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viernes, 04 de enero de 2008
Sección: De los pueblos de Celtiberia
Información publicada por: DelaCarpetania
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El teatro romano de Sagunto deberá volver a su estado original

El teatro romano, de la ciudad de Sagunto, volverá a su estado original antes de las obras de reconstrucción.

La Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo ha confirmado el plazo de dieciocho meses para que se ejecuten las obras de reversión del Teatro Romano de Sagunto dictadas en la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) de abril de 2003.


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Comentarios

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  1. #1 A.M.Canto 04 de ene. 2008

    Primero algunas referencias de la sentencia en los medios:



    El Supremo obliga a quitar el
    mármol del Teatro de Sagunto. El Tribunal otorga un plazo de 18 meses para
    demoler la escena y el graderío y devolver el monumento a su estado original

    http://www.lasprovincias.es/valencia/20080103/local/valenciana/supremo-obliga-quitar-marmol-200801030721.html



    El
    Supremo confirma el plazo de 18 meses para revertir las obras del teatro de
    Sagunto

    http://es.noticias.yahoo.com/efe/20080102/tes-el-supremo-confirma-el-plazo-de-18-m-61bd63d.html

    El
    Teatro Romano de Sagunto volverá a ser una ruina

    El Supremo confirma la ejecución
    de la sentencia contra la restauración

    http://www.elpais.com/articulo/cultura/Teatro/Romano/Sagunto/volvera/ser/ruina/elpepucul/20080103elpepicul_5/Tes

    ..........

    Es una buenísima noticia el que, aunque con un retraso de 17 años, se haga por fin respetar la Ley de Patrimonio de 1985 y las
    autonómicas, que van en la misma dirección, y revalida el principio de que las ruinas no
    están para reconstruirlas al modo "violletiano" del siglo XIX (desacreditado desde la "Carta
    de Atenas" de 1931)
    o para satisfacer Egos políticos diversos, sino para conservarlas y
    consolidarlas como nos llegan y que se admiren en su estado tras el paso y el
    deterioro lógico de los siglos. La 'scaenae frons' del teatro en la versión
    Grassi-Portaceli, usada como galería de epígrafes y otros materiales (¡!), hubiera sido un horror
    para un romano, como la especie de "trampolín de piscina" que le pusieron
    detrás, y tantos otros añadidos.
    El murallón moderno, íntegramente levantado desde el metro de altura, acabó con la vista tradicional del castillo y con el perfil mismo de la ciudad.

    La pena es que en su día se gastaron 2.000 millones de pesetas en hacer esta
    barbaridad (sin que se levantaran grandes protestas por
    parte del mundo arqueológico, que todo hay que decirlo), y ahora hay que gastar
    otros 6 millones de euros (1.000 millones) más en revertirla. En total, al menos
    3.000.000 (tres mil) millones de pesetas tirados a la basura.


    ¿Y quién paga por ese error monumental, valga la redundancia? Pues "Juan Español
    sufrido y pagano". ¿Y para cuándo que los políticos y los técnicos asuman su
    cuota en los errores que perpetran, gracias a que disparan "con la pólvora del
    rey"? Para nunca. Se hizo bajo el PSOE, pero el PP, después de combatirla duramente, cuando llegó al poder autonómico prohijó la obra como si fuera suya. Misterios de la política.

    Y todo se debe al empeño y la constancia de un solo hombre, un particular, el abogado Juan Marco Molines, que empezó su batalla cuando nadie -y digo nadie- se atrevía a criticar las decisiones de dos arquitectos tan renombrados. Dicho abogado afirmó ayer que "Se puede actuar contra Lerma y Ciscar por la vía penal... todavía podría hacerse, porque entiendo que es un delito
    continuado y que no prescribe. La administración, que es la afectada,
    también podría hacerlo, por el perjuicio económico que le supondrá la
    aplicación del fallo
    .” (habría que verlo...).

    Como complemento para el que lo desee, aquí tenéis una serie de imágenes del
    teatro antes y después de la “restauración”, que subí a la red y comenté hace un
    par de años:

    1) Sagunto_el teatro antes de Grassi 1
    http://www.celtiberia.net/verimg.asp?id=2381 (vista antigua, obsérvese el
    graderío conservado, y lo que quedaba realmente de la escena)

    2) Sagunto_el teatro antes de Grassi 2
    http://www.celtiberia.net/verimg.asp?id=2382 (vista de las ‘caveae’ y los
    ‘itinera’ o accesos laterales, antes de la restauración)


    3) Sagunto_el teatro de Grassi - 1
    http://www.celtiberia.net/verimg.asp?id=2380 (proyecto original del italiano Grassi)

    4)Sagunto_el teatro de Grassi – 2
    http://www.celtiberia.net/verimg.asp?id=2377 (vista de conjunto de la mole)

    5) Sagunto_el teatro de Grassi – 3
    http://www.celtiberia.net/verimg.asp?id=2378 (fachada hacia el pueblo, tapando
    la tradicional vista del Castillo)

    6) Sagunto_el teatro de Grassi – 4
    http://www.celtiberia.net/verimg.asp?id=2379 (escena con galería lapidaria)

    7) Sagunto_el teatro de Grassi – 5
    http://www.celtiberia.net/verimg.asp?id=2383 (con el graderío reconstruído en mármol
    blanco)

    Esperemos que el caso sirva de precedente para otras administraciones y otras restauraciones abusivas, que bordean la misma ley o pueden vulnerarla.

    El caso de Orange

    Por último, para gente que desconoce lo más elemental: la escena del teatro romano de Orange (aquí) es un unicum, porque conserva su elevación original de 103 m de largo por 37 de altura, "la plus belle muraille de mon royaume", según Luis XIV, mientras en Sagunto se conserva poco más de 1 m de alto de ella.

    La escena de Orange fue restaurada tal como la vemos... ¡en 1825!, y el graderío se reconstruyó a fines del siglo XIX, esto es, todavía bajo los criterios reconstructivos de Viollet-le-Duc, hoy completamente desprestigiados para el que sepa algo del tema. 

    Así que lo único que han hecho en Orange "los que cuidan de la cultura en Francia" (# 3) no es precisamente la restauración del edificio, que es plenamente decimonónica, sino simplemente añadirle, en 2006, un tejadillo de vidrio y metal para mejor protección del muro, y puesto con exquisito cuidado. Nada más, como correponde a los tiempos contemporáneos y a los criterios establecidos por sucesivas cartas de restauración internacionales.

    Cuando no se sabe bien de lo que se habla, un poco de información antes de confundir al lector siempre es aconsejable.

    Orange teatro tejadillo sobre la escena_de wikipedia
  2. #2 lucusaugusti 05 de ene. 2008

    Las fotos que se cuelgan como antiguas del teatro romano de Sagunto solo son reconstrucciones sobre una ruina anterior y con una voluntad romantica pero falsa.


    En este tema las ruedas de molino cada vez son mayores.


    En la revista On nº 147 podemos observar la primera imagen de las ruinas de Sagunto, donde podemos ver como era el yacimiento en el s XIX. Lo que nos venden como bueno solo es una reconstrucción de un Teatro romano al modo de Teatro griEgo. Una enorme mentira.


    http://farm3.static.flickr.com/2088/2168760016_225c61de10.jpg


    y esta la reconstrucción que nos venden como "romana" jajaja.


    http://farm3.static.flickr.com/2072/2168760170_2cfe03332f.jpg


    A la tarde colgare algo sobre Mérida y su re-construcción.


     

  3. #3 A.M.Canto 05 de ene. 2008

    "En la revista On nº 147 podemos observar la primera imagen (sic) de las ruinas (sic) de Sagunto donde podemos ver como era el yacimiento (sic) en el s XIX(sic)..."

    No es la primera imagen y no puede ser del siglo XIX... en colores (¡!). Tampoco es un teatro griEgo. Siguen sus muestras de ignorancia supina...

    Y con la segunda foto no sorprende Ud. a nadie: Corresponde al estado del teatro en 1978 (mil novecientos setenta y ocho), después de 17 intervenciones rehabilitadoras desde 1933. Que tampoco fueron en el XIX, como Ud. afirma (# 6: "falsa ruina reconstruida una y otra vez en el s. XIX en Sagunto"), que fueron en el XX. Es que no da una.

    Lo que se discute, que Ud. aún no se entera del fondo del tema, es que la Ley de Patrimonio de 1985, ley POSTERIOR a todo lo ya hecho, prohibió seguir haciendo restauraciones que alteraran el original o re-construyeran. Ahí radica la ilegalidad de la obra de Grassi/Portaceli, y la causa de que haya ahora que revertirla.

    Las restauraciones antes hechas, aquí y en otros sitios, como en Mérida, se hicieron sin una ley que las rigiera. ¿Lo entiende ahora, o todavía no?

    Así que no se afane con el teatro de Mérida, porque está exactamente en el mismo caso que el de Sagunto antes de 1985. A ver si a estas alturas nos va a descubrir la pólvora.

  4. #4 A.M.Canto 05 de ene. 2008

    Bueno, y tal como dije anoche (# 17), vamos
    con Mérida y con circunstancias y documentos menos divulgados. Llama la atención
    el que en la Wikipedia
    (donde se suele resumir información procedente de manuales y obras
    generalísticas más o menos especializadas) se diga que "Sin lugar a dudas, el
    teatro mejor conservado de la Península es el de Mérida"
    (http://es.wikipedia.org/wiki/Romanizaci%C3%B3n_de_Hispania). No es cierto, refiriéndonos sobre todo a su scaenae frons, que es aquella imagen con cuya restauración tenemos más familiarizado el ojo.

    Tras las primeras excavaciones oficiales en el teatro del marqués
    de Valdeflores
    , entre diciembre de 1752 y mayo de 1753, y las segundas, en
    el periodo 1791-1794, por encargo y con financiación de Carlos IV y hechas
    por D. Manuel de Villena Moziño, del que conservamos algunas bellas láminas (http://www.tiemposmodernos.org/novedad.htm), el
    teatro quedó en buena parte visible, pero fue poco a poco enterrándose de
    nuevo. Tras un pequeño intento en 1888 (por P. Mª Plano), la excavación "definitiva" fue comenzada en septiembre de 1910
    por José Ramón Mélida Alinari, por entonces director del Museo de Reproducciones
    Artísticas y conservador del M.A.N., luEgo catedrático de Arqueología de la Universidad Central (1911) y director del M.A.N. (1916), y duraron hasta 1916. En dicha fecha éste era el estado en el que apareció la
    escena del teatro:

    Mérida teatro la scaena en 1916 copyr.univsev

    © foto UnivSev reg. nº 006244


    En palabras de 1929 de Maximiliano Macías, colaborador y testigo de los
    trabajos: "Cuando se descubrió todo ello, sólo quedaba en pie el
    basamento
    de tan espléndida fachada, y encima de él alguna que otra basa de
    columna y restos de su revestido de mármol... Mide de altura este muro del
    basamento 2,50 m..."

