Autor: Cristina Viu
miércoles, 28 de febrero de 2007
Sección: Artículos básicos para iniciarse
Información publicada por: lucusaugusti
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Dolmen de Dombate, el túmulo de la discordia

Las discrepancias entre Patrimonio y la Diputación mantienen parado el ambicioso proyecto de rehabilitación de Dombate, la catedral de los dólmenes gallegos.

Las discrepancias entre Patrimonio y la Diputación mantienen parado el ambicioso proyecto de rehabilitación de Dombate, la catedral de los dólmenes gallegos.

La Voz de Galicia - 03/02/07
Hace ya veinte años, el arqueólogo José María Bello inició la excavación del dolmen de Dombate, uno de los más emblemáticos de Galicia. Los rifirrafes entre la Diputación, propietaria del monumento, y Patrimonio mantienen hoy el megalito destripado y oculto bajo una lona, pero no es un problema actual, sino que data de 1989. El ahora director del Museo Arqueológico de A Coruña se negó, tras la tercera campaña, a entregar a la Xunta el informe de los trabajos y los hallazgos. Desde entonces y hasta hoy el megalito ha estado en el centro de la polémica y ha sido capaz de sacar lo peor de cada una de las Administraciones que aún intervienen en su negro futuro.

Dieciocho años después de excavado, el dolmen no está tal y como lo dejaron José María Bello y su equipo, sino mucho peor, porque los más de tres lustros pasados a la intemperie han acabado por pasar factura en forma de pequeñas, pero irreparables, pérdidas como la destrucción progresiva de la coraza o la desaparición de paredes de tierra.


Dolmen de Dombate

Hoy mismo no se pueden dar plazos para la rehabilitación porque Xunta y Diputación siguen sin ponerse de acuerdo y lo que les sigue separando es el concepto, la idea de qué hacer con Dombate. Mientras que Patrimonio es partidario de que la actuación principal, que es una enorme vitrina que acogerá también el museo, se mimetice con el paisaje, la Diputación apoya el proyecto que ganó su concurso, y que nunca podrá integrarse en el entorno del Chan de Borneiro porque tiene una altura de 10 metros.

LA HISTORIA SE REPITE
En este punto se encontraban las dos instituciones implicadas el 30 de octubre del pasado año y ahí siguen, sin posibilidades de resolución, entre otras cosas porque el autor del proyecto, el doctor en Pedagogía Joan Santacana, ni siquiera ha sido informado por la Diputación de lo poco que gusta su diseño a la Dirección Xeral de Patrimonio.

El problema no son tanto las discrepancias de ahora y la actual paralización del proyecto, sino el hecho de que lo que ocurre ahora ya ha pasado antes. Es más, lo que pasa en estos momentos es consecuencia de la incapacidad de la Diputación para gestionar la obra. Mucho antes de que Santacana y su equipo desembarcaran en Galicia para hacerse cargo de una de las actuaciones más ambiciosas del mundo en lo referente a megalitismo, la institución provincial ya había conseguido que Patrimonio le aprobara el Plan Director de Dombate. Fue en junio del año 2000 y la buena nueva llegó después de años dedicados a la redacción del documento que preveía la construcción de un paraguas transparente para proteger el dolmen. Los autores de esa idea fueron el jefe del servicio de arquitectura de la Diputación Fernando Cebrián, el arqueólogo José María Bello, y el conservador de las pinturas Fernando Carrera Ramírez.

Bello Diéguez recuerda que costó años convencer a Patrimonio de que aquella era una buena solución. Incluso llegó a celebrarse una reunión con expertos de toda España y algunos del extranjero, y aunque la idea del paraguas no gustó a todo el mundo, parecía la mejor vía para la protección de las valiosísimas pinturas que hay en el interior de la cámara y el corredor de Dombate y que están en serio peligro de desaparecer.

Llegados a este punto, Patrimonio sólo exige apartar la carretera y aprobar el plan especial de protección, un documento urbanístico que también llevará años sacar adelante a pesar de su sencillez. En estas se ha llegado a enero del 2004 y la Diputación se descuelga con una nueva sorpresa, realizada con la mejor intención, pero que resultará demoledora para el futuro del dolmen. Salvador Fernández Moreda, que ya gobernó la institución durante las excavaciones, decide convocar un concurso de ideas para rehabilitar y mostrar el dolmen.

