Autor: casanella
viernes, 11 de mayo de 2007
Sección: Artículos generales
Información publicada por: casanella


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De Platón y los pueblos del mar

Me gustaría proponer en este foro unas pequeñas reflexiones a raíz de la noticia aparecida en el diario El País este pasado fin de semana titulada “La huella de Tartessos conduce a Doñana”.

Pequeñas reflexiones a partir de la noticia de inicio de excavaciones en Doñana

Me gustaría proponer en este foro unas pequeñas reflexiones a raíz de la noticia aparecida en el diario El País este pasado fin de semana titulada “La huella de Tartessos conduce a Doñana”. En la noticia se anuncia que investigadores españoles inician la búsqueda de restos arqueológicos en el parque a partir de “los trabajos de los científicos alemanes W. Wickbolt, en 2003, y R. W. Kühne, en 2004, a partir de algunas imágenes de satélite en las que vieron esas extrañas formas circulares, se lanzaron a situar allí la ciudad de Tartessos, e incluso se atrevieron a decir que se correspondía con la mítica Atlántida descrita por Platón”.

En el artículo se habla también de evidencias geológicas de que “ se produjeron dos episodios violentos, probablemente tsunamis. Los resultados de la prueba que datará esos episodios aún no han llegado, pero trabajos anteriores han encontrado muy cerca evidencias de otros dos posibles tsunamis: el primero, sobre el año 1500 antes de Cristo; el otro, en el siglo II después de Cristo.”

A partir de esa referencia a la Atlántida y esa evidencia geológica de un cataclismo en la zona, he buscado la descripción de la Atlántida que hace Platón en el Timeo, en se puede leer (24e-25d):

“ En efecto, nuestros escritos refieren cómo vuestra ciudad detuvo en una ocasión la marcha insolente de un gran imperio, que avanzaba del exterior, desde el Océano Atlántico, sobre toda Europa y Asia. En aquella época, se podía atravesar aquel océano dado que había una isla delante de la desembocadura que vosotros, así decís, llamáis columnas de Heracles. Esta isla era mayor que Libia y Asia juntas y de ella los de entonces podían pasar a las otras islas y de las islas a toda la tierra firme que se encontraba frente a ellas y rodeaba el océano auténtico, puesto que lo que quedaba dentro de la desembocadura que mencionamos parecía una bahía con un ingreso estrecho. En realidad, era mar y la región que lo rodeaba totalmente podría ser llamada con absoluta corrección tierra firme. En dicha isla, Atlántida, había surgido una confederación de reyes grande y maravillosa que gobernaba sobre ella y muchas otras islas, así como partes de la tierra firme. En este continente, dominaban también los pueblos de Libia, hasta Egipto, y Europa hasta Tirrenia. Toda esta potencia unida intentó una vez esclavizar en un ataque a toda vuestra región, la nuestra y el interior de la desembocadura. Entonces, Solón, el poderío de vuestra ciudad se hizo famoso entre todos los hombres por su excelencia y fuerza, pues superó a todos en valentía y en artes guerreras, condujo en un momento de la lucha a los griegos, luego se vio obligada a combatir sola cuando los otros se separaron, corrió los peligros más extremos y dominó a los que nos atacaban. Alcanzó así una gran victoria e impidió que los que todavía no habían sido esclavizados lo fueran y al resto, cuantos habitábamos más acá de los confines heráclidas, nos liberó generosamente. Posteriormente, tras un violento terremoto y un diluvio extraordinario, en un día y una noche terribles, la clase guerrera vuestra se hundió toda a la vez bajo la tierra y la isla de Atlántida desapareció de la misma manera, hundiéndose en el mar. Por ello, aún ahora el océano es allí intransitable e inescrutable, porque lo impide la arcilla que produjo la isla asentada en ese lugar y que se encuentra a muy poca profundidad"


En el Critias, Platón se extiende en la descripción de la confederación de reyes hablando los diez originarios que dieron origen a las dinastías (114 a-114c):

