto ¿viceral? en que es presentado, le amarga un pelín el sAbor...

    Igualmente el título me parece algo peyorativo para el Corocotta humano, fuese hispano o africano o bandido o caudillo... en fin.

  2. #2 jeromor 20 de feb. 2005

    Me ha llamado la tención el que el nombre Corocotta, si significa hiena, es apropiado para un bandido, pero no para un simpático cerdito. Al repasar los textos aducidos hasta ahora, se podría afirmar que no es una hiena, aunque es similar a ella.
    El texto de Plinio N.H, viii, 107 distingue a la hiena de la corocotta:
    Huius generis coitu leaena Aethiopica parit corocottam, similiter voces imitantem hominum pecorumque. acies ei perpetua, in utraque parte oris nullis gingivis, dente continuo
    “De la unión de este animal (la hiena, tratado en 105 y 106) con la leona de Etiopía nace la corocotta, que imita las voces del hombre y del ganado. Su mirada es siempre fija, y no tiene encías en la boca, sino un diente continuo.”
    Lo mismo le pasa al de Claudio Eliano, De Natura Animalium, 7, 22
    Maligna sane animalia sunt hyaena et corocottas. “La hiena y las corocottas son animales realmente malignos”
    Por fin Dion Cassio, 77,1, 3...
    “Y entre muchas otras bestias salvajes que fueron muertas estaban un elefante y una "corocotta".Este último animal es una especie india, y después fue entonces introducido en Roma por primera vez, hasta donde se. Tiene el color de una leona y de un tigre combinados, y el aspecto general de esos animales, así como también el de un perro y un zorro, curiosamente mezclados.”
    Sin embargo el nombre científico crocuta crocuta, que parece derivado del que estamos tratando, designa a la hiena moteada, que además tiene una característica similar a la crocuta: http://digimorph.org/specimens/Crocuta_crocuta/ “Las mandibulas de la crocuta adulta están diseñadas para resistir las fuerzas producidas cuando el animal emplea la mordedura mortal con los caninos y al cascar los huesos con los premolares. Los dientes de la crocota están engrosados con hueso compacto por detrás y debajo de los premolares.” Quizás esta característica llevó a Linneo a darle el nombre crocota.
    El no saber exactamente lo que es ha llevado a algunos a clasificarlo como un animal imaginario, prpio del bestiario medieval.. Así http://www.finestoneminiatures.com/zoo2.htm
    Por cierto que la página ya comentada de antihistoria del País Vasco: http://www.moraleja.net/colAboraciones/messages/139.htm
    hace ¡¡vasco!! al personaje, precisamente por su nombre:
    “En referencia a esas mismas fechas, la crónica romana de Dion Casio describía los cruentos y continuos saqueos perpetrados sobre tierras cántabras del bandido vasco Corocotta al frente de una numerosa cuadrilla, por cuya captura se llegó a efrecer una importante recompensa en tiempos del Emperador Augusto. El hecho de que las crónicas situaran las operaciones de saqueo de estas bandas en tierras cántabras, llevó a los historiadores posteriores a suponer cántabro al personaje, forjándose en torno a él una leyenda; Lo cierto es que Corocotta es nombre vasco procedente de la raiz kur que en lengua líbica (curucuta) denomina a la hiena (txa-kur, za-kur es perro en la actualidad en vasco), tal como se expone en los estudios de Schuchardt y Schulten (Numantia) y Garcia Bellido (La Peninsula Ibérica en los Comienzos de su Historia). El hecho de que el nombre del personaje fuera libio y que la hiena era un animal inexistente y desconocido en la España de esa época (extinguida desde el Holoceno) y existente únicamente en tierras africanas (y asiáticas) donde además era animal particularmente respetado (divinidad en Egipto), acredita por un lado que las actuales provincias vascas eran entonces solar de los cántabros que habitaban sus valles y que dieron el apodo de vascos a aquellos invasores extranjeros que encontraban refugio en las montañas y por otro, dada la indiscutida celticidad de los cántabros plenamente acreditada en su legado y descritos como celtas por las crónicas griegas y romanas de todas las épocas, es evidente que la presencia de bandas líbicas como la de Curucutta en aquellas latitudes debía proceder sin duda de las tropas berberiscas procedentes de la descomposición de las invasiones púnicas dispersadas por otros puntos de la península ibérica, que esporádicamente siguieron atacando en bandadas las ciudades fortificadas celtíberas, o se hacian fuertes en su interior, tomando como rehenes a sus habitantes, como ocurrió con Numancia.”

  3. #3 Corcontas 09 de mar. 2005

    Hola, he usado muchas veces esta página y suelo encontrar en ella datos de interés y debates curiosos. Por eso he acabado registrándome. Más aún tras ver lo que comentais sobre la novela El último soldurio de la que soy autor. Ya conocía la historia del cerdito, pero a mi modo de ver, y como señalan variso especialistas, esto confirma aún más si cabe la existencia de ese Corocotta del que nos habla Dión Casio, el cual califica a este personaje como "bandolero hispano muy poderoso". Por otra parte, yo he escrito una novela histórica, no unaobra histórica. Esto quiere decir que la recreación de los seres humanos que en ella aparecen es ficticia, como no podía ser de otro modo, pero que tanto los hechos históricos como la organización social o costumbres de la época y de los pueblos que se mencionan se ajusta a las fuentes clásicas, ya sea Estrabón, Floro o cualquier otro. El libro no sólo fue presentado el pasado 22 de febrero por el académico de la Historia José María Blázquez (cuya autoridad sobre la materia es incuestionable), sino que también tuvo su apoyo más entusiasta, hasta el punto de decir (a mí me asombró la osadía, he de reconocer) que todo cuanto aparecía en esas páginas "era verdad". Yo no llego a tanto, pero sí puedo asegurar que cuatro años de investigación seria y rigurosa avalan este libro. Mi propósito no es tanto mostrame como un erudito o satisfacer a los cerebros más exigentes 8que, si es preciso, también podría hacerlo), sino divulgar una época de nuestra Historia que hasta ahora ha pasado desapercibida. Y la mejor forma que he encontrado es la de escribir una novela llena de aventuras y pasiones que pueda atrapar a toda clase de público. Espero que no se considere un pecado de lesa majestad. Gracias por vuestra atención y enhorabuena por la web.

  4. #4 A.M.Canto 09 de mar. 2005

    Sr. Lorenzo:
    1) Distinga Ud. entre Estrabón, que escribe en época de Augusto, y Dión Casio, que escribe casi dos siglos después: Cuando Dión dice "tína lestés", quiere decir "cierto, un tal ladrón", no "un héroe cántabro".

    2) Eso no es "desechar a la ligera": es leer el texto griego como se debe, no con la óptica de Schulten, que era bastante novelero e imaginativo para según qué cosas (ahí está su fracaso en Doñana).

    3) Esto es nuevo: ¿se puede saber quién ha dicho aquí que las guerras cántabras son una anécdota? Indique dónde, por favor, y quién. Al revés, yo creo que es OFENDER a un pueblo tan valeroso y amante de su libertad como el cántabro, el suponer que pudo tener como "caudillo" a un tipo que se presenta al enemigo, cobra su propia recompensa y se va perdonadito y sin un rasguño. Pero, ¿puede ser verdad que Ud. no aprecie Ud. ninguna contradicción en eso?

  5. #5 Corcontas 16 de mar. 2005

    Desde luego que no, Hrodrik. No se menciona este asunto en la novela, porque el protagonista, sencillamente, nada puede saber de esto. En todo caso, por si interesa, se tiene constancia de varios régulos vascones a los que Pompeyo concedió la ciudadanía -hacia el 70 a.C aproximadamente- por ayudarle en su lucha contra Sertorio. Sobre dar nombre a la capital de los vascones (Pompaelo-Pamplona) poco hay que decir, pues habla por sí solo. Se comenta asimismo un posible ritual de antropofagia del que hablan varios autores (sobre los cántabros y el canibalismo existe una única cita en Juvenal). Este ritual podría haberse mantenido hasta la Edad Media y aun más allá. De hecho, creo que no estaría mal recoger cuantas fuentes halla sobre el particular. Por otra parte, como bien sabéis, y si hacemos caso a Estrabón, no había muchas diferencias entre unos pueblos y otros en esa zona del norte peninsular y el respeto, no exento de fricciones y odios, debía ser mutuo.

  6. #6 Corcontas 16 de mar. 2005

    Aun a riesgo de parecer pesado, una puntualización. Sabemos que nueve personas de la ciudad vascona de Segia recibieron la ciudadanía romana de Pompeyo StrAbo, padre de Pompeyo Magno, el año 90 a.C., en recompensa por su ayuda en la toma de Ausculum (en el Piceno) durante la guerra de Italia, llamada también guerra Mársica.

    No consta, por tanto, que Pompeyo ofreciera la ciudadanía a ningún régulo vascón, aunque no habría que descartarlo. Lo que sí ocurrió es que los vascones ocuparon toda la ribera norte del Ebro en detrimento de los celtíberos. Calahorra, por ejemplo, se convirtió en ciudad vascona.

  7. #7 A.M.Canto 16 de mar. 2005

    Varias precisiones a Corcontas, antes de que "el canibalismo de los vascones" vaya a más, se pase a creer de verdad que era un ritual, etc., y "se corra la voz" por la Red, con el consiguiente peligro de usarse por otros, y para otros fines menos deseables:

    1) 5:32. La cita del poeta Juvenal NO es sobre los cántabros, sino sobre los vascones. Pero precisamente nos aclara que el canibalismo no era una "costumbre" ni un "ritual" de los vascones, sino algo que tuvieron que hacer al final de una guerra, y en un caso de extrema necesidad (lo dice textualmente), a causa de un prolongado asedio, refiriéndose sin duda al caso de Calagurris. Salimos de dudas leyéndolo en directo, es Saturae XV, 93-97:

    Vascones, ut fama est, alimentis talibus usi
    produxere animas, sed res diversa, sed illic
    fortunae invidia est bellorumque ultima, casus
    extremi
    , longae dira obsidionis egestas.

