Autor: Onnega
jueves, 25 de octubre de 2007
Sección: Antropología
Información publicada por: Onnega
Mostrado 100.323 veces.
Los bigotes del peliqueiro
Hay excelentes exposiciones sobre el origen de las mascaradas y rituales asociados, insuperables por lo detalladas y por sus sugerentes interpretaciones de los mismos; como muestra tenemos los imprescindibles trabajos de Frazer (La rama dorada) y Caro Baroja (El carnaval). Me resultaría imposible, y no creo que sea necesario, abordar todas y cada una de las celebraciones en que participan estas figuras, por eso me he limitado a describir de una forma un tanto “impresionista” y gráfica aquellos detalles que podrían conectar estas prácticas, tal y como defendía Bouza-Brey, con la antigua cosmovisión paleolítica. No es la primera vez que en Celtiberia.net se aborda este tema con convenientes referencias al rechazo de estas mascaradas por parte de la Iglesia, materiales gráficos ilustrativos de su posible relación con prácticas chamánicas paleolíticas y otros datos de interés: Chamanes y cérvidos, del paleolítico al Baphomet medieval (Silmarillion).
"Esta asociación simbólica subrayada por otros elementos rituales [v. más abajo el tocado de un chamán evenk], está confirmada por descripciones como “el chamán es como un gran ciervo macho que defiende su manada”, “dos chamanes se enfrentan como ciervos”. La razón de esto subyace no sólo en el modelo de masculinidad proporcionado por el ciervo macho en celo, que se evoca con el comportamiento del chamán durante el ritual. También es la expresión de un principio subyacente a los evenk y a otros pueblos siberianos que obtienen su sustento esencialmente de la caza. Este principio consiste en concebir la caza no como un acto de predación, sino como un intercambio entre los seres humanos y las especies salvajes que les proporcionan alimento. Los animales se ven como habitados por espíritus, complementarios a los que residen en el ser humano, lo que hace posible que se pueda establecer con ellos el mismo tipo de relación que con los seres humanos. De la misma forma que la gente come caza, también los espíritus de las especies salvajes consumen la fuerza vital de los humanos, devorando su carne y bebiendo su sangre. La enfermedad, como la pérdida de vitalidad en la vejez, y la muerte, son parte del orden natural, son el pago por la caza que permite al cazador vivir, son indicación de que habrá caza para sus descendientes. La función del chamán es representar este intercambio en un nivel simbólico que prefigure y determine la realidad del cazador. Debe establecer las bases del intercambio de carne con las especies salvajes, garantizar la caza (la suerte en la cacería) para la siguiente estación y finalmente permitir que los espíritus complementarios devoren en compensación, señal de muerte de algunos miembros de la comunidad. Los dos primeros estadios de esta actividad simbólica son ostensiblemente dramatizados durante el ritual, mientras que el tercer estadio, durante el cual el chamán yace echado sobre su espalda, inmóvil, se desarrolla en silencio: aquí el chamán asume su último rol como animal cazado, para lo cual se identifica ritualmente con un gran ciervo"
Pues bien, en nuestras fiestas de invierno o en los carnavales aparecen unas figuras teriantrópicas, humanos caracterizados con rasgos animales, protagonizando mascaradas ceremoniales que podrían entenderse como escenificaciones de una lucha en forma de danza ritualizada en la que o se produce un hostigamiento del personaje enmascarado, visto como atávico espíritu maligno que se intenta ahuyentar, o bien, al contrario, es la figura teriantrópica la que fustiga cumpliendo el cometido de espantar a esos espíritus y propiciar el restablecimiento del orden en la comunidad.
En el paralelismo que vamos a establecer con el chamanismo actual, que se considera superviviente directo de un sistema de creencias estable que hunde sus raíces en el paleolítico (1), se tocarán someramente varios aspectos:
-El proceso de iniciación del chamán y el estado de trance que lo conecta con el mundo de los espíritus.
-Indumentaria y complementos (máscara, tambor).
-La danza ritual contra el mal, rituales propiciatorios.
En principio cabría sostener que estas danzas fuertemente codificadas habrían sobrevivido refugiadas en el reducto del folklore sin perder sus características básicas debido a dos factores:
-El carácter universal del asunto que se representa, la lucha contra la adversidad, que no ha perdido en ningún momento su vigencia e interés.
