Autor: montesoiro
lunes, 23 de abril de 2007
Sección: Artículos generales
Información publicada por: montesoiro


Mostrado 18.768 veces.


Ir a los comentarios

Casa Museo Casares Quiroga

El otro día le preguntaba a Giannini si había ido a ver la Casa Museo Casares Quiroga, inaugurada el pasado día 14 en A Coruña. Cosas que merecen la pena de dicho museo:

Esta ubicada en lo que fuera la residencia coruñesa Santiago Casares Quiroga, presidente de la República y que le fue expropiada y expoliada. El edificio consta de planta baja y 3 plantas dedicadas a exposición. La planta baja está dedicada a exposiciones temporales, ahora mismo la que hay, "Casares Presidente", narra su periplo hasta el momento de su dimisión el día 18 de julio de 1936 y en ella se pueden ver numerosos recortes de prensa con su carrera política y como colofón de la muestra se expone el sillón que ocupaba como presidente del consejo de ministros.

En la primera planta hay una muestra en la que se ven diversos objetos que hacen un recorrido desde los sucesos de Jaca hasta el 14 de abril, día de proclamación de la II República.

En esa planta comienza la tercera "exposición" que hay en la Casa: "La casa del expolio" en la que, recorriendo todas las demás habitaciones del inmueble, y por medio de una serie de paneles que reproducen el inventario que los fascistas hicieron cuando expoliaron la casa dejándola vacía, el visitante puede ver lo que había y de lo que nada quedó. En esa misma planta se encuentran el comedor y la cocina, donde se conserva la cocina bilbaína, la caldera y una alacena preciosa.

En la segunda planta amén de una sala que denominaremos dormitorio, presidida por una gran foto familia de 4 x 3 metros, un vestidor y el cuarto de baño de la casa –en el que como guiño a Casares Quiroga se oyen piezas de sus operas favoritas silbadas, como si estuviera cantando en la ducha- se encuentra la habitación principal de la Casa Museo: la Biblioteca. Es la mas grande y en ella se ha dispuesto un mueble biblioteca que reproduce el original que Casares. Se encuentra también la que fuera su mesa de despacho y unas sillas. Todos los muebles están vacíos y sólo un pequeño monitor nos recuerda todos los libros que allí hubo en un listado que va pasando una y otra vez.

Finalmente la 3ª planta cierra el recorrido expositivo de la Casa del Expolio con la reproducción del inventario al que ya he hecho referencia.

Otros elementos que merecen la pena: la casa posee un jardín en el que se ha dispuesto una reproducción de D. Santiago Casares Quiroga sentado en un banco a tamaño real. Esta reproducción se encuentra en el mismo lugar en el que en la 2ª década del s XX se le hizo una foto sentado en la misma postura, pero un poco mas joven... También se han recuperado otros elementos como radiadores, ventanas de la biblioteca –espectaculares-, escaleras...

En definitiva, se ha recuperado para toda la ciudadanía la figura de un hombre que fuera ministro y presidente de la República, un republicano convencido y que el franquismo intentó borrar de un plumazo de la historia y de la memoria.

En los próximos días procuraré ir ampliando el artículo y a ver si en un momento dado puedo colgar algunas fotos


No hay imágenes relacionadas.

Comentarios

Tijera Pulsa este icono si opinas que la información está fuera de lugar, no tiene rigor o es de nulo interés.
Tu único clic no la borarrá, pero contribuirá a que la sabiduría del grupo pueda funcionar correctamente.