    La cosa no es excepcional, también los numantinos (que no eran vascones) recurrieron a ello, y los galos de Alesia (que tampoco eran vascones) tras su largo asedio por César.

    2) 5:46: La cita de Salustio, como la de Floro y Valerio Máximo, tampoco es “sobre el canibalismo de los vascones”. Aclara que se trata de los de Calagurris, y que, antes de llegar al canibalismo, "habían experimentado todas las formas y grados posibles del hambre".

    3) 5:32 y 5:56: Los beneficiados de Segia (Ejea de los Caballeros, Z.) con la concesión de la ciudadanía romana por Pompeyo Estrabón no eran ciudadanos corrientes, sino eran jinetes de la llamada "turma Salluitana" o escuadrón de Salduie. Lo de que era Pompeyo el hijo y contra Sertorio ya se lo autocorrigió, bien hecho, pero falta el año correcto: 89 a.C.

    Pero, vamos, lo que interesa aclarar de inmediato es que no hay tal “canibalismo ritual vascón”, ni una antropofagia como cosa de diario. Y, ¿de dónde se saca eso de que "este ritual podría haberse mantenido hasta la Edad Media y aun más allá"?

    Se trata de un solo caso, muy bien acotado, y que se repite en otros pueblos. No se podría decir que “los celtíberos eran caníbales” por el caso de Numancia. Pues para los vascones, tampoco.

  8. #8 diviciaco 30 de mar. 2005

    Prescindiendo ya del rigor histórico no sé que tal estará la novela, aún no he podido leerla.

    Curiosamente hay una de temática muy similar de Toti Martínez de Lezea: "La voz de Lug" donde por cierto también aparece nuestro amigo Corocotta, sin menoscAbo de su calidad literaria.

    ¿Habéis oído hablar del bookcrossing? yo me enteré de esta práctica hace unos días, cuando unos amigos me pidieron hacer una nota de "liberación" de ese libro precisamente. Por lo que veo en la página de bookcrossing aún sigue allí, si alguien quiere ir a por el:

    http://www.bookcrossing.com/journal/2606888/29/book_-La-Voz-de-Lug-Toti-Martínez-de-Lezea

  9. #9 Hannon 02 de abr. 2005

    Vaya Corcontas, qué desagradable sorpresa.

    Servidor se fecilicitaba de que su libro fuera un éxito. Al fin y al cAbo, aunque no fuera un libro "histórico" sino una novela, estaba convencido de que fomentaría el interés de sus lectores (entre los que esperaba incluirme, aunque sé que no me necesite) en estos temas y, por tanto, nos veneficiara a todos los que estamos interesados en fomentarlos (se lo dice alguien que ha participado en las excavaciones de diversos campamentos romanos de la guerra que trata usted en su libro).

    Pero después de su discurso, me abstendré de leer su novela. Creo que ha perdido usted los papeles.

    Por cierto, vaya forma de insultar a su amigo y gran historiador, el profesor Blazquez, cuyos libros tampoco llegan al quinto puesto de las listas de ventas (en general, acaba de insultar a todos los historiadores).

    Felicidades, ya puede usted competir con Ana Rosa Quintana.

  10. #10 A.M.Canto 02 de abr. 2005

    Por último, de verdad que sí (esto es ya para aburrir a las ovejas y, aunque Ud. no lo crea, hago otras cosas), lo de la traducción de Dión Casio: Tampoco he "presumido" de saber griego clásico (¿tres veces?, ¿dónde?). Y además, la cosa no tendría mucho mérito, salvo el haber puesto mucho interés en ello, ya que "en mi época" ("Sicilia, años 20..."), gracias a Dios, dábamos tres años en el Bachillerato Superior, uno en el "Preu" y dos en la Universidad, en total seis años de Griego. Y aún así, fíjese, sólo sé lo justo para leer por encima o proponer, algunas veces, algunas correcciones en manuscritos.

    Lo que pasa es que, por lo que muchas veces veo, otros "de mi quinta" saben todavía menos que yo, y se limitan a repetir a pies juntillas lo traducido (por un benemérito sacerdote) en los Fontes Hispaniae Antiquae de Schulten, tomo V, p. 335: "Corocotta, bandolero español muy poderoso...", junto con la "interpretación" del propio Schulten, que acabó de remachar la leyenda (ibid., p. 198). Y lo pondré en mayúsculas porque lo merece:

    "PARECE QUE ESTE COROCOTTA, QUE DIÓN LLAMA 'LESTÉS', ES DECIR, LADRÓN (COMO LOS ROMANOS LLAMARON A LAS GUERRILLAS...), HA SIDO JEFE DE LOS CÁNTABROS, PORQUE NO HUBO EN ESPAÑA OTRA GUERRA EN TIEMPO DE AUGUSTO. EL NOMBRE ES CÉLTICO..."

    Et voilà, gracias a Schulten y al benemérito traductor, a nuestro (su) “héroe cántabro frente a Roma”, no ladrón sino “guerrillero” y “jefe”, armado hasta los dientes, desafiante, en las cimas de Aracillum, esperando para machacar a Augusto...

    Pero, para que vea Ud. que, cuando uno no tiene el interés de Schulten en defender lo que los textos no dicen, las cosas se leen de otra manera, le pongo aquí la traducción del texto de Dión en la edición Loeb, por el Prof. Ernest Cary (Loeb Classical Library, 9 volumes, Greek texts and facing English translation: Harvard University Press, 1914 thru 1927. Translation by Ernest Cary), a su vez basada en la anterior del Prof. H. B. Foster (Troy, N.Y., 1905-06), que fue la primera edición con traducción inglesa:

    LVI, 43, 3: “Besides these traits of his, people also recalled that he did not get blindly enraged at those who had injured him, and that he kept faith even with those who were unworthy of it. For instance, there was A ROBBER named Corocotta, who flourished IN SPAIN, at whom he was so angry at first that he offered a million sesterces to the man that should capture him alive; but later, when THE ROBBER came to him of his own accord, he not only did him no harm, but actually made him richer by the amount of the reward.
    http://penelope.uchicago.edu/Thayer/E/Roman/Texts/Cassius_Dio/56*.html

    Como ve, no ando tan descaminada. Y, para no dejarle con la duda, le diré que la obra de Dión Casio donde se relata esta anécdota se llama “Historia Romana” (Romaikhé ‘Istoría).

  11. #11 Corcontas 03 de abr. 2005

    Gracias por las aclaraciones y las citas que yo nunca le he discutido. No tanto por insistir en lo que a todas luces es un error mío al intercambiar a Dión por las Res Gestae de Augusto. Llevamos hablando de esto bastante tiempo como para que se entienda que el error, a estas alturas, surge de las prisas, pero lo señalo aunque sea obvio. Por otra parte, la nota sobre los 2500.000 sestercios se la agradezco especialmente pues yo, humildemente, no sabía a qué atribuir la diferencia que había entre unas fuentes y otras. Y sí, Augusto estuvo más veces en España, pero en ninguna de ellas tuvo un conflicto armado al que enfrentarse. ¿O sí? Y disculpe mi insistencia, pero ¿hay que limitarse a la teoría del bandolero cobarde? ¿Tal teoría es absolutamente indiscutible? ¿Pudiera haber otras hipótesis válidas? Para no atosigar, me basta con que me conteste, si lo desea, con monosílAbos. Gracias.

  12. #12 Saelio 23 de abr. 2005

    Bueno Javier, pues yo para ir contracorriente :-) soy de los que me encuentro mas cerca de tu linea de divulgacion :-) je,je,je.

    Es curioso que los que nos hemos tenido que "conformar" con leer a Echegaray o a Eutimio Martin , por poner algunos autores mencionados, parece que no nos vale a la hora de valorar o enmarcar historicamente tu obra. Se me olvido el Latin y no estudie Griego, asi que debo leer a los traductores y el resto es viajar por Cantabria y ver si las piezas del rompecabezas se pueden unir ( en lo referente a la localizacion y ambientacion ).

    Como Cantabro estoy hasta las narices de que siempre se menosprecie directa o indirectamente los trabajos que acercan la historia, ya sea de manera exacta o de manera novelada para una ficcion. Es FICCION ... el autor lo reconoce y hace incapie en su esfuerzo documental para que la ambientacion se ajuste a las fuentes historicas. Tambien reconoce sus licencias e incluso lo detalla en su apendice final.

    Asi que :

    1) SI me resulta sospechoso la aparicion de un "cerdito" en este momento.

    2) SI me parece que se trata al autor con una condescendencia que ralla lo ofensivo.

    3) SI me parece acertado su posicion humilde a recibir comentarios rectificativos sobre sus errores documentales, ambientales o de localizacion.

    4) NO me parecio haber leido por ninguna parte que el libro era un Ensayo, estudio cientifico o nada similar.

    5) NO es con la foma de hacer las correciones como se crea un clima de acercamiento y entendimiento.

    6) NO es raro que el autor se sienta orgulloso de su obra y presuma de su exito ... no presumis de vuestros hijos si teneis ocasion ? sois humanos no ?

    7) NO estoy haciendo de Abogado, pero la envidia como otros sentimientos humanos afloran de manera clara en muchas lineas leidas ... o quiza entre lineas ....

