Autor: Arquidioniso
miércoles, 16 de enero de 2008
Sección: Denuncias
Información publicada por: arquidioniso
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Apuntes incómodos sobre Doña Historia.

De como la historia fementida exhibe sus vergüenzas y da palos de ciego.
Y los cronistas: ¿siguen tan campantes?

A poco de andar por estos lares, feudo de historiadores y sapientísimos platicantes, y siempre bienvenido a los coloquios y conversas, observo curioso, que la batahola de los dimes y diretes arrasa a galope tendido entre las supuestas evidencias documentales, los testimonios, las pruebas y toda clase de papeles viejos y nuevos dejando un rastro de ristras incongruentes y pedacera de cacharros que poco dicen y mucho ocultan.

El lenguaje de la historia, si es que existe, se construye hoy día, sobre una estramancia de medias verdades y mentiras evidentes, que solapadas por estos y aquellos intereses, impiden ver con claridad los hechos, que a toro pasado es cosa harto imposible.  Es entonces que nos sentimos autorizados ,no se por quién, para pontificar, a veces sin más deseo que el de la fama, deseable tentación en estos días de tanto reflector y pasarela.

Pero como todo en este mundo tiene peros, me atrevo a señalar que la honesta avidéz por la verdad, no habita en el palacete de la historia, en donde siempre hay gritos, rebatingas y ánimos ponzoñosos que se ocultan bajo las académicas risas,  los pomposos títulos y los incontables simposia, en los que todo mundo se odia con ternura, mientras se asesta la puñalada trapera al compañero tan, pero tan querido. Vive en la choza del cronista...con unos pocos cacharros, un par de zapatos, mucho papel y tinta, y una enorme y sana curiosidad por todo lo que le rodea.
Que no es otra cosa que aquello que puede ver en indicativo del presente. Y que lo ve, por que camina con su buen par de zapatos, hasta el mismo sitio donde suceden las cosas que le dan forma a la vida.

Y aquí en el paredón y frente al pelotón con los fusiles listos, creo que la crónica es más confiable, y cuantimás por ser la única testigo presencial de los hechos.
Que en la reconstrucción histórica de los mismos, confío tanto como si fuera palabra de obispo, de lider sindical,... o de historiador.

Miro a la ninguneada crónica y conozco a varios cronistas oficiales y no tanto, que consignan sus observaciones y notas sobre la vida de sus pueblos, sus usos y costumbres, sus modos de vivir, de amar y de morir. Pero no conozco a ningún licenciado en crónica y sí a muchos licenciados en licenciadecez históricas.

Ignoro si Don Herodoto, el padre de la historia hubiera tenido hijos cronistas, lo que si adivino es que en esa familia hay muchos entenados, que recién llegan se aprovechan de las herencias, y causan tal barullo y confusión que se cumple el dicharraco que sentencia que "a rio revuelto, ganancia de historiadores".

Me imagino lo sublime de ese brillante calorcillo que se desprende de los reflectores, cuando desde el podium se pontifica (que además para eso se inventaron esos extraños muebles) sobre vaya- usted- a -saber- que -verdades- ocultas -a -punto -de- revelarse.

Eso de andar con cara de santo nuevo y encandilado por las candilejas de las cámaras fotográficas, las entrevistas, las mil y una opiniones que siempre aleccionan y orientan a las nuevas generaciones y demas butifarra bondadosa y vanidosa, es un pastel apetecible por más de dos... y más de tres que cayeron emponzoñados por la fama, de la que vale la pena mencionar algunas lindezas.

Brillo, relumbrón, candileja y espejo de don- nadie, la fama debe su nombre a la raíz indoeuropea "bba", que deriva en "hablar": (fama, inefable)...y en "resplandecer" : (fanal, diáfano). Cosas harto parecidas, y no nada más por que lo diga Monsieur Chantraine en su Diccionario Etimológico de la Lengua Griega, sino por que ese es el oscuro deseo de la sub-especie recién aparecida en estos tiempos:

...¡Con ustedes y desde el mismisimo averno: el mediocre habilis,... que se caracteriza por su compulsión trepadora, rampante él como pocos, y con una manía ciberglífica de padre y señor mio.

Los historiadores y arqueólogos del futuro, tendrán una tarea digna del treceavo trabajo de Hércules; a saber: recuperar la información dejada sobre "respaldos electrónicos en el disco duro", que para dentro de mil años, será más bien blando. Además de otras minuncias como escarbar para descubrir yacimientos históricos de "gran valor" en los basureros suburbanos y urbanos y rescatar con una técnica avanzadísima, los millones de envases de plástico y empaques brillosos y crujientes de la comida chatarra, con la que amorosos y paternales descerebramos a los niños de hoy.