    En los años 1920 el arquitecto sevillano Antonio Gómez Millán hizo una primera restauración de la scaenae frons, muy moderada y usando bastante de
    anastilosis, que terminó nada menos que don Félix Hernández. Éste es el punto que a mi juicio hoy podríamos haber considerado suficiente:

    Mérida teatro tras restauraciones años 20 copyr.univsev

    © foto UnivSev reg.nº 6244

    Sin embargo, a partir de 1964 continuó la restauración, rozando ya la reconstrucción, a cargo de D. José Menéndez Pidal, llegándose a este su estado actual:

    Mérida teatro estado actual_copyr.trekearth

    © foto TrekEarth

    Y de noche éste:

    Mérida teatro nocturna copyr rev. quo

    © foto revista Quo

    Como bien puede compararse y comprenderse, con los criterios y normativas de la Ley de Patrimonio de 1985, la reconstrucción de 1964, desde los apenas 2,50
    m del basamento que quedaban, hubiera sido imposible. Y es ésa
    la causa por la que no se ha hecho ya así en teatros romanos restaurados con posterioridad
    a dicha ley, como Zaragoza (1997)
    o Cartagena (2005), y por la que hay que -y es justo- demoler lo hecho en Sagunto. Para el que no lo sepa (el de siempre: #6, #16...), la irrectroactividad de las leyes obliga a dar por consolidado todo lo que fue hecho antes de que la de 1985 entrara en vigor. Y, al mismo tiempo, a no repetirlo.



  5. #5 lucusaugusti 05 de ene. 2008

    Alicia Canto usted me parece que no tiene otra cosa que hacer que manipular mis palabras. Si está interesada en la revista On Diseño nº 147 podrá leer un extenso estudio sobre el proyecto del teatro Romano de Sagunto y ver las fotografias que lo acompañan.


    La primera en sepia y negro.


    http://farm3.static.flickr.com/2088/2168760016_225c61de10.jpg


    permite comprobar el estado del edificio (yacimiento) en los años de principio de siglo XX, y como no existe ni scaena ni aditus y con la cavea en estado de ruina.


    Ese es el estado verdadero del teatro romano de Sagunto, al que debería de volver trás el fallo.


    Y esta fotografía en sepia y negro es la que usted no menciona cuando habla del estado original del edificio. Se manipula, y se menciona solo el edificio en su estado en el año 1983.


    Que en su foto aérea en color y publicada por On podemos observar:


    http://farm3.static.flickr.com/2072/2168760170_2cfe03332f.jpg


    Las reconstrucciones llevadas a cabo durante el siglo XX que se traducen en un FALSO teatro romano que se presenta como un edificio "a la griega".


    En esta foto aérea se puede ver la recuperación pintoresca y romántica,  este es el edificio que usted de manera machacona nos presenta como original. Un edificio falso, que nos quiere hacer creer lo que nunca fue.


    El edificio es más fiel a la verdad original (y perdida para siempre) en su estado actual que en esa mentirosa fotografia de 1983. (Un engendro tipológico).


    ¿tengo que explicarle las diferencias entre un teatro romano y uno griEgo? No manipule mis palabras por favor.


    La solución de hoy permite a cualquier ojo determinar que es lo original y que lo nuevo y construido para que el edificio pueda ser utilizado. Y siendo fiel a la tipología propia del edificio.


    Sus fotos con la scaena llena de artílugios solo es interesada.


    El fallo determina la demolición, creo que es una barbaridad propia de bárbaros, y creo que no se llevara a cabo. 

  6. #6 A.M.Canto 06 de ene. 2008

    Sí, ya lo creo que tengo otras cosas, y bastante más gratificantes. ¿Manipularle? Ya se manipula Ud. a sí mismo los textos, Porque es un aburrimiento corregirle pero causa efecto: se ve cómo va Ud. modificando sus errores según se los digo: Ya no es "yacimiento", sino "edificio", las reconstrucciones ya no son "del siglo XIX", sino "del XX"; ya la foto que pone no es "del siglo XIX", sino de "los años de principio de siglo XX" aunque, como le dije que no podía ser de colores en esa fecha, ahora se inventa una nueva técnica fotográfica: "en sepia y negro" (¡!). Le quedan cosillas; antes la revista era "On", ahora se ha fijado mejor y la cita como "On Diseño". Pues mire, tampoco acierta: es "on diseño", en minúsculas. Ya verá cómo poco a poco conseguirá llegar a citarla bien. Tampoco que yo sepa ha hablado nadie para Sagunto de ningún "teatro griEgo", sólo Ud., que no debe de saber distinguirlos, ya le dije que no era de tipo griEgo. Ni creo haber puesto una foto de 1983, etc. etc. ...

    En fin, es Ud. capaz de machacar cualquier foro en el que se presente. Siempre entra ofendiendo y equivocándose (#2), y cada vez que aparece me parece que estoy viendo los establos de Augias.Pero, como muestra de buena voluntad, me quisiera leer lo que tanto recomienda. Así que, ya que, como de costumbre, cita de oídas, dígame mes y año de la revista, autor/es, artículo/s concreto/s y páginas. Bueno, y ahora pasaré a lo que venía que es bastante más interesante para la comunidad que esta pequeña guerrita suya.

  7. #7 A.M.Canto 06 de ene. 2008

    Repetimos: "Así que, ya que, como de costumbre, cita de oídas, dígame mes y año de la revista, autor/es, artículo/s concreto/s y páginas."

    Bah, es tontería pedirle a Ud. ningún dato concreto o ninguna información veraz. Ni tiene la dichosa revista  ni la ha visto (qué menos que concretar mes y año), ni éste es un tema político (todavía no se ha enterado de que en lo de Sagunto PSOE y PP están en el mismo barco), ni hay "teatro griEgo" por ningún lado, ni nadie ha dicho a qué fase debe revertirse el edificio (será lo que diga la sentencia del Supremo) ni, en general, sabe de lo que habla. Nunca aporta Ud. nada útil, sólo supuestas maquinaciones, fijaciones personales y ofensas gratuitas, dando datos falsos y arrastrando las quejumbres de otros foros. Es penoso, lástima que Celtiberia no tenga una opción para marcar mensajes "spam".

  8. #8 lucusaugusti 08 de ene. 2008

    Brandan


    Existen varios planos en la discusión.


    1)      Este asunto es solo político, un político del PP y además abogado, ha gastado su tiempo y dinero para llevar hasta el final una “venganza” particular contra sus contrincantes políticos. Otros se suman al carro para chupar rueda sobre algo que ni entienden ni quieren entender. Como ya he escrito entre los profesionales que se dedican a esto la sentencia es una barbaridad, y podría ser aplicable a varias de las intervenciones realizadas en otros teatros romanos, (Mérida, Cartagena, Zaragoza).


     


    2)      Ese edificio, que fue construido por un arquitecto romano, pertenece a una tipología concreta y característica, un emplazamiento único y un uso muy valioso de carácter cultural. Todo ello fue suyo en un principio y todo es suyo ahora. Los teatros romanos son “máquinas” que generan cultura viva y a la vez generan urbe, y el proyecto de Grassi y Portaceli es fiel a esa idea en su tipología, su imagen urbana y su uso.


    Los teatros romanos son edificios completamente diferentes a los teatros griEgos, y su principal diferencia estriba es su scaena, recuperada en este caso.


    Lo que nos quieren vender como correcto, el pastiche de 1983, solo es una invención, una falsedad, una ruina “a la griega”.


     


    3)      Mi opinión personal no puede ser entendida de manera generalizada para todos los casos, en el caso concreto del teatro romano de Sagunto, creo que lo ejecutado ha sido un acierto, (lo creo yo y el 90% de los profesionales que se ocupan de estas cosas, siendo ejemplo en todas las escuelas de arquitectura del mundo) porque ese lugar fue construido por sus autores originarios para ofrecer cultura a los ciudadanos de Sagunto, y a la vez para configurar una visión de la ciudad, un carácter urbano, a todos los que cada día viven bajo su sombra.


    Ese edifico crea ciudadanía, en un sentido estricto de la palabra, y por eso es una barbaridad demolerlo, propia de bárbaros.


    Además, puede ser leida sin dificultad la parte que es original y la parte que es reconstruida. Como intervención es ejemplo en todas las escuelas del mundo. 


     


    Brandan cada edificio tiene una “verdad” a la que nos debemos, como usted muy bien sabe arquitectura: edificación, conocimiento y movimiento.

  9. #9 lucusaugusti 08 de ene. 2008

    Cuanto más leo opiniones sobre el edifico actual más caigo en la cuenta del desconocimiento que existe sobre lo que en su día fue ese edificio y la razón que lo hizo-hace tan especial.


    En un vídeo de Tv un saguntino dice algo así como: ese muro ahí arriba, es como una carcel. 


    Creo que la mayoría de los saguntinos desearían tener una copia del teatro griEgo de Epidauro, aunque fuera falso, que el actual teatro de Sagunto, único y especial pero romano.

  10. #10 jeromor 12 de ene. 2008

    De Las Provincias, la opinión de un ciudadano sobre la obra y uno de los autores:


    "Carlos - 11/01/2008 20:14
    Yo he sufrido em mis carnes como alumno de la Escuela de Arquitectura de Valencia al señor Portacelli, donde por el bien de todos debería inminentemente dejar de dar clases, y os aseguro que no me extraña en absoluto la atrocidad que se cometió con el impresionante escenario que los romanos nos dejaron en Sagunto. Tampoco me extraña que este incomparable teatro haya sido víctima de tan Egocéntrico, horripilante y arrasador proyecto de "rehabilitación".

  11. #11 jeromor 12 de ene. 2008

    Lucus:


    NO se si el ciudadano que opina y yo coincidimos en el parecio por el Tomate o no, pero, visitado el teatro de Sagunto antes y después de la intervención de Portacelli y cía, coincido totalmente con él en que el teatro es "Egocéntrico , horripilante y arrasador "

  12. #12 lucusaugusti 12 de ene. 2008

    Si jeromor, la buena arquitectura, como el buen teatro o la buena pintura o literatura es "Egocentrica" ;-)


    Intente por un momento estar en la cabeza del arquitecto romano que pensó en ese edificio en ese singular lugar, las razones porque "Egocentricamente" lo dirigió y que intención tenía ese gasto de fondos económicos..... Le daré una pista, su fín no era ser objeto de una postal romántica de una ruina.


    Otros arquitectos, muchos siglos más tarde, entendieron las razones del primer autor, fueron fieles a ellas, y dieron vida al edificio de nuevo con oficio. Esa obra cuenta con el respeto del 90% de los arquitectos del mundo.


    Que guste o nó al 90% de la población de hoy es solo una anecdota sobre el mundo de hoy.


    HOY COLGARÍAN DE UN PINO AL ARQUITECTO ROMANO QUE PLANTO EL EDIFICIO EN ESE LUGAR DE SAGUNTO. por llenar la montaña de hormigón.


    Canto: La sentencia del supremo puede ser comentada en un país como este, y la sentencia es una enorme equivocación propia de los tribunales españoles, donde


     

  13. #13 enki paterna 12 de ene. 2008

    Estimo que deberíamos equilibrar la balanza y no sólo aportar artículos de LAS PROVINCIAS cuya ideología como la contrapuesta del LEVANTE está más que aireada.


     


    A mí lo que me preocupa son las consecuencias de esta sentencia:


     


    1)       En los últimos 11 años, el Festival Grecolatino ha atraído hasta Sagunt a más de 100.000 estudiantes y se ha consolidado como el más visitado de toda España. Durante una semana, alumnos de secundaria llegan desde los más diversos puntos de la península para ver cómo otros grupos estudiantiles representan a los clásicos.
    El año pasado, los organizadores batieron todos los récords al reunir a casi 12.000 chavales, aunque admiten que parte de su éxito se debe al haber encontrado un complemento ideal: Los Talleres de Cultura Clásica que promueve, desde hace 8 años, la asociación Ludere et Discere, donde los alumnos pueden conocer de primera mano todas las costumbres y detalles de la vida cotidiana durante la época romana: Desde la cocina a los juEgos.
     De hecho, el fallo sobre el Teatro Romano deja en el aire la edición de 2008 del Festival Grecolatino.