-El alto grado de ritualización o codificación que atañe a las tradiciones que integran el acervo popular. Hasta el más mínimo detalle aparece fijado y establecido, lo que no obstaculiza, por otra parte, que puedan producirse reinterpretaciones del conjunto ceremonial, de algún elemento, o disgregaciones (por ejemplo la asunción por parte de varios individuos de las funciones que anteriormente correspondían a uno sólo).
1. LA INICIACIÓN
En su búsqueda del conocimiento el chamán tiene que pasar forzosamente por una prueba física de “despedazamiento” y “renacimiento”, iniciación que podría explicarse como una deconstrucción de la personalidad que facilita su recomposición bajo una nueva forma, superior a la primitiva. Como nos dice Lewis-Williams citando a Eliade: “La muerte, el sufrimiento, la excarnación (la extirpación de la carne a un esqueleto), la desmembración, la transformación y el renacimiento son, de hecho, elementos comunes de la iniciación chamanística” (2). Es evidente que estos procedimientos o son meramente simbólicos, o se sufren hasta cierto punto (dentro de unos límites), o bien se experimentan durante el trance como sensaciones: “con frecuencia la perforación es una parte de esa secuencia experiencial. Un chamán tungús siberiano, por ejemplo, contó cómo le habían iniciado sus antepasados chamanes, le perforaron con flechas hasta que perdió el conocimiento y cayó al suelo, le amputaron la carne, le arrancaron los huesos y los contaron” (3).
Las experiencias sensoriales a modo de pinchazos, tanto en los rituales de iniciación como en los trances que ponen al chamán en contacto con el mundo de los espíritus, se repiten hasta la saciedad entre los testimonios de chamanes de diversas culturas. De lo cual podrían ser muestra algunas pinturas rupestres peninsulares.
Fig. 1: Antropomorfo posiblemente herido de Cieza (Murcia).
A veces el sujeto las identifica con picaduras de abejas, otras refiere que sintió en su carne la laceración de múltiples flechas o espinas. Lewis-Williams se acuerda de San Sebastián al comentar estos testimonios.
Fig. 2: San Sebastián atribuido a Giovanni del Biondo, s. XIV. Duomo de Florencia.
En nuestro caso es inevitable recordarlo ya que San Sebastián está íntimamente relacionado con varias de las celebraciones que vamos a analizar (Jarramplás, Carantoñas, Taraballo).
En la tradicional mascarada de Jarramplás (19 y 20 de enero, Piornal) a los espectadores que visionan y participan en la pantomima que tiene lugar por las calles del pueblo les parece que Jarramplás es un trasunto o alter ego del santo, puesto que sufre en su cuerpo los golpes con que lo castigan los vecinos de la misma forma que San Sebastián recibió la lluvia de flechas. Además, la tortura del santo se canta en forma de coplas:
"Le amarraron a un tronco
y allí le dieron
la muerte con saetas
verdugos fueron.
Todo su cuerpo tiene
hecho una llaga
y una mujer piadosa
se las curaba".
(Alborá de Jarramplás, Piornal)
Desde nuestra perspectiva la relación entre ambos personajes sería a la inversa: es muy posible que nos encontremos ante un motivo disgregado, las sensaciones punzantes del trance chamánico perviven primero en el apaleamiento de Jarramplás, lo que permite que posteriormente se vinculen con el asaetamiento del santo, que se convierte así en trasunto o alter ego cristiano de la máscara.
En el Kúkeri búlgaro, cuya relación con las Carantoñas de Acehuche ya ha sido establecida (4), no se produce una reinterpretación paralela de la representación, como sucede en Acehuche o Piornal, y por ello el carácter de la celebración, así como el de su oficiante se conserva menos difuso. En Acehuche estas figuras se vienen considerando como las fieras que rodearon a San Sebastián en su segundo tormento sin atreverse a devorarlo. Pero no nos dejemos engañar por la adaptación del ritual ya que de nuevo aparecen las sensaciones punzantes: los golpes que la Carantoña propinaba con el cuchillo, “un palitroque de un metro de longitud, retorcido y con más puntas que un cuerno de venado” (5).