    8) NO conozco a Javiier Lorenzo y por tanto no soy amigo suyo o le debo algun favor :-)

    He querido en estos puntos sintetizar al maximo mi opinion. Ya se que se sale del debate sobre el personaje "Corocota" pero creo que con lo que respecta a a la novela hay que animar al autor para que repita y que si ha sido humilde e inteligente esperamos con todo lo recogido su proxima FICCION este mejor ubicada a todos los niveles y pueda pasar mejor el filtro de los "ilustrados".

    El vulgo nos conformamos con este inicio y le pondremos el nivel mas alto para la proxima obra. Le pediremos que nos otorgue un punto intermedio entre lo comercial y lo artistico para que pueda lucrase tanto a nivel economico como espiritual sin defraudarnos ( je,je,je ).


    Para finalizar y esto ya solo es una opinion desde el punto de vista de mi origen e intereses, animo a Javier Lorenzo a seguir escribiendo sobre Cantabria, le animo a despertar en algunos cantabros el interes por lo suyo, le animo a documentarse y estudiar mas sobre nuestra tierra porque esto nos ayudara a huir de nacionalismos y fundamentalismos estupidos y le animo a .... que se anime aunque lea ciertas cosas como las que he leido en algunos comentarios ( ja,ja,ja).

    A los demas perdon si me he salido del tema central .


    " No soy Hispano !!! , soy Cantabro " ,

    - Linto -










  13. #13 Corcontas 06 de mayo de 2005

    Yo también me alegro de volver. Al fin y al cAbo me parece la mejor página que he encontrado de debate sobre el mundo antiguo. Por cierto, Alicia, espero que el "hojeo" del libro le aporte suficientes datos como para criticarlo en buena ley. No es necesario que sea en este foro, por supuesto. Insisto con las preguntas pq tal como las planteo creo que siguen sin ser respondidas. El médico me dijo que no era Tauro, que era Cáncer. Ah, y de nada. Un placer.

  14. #14 A.M.Canto 08 de mayo de 2005

    Gracias por la parte que me toca; pues quizá le divierta lo de la homosexualidad de Trajano con jovencitos que acAbo de colgar. En aquel caso es justo lo contrario: un hecho cierto que la Historiografia desconoce o se resiste a admitir ;-)
    http://www.celtiberia.net/verrespuesta.asp?idp=4975

  15. #15 grunnius 09 de mayo de 2005

    Recientemente he traducido el texto del cerdito (actualmente está en prensa dicha traducción incluida en la edición 30 de la revista Escritos de la Universidad Pontificia Bolivariana) y quiero decir que, como ya anotaba la profesora Canto Plinio Y Eliano describen un animal () de Etiopía capaz de imitar la voz de los hombres y otros animales (Huius generis coitu leaena Aethiopica parit corocottam, similiter voces imitantem hominum pecorumque) y que tal vez la capacidad de hablar de Marco Gruñido Corocota que lo diferencia de sus mudos congéneres los cochinillos explique el origen de su cognomen, pues así como Marco Tulio Cicerón fue apodado Cicero por causa de una característica física (la verruga en forma de garbanzo -cicer-, según Plutarco), es probable que el cognomen Corocotta, como dice el traductor francés A. Canu, aluda a la capacidad de hablar del cochinillo Marco gruñido (la capacité de notre porcelet à s’ exprimer en langage humain, même si ses sAbots lui interdisent d’ écrire).

  16. #16 Somna 12 de mayo de 2005

    Creo que deberíamos sentirnos afortunados de que exista gente que se tome tantas molestias para desmitificar al último folletín histórico de turno. Basta escribir la palabra “corocotta” en el buscador para darnos una idea de hasta qué punto se han tomado en serio esta lAbor. Tanta, que casi se diría que se trata de una cuestión personal, especialmente cuando abundan tanto los artículos dedicados a Aitor, Lelo y otras entrañables alucinaciones pseudohistóricas de turno, mucho más dignas (a mi entender) de desmitificación.
    Tras tanta erudición, uno no puede por menos que preguntarse qué se desea demostrar exactamente cuando se habla de del cerdito Corocotta y cual puede ser la extraña conexión que se pretende establecer con el personaje que cita Dion Casio.

    Centrándonos en el asunto del nombre Corocotta, todo esto me recuerda a lo sucedido recientemente en otro foro, en el que un tertuliano afirmaba que el nombre del río Deva ha de tener su origen, no en la raíz céltica deiwos, sino en el búlgaro deva, que, al parecer, significa “virgen”. La respuesta obvia a esto creo que puede ser extrapolable a este caso. Si a través de la epigrafía se documenta la existencia del antropónimo prerromano Corocuta, seguramente derivado, al igual que otros muchos, del celta coroc (“guerra, ejército”), y un historiador griego nos cita a un hispano vinculado al oficio de las armas llamado Corocotta... ¿Qué es lo que resulta más razonable pensar respecto a su nombre?.

    Adolf Shulten, en su obra “Los cántabros y astures y su guerra con Roma”, dice textualmente: “El nombre Corocota podría identificarse con la hiena, que con el vocablo afrincano se llamó corocotta; pero más bien parece del céltico con la raíz –coroc, que se encuentra en los nombres Coruc-us, Coroc-aucus en Lusitania, donde existe también un Corocuta, que viene a ser lo mismo”.
    Por tanto, venir ahora aportando unos datos que Shulten desestimó hace ya sesenta años, criticándolo y dando a entender que no ha tenido en cuenta esos datos tan “reveladores”, me parece algo totalmente fuera de lugar.

    Como bien es sabido, la homofonía es un hecho extremadamente usual y me parece que este puede ser un buen ejemplo. Para dilucidar determinadas cuestiones considero que muchas veces tan solo basta aplicar el sentido común y analizar en qué ámbito lingüístico y geográfico nos movemos.

    Eso mismo creo que se puede (o debe) hacer a la hora de hablar de la supuesta cantabricidad de Corocotta, cuestión que, por otra parte, me parece bastante intrascendente. Si sabemos que Augusto acude a Hispania en el 27 ó 26 a.C. con el objeto de dirigir personalmente la invasión de la antigua Cantabria, que a lo largo de su vida no participó en otras acciones bélicas en nuestra península, que su participación en la guerra cantábrica fue breve y que se centró en la campaña contra los cántabros realizada desde la Tarraconenese, no me parece descabellado situar esta anécdota citada por Dión en Cantabria. Efectivamente, Dión tan solo dice que Corocotta era un “bandolero ibero muy poderoso”. Pero, en muchas ocasiones, lo que se deduce de las fuentes no viene de lo que estas afirman formalmente, sino de analizar su contexto.

    Evidentemente, todo esto no pasa de ser una suposición razonable. Pero en suposiciones razonables se basa el 95 por ciento de lo que sabemos (o creemos saber) sobre los pueblos de la protohistoria hispana. La metodología científica implica que no se ha de realizar ninguna afirmación si no existen pruebas suficientes como para hacerlo más allá de cualquier duda, pero esto es algo que muy pocas veces se puede hacer. Por el contrario, lo que se suele esperar es que éstas se realicen de una forma razonada dentro de un conjunto estructurado y lógico. El hecho de que se asuman como ciertas infinidad de cuestiones que no están suficientemente demostradas y que, al mismo tiempo, otras sena cuestionadas tan radicalmente, en mi opinión suele obedecer a filias y fobias personales.

    Que de una cita anecdótica halla gente que pretenda sacar una epopeya es algo que responde a cuestiones como chauvinismos y orgullos patrios. Aplicar la ley del péndulo y atacar indiscriminadamente a todo sobre lo que se pretende fundamentar determinados mitos historiográficos modernos no denota una actitud crítica, ni una búsqueda de la verdad, tan solo un deseo de llevar la contraria; algo que no es más que trasladar al campo del conocimiento histórico el principio de Newton según el cual para contrarrestar una fuerza es necesario aplicar otra de igual intensidad y sentido contrario.
    Tal y como está el patio, no es de extrañar que, tras las mitificaciones franquistas, haya gente que diga que la batalla de Covadonga es una invención y no falte quien afirme que nunca existió una invasión árabe en España.

    En definitiva, me parece que, una vez más, el deseo de desmitificar acaba creando sus propios mitos. De ese “valiente español que se enfrenta solo a un imperio” se pasa a hablar de un Curro Jiménez bereber, apodado “la hiena”, tan avaricioso que él mismo acude a cobrar su recompensa y que finalmente sirve de fuente de inspiración para el testamento cómico de un gorrino. Como suele ser habitual, al final cada cual acaba montándose su propia película, acorde con sus gustos personales.

  17. #17 Somna 05 de jun. 2005

    Aunque tal vez a deshora (por cuestiones lAborales, no he podido consultar el foro antes), voy a matizar un par de puntos.

    En primer lugar, yo no echo balones fuera. Sencillamente, me gusta realizar matizaciones para evitar equívocos, de forma que determinadas personas no vean ataques personales donde no hay ninguna voluntad de ofender. Tarea que ahora veo resulta inútil en el caso de la señora Canto (no en el del señor Lorenzo), pues, al parecer, necesita recurrir al victimismo para poder justificar su postura. Y también a poner en mi boca palabras que nunca he dicho.

    En segundo lugar, ya he explicado dos veces que dos negaciones no son una afirmación y que por el hecho de que yo cuestione una crítica hacia a alguien o a algo, no significa que defienda incondicionalmente a ese alguien o a ese algo. En este último caso, no lo hago con el señor Schulten. Simplemente no me parecen justas determinadas críticas vertidas hacia su persona (y a su trabajo), especialmente porque entran dentro de lo personal y se salen de lo científico. Por ejemplo, puestos a criticar a hispanistas de los años 40, 50 y 60 (es decir, durante la dictadura franquista) por su exacerbado nacionalismo español, a mí se me ocurren unos cuantos nombres además de Schulten. Tampoco me parece una actitud exenta de malicia el destacar los fracasos de un investigador (en este caso, Tartesos) y no sus logros (por ejemplo, Numancia) en este caso como arqueólogo. Ni resaltar su afición hacia el vino, que es lo mismo que llamarle directamente borracho.