Atraídos por el reto que supone conservar pinturas rupestres y un megalito excavado, varios equipos multidisciplinares presentan sus propuestas y gana la que lleva como lema el primer verso del poema de Pondal. Detrás de él estaba un grupo de especialistas en este tipo de actuaciones con sede en la Universidad de Barcelona.

Su idea era encerrar el dolmen en una enorme vitrina y redactaron el proyecto de ejecución, que aprobó la Diputación hace meses. A su vez, Patrimonio recordó que el Plan Director al que dio el visto bueno en el 2000 tenía un paraguas de metacrilato, no una caja de 35 metros de frente. Ahora, las dos instituciones están enfrascadas en una discusión sobre lo mejor para Dombate. Si el dolmen sobrevive, lo agradecerá.

Los monumentos piden su lugar

Cultura mantiene el proyecto del parque del megalitismo, aunque sin sede todavía.

El caso de Dombate es único por su complejidad, pero Galicia tiene más joyas y más planes y proyectos también parados, porque la falta de decisiones parece ser una de las características del megalitismo.

Una de las pegas que Patrimonio pone al proyecto de Dombate es que no prevé la posibilidad de convertirse en el centro del Parque Arqueolóxico do Megalitismo, un proyecto que nació en julio del 2001 y que todavía no tiene ni sede. La actual responsable de la Consellería de Cultura mantiene el proyecto, pero poco ha hecho para sacarlo adelante. Además, durante seis años los proyectos del parque y de Dombate han existido de forma simultánea, pero nunca se ha celebrado una reunión entre técnicos de las dos Administraciones para adaptarlos, porque son obras que coinciden tanto en la temática como en el área geográfica. Sólo ahora ha salido el parque a relucir, lo que provocará no pocos inconvenientes, porque hace apenas un año quedó claro que la sede del proyecto será la Terra de Soneira, la comarca que agrupa un mayor número de dólmenes. Buena parte de ellos se encuentran en el municipio de Vimianzo y siempre se pensó que ésta sería la localización del centro de interpretación, aunque también se sopesó la alternativa de Baio, debido a su proximidad a varios megalitos importantes y su interesante situación geográfica.

En todo caso, el Parque Arqueolóxico del Megalitismo no estará listo hasta, por lo menos, el 2010, y hasta entonces podrían perderse muchas mámoas y monumentos prehistóricos.

DESTRUCCIÓN
Lo más curioso del caso es que la destrucción de restos megalíticos es muy frecuente y que la mayor parte de las agresiones proceden de obras públicas. En la última catalogación realizada en la Costa da Morte, el doctor en arqueología Antón Rodríguez Casal encontró 304 yacimientos, de los que 58 sufren alteraciones graves, lo que supone el 19% de las mámoas que hay en la zona. Un total de 51 de ellas se encuentran en un muy mala situación por la construcción de pistas y carreteras por parte de las Administraciones públicas.

Al margen de Dombate, el último desencuentro entre los técnicos de la Xunta y la Diputación de A Coruña en materia de patrimonio se fraguó en la carretera de Coristanco a Santa Comba. Patrimonio paralizó la mejora de la vía de la institución provincial al considerar que se había destruido una mámoa en el lugar de Padreiro, en el municipio xalleiro, lo que los autores del proyecto niegan de forma tajante asegurando que el yacimiento está a setenta metros del área de las obras.

Los dólmenes tampoco están a salvo y a las agresiones del hombre hay que añadir las naturales, como el moho y los líquenes, que provocan daños importantes en las pinturas o las plantaciones forestales, que dañan las rocas.

VER ALBUM CON MAGNIFICAS IMAGENES: Rehabilitación de dólmenes

Más informacióen en: http://www.lavozdegalicia.es/reportajes/noticia.jsp?CAT=105&TEXTO=100000117923


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Comentarios

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  1. #1 lino 07 de feb. 2007

    Aunque me tachen de pesao, una pregunta para El Brujo Redivivo:

    ¿Qué opina sobre la actuación de la Diputación en la cuasi-destrucción de dos túmulos en la carretera Sta. Comba-Coristanco?. Si a eso le sumas lo de Dombate, Dolmen de Cabaleiros, mámoa de Frades..., creo q ya se debería plantear algo más serio, no?.