Fig. 3: Kúkeri búlgaro. Figura semejante a la Carantoña de Acehuche.
2. LA INDUMENTARIA
Fig. 4: Jarramplás (Piornal).
Fig. 5: Traje de chamán evenk (Siberia).
Fig. 6: Traje de chamán numinchen (Manchuria).
Además del vestido de pingos, del que penden pieles y diversos elementos metálicos como cascabeles o cencerros (en tiempos remotos no serían metálicos, puede que de conchas, madera, plaquitas de pizarra, hueso), encontraremos similitudes con la máscara demoníaca o animal que porta el chamán en su lucha contra el mal y la enfermedad. Y estará más o menos conservada, pues tal vez los colmillos y dientes aterradores con que suelen armarse nuestras figuras aparezcan transformados en grandes bigotes y una ¿sonrisa? que muestra unos dientes bastante peligrosos, los cuernos prolongados en forma de mitras o capirotes, y la piel del animal sustituida por un dibujo del mismo.
Fig. 7: Peliqueiro de Laza (Ourense).
Fig. 8: Máscara Kable (Burkina Fasso, África). Se usa en ceremonias especiales para ahuyentar los espíritus diabólicos, entre los cuernos del búfalo de agua se sitúa un pajarito, exactamente igual que en el tocado de los chamanes numinchen.
Fig. 9: Tocado numinchen (Manchuria).
Otro aspecto que estas figuras comparten con los chamanes es el uso ritual del tambor: “
Fig. 10: Chamán Tungu (Siberia) con su tambor, fotografía del siglo XIX.
3. LA DANZA RITUAL CONTRA EL MAL
Dado que es manifiesto el sentido profiláctico de estas pantomimas fuertemente codificadas que se desarrollan por toda la geografía peninsular, euroasiática, etc. cabría remontar su origen al ritual de curación chamánico, en el que se ahuyenta el mal y la enfermedad personificados por figuras demoníacas. Como nos dice Kirby, muchas de las dramatizaciones que sobreviven en el folklore popular (valga la redundancia) remiten a una única fuente, el ritual del chamanismo; en cierto sentido este ritual fue el único arte dramático que acabó por fragmentarse originando las actuales artes escénicas (8).
Fray Bernardino de Sahagún así lo entiende cuando describe en el s. XVI una de estas luchas rituales en México como equivalente de nuestra “escaramuça de çaharrones”: “Y al tercero día, al cual llaman chonchayocacalioa, que quiere dezir "escaramuça de çaharrones", componían uno de çaharrón, con unos [b]alandranes y carátulas espantables, y hazíanse luego dos vandos: de una parte se ponían los ministros de los ídolos y con ellos el çaharrón, y de otra parte se ponían los moços del telpuchcali, y al mediodía començavan a pelear los unos con los otros. Peleavan con unos ramos de oyámetl o pino, y con cañas, y también con cañas maciças, atadas unas con otras de tres en tres o de cuatro en cuatro” (9).
El término çaharrón es la forma más antigua que se conserva para referirse a estas figuras, es el origen de cigarrón (Laza), zagarrón (Ciudad Rodrigo), zamarrón (Lena)… algunas de ellas motivadas por diversos cruces con palabras como cigarra o zamarra. Pidal entre otras etimologías había propuesto en una nota que rescatamos del olvido una conexión con el euskera, zahar, “viejo” (10).
Fig. 11: Los dos kalogheroi tracios (Viza, Turquía) con máscaras de piel de cabra al final de un combate ritual según dibujo de 1906: tras la muerte del oponente el otro kalogheros procede a desollarlo, figuradamente, claro. El término significa en griego “anciano hermoso” y se aplicaba como título de respeto a personas venerables y monjes; lo que parece reforzar la hipótesis de que la etimología de çaharrón sea el euskera zahar, “viejo”.
Dawkins (11) sostuvo que los carnavales tracios que presenció eran representación de un antiguo ritual dionisíaco, queriendo ver incluso un falo en una especie de porra que lleva uno de los kalogheros. Esta hipótesis ha sido tenida muy en cuenta por la gran mayoría de antropólogos que se dedican a investigar estas celebraciones, ésta o bien la de su origen en las lupercales romanas. Ambas y otras similares no hacen más que trasladar el problema a otro momento, ¿y el origen de las lupercales?, ¿de dónde sale el luperco poseído por el espíritu del lobo azotando a todo cuanto vecino se topaba por las calles? Probablemente no lo sabían entonces ni los propios romanos.
