Autor: Ñervatu
domingo, 03 de febrero de 2008
Sección: TardoAntigüedad
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La verdadera dimensión de la Invasión Musulmana.

Recientemente se ha puesto en solfa la Invasión musulmana del siglo VIII, incluso Olague y otros autores la han negado; pero en este foro vamos a intentar demostrar la falsedad de dichas tesis.

Una Invasión Masiva

La expansión Islámica por el Magreb, Occidente y otras partes del mundo se debió en primer lugar a la fuerza del Islam y al misticismo que impregnaba en sus seguidores; pero también a  un vacío de poder tras la caida del Imperio Romano Occidental y el debilitamiento del Imperio Romano Oriental y del Imperio Persa.

Asi pues la invasión de la Península Ibérica no es un hecho aislado sino que es un eslabón de la expansión musulmana; la singularidad de dicha invasión es que fue anticipada y propiciada por discordias internas en el reino Visigodo.

Efectivamente aún no se había deglutido la conquista del Magreb Occidental ni islamizado a sus habitantes cuando debido a las disputas por el trono Toledano, un bando aristocático visigodo, los Witizanos solicitaron la ayuda al califa de Damasco para recuperar el trono que ostentaba un general de prestigio Don Rodrigo o Rodrich , Rodericus en latín;  dicho general habría sido elegido como solución transitoria por los magnates godos descontentos con el predominio del linaje Witizano.  
Una vez autorizados por el Califa de Damasco para iniciar la invasión los caudillos Táriq y Muza contaron con apoyos intramuros del reino, los  partidarios de los hijos de Witiza como el conde Don Julian.
Táriq desembarcó con 7.000 hombres y Muza le envió un refuerzo de 5.000 contabilizando el ejército musulmano-beréber un total de 12.000 hombres en el momento decisivo de la batalla del Guadalete.
En el 712 Muza desembarcó con unos 18.000 hombres en esta ocasión árabes con un gran contingente de yemenitas asi que los efectivos musulmanes en el 712 serían en torno a los 30.000 hombres habiendo sufrido muy pocas bajas en los enfrentamientos con los partidarios del rey Don Rodrigo que solo habían resistido en Mérida e inicialmente en la batalla del Guadalete hasta que las alas Witizanas del ejército desertaron.

Comparando se obtiene la verdad

Hasta la fecha ningún historiador ha puesto en duda dichas cifras aunque curiosamente había unanimidad en decir que eran unos efectivos muy escasos y todos se preguntaban como efectivos tan nimios habrían podido conquistar la Península en tan poco tiempo.
Se exponían las teorías del hartazgo de la población nativa hispanorromana respecto a los visigodos, una supuesta peste que habría mermado la población, las divisiones internas previas y durante la invasión con enfrentamientos entre poderes territoriales, la práctica del terror llevada a cabo por los musulmanes para noquear y paralizar por miedo posibles movimientos resistentes etc.
Desde este foro modestamente y desde la modestia de este simple aficionado vamos a intentar enmendar la plana a tan ilustres y singulares expertos.
Y para evitar polémicas estériles voy a centrarme en aspectos concretos y verifica-
bles:
1º Los historiadores críticos con la Importancia y realidad de la Invasión Musulmana
jamás rechazaron las cifras dadas por los cronistas musulmanes en cuanto a los efec-
tivos de dicha invasión.
2º Dichos efectivos unánimemente fueron calificados de escasos y por lo tanto dado su  bajo número para una empresa de tanto relieve como la conquista del Reino Visigodo -toda la Península Ibérica mas Baleares, mas la parte francesa del Reino, mas las plazas del Norte de Africa-se negaba la conquista en si. (Teoría de Olague y otros Unitarios-Trinitarios).
3º Hasta la fecha nadie ha puesto en duda que una superpotencia de la época como era el Imperio Romano  disponía en el frente occidental de 50.000 comitatenses es decir el ejército real, el móvil, el que se empleaba en las batallas decisivas tipo Adrianópolis o Naissus o para tapar brechas en el frente sostenido por los limitanei que eran una especie de tropas guardafronteras acantonadas en fuertes y posiciones estáticas; y en el frente oriental otros 50.000 comitatenses. Es decir que para todo el Imperio Romano en Europa frente a los germanos, sármatas, alanos y demás pueblos bárbaros, en Africa frente a los bereberes del interior y en Asia frente al Imperio Persa Sassanida y luego el Parto los romanos disponían de 100.000 efectivos de combate  divididos en dos grupos de 50.000 para oriente y occidente mas los limitanei tropas guardafronteras acantonadas en posiciones estáticas y de nulo valor combativo salvo como primer elemento disuasor y de retardo en las incursiones.
4º Si para todo Occidente Roma empleaba contra toda la panoplia de tribus que intermitentemente le presionaban en el Rhin-Danubio y Magreb de Africa 50.000 comitatenses; la cifra de 30.000 musulmanes  para conquistar Hispania y una pequeña porción del sudeste francés es enorme.
5º que el Reino Visigodo ni remotamente podría reunir lo que usaba Roma para toda la parte Occidental del Imperio 50.000 hombres.
6º Que la inmediata expansión musulmana hasta el corazón del territorio franco en el centro-norte de la actual Francia demuestra que el objetivo de fuerza tan importante no era ni devolver el trono a los incautos witizanos, ni conquistar la Península sino darle un golpe decisivo a Occidente en Hispania-Galia como situación previa a la acometida final contra El Papado en Italia.
7º Que la Invasión de Europa tuvo un éxito sin precedentes y solo la discordia originada en el sistema tribal de los musulmanes impidió la aniquilación de Europa; ni siquiera los hunos de Atila habían logrado llegar al Atlántico.
8º Ese balón de Oxígeno permitió a los francos en la Galia y a la resistencia Astur-Cántabra en Hispania reorganizarse y recuperarse de la sorpresa para fortificarse, rearmarse y aprovechando las discordias entre los junds árabes y los bereberes llevar la frontera hasta el Duero.
9º Pero para ello, en la batalla  de Covadonga, 300, como los espartanos, al mando de Belay el Rumí, "el asno salvaje"  lograron hacer virar en un momento concreto y decisivo un  acontecimiento histórico que parecía inevitable: la conversión de la Península Ibérica en una Anatolia Turca. 
10º Y que mejor resumen que las palabras de Don Oppas obispo y caudillo de los Witizanos dirigidas al caudillo astur Don Pelayo: "¿como tú  con esta pequeña tropa, en esta cueva, pretendes resistir al Islam que desde las arenas del desierto arábigo ha venido engullendo a todos los estados y naciones?
a lo que éste respondió porque la Iglesia de Dios es como la luna que aún estando en cuarto menguante, al poco tiempo recupera su esplendor; y diose la batalla y con el estandarte de la cruz de la Victoria, los astures, por la gracia de Dios aniquilaron a los caldeos muriendo su comandante Al Qaman y el pérfido obispo traidor iniciándose así la restauración de España.  