    Y resulta llamativo que el pasado verano sea el mismo vicepresidente de la Diputación el que, presentando un exitoso congreso de Megalitismo organizado por un famoso estudioso de megalitos y ante la crêm de la crêm de los expertos europeos en el tema, resalte el compromiso de su administración para con el patrimonio megaliteiro de esta provincia y tal y tal.

    No quería poner el grito en el cielo, pero ante los hechos acaecidos, me veo obligado a por lo menos insistir. Ah!, a ver si sacan algún mensaje en un conocido foro de la arqueología galaica, que ya hace q...

  2. #2 lino 07 de feb. 2007

    Aunque me tachen de pesao, una pregunta para El Brujo Redivivo:

    ¿Qué opina sobre la actuación de la Diputación en la cuasi-destrucción de dos túmulos en la carretera Sta. Comba-Coristanco?. Si a eso le sumas lo de Dombate, Dolmen de Cabaleiros, mámoa de Frades..., creo q ya se debería plantear algo más serio, no?.

    Y resulta llamativo que el pasado verano sea el mismo vicepresidente de la Diputación el que, presentando un exitoso congreso de Megalitismo organizado por un famoso estudioso de megalitos y ante la crêm de la crêm de los expertos europeos en el tema, resalte el compromiso de su administración para con el patrimonio megaliteiro de esta provincia y tal y tal.

    No quería poner el grito en el cielo, pero ante los hechos acaecidos, me veo obligado a por lo menos insistir. Ah!, a ver si sacan algún mensaje en un conocido foro de la arqueología galaica, que ya hace q...

  3. #3 lino 07 de feb. 2007

    Aunque me tachen de pesao, una pregunta para El Brujo Redivivo:

    ¿Qué opina sobre la actuación de la Diputación en la cuasi-destrucción de dos túmulos en la carretera Sta. Comba-Coristanco?. Si a eso le sumas lo de Dombate, Dolmen de Cabaleiros, mámoa de Frades..., creo q ya se debería plantear algo más serio, no?.

    Y resulta llamativo que el pasado verano sea el mismo vicepresidente de la Diputación el que, presentando un exitoso congreso de Megalitismo organizado por un famoso estudioso de megalitos y ante la crêm de la crêm de los expertos europeos en el tema, resalte el compromiso de su administración para con el patrimonio megaliteiro de esta provincia y tal y tal.

    No quería poner el grito en el cielo, pero ante los hechos acaecidos, me veo obligado a por lo menos insistir. Ah!, a ver si sacan algún mensaje en un conocido foro de la arqueología galaica, que ya hace q...

  4. #4 Cossue 14 de feb. 2007

    Pues no, mire Usted. Me bato el cobre donde creo que tengo algo que defender o algo que aportar, pero mis conocimientos de arqueología o megalitismo son muy escasos. Sin, embargo, y en este caso, el "azuza a Ainésiña que es de goma" me parece que ha sobrado. Además, al mediodia y sin haberme tomado una triste estrella soy más bien poca cosa en las peleas; el berserker que llevo dentro, ansioso de visceras, alcohol y mujeres, sólo aparece a altas horas de la madrugada y a ser posible en festividad señalada, tipo San Xoán o similar. O ante una laconada de órdago.

  5. #5 lucusaugusti 01 de feb. 2008

    José María Bello: «no hay nada que conservar ya, ha desaparecido lo que queríamos proteger»