Caro Baroja señala “las analogías que ofrece en varios aspectos la mascarada tracia con las suletinas, asturianas, maragatas, etc., analogía que llega a extremos tales que sería necio pretender hallar la explicación de cada una de ellas independientemente” (12). Las afinidades que hasta aquí se nos han hecho más evidentes coinciden ampliamente con los rituales chamánicos: hombres vestidos de animales con cencerros en la cintura, enmascaramiento, hostigamiento (hacia la figura enmascarada, por parte de ella, o entre dos), destrucción del enemigo, restauración del orden y del bienestar del grupo. Asímismo es muy significativo el carácter especial de estas figuras, se percibe en los nombres (kalogheros = anciano hermoso), y en que en muchas de las celebraciones han mantenido su estatus de intocables.
Por ello sólo puedo estar de acuerdo con Bouza-Brey, que ya había sugerido que estas prácticas podían remontarse al paleolítico, dado que existen figuras teriantrópicas danzantes pintadas en las cavernas identificadas como chamanes.
Figuras indicativas de que un ritual semejante tenía lugar en un sitio tan alejado cronológica y geográficamente de la cultura clásica occidental, las podemos encontrar en el lago Onega, Karelia (Rusia). Difícilmente explicables por ritos dionisiacos, lupercales… y sí como manifestaciones de ese sistema de creencias paleolítico que ha originado, o persiste en, el chamanismo actual.
Fig. 12: Petroglifo del lago Onega en cuya esquina inferior izquierda aparece una figura teriantrópica portando lo que se ha considerado como un doble símbolo solar / lunar, un tambor, o algo que, en mi opinión, podría recordar vagamente al arado con que en las fiestas de invierno se hendía la nieve en la Maragatería: “a primeros de año los pastores se disfrazaban con pieles y cencerros […] y tiraban de un arado que surcaba las nevadas tierras” (13).
Fig. 13: Surcos en la nieve dejados por cazadores y presas en un petroglifo de Karelia.
NOTAS
1) Esto cabría matizarlo con las recientes aportaciones de GS McCall, que sugiere que las prácticas sociales del chamanismo no han permanecido inmutables a lo largo del tiempo, son los conceptos cosmológicos subyacentes a estas prácticas los que son perdurables y rígidos; es sencillo, por tanto, presuponer que operaban en la prehistoria. “Add shamans and stir? A critical review of the shamanism model of forager rock art production”, Journal of Anthropological Archaeology, 26 (2007), pág. 224-233.
2 y 3) David Lewis-Williams, La mente en la caverna, Madrid, Akal, 2005, pg. 280-2.
4) Diliana Ivanova Kovátcheva, “Las Carantoñas de Acehuche y los Kúkeri búlgaros: similitudes y diferencias”, comunicación presentada a la International Conference on Advances in Oral Literature Research, Belgrado, 2006. Resumen disponible en línea en http://www.jasminanikolic.net/aelo35/?page_id=19
5) Según relata en 1905 Publio Hurtado en el número LXVII de la Revista de Extremadura. Cita extraída de “Las Carantoñas de San Sebastián: botargas o fieras”, de Jorge Mellado González, http://www.dipalme.org/Servicios/Anexos/anexosiea.nsf/VAnexos/IEA-RP3-C16/$File/RP3-C16.pdf
6) JM Domínguez Moreno, “La fiesta del lobo en Extremadura”, Revista de Folklore, 1991, nº 132, pg. 183-87, http://www.funjdiaz.net/folklore/07ficha.cfm?id=1033
7) V Gutiérrez Macías, “El paso del folklore de unas parcelas a otras”, Revista de Folklore, 1984, nº 40, pg. 127-35, http://www.funjdiaz.net/folklore/07ficha.cfm?id=359
8) ET Kirby, “Shamanistic Origins of Popular Entertainments”, The Drama Review, 1974, vol. 18, nº 1, pg. 5-15.