  1. #1 Teshub 24 de abr. 2007

    "En definitiva, se ha recuperado para toda la ciudadanía la figura de un hombre que fuera ministro y presidente de la República, un republicano convencido y que el franquismo intentó borrar de un plumazo de la historia y de la memoria".
    Siento discrepar, pero Casares Quiroga nunca fue presidente de la república, solo presidente del gobierno (o primer ministro, si se quiere decir de otra forma). Y como gobernante de la república, no fue precisamente de los mejores, más bien bastante inoperante. Así que tampoco el franquismo necesitaba mucha tarea para borrar su memoria. Baste sólo recordar que en el levantamiento republicano del capitán Fermín Galán en Jaca en 1930 incumple la orden expresa de Alcalá zamora de indicar al militar que retrase la sublevación....se alza, fracasa y es fusilado -mientras Casares Quiroga sigue calladito-. Y en julio de 1936, el mismo Casares Quiroga indeciso, ya presidente del gobierno, deja que comience el alzamiento, a ver qué pasa, sin hacer nada para sofocarlo....y desaparece de la escena el mismo 18 de julio, sustituyéndole Martínez Barrios por encargo de Azaña
    Si hablásemos de Azaña, ya sería otra cosa.

    "Yo acompañé al camarada Monzón a visitar a Casares Quiroga, el cual, aunque prometió dictar algunas disposiciones, tomó un poco a broma el peligro del fascismo, considerando que los comunistas veíamos fascistas por todas partes.
    Con aquel criterio tan irresponsable, dejó que las cosas continuaran como hasta entonces.
    Y al estallar la sublevación militar-fascista varios millares de requetés navarros fueron la fuerza de choque del Ejército franquista, sobre todo en el Norte, por negligencia del Gobierno republicano, que no fue capaz de atraerse Navarra al campo de la democracia, ni de poner fuera de combate a los conspiradores y animadores de la sublevación."
    (Dolores Ibarruri, «El único camino», Memorias, Colección Ebro, texto referido al día 16 de julio de 1936)

  2. #2 patinho 24 de abr. 2007

    "Celabradas las nuevas elecciones el 16 de febrero de 1936 que dan el triunfo a la coalición del Frente Popular sale nuevamente elegido diputado por La Coruña por I.R. Es de los candidatos más votados (151.523 sufragios). En el nuevo gobierno que preside Azaña es nombrado Ministro de Obras Públicas (3 meses), para acceder a continuación a la Presidencia del Gobierno, cargo que simultanea con el Ministerio de Guerra; oponiéndose a la designación de Azaña como Presidente de la República tras la destitución de Alcalá- zamora, pues lo cree un error por la preparación de éste como Jefe de Gobierno. Por aquellas fechas también auspicia la Asamblea de Santiago de Compostela que va a solicitar el Estatuto de Autonomía para Galicia que se votará en referéndum el 28 de junio de 1936. Constituyendo un claro fraude electoral su resultado afirmativo.


    Casares presenta en las Cortes su nuevo gobierno el 19 de mayo y advierte: "la República será temida por sus enemigos". Conocida es también la carta que le envía Franco desde Canarias el día 23 de junio y que Casares no contesta, aunque ordena su vigilancia. El 16 de junio interviene en una histórica sesión del Congreso enfrentándose a Calvo Sotelo, jefe del Bloque nacional. Casares manifiesta que "contra el fascismo su gobierno es beligerante". El diputado derechista intenta insultarle calificándolo de "el típico señorito de la ciudad de La Coruña".


    A partir de entonces el despacho de Casares, en el Paseo de la Castellana es visitado regularmente por bastantes políticos: Prieto, Largo Caballero, etc., que le advierten del golpe militar que se está preparando. "Ustedes ven brujas", contesta Casares. Sin embargo, el día 10 de julio le manifiesta a D. Francisco Barnés que venían siguiendo la pista de la conspiración, y que Azaña y él habían llegado a tomar dos alternativas: la primera, destituir a los militares que creen insurrectos, pero al no tener pruebas materiales ello causaría un gran revuelo en el Ejército; y la otra, dejar que se levanten para aplastarlos, por creerlos una minoría, ignorando con certeza la magnitud de la Conspiración. Los hechos se precipitan y el día 13 de julio Calvo Sotelo es asesinado. Curiosamente, el general Mola (director de la conspiración) no tendrá una firme adhesión del astuto general Franco hasta el día 15.