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Comentarios

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  1. #1 diviciaco 03 de feb. 2008

    Yo creo que es a Miletomaro a quien hay que preguntarle de donde saca sus elucubraciones:


    Don Pelayo tiene todas las características de un personaje de leyenda, es decir mítico.


    Tendrá todas las caractirísticas, pero las crónicas del Asturum Regnum de dan plena dimensión histórica


    No hay documentos de ningún tipo que demuestren con total seguridad la certeza de los hechos que se le atribuyen.


    O Miletomaro miente o simplemente ignora: No solamente las crónicas del Asturum Regnum, sino también el testamento del rey Alfonso II (812) menciona a Pelayo: 


    "De esta peste [la invasión ismaelita] libraste con tu diestra, Cristo, a tu siervo Pelayo, el cual fue elevado a rango de príncipe y, luchando victoriosamente, abatió a los enemigos y defendió, vencedor, al pueblo cristiano y astur, dándoles gloria."


     Caso totalmente distinto es el e Alfonso I, rey totalmente histórico.


    Este misterio abate Miletomaro sobre nosotros: Si las crónicas Albeldense, Rotense y Sebastianense nombran a Pelayo y Alfonso I ¿porque uno es totalmente histórico y otro, pues ya menos? 


    También el testamento del Rey Magno menciona a Pelayo, pero ya vemos la concepción del hecho histórico que tienen algunos.


    ¿?


     

  2. #2 Ñervatu 03 de feb. 2008

    Si, y al Miletomauro este habría que preguntarle que si el rey Alfonso I es un personaje histórico y Pelayo mítico, entonces........¿como puede ser posible que Alfonso I estuviera casado con una hija de Pelayo?  ¿y como es posible que Fáfila haya erigido una capilla, la de la Santa Cruz en Cangas de Onís donde está grabado su nombre y el de su mujer Froilubia?. ¿Y los sucesivos reyes de Asturias que lo fueron por estar casados con hembras del linaje de Pelayo, como el magnate Silo de Pravia que llegó a ser rey?  Nepociano que llegó a ser rey y perdió el reino tras la batalla del puente de Cornellana también casado con una hembra del linaje de Pelayo. Antes de hablar a la ligera hay que documentarse amigo.

  3. #3 Miletomaro 04 de feb. 2008

    En cuanto a tí bergán, con esto te lo digo todo:






















    bergan


    barcelona (españa)

    Claves: ...
    Curriculum: licenciado Hº Medieval
    Web: No tiene
    En Celtiberia.net: 0 preguntas directas contestadas, de 0 que le han hecho (0,00% del total)
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  4. #4 Teshub 05 de feb. 2008

    Por eso de emplear una historiografía neutral, podemos leer la Histoire d'Espagne de Saint-Hilaire,de 1837, Tomo II (desde los godos hasta el s. XIX), pp. 295 y siguientes, se hace eco de la historiografía árabe sobre Pelay el Rumi (Pelayo el romano). Cita a Al-Makari, a Abdallah, a Ibn Abhjan y Al-Razi, pero de los cuatro prefiere a Abdallah (y su Al-Tibyan), quien recoge una crónica de Covadonga similar a la cristiana excepto en la supresión del milagro. Los cronistas árabes de la época distinguen los Rum de los Afrank, los Rum (romanos) son los astur-cantábricos y los Afrank (francos) son los navarro-aragoneses. Si don Pelayo no hubiera existido, y la resistencia cantábrica hubieran sido 40 personas (30 "asnos" masculinos y 10 mujeres, como relata Al-Makari), no tendría sentido hacer esa distinción. Además, la batalla de los Afrank en connivencia con don Pelayo contra Mogait el griego y la reconquista de Zaragoza en el 715 no parecen indicar que precisamente hubiese pocos cristianos resistentes o desorganizados


    http://books.google.com/books?id=onwLAAAAYAAJ&pg=PA298&lpg=PA298&dq=aben+cothon&source=web&ots=cvl-zNhuzC&sig=jUKE1SQz3-8liPkP-WWomhJvMBQ#PPA297,M1