9) Fray Bernardino de Sahagún, Historia General de las cosas de Nueva España, 1576-1577. Cita extraída de la base de datos del CORDE, http://corpus.rae.es/cordenet.html
10) R Menéndez Pidal, Poesía juglaresca y juglares, Madrid, Espasa-Calpe, 9ª ed., 1990.
11) RM Dawkins, “The modern carnival in Thrace and the cult of Dionysus”, The Journal of Hellenic Studies, 1906, vol. 26, pg. 191-206.
12) J Caro Baroja, El carnaval, Madrid, Alianza, 2006.
13) J Caro Baroja, op. cit.
BIBLIOGRAFÍA NO CITADA EN NOTA
-RM Álvarez Luceño y JM Silva Cordero, “Las Carantoñas de Acehuche”, Senderos de Extremadura, 1999, en http://www.seta.es/alexturnet/Senderos/numero9/carantonas/carantonas.htm
-F Bouza-Brey Trillo, “Máscaras gallegas de origen prehistórico”, Homenagem à Martins Sarmento, Mário Cardozo ed., Guimaraes, Sociedade Martins Sarmento, pg. 73-82.
-J Clottes, “Chamanismo en las cuevas paleolíticas”, 40 Congreso de Filósofos Jóvenes, Sevilla, 2003, en http://www.nodulo.org/ec/2003/n021p01.htm
-A Diéguez Añel, “Carnaval en Castro y Laza”, Revista de Folklore, 1985, nº 51, pág. 88-92, http://www.funjdiaz.net/folklore/07ficha.cfm?id=450
-M Moreno Iglesias, “Jarramplás”, 2002, en http://www.piornal.net/jarramplas/mario/jarramplasmario.htm
CRÉDITOS DE LAS FIGURAS
Fig. 1: (C) Los orígenes de Iberia, http://www.telefonica.net/web2/losorigenesdeiberia/PH_calco_arte_rup1.htm
Fig. 2: (C) www.thais.it, http://www.thais.it/citta_italiane/firenze/index/mod/pag_02.htm
Fig. 3: (C) Wikipedia, http://en.wikipedia.org/wiki/Kukeri
Fig. 4: (C) Museo de Cáceres, http://museosextremadura.com/caceres/sala14.htm
Fig. 5: (C) NECEP, http://www.necep.net/list.php?id_soc=4&type=pictures
Fig. 6: (C) Dibujo de Edith King.
Fig. 7: (C) http://www.fillos.org/galicia/modules.php?op=modload&name=News&file=article&sid=275
Fig. 8: (C) http://www.masksoftheworld.com/Africa/African%20Tussian%20Mask.htm
Fig. 9: (C) Dibujo de Edith King.
Fig. 10: (C) Encarta, http://uk.encarta.msn.com/media_1201505628/Tungu_Shaman.html
Fig. 11: (C) RM Dawkins, “The modern carnival in Thrace and the cult of Dionysus”, The Journal of Hellenic Studies, 1906, vol. 26, pg. 191-206.
Fig. 12: (C) Petroglyphs in Karelia, http://wwwold.krc.karelia.ru/results/projects/petr/steps.en.html?step=1
Fig. 13: (C) http://smalt.karelia.ru/~petroglyphs/photo_bp.html
Comentarios
Pulsa este icono si opinas que la información está fuera de lugar, no tiene rigor o es de nulo interés.
Tu único clic no la borarrá, pero contribuirá a que la sabiduría del grupo pueda funcionar correctamente.
Si te registras como usuario, podrás añadir comentarios a este artículo.
Hola onnega.
está muy bien el artículo,aunque no sé si estaría de acuerdo con todo.
Me parece un poco aventurado lo que dice Kirby
"muchas de las dramatizaciones que sobreviven en el folklore popular (valga la redundancia) remiten a una única fuente, el ritual del chamanismo; en cierto sentido este ritual fue el único arte dramático que acabó por fragmentarse originando las actuales artes escénicas "
porque parece que tampoco el chamanismo era la única forma religiosa;aunque es verdad que muchísimos temas mitológicos y narrativos tienen su origen en el mundo del chaman.
Hay muchas elementos de la iniciación chamánica que no son exclusiva de ella,sino que son comunes a otros tipos de ceremonia de iniciación,como los ritos de paso a la edad adulta..