    El 17 de julio Casares recibe la noticia del levantamiento militar en África, e inmediatamente se reúne con Azaña al objeto de preparar un plan para contrarrestarlo. Iniciada la sublevación el 18 de julio, Casares publica en La Gaceta que quedan disueltas todas las unidades del Ejército insurreccional y el cese de los generales Cabanellas, Franco, Mola, etc, ordenando a la Flota el bloqueo del Estrecho de Gibraltar. Ese mismo día dimitirá, inoportunamente, de todos sus cargos de modo fulminante. Su hija María afirma en sus memorias: "ciertas razones de Estado, y su amistad con Azaña, le hicieron callarse cuando le obligaron a dimitir el 18 de julio al pretender armar al pueblo".

    http://www.ciere.org/CUADERNOS/Art%2058/Casares%20Quiroga.htm

  3. #3 candalin 24 de abr. 2007

    Pese a los innumerables intentos de rehabilitación, entiendo que el análisis detallado de los hechos, demuestran sin lugar a dudas la ineptitud del sujeto que tuvo que afrontar el momento más crítico de nuestra historia reciente. Me gustaría señalar los puntos más oscuros de esta mediocre figura:

    1) Su absurda intervención en los sucesos de Jaca. Aparte de lo esperpéntico de los sucesos de aquellos días y el trágico final de sus intervinientes, lo ocurrido entonces es el preludio de lo que acontecerá años después, y que demuestran muy a las claras el carácter pusilánime de Casares Quiroga en los momentos decisivos. Como es conocido, luego de la caída de Primero de Rivera y tras los pactos de San Sebastián, existía latente un movimiento subversivo contra el orden monárquico, que pretende cristalizar en un golpe de tipo revolucionario semejante al ocurrido en el año 1869. En el curso de estos acontecimientos el capitán Fermín Galán recibe la orden de los conspiradores de alzarse a las cinco de la mañana del día 12 de diciembre, salvo contraorden. Lo cierto es que los conspiradores republicanos horas antes del golpe, cambian los planes y se da contraorden enviando a don Santiago para avisar a Galán de que no era el 12 sino el 15. Según el testimonio de un militar que se alzó con Galán, Salvador Sediles, Casares Quiroga y sus dos acompañantes (de apellidos Graco Marsá y Pastoriza) se tomaron una hora para cenar en Huesca y llegaron a Jaca a la una de la madrugada del día 12. Cuatro horas antes, pues, de que Galán se alzase. En una ciudad tan pequeña como Jaca, y sabiendo los viajeros como sabían, según Sediles, que Galán se alojaba en el Hotel Mur de dicha ciudad, tenían tiempo más que suficiente para avisarle. Sin embargo, Casares después de un tortuoso viaje decide irse a otro hotel (llamado, irónicamente, Hotel La Paz), y en vez de buscar al capitán Galán decide que ya es tarde y se va a dormir. Las consecuencias fueron aparte del fracaso de la intentona golpista, el fusilamiento de los capitanes Fermín Galán y García Hernández.

    2) Otro de los hechos que demuestra el carácter de Casares es su intervención al tiempo de la redacción de los preceptos de la Constitución del 31 que se refieren a las relaciones Iglesia-Estado. Siento no tener a mano la intervención del personaje en las sesiones del Congreso de los Diputados, pero son de una radicalidad gratuita. Sin perjuicio de las ideas de cada cual pueda tener, las intervenciones que se recogen en los diarios de Cortés son las de un simple, un jacobino que pretende destacar por su radicalidad, con planteamientos ausentes de toda lógica, semejantes a los de Canalejas del año 1912 pero sin la visión política de aquel, y que demuestran la voluntad de exclusión ideológica que sustenta la burguesía republicana del momento. Recuerdo haber estado presente en un seminario, en el que se trató del tema de la redacción del artículo de la constitución del 31 en el que se regulaba el sostenimiento de la Iglesia Católica, entonces se pusó de manifiesto que en contra del debate que tenemos ahora en el que se busca como una de las metas la autofinanciación de la Iglesia, los constitucionalistas de entonces, se propusieron todo lo contrario, el imposibilitar a la Iglesia Católica la realización de actividades lucrativas que permitieran sostenerse por si misma, la consecuencia necesaria es que ausente de otros recursos ésta quedó directamente a merced de los grupos de presión más tradicionales que contribuían a su sostenimiento.