“dividió toda la isla de Atlántida en diez partes, y entregó la casa materna y la parte que estaba alrededor, la mayor y mejor, al primogénito de los mayores y lo nombró rey de los otros. A los otros los hizo gobernantes y encargó a cada uno el gobierno de muchos hombres y una región de grandes dimensiones. A todos les dio nombres: el mayor y rey, aquel del cual la isla y todo el océano llamado Atlántico tienen un nombre derivado; porque el primero que reinaba entonces llevaba el nombre de Atlante. Al gemelo que nació después de él, al que tocó en suerte la parte externa de la isla, desde las columnas de Heracles hasta la zona denominada ahora en aquel lugar Gadirica, le dio en griego el nombre de Eumelo, pero en la lengua de la región, Gadiro. Su nombre fue probablemente el origen del de esa región. A uno de los que nacieron en segundo lugar lo llamó Anferes, al otro, Evemo. Al que nació primero de los terceros le puso el nombre de Mneseo y al segundo, Autóctono. Al primero del cuarto par le dio el nombre de Elasipo, y el de Méstor al posterior. Al mayor del quinto par de gemelos le puso el nombre de Azaes y al segundo, el de Diáprepes. Todos estos y sus descendientes vivieron allí durante muchas generaciones y gobernaron muchas otras islas en el océano y también dominaron las regiones interiores hacia aquí, como ya se dijo antes, hasta Egipto y Etruria”

Leyendo este texto, simplemente decir que sorprende la cantidad de diferentes teorías que han podido surgir sobre la ubicación de la Atlántida en infinidad de lugares del mundo, viendo como el sabio ateniense ubica de manera inequívoca esa confederación de reinos en Mediterraneo Occidental citando las columnas de Hércules, la Gadirica, y su dominio sobre la costa africana hasta Libia y de la europea hasta Tirrenia.

Sin embargo la parte del texto de Timeo que me ha parecido del máximo interés y en la que me gustaría centrar mi comentario es la que describe como la potencia unida de los reinos atlantes trato de esclavizar una vez en un ataque toda la región oriental del Mediterráneo. Platón narra que la historia de esta invasión la escuchó su antepasado Solón de unos sacerdotes Egipcios que le contaron como los reinos Atlantes trataron de invadir ambas regiones (la nuestra (egipcia) y la vuestra (griega), en el texto).

El punto interesante es que sin duda una invasión de tal magnitud sobre el oriente mediterráneo, de ser cierta, debió dejar una importante huella histórica en las civilizaciones que la debieron sufrir.

Mi asombro ha sido mayor al descubrir que efectivamente el oriente mediterráneo sufrió una invasión masiva de consecuencias devastadoras a finales del segundo milenio a.C. a manos de una confederación de reinos de origen incierto conocidos como “Los pueblos del Mar”. En esa invasión desaparecen entre otros y en un periodo muy corto de tiempo, el imperio hitita, la civilización micénica y el mismo Egipto faraónico consigue solo frenar la invasión con considerable esfuerzo.

En la entrada de wikipedia de “Los pueblos del Mar” [1] me ha parecido destacable que algunas de las hipótesis asocian algunos de los nombres de estos pueblos al Mediterraneo Occidental, los Shardana (a Cerdeña), los Shekelesh (a Sicilia) y incluso mas hipotéticamente los Teresh, a Tartessos. Y parece también muy indicativo el hecho de que Atenas sobreviviera a la invasión, de acuerdo con el relato platónico sobre la invasión de los pueblos atlantes.