    Por otra parte, Ben Hudeil relata la narración que hizo Muza al califa Suleimán cuando rindió cuentas de sus conquistas en España. Le pregunta sobre tres pueblos diferentes: los cristianos, los berberíes y los afranc. De los cristianos dice que son leones en sus castillos, águilas en su caballos y mugeres en sus escuadrones de a pié; pero si ven la ocasión la saben aprovechar, y cuando quedan vencidos son cabras en escapar a los montes, que no ven la tierra que pisan. Los Afranc son gente infinita, prontos y animosos en el acometer y en el pelear, pero medrosos y tímidos en la fuga.


    Evidentemente, los cristianos son los astur-cantábricos. Y aunque es de suponer que Muza emplearía la táctica de decir que luchó contra poderosos enemigos, a quienes venció siempre, resulta indudable que las fortalezas del norte y los ataques tipo guerrilla que acometía don Pelayo y sus huestes le molestaban. Y estamos hablando del +/- 715, ya que Muza se supone murió en el 716.


     

  5. #5 Teshub 05 de feb. 2008

    Claro, hombre, por eso el cordobés Ibn-al-Qutiya, cuando escribe su historia de la conquista árabe de la peninsula la titula "Historia de la conquista de Al-Andalus". Y cuando se menciona en la Crónica de Alfonso III a Musa Ibn-Musa (Muza), se le refiere como "godo de nación, aunque de religión mahometana"


    La proclamación de Abderramán III como califa, ¿donde se menciona a los hispanos?




    En el nombre de Alá, clemente y misericordioso. El más digno de reivindicar su derecho de revestirse con los dones que Alá concede a los hombres soy yo por cuanto que Alá ha elevado mi autoridad hasta el extremo, ha extendido mi fama por todo el mundo y ha dispuesto que mis súbditos se regocijen por vivir bajo mi poder. En consecuencia, he decidido que se me llame Príncipe de los creyentes y que en las cartas, tanto las que expida como las que reciba, se me dé dicho título. Todo el que, aparte de mí, lo use es un intruso que se lo ha apropiado indebidamente. Además, he comprendido que seguir sin usar este título es renunciar a un derecho que tengo. Ordenad, por tanto, a los predicadores de las ciudades y provincias que, en adelante, empleen dicho título. (Crónica de Abderramán III, escrita hacia el 1010)


     


    Pero si aún quedan dudas, esto dice la fundación para la cultura islámica:


    Como todos sabemos, con el nombre de al-Andalus denominamos al espacio territorial y político en el que permaneció el Islam y la cultura islámica en la Península Ibérica durante siglos (del VIII al XV d.C.). La sociedad andalusí que lo poblaba, se compuso de árabes y bereberes, que se mezclaron en fecundo mestizaje con los hispano romanos y visigodos, ya asentados en la Península. 


    http://www.funci.org/es/2007/11/30/el-aporte-de-al-andalus-en-europa/


    Y sino, siempre se puede preguntar a Al-quaeda que opina de eso de los hispanos que ocupan Al-Andalus.

  6. #6 Atalaya 05 de feb. 2008

    Hola:


    En cuanto a mi pregunta ¿De donde has obtenido el dato de los 18.000 hombres con los que Muza desembarcó en el 712? ¿Y de los 50.000 soldados en cada frente del imperio romano?

    Responder apoyaría tus argumentos.


    Saludos.

  7. #7 Renglón Torcido 08 de feb. 2008

    Vamos a aclarar unas cosas, en la alta edad media, hasta la toma de Toledo,  a los musulmanes se les llamaba "Hispanos", y a los cristianos se les llamaba "gallegos".


    Por ejemplo, en el Códice Calixtino se diferncian las dos partes:


    "Hyspani scilicet et Galleciani, totam terram Hispanicam e Gallecianam"


    y el mitico Pelayo, era un "Asno gallego" con treinta hombres en una roca.


    Las crónicas musulmanas dicen textualmente que "los gallegos eran los más temibles enemigos".


     


    Entonces hay que preguntarse, como los hispanos ivan  a luchar contra los musulmanes, si precisamente era al reves, eran los gallegos los que luchaban contra los hispanos (los musulmanes).


     

  8. #8 Miletomaro 08 de feb. 2008

    Ahora que los comentarios brotan de un ánimo más tranquilo, y enviando un saludo y una disculpa al colega Bergan voy a transcribir el contenido básico del artículo "Una deuda con todos los foristas" y que fue censurado por ser considerado más propio del apartado x-présate. El artículo decía esto:


     


    Lo primero que advertí fue que, independientemente de que en verdad existió un noble visigodo llamado Pelayo que buscó refugio en la Cordillera Cantábrica, la personalidad de Pelayo que ha trascendido hasta nosotros es una personalidad legendaria, y por tanto mítica. Esto significa estrictamente que existió un Pelayo real, humano, de carne y hueso, y en la mente colectiva de todos los españoles se instaló un Pelayo legendario, idealizado, mítico. No hay por qué rasgarse las vestiduras por lo que acabo de exponer porque lo mismo ocurrió con El Cid y es algo reconocido por la Historia.