    2)       La posición oficial de los arquitectos -en la línea de lo ya expresado a Levante-EMV por el presidente del Consejo de Colegios de España, Carlos Hernández Pezzi- es ganar tiempo, que los actores en el proceso se avengan a dilatar la ejecución de la sentencia hasta que se cambie la ley de Patrimonio estatal (de 1985) de forma que la intervención en Sagunt no sea ya ilegal y se pueda solicitar al tribunal que deje sin efecto la ejecución de la sentencia. Ha llegado, pues, el momento de revisar, actualizar, poniendo al día, de acuerdo con les realidades y la necesidades culturales, el tema de las reconstrucciones. Los especialistas lo tienen muy claro: habría que emplazar al legislador del Estado a la reforma, y más, cuando tenemos a las puertas una convocatoria electoral precisamente que renovara el parlamento. Es momento para hacer propuestas, para que se reforme la ley de 1985, y no sólo en este punto concreto, el de las reconstrucciones, sino en otros tantos sobre los cuales hemos avanzado, caso de los bienes inmateriales.Así, pues, tenemos un problema concreto aquí que resolver, y otro más amplio. En nuestro problema estamos en un momento procesal que no tiene vuelta atrás, pero sí posibilidades de soluciones razonables. El otro, sin embargo, comporta una tarea de reforma más que necesaria para la legislatura que viene.


    3)       El abogado Juan Marco Molines, autor del recurso contra la intervención en el Teatro Romano de Sagunt (Valencia), aseguró que el coste de las obras de reversibilidad del monumento --que confirmó el Tribunal Supremo-- "puede moverse en una horquilla de entre tres y seis millones de euros". Habrá que ver quién se va a beneficiar de esta intervención pero sí sabemos quiénes la vamos a pagar.


    4)       El equipo responsable del Coacv considera que la sentencia se puede cumplir -retirar las losas de las gradas y derribar el bloque de la escena hasta una altura de 1,20 metros-, pero el resultado final, apostillaron Castillo e Ibor, no será el recogido en el fallo, ya que será "casi imposible" mantener el uso como teatro. Advirtieron así que el supuesto proyecto de reversión deberá contemplar ese ajuste a la funcionalidad, por lo que deberá someterse a todos los trámites de la ley de Patrimonio y será muy complicado.


    5)       El teatro "había sufrido muchas actuaciones que no respetaban su situación anterior", de modo que, cuando se iniciaron las obras, el teatro "estaba reconstruido en un 80 por ciento". ¿En qué estado se quedará una vez se devuelva a su estado anterior?.


    6)       Y sobre todo, la escena del teatro que ha sido la más criticada, es una intervención ya que personalmente (tengo 44 años), he visitado este teatro desde pequeño, y era prácticamente inexistente. Sólo tenéis que ver imágenes antiguas.


    Sigo pensando que realmente esto sí que ha sido un “FALLO” del Tribunal Supremo. La Justicia debería consultar con los arqueólogos antes de emitir fallos a recursos con tintes políticos.


    Y que conste que yo he sido uno de los primeros en criticar esta reconstrucción.


    Hemos de mirar hacia delante ya que podemos polemizar hasta de la construcción de un teatro romano sobre las murallas ibéricas de la antigua Arse (Sagunto), de las construcciones árabes en el interior del castillo, y no acabaríamos nunca. Tan sólo deberíamos presentar un recurso, ponerlo a trámite, y ya decidirán los Jueces (que en este país están muy politizados, desgraciadamente).

  14. #14 Brandan 12 de ene. 2008

    Es curioso que en este párrafo se lea: "Dejémonos de Política y preocupémonos más de la Historia." y en el siguiente: "Para volver a dejar el teatro en unas unas ruinas e invertir ese dinero, me preocuparía más en invertirlo en arreglar las murallas del castillo (que por cierto, los gobiernos anteriores al PSOE, metieron en vez de argamasa, hormigón tal y como hoy lo conocemos a troche y moche)... ¿En qué quedamos?. En lo del puerto estoy de acuerdo, porque una cosa no quita la otra.


    ¿La "buena arquitectura es Egocéntrica"? ¿y la mala? :)


    Lo que pasaba por la cabeza del arquitecto romano que construyó el edificio no creo que a estas alturas lo sepa nadie, el problema es que algunos -ignoro el método por el que consideran que han podido averiguarlo- dicen saberlo. Ya cometaba el asunto de los templos: ¿deberían rehabilitarse los templos griEgos, romanos, etcétera y habilitarlos de nuevo para el culto? ¿y para qué culto? porque puestos a recuperar podríamos recuperr también las mitologías ¿no?


    "Esa obra cuenta con el respeto del 90% de los arquitectos del mundo...Que guste o nó al 90% de la población de hoy es solo una anecdota sobre el mundo de hoy." Con todos los respetos, aquí deja usted pequeño el Ego de su colega.


    Se recurre reiterativamente al argumento de la pátina posterior que desvirtuaba la visión del monumento (para ustedes ruina), pero... cuánto menos hubiese costado removerla que hacer la barbaridad que se ha hecho con tan funestas consecuencias.


    ¿Cual será la próxima? ¿Propondrán hacer un hipódromo en el Partenón?

  15. #15 A.M.Canto 12 de ene. 2008

    "La posición oficial de los
    arquitectos -en la línea de lo ya expresado a Levante-EMV por el
    presidente del Consejo de Colegios de España, Carlos Hernández Pezzi-
    es ganar tiempo, que los actores en el proceso se avengan a dilatar la
    ejecución de la sentencia hasta que se cambie la ley de Patrimonio
    estatal (de 1985) de forma que la intervención en Sagunt no sea ya
    ilegal
    [sic] y se pueda solicitar al tribunal que deje sin efecto la
    ejecución de la sentencia
    ."
    (Declaraciones de D. Juan Castillo Carpio, decano del Colegio de Arquitectos de la Comunitat Valenciana, aquí)

    Parece mentira que personas preparadas puedan afirmar estas cosas (a Pezzi no se lo he leído), y que otras se las crean.

    El principio de irretroactividad de las leyes,
    mencionado ya entre los griEgos, se fijó en el Derecho Romano para
    siempre
    , entre otras por la conocida como "Regla Teodosiana" de
    Teodosio II, del año 440Leges et constitutiones futuris certum est dare formam nEgotiis, non
    ad facta praeterita revocari
    , nisi nominatim de praeterito tempore, et
    adhuc pendentibus nEgotiis cautum sit
    »), fundada a su vez en una norma de su abuelo Teodosio el Grande ("omnia constituta non praeteritis calumniam faciunt, sed futuris regulam ponunt... omnes leges non ea, quae anteriore tempore acta sunt, damnant, sed in futurum observanda constituunt"), y prácticamente desde entonces es de universal aplicación en todos los sistemas legales del mundo. Por el mismo principio de irretroactividad, como ya comenté (#22), pero aplicado a la inversa, es imposible revertir restauraciones abusivas hechas antes de la ley de 1985.

    Y eso es así porque las sociedades, y el hombre mismo, necesitan seguridad jurídica, y que se sepa que los actos, propios o de los demás, tienen determinadas consecuencias. Si no, quedaríamos a merced de las mayores arbitrariedades, y no en este campo, sino en todos. 

  16. #16 jeromor 13 de ene. 2008

    Mensaje de Juan Blanco en Terrae Antiqvae


    “En la página Historia UNED (no oficial) hay un hilo sobre el teatro de Sagunto donde encuentro este mensaje, no sé si el autor estará aquí en Terrae...


     


           Juan Blanco


     


    -----------------------------------


     


    http://uned-historia.metropoliglobal.com/modules.php?name=Forums&file=viewtopic&t=9938


     


     


    Hola compis!!!

    Cuando estaba en primero de carrera (corría el año 2001), asistí a un curso de "Patrimonio al Debate" y mi investigación final consistió en la polémicas restauraciones del Teatro de Sagunto. Os pEgo mi trabajo, xq recoge bastante información sobre el tema y puede conseguir de q nos hagamos una idea de en q consistió la "restauración" de Grassi y Portaceli.


     

    "LAS POLEMICAS RESTAURACIONES EN EL MUNDO ANTIGUO.

    EL TEATRO ROMANO DE SAGUNTO


    Aunque últimamente hayamos visto proliferar las intervenciones en nuestros monumentos de forma rápida, no han ido con la misma velocidad, los estudios sobre nuestro patrimonio y lo que este nos puede transmitir, o lo que es mejor, enseñar. Es por esto mismo, que hablamos de intervenciones y no de restauraciones, ya que sería impropio utilizar este último término, para designar a actuaciones que se caracterizan por su falta de documentación y rigor. De todas formas, no todas las intervenciones se realizan mal, sino que todo depende del interés que despierte el monumento que se va a someter a restauración. En este caso, el monumento a investigar es el Teatro Romano de Sagunto, el cual se encuentra entre los primeros a los que el Estado dio tal calificativo. Tras la destrucción ejecutada por el hombre en la baja antigüedad, convirtiéndose en un esqueleto al ser saqueado de toda ornamentación y de los sillares que conformaban sus partes más nobles, la majestuosidad y potencia de su estructura se han mantenido expresando la sabiduría y conocimientos técnicos de sus constructores y ha sido causa de admiración y curiosidad, por todos los que han sentido y sienten la atracción por el pasado y sus variantes.


    Existen arqueólogos que tienen diferentes conceptos sobre la restauración y rehabilitación de los monumentos, pudiéndose englobar en tres grupos:

    - Arqueólogos no intervencionistas: esta postura deja en manos de los arquitectos la libertad para hacer lo que quieran. Este extremismo llevaría a la gloria (o lo contrario) a un arquitecto y a la empresa que lo dirige, manteniéndose el arqueólogo, relegado a un plano secundario.

    - Arqueólogos que sólo permiten unas "restituciones mínimas": aunque este concepto es muy débil, y sino sólo hay que ver el teatro romano de Sagunto o monumentos comparables a este. Este sentido ha conseguido convertir en un caos, monumentos y tipologías arquitectónicas.

    - Arqueólogos clásicos: promueven la restauración profunda de los monumentos, y se preocupan por como deberían ser las relaciones entre arqueólogos y arquitectos, aunque estos últimos están mejor situados que los primeros.

    La problemática relación de los dos profesionales antes nombrados se ha sacado a la luz tras las opiniones sobre la rehabilitación del Teatro de Sagunto, monumento al que va dirigido este trabajo. En estos últimos años, algunos arquitectos han criticado la situación penosa a la que se ven sometidos los arqueólogos, haciendo de esta forma una crítica indirecta hacia sus compañeros arquitectos Grassi y Portaceli, que llevaron a cabo la rehabilitación ejercida sobre el monumento mencionado. A pesar de estas críticas, los arquitectos han englobado el trabajo que debería ser ejercido por los arqueólogos, los cuales son los que conocen sobre los temas de Patrimonio y Arqueología, ya que un arquitecto intervendría guiándose solamente por la estética.