    3) La historia de lo acaecido en Jaca se reproduce también con relación a su intervención en los sucesos de Casasviejas en el que Casares vuelve a mostrar el lado más oscuro de su personalidad. Siendo ministro de la presidencia se producen estos luctuosos sucesos, en el que don Santiago permanece convaleciente en el Balneario de Ronda, a escasos kilómetros de donde suceden los hechos. Casares nuevamente al igual de lo sucedido en Jaca se muestra indolente e incapaz de adoptar decisión alguna esperando nuevamente el desarrollo de los acontecimientos y dejando a la Guardia Civil que campase por sus fueros. De este modo, su conducta reproduce lo acontecido en Jaca, Don Santiago se queda en el Balneario, obviando asumir sus responsabilidades y autojustificando su posición en la propia debilidad ocasionada por sus padecimientos físicos. Lo cierto es que mientras que la Guardia Civil dio rienda suelta a la más salvaje represión conocida sobre el campo andaluz, la postura del Gobierno es la de desentenderse de lo acontecido. De nuevo la bondad infinita de Azaña salva de la quema al personaje, de una conducta en modo alguno justificada.

    4) También es destacada su intervención en el proceso de indulto del General Sanjurjo, al ser el único ministro del gabinete que pretende llevar a sus últimas consecuencias la pena de muerte pronunciada por el tribunal militar. Muchos ven en ello la existencia de un verdadero hombre de estado, con una visión de futuro de los sucesos ocurridos en el 36. Lejos de ello, bien mirado, no se trata sino una manifestación más de su carácter pusilánime propio de un tipo ectomorfo que se crece ante la debilidad del contrario y que se retrae ante la dificultades.

    5) Sin embargo, a mi modo de ver si algo es directamente reprochable a Casares Quiroga es su responsabilidad directa en la destitución de Alcalá zamora, en el que precisamente Azaña y Quiroga son los directamente beneficiarfios. Ciertamente no es don Niceto de lo mejor que dio la República, pero es precisamente este acto inconstitucional, políticamente absurdo y cuando no bastante interesado, el que fulmina el último resorte de estabilidad de los poderes del Estado republicano

    6) Si absurda fueron los sucesos de Jaca, y como si Casares estuviera afecto a un gafe maldito con los golpes de estado, la historia vuelve a repetirse y la torpeza del coruñés, se vuelve a exteriorizar en los días anteriores al golpe de estado del 18 de julio. No es posible creer como pretenden como Tuñón de Lara y otros, de que Casares tuviese una estrategia para parar el golpe. A mi modo de ver Casares fue siempre un tipo bastante simple. Si realmente fuese como se pretende, por el autor últimamente citado, tuviese una estrategia ante los sucesos que se avecinaban, no parecen acordes con sus intervenciones en cortés los días anteriores, ni su ambigua posición en los días posteriores.

    Casares Quiroga fue el hombre en la sombra de Azaña escogido por este para ejercer la mano dura del régimen frente a los desmanes de uno y otro signo. Lo cierto, es que Azaña quizás cargado de buenas intenciones adoptó la decisión más desafortunada de su vida, pues si ciertamente Casares fue un hombre convencido de la causa republicana, enérgico en las palabras, se muestra a la hora de la acción un tipo pusilánime que se ve siempre superado por el curso de los acontecimientos

    Pese a quien pese, comparto enteramente la opinión de Calvo Sotelo quien le caracteriza como un señorito coruñés incapaz de cualquier esfuerzo que se salga de su mediocridad, indolente ante la desgracia ajena e inepto a la hora de la acción. El único merito de Casares es haber estado de los buenos y perdedores, en el momento de la derrota, lo que da juego a avezados historiadores para el honorable ejercicio intelectual de rehabilitación de su denostado pasado. Sin embargo un riguroso examen de los acontecimientos no se puede resistir ante la realidad de los hechos.

  4. Hay 3 comentarios.
    1

Si te registras como usuario, podrás añadir comentarios a este artículo.

Volver arriba