    No es imposible que otros nobles godos del bando de Rodrigo hiciesen algo semejante a lo que hizo Pelayo, el de carne y hueso, no someterse a los nuevos amos de la Península. Pero él fue elevado a ese espacio épico donde el hombre encuentra la inmortalidad. Lo importante es preguntarse por qué causa le ocurrió a él esto.


     


    EL  NACIMIENTO  DE  UN  REINO


    En 739 el cántabro Alfonso es coronado rey de cántabros y astures y con él comienza la, al principio vacilante, formación de lo que se conocería como reino de Asturias.


    Aquel reino pequeño tenía frente a sí a un gigante que suponía una amenaza formidable para su supervivencia: el Emirato de Córdoba, y tras él el Califato de Damasco. Para superar esta situación era necesario tener unos símbolos, una epopeya, una causa, para unir voluntades y enfrentarse al desafío  que suponía el poder del emir. Y entonces es cuando los cronistas a lo largo de muchos años van tejiendo una imagen de héroe arquetípico, que es la que nos ha llegado hasta ahora de Pelayo:



    1. Se rebela por ser victima de la injusticia.

    2. Es elegido por Dios para la alta tarea que se le encomienda.

    3. Todos lo ven como un caudillo natural y no contradicen su voluntad.

    4. En el combate es asistido por las fuerzas divinas, su victoria es la victoria de Dios.

    Hasta el gran historiador Claudio Sánchez Albornoz dice de él lo siguiente:


    “Y no puede asombrar que quienes creemos en la acción continua de la Providencia en la vida de los pueblos nos sintamos inclinados a pensar que Dios estuvo al quite – que El me perdone la irreverencia – en socorro de la hispanidad cristiana cantábrica, en un momento extremadamente propicio para su afianzamiento histórico.”


     


    UNA  BATALLA  PARA   UN  HÉROE


    El acontecimiento esencial alrededor del cual gira toda la vida de Pelayo es la batalla de Covadonga. A mi parecer la cuestión principal no es si hubo batalla o no la hubo sino los mecanismos a través de los cuales una simple escaramuza pasó a ser una batalla semejante a la de Mag Tured  del Leabar Gabbala; es decir una batalla gigantesca y definitoria entre las fuerzas del mal y del bien. Y en este sentido la batalla de Covadonga es también un espacio mítico porque en ella lo que importa no son los hechos reales sino el hecho arquetípico, el modelo eterno de enfrentamiento entre las fuerzas opuestas de la creación. ¿Qué si hubo batalla? Hubo una escaramuza que solo tuvo una consecuencia: que los musulmanes se desinteresaran de aquellas tierras que solo suponían un gasto y una pérdida de energías.


     

  9. #9 Sunna 09 de feb. 2008

    ¿Por qué siempre se vuelve a lo mismo? Desde que he entrado en la Celtiberia hay 3 temas que vuelven... y vuelven... :


    - El tema de la invasión o no de los musulmanes, con cuántos efectivos vinieron, si les ayudaron los nobles visigodos etc.  (Mi opinión es que fué una guerra civil, Rodericus VS Akhila II y demás "witizianos" y éstos últimos pidieron ayuda a quien no debían, metiendo al enemigo en casa, luego se dieron cuenta y prefirieron rendirse como cobardicas antes que morir)


    - El tema de si Covadonga fue una gran batalla o una escaramuza y la figura de Pelayo (pues... no sé si alguno de los que aquí comenta visitó Covadonga...pero es que es facilísimo defender el valle con pocas tropas, aparte de que las cifras en los textos de Alfonso III son exageradas). En cuanto a la figura de Pelayo.... es tan mítica como las de Gausón, Viriato, Catuvelaunus, Arminius... y sale en fuentes de uno y otro bando, por lo que... parece más creíble creer que pudo existir...y si no, sería otro muy parecido, asi que... llamémosle Pelayo.


    - El tema de si el reino se llamaba "de Asturias", "de Galicia", "de los astures", "de los astures, galaicos, cántabros y váscones"... y todas las posibles conbinaciones.  En las crónicas de Alfonso III lo llaman "Astuorum Regnum" (creo, no estoy seguro), y en las musulmanas "de Gilîqiyah" (me parece que ésa es la transcripción).  ´


    Sólo una pregunta, Miletómano (añado que soy asturiano y que por lo tanto puedo ser parcial), ¿porqué Alfonso I sí existió y Pelayo no? Ambos salen en los mismos textos... y en ningunos otros, está claro que si vivieron fue en la misma época.... asi que, discúlpeme pero no entiendo porqué justifica la existencia de uno negando la del otro. Una cosa, yo soy del reducido grupo que piensa que a Fávila el único oso que lo pudo matar fue un in-noble visigodo.... Alfonso. Viendo el historial de "morbus gothorum" que tienen el reino visigodo (y del suevo, como se conoce menos....pero debían ser iguales, también los francos y vándalos lo hacían) cabe pensar en ello.


