Autor: F.
sábado, 21 de abril de 2007
Sección: Artículos generales
Información publicada por: F.


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La querella priscilianista. Aspectos políticos

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  1. #1 pérola 06 de mayo de 2007

    Como me explico cuando quiero!

    Quería decir que Gallaecia tenía sus peculiaridades religiosas ya durante el Imperio. Algo que vemos en el Santuario galaicorromano de O Facho de Donón, Oío, no confín da península do Morrazo.
    La religiosidad local hizo posible ese sincretismo que hará de Oío el mayor y el mas importante santuario de profundos rasgos indígenas del imperio. La proliferación de aras, que superan los dos centenares, encontrados en una reducida área de este confín así lo sugieren. Este altar natural sacralizado por los indígenas allí donde el sol y el mar se unen no solpor, se caracteriza por el uso de una simbiología empleada para retratar a ese Lar Verobreus y es un aspa, una cruz aspada. Este motivo iconográfico que hace referencia a ese verdadero diós de los galaicorromanaos todavía es hoy adorado, una vez que se sincretiza en el cristianismo bajo la advocación de San Andrés de Oío.

    Las aras romanas dedicadas a los dioses de los caminos durante el S. III, bajo la advocación de Lares Viales, hablan de lo mismo, y su localización geográfica sugieren (Franco/Gallaecia 21, pp 217) un culto peculiar de Gallaecia .

    El priscilianismo nos vuelve a mostrar las dificultades de los galaicos para adoptar la religión oficial: le cortan la cabeza al hereje y nos lo traen peregrinanado a Gallaecia. Otra vez un problema religioso circunscripto a Gallaecia. El camino siempre presente en estas desviaciones de las religiones oficiales.

    Posteriormente las rabietas de San Martiño contra los raros costumbres galaicos en materia religiosa, nos dicen que el cristianismo galaico trajo de cabeza a las autoridades eclesiásticas de Gallaecia todavía en el S. VI, con su idea de encender velas en las encrucijadas de los caminos.

    Y Santiago, que casualidad, enterrado al final de un camino, consigue en el 813 cristianizar un mito pagano, anterior por supuesto a Prisciliano, que parece hundir sus raices en las profundidades de la historia.


    A ver si me expliqué mejor ahora

    Saludos

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