    Las leyes españolas, que rigen el desarrollo científico de la investigación arqueológica y la materia de patrimonio histórico, viven en una constante renovación. Por ejemplo, la ley de 1985 sustituye el término de ruina-monumento, por el de bien de interés cultural. Este término hace que el concepto que se tiene de un arqueólogo no sea el de experto en ruinas, y se le juzgue por sus estudios y su documentación. En la actualidad, el turismo cultural crece, por lo que se demanda espacios históricos, es ahora cuando los arqueólogos deben aprovechar para demostrar que sus investigaciones son estudios con base y argumento.

    Una sentencia del Tribunal Supremo de Valencia, acaba da avivar la polémica en lo referido a la rehabilitación llevada a cabo en el Teatro Romano de Sagunto. Esta sentencia ha declarado ilegal, dicha intervención, basándose en el artículo 39.2 de la ley de Patrimonio Histórico Español, que contiene una redacción del artículo 19 de la antigua ley del Tesoro Artístico que prohibía toda reconstrucción en los monumentos. La redacción matiza esta ley, utilizando términos ambiguos que dan pie a confusión. Ante la poca claridad que esta ley transmite, los jueces han aplicado una interpretación general, a pesar de que a estos no se les debería permitir juzgar casos en los que entre en juEgo la restauración arqueológica. Las redacciones de la ley tampoco resolverán el problema, ya que los intentos de precisión, sólo serán los desencadenantes de más dificultades. Para mejorar una ley, esta debe ser discutida y elaborada por las personas implicadas en el cuidado y la conservación de nuestro Patrimonio Cultural, siendo esta fruto del sentido común y de lo lícito y correcto, sino será imposible que exista una ley que garantice una adecuada restauración de los monumentos. Todo esto se corresponde con los criterios de restauración, basados en una situación cultural concreta.

    Un ejemplo en los errores cometidos en la intervención al Teatro de Sagunto: la cávea tiene un boquete debido a que la "restitución mínima" de las gradas ha desajustado su ritmo compositivo, de modo que en la parte superior irrumpe la bóveda de un pasillo subterráneo de distribución, al no haberse calculado que las losas que recubrían los asientos iban sumando altura a las gradas.

    Los extremos de la cávea se han consolidado como si fueran parodoi, elemento que no tiene lugar en un teatro latino, aunque para conseguir ese plano vertical se recurriera a volar con un cartucho de dinamita una parte de la estructura romana.
    También el escenario se había ensanchado, sellando las substrucciones del frente escénico y del proscenio, con un piso de cemento sobre el que se elevan los restos de dos valvas.

    Pueden elaborarse trabajos orientados a subsanar esos errores. No podemos tener un planteamiento rígido en cuanto a la restauración. Por eso, esas intervenciones mínimas, a veces irreversibles, son tan peligrosas como una restauración de mayores ambiciones, siendo por este motivo, por lo que el informe arqueológico es decisivo para optar por uno o por otro grado de intervención. Para conocer la articulación constructiva, la arqueología clásica dispone de un método basado en el estudio directo del monumento. Se han realizado la planta y las secciones arqueológicas del Teatro de Sagunto en la documentación aportada por Emilia Hernández en 1986 y esas conclusiones sí que han sido utilizadas en la rehabilitación planteada por el proyecto, de modo que el recubrimiento de las gradas, la anchura y distribución de los praecinctiones, el lugar en que se elevan los baltei, la correspondencia y servicio de cada uno de los vomitorios y la consiguiente altura del edificio escénico por los que se decide el proyecto de los arquitectos G. Grassi y M. Portaceli, incorpora el resultado de un análisis arqueológico. Por una vez el equipo arqueológico no se ha limitado a hacer un simple seguimiento de la obra, sino que ha ido por delante, frente a cuyas propuestas se ha manifestado disconforme.

    La contemplación de las formas romanas desprovistas de decoración, produce una impresión de proyecto inacabado y eso puede achacarse al proyecto del Teatro de Sagunto: un cuerpo arquitectónico de ladrillo depositado sobre la cimentación pétrea romana, limpio y claro, que cobija en su interior capiteles, inscripciones y mosaicos procedentes de la ciudad de Sagunto. Hay quien opina que la memoria del lugar no justifica una restauración. La intervención de G. Grassi y M. Portaceli partía de unos criterios que pueden tomarse como defendibles, pero que analizados no soportan una crítica rigurosa. G. Grassi atribuye a anteriores intervenciones objetivos y criterios que parecen infundados y subjetivos, al definir el estado del monumento como una ruina artificial. En base a ello, se establecían las justificaciones de su actuación. Pero esto no podía resultar excusa para el tipo de intervención realizada, que se desentiende de la originalidad del propio monumento para plantear una idea propia sobre el mismo que acaba implantándose por encima de toda otra consideración. No puede afirmarse que el proyecto se haya basado en un conocimiento científico del edificio, ni que haya sido respetuoso con éste. Ni se hizo la adecuada investigación previa a la fase del proyecto, ni los resultados obtenidos de los hallazgos o estudios posteriores han provocado las modificaciones que hubieran sido de rigor, lo que lleva a suponer que tales datos no importaban a los autores del proyecto.

    Como ejemplo: la reconstrucción del muro de cierre de postscaenium. En sus orígenes seguramente fue ejecutado en dos fases y presentaba exteriormente una estructura de machones de refuerzo de opus quadratum, cuyos grandes sillares habían sido arrancados ya de antiguo, pero de los que quedaban las huellas, con relleno de sillarejos de opus vittatum. Respecto al remontaje de algunos elementos de los órdenes que decoraron el frons scaena parece un intento serio de mostrar lo que pudo ser la ornamentación del teatro. Las columnas se han dispuesto con una proporción rechoncha, lo que las priva de la elegancia y de la armonía que caracteriza a los órdenes clásicos. Parece que la escena tuvo triple orden, lo que el montaje realizado se encarga de contradecir. La reconstrucción del edificio escénico es errónea en la altura, pues queda achaparrado al no haber alcanzado la altura que debió tener originalmente. Las superficies que se presentan, ni siquiera una cuarta parte son restos originales romanos.

    A este efecto contribuye en gran medida la reconstrucción del graderío realizado en un material, distinto del original tanto en color como en textura, pues frente al color gris azulado de los sillares opus quadratum de caliza local se ha utilizado un aplacado de piedra blanca de tipo travertino, de Teruel. A esto le unimos la arbitraria decisión de interrumpir la scalae en los corredores o balteus.

    ¿Hasta qué punto se justifica una intervención de esta envergadura en un monumento histórico?
    Existen dos tipos de justificaciones:

    a) En primer lugar se apela que históricamente ha habido intervenciones de cada época en los edificios, llegando alguna a tener tanta o mayor calidad que la obra original. La existencia de una mayor conciencia histórica y de un respeto hacia el legado del pasado, en este caso arquitectónico. Nuestra época se caracteriza por haber plasmado este sentir en legislaciones protectoras de este legado. En este caso nos enfrentamos con la esencia misma del concepto de conservación de un patrimonio. Argumentar que igual que se hizo en esas épocas se puede hacer hoy, es un contrasentido histórico, y será en su concepción y actitud, arquitectura de otra época, no arquitectura actual. En cualquier caso debe respetar la esencia y la naturaleza del monumento, no sobreponerse a él, ni menos ocultarlo o enmascararlo detrás de la obra actual. Y respetar su esencia puede en muchos casos querer decir respetar su estado de ruina. Conviene aquí preguntarse hasta que punto es necesario que todos los monumentos vuelvan a recuperar un uso. Hay muchos que merecen quedar como meros símbolos. Y si hace falta un teatro, hay muchos lugares en que poder edificarlo.

    b) Otro de los argumentos es la supuesta restauración del espacio original. La recuperación del espacio primigenio original, choca con la conservación de la materia auténtica del monumento. Lo que no tiene sentido es una restauración cree un espacio nuevo o transforme el original. En un monumento llegado a nosotros en estado de ruina, su espacio ruinoso no será el "auténtico" original, pero puede llegar a cobrar significación propia como ruina, y por tanto nueva autenticidad.

    El atractivo y la veneración que para nuestra sociedad encierran muchos monumentos, no cabe duda que en muchos casos se desvanecería tras actuaciones de reconstrucción como la aquí realizada. La idea de recuperar el espacio original no puede tomarse como válida en todos los casos y cuando hay serias dificultades para conocer su auténtica forma, y más cuando exige realizar un volumen de obra que rivaliza con las partes originales conservadas, resulta dudosa su validez como criterio de actuación. Es comprensible que una parte de la sociedad haya entendido que la obra ha supuesto una agresión contra el monumento. Y que hayan intentado detener esa agresión por todos los medios, incluidos los legales.

    En la actualidad, quince meses después de que el Tribunal Superior de Justicia confirmara la sentencia dictada en 1993 a favor de la reversibilidad del Teatro Romano de Sagunto, la Generalitat ha anunciado las zonas en que se realizarán los trabajos que devolverán al recinto al estado en que se encontraba en 1988. Todas las obras de nueva construcción en parte del escenario, los laterales y las gradas serán derribadas hasta dejar el teatro tal y como estaba antes de la polémica intervención de los arquitectos Grassi y Portaceli.

    El derribo podría costar unos seis millones de euros y, no comenzará hasta septiembre. Todos los informes sobre la reversibilidad de las obras en la zona de la gradería son favorables tras la realización de diversas catas sobre la zona. En cuanto a la zona del escenario, la reversibilidad será posible hasta cuotas de 1/20, ya que este a partir de este nivel cuando hay peligro de tocar la piedra original. Habrá partes del escenario en las que será posible intervenir en mayor profundidad debido a que la obra de mármol no está nivelada. Es imposible devolver los restos arqueológicos hallados y sacados del teatro cuando se hicieron las obras. Estos restos pasarán a exponerse en uno de los museos de la localidad, en la denominada casa del Mestre Penya.

    El proyecto definitivo de restauración será elaborado por una comisión multidisciplinar, en la que tendrán cabida desde arquitectos a delineantes, pasando por historiadores. Los miembros de esta comisión debatirán exclusivamente cuestiones técnicas. La sentencia prohibe la nueva construcción y sólo indica la demolición de la obra nueva y la adecuación del recinto para que éste tenga finalidad funcional y pueda ser utilizado por el público. Se harán las reformas pertinentes para evitar las filtraciones de agua que han perjudicado durante estos años la piedra original de la gradería."

    Espero q os haya gustado mi trabajo, si véis algún fallo me lo decís.

    Las fuentes q utilicé fueron:

    - El Teatro Romano de Sagunto: Génesis y Construcción.
    LARA ORTEGA, Salvador
    - Revista de ARQUEOLOGÍA, nº 147
    - Revista de ARQUEOLOGÍA, nº 150
    - Revista de ARQUEOLOGÍA, nº 153

    Para finalizar, voy a citar algo q escribí en la opinión personal de este trabajo y q no os he adjuntado (xq son opiniones personales sin importancia... y tampoco soy un experto en arqueología
    ). Lo escribí hace 6 años, pero para mi sigue teniendo la misma validez:

    "El patrimonio es nuestro pasado, el cual nos ayuda a afrontar el futuro sin sensación de desarraigo, ni cultural, ni social. Si acabamos con este patrimonio o lo convertimos en una obra actual, perdiendo así su identidad, no habrá pasado al que recurrir para fijar nuestro presente, ni tampoco para sentir nostalgia por él y enorgullecernos de lo que un día fuimos."