Sin embargo, en las múltiples teorías vigentes sobre el origen de los pueblos del mar, de las que la entrada inglesa de Wikipedia ofrece hasta nueve [2] se ve que la mayoría tratan de encontrar el origen de estos pueblos en mediterráneo oriental y solo una habla de un posible origen en mediterráneo central (origen itálico). Sin saber los detalles de las esas teorías, me gustaría hacer notar simplemente lo poco lógico que parece en la mayoría de ellas, que en tal de no contemplar ninguna hipótesis “exterior” al mediterráneo oriental, propongan siempre que unos pueblos orientales totalmente menores hasta el momento de la invasión, pasen en un periodo brevísimo de tiempo a coordinarse y ser capaces de destruir o debilitar gravemente a todas las civilizaciones principales de la zona. Parecería en mi opinión mucho más lógico que fuera otra civilización mayor de un área cercana, por ejemplo la del mediterráneo occidental descrita por Platón, consistente en una confederación de reinos, la que fuera capaz de llevar a cabo semejante ataque coordinado a gran escala.

Por otro lado, creo que es muy interesante observar que los egipcios representaron el aspecto de esos pueblos del mar, que se puede ver entre otras en una página que defiende también una hipótesis oriental [3] o en la página de la profesora Pérez Hoys que hace referencia a su indumentaria [4]. Como se puede ver se representan por un lado luciendo cascos bicornes (especialmente los Shardana) y también llevando las cabezas emplumadas (tocados de plumas).

Sobre las indumentarias, el catedrático Manuel Bendala resalta [5] hablando de Tartessos y de las culturas anteriores en la península ibérica, que se han hallado a lo largo y ancho del suroeste peninsular, estelas de guerreros tartésicos, luciendo también esos característicos cascos bicornes. Y por otro lado, es también sugerente la aparición en la península de representaciones con grandes ojos y una larga y zigzagueante cabellera entre el tercer y el segundo milenio aC que sugiere Bendala que puedan estar en el origen del mito de Medusa proveniente de Occidente.

Así, tendríamos una descripción detallada de Platón proveniente de fuentes egipcias que describe a una poderosa confederación de reinos en el mediterráneo occidental que decide organizar una invasión a gran escala de oriente y que después de dicha invasión un cataclismo anega su ciudad principal bajo las aguas. Tenemos por otro lado datos pendientes de datar exactamente pero que hablan de un seguro tsunami sobre la zona de desembocadura del Guadalquivir en la segunda parte del segundo milenio a.C. y una enorme invasión sobre oriente alrededor del 1200 a.C. por parte de una confederación de pueblos de origen desconocido pero que parte de las interpretaciones actuales no descartan su asociación con islas del mediterráneo occidental y que además su indumentaria parece no ser ajena en absoluto a los restos hallados en la península ibérica.

Vistos estos indicios, me gustaría proponer a los científicos del ámbito de la historia, yo lo soy del ámbito de las ciencias de la naturaleza, que considerasen la hipótesis de que efectivamente existió una confederación de reinos en el mediterráneo occidental, llamados atlantes según Platón, y que la invasión a oriente que protagonizaron según ese mismo filósofo, puede corresponder a la invasión conocida como la de “los pueblos de mar”. Me gustaría destacar que a pesar de que la Atlántida de Platón haya dado en el último siglo seguramente una de las mayores series de teorías anticientíficas que hayan existido, de ello no tiene ninguna culpa el venerable filósofo griego, cuya respetabilidad y veracidad no creo que haya motivos para negar a priori.

Habría que tener en cuenta además que el mediterráneo occidental fue una zona muy rica en metales y otros recursos en la que había también grandes zonas fértiles alrededor de grandes ríos, como el Guadalquivir, y que fue una zona poblada desde antiguo, por lo que lo realmente extraño es que no se haya desarrollado en ella ninguna civilización de importancia en la edad de bronce y que por tanto, considerar fidedigna la descripción de Platón no debiera ser quizás una propuesta tan descabellada.

Sin duda, habrá que esperar a que se confirme la datación del tsunami ocurrido en la zona y el resultado de las excavaciones que se puedan hacer en Doñana o en las zonas marítimas de poca profundidad cercanas al estrecho, pero mi impresión es que la existencia de tal civilización, a la par de no ser descabellada en absoluto, seria quizás la manera más sencilla de explicar un numero importante de evidencias escritas y arqueológicas, que hasta hoy la ciencia ha ido arrinconando bajo el anticientífico nombre del “misterios”.