    El abandono destruye las huellas del dolmen antiguo de Dombate
    Las referencias del pequeño megalito se limitan a dos fotos y un dibujo realizado durante las excavaciones
    Bello Diéguez recuerda que si se decidió cubrir el conjunto fue para preservar los frágiles restos
    Cristina Viu
    1/2/2008
    Casi 20 años sin la protección adecuada han terminado por destruir una de las principales características de Dombate. El megalito llamó la atención de los especialistas cuando se excavó por tres razones: su monumentalidad, sus pinturas rupestres y las huellas de un pequeño dolmen anterior, cuyas losas se utilizaron, en parte, para montar la construcción que conocemos.
    Esos restos que el arqueólogo que excavó el conjunto, José María Bello Diéguez, calificó como «lección de arqueología viva», ya no existen. Sucesivas inundaciones y la erosión terminaron por hacer desaparecer los huecos que dejaron las losas y que permitirían reconstruir el megalito. Manuel Lestón, el último técnico que ha trabajado en la zona y que tiene pendiente una excavación reconoce que hace años que el agua se llevó las protecciones de espuma de poliuretano expendido que se colocaron hace 19 años para preservar las huellas. Ahora lo único que hay del conocido como Dombate Pequeno son un par de fotografías y un dibujo.
    La importancia de los restos era enorme. De hecho, Bello Diéguez, que participó en la redacción del plan director recuerda que si se decidió cubrir el conjunto, con un paraguas transparente, fue para preservar el dolmen antiguo, no las pinturas. La importancia del descubrimiento realizado en 1989 se mantiene. No se ha encontrado en Galicia otro caso de dos megalitos compartiendo un mismo espacio.
    De hecho, el proyecto que presentó la Diputación y que la Xunta rechaza por su volumen se basa en la posibilidad de que los visitantes «vieran desde arriba el juego de los dólmenes pequeño y grande en directo», según explicó José María Bello. Sin embargo, lo que se quería ver ya no existe. Por eso, el director del museo arqueológico de A Coruña asegura que el proyecto ha dejado de tener sentido, porque «no hay nada que conservar ya, ha desaparecido lo que queríamos proteger».
    Según los arqueólogos, las huellas podrían haberse salvado con una pequeña actuación que consistía en cubrir la zona con tierra, lo que hubiera evitado la erosión, pero nunca se hizo «porque siempre se dijo que la actuación era inminente», según Bello Diéguez.
    No es lo único que se ha perdido en los últimos años. Durante la excavación se mantuvieron paredes de tierra que se conocen como testigos. Una de ellas tenía una función didáctica porque, según Manuel Lestón, mostraba «a estrutura do túmulo novo sobre o antigo». Buena parte del muro, de unos dos metros, se derrumbó hace unos cuatro años, lo que ya obligó a cambiar el proyecto.

  6. #6 giannini 02 de abr. 2008

    No entiendo nada. Yo lo que había leído es que el proyecto de Santacana estaba parado por trabas que ponía la Xunta y los técnicos del Servicio de arqueología, y que no se desbloqueó hasta que el actual director xeral de Patrimonio puso interés personal en que se desbloquease el asunto. Pero si no le entiendo mal, el proyecto ganador fue elegido por unanimidad del jurado, y de ese jurado formaba parte la entonces jefa del Servicio de Arqueoloxía ¿Qué ocurrió para que ese proyecto se paralizase por la Xunta? ¿Varió la jefatura del Servicio de Arqueoloxía y quienes le sucedieron, incluso durante el actual gobierno bipartito, eran del mismo criterio de los que les precedieron, y de opuesto criterio de la jefa del Servicio de Arqueoloxía que formó parte del jurado en cuestión?

    Celebro que todo se haya puesto en marcha, que dejando a un lado la cuestión sobre gustos y estética -que sinceramente el aspecto del edificio no me convence- supongo que sucede lo mismo que con Sta. Eulalia Abamia: tal vez se haya primado la conservación del bien frente a los valores paisajísticos o escénicos que ofrecía antes el monumento, y como en todo hay que establecer prioridades, si esto es así, nada más hay que decir.

  7. #7 elpater 02 de abr. 2008

    ¡Ay , don Giannini! Es que no puede ni debe hacerle caso uno a todo
    lo que lee. Y no por mala fe de quien escribe, no. Simplemente, hay
    asuntos complejos, con muchos matices, y más si se prolongan a lo largo
    de años... Añada que el juego institucional está muy bien, pero quienes
    los llevan son personas con toda su condición humana. En fin, que como
    bien sabe, los periodistas ni tienen el tiempo necesario para
    comprender las cosas de forma cabal, ni muchas veces quieren tenerlo.
    No es éste el caso, porque la periodista que más y mejor siguió el
    asunto, Cristina Viu de La Voz de Galicia, le puso empeño, ganas y
    tiempo. Pero ni siquiera así pudo llegar a desenredar toda la madeja, y
    de vez en cuando se le cuela algún errorcillo. Normal. Si no fuese así
    estaría cercana a la perfección, y eso ofende.