    Respecto a los vicios generados por sus Fontes, habría que culpar de ello a los investigadores que han hecho un mal uso de ellas, no a sus artífices que, evidentemente, conocían las fuentes en su totalidad cuando hicieron esa selección y, por tanto, no pudieron caer en el error de la descontextualización.

    En definitiva, me fastidia bastante un debate en el que la otra persona es incapaz de establecer una argumentación si caer en un constante maniqueísmo o, lo que es lo mismo, un constante y simplificador antagonismo entre “blanco o negro”. Por lo demás, coincido con Saelio en que el debate está agotado... y a ver si nos vemos este verano en Castilnegro.

    Y, por último, si Corcontas tuviese la bondad de escribirme a mi correo personal, quisiera comentarle algo en privado.

    senaicos@yahoo.es

  18. #18 Saelio 06 de jun. 2005


    AcAbo de ver en Antena 3 a nuestro amigo Corcontas. Me ha sorprendido que le hayan dedicado un par de minutos al libro y a la figura "historica" de Corocota. Pese a todo lo hablado aqui, me ha podido la tierruca y me ha hecho ilusion ver a Javier en el poblado hablando sobre el libro.

    Pues eso, que tirando por el lado sentimental me he llevado una alegria con esos minutos en la tele que le han dedicado.

    --- Saelio ---

  19. #19 Saelio 06 de jun. 2005


    AcAbo de ver en Antena 3 a nuestro amigo Corcontas. Me ha sorprendido que le hayan dedicado un par de minutos al libro y a la figura "historica" de Corocota. Pese a todo lo hablado aqui, me ha podido la tierruca y me ha hecho ilusion ver a Javier en el poblado hablando sobre el libro.

    Pues eso, que tirando por el lado sentimental me he llevado una alegria con esos minutos en la tele que le han dedicado.

    --- Saelio ---

  20. #20 Asterio 07 de jun. 2005

    Eso que tan incomprensible le resulta, señora Canto, se llama “sentido del humor”. En este caso, consistió en caricaturizar, mediante la hipérbole, la postura adoptado por un adversario dialéctico, todo ello con fines humorísticos y didácticos. También recurrí, lo confieso, a un reduccionismo simplificador, en un intento de tratar de evidenciar de manera jocosa la fragilidad de una línea argumental que usted ha elAborado.

    Lo del azafrán ya lo leí y tengo una opinión formada al respecto, lo que ocurre es que no se me ocurrió ningún chiste. En todo caso, vuelvo a repetir lo mismo: puede darle todas las vueltas que quiera, pero al final la cuestión se reduce a tener que elegir entre relacionar al nombre del “ ladrón” de Dión o bien con la onomástica hispana que nos ha llegado gracias a al epigrafía romana o con el nombre de una hiena africana, no documentado como antropónimo. Y, según un principio elemental de la lógica, ante dos opciones siempre se ha de elegir la más simple.

    Sus continuas alusiones a que la popularidad del testamento porcino supuestamente evidenciarían su procedencia de una tradición anterior no logran ocultar el hecho de que usted no ha logrado salvar el abismo cronológico existente entre el ladrón de Dión y el cerdito pseudoafricano. Esto, y otras muchas lagunas, resultan tristemente evidentes para cualquiera que tenga un mínimo de espíritu crítico, por mucho que usted lo revista de esa rotundidad que le caracteriza: en lo poco que he coincidido con la opinión de Javier Lorenzo es que usted se manifiesta con una rotundidad y suficiencia enormes en cuestiones en las que la escasez de datos obligaría a la cautela.

    Pero está claro que si se muestra de esa forma es porque son conclusiones a las que usted quería llegar de antemano, pues los motivos que le mueven en su cruzada personal contra una inocua novela, que ni tan siquiera ha leído, son obvios. Usted misma los ha (d)escrito a la perfección, cuando afirmó que su artículo tenía como objeto tratar de “contener la extensión en la sociedad de otro error histórico” y acabar con lo que usted misma llamó “un tópico nacionalista sin base histórica alguna”. La felicito: se puede decir más alto, pero no más claro.

    Pero siga así. Y ahora que ya tiene su artículo sobre Corocotta en la imprenta, anímese con otro sobre la Iuliobriga turmoga de época prerromana basándose en el terminus augustal del territorio de Segisamon encontrado en Retortillo. Ya verá que risa.

  21. #21 torances 10 de jun. 2005

    Saludos Asterio de un marino que finalizó estudios en la misma escuela que tú, aunque yo soy algo mayor.

    Por otro lado estaba decidido a no intervenir más en éste foro sobre el cerdito y Corocotta pero no puedo resistir la tentación, y así como lector más o menos silencioso expresar que éste asunto parece salpicado de cierto tufillo raro, por lo menis eso es lo que yo siento.

    A la atención de la sra. Canto, recordarle que hace bastantes meses preguntaba en estos foros que fué lo que llevo a Shulten a elAborar ésta teoría suya sobre Corocotta como Cántabro, pregunta que nunca fué contestada en términos clarificadores. No es mi intención recriminarle nada pero hace tiempo que deseaba manifestarme con sinceridad.

    Por otra parte también me cuento entre los que pedimos más aclaraciones sobre la supueta no cantabricidad de Iuliobriga

  22. #22 A.M.Canto 10 de jun. 2005

    Torances: Pues fíjese las ganas que tengo yo de intervenir más, sobre todo por tener que repetirme tanto, que es sumamente aburrido. Pero en su caso haré una excepción, porque dice que me hizo hace tiempo “una pregunta que nunca fué contestada en términos clarificadores”. Tiremos de moviola hasta el mes de marzo, aquí mismo, en http://www.celtiberia.net/verrespuesta.asp?idp=3349:

    Torances (12/03/2005, 20:03:04): No se trata de resistencia, realmente no me importa mucho este señor corocotta, no dudo sobre las fuentes ni sobre que se trate de un animal africano del color del azafran, aquí ahora me interrogaba sobre lo que le debio de pasar por la cabeza a Shulten para hacer tales afirmaciones.

    A.M.Canto (12/03/2005, 20:35:35) Torances: Pues perdón si le entendí mal. El caso de Adolf Schulten en su defensa apasionada de los temas hispanos, muchas veces con claras exageraciones, es complejo de analizar; pero me inclino a creer que tiene algo que ver con cómo le interesaba a él que se viera en Alemania su trabajo de tantos años en España. Si no, no se explican casos como éste.

    Torances (12/03/2005, 20:46:25): En primer lugar agradecer sus prontas, entusiastas y siempre enriquecedoras respuestas, ya digo que no soy un fan de Shulten, pero dudo que afirmara arbitrariamente, sin base. En el caso de la columna que hace partir de Braga, bueno tiene que buscar algo que este en consonancia con la relacion del Minius como uno de los escenarios de las guerras c. en las fuentes, aquí en el caso de este "bandido" supongo que debió de ser por este dios de la guerra y su relación con las mannerbunde etc y puede que algo más, eso era todo.

    A.M.Canto (12/03/2005, 21:03:16): No hay de qué. Bueno, en el caso del Cerro del Trigo y del Coto de Doñana, por ejemplo, que le acabó costando su buena relación con el Gobierno y con muchas personalidades por aquí, se emperró en excavar sin tener mucho más que su lectura de los textos y un anillo en griego, y mareó a todo el mundo con lo de Tartessos. En lo de Corocotta, Schulten, que manejaba bien griego y latín, sabía de sobra que no había base en el texto mismo para decir que era ni hispano ni cántabro (pues Dión dice "en Hispania", no "hispano") y, sobre todo, también sabía que esta anécdota ni siquiera la cuenta Dión Casio dentro de los libros de las guerras cántabras (53 y 54), sino aislada, en el libro 56, lo que carece de lógica desde el punto de vista del historiador. Pero nada de eso comenta, como debía de haber hecho, sólo su conclusión "como fue estando Augusto en España, y Augusto estuvo en las guerras cántabras, esto tuvo que ser durante ella, y éste tiene que ser un jefe cántabro". Se ve que no tiene base en cuanto se rasca un poco, lo que pasa es que por aquí no hay mucha costumbre de rascar en lo que dijeron los maestros, yo siempre espero que las nuevas generaciones se animen a hacer una "super-revisión" de toda la Historia Antigua. Hay mucho trabajo por delante, y bonito.

    Bueno, visto esto, ¿me puede explicar qué es para Ud. “una respuesta clarificadora”? Como podrá imaginarse, Schulten no dejó escrita para la posteridad una confesión de por qué inventó, exageró o silenció determinados hechos históricos; sólo podemos constatar que lo hizo, y los problemas que tuvo de orden profesional en España. Así que ya me dirá si se puede ir mucho más lejos en las hipótesis sobre por qué lo pudo hacer, que las que ya le di en marzo. A lo que hay que añadir que, aquí mismo, arriba (12/05/2005 23:26:17), trasladé el juicio, bastante más crítico, de Javier Arce.

  23. #23 Asterio 13 de jun. 2005

    Ante todo, saludos a mi paisano Torances.