R.Casanella
rcasanel@hotmail.com

[1] http://es.wikipedia.org/wiki/Pueblos_del_mar
[2] http://en.wikipedia.org/wiki/Sea_Peoples
[3] http://www.touregypt.net/featurestories/seapeople.htm
[4]http://www.uned.es/geo-1-historia-antigua-universal/Pueblos%20del%20Mar_CUADRO.htm
[5] “Tartesios, iberos y celtas” Ediciones Temas de hoy 2000


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Comentarios

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  1. #1 casanella 12 de mayo de 2007

    Hola Diocles,

    Muchas gracias por tus comentarios. Evidentemente que mi propuesta no era más que una hipótesis que me han sugerido la lectura de los diálogos de Platón y algunos indicios de una posible relación de la indumentaria y la denominación de algunos de esos pueblos del mar con el Mediterráneo Occidental.

    Supongo que el principal problema es que los datos arqueológicos del segundo milenio a.C., no son tan abundantes como nos gustaría en muchas zonas y eso lleva a que se puedan proponer bastantes explicaciones plausibles (y otras muchas que desgraciadamente no lo son en absoluto y también se proponen) de los hechos que ocurrieron.

    Amélie Kurt, profesora de historia antigua del University College de Londres, en su historia de “El Oriente Próximo en la Antigüedad”, justamente dice que no hay ninguna prueba más de la intervención de los “pueblos del mar” en la destrucción del imperio hitita y la zona del levante mediterráneo que la aportan las narraciones egipcias de las dos campañas contra ellos que lucharon primero el faraón Merneptah y después el faraón Ramsés III. Parece ser que la campaña de Merneptah, donde intervienen los rwkw (cuya posible vocalización los podría ser la de los lukka de anatolia que has comentado) no es propiamente una invasión de los pueblos del mar sino una guerra que libró ese faraón contra sus vecinos libios ayudado de un conjunto de ejércitos mercenarios que contrató su caudillo Maryare de entre distintos pueblos mediterráneos. Sin embargo, la campaña de Ramsés III (aprox en el 1176 a.C.) en la que no intervienen los lukka, es la que describe la destrucción de buena parte de oriente a manos de los pueblos de mar:

    “en cuanto a los países extranjeros, hicieron una conjura en sus islas. De repente todos los países se pusieron en movimiento, se dispersaron en la guerra. Ningún país pudo resistir sus armas: Hatti, Code (Cilicia), Carchemish, Arzawa y Alashiya (Chipre) fueron desmembrados. Se levanto un campamento en Amor (Amurru, es decir el norte de Siria). Devastaron a la población y su tierra quedó como la que nunca ha nacido. Avanzaron hacia Egipto mientras que la llama se preparaba ante ellos. Su coalición estaba formada por las tierras unidas de los prst, tjkr, skrs,dnn y wss. Ellos se apoderaron de todos los países del orbe, con ánimo confiado y seguro: Nuestros planes tendrán éxito!” (Edgerton y Wilson,1936; ANET, pp. 262-263;ARE, IV,64)

    En este texto egipcio se habla de que un conjunto de países “extranjeros” se conjuran en sus islas, deciden atacar conjuntamente la zona oriental del mediterráneo y consiguen devastar buena parte de ella. Por otro lado, el Critias de Platón habla de los reyes atenienses que lucharon contra la confederación atlante, cuando ésta atacó Grecia como parte a su ataque a oriente, diciendo que fueron los anteriores a Teseo. Las conjeturas sobre la cronología de esos reyes, los sitúan entre en 1500 a.C. y el 1200 a.C. Como sólo hay en realidad una destrucción masiva de civilizaciones en oriente documentada en ese periodo, creo que podría parecer bastante plausible suponer que los dos textos (el griego y el egipcio) son verídicos y que se refieren a ese mismo proceso.