    Dejando a un lado
    lo que leyó en fuentes espurias, como la prensas y similares ;-),
    vayamos a lo que entendió y entendió bien. Efectivamente, el proyecto
    ganador lo fue por unanimidad del jurado, y en éste estaba la entonces
    Jefa del Servicio de Arqueoloxía de la Xunta, la cual, deduce usted
    bien, entra en esa unanimidad. Le añado que, de la Xunta actual, no era
    la única; también estaba otro arqueólogo, en aquel momento contratado
    por la Diputación, pero hoy Arqueólogo Territorial de la Consellería de
    Cultura.

    ¿Qué ocurrió? En lo subjetivo, quién sabe. Pero en lo
    objetivo, en lo que puedo llegar a entender, se dieron al mismo tiempo
    errores administrativos y desencuentros entre órganos del mismo
    organismo. A ver si me explico.

    El primer error, desde mi punto
    de vista, lo cometió, por omisión, la Diputación. Una vez fallado el
    concurso, tengo la impresión de que primó el mismo razonamiento que ha
    hecho usted ahora: dado que hubo unanimidad, y en ella entraba la Jefa
    de Servicio de la Xunta, se consideró que se contaba in pectore con la
    aprobación de ésta, lo cual es incorrecto, dado que la Jefa de
    Servicio, aunque hubiera sido nombrada para jurado por la Consellería,
    no portaba la representación de ésta, sino que actuaba en el jurado con
    criterios propios. Entiendo (ahora, que en su momento tampoco me di
    cuenta) que lo correcto hubiera sido que la Diputación hubiese remitido
    de inmediato la propuesta ganadora para que la Xunta la estudiase y le
    diese el visto bueno o el visto malo. No se hizo, y si se hubiera hecho
    se habría ganado bastante tiempo... o no.

    Y digo "o no" porque,
    poco después del concurso, la Xunta recordó a la Diputación que debía
    reformar el Plan Especial de Protección de la zona del dolmen para
    adaptarlo a los requerimientos del nuevo proyecto, lo que pone de
    manifiesto que, aunque no por el envío oficial por parte de la
    Diputación, en la Consellería conocían el proyecto (no sé en qué
    profundidad).

    Bien, la Xunta conocía eso... pero en el Servicio
    de Arqueoloxía, que es el que, hasta entonces, había entendido de los
    asuntos de Dombate. El caso es que la Diputación actúa según lo
    requerido por la Xunta, y se producen reuniones entre técnicos de ambas
    administraciones a fin de llegar a acuerdos para la modificación del
    Plan Especial. Y se llega a acuerdos. Entre otros, el de fijar en el
    Plan Especial una altura máxima de 11 metros para el edificio de
    cubrición del dolmen. Con ése y otros criterios se modifica el plan, se
    tramita y se aprueba.

    Con esto,crece en la Diputación la
    impresión de que todo está arreglado y sin problemas. Se encarga el
    Proyecto de Ejecución del edificio, se presenta... y pasa al Servicio
    de Arquitectura de la Xunta, el cual nol había tenido que ver hasta
    entonces con el asunto, y al parecer no había sido informado (al menos
    oficialmente) de todo lo anterior, que había sido gestionado, como
    digo, desde arqueología. Y además con el cambio de personas, marcha de
    unas y entrada de otras, que sucedió al cambio de gobierno gallego. La
    Xunta dice ahora que el edificio, aunque cumple los requisitos de
    volumen del Plan Especial (recordémoslo: modificado a instancias de la
    propia Xunta y con acuerdo de ella), no es válido porque incide
    excesivamente en el paisaje. Lógicamente, una situación así, por las
    malas, no tiene otra salida que la del juzgado. Hay varios encuentros
    entre técnicos pero no se llega a acuerdos: cada parte se atrinchera en
    sus razones (y conste que las hay por ambos lados).

    Aclaro antes
    de seguir que lo que le digo es lo que me han contado. Allí no estuve,
    y no puedo garantizar que lo relatado sea correcto. Es lo que se dice
    en ambientes mínimamente informados, y por lo que conozco de la
    Administración, es perfectamente verosímil, más todavía en esas
    administraciones mastodónticas.