    Frodo:

    Si cambié de nick fue porque inicialmente no me había registrado como druida, por lo que, cuando quise responder a la cuestión sobre Iuliobriga (y Euskalerría), tuve que hacerlo de nuevo. En todo caso, fíjate que cuando continué con el debate sobre Corocotta lo primero que hice fue dejar bien claro que era la misma persona (07/06/2005 17:34:12).
    Como ves, no es necesario “moskearse” ni buscar oscuras confabulaciones en algo tan trivial. Ante dos posibles explicaciones, la lógica siempre debería hacernos decantar por la más simple... pero está visto que hay gente que preferís buscar soluciones fantásticas, más acordes con vuestros deseos. Así que tú mismo: en realidad soy un agente del CESID a sueldo de la Editorial Planeta para tratar de salvar el argumento de la novela de marras... o lo que se te ocurra.

    Torances:

    Pierdes el tiempo en pedir explicaciones de ese tipo, porque no te las puede dar. Lo único que hará es descalificar a Schulten, para tratar de menoscabar su credibilidad, destacando sus fracasos y olvidándose citar sus éxitos. Argumentar que Schulten se “inventa” a un héroe cántabro por cuestiones de exaltación patriótica es una estupidez, por cuanto él nunca dice que fuera cántabro (sino cántabro o astur) y tampoco dice que hiciera nada heroico, sino que sencillamente “se rindió”.

    Los motivos REALES que impulsaron a Schulten e impulsan hoy en día a Echegaray, Martino, Peralta, etc. a afirmar que era cántabro se deben a un análisis minucioso del contexto.
    De entrada, cuando se estudia las Guerras Cántabras, se ha de tener en cuenta que las fuentes escritas de las que disponemos son desesperantemente escuetas, pues se han perdido el libro que Tito Livio les dedicó en su Ab Urbe Condita, la Autobriografía de Augusto y otros textos que trataban el tema en extensión y solo contamos con los epítomes de Lucio Annio Floro, el de Paulo Orosio y los anales de Dión Casio, más algunas citas anecdóticas que aparecen de pasada en la Geografía de Estrabón. Es decir, que se tratan de crónicas que narraban periodos muy amplios de la historia romana y que, por motivos lógicos, han de resumir mucho los hechos referidos. Pero, al mismo tiempo, por ello podemos deducir que los acontecimientos o personajes citados tuvieron que ser de cierta importancia, pues de no serlo serían obviados.

    De entrada, la referencia a que un líder militar rebelde sea un “ladrón” es típicamente romana, y el mismo Viriato o Vercingetórix son citados de igual forma por varias fuentes. Lo que ocurre es que los acontecimientos que protagonizaron ambos los conocemos por monografías que los relatan muy extensamente, en el primer caso escrita por Apiano y en el segundo caso por Julio César. Por eso, sabemos que ambos “ladrones” no eran tales, sino líderes militares que acaudillaron a decenas de miles de guerreros. Ya se sabe que la diferencia entre un héroe y un ladrón suele depender del bando. Viriato protagonizó innumerables incursiones de saqueo por Turdetania y de ahí que, bien mirado, se le pueda llamar de esa forma. Si tenemos en cuenta que tanto Floro como Orosio nos hablan de las incursiones de saqueo cántabras sobre el territorio de los vacceos, turmogos y autrigones, lo más normal sería que los líderes de estas incursiones fueran tildados de igual forma.

    En el caso de Corocotta, se nos dice que era “muy poderoso”, por lo que pensar que debió de ser un caudillo de cierta relevancia. Esta idea la refuerza la importancia de la suma que se ofrece por su cabeza. Dión debió de extraer sus datos de otras fuentes, posiblemente de Tito Livio o de la autobiografía del propio Augusto y éstos (y el propio Dión) no van a hablar de un ladronzucho de mala muerte, porque el objetivo es exaltar al emperador y esto no se consigue destacando que perdonase la vida de un matao. Y si de un ladrón si más se dice que es “muy poderoso” ¿cómo se tendría entonces que describir a Viriato, líder militar que llegó a dominar gran parte de Turdetania?.



    Por último, efectivamente, la anécdota donde se menciona a Corocotta es citada por Dión Casio fuera del relato de las guerras, en un pasaje en el que habla sobre la piedad del imperator. No obstante, si hacemos un detallado estudio de la vida de Augusto, veremos que apenas dirige campañas militares, siempre delegando esta lAbor en sus subordinados, como Marco Vipsanio Agrippa. El hecho de que se decidiera a hacerlo en las Guerras Cántabras fue algo excepcional, debido a cuestiones diversas, sobre todo propagandísticas, que sería muy extenso de explicar. Por diversas fuentes, sabemos que él tan solo participó brevemente en la primera fase de la conquista de Cantabria, antes de caer enfermo y retirarse a Tarraco. Ese es, por tanto, el único momento en toda su vida en el que Augusto dirige una campaña militar contra íberos (o EN Iberia).

    Si asumimos que las incursiones de saqueo cántabras sobre sus vecinos sometidos a Roma son el desencadenante de la guerra, que Augusto acude a Hispania desde la Galia con el objeto de pacificar el norte peninsular, que Dión cita que éste ofrece una recompensa por un “ladrón muy poderoso en Hispania (o Iberia)” y que con ese nombre se les solía llamar a los líderes de ese tipo de razzias.. ¿qué se puede deducir de todo ello?.
    Que Dión no citase anteriormente a Corocotta se puede deber sencillamente al deseo de sintetizar hechos y acontecimientos y que él solo viera relevante o destacable el gesto de Augusto de dejarle ir tras cobrar su recompensa. Muchos otros datos interesantes que se desprenden de las fuentes nos llegan de pasada o de una forma similar.

    En todo caso, es importante destacar que en Hispania se ha documentado la existencia del nombre Corocuta, así como otros derivados de la raíz celta –coroc (guerra, ejército). Y las dos posibles etimologías que se han dado al nombre son “guerrero veterano” o “conductor de guerreros”, lo cual encaja bastante bien con todo esto.

    Como ya dije desde el principio, esto no deja de ser una suposición razonable dentro de una estructura lógica, pero que no puede ser demostrada más allá de cualquier duda. Suposición que puede (y debe) ser cuestionada. Pero no es algo fruto de que Schulten silenciase, inventase o exagerase nada por cuestiones políticas: como ya he dicho, el hispanista alemán dice claramente que existía el mismo nombre para designar a una especie de hiena y da el motivo por el que decide descartar su posible vinculación con el Corocotta de Dión. Sin duda, la señora Canto cree que todos los investigadores utilizan su misma metodología. Ya se sabe dicho: “se cree el lestés que todos son de su condición”.

    En todo caso, por otro lado ya he dicho que el problema de la “teoría africana” de Corocotta no es tanto lo que dice como lo que no dice. Evidentemente, se puede criticar a Schulten; eso es algo muy fácil, especialmente en lo personal: está muerto y no puede defenderse. Lo que no resulta tan fácil es conseguir, a partir casi de los mismos datos que él conocía, construir una teoría alternativa minimamente coherente. Y, en el caso que nos ocupa, nos encontramos ante una surrealista, donde quedan además unas enormes lagunas sin explicar. ¿Dónde y cuando se presentó el Corocotta africano a Augusto?. ¿Qué hacía aquí?. ¿Qué paralelismos existen de ladrones africanos actuando en Iberia?. Si el ladrón Corocotta fue un personaje de tan poca importancia, ¿por qué inspiró un testamento cómico 350 años después?. ¿Cómo es posible que un ladrón africano llamado “la hiena” se identificase con un cerdo?.

    Si el Corocotta cántabro se encuentra escasamente contextualizado y sustentado históricamente, el Corocotta africano se encuentra directamente en el limbo del “aquí todo vale”.

  24. #24 Asterio 14 de jun. 2005

    A la señora Canto:

    Sus desesperados intentos por poner palabras en mi boca que no he dicho nunca, con el objeto de poder rebartirme, constituyen ya un auténtico insulto a la inteligencia del lector.

    Como he aclarado en el mensaje simultáneo que acAbo de enviar a Frodo y que se ha cruzado con el suyo, lo que he dicho es que usted ha afirmado que la identificación de Corocotta como caudillo cántabro fue una idea de Schulten, perpetuada por la falta de espíritu crítico de la historiografía posterior. De nuevo, al igual que hace con el mismo texto de Dión, busca cualquier posible ambigüedad, cualquier simplificación o falta de matización, para afirmar algo que se aleja del espíritu de lo que se pretende decir.

    La web que alude la conozco perfectamente, gracias. En todo caso, ni la cantidad de la recompensa ni lo que según usted suponga o eje de suponer “hacer más rico” al aludido son relevantes para el tema que nos ha ocupado, que no es otro que su adscripción étnica. Creo que cualquiera que haya leído nuestros mensajes podrá comprender mi grado desesperación ante esta situación, que se ha convertido en un auténtico diálogo de besugos, en plan “tú di lo que quieras, que yo responderé lo que me de la gana”. Tan solo añadir una vez más que:

    YO NUNCA HE DICHO QUE COROCOTTA SEA UN HÉROE.
    YO NUNCA HE DICHO QUE COROCOTTA SEA UN HÉROE.
    YO NUNCA HE DICHO QUE COROCOTTA SEA UN HÉROE.
    YO NUNCA HE DICHO QUE COROCOTTA SEA UN HÉROE.
    YO NUNCA HE DICHO QUE COROCOTTA SEA UN HÉROE.
    YO NUNCA HE DICHO QUE COROCOTTA SEA UN HÉROE.
    YO NUNCA HE DICHO QUE COROCOTTA SEA UN HÉROE.
    YO NUNCA HE DICHO QUE COROCOTTA SEA UN HÉROE.
    YO NUNCA HE DICHO QUE COROCOTTA SEA UN HÉROE.
    YO NUNCA HE DICHO QUE COROCOTTA SEA UN HÉROE.
    YO NUNCA HE DICHO QUE COROCOTTA SEA UN HÉROE.
    YO NUNCA HE DICHO QUE COROCOTTA SEA UN HÉROE.
    YO NUNCA HE DICHO QUE COROCOTTA SEA UN HÉROE.
    YO NUNCA HE DICHO QUE COROCOTTA SEA UN HÉROE.
    YO NUNCA HE DICHO QUE COROCOTTA SEA UN HÉROE.