    Por último, espero que no sea una "reivindicación cántabra"... me dolería que la manipulación de la historia diese cobijo a más necionalismos de los que ya existen.

  10. #10 Beturio 10 de feb. 2008

    Pues Bergan, la magnitud de los encinares de Fash al-Ballut ya las contó el conocido como Moro Rasi. Pero sí, tienes razón, volvamos al tema.


    Se plantea Ramonmo, #27, qué es lo que pasó. Excelente pregunta, pues como dice Eduardo Manzano vocablos como “conquista” o “reconquista” son sólo fotos fijas que poco ofrecen, excepto servir de arsenal para quienes emplean la historia como justificación de distintas ideologías. Lo que creo que de verdad importa para el estudio de la historia es el análisis de los procesos que produjeron la mudanza del reino hispanovisigodo al califato de al-Andalus en apenas poco más de dos siglos en más de dos tercios peninsulares, y varios pequeños reinos en el tercio restante. Consultando y repasando, y siguiendo el libro de Eduardo Manzano comentado fundamentalmente, he aquí lo que entiendo que pasó. Me temo que debo hacerlo en dos partes, a continuación de este post:


    (¿Es necesario aclarar antes, como mi paisano que se perdió entre las columnas de la antigua mezquita cordobesa, la filiación o el origo para comprender alguna intención subliminal en el mensaje? No es mi caso, pienso que la historia es la misma, se viva en Cambados, Jerez o la Seo de Urgell. Particularmente, resido en el norte de Andalucía, pero mis antepasados son cántabros que llegaron a estas tierras hacia el siglo XIV [sí, hubo repoblación], y me es indiferente si ellos habían residido por Laredo desde que la Cueva del Castillo estaba habitada o eran descendientes de mozárabes que huyeron de los almohades, o emigrantes egipcios que se asentaron por Veleia -donde, por cierto, conocieron a un tal Parmenio-. Así que espero que no se busque en el texto ninguna oculta intención, sino mi particular afán de leer para desasnarme e intentar conocer y comprender el pasado.)

  11. #11 Llug 12 de feb. 2008

    jejeje, sí, Miletomaro, porque mucho más no puedo hacer.


    La verdad es que es sorprendente que no aparezca ningún troll, dejame tocar madera anda :-P


    Mi pregunta sobre Hispania-España era más bien lingüística, ¿cuándo empieza a denominarse España, palatalizando la ene y abriendo la i (porque supongo que esta H siempre fue muda).  Pero la verdad es que leyendo algunos de estos textos da la impresión de que Hispania tenía un sentido algo más que geográfico.


    Salud

  12. #12 amaco 12 de feb. 2008

    Sobre la motivación de la invención de la tumba de Santiago: NOVO GUISÁN, Los pueblos vasco-cantábricos y galaicos..., pp. 383-384:


    Siendo rey de Asturias Alfonso II El Casto (791-842), y obispo de Iria Teodomiro, se produce, en lo que hoy es Compostela, el "descubrimento" de la tumba apostólica, sobre la cual, muy poco después, el mismo monarca levantará una pequeña basílica (685).

    Pero unos años antes, en plena efervescencia de la polémica adopcionista, un monje lebaniego, de nombre Beato, se hacía eco, en sus Comentarios al Apocalipsis, de la tradición de la predicación hispánica de Santiago. Ocurría esto cuando el pequeño reino asturiano era regido por Mauregato (783-788) (686). Es probable, pero no seguro, que el mismo monje escribiera el himno O Dei verbum, dedicado al rey citado, y en el que Santiago Apóstol aparece ya como cabeza refulgente y áurea de España, y como patrono vernáculo, y protector (687). Es necesario echar un vistazo a la querella adopcionista para poder entender los orígenes del culto jacobeo.

    Remonta ésta sus orígenes al concilio de Sevilla de 784, donde se combatieron las ideas de Migecio, a quien puede considerarse un antecesor del adopcionismo. Esta ideología es un intento de conciliar islamismo y cristianismo, o dicho de otro modo, se pretende casar el riguroso monoteísmo islámico con el trinitarismo católico. Debajo del adopcionismo hay un problema político: el de conciliar la existencia de una iglesia española con el dominio musulmán. Los actores del drama son el arzobispo de Toledo, Elipando, y su partidario, el obispo Félix de Urgel, por el lado heterodoxo; Beato de Liébana y Eterio, obispo de Osma, encabezan el bando contrario. Participa también, en este último bando, un clérigo ástur, llamado Basiliscus. El hecho de que el obispado de Félix se encuentre en tierras del Imperio Carolingio, va a ser causa de que el conflicto se internacionalice, de modo que, tomen parte en él, Alcuíno de York, Carlomagno, y el propio Papa León III. Contribuye a esta internacionalización la política carolingia de intervención en España, y las buenas relaciones de Alfonso II de Asturias con el emperador franco. El Tratado Apologético, de Eterio y Beato, y, más tarde, los Comentarios al Apocalipsis del monje de Liébana, son las dos obras claves de la polémica adopcionista. Pues bien, frente al colaboracionismo con el poder musulmán, que defienden Elipando y sus partidarios, Beato aboga por la creación de una iglesia "nacional", que legitime la existencia del naciente reino asturiano. Pieza maestra de la nueva iglesia norteña será el "descubrimiento" de los restos del Apóstol Santiago, en tiempos del segundo Alfonso, apóstol, cuya predicación hispánica había defendido el monje lebaniego, como vimos (688).