     


     

  17. #17 A.M.Canto 13 de ene. 2008

    Más documentación. El que sigue es un trabajo de curso reportado por J. Blanco en la Lista de terraeantiqvae. Procede un hilo de foros de la UNED sobre el mismo tema del teatro, y lo firma "gericault", de Tenerife, aquí. Lo voy a transcribir con ambas venias (espero), porque contiene detalles y precisiones poco comentadas en prensa sobre algunos errores muy concretos, que me permitiré resaltar, entre otros:

    «Cuando
    estaba en primero de carrera (corría el año 2001), asistí a un curso de
    "Patrimonio al Debate" y mi investigación final consistió en la
    polémicas restauraciones del Teatro de Sagunto. Os pEgo mi trabajo, xq recoge
    bastante información sobre el tema y puede conseguir de q nos hagamos una idea
    de en q consistió la "restauración" de Grassi y Portaceli.



    "LAS POLEMICAS RESTAURACIONES EN EL MUNDO ANTIGUO. EL
    TEATRO ROMANO DE SAGUNTO


    Aunque últimamente hayamos visto proliferar las intervenciones en nuestros
    monumentos de forma rápida, no han ido con la misma velocidad, los estudios
    sobre nuestro patrimonio y lo que este nos puede transmitir, o lo que es mejor,
    enseñar. Es por esto mismo que hablamos de intervenciones y no de restauraciones, ya que sería
    impropio utilizar este último término, para designar a actuaciones que se
    caracterizan por su falta de documentación y rigor. De todas formas, no
    todas las intervenciones se realizan mal, sino que todo depende del interés que
    despierte el monumento que se va a someter a restauración. En este caso, el
    monumento a investigar es el Teatro Romano de Sagunto, el cual se encuentra
    entre los primeros a los que el Estado dio tal calificativo. Tras la
    destrucción ejecutada por el hombre en la baja antigüedad, convirtiéndose en un
    esqueleto al ser saqueado de toda ornamentación y de los sillares que
    conformaban sus partes más nobles, la majestuosidad y potencia de su estructura
    se han mantenido expresando la sabiduría y conocimientos técnicos de sus
    constructores y ha sido causa de admiración y curiosidad, por todos los que han
    sentido y sienten la atracción por el pasado y sus variantes.


    Existen arqueólogos que
    tienen diferentes conceptos sobre la restauración y rehabilitación de los
    monumentos, pudiéndose englobar en tres grupos:


    - Arqueólogos no intervencionistas: esta postura deja en manos de los
    arquitectos la libertad para hacer lo que quieran. Este extremismo llevaría a
    la gloria (o lo contrario) a un arquitecto y a la empresa que lo dirige,
    manteniéndose el arqueólogo relegado a un plano secundario.


    - Arqueólogos que sólo permiten unas "restituciones mínimas": aunque
    este concepto es muy débil, y si no sólo hay que ver el teatro romano de
    Sagunto o monumentos comparables a este. Este sentido ha conseguido convertir
    en un caos, monumentos y tipologías arquitectónicas.


    - Arqueólogos clásicos: promueven la restauración profunda de los monumentos, y
    se preocupan por como deberían ser las relaciones entre arqueólogos y
    arquitectos, aunque estos últimos están mejor situados que los primeros.


    La problemática relación de los dos profesionales antes nombrados
    se ha sacado
    a la luz tras las opiniones sobre la rehabilitación del Teatro de Sagunto,
    monumento al que va dirigido este trabajo. En estos últimos años, algunos arquitectos han criticado
    la situación penosa a la que se ven sometidos los arqueólogos, haciendo de esta
    forma una crítica indirecta hacia sus compañeros arquitectos Grassi y Portaceli
    ,
    que llevaron a cabo la rehabilitación ejercida sobre el monumento mencionado. A
    pesar de estas críticas, los
    arquitectos han englobado el trabajo que debería ser ejercido por los
    arqueólogos
    , los cuales son los que conocen sobre los temas de Patrimonio y
    Arqueología, ya que un arquitecto intervendría guiándose solamente por la
    estética.


    Las leyes españolas, que rigen el desarrollo científico de la investigación
    arqueológica y la materia de patrimonio histórico, viven en una constante
    renovación. Por ejemplo,
    la ley de 1985 sustituye el término de ruina-monumento, por el de bien de
    interés cultural. Este
    término hace que el concepto que se tiene de un arqueólogo no sea el de experto
    en ruinas, y se le juzgue por sus estudios y su documentación
    . En la
    actualidad, el turismo cultural crece, por lo que se demanda espacios
    históricos, es ahora cuando los arqueólogos deben aprovechar para demostrar que
    sus investigaciones son estudios con base y argumento.


    Una sentencia del Tribunal Supremo de Valencia, acaba de avivar la polémica en
    lo referido a la rehabilitación llevada a cabo en el Teatro Romano de Sagunto.
    Esta sentencia ha declarado ilegal dicha intervención, basándose en el artículo 39.2 de la ley de
    Patrimonio Histórico Español, que contiene una redacción del artículo 19 de la
    antigua Ley del Tesoro Artístico que prohibía toda reconstrucción en los
    monumentos.
    La redacción matiza esta ley, utilizando términos ambiguos
    que dan pie a confusión. Ante la poca claridad que esta ley transmite, los
    jueces han aplicado una interpretación general, a pesar de que a éstos no se
    les debería permitir juzgar casos en los que entre en juEgo la restauración
    arqueológica. Las redacciones de la ley tampoco resolverán el problema, ya que
    los intentos de precisión sólo serán los desencadenantes de más dificultades.
    Para mejorar una ley, esta debe ser discutida y elaborada por las personas
    implicadas en el cuidado y la conservación de nuestro Patrimonio Cultural,
    siendo esta fruto del sentido común y de lo lícito y correcto, si no será
    imposible que exista una ley que garantice una adecuada restauración de los
    monumentos. Todo esto se corresponde con los criterios de restauración, basados
    en una situación cultural concreta.


    Un ejemplo en los errores
    cometidos en la intervención
    al Teatro de Sagunto: la cávea tiene un boquete
    debido a que la "restitución mínima" de las gradas ha desajustado su
    ritmo compositivo, de modo que en la parte superior irrumpe la bóveda de un
    pasillo subterráneo de distribución, al no haberse calculado que las losas que
    recubrían los asientos iban sumando altura a las gradas.


    Los extremos de la cávea
    se han consolidado como si fueran parodoi, elemento que no tiene lugar en un
    teatro latino, aunque para conseguir ese plano vertical se recurriera a volar
    con un cartucho de dinamita una parte de la estructura romana.


    También el escenario se había ensanchado, sellando las substrucciones del
    frente escénico y del proscenio, con un piso de cemento sobre el que se elevan
    los restos de dos valvas.


    Pueden elaborarse trabajos orientados a subsanar esos errores. No podemos tener
    un planteamiento rígido en cuanto a la restauración. Por eso, esas
    intervenciones mínimas, a veces irreversibles, son tan peligrosas como una
    restauración de mayores ambiciones, siendo por este motivo, por lo que el
    informe arqueológico es decisivo para optar por uno o por otro grado de
    intervención
    . Para conocer la articulación constructiva, la arqueología clásica
    dispone de un método basado en el estudio directo del monumento. Se han realizado la planta y las
    secciones arqueológicas del Teatro de Sagunto en la documentación aportada por
    Emilia Hernández en 1986 y esas conclusiones sí que han sido utilizadas en la
    rehabilitación planteada por el proyecto, de modo que el recubrimiento
    de las gradas, la anchura y distribución de los praecinctiones, el lugar en que
    se elevan los baltei, la correspondencia y servicio de cada uno de los
    vomitorios y la consiguiente altura del edificio escénico por los que se decide
    el proyecto de los arquitectos G. Grassi y M. Portaceli, incorpora el resultado
    de un análisis arqueológico.
    Por
    una vez el equipo arqueológico no se ha limitado a hacer un simple seguimiento
    de la obra, sino que ha ido por delante, frente a cuyas propuestas se ha
    manifestado disconforme.


    La contemplación de las formas romanas desprovistas de decoración, produce una
    impresión de proyecto
    inacabado
    y eso puede achacarse al proyecto del Teatro de Sagunto: un cuerpo arquitectónico de
    ladrillo depositado sobre la cimentación pétrea romana, limpio y claro, que
    cobija en su interior capiteles, inscripciones y mosaicos procedentes de la
    ciudad de Sagunto
    .
    Hay quien opina que la memoria del lugar no justifica
    una restauración. La
    intervención de G. Grassi y M. Portaceli partía de unos criterios que pueden
    tomarse como defendibles, pero que analizados no soportan una crítica rigurosa.
    G. Grassi atribuye a anteriores intervenciones objetivos y criterios que
    parecen infundados y subjetivos, al definir el estado del monumento como una ruina artificial. En base a
    ello, se establecían las justificaciones de su actuación. Pero esto no
    podía resultar excusa para el tipo de intervención realizada, que se desentiende de la
    originalidad del propio monumento para plantear una idea propia sobre el mismo
    que acaba implantándose por encima de toda otra consideración.
    No puede
    afirmarse que el proyecto se haya basado en un conocimiento científico del
    edificio, ni que haya sido respetuoso con éste.
    Ni se hizo la adecuada
    investigación previa a la fase del proyecto, ni los resultados obtenidos de los
    hallazgos o estudios posteriores han provocado las modificaciones que hubieran
    sido de rigor, lo que lleva a suponer que tales datos no
    importaban a los autores del proyecto.


    Como ejemplo: la
    reconstrucción del muro de cierre de postscaenium. En sus orígenes
    seguramente fue ejecutado en dos fases y presentaba exteriormente una
    estructura de machones de refuerzo de opus quadratum, cuyos grandes sillares
    habían sido arrancados ya de antiguo, pero de los que quedaban las huellas, con
    relleno de sillarejos de opus vittatum
    . Respecto al remontaje de algunos elementos
    de los órdenes que decoraron el frons scaenae, parece un intento serio de
    mostrar lo que pudo ser la ornamentación del teatro. Las columnas se han dispuesto con una proporción
    rechoncha, lo que las priva de la elegancia y de la armonía que caracteriza a
    los órdenes clásicos. Parece que la escena tuvo triple orden, lo que el montaje
    realizado se encarga de contradecir. La reconstrucción del edificio escénico es
    errónea en la altura, pues queda achaparrado al no haber alcanzado la altura
    que debió tener originalmente. Las superficies que se presentan, ni siquiera
    una cuarta parte son restos originales romanos.


    A este efecto contribuye en gran medida la reconstrucción del graderío
    realizado en un material, distinto
    del original tanto en color como en textura
    , pues frente al color gris azulado
    de los sillares opus quadratum de caliza local se ha utilizado un aplacado de
    piedra blanca de tipo travertino, de Teruel. A esto le unimos la
    arbitraria decisión de interrumpir las scalae en los corredores o balteus.