    A lo mejor esta vez finalmente lo ha entendido, aunque lo dudo. Pero creo que, a estas alturas, está patéticamente claro a qué se debe su fijación con el “héroe cántabro” del señor Lorenzo: no le molesta que sea cántabro, sino su condición de “héroe”. Pero eso es algo en lo que yo nunca he entrado a discutir, porque, como ya he dicho, me resbala completamente.

  25. #25 A.M.Canto 15 de jun. 2005

    Vaya, parece que además de marino, director de cortometrajes y experto en cascos de moto, nuestro Asterio también sabe su pelín de Psiquiatría. Estupendo, entonces entenderá mejor esto suyo:

    "YO NUNCA HE DICHO QUE COROCOTTA SEA UN HÉROE." (escrito de forma compulsiva, 15 veces)

    Uso de la lógica natural aplicada al "caso Asterio": Entonces, ¿a qué viene la histérica defensa de esta óptica en Schulten?

    Deducimos por lógica que lo que le interesa a Asterio es que este afamado ladrón sea cántabro. Ah.

    [Lógica natural. 1. f. Disposición natural para discurrir con acierto sin el auxilio de la ciencia. (DRAE).]

    Nota.- Por lo menos acAbo de dejar de ser "anti-cántabra" (Ayer, a las 22:56, in fine). Qué alivio: ahora soy sólo "anti-héroe" (¡!) y, por tanto, "anti-ladrones". En esto último por fin ha acertado.

  26. #26 azenor 15 de jun. 2005

    Me parece que esto está derivando peligrosamente, y no vendría mal un poco de reflexión y cordura por ambas partes (al fín y al cAbo se les presupone personas maduras). A todos nos interesa la historia, y la polémica es siempre agradecida; pero el insulto personal creo que ya excede de lo que aquí (al menos yo) esperaba. Salud a todos.

  27. #27 A.M.Canto 17 de jun. 2005

    Como curiosidad para los lectores celtíberos, aquí dejo noticia de una reciente tesis doctoral, de la Universidad de Exeter, 1996, cuestionando los estudios de Schulten acerca de Numancia:

    M. Dobson, The Roman Camps at Numantia, Spain. A reappraisal in the light of a critical analysis of Polybius' discourse on the Roman army

    "One of the main sources of archaeological evidence for Late Republican camps is a complex of installations at Numantia in Spain, excavated by Adolf Schulten in the early part of this century. Schulten's interpretation of the sites has generally been accepted without question and his reconstructions usually form the basis of discussion About the general form of Late Republican Roman camps. This thesis reassesses Schulten's archaeological record and concludes that much of the interpretation proposed by him should in fact be questioned. The result is that for several of the sites, radically-different alternative reconstructions are offered from those of Schulten. Alternative dates are also offered for some of the sites and a different course for the Scipionic circumvallation and which camps lay along it is proposed." [....]

    Fuente: http://piglet.ex.ac.uk/pallas/people/mike/abstract.html

    Los tiempos avanzan, y ahora algunos somos menos crédulos y más revisionistas.

  28. #28 A.M.Canto 20 de jun. 2005

    Jeromor: A ver, que esto me interesa mucho aclararlo, porque afecta a uno de mis más queridos "leitmotiven": el respeto al "cuique suum" (o sea: "A cada uno, lo suyo"):

    Ud. sí dijo esto, en febrero de este año, a lo que le contesté, viendo que Ud. sugería también un origen en "quercus" (Jeromor 22/02/2005, 12:28:15: "del lat. quercus,'encina', corcota> corocotta, '¿bellotero?'"), esto:

    "Jeromor: Sí, el nombre mismo debe proceder del azafrán, seguramente por el pelaje típico de la hiena." (A.M.Canto 23/02/2005, 8:48:36).

    ¿Y por qué el afirmarlo con cierta seguridad? Porque un año antes (perdón), en febrero de 2004, ya lo había yo planteado, en el foro"Corocotta y Schulten", contestando a Diviciaco, tal que así:

    A.M.Canto (10/02/2004):
    "Además, su nombre tampoco sería autóctono: Krokótas es de origen griego, palabra documentada desde el siglo IV a.C. En época romana, al adaptarla, se le genera la primera o (como en el caso de kroko-dilus).
    Se me ocurre que debe venir de crocum, esto es, el azafrán, y de ropa de este color había telas (como ahora) en India (los lamas), de donde los autores (no sólo Plinio y Casio, también Estrabón y otros) dicen que era originaria la hiena, que tiene también esos tonos como anaranjados.
    Un último recurso sería pensar que nuestro bandolero era pelirrojo... y fiero o cruel como la hiena."
    http://www.celtiberia.net/verrespuesta.asp?idp=3349, donde lo puede Ud. comprobar.

    Así que no se preocupe, Jeromor, que, si dije que lo dije, es porque lo dije ;-). De todos modos, seguro que a alguien que aún no sepamos (y antes que al austríaco que ha surgido ahora) se le pudo ocurrir antes, porque la verdad es que la relación entre el color del crocus y el de la corocotta no es tan difícil de asociar; no le doy mucho más mérito, tampoco para mí misma, por supuesto, aunque sí la precedencia aquí, si me lo permite.

  29. #29 Asterio 23 de jun. 2005

    Esto ya es otra cosa muy distinta.

    No voy a cuestionar lo expuesto, tan solo voy a aportar una serie de datos para que todo ello se valore en lo que yo considero su justa medida.
    En definitiva, se viene afirmando que el Corocotta citado por Dión era un ladrón africano por los siguientes motivos:

    1-Su nombre es el mismo que el de un animal africano y, además, se documenta un antropónimo igual en el norte de Africa y en el cognomen de un cerdito citado en un testamento de humor surrealista.

    2-Dión dice expresamente que se trataba de un ladrón (lestés).

    3-Del hecho de que Dión diga que era un “Ladrón muy poderoso que floreció en Iberia” se puede deducir que no era íbero.

    Ante lo cual me gustaría matizar:

    1.1-Los nombres citados por la fuentes históricas correspondientes a personajes de otros pueblos o etnias muchas veces suelen tratarse de adaptaciones fonéticas más o menos aproximadas a la lengua del historiador que sirve de fuente. Amílcar, que a veces es citado más correctamente como Admicar, procede del púnico bdmlqrt. Aníbal, Asdrúbal... son aproximaciones latinas a términos púnicos. Ciertamente, ninguno de sus paisanos les llamaba de esa forma. Evidentemente, la lengua celtibérica y la latina son mucho más parecidas ente sí que ésta última con el púnico, pero tampoco se puede tomar un nombre referido por un historiador grecolatino como un dato incuestionable.

    1.2-Muchas veces se dan corrupciones en los textos, a causa de las sucesivas copias de los códices medievales, y éstos se han transformado, o se dan distintas versiones según el códice. Centrándonos en las Guerras Cántabras, un castro nos es citado, dependiendo de la versión, como Bergida, Bélgica o Áttica, siendo además identificado posteriormente con Vellica. Evidentemente, solo uno de esos nombres es el auténtico.

    1.3- Todos los investigadores que consideran al Corocotta de Dión como hispano, creen que existe una homofonía entre un nombre indígena, de tipo céltico, y el del animal africano. Es decir, que son dos nombres “que suenan parecido” pero con dos orígenes etimológicos distintos, siendo dicha semejanza puramente casual.

    Como conclusión a esto, se puede decir que el usar el hecho de que el nombre de la hiena sea un “nombre africano” para demostrar que el Corocotta de Dión también lo era, no sirve para rebatir lo comúnmente asumido. Evidentemente, el nombre de la hiena no puede ser de origen celta pues se trata de un animal que no se da en Europa. No hace falta aludir a que se documenta antes como término zoológico en Grecia: es de puro sentido común. Asimismo, por los motivos anteriormente expuestos, afirmar que el nombre Corocuta no es exactamente igual que Corocotta dista mucho de ser un argumento de peso.
    Tal vez en la trascripción medieval, o el mismo Dión al tomar los datos de sus fuentes, consideraron que un nombre como, por ejemplo, Caracutios, debía ser, en realidad, Corocotta, pues éste nombre era más conocido.

    2- Respecto a lo del término “ladrón”, creo que ya está de sobra dicho. Los autores grecolatinos citan de esta forma a todos los líderes militares indígenas, en un intento de desacreditarlos. Sin embargo, las fuentes son generalmente breves y nos hablan tan sólo de los hechos más destacados, por lo que se asume que no van a perder el tiempo en hablar de un líder de una pequeña banda de ladrones. De hecho, no conozco ningún historiador clásico que cite un “ladrón” que realmente lo sea, a no ser que entre en gran cantidad de detalles. ¿Qué importancia política puede tener la existencia de un mero grupo de forajidos como para merecer ser citada?.
    Además, en el caso de Corocotta dionisiano, ésta circunstancia se ve reforzada por el hecho de la elevada suma que se ofrece por su vida.

    Dión Casio es un historiador claramente pro-augústeo y seguramente sus fuentes también lo fueron, ya sea Tito Livio (contemporáneo del Imperator y parte de su instrumento de propaganda) como la propia autobiografía de Augusto. Leyendo, respectivamente, los libros conservados del Ab Urbe Condita y el Res Gestae, se puede saber que la idea a transmitir era clara: el imperator no hizo más que consolidar la conquista de Hispania, pacificándola y trayendo la paz y la prosperidad. Sólo unos forajidos y malhechores pudieron oponerse a tan noble causa.