    En mi opinión, la Diputación
    tenía razón en protestar por la respuesta dada por la Xunta, es decir,
    que el edificio tenía un excesivo volumen con sus 10 m de altura. ¿Cómo
    lo va a tener, si ni siquiera alcanza el máximo admitido por el Plan
    Especial de Protección, que acababa de ser aprobado por la Xunta, y
    permitía 11 metros, un metro más de lo proyectado?

    Pero a mi modo
    de ver también tenía razón la Xunta, no por el volumen global, sino por
    la desproporción de las partes dentro del propio edificio, a mi juicio
    francamente desafortunado: de los diez metros de altura, tres, es decir
    un 30%, eran ocupados por la cubierta, lo que no respondía a los
    criterios ni a los bocetos, por más aproximados que éstos fueran,  de
    la propuesta ganadora del concurso. En mi opinión, la Xunta erró el
    argumento denegatorio, que habría ido mejor orientado si se basase en
    la falta de adecuación entre el proyecto básico y el de ejecución, que
    en el volumen global, que entraba en los parámetros admitidos por el
    Plan Especial de Protección.

    Porque en el proyecto de ejecución
    se habían introducido nuevos elementos que no figuraban en el básico
    ganador del concurso, como era la climatización forzada. Piense en lo
    que significa climatizar, verano e invierno, un espacio
    paralelepipédico de base cuadrada de treinta y tantos metros de lado
    por diez de altura: unos 10.000 metros cúbicos de aire, rodeados en
    buena parte por vidrio, en pleno monte. Los aparatos necesarios eran de
    categoría, y para alojarlos le nació al edificio un anexo de volumen
    nada desdeñable. El anexo, claro, no se podía dejar así sin más, y para
    ocultarlo, además de hacerlo parcialmente subterráneo, se añadió un
    neotúmulo de tierra de tamaño asimismo considerable. Y ya de paso, se
    aprovecha el túmulo para meter servicios higiénicos, etc. etc.

    El
    resultado final fue que el proyecto de ejecución se parecía al inicial
    en lo fundamental, claro: seguía siendo un edificio prismático de base
    cuadrada que cubría un dolmen. Pero en todo lo demás difería bastante.
    Y difería, sobre todo, en su aspecto exterior global. De la vitrina
    propuesta se había pasado a una estructura mucho más grande, menos
    armónica, y con una cubierta de tres metros de espesor (aunque
    ligero, a base de cerchas, pero no deja de ser un espacio de tres
    metros dedicado a cubierta) que no figuraba en la idea original, en la
    que la cubierta era lo más delgada posible.

    Seguro que hay más
    cosas que se me olvidan, porque la cosa fue liada y cada vez se liaba
    más. Pero creo no faltar a la verdad si le digo que creo que las cosas
    fueron más o menos así o de forma muy parecida.

    Sólo me queda
    aclarar un asunto que sí que está mal entendido en muchos medios,
    incluso medios oficiales. La Xunta nunca puso pegas al proyecto de
    Santacana, todo lo contrario. ¡Hala, con qué nos viene usted ahora,
    señor Pater! Pero si todo el mundo dice...

    Sí, todo el mundo lo
    dice, pero no es verdad. ¿Es que va a estar equivocado todo el mundo?
    Pues mire, en este caso, no todo el mundo, claro, pero para casi todo
    el mundo así es: está equivocado. Y no es opinión: es verdad evidente y
    contrastable. Vamos a ello.

    Volvamos atrás. La Diputación convoca
    un concurso al que sólo pueden presentarse equipos pluridisciplinares o
    como se diga, dado que el concurso es muy amplio: de una tacada
    resuelve asuntos de arqueología, de restauración, de arquitectura, de
    ingeniería de caminos (sí, también iba la propuesta, con proyectos, del
    trazado de carreteras), el paisajismo, la jardinería, la didáctica, la
    museología, el diseño de logos, cartelería y señalética en general...
    la leche. Lógicamente, muchos de los que se presentaron eran equipos de
    circunstancias, formados a base de reunirse temporalmente y para ese
    solo acto profesionales o empresas de diferente especialidad.