    ¿Hasta qué punto se justifica una intervención de esta envergadura en un
    monumento histórico? Existen dos tipos de justificaciones:


    a) En primer lugar se apela a que históricamente ha habido intervenciones de
    cada época en los edificios, llegando alguna a tener tanta o mayor calidad que
    la obra original. La existencia de una mayor conciencia histórica y de un
    respeto hacia el legado del pasado, en este caso arquitectónico. Nuestra época se caracteriza por
    haber plasmado este sentir en legislaciones protectoras de este legado.
    En este caso nos enfrentamos con la esencia misma del concepto de conservación
    de un patrimonio.
    Argumentar que igual que se hizo en esas épocas se puede
    hacer hoy, es un contrasentido histórico, y será en su concepción y actitud,
    arquitectura de otra época, no arquitectura actual. En cualquier caso debe respetar la esencia y la
    naturaleza del monumento, no sobreponerse a él, ni menos ocultarlo o
    enmascararlo detrás de la obra actual.
    Y respetar su esencia puede en
    muchos casos querer decir respetar su estado de ruina. Conviene aquí preguntarse hasta que punto es
    necesario que todos los monumentos vuelvan a recuperar un uso. Hay muchos que
    merecen quedar como meros símbolos. Y si hace falta un teatro, hay
    muchos lugares en que poder edificarlo.


    b) Otro de los argumentos es la supuesta restauración del espacio original. La
    recuperación del espacio primigenio original, choca con la conservación de la
    materia auténtica del monumento. Lo que no tiene sentido es una restauración cree un espacio nuevo o
    transforme el original. En un monumento llegado a nosotros en estado de
    ruina
    , su espacio ruinoso no será el "auténtico" original, pero puede
    llegar a cobrar significación propia como ruina, y por tanto nueva
    autenticidad.


    El atractivo y la veneración que para nuestra sociedad encierran muchos
    monumentos, no cabe duda que en muchos casos se desvanecería tras actuaciones
    de reconstrucción como la aquí realizada. La idea de recuperar el espacio original no puede tomarse
    como válida en todos los casos y cuando hay serias dificultades para conocer su
    auténtica forma, y más cuando exige realizar un volumen de obra que rivaliza
    con las partes originales conservadas, resulta dudosa su validez como criterio
    de actuación.
    Es comprensible que una parte de la sociedad haya
    entendido que la obra ha supuesto una agresión contra el monumento. Y que hayan
    intentado detener esa agresión por todos los medios, incluidos los legales.


    En la actualidad, quince meses después de que el Tribunal Superior de Justicia
    confirmara la sentencia dictada en 1993 a favor de la reversibilidad del Teatro
    Romano de Sagunto, la
    Generalitat ha anunciado las zonas en que se realizarán los
    trabajos que devolverán al recinto al estado en que se encontraba en 1988.
    Todas las obras de nueva construcción en parte del escenario, los laterales y
    las gradas serán derribadas hasta dejar el teatro tal y como estaba antes de la
    polémica intervención de los arquitectos Grassi y Portaceli.


    El derribo podría costar unos seis millones de euros y, no comenzará hasta
    septiembre. Todos los
    informes sobre la reversibilidad de las obras en la zona de la gradería son
    favorables tras la realización de diversas catas sobre la zona. En cuanto a la
    zona del escenario, la reversibilidad será posible hasta cuotas de 1/20, ya que
    este a partir de este nivel cuando hay peligro de tocar la piedra original.
    Habrá partes del escenario en las que será posible intervenir en mayor
    profundidad debido a que la obra de mármol no está nivelada. Es imposible devolver los restos
    arqueológicos hallados y sacados del teatro cuando se hicieron las obras.
    Estos restos pasarán a exponerse en uno de los museos de la localidad, en la
    denominada casa del Mestre Penya.


    El proyecto definitivo de restauración será elaborado por una comisión
    multidisciplinar, en la que tendrán cabida desde arquitectos a delineantes,
    pasando por historiadores. Los miembros de esta comisión debatirán
    exclusivamente cuestiones técnicas. La sentencia prohibe la nueva construcción
    y sólo indica la demolición de la obra nueva y la adecuación del recinto para
    que éste tenga finalidad funcional y pueda ser utilizado por el público.
    Se
    harán las reformas pertinentes para evitar las filtraciones de agua que han
    perjudicado durante estos años la piedra original de la gradería."


    Espero q os haya gustado mi trabajo, si véis algún fallo me lo decís.


    Las fuentes q utilicé fueron:


    - El Teatro Romano de Sagunto: Génesis y Construcción. LARA ORTEGA, Salvador
    - Revista de ARQUEOLOGÍA, nº 147
    - Revista de ARQUEOLOGÍA, nº 150
    - Revista de ARQUEOLOGÍA, nº 153


    Para finalizar, voy a citar algo q escribí en la opinión personal de este
    trabajo y q no os he adjuntado (xq son opiniones personales sin importancia...
    y tampoco soy un experto en arqueología). Lo escribí hace 6
    años, pero para mi sigue teniendo la misma validez:


    "El patrimonio es nuestro pasado, el cual nos ayuda a afrontar el futuro
    sin sensación de desarraigo, ni cultural, ni social. Si acabamos con este
    patrimonio o lo convertimos en una obra actual, perdiendo así su identidad, no
    habrá pasado al que recurrir para fijar nuestro presente, ni tampoco para
    sentir nostalgia por él y enorgullecernos de lo que un día fuimos."»

  18. #18 jeromor 13 de ene. 2008

    Teatro romano de Aspendos cerrado a actuaciones por peligrar su conservación




    http://www.culturaclasica.com/?q=node/1423


    Turquía | EFE 11/04/2007


    El teatro romano de Aspendos, considerado uno de los mejor conservados del mundo, se cerrará a las actuaciones para que no peligre su conservación, informó hoy el diario turco Milliyet.


    Así lo decidió el Consejo de Conservación de Bienes Culturales de la provincia de Antalya, en la que se encuentran el teatro romano y las ruinas de la antigua ciudad griega de Pamphylia, un gran reclamo turístico del sur de Turquía.


    El teatro de Aspendos acogía desde 1995 el Festival Internacional de Ballet y Opera, además de variadas actuaciones musicales y teatrales.


    Sin embargo, un informe arqueológico reveló en marzo que la masificación de estos actos, así como el movimiento de vehículos, podían poner en peligro la estructura del teatro.


    Basándose en este aviso, el Consejo de Conservación decretó el cierre del teatro a los espectáculos, aunque permitirá su visita turística.


    El teatro romano de Aspendos, construido en el siglo II sobre los restos de uno anterior griEgo, posee un diámetro de 96 metros y capacidad para 7.000 personas.


    Durante el gobierno de los turcos selyúcidas (siglo XIII) fue reparado y se le añadió la entrada que se usa actualmente.

  19. #19 lucusaugusti 15 de ene. 2008

    Un experto revela que losas del Teatro Romano se usaron para ampliar el Palau de la Generalitat en los siglos XV y XVI



    http://www.levante-emv.com/secciones/noticia.jsp?pRef=3783_19_394405__


    Comunitat_Valenciana-experto-revela-losas-Teatro-Romano-usaron-para-ampliar-Palau-Generalitat
    El Palau de la Generalitat, sede oficial del presidente del Consell, Francisco Camps, debe bastante al Teatro Romano
    de Sagunt. No lo dice cualquiera, sino el principal especialista en el actual edificio presidencial, el catedrático de
    Historia del Arte, académico de Bellas Artes de San Carlos y ex director general de Patrimonio Histórico Salvador
    Aldana. R. V. M./A. G., Valencia
    "Se llevaban carretas con piedras del Teatro Romano. Era una cantera estupenda, tanto para el pueblo como para
    cualquiera que fuese allí", explicó ayer. Aldana, autor de diversas publicaciones sobre el Palau, aseguró a
    Levante-EMV que existen "varios albaranes" sobre la entrada de "carretas con sillares de Sagunt".
    Según dijo, este hecho se produjo entre los siglos XV y XVI y las piedras del teatro Romano se utilizaron para muros y
    también para el recubrimiento exterior e interior de paredes.
    Las explicaciones del ex director general de Patrimonio Histórico del Consell -durante el último año de Gobierno de
    Joan Lerma- sirven para reorientar el debate sobre "el valor antiguo" de las ruinas que quedan debajo de la obra de
    rehabilitación realizada en los años 80 en el teatro. También para evidenciar que hay otras muchas edificaciones
    reconstruidas y retocadas con el paso del tiempo. El Tribunal Supremo dictaminó recientemente que la intervención en
    la grada y la escena del monumento saguntino debe ser demolida en un plazo de 18 meses para devolverlo a su estado
    anterior.Testigo de la obra del conserje
    Para Aldana, sin embargo, de ese valor antiguo "sólo queda la situación", puesto que el monumento fue "abandonado" y
    en algunas partes reducido a "piedras asquerosas". Un ejemplo: entre las numerosas intervenciones realizadas en los
    años 40 y 50, el académico recuerda haber sido testigo visual de cómo el conserje "se dedicaba con una barchilla de
    yeso a poner piedras en una especie de escalones".
    Por ello, el catedrático afirmó que "sería un crimen" la demolición. No obstante, precisó que la sentencia dice lo que
    dice y no caben vías intermedias: "Conforme a la ley, no queda más remedio que derribar".
    Ahora bien, ¿qué va a quedar después? "Un empastre". Así de claro se manifiesta el especialista en Historia del Arte.
    "Si hay alguna posibilidad de quitar todo lo que hay ahora quedarán unos escalones cavados en la montaña, nada más".
    Eso y "ladrillos, arcos y lo que no se llevaron porque no interesaba". "Si cada uno de los vecinos del Sagunt antiguo
    cogiera una piedra de sus casas podrían reconstruir el teatro con eso", sentenció.
    Claro que la oposición a la piqueta no quiere decir que Aldana apruebe a pies juntillas la actuación realizada en el
    Teatro Romano. "Se debió hacer de una manera menos agresiva", declaró a este diario, al tiempo que compartió la idea
    de que podía haberse edificado en otro lugar de la montaña. "Pero ahora ya es una cosa hecha y deshacerlo, ¿para qué?
    Se ha convertido en un combate político y en estos la cultura sale siempre mal parada", sentenció.



    Más de 30 colectivos de Sagunt se manifestarán contra el derribo


    http://www.levante-emv.com/secciones/noticia.jsp?pRef=3783_19_394409__Comunitat-Valenciana-colectivos-Sagunt-manifestaran-contra-derribo



    Más de 30 colectivos de Sagunt decieron ayer aunar esfuerzos contra el derribo de las obras de rehabilitación del
    Teatro Romano.
    Unas 130 personas llenaron el salón de actos de la Casa de Cultura Capellá Pallarés y acordaron
    diversas acciones para mostrar su rechazo a la reciente sentencia del Tribunal Supremo.
    Uno de los gestos más contundentes será la concentración prevista para el próximo día 29, a las puertas del
    ayuntamiento, a partir de las 19 horas. Empresarios, agricultores, amas de casa, políticos y sindicatos confirmaron
    ayer su participación en éste y otros actos para pedir que se termine la remodelación del monumento y se fomente su
    uso cultural.
    La asamblea había sido promovida por el Col.lectiu Pel Patrimoni, que ha previsto poner a la venta nuevos carteles con
    la leyenda "Salvem el Patrimoni" para que los vecinos puedan colgarlos en los balcones "como una muestra de rechazo a
    la demolición".
    Al encuentro asistieron representantes de todos los grupos políticos municipales y de Esquerra Republicana. El
    periodista Antoni Gómez leyó un manifiesto que, con algunos retoques, se presentará como moción al pleno municipal e
    incluso al de la Diputación de Valencia, pues el diputado socialista Miguel Chover se comprometió a hacer las
    gestiones oportunas. Aunque los ediles de PP y Segregación Porteña no llegaron a tomar la palabra, desde el Col.lectiu
    se confía en lograr su apoyo a las reivindicaciones. "Al principio de la reunión, invitamos a que la gente partidaria
    del derribo se fuera, pero nadie se movió", decía un portavoz.