Por ahi dicen que la decadencia del Imperio Romano se debió, entre otras cosillas, al plomo que los envenenó.  Creo que para el año tresmil será algun macvirus culpable de macmutaciones genéticas. Por lo que vale preguntar: ¿Donde andan los cronistas que consignan tamaña afrenta?

Malo es saber que quedan pocos, y más malo aún reconocer que abundan los periodistas, y peor: los periodiquistas. Tipos de la peor ralea, y conste que se salvan unos cuantos que confirman la regla. Basta que nazcan hablando como "cronista deportivo", para que de ahi salten a las primeras planas y garrapatear  la nota del día, que da la nota. Atajo de bestias rebuznantes y encorbatadas que se la pasan inventando verbos con sustantivos.

¿Y que decir de las "voces autorizadas"...de aquellos encumbrados que saben contestar a todas, toditas las preguntas?...que llenan "las fuentes a consultar" de ramplonerías engominadas y pegajosas y las presentan como evidencia de primer órden. Pero (otro pero) de todo hay en la viña del Señor.

La crónica, simple y humilde pero curiosa y animada por el sentido común, hace lo que ninguna institución conocida o por conocer se atreve: dice lo que ve y lo deja escrito.

Y vaya que esto es difícil en estos tiempos en los que muchos opinamos, pocos entendemos, casi ninguno escuchamos y nadie hacemos nada.

Termino con una pregunta incomoda:

¿Por que no se estudia el ser cronista y si se estudia para parecer historiador?

(Se reciben pedradas, invectivas, quejas y disparates, en horas de oficina.)

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Comentarios

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  1. #1 Uma 19 de ene. 2008


    ¡hola!


    Sobre la enseñanza de la Historia:


    el otro dia,a modo de prueba y pensando en matricularme el año que viene,asistí a una clase de Historia antigua,nivel universitario,  por parte de una persona  que ostenta una cátedra;llamaré a esta persona "Catedra"


    la clase estaba dedicada a solventar dudas con vistas al próximo examen.


    Con motivo de un comentario de una alumna,Cátedra comienza a hablar de que solo hay datos concretos de la arqueología y que todo lo demás son interpretaciones.que incluso los datos que han quedado registrados por la escritura hay que ponerlos en cuarentena etc."todo lo que os estamos contando es mentira":


      me pareció interesante como punto de partida  


    -Cátedra continúa :"a ver :más preguntas"


    alguien se interesa por las consecuencias de la alteración climática que pudieron derivarse de la erupción en la isla de  Tera  y Cátedra pone los ojos en blanco como diciendo"Señor,paciencia frente a la superstición"


    como me había dado cuenta de que mi nivel era más o menos como el de los demás,me decidí a preguntar : “no entiendo porqué los Hittitas arrasan Babilonia y se vuelven a su territorio sin más",


    -Cátedra,con  ironia y chuleria responde :"eso se lo preguntas a los hititas"


    recuperada del asombro insisto ." me imagino que a los imperios les interesa conservar de alguna manera el modo de producción,o una población que trabaje para pagar impuestos etc; que beneficio obtienen de esa destrucción? ( yo pensaba para mis adentros:¿irían buscando abrir una salida al mar por el sur, acabar con un enemigo potencial,acceso a alguna materia prima etc,alguna razón tendría que haber para que decidan llegar hasta Babilonia ¿porque luego se marchan y lo dejan para que acaben ocupándolo los vecinos?)


    -Catedra: bueno.siempre se arrasa,se viola a las mujeres etc.los hititas se llevaron mucho oro joyas etc de Babilonia...


    y ahí quedó la cosa .a lo mejor es verdad que fué solo que querían llevarse el oro y las riquezas de Babilonia,pero lo podía haber explicado de otra manera.


    en fín: vale que haya que ceñirse a los datos,pero la mayoría de la gente que se interesa por la historia lo que desea es comprender porque ocurrieron las cosas ,y es inevitable intentar interpretar los datos aunque sea con la consciencia de que todo es provisional.


    el problema es que es dificil estudiar limitándose solo a memorizar una serie de fechas,dinastías,batallas,..sobre todo cuando ,además,te acaban de decir que son mentira.así que la gente que estudie con Cátedra me imagíno que no aprenderá gran cosa.


     


     

  2. #2 arquidioniso 20 de ene. 2008

    Hola Uma...la única función del maestro es enseñar y ser lo menos necesario posible.