    Por otro lado, el hecho que comentas de que hay alusiones anteriores a algunos de esos pueblos de mar, creo que en principio no debiera parecer extraño. Contando que efectivamente esos pueblos pertenecieran a la confederación de reinos del mediterráneo occidental que describe Platón, parece lógico que existieran contactos anteriores a la invasión que relatan Platón y Ramses III, y que algunos de ellos hubieran participado como mercenarios en otros conflictos, como por ejemplo el la campaña de Merneptah o los otros que mencionas. Me gustaría citar al propio Platón en otro diálogo (Fedro 109b) en que, tras decir que es obvio y evidente que la tierra es redonda, describe el mediterráneo así:

    “-Pero además lo estoy (seguro) de que es algo sumamente grande (la tierra) y de que nosotros, los que vivimos desde la Fáside (extremo oriental del mar negro) hasta las columnas de Heracles, habitamos en una minúscula porción, agrupados entorno al mar como hormigas o ranas alrededor de un charca; y asimismo de que hay otros muchos hombres en otros sitios que viven en lugares semejantes”.

    Parece también que hay indicios de que incluso en el segundo milenio a.C. había comunicación entre orillas del mediterráneo (quizá sin esa visión tan entrañablemente “casera” que Platón tenía de él), como por otro lado también debería parecer lógico por el hecho de que no hay en realidad ninguna “barrera natural” que separe sus extremos.

    Sobre el hecho de que la historia de Platón pueda ser un “mito”, sólo decir que aunque al hablar de Platón estemos hablando (y a veces quizás todos con demasiada ligereza) de uno de los gigantes del pensamiento occidental de todos los tiempos, y por tanto uno de los principales artífices del triunfo del “logos” frente al “mito” en la época clásica, es verdad a su vez que Platón era un gran amante de los mitos, pero usándolos de manera perfectamente consciente a lo largo de sus diálogos para expresar una “verdad” en términos distintos. Hay un ejemplo de esto en el mismo Timeo (22c) en que Platón, por boca de un sacerdote egipcio, le recrimina a Solón y al resto de griegos su forma de explicar la verdad usando mitos, dice el sacerdote:

    “ Tomemos un ejemplo, lo que se cuenta entre vosotros (los griegos) de que una vez Faetón, el hijo del Sol montó en el carro de su padre y, por no ser capaz de marchar por el sendero paterno, quemó lo que estaba sobre la tierra y murió alcanzado por un rayo. La historia aunque relatada como una leyenda, se refiere, en realidad, a una desviación de los cuerpos que en el cielo giran alrededor de la tierra y a la destrucción, a grandes intervalos, de lo que cubre la superficie terrestre por un gran fuego”

    En el caso del relato relacionado con la invasión de la confederación atlante a oriente, Platón la atribuye al mismo sacerdote que alecciona a Solón en contra de los mitos, y por tanto Platón no parece atribuirle ninguna dimensión mítica sino que como dice al principio del relato (Timeo 21a):

    “Bien dices. Pero, por cierto, ¿no explicaba Critias cuál era esta hazaña que, según la historia de Solón, no era una mera fábula, sino que esta ciudad la realizó efectivamente en tiempos remotos?”

    Tu hablas muy bien de que efectivamente existe un mito que habla de una lucha entre los titanes dirigidos por Atlante, y los dioses olímpicos. Ese mito podría corresponder quizás perfectamente a la “realidad” de la invasión que relata Platón en el Timeo, en que no aparece ningún dios ni otro elemento propio de los mitos, de la misma manera que Platón ejemplifica el mito de Faetón como una manera de explicar la caída de un meteorito.

    Por lo demás, solo agradecerte de verdad tu interés por mis reflexiones y decir que es para mí siempre un placer enorme tener la oportunidad de poder compartir mis dudas y impresiones con expertos en ese segundo milenio a.C tan poco conocido.

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