    Interesa hacer algunos comentarios a todos estos sucesos. El primero se refiere a la calidad de los contendientes. Elipando, Félix, y Eterio son obispos, pero de tres sedes situadas fuera de los límites del reino asturiano. El único participante en la querella, que no es obispo, sino monje, es Beato, quien, además, de los cuatro actores, es el único ástur. Tenemos aquí otra prueba que corrobora lo que antes dijimos sobre la importancia del monacato en el norte, en detrimento de la iglesia secular. En Asturias no hay obispos que polemicen con los foráneos, pero hay monjes que ocupan su lugar (689). Esta falta de obispos no se debe a la existencia de un bajo nivel de cristianización. Simplemente se explica porque fueron monjes, en época visigoda, los que más contribuyeron a difundir el cristianismo entre los montañeses. Y, conviene dejar claro, que Beato es T..] un representante, no de círculos religiosos mozárabes, sino de unos medios monásticos autóctonos."(690).

    No se puede seguir considerando los Comentarios al Apocalipsis "[...] como despreciable colección de recortes ajenos", que ni el propio Beato entendía (691). Pero, además, Beato no es el único clérigo culto, que vive en Asturias en el siglo VIII. A su lado está Basiliscus (¿monje también?), que, además de polemizar con Elipando, encabeza la embajada que Alfonso II envía a Carlomagno en 798 (692).

    Se han buscado, y se han encontrado, las fuentes en que tuvo que beber Beato de Liébana para componer sus escritos. También se han localizado las que tuvo que conocer el autor del himno O Dei verbum para poder componerlo (693). Y, cuando se conocieron, surgió la pregunta: ¿cómo es posible que, en un valle perdido de las montañas cantábricas, apenas cristianizadas, y en una época tan remota como el siglo VIII, existiera la riqueza bibliográfica necesaria para la confección de estas obras? Una única explicación se dió a este interrogante. Los sucesos del 711, y las campañas de Alfonso I llevaron al norte una buena cantidad de emigrantes. Con ellos, fueron monjes, y con los monjes, sus bibliotecas (694). ¿No estarían previamente abonadas las tierras, que recibieron la semilla nueva de las bibliotecas importadas? y, ¿quiénes, si no los monjes visigodos, fueron los primeros sembradores?


     

  13. #13 Teshub 14 de feb. 2008

    Bergan:


    Rumi no podía ser un término lingüistico o etnográfico, ya que los musulmanes del s. IX diferenciaban los "rumi" (cantábricos) de los "afrank" (navarro-aragoneses). Y es dudoso que hubiera direrencias lingüiticas entre don Pelayo, Pedro el duque de Cantabria y los oscenses o ilerdenses. En ambas partes norteñas había también godos e hispanorromanos, así que mucha diferencia étnica tampoco parece posible.


    Evidentemente, "rumi" no significaba restaurador del imperio romano, sino mantenedor de la tradición social-administrativa romana. Los visigodos no se inmiscuyeron en el sistema socio-administrativo romano, y la elección de tribunos, magistrados, etc a nivel local, se mantuvo como en época romana tardía, con la iglesia como intermediaria (así lo afirma Ricardo de la Cierva en su Historia de España, por ejemplo). Frente a esto, por muy tolerantes que fueran los mususlmanes, el Corán les obligaba a establecer un sistema socio-administrativo totalmente diferente...y no pueden coexistir el cursus honorum romano con el sistema administrativo-legislativo-judicial coránico.


    Tenemos una prueba de lo que significa "Isbaniya" y "Al-Andalus":

    Un dinar bilingüe latino-árabe, acuñado en el año 98 de la hégira / 716 d.C., que lleva en una cara la inscripción FERITOS SOLI IN SPAN AN... («fue acuñado este sueldo en Spania, el año....») y, en el reverso, su equiparable árabe: DURIBA HADA L-DINAR BI-L-ANDALUS SANATA TAMAN WA-TIS’IN («fue acuñado este dinar en al-Andalus, el año 98», de la hégira). Sobre este tema, podemos preguntar a Alicia Cantó, que se ha dedicado a la numismática andalusí (CANTO, A. y otros: Monedas andalusíes, Madrid, 2000).


    Evidentemente, Hispania, Spania, Yspania, Isbaniya...es el territorio de la Hispania romana, que coincide con Al-Andalus cuando los musulmanes controlan la península. Pero la moneda demuestra que para los hispanorromanos, esto es Hispania y ellos son hispanos, mientras que para los andalusíes, esto es Al-Andalus, y ellos no son hispanos, sino andalusíes...y eso en el s. VIII. Al-Andalus significa una nueva entidad socio-política, que se asienta sobre el territorio de una realidad política previa, la hispania romana, pero que la ignora completamente (entre otras razones, porque no le interesa conservar los derechos adquiridos previos).