    El director de la Escuela de Arquitectura afirma que el monumento "sufrirá" si se ejecuta el fallo



    http://www.levante-emv.com/secciones/noticia.jsp?pRef=3783_19_394407__Comunitat-Valenciana-director-Escuela-Arquitectura-afirma-monumento-sufrira-ejecuta-fallo



    Bosch rechaza la demolición y está convencido de que existen resquicios legales

    El director de la Escuela de Arquitectura de Valencia, Ignacio Bosch, se suma a las voces contra el derribo del Teatro
    Romano de Sagunt. "Pienso que no tiene sentido hoy, después de veinte años con el asunto en danza, desmontar lo que se
    hizo", afirmó ayer el catedrático de Proyectos de la Universidad Politécnica de Valencia a Levante-EMV.
    Aporta un argumento doble para sostener su opinión. Por un lado, se declara "convencido de que la sociedad valenciana
    ha aceptado la obra" realizada por Giorgio Grassi y Manuel Portaceli y "la considera ya suya. Hoy es un lugar de
    encuentro y de actividad social y cultural. No demanda para nada el desmontaje. El contexto es diferente".
    Por otra parte, el experto da por seguro que el edificio "sufrirá" si se ejecuta la demolición, tal como recoge la
    última resolución del Tribunal Supremo sobre el teatro.
    Bosch, que ha firmado también intervenciones sobre el patrimonio histórico (es el director de la restauración de la
    Basílica de la Virgen de los Desamparados de Valencia), invita a una reflexión sobre el concepto de reversibilidad,
    tan en boga desde la sentencia del alto tribunal. "La reversibilidad total es imposible", declaró tajante a este
    diario. El arquitecto defiende que las transformaciones del patrimonio "nunca han sido ortopédicas", de quita y pon,
    sino que son para continuar mostrando los valores del edificio y conservar su uso. En este sentido, se pregunta si
    alguien se planteó en algún momento que la portada barroca de la Catedral de la Valencia (la puerta de los Hierros)
    fuera reversible.
    "Si aplicamos la sentencia no podríamos ver la mezquita de Córdoba tal como está ahora, ni la Alhambra con el palacio
    de Carlos V, ni la Catedral de Valencia", aseveró Bosch. Y agregó: "Me preocupa que seamos capaces de admirar
    monumentos antiguos con el mismo procedimiento que ordenamos el desmontaje".
    Interpretación errónea de la ley
    El director de la Escuela de Arquitectura, que no descarta que el centro apruebe una declaración formal sobre el caso
    (Portaceli es profesor de la institución), atribuye la situación judicial del teatro a que los jueces "no han
    interpretado correctamente la ley" de Patrimonio (de 1985). El artículo clave -el que prohíbe la reconstrucción de
    edificios históricos salvo que se usen materiales antiguos- "se puso para lo contrario de lo que se ha hecho en
    Sagunt: para evitar los falsos históricos, pero aquí no hay copia, sino una interpretación esencializada", afirma.
    Ignacio Bosch manifiesta su seguridad sobre la existencia de soluciones para evitar la piqueta. "Seguro que la
    interpretación legal tiene resquicios, tanto el fallo como su aplicación a través de la ley", dice.
    Una actuación sobre el patrimonio no puede ser de cualquier manera, opina. De esta manera, "si va a dañar el monumento
    no puede ser ejecutada; no puede obligar a incumplir la propia ley". Por ese camino, y por el del acuerdo entre las
    partes en litigio, considera que se puede esquivar la ejecución de la sentencia.
    --



    Publicado por M. CVR. COMPLVTENSIS para COMMENTARIOLA HISPANIAE el 1/15/2008 08:36:00 PM

  20. #20 ofion_serpiente 19 de ene. 2008

    "En
    latín, que es de donde proviene esta palabra, la clave de todo el grupo
    léxico está en la cívitas,
    que hemos tenido que traducir por ciudadanía.
    En este grupo léxico tenemos más términos en español que en latín.
    Y no porque se haya progresado en ese campo y se hayan creado por ello
    nuevas palabras, sino al contrario porque se ha retrocedido seriamente.
    Lo propio sería iniciar el análisis léxico en el nombre primitivo
    (ciudad); pero en nuestra lengua eso es engañoso, porque exactamente
    esta palabra ha perdido su significado latino original, ya que la
    palabra latina de la que procede por evolución fonética tiene simultáneamente
    los valores de ciudadanía
    (en el doble sentido de conjunto de todos los ciudadanos y en el de
    derecho inherente a la condición de ciudadano) y civismo;
    pero no
    tenía el significado actual de ciudad.
    He ahí pues cómo se ha distorsionado el significado de las palabras. 

    Vamos
    a ver cómo ha ocurrido eso: la evolución fonética del latín cívitas
    al español ciudad
    nos advierte que se pronunciaba uitas.
    Pongámoslo en acusativo plural (ciuitates),
    que al acabar coincidiendo con el español, se entenderá mejor. El
    primer salto fonético fue la pérdida de la segunda i,
    que por su posición debilísima tiende a caer, quedando reducida la
    palabra en una sílaba, gran economía: ciutates.
    La economía fonética hace también que se prefieran a las consonantes
    sordas p,
    c
    (sonido
    k),
    t,
    sus correlativas sonoras b,
    g
    (de gato), d,
    más suaves de pronunciar. Así pasamos de ciutates
    a
    ciudades.
    Hemos llegado al final del recorrido. Tenemos pues que la palabra latina
    cívitas
    es exactamente la palabra española ciudad

    Pero
    veamos qué dice el diccionario latino de cívitas
    (echemos cuenta de que nos estamos refiriendo a ciudad):
    “conjunto de ciudadanos integrantes de una ciudad o estado”. De ahí
    que a menudo se use como sinónimo de estado. Observemos ante todo que
    se trata de un nombre colectivo,
    que denomina a un conjunto de personas que gozan de la cívitas,
    el “derecho de ciudadanía”, que también en este sentido es
    colectivo (se refiere en efecto al conjunto de los derechos de que gozan
    los ciudadanos). Cicerón define muy bien la cívitas:
    Coetus
    hóminum jure sociati civitates
    appellantur.

    Las uniones de hombres asociados bajo la respectiva ley se llaman ciudades
    (civitates).
    Leyendo la “Guerra de las Galias” de César, vemos que a todos los
    pueblos que aparecen en escena se les llama civitates:
    Orgetórix
    civitati
    persuasit ut fínibus suis exirent.

    Orgetórix persuadió a la ciudad
    (es decir al conjunto de miembros del pueblo, que no vivían
    precisamente en ciudades sino dispersos por todo el territorio) que
    salieran de sus límites territoriales. Cívitas
    era también el derecho de ciudadanía: civitatem
    alicui impertiri

    era conceder a alguien la ciudadanía; civitatem amíttere,
    perder la ciudadanía. LuEgo al denominar metafóricamente al continente
    con el nombre del contenido, se llama ciudad a la tierra, a la patria, a
    la urbe. Esa tendencia va acentuándose a medida que se avanza hacia el
    bajo latín, hasta que resulta legítimo llamar ciudad a la urbe ya con
    valor real, no metafórico. 

    Pero
    en el latín clásico nunca se confunden la cívitas
    (el conjunto de los ciudadanos) y la urbs
    (la urbe). Aucta
    civitate
    magnitúdine urbis
    ,
    dice Livio: aumentó el número de ciudadanos por la amplitud de la
    ciudad (de la urbe)........................"

    "Por
    eso vienen los propios etimologistas romanos a advertirnos (esa fue su
    convicción) que civis
    procede del verbo cieo,
    ciere, civi, citum

    que en sustancia significa convocar, poner en movimiento, agrupar, poner
    en marcha, impeler… (pensemos en sus derivados incitar, excitar,
    concitar). En fin, que la cívitas
    sería según esta etimología, la acción y el resultado de agrupar; y civis
    sería cada uno de los que forman parte de este agrupamiento. Colocados
    en esta perspectiva, suena aún más aberrante el haber traspasado al
    territorio, al lugar en que se concurre, los derechos de la concurrencia
    (es decir del conjunto de los reunidos); es absurdo que los derechos de ciudadanía
    nos vengan de la ciudad,
    y no de la voluntad de agrupación de cada uno de los ciudadanos".


    Ciudadania

  21. #21 A.M.Canto 20 de ene. 2008

    Ofión: Correcto, se puede ser civis Romanus, y de hecho miles lo fueron, sin haber pisado nunca Roma. Es exactamente como ahora: un matrimonio español tiene un hijo en China y éste, sin necesidad de viajar a España ni de vivir en ella a lo largo de su vida, recibe automáticamente y disfruta de la ciudadanía española con los derechos que le son inherentes, porque la ciudadanía se puede ejercer sin necesidad y al margen de la ciudad física. Es más: tanto para los griEgos como para los romanos las ciudades físicas eran entes vacíos de sentido en sí mismas, que sólo adquirían en función de los grupos humanos que las habitaban; esto se aprecia muy bien en las inscripciones.

    Cicerón lo expresa perfectamente en la frase que Ud. citaba, en el De Republica 6.13.13, aunque no es exactamente así, la transcribo de un estudio de Alberto Grilli, p. 125, porque el párrafo resalta expresamente el rechazo de Cicerón del término urbes:

    "Questo coetus ha il suo fine nella formazione della res populi, cioè nella res publica: fine che trova la sua consacrazione nel Somnium Scipionis, quando l’Africano maggiore comunica al Minore che al hegemón del tutto (illi principi deo, secondo la concezione d’Antioco) niente è più gradito che concilia coetusque hominum iure sociati, quae civitates appellantur, dov’è chiaro il senso sociopolitico nella scelta di civitates e non di urbes (6,13,13)." (http://www.fondazionecanussio.org/atti2004/09%20Grilli_123.pdf)

    Del mismo modo, el foro, la basílica y el espacio de las votaciones (saepta) eran los espacios por antonomasia para ejercer la ciudadanía, mientras que el teatro, como casi todo el mundo sabe, lo era, a partir de Augusto, para las demostraciones del culto imperial.

    En fin... ¿servirán para algo nuestras informaciones?

  22. #22 lucusaugusti 20 de ene. 2008

    Un claro ejemplo de comportamiento sectario el suyo A.Canto


    Como demuestra que no tiene idea sobre este tema del teatro y el mundo romano le recomiendo la lectura de:


     Le théâtre ŕ Rome,





    En el momento en que las victorias cartaginesas dislocaban el mundo romano y. hacían temer por la propia Vrbe, el teatro agrupaba a la ciudadanía y afirmaba la cohesión de su identidad.
    phobos.xtec.net/jcimarra/llatiuab/teatro/teatrolat.pdf


    Y para que compruebe la vigencia en la actualidad:


    La idea es que un festival de teatro para la ciudadanía fuese un encuentro donde el problema no es el teatro en sí, sino lo que la ciudadanía necesita ver ...
    www.culturalianet.com/art/ver.php?art=22546


    El teatro, en tanto espacio, constituía el ágora principal de la ciudad, ... de la vida comunitaria y multiplicar el "capital teatral" de la ciudadanía. www.revistasculturales.com/articulos/47/ade-teatro/232/3/pensar-el-futuro-y-construirlo.html


    Teatro y Ciudadanía. D.Xavier Marcé, director de estrategias de Focus. La financiación de las artes escénicas. D. Fernando Herrero, crítico teatral. ...
    www.unav.es/humanidades/jornadas/


    TEATRO GRIEgo Y TEATRO ACTUAL Informaweb







    El Teatro GriEgo tiene sus raíces en Atenas Grecia en los siglos VI Y V A.C. el ... moralidad y en proporcionar ala ciudadanía su sentido de identidad. ...
    informasol.nireblog.com/post/2007/03/03/teatro-griEgo-y-teatro-actual


    Historia del Teatro de Grecia




    Así, tanto en el teatro como en sus competitivos juEgos públicos, los atenienses daban lugar a otra asamblea dinámica donde la ciudadanía participaba, ...
    usuarios.lycos.es/historia_teatro/griEgo.htm


    Esta mujer no tiene medida


     

  23. #23 A.M.Canto 24 de ene. 2008

    De ayer y hoy. En Las Provincias, un artículo (a favor de la sentencia del Supremo) y dos noticias (en contra) 
    aquí:

    Pleitos tengas y los ganes
    23.01.08 F. P. PUCHE

    En la historia de la jurisprudencia internacional suelen citarse cuatro
    pleitos famosos, tanto por su complejidad como porque la persistencia
    de las partes compite con fortuna con la delirante inutilidad del caso
    que les enreda. Dos de esos litigios son históricos, y responden a los
    nombres de Barcelona Traction y Matesa; y los otros dos son actuales,
    afectan a intereses valencianos y se muestran tan capaces de lastimar
    como de aburrir a la selecta audiencia valenciana.