En estas ceremonias de paso a la edad adulta,los seres sobrenaturales que han de matar/resucitar al novicio se presentan con formas temibles,muchas veces como animal depredador ,con garras que hieren etc.
Tambiénen estas ceremonias se producen heridas ,y se hace sangrar,lo que puede tener un significado de renovación etc.
quiero decir,que el que haya elementos que existen en el chamanismo no significa que sean exclusivos de él,y por lo tanto,no quiere decir que la fiesta tenga un origen chamánico.(aunque puede ser que sí,claro).
luego está la lucha del año nuevo con el viejo,el ahuyentar el invierno y sus calamidades,el chivo expiatorio etc,es decir que se podría analizar la fiesta desde muchas perspectivas.y habría que ver la historia,como se han ido incorporando los distintos elementos.
Estoy de acuerdo con lo que comentas de los cambios del chamanismo a lo largo de la historia.
Pongo un párrafo de Ana Silvia Karacic que me parece muy interesante,hablando de que al principio casi todo el mundo podría tener la capacidad de ser chaman
http://www.transoxiana.org/Jornadas/JEO2005/karacic-chamanismo.php
"..El chamanismo muy probablemente surgió en el Paleolítico, y haya sido practicado por casi todos los pueblos en los estadios más tempranos de su evolución religiosa, y aún después. Habría pasado por varios estadios antes de alcanzar su forma actual. Las investigaciones realizadas desde distintas disciplinas han demostrado que cuánto más nos remontamos en el tiempo tanto más posible es que el ser humano haya podido desarrollar la capacidad de chamanizar. Estamos hablando de aptitudes que hoy se consideran patrimonio del ser humano. Hay todavía vestigios en ciertas regiones como Kamchatka en donde tenemos un chamanismo colectivo.
Entre los Chukchi, uno de cada tres individuos puede chamanizar. Entre grupos vogules y ostyakos, los miembros de la comunidad se involucran durante las sesiones, cayendo incluso en trance junto con el chamán.
La capacidad de chamanizar de comunidades completas está en relación con el grado de apertura a los planos del inconsciente que tenían nuestros ancestros. Eran etapas de evolución psíquica en que lo inconsciente fluía sin restricción, permitiendo la interacción de diversos planos ontológicos. Se llegó a esta conclusión luego de examinar la existencia de comunidades en que todavía esto es posible.
En los estadios más tempranos éste no era una figura especial, y además los rituales más importantes eran colectivos. A medida que se volvían más desarrolladas sus habilidades, una ocupación que antes podían llevar a cabo muchos se fue limitando a menos individuos. La debilidad experimentada ante la naturaleza y el mundo espiritual, reforzó la necesidad de convertir al chamanismo en una profesión capaz de lidiar con lo sagrado.."
si,onnega,yo también creo que es una ceremonia de expulsión de los espíritus;por eso no acababa de entender muy bien la relación con el chamanismo,salvo en el traje.
Citaba lo de los ritos de paso para explicar que a veces hay rituales ,fiestas etc que tienen elementos que parecen propios del chamanismo,pero eso no quiere decir que el rito en sí nazca del universo específico del chamanismo.Incluso aunque una fiesta o danza sea dirigida por un chamán.Creo que Lewis Williams habla de eso también.
Por ejemplo,me parece que San sebastián ,en este caso,forma parte de la fiesta en cuanto que martir (sacrificado,víctima)(y oponente al "malo") y no por el hecho de que la experiencia de ser asaeteado se pueda relacionar con la con la experiencia de ser pinchado,atravesado etc que sufre el chamán en su iniciación.
Lo que no sé es si,en algún momento,en algún lugar,el chaman ha podido representar el papel de chivo expiatorio(a la manera de JC cuando es invocado como el "cordero de Dios que quitas los pecados del mundo").
En este caso,si el chamán hubiera podido tener ese papel,si podría tener la fiesta una relación con el chamanismo.De todas formas,no he leido el trabajo de Bouzas que señalas ni otros sobre este tema,así que ,de momento,es solo una impresión que tengo.
Bueno ,ahora no tengo tiempo para más;
saludos
Si,onnega, puede que en el fondo sean ideas distintas de ver al chamán.