    Resulta también interesante citar a Al-Bakri, autor almeriense del siglo XI, quien en su "Libro de los caminos y de los reinos", comienza el capítulo «La Península de al-Andalus» (Yazirat al-Andalus) indicando la etimología supuesta de dicho territorio:


    «Se cuenta que antiguamente su nombre era Iberia (Ibariya), por el río Ebro. Luego se llamó Bética (Batiqa), por el Betis, el río de Córdoba. Luego se denominó Hispania (Isbaniya), por el apelativo de un hombre que la rigió en tiempos antiguos, y que se llamaba Isban, aunque también se dice que fue llamada así por los Isban, cuando se establecieron, en los primeros tiempos, en el reducto del río [Betis] y en sus alrededores. Unos cuantos dicen que su nombre es en realidad Hesperia (Isbariya), así denominada por Hésperis (Asbaris), estrella conocida como la Roja (al-ahmar). Luego recibió el nombre de al-Andalus, por los atlantes (andalis) que la habitaron».


    Esta etimología intenta romper todo vínculo histórico de Al-Andalus con los predecesores peninsulares a los andalusíes (¿los andalusíes sucesores de los atlantes?). Predecesores, que en muchos casos, aún forzados a vivir islámicamente, no olvidaban lo que hubo antes. Baste recordar lo que Abd-allah indica en sus "Memorias" en el s. XI: Relata que el conde mozárabe Sisnando Davídiz le advirtió «de viva voz» que «al-Andalus era en principio de los cristianos, hasta que los árabes los vencieron y los arrinconaron en Galicia... Por eso, ahora que pueden, desean recobrar lo que les fue arrebatado, cosa que no lograrán sino debilitándoos [los cristianos a los andalusíes] y con el transcurso del tiempo, pues, cuando no tengáis dinero ni soldados nos apoderaremos del país [de al-Andalus] sin ningún esfuerzo».

  14. #14 Beturio 14 de feb. 2008

    Pues sigo con las cabilaciones o barruntos, pues Bergan hablaba con propiedad del término "feudalización" que copié del texto de Martín respecto a la última época visigoda.


    Creo que en justicia sólo cabe entender ese proceso feudal de abajo hacia arriba: o sea, sievos o colonos agrícolas establecen un pacto personal con el señor que tiene el poder, entregan sus tierras a cambio de protección y poder trabajarlas, aunque a cambio deban cambiar cíclicamente el azadón por la lanza en función de los intereses de su señor. Y entre estos intereses no estaba el mandar a sus vasallos a guerrear en las campañas ordenadas por el rey.


    No creo que en la cúspide de la sociedad hispano-visigoda hubiese esa "feudalización", sino al contrario, lo que hubo fue una taifalización [sic, bonito palabro] galopante: todo aristócrata únicamente estaba interesado en mantener su cuota de poder y acrecentarla. Los intereses del estado, el buen común... eran cuestiones que se las traían al fresco. A esto contribuía grandemente el sistema electivo de la monarquía: para su elección, los candidatos han de repartir tierras, prebendas y mercedes entre sus partidarios; éstos no las toman en usufructo, sino que las consideran como de su pleno dominio: así se disminuye poco a poco el patrimonio y el poder de la realeza, a la par que se van engrandeciendo los (proto-taifas) nobles godos. Algunos reyes fuertes quizá se percataron del problema de fondo que suponía la sucesion, e intentaron cambiar el sistema por sucesiòn directa, como Leovigildo o Chindasvinto, pero al final el sector "nacionalista" visigodo, el principal interesado en mantener y ampliar sus privilegios, consiguió continuar con el sistema electivo.


    Esta desintegración del estado, esta taifaliazación galopante propició la rápida conquista, a la par que es la cuestiòn de fondo de sucesos muy posteriores, como las rebeliones muladíes al poder central omeya:


    Cuentan las crónicas árabes que al desembarcar Tariq en la Península, los tres hijos de Witiza, que se consideran tenían los derechos de sucesion -por lo que Pelayo sería un usurpador-, entablaron conversación con el comandante de las fuerzas musulmanas, y a cambio de abstenerse en el combate, siguieron teniendo el dominio sobre las tres mil aldeas de su padre. Aunque no fuesen demasiados soldados (unos siete mil se estima), lo musulmanes estaban aislados de sus bases, y sin una colaboración directa de los nativos para sumantenimiento, díficilmente hubiesen podido emprender campañas de conquista, habrían sido más de saqueo, de aprovisionamiento. Unos nobles indígenas hispano-visigodos entablaron alianzas matrimoniales con la aristocracia conquistadora (Teodomiro); otros se convirtieron al Islam (el conde Casio, de los Banu-Qasi posteriores), pero todos, en conjunto estaban contentos y felices de seguir siendo los dueños absolutos de sus posesiones, sólo a cambio del pago de un tributo prefijado a los gobernadores primero y a los emires después. Tan a gusgo estaban con esta situación, que cuando los árabes de la primera oleada (baladíes) estaban en guerra con los beréberes primero y los árabes de la segunda oledada después (el yund sirio), en vez de esperar a que se destrozaran o rebelarse y obtener el poder, un hijo de Witiza, Artobás, intercedió para que los sirios se asentaran en diversos lugares de la península, facilitando que realizasen el control y el orden social necesario para que los súbditos pudiesen ser esquilmados cíclicamente. Tiempo después los descendientes de aquellos nobles visigodos ahora convertidos al Islam pero que seguían manteniendo el poder en sus territorios, se rebelaron fieramente cuando los omeyas intentaron imponer su poder central y acabar con sus priviligios. La importancia de estos nobles indígenes musulmanizados hasta que el primer califa los domina no fue pequeña, la citada familia de los Banu-Qasi, por ejemplo, tuvo una especial importancia en la gestación del reino de navarra.