    Afirma que porque Dión llama a Corocotta ladrón éste tenga que serlo, es como decir que Pelayo fue un “asno salvaje” tan sólo porque lo dice el cronista musulmán Al-Makkari. O como decir que Almanzor realizaba rituales paganos demoníacos, tan sólo porque así lo dicen algunas crónicas cristianas. Es negar la existencia de algo llamado etnocentrismo y la necesidad que tiene todo personaje histórico, sociedad o sector ideológico de justificar sus actos, deslegitimizando a los demás.
    En definitiva: no se puede ser objetivo haciendo una lectura literal de unas fuentes que de por sí son subjetivas. La objetividad viene de analizar el contexto y de adoptar una postura crítica ante lo que se nos dice.

    3-Respecto al tema de “ladrón muy poderosos en Iberia”, creo que el 99 por ciento de la gente que lo lea asume que ese “ladrón en Iberia” sería íbero, pues, de lo contrario, Dión lo hubiera citado expresamente. Y la mejor prueba de ello es que la inmensa mayoría de los autores lo consideran de esta forma. Afirmar lo contrario es forzar las fuentes, buscando una ambigüedad donde no tiene por qué haberla, de forma interesada, con el objeto de tratar de dar respaldo a unas ideas preconcebidas.
    Los pueblos prerromanos se encontraban en un relativo estado de incomunicación que hacía no era frecuente que un ibero se encontrase fuera de Iberia o un africano fuera de Africa. Y mucho menos que fuera “muy poderoso” fuera de su tierra.

    Y, por último, una consideración metodológica. Los defensores de la cantabricidad de Corocotta han adscrito a éste personaje en un contexto geográfico (Cantabria) y cronológico (27-26 a.C.) muy determinado, por las razones que he citado en otras ocasiones (13/06/2005 18:10:43), de forma tal vez más o menos respaldada con datos, pero siempre dentro de un marco lógico de unos acontecimientos históricos conocidos y gracias a una lógica deductiva. Sin embargo, la teoría de la africanidad de este personaje se basan en argumentos puramente filológicos. Se ha construido una historia en base a un nombre, que, no solo se encuentra en un limbo ajeno a cualquier respaldo en las fuentes históricas, sino que vulnera el más elemental sentido común. No existe la más mínima constancia de incursiones ultramarinas norteafricanas en Iberia, dedicadas al latrocinio. Si existiese esa inseguridad, habría algunas guarniciones costeras y no se hubiese creado la provincia Bética como senatorial. Tampoco se sabe dónde o cuando ocurrió ese pasaje... ¿debemos creer que en la civilizada Tarraco?.

    Coincido plenamente en lo expuesto por Jeromor. Efectivamente, gracias a las sucesivas aportaciones, habéis conseguido dilucidar muchas cuestiones: el origen del término corocotta para designar a una hiena, el porqué se usa ese cognomen para un cerdito hablador...etc. Sin embargo, no se ha conseguido establecer ninguna conexión entre la hiena y el “ladrón en Iberia” (tampoco digo que lo pretendieses).

    Realmente, lo siento mucho, pero la idea me sigue pareciendo disparatada. No se puede establecer ningún argumento, tal y como se ha hecho, en base a que el cerdito M. Grunnius Corocotta “era de Thebeste”. Por Dios... ni “era” ni “pudo ser”: se trata de un personaje literario que jamás existió. No se puede tratar de usar una biografía ficticia de un cerdito parlanchín como la de un personaje de carne y hueso. Y, en todo, caso, esto establecería una relación entre él y la hiena, pero no sirve de nada para saber de dónde era el personaje citado por Dión.

    J. R. R. Tolkien era un lingüista al que le gustaba inventarse lenguas y nombres. Más tarde, según el mismo reconoció, creó una serie de historias en las que poder utilizar sus invenciones. En cierto sentido, lo que aquí se debate es lo similar: a partir de un nombre se quieren establecer unos supuestos hechos históricos que no poseen el más mínimo respaldo documental. Y ni tan siquiera se encuentran contextualizados históricamente. No existe ninguna prueba que sugiera que hubo incursiones de latrocinio norteafricanas en Hispania, a no ser que así consideremos a la conquista púnica. Y, de hecho, postular su existencia en el principado de Augusto consiste un sinsentido. Si embargo, aquí se hace porque una vocal en un nombre se presenta abierta y no cerrada. Entiendo que una persona que es epigrafista tenga la tendencia a Abordar el tema desde su disciplina, pero esto me parece exagerado.

  30. #30 Asterio 24 de jun. 2005

    AcAbo de releer mi mensaje con calma y he cometido un error. Donde escribí “Ladrón muy poderoso que floreció en Iberia” en realidad, debí decir “ladrón que prosperó en Iberia”. Al escribir de memoria, he mezclado dos traducciones diferentes.

  31. #31 Asterio 27 de jun. 2005

    Diodoro, XXXIII, 1, 5:
    “Viriato, el jefe de ladrones lusitano, era justo en el reparto del botín: basaba sus recompensas en el mérito y hacía regalos especiales a aquellos de sus hombres que se distinguían por su valor, además no cogía para su uso particular lo que pertenecía a la reserva común. Debido a ello, los lusitanos le seguían de buen grado a la batalla y lo honraban como su benefactor y salvador común”

    Cicerón, De off., II, 40:
    “Y así por su equidad en repartir el botín obtuvieron un gran poder no sólo Bardilis, bandolero ilirio, sino también y mucho mayor el lusitano Viriato”

    Diodoro (V, 34, 6-7):
    “Una costumbre particular se da entre los íberos y, más particularmente, entre los lusitanos. Cuando sus jóvenes llegan a la culminación de la fortaleza física, aquéllos de entre ellos que tienen menos recursos, pero que exceden en vigor corporal y audacia, se equipan con no más que su valor y sus armas y se reúnen en las montañas, donde forman bandas de tamaño considerable, que descienden a Iberia y obtienen riquezas en su pillaje.”

    Dión Casio, Book XXII ,73:
    “Viriathus was a Lusitanian, of very obscure origin, as some think, who gained great renown through his deeds, since from a shepherd he became a robber and later on also a general.”
    http://penelope.uchicago.edu/Thayer/E/Roman/Texts/Cassius_Dio/22-29*.html

    Lucio Annio Floro,XXXIII:
    Ceterum Lusitanos Viriatus erexit, vir calliditatis acerrimae, qui ex venatore latro, ex latrone subito dux atque imperator et, si fortuna cessisset, Hispaniae Romulus, non contentus libertatem suorum defendere, per quattuordecim annos omnia citra ultraque Hiberum et Tagum igni ferroque populatus...
    http://www.forumromanum.org/literature/florus_epitome1.html#33

    Estrabón (III, 3, 5):
    “Son alrededor de treinta las tribus que se reparten el territorio entre el Tago y los ártabros, pero a pesar de ser próspera la región por sus frutos, pastos y abundancia de oro, plata y metales análogos, la mayoría de ellos pasaban la vida apartados de la tierra, en piraterías y en continua guerra entre sí y contra sus vecinos de la otra orilla del Tago, hasta que los pacificaron los romanos, haciéndolos bajar al llano y convirtiendo en aldeas la mayor parte de sus ciudades, aunque también asociándose a algunas como colonos en mejores condiciones. Fueron los montañeses los que originaron esta anarquía, como es natural; pues al habitar una tierra mísera, y tener además poca, estaban ansiosos de lo ajeno. Los demás, al tener que defenderse, quedaron por fuerza en la situación de no poder dedicarse a sus propias tareas, de modo que también ellos guerreaban en vez de cultivar la tierra. Y sucedía que la tierra, descuidada, quedaba estéril de sus bienes naturales y era habitada por bandidos”

    Estrabón (III, 3, 6-8):
    Dicen que los lusitanos son diestros en emboscadas y persecuciones, ágiles, listos y disimulados. Su escudo es pequeño, de dos pies de diámetro, y cóncavo por su lado anterior; lo llevan suspendido por delante con correas, y no tiene, al parecer, abrazaderas ni asas. Van armados también de un puñal o cuchillo; la mayor parte llevan corazas de lino, y pocos cota de malla y cascos de tres cimeras. (...) Mas, repito, todas estas guerras están hoy día acabadas; los mismos cántabros, que de todos estos pueblos eran los más aferrados a sus hábitos de bandidaje, así como las tribus vecinas, han sido reducidos por César.”