En realidad,creo que en general el problema al hablar del chamanismo es la dificultad para hacer una definición y que en esa definición esté más o menos todo el mundo de acuerdo
.Hay muchísimas variedades y estoy de acuerdo con Silvia Karacic cuando dice que hay datos que sugieren que en los orígenes(y los orígenes serían los del homo sapiens o incluso mucho antes), la capacidad de chamanizar era algo común y corriente:no había un único individuo especializado en ello.
Con el tiempo,el humano evoluciona de tal manera que esa capacidad se vá perdiendo y entonces solo determinados individuos pueden entrar en otros niveles de conciencia.
Ademas,entrar en esos niveles va resultando cada vez más dificil,y vá necesitando ponerse en situaciones cada vez más límites(de dolor,disociación etc).
Al final tendría que ayudarse con sustancias sicoactivas (según algunos autores) para poder entrar en esos estados y en esa conexión con el mundo espiritual ( para el mundo de los cazadores/rec la naturaleza es espíritu,una noción que se aleja de la nuestra,en la que espíritu es opuesto a naturaleza.)
Es decir ,lo que llamamos normalmente "chamán" puede ser solo una manifestación concreta de un fenómeno que a lo largo del tiempo evoluciona en formas distintas.
Por otro lado,como dice William-Lewis,entre la conciencia "normal",y el trance hay muchísimos grados intermedios.Así que un chaman no siempre necesita entrar en el nivel más profundo del trance.
Así que ,cuando hablamos de "un chamán en trance"estamos empleando dos términos que se pueden interpretar de muchísimas maneras.
sobre si las ceremonias de expulsión de los espíritus malignos,enfermedades etc se basan en el chamanismo,se me ocurre (a la luz de mis conocimientos hasta el momento):
Por ejemplo,el chamán en trance sí se enfrenta a los malos espíritus,pero se enfrenta de verdad,no es una representación,ni algo simbólico.
Sin embargo,todas estas fiestas de las que hablamos son dramatizaciones,puestas en escena.
(Incluso la de los inuit,aunque se lleve a cabo por dos chamanes.)
Es decir,para eso no es necesario el trance;para eso no es necesario el chaman.basta con otro especialista religioso. que conozca el ritual y lo lleve a cabo.
Pero para ir a hablar con Sedna y pedirle que libere a los animales marinos ,sí es necesario un chaman que entre en trance,viaje al mundo subterráneo,atraviese el mar,consiga sortear todos los obstáculos etc.
Podría ocurrir (una suposición para poner un ejemplo) que con el paso del tiempo ,basándose en el viaje del chaman,los inuit crearan un ritual en el que se representara una visita a Sedna por un enviado de la tribu antes de la temporada de caza;entonces se podría decir que ese ritual tenía un origen chamanistico.
entonces,en los rituales que hablamos de la expulsión de los espíritus,a lo mejor se podría decir que son chamanísticos si han seguido un proceso así (que no sé si existe este tipo de proceso,a lo mejor sí).
Pero a lo mejor nació de otra manera.
Servan
si,lo de los chamanes negros,que pueden hacer el mal,es una fuente de preocupación constante ;cualquier enemigo tuyo podía encargar al chaman que te provocara enfermedades y desgracias.lo alucinante es que la misma persona sea capaz de hacer el bien y el mal.es algo que choca con todos nuestros conceptos morales.
la bata blanca de los médicos...a mi me dá bastante miedo.creo que preferiria que los medicos se vistieran normalmente para la consulta.
también me ha gustado mucho la cita sobre la caza y la idea esa de corresponder y devolver algo.