    Quizá, como dice Bergan, las gestas de Alfonso I se magnificaron en las crónicas propagandísticas, lo cierto es que tuvo una coyuntura favorable que supo aprovechar: las guarniciones beréberes de las poblaciones norteñas fueron abandonadas durante la fitna, y el yund sirio no emprendió ni una sola campaña contra ellos antes de la llegada del exiliado omeya Abd al-Rahmán. Cuando éste alcanza el emirato y se independiza de sus enemigos abbasíes, reempende las campañas de sumisión al norte, pagándole tributo Mauregato y otros reyes, hasta que Alfonso II le da un giro a la medrosa actuacion de sus predecesores.


    Por cierto, que consultando fechas en el Atlas de Kinder he visto la cita de Pelayo, copio literal:"Pelayo (718-37) no es el restaurador del Estado visigodo, sino 'un rey nuevo que reina sobre un pueblo nuevo' (sg. Ibn Jaldún)". Coincido plenamente con Ibn Jaldún, porque en gran medida los continuadores de la legitimidad visigoda (si legítima fue esa taifalización y aunque incorporada al imperio omeya), fueron los musulmanes. Que le preguntasen si no a Artobás, visigodo y cañí de pura raza.


    Un saludo.

  15. #15 Llug 16 de feb. 2008

    Qué tal Lars, yo es que no sé inglés, de todas formas la crónica esa es de tiempos de Alfonso III no?  Quicir, que en tiempos de Alfonso III seguramente existiera esa idea de España como entidad "política y social" y de los musulmanes como invasores pertenecientes a una religión "extraña" pero ¿era así en tiempos de Pelayo?


    Es una pregunta nada más eh? Recuerda que no sé inglés ;-)


    Salud

  16. #16 Ñervatu 20 de mar. 2008

    En primer lugar la tardanza a la hora de responder a ciertas preguntas maliciosas y que ponen en duda mis datos no se debe a cobardía o a imposibilidad de demostración sino a un grave accidente que me ha tenido entre la vida y la muerte.
    Afortunadamente me he recuperado y voy a dar cumplida respuesta a todos aquellos que han atacado mi artículo que por otra parte ha tenido un gran éxito con mas de 4.000 visitas.
    Voy a empezar  respondiendo al califa Miletomaro; Vd será español a la manera de los franceses que sostenían el régimen de Vichy. Yo, y los asturianos, somos como los franceses que apoyaban al General De Gaulle. Por mucho que a Vd le pese Don Pelayo y sus sucesores los reyes asturianos salvaron el honor de España e impidieron que se convirtiera en la Turquía de Occidente. Don Pelayo es el mayor héroe español de todos los tiempos y Covadonga la batalla mas decisiva en toda la Historia de España.

    Ahora paso a responder a Atalaya y a algunos otros que han dudado de las cifras aportadas en mi artículo: Dice Harold Livermore insigne hispanista británico transcribo literalmente " Pero, en la primavera de 711, Tariq tenía unas fuerzas de 7.000 hombres.Atravesaron el estrecho en cuatro barcos proporcionados por el comes Don Julián  y el desembarco tuvo lugar  el 27 de abril"     en otro párrafo dice "Mientras tanto Táriq había escrito una carta a Muza, en la que le comunicaba haber ocupado la isla y el lago.  Daba cuenta de la inminente llegada de Don Rodrigo con un ejército muy numeroso  y pedía refuerzos. Muza  le envió otros 5.000 hombres, con lo que hacían un total de 12.000. La mayor parte  de los recién llegados eran de las tribus Gumara de la región de Ceuta."  En otro párrafo transcribo " La mayor parte de los escritores musulmanes dicen que  Muza  desembarcó en España en el ramadán del 93 (junio-julio de 712): algunos sitúan su partida de Ifriquiya  a finales de 711, y dicen que fue primero a Tánger antes de atravesar el Estrecho. Con él iba un ejército de 18.000 hombres. Muchos de ellos eran árabes entre los que se contaban un gran contingente de yemenitas. Se trataba de una fuerza capaz de establecer una fuerte colonia militar, entree los que figuraban administradores de experiencia y hombres de religión. Difería, por tanto, profundamente de la fuerza de choque bereber y los piratas que se habían unido a ellos."  Harold V. LIVERMORE en su obra Orígenes de España y Portugal.
    Moderadores hay en este foro que pueden verificar si quieren si mis cifras son ciertas o no. También es muy fácil teniendo Internet verificar los efectivos militares romanos del bajo imperio y si son falsas o no mis cifras. Repito 100.000 Comitatenses el ejército móvil; 50.000 para la parte Occidental del Imperio y  50.000 para la Oriental. Los limitanei acuartelados en las fronteras y en posiciones estáticas no están contabilizados entre los Comitatenses. Si alguien se ateve a negar estas cifras que lo diga y yo le daré cumplida respuesta.  

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