    Es decir ayudar a decubrir lo que el alumno no sabe que sabe. Y parece que Cátedra se empeña en aplastar la alegría de aprender haciendose el chistoso.


    Los Cátedras se aferran al escritorio como el cantante a su micrófono. Se estila en el oficio decir que un buen maestro de algo, casi seguro que fue un mal alumno de eso mismo. En cambio el buen alumno de algo es posible que será un maestro pedante e irrespetuoso.


    Los Cátedras se fijan más en como dicen, que en lo que dicen. Son solo empaques vistosos de datos chatarra, eso si, presentados con mucho estilo y revuelo de abanicos. No les interesa el contenido, solo la presentación y la dosis, como si fueran medicina milagrosa contra la ignorancia.


    Los Cátedras son tan, pero tan gentecilla, que son los primeros en aferrarse a la teta del presupuesto y no soltarla. Son los que impiden que las cosas se hagan, lo que quieren ver su nombre en letra grande, los que publican naderías disfrazadas de grandes verdades.


    Pero son muy vulnerables... como cachorros pequeños con los que se puede jugar.


    Y si te sale lo Lisa Simpson, puedes hacerle una prueba...preguntale alguna cosa inventada, con citas de autores y textos inventados pero que den el gatazo de verídicos, no se, hechos o personajes y teorías de postín...y verás como cae redondito. Se merecen un poco de crueldad secreta, casi como si les clavaras una aguja incandescente en el ojo. Ni cuenta se va a dar cuando esté en el piso enredado en sus mentiras. Y tu le verás con esa terrible y secreta sonrisa del vencedor.


    Ahora habría que ver que es lo que el tal Catedra supone que son las mentiras. Por que hay de mentiras a mentiras y en esto de la hsitoria, campean que da gusto.


    Creo que a Cátedra le hace falta una remojada en Lógica y una buena enjabonada con Epistemología y un vigoroso tallado con el cepillo de la Hermenéutica...y enfrentarse con Uma.

  3. #3 Abo 20 de ene. 2008

    Os cuento una anécdota real, ybien real!, sucedida a un "amigo" que conozco muy bien.  Cierto como la vida misma.


    Exámen oral de un trimestre, asignatura: Historia del Arte.


    Alumno...como un flan.


    pregunta de la profe:


    Háblame de Cinquecento (ya no se si se escribe así) y dime los pintores más importantes.   ( Era aquello de Tiziano, Bellini, Botticelli, Rafael...del renacimiento italiano)


    Mi "amigo" se quedó vacio, y para demostar que "se sabía" (¡qué jeta!) empezó con un par de los que sabía, Botticelli, Tiziano y....al no saber o acordarse de alguno más, se le ocurrió a continuación decirle de carretilla la alineación del equipo del Milán.


    Cierto y os digo que en aquella ocasión llevó nota.


    Quede simplemente como una anécdota.


    Disculpar esta interrupción y continuar que está muy interesante. 


    Buenas noches y me retiro a mis aposentos.

  4. #4 arquidioniso 23 de ene. 2008

    MENTERCOSA

    Creo que a lo que te refieres, entre los pueblos mediterraneos y americanos originales, se llama sentido común...lo que es común a todos los sentidos...en todos los sentidos, tanto de comunitario como de comunicación...

    El tal mister Surowiecki descubre lo que las gentes sensatas, y con más de dos dedos de frente ya saben, y le da metodo...parece.

    Pero eso de andar metodologizando lo abstracto e indefinible resulta peligroso.

    Buscaré el libro para ver de que se trata, y si no lo encuentro, le preguntaré a los viejos, que saben mucho de eso, aunque no hayan escrito nunca un libro.

    Además dicen que es de sabios cambiar de opinión...y no tener miedo a equivocarse, que eso de andar de acertados siempre, quién sabe como sea.

    Mejor les cuento un cuento:

    Había una vez un rey que salió a cazar y se encontró que en sus cotos, la mayoría de los árboles estaban asaetedos. Las flechas daban justo en el centro del blanco.

    El rey asombrado de tal puntería, mando que le llevasen al arquero.

    Los ujieres y lacayos anduvieron en todas partes hasta que encontraron a un muchachillo con su arco y flechas.

    -Tu eres el que se atrevió a flechar los árboles del Rey?-
    -Si yo soy, contesto tímido el chiquillo.

    Le llevaron ante el rey y una vez ahi, este le preguntó como hacía para nunca fallar...

    El chiquillo sonriendo le respondió que era muy fácil:

    -Primero disparo y luego pinto el blanco, le dijo al rey.

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