  32. #32 klenow 21 de ene. 2006

    Hola a todos
    Soy nuevo en este foro, como usuario registrado es mi primer comentario.
    Me gustaría expresar mi opinión acerca de este debate, en el que he leido cosas muy interesantes y cosas desagradables.
    No entiendo los insultos cuando se discute un trabajo o una obra. Considero valioso que un autor escriba libros basados en historia, ayuda a que la gente se interese por ella... luego quizás alguno se decida por cursas esos estudios y descubra que muchos de los mitos que le habían transmitido en libros basados en hechos históricos (que no históricos) eran eso, mitos, que no se ajustan a la realidad.
    Entiendo las posturas de los "puristas" acerca de áreas como medicina, biología, historia... son personas que han dedicado toda su vida al estudio de una disciplina (bueno, hoy día al estudio de una parte de una disciplina), y es normal que les moleste que se venda algo como historia real, objetiva, cuando no lo es.
    Pero igualmente hay que entender que el público no quiere leer una recopilación de sesudos artículos científicos y es loable que un escritor ajeno al mundo de la historia -presupongo, no lo sé con certeza- dedique tiempo a preparar una novela para contextualizarla en un enclave histórico.
    Quizás el fallo del autor ha sido presentarlo como libro basado fielmente en la historia, pero no creo que haya habido mala fe. Hasta donde yo sé por lo que he leido, hay muchas fuentes -que parecen erróneas- que avalan las tramas que el autor expone, y hasta un historiador serio le ha avalado... yo habría cometido el mismo error.
    Por supuesto que hay cosas que se pueden mejorar, y es lo que me gusta de este foro, que en la mayoría de los mensajes que he leido siempre hay confrontación, pero ésta resulta constructiva, de tal modo que una persona ajena al mundo de la historia como yo puede sacar muchas cosas en claro de todo eso.
    Desconozco la metodología investigadora en Historia, pero si ya es difícil en mi campo (Biología celular, molecular, genética) encontrar cuestiones en las que no haya confrontación incluso cuando hay posibilidad de reproducir "in situ" los hechos que se investigan, no me quiero imaginar lo lAborioso que resulta investigar en Historia, y más Historia antigua, donde el tiempo por un lado, e imagino el reducido número de fuentes que han perdurado pueden deformar los hechos enormemente. Ahí estoy de acuerdo con la Dra. Canto en que hay que acudir a las fuentes más antiguas posibles.
    Sin embargo, si todos los escritores que tratan de hacer libros basados en historia tuvieran que aprender latin, griego antiguo y leerse todo lo que personas como la Dra. Canto (o mi propio jefe de grupo por no personalizar en exceso este ejemplo) han leido y estudiado, ¿cuántos libros se publicarían?
    Gracias por la web a todos los que colAborais,
    Un saludo

  33. #33 Corcontas 31 de ene. 2006

    Reproduciré de nuevo lo ya escrito en mi primer mensaje en este foro, por si alguien todavía no se ha dado cuenta:

    "Yo he escrito una novela histórica, no una obra histórica. Esto quiere decir que la recreación de los seres humanos que en ella aparecen es ficticia, como no podía ser de otro modo, pero que tanto los hechos históricos como la organización social o costumbres de la época y de los pueblos que se mencionan se ajustan a las fuentes clásicas, ya sea Estrabón, Floro o cualquier otro. El libro no sólo fue presentado el pasado 22 de febrero por el académico de la Historia José María Blázquez (cuya autoridad sobre la materia es incuestionable), sino que también tuvo su apoyo más entusiasta, hasta el punto de decir (a mí me asombró la osadía, he de reconocer) que todo cuanto aparecía en esas páginas "era verdad". Yo no llego a tanto, pero sí puedo asegurar que cuatro años de investigación seria y rigurosa avalan este libro. Mi propósito no es tanto mostrame como un erudito o satisfacer a los cerebros más exigentes 8que, si es preciso, también podría hacerlo), sino divulgar una época de nuestra Historia que hasta ahora ha pasado desapercibida. Y la mejor forma que he encontrado es la de escribir una novela llena de aventuras y pasiones que pueda atrapar a toda clase de público. Espero que no se considere un pecado de lesa majestad".

    Además, siempre he mencionado en cuantas entrevistas me han hecho que aunque yo crea que mis hipótesis sean las más razonables, no por fuerza tuvieron que ser así en realidad, especialmente en lo que se refiere a la epilepsia del personaje -hilo argumental que me sirvió para unirlo más intimamente con Julio César. La verdad es que ya no sé qué más puedo hacer para complacer a tanto eximio.

    Por cierto, acaba de salir la séptima edición. Y hace ya un año que salió a la luz. Mil gracias a todos cuantos han leído y apoyado el libro.

    Saludos

  34. #34 A.M.Canto 31 de ene. 2006

    Caramba, ¡cuanto tiempo sin verle por aquí!
    Como ya le dije el año pasado, conozco al Prof. Blázquez bastante mejor que Ud., y en todo caso me remito también para ello a lo que le respondí entonces (09/03/2005 16:49:01).
    Por supuesto, le felicito por todas las reediciones, y las muchas que le quedan por disfrutar. En todo caso, creo que mi llamada de atención, justo al principio, pudo contribuir a que fuera Ud. algo más cauto en todas esas presentaciones, porque al principio iba embalado. Si fue así, haud inritus lAbor, que decía el clásico.

  35. #35 Corcontas 01 de feb. 2006

    Ah, de nuevo ese familiar tufillo de superioridad, enmascarado por esa cordial felicitación que sinceramente le agradezco. Por desgracia, lo que acAbo de reproducir en el mensaje anterior es mi primer mensaje en este foro y precede a nuestra discusión, por lo que no creo que pueda decirse que haya cambiado de opinión ni haya dejado de "embalarme", ya que sigo diciendo lo mismo y pensando que mis hipótesis -que, insisto, no me he sacado de la manga, sino de las opiniones y estudios de otros historiadores de prestigio- pueden ser (pueden ser, recalco) tan válidas como puedan serlo las suyas, lo que tampoco descarto absolutamente. De hecho, algo de esto menciono en mi próximo libro, para que vea que no me niego en redondo a darle la razón. Ni usted ni yo anduvimos hace 2.000 años por esos lares ni junto a esos cronistas como para saber con certeza cuál de las dos es la más exacta. Quién sabe si se perdió algún texto o testimonio clarificador por el camino. En cuanto al profesor Blázquez -que dijo lo que dijo sin que nadie le pagara o presionara-, sigue pareciéndome que no estaría muy conforme con asertos suyos, como ese que reza: "mi antiguo maestro en la Complutense y buen amigo José Mª Blázquez, que lo ha hecho, pues, de buenísima fe, pero es obvio que sin haber profundizado en el asunto" (¡¡¡!!!). Por no mencionar otros que fueron los que en su día me sacaron de mis casillas. Como ya le dije en la dedicatoria del ejemplar que le envié, hay muchas formas de defender la Historia y cuando nos remontamos tanto tiempo atrás y con tan escasas fuentes me parece bastante atrevido pretender que uno tiene la razón absoluta. Yo desde luego nunca lo he hecho. Al fin y al cAbo, sólo soy un novelista que crea basándose en las opiniones y escritos de otros.
    Saludos.

    P.D. Disculpe que no esté muy ducho en citas clásicas como para contestarle en los mismos términos. Y sigo visitando frecuentemente este excelente foro, pero ya me cuesta participar. Seguro que lo comprende.

  36. #36 Talassonauta 06 de mar. 2006

    Hola.
    Soy nuevo en este foro - también como internauta - y por lo tanto me es imposible leer tantísima información como aparece en Celtiberia. Todos o casi todos los temas son sumamente interesantes por lo que en la medida de las posibilidades intentaré poner mi grano de arena.
    Referente a todo lo leído del encabezado "Corocotta", quizá haya que hacer más hincapié en el calificativo "Grunnius"; pues tal vez de ahí provenga el mensaje del autor testamentario.
    Se ha leído en algún libro - y no sería correcto decir cuál, pues no creo sea este el lugar concreto para críticas aunque sí para exposiciones; para las críticas sería sugerible un foro destinado a ellas - decir que al "Valle del Roncal la etimología popular lo deriva de una leyenda que hace referencias a ronquidos, siendo esta hipótesis desechada por carecer de fundamento".
    Mucho nos ha de decir el griego, junto al latín y otras lenguas anteriores a ésta, en cuanto a etimologías hispanas; así: "cánt- abros",
    "ar -ta-abros", etc., derivarían -los primeros- del compuesto (lat.) canto, "cantar" y (grie.) abrós, "delicado, bien educado, suave"; cántabros= "los de canto delicado". Refuta esta afirmación el pasaje de Silio Itálico cuando dice de los callaicos: " En su idioma patrio entonan cantos bélicos - considerado por los Romanos ulular y no canto- que alternan con pataleos y golpes de látigo en tierra" (Silio Itálico, Púnica -Los Callaicos III, 364 - 7). Estrabón, por otro lado, comenta lo que sigue: "De la locura de los Cántabros se cuenta también que algunos prisioneros entonaron su canto de victoria cuando estaban clavados en la cruz" (Estrabón, geografía III, 165, 18).
    Mithrídates IV Eúpator, rey del Ponto, mantuvo pactos con el rebelde a Roma Sertorio. Cneo Pompeyo combatió con dicho rey y sometió el Ponto a los dominios de Roma. También lo hizo en Hispania contra Sertorio ¿Sería negable admitir relación entre los mercenarios de unos y otros? ¿Sería inadmisible que los cántabros vinieran de las márgenes del mar Negro - al igual que otras más denominadas por historiadores como autóctonas". Eúpator" viene del griego eúpathês, " de suma delicadeza, sensible, supceptible".
    Los ártabros vendrían del (grie.) ará, "maldición, imprecación" - ta, (det.) "los" y "abrós"; ártabros = "los que imprecan con delicadeza".
    Aragón lo haría del anterior "ará" y agôn, "lucha, combate"; Aragón = "los que maldicen en las luchas".
    Roncal admitiría etimología en el (grie.) roncos, "estertor" o en roncalizô, "roncar"; y no habría de ser por el sueño profundo después del cansancio, sino por el el ruido temible de sus hordas al entrar en combate.

    Gruñidos, imprecaciones - por cierto, muy arrarigadas en nuestra etnografía -, plañidos, rabias, ululaciones y toda clase de gritos raros y extravagantes están recogidos en la etimología de nuestra Península; falta saber hasta qué punto se puede adentrar la investigación en este tema para no generar disputas no deseadas. Aunque hoy día querer hacer ver a nuestros contemporáneos con lo que fueron los habitantes prerromanos de la antigua Iberia, posiblemente sería como asertar que todos los norteamericanos deriban de los apaches sin contar para nada con los celtas.
    Y aún hay quien piensa que la relación de Uxama con los antiguos moradores del Mar Caspio son meras hipótesis románticas. Pues a lo mejor va ha ser que no.
    Saludos desde Sedetania.

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