    El primero, ya saben, es el que enfrenta a los equipos de vela
    Alinghi y BMW Oracle ante el juez Cahn, en la corte suprema de Nueva
    York. Y el segundo es el famosísimo pleito del Teatro Romano de
    Sagunto, que, de tan largo y pastoso, parece proceder de los tiempos de
    Aníbal y sus elefantes.

    Si hoy es 23 de enero, el juez neoyorquino [...] 

    Si hoy es 23 de enero, por otra parte, también es posible que el
    señor Marco Molines vea satisfecho su Ego de vencedor y sea recibido
    por una instancia adecuada de la Generalitat. Él es el primero en
    saber, no obstante, que es un trámite generoso. Porque en Sagunto todo
    está dicho, escrito y sentenciado. Las habas están contadas: la
    Generalitat lo que debe hacer es o bien cumplir la sentencia, con sus
    arquitectos y un martillo pilón de alquiler, o bien enfrentarse
    penalmente al Supremo. Sencillo.

    aquí:

    El Col·lectiu inaugura un blog para aumentar las 20 adhesiones al Manifiesto del Teatro Romano




    El PP rechaza la moción del PSPV en la Diputación en la que pedía buscar soluciones a la sentencia

    24.01.08 - C. M. R. / S. G. M. SAGUNTO

    y aquí:

    El Col·lectiu pel Patrimoni convoca con 8.000 octavillas a la concentración del Teatro Romano
    La plataforma cívica se reunió ayer con el alcalde pero no logró "acercar posturas" sobre la reversión
    C. M. R. SAGUNTO

    En el Levante:



     - 

    El PP rechaza votar contra la demolición del Teatro Romano
    El grupo popular en la Diputación de Valencia rechazó ayer una moción
    presentada ante el pleno por el PSPV en la que esta formación demandaba
    que la corporación provincial solicitara a la Generalitat que «estudie
    todas las alternativas legales y llegue a los consensos necesarios para
    evitar la [...]















     - 

    Los promotores de los Talleres Clásicos ligan su continuidad al futuro del teatro romano
    El Camp de [...]



    - CULPABLE, PERO INOCENTE
    Rafael Rivera

    Este
    periplo jurídico del caso del Teatre de Sagunt llega a su fin. No diré
    que me gusta la sentencia, que no, pero está bien que las cosas
    concluyan. Supongo que los jueces han dicho lo que podían decir con las
    leyes que tenemos. Es lo que hay.

    Dicen que el teatro ha de volver
    a ser una ruina como antes, aunque aquí, la palabra antes adquiere un
    valor añadido de difícil consideración. ¿Cuándo es antes? En cualquier
    caso, ahora son los políticos los que deben tomar en consideración lo
    que, seguramente, los jueces no han podido. No son argumentos jurídicos
    pero sí civiles, por así llamarlos, y tal vez se acerquen al sentido
    común más que las propias leyes.

    Por un lado, la calidad de la obra,
    ejemplar en lo que significa el trabajo en sí y reconocida por voces
    más sabias que la mía. Un ejemplo que supone una nueva visión del
    patrimonio que, sin perder su identidad, recupera su función y se
    integra en la sociedad de hoy. Por otro, el impulso cultural que ha
    transformado el teatro en un referente no sólo para Sagunt, sino para
    todos y ha posibilitado un proyecto que va más allá de la propia
    arquitectura. Por último, la promoción económica que ha supuesto para
    el municipio y su entorno, la revitalización de actividades
    complementarias imprescindibles para entender esta ciudad rica en
    patrimonio como pocas. Todo eso es también el proyecto del teatro,
    formaba parte de una apuesta valiente por la cultura y no lo han podido
    juzgar los jueces. Con quince años de experiencia sabemos que la
    actuación ha sido un éxito, ha cumplido sus objetivos y ha llevado el
    Patrimonio, con mayúsculas, a un lugar que nunca antes había alcanzado,
    solo con los romanos.

    Por eso ahora tienen su papel los políticos, y
    ojalá den la talla. Por favor, aléjense del localismo y recurran a
    voces de prestigio internacional, hablen con el Consejo Superior de
    Colegios de Arquitectos o con la Unión Internacional de Arquitectura, y
    zanjen de verdad este asunto sin que tengamos que encadenarnos unos u
    otros a las ruinas de ayer o a la rehabilitación de hoy. Acierten, no
    vaya a ser que volvamos a salir en los telediarios de Tokio, pero esta
    vez no por un evento cirquense o un circuito desafortunado, sino por
    ser los nuevos bárbaros que destruyen otra vez el sufrido teatro.

    Tal
    vez no se ajuste a la ley, pero el indulto, la amnistía o cualquiera
    que sea la figura jurídica que lo ampare puede, dar la razón a quien lo
    denunció, pero permitir que el teatro siga admirado y cumpliendo su
    función.

    *Arquitecto.
    ...............

    En toda esta historia, el silencio sepulcral de los arqueólogos actuales y más próximos, al menos en la prensa, resulta estruendoso, parece como si no tuvieran nada que opinar en el tema.

    Para lo que opinaron algunos de ellos hace 20 años, en los informes de época, véase arriba en el mensaje # 80.

  24. #24 A.M.Canto 24 de ene. 2008

    A ver si el webmaster arregla pronto los problemas de edición de esta v3. Lo que en el cuadro amarillo se ve perfecto de espacios y distribución, luEgo sale de aquesta lastimosa manera... 

  25. #25 lucusaugusti 28 de ene. 2008

    El imposible rescate de la ruina


    La ejecución de la sentencia del Teatro Romano de Sagunto 'quema' a quien la toca


    EL PAíS - ADOLF BELTRAN - Valencia - 27/01/2008


    La obra de Giorgio Grassi y Manuel Portaceli ha sido juzgada y condenada. El TSJ valenciano y el Tribunal Supremo, en varias sentencias, han considerado culpable la rehabilitación del Teatro Romano de Sagunto emprendida hace más de 15 años por encargo de los socialistas Joan Lerma y Ciprià Ciscar, entonces presidente y consejero de Cultura, y han ordenado su demolición parcial porque no se limitó a restaurar, sino que reconstruyó con nuevos materiales. Quien promovió el caso, el abogado Juan Marco Molines, ex diputado del PP, no ceja en su empeño de que la condena se ejecute, aunque políticos, gestores culturales y colectivos de arquitectos respirarían si lo dejara correr y ponen en duda que los jueces decidan sobre aspectos técnicos como qué se puede considerar "restauración" o qué "reconstrucción".


    Un manifiesto contra la demolición reúne ya cerca de 900 firmas de artistas como Concha Velasco, Joan Manuel Serrat, Emma Suárez o José Carlos Plaza, y de arquitectos como Oriol Bohigas o Vittorio GrEgotti. Otros sectores, vinculados a la derecha valenciana, insisten en derribar la obra mientras la Generalitat, gobernada por los populares, que promovieron el caso, busca una salida que acarree el mínimo desgaste.


    A medida que el contencioso judicial agotaba trámites, la cultura del patrimonio ha evolucionado. Las últimas décadas del siglo XX vieron cómo se generalizaba un tratamiento de las rehabilitaciones que descarta las dos tradiciones de origen decimonónico, tanto la basada en la idea romántica del inglés John Ruskin de dejar las ruinas sin restaurar como la del francés Violet Le-Duc, partidario de imitar el estilo original. Teóricos y profesionales destacan que se impone la reconstrucción analógica, contraria al falso histórico, que considera la restauración un proyecto arquitectónico cuyo objetivo es la puesta en uso de los monumentos mediante la convivencia de elementos antiguos con otros de lenguaje actual. Rafael Moneo aplica esos principios en la rehabilitación del Teatro Romano de Cartagena.


    http://www.elpais.com/recorte/20080127elpepicul_3/LCO340/Ies/Teatro_Romano_Sagunto_inicios_siglo_XX.jpg


    El Teatro Romano de Sagunto a inicios del siglo XX-


    http://www.elpais.com/recorte/20080127elpepicul_4/LCO340/Ies/Teatro_Romano_Sagunto_decenas_restauraciones_ejecutadas_anos_setenta.jpg


     El recinto tras las decenas de restauraciones ejecutadas en los años setenta.



    ENTREVISTA: GIORGIO GRASSI Arquitecto


    "A nosotros, nadie nos ha llamado nunca a declarar"


    http://www.elpais.com/articulo/cultura/nadie/nos/ha/llamado/declarar/elpepicul/20080127elpepicul_9/Tes


    ENTREVISTA: MANUEL PORTACELI Arquitecto


    "Con el tiempo y el uso, la obra se ha ido entendiendo mejor"


    http://www.elpais.com/articulo/cultura/tiempo/uso/obra/ha/ido/entendiendo/mejor/elpepicul/20080127elpepicul_10/Tes

  26. #26 ofion_serpiente 30 de ene. 2008

    Bueno, mañana a lo mejor contesto a lo dicho por Vd Sr. Lucus, que hoy estoy ocupado buscando, una vez comprobado que no hace falta hacer algo como lo hecho en Sagunto para recueperar un teatro romano en ruínas como espacio escénico, el respeto que Vd predica para auqellos otros tantos miles que consideran que las Sentencias deben ser cumplidas y que los Egos de los arquitectos no son causa suficiente para incumplir la Ley o norma básica de convivencia, como Vd prefiera. O si le parece mejor, buscando el respeto a miles de ciudadanos que consideran un atentado lo diseñado por Grassi y Portaceli. O si, le gusta más, el de aquellos otros miles que ante una situación de hecho discutible prefieren que decida alguien imparcial utilizando herramientas lo más objetivas posibles habiendo de antemano escogido una reglas para el juEgo que no intentan vulnerar si pierden......en fin. Hay tanto respeto que buscar

    Vd cosidera que aúna antigüedad y modernidad, pues yo opino que no Sr Lucus. Poco antiguo y romano me parece lo realizado y si no me engaña mi vista nada tiene que ver lo hecho con el resto de teatros que he mostrado más arriba. Ahhhh, no si que auna, hay zonas en que se ven las ruínas....antiguedad vista. Vaya por dios

    Claro, que también puede Vd intentar explicarnos a los que no entendemos, el contenido oculto de la obra de Grassi y Portaceli

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