saludos a todos
onnega...la dialectica sigue siendo la misma...Comer o ser comido. No importa si en la mano traemos una laja de pedernal o un fusil calibre 22...la caza esencial y la sobrevivencia. Falta el alimento y antes de que cante un gallo comienzan las pasiones y nos ponemos místicos. Sobra el alimento y entonces inventamos rituales de celebración...en ambas ocasiones y en casi toda la historia, el conjurar las fuerzas naturales ha sido un asunto delicado e importante. El tsunami no avisa, ni el terremoto, ni el incendio en San Diego California. Simplemente arrasan. Es el epidemós que se abate sobre todos, que debe ser neutralizado por el pharmakós que en griego es tanto como el chivo expiatorio. La conjura es privilegio del que conoce el camino entre cielo y tierra. O dice conocerlo. Y el regreso a la animalidad o a la naturalidad, en sus formas metafóricas se convierte en mito, en danza, en exhibición publica de ese origen. En México tenemos muchas danzas yrituales ancestrales...no para los turistas despistados...los verdaderos, que estan muy dentro de las comunidades y que siguen siendo efectivos socialmente para tranquilizar a las fuerzas naturales. Desde la invocacion a alguna de las innumerables formas de culto a la Virgen María, hasta la oscura presencia de la Santa Muerte. Y mira que de santos tenemos un calendario lleno que tiene lugar hasta para los no tan benignos. Paganos, del campo, del monte, que se acercan aullando con sus trajes vistosos y enmascarados para pedir por la fertilidad, la sangre de Cristo, las lagrimas de la Magdalena o como en la etnia virrarika, por el "divino luminoso", el venado azul que se aparece en el desierto y brilla con intensidad en la noche de Huiricuta, mientras en la fogata, todos confiesan sus pecados en voz alta.
Cordialmente
Arquidioniso
onnega: me parece que lo divino, y por lo tanto temible (especialmente cuando no está socializado), se refiere a la totalidad del cosmos y en ningún modo solamente a la carne, aún cuando en ella sea más evidente la presencia del espíritu. Por una voltereta dialéctica, para nuestra cultura NADA ES SAGRADO ni posee espíritu, incluyendo al hombre. Hemos reducido el cosmos a mercancía y también nos hemos hecho mercancía, o sea, nos hemos alienado.
La carne (de caza) es naturaleza, y como decía Levi-Strauss, la mujer es esencialmente naturaleza, ajena, de donde la exogamia.
onnega....las mujeres siempre sabias y bellas. Siempre.
Servan...mientras que la casada desparece, la cazada emerge con su sonrisa televisiva. Y esta es observación de primera mano.
Gracias a Sotero 21 por los datos de la dentadura que ahora es dentablanda.
La pérdida del acervo alimentario es brutal. Hace un siglo, en mi estado, Jalisco, se cocinaba con más de mil ingredentes naturales. Nuestra región es la más rica del país, con una biodiversidad mayor a la de todo Europa. Hoy las cazadas, que no casadas, intentan cocinar con ochenta o noventa ingredientes, y eso si la susodicha es un portento de sabiduria y experiencia culinaria. Colecciono recetarios antiguos mexicanos y descubro que es alarmante lo que estamos perdiendo. Los niños lucen su dentadura llena de alambres, frenos y bocados para lograr una sonrisa escenográfica, mientras son pseudoalimentados con papillas nauseabundas y blanderias de pacotilla, eso si, empaquetadas en vistosos colores y con vitaminas y minerales, dicen.
Observo la desaparición de la cocina como espacio en la arquitectura doméstica. Sin cocina no hay casa. Ahora son cocinetas o"kitchenettes" en las que se añade agua caliente a todo. Se estudia gastronomía como una moda de postín y cocinar se glamouriza para acompañar esa sonrisa dentrífica y profesional. En el periodo de la colonia no habia comedor, esa fué una moda afrancesada del XIX. Después llegaron los gringos y un signo de progreso y aceptación del "american dream" era comprar un refrigerador. Creo que la mejor forma de echar a perder la comida es meterla al refrigerador. El mio es uno pequeño del siglo XIX, de madera de maple. Usa hielo en barras y me permite ir al mercado , no al super, a deleitarme con la belleza natural de la mujer que hace los jugos, sabia ella en eso de exprimir naranjas y conversar picardias nobles sonrientes y prometedoras. La caza Servan, la caza. Arte mayor.
José Vasconcelos afirmaba que donde comienza la carne asada termina la civilización.
Y entre carne asada, carne cazada y casadas...les dejo un momento con sus masas y sus misas, que yo me voy con mis musas y mis misses.
Sera?
No onnega!,era una manera de decir que sigo pensando en todo esto,pero que no tengo nada claro y ,estos días concretamente,muy poco tiempo para sentarme a leer y escribir :)(vamos,que no es que esté descubriendo la piedra filosofal)
Es que todo esto tiene muchas ramificaciones.
saludos
Hay 11 comentarios.
1