    En
    el caso del equipo que ganó, se presentaban tres instituciones o
    empresas: la sección de Proyectos del Departamento de Didáctica de las
    Ciencias Sociales (de nombre UB-Projects -léase como Proyectos de la
    Universidad de Barcelona-), representada por Joan Santacana, que
    actuaba como director del equipo y de la propuesta; Malvecín, empresa
    encargada de la obra y la jardinería, y Playmedia, empresa dedicada
    sobre todo al diseño industrial, con especial incidencia en aparatos y
    módulos didácticos por una parte y de logos y señalética por otra. De
    la presentación de los papeles se encargó Playmedia.

    Pues bien,
    en el departamento de contratación de la Diputación, una vez ganado el
    concurso, decidieron encargarle su desarrollo a Playmedia, no al
    director Santacana. El cual, por otra parte, no se dedica a diseñar
    edificios, sino a diseñar proyectos de didáctica, museología,
    conservación y derivados (además de ser arqueólogo de amplia
    experiencia en el mundo ibérico y en arqueología experimental). Y quien
    desarrolló el proyecto de ejecución, por encargo de la Diputación, fue
    Playmedia, no UB-Projects. No puedo jurarlo, pero casi casi me
    atrevería a hacerlo, que Santacana no sólo no tuvo nada que ver con el
    desarrollo (y la modificación) del proyecto de ejecución, que eso sí
    que creo saberlo, sino que ni siquiera lo vio hasta bastante más tarde
    de su tramitación oficial.

    Lo de Santacana es lo inicial, la
    propuesta presentada al concurso, y dentro de aquélla, la filosofía
    general (la idea de cubrir el dolmen con una vitrina transparente, de
    forma similar a un museo que cubre con vitrina una obra valiosa y
    frágil sí es suya) del proyecto y el planteamiento didáctico sí son
    suyas, pero en la concreción arquitectónica no tuvo nada que ver. Sí
    con los criterios y orientación generales, pero no en la concreción. Me
    atrevo a pensar que, si lo hubiese tenido, el proyecto no habría
    llegado a donde llegó, pero eso ya es de mi cosecha.

    Lo que
    ocurre es que Santacana es persona y personaje bien conocido y
    valorado, y lo de "el proyecto de Santacana" es fácil que quede como
    muletilla difícil de suprimir. Nos encontramos además con la polisemia
    y ambigüedad de la palabra "proyecto", que en ocasiones significa
    cualquier cosa que se planea hacer en el futuro, mientras que en
    lenguaje técnico administrativo se refiere a un documento concreto con
    sus partes bien delimitadas por ley.

    Por eso, cuando puedo y me
    acuerdo, prefiero hablar de "propuesta de Santacana", que es a lo que
    se refería el concurso que ganó, y a "proyecto de ejecución de
    Playmedia", pues esta empresa fue la que elaboró y presentó el proyecto
    (documento) rechazado por la Xunta. Santacana, como digo y en la medida
    que alcanzo a conocer, no tuvo nada que ver en éste.

    Sic transit
    gloria mundi. Un placer hablar con usted, como siempre. Hay que hablar
    con Silberius, a ver si puede inventar un botón para poder tomar unas
    garimbas a través de la pantalla. Aunque no sé si será fácil. Me temo
    que no lo va a ser.

  8. #8 patinho 12 de abr. 2008

    Xunta y Diputación pactan la reforma del proyecto para el dolmen de Dombate


     El nombre del arquitecto elegido se dará a conocer la próxima semana, tras la junta de gobierno provincial


    Autor: Cristina Viu


     Fecha de publicación: 12/4/2008


    Siete horas tardaron técnicos de la Xunta y la Diputación en estudiar los tres proyectos que se presentaron para adaptar el edificio que contendrá el dolmen de Dombate a las exigencias de la Dirección Xeral de Patrimonio.


    La comisión estuvo formada por Federico Garrido, subdirector xeral de Patrimonio; Eugenio Rodríguez Puentes, jefe del servicio de arqueología del mismo departamento, y Fernando Cebrián y José Yañez de arquitectura de la Diputación. La presidencia correspondió a Salvador Fernández Moreda y actuó como secretario Luis Jaime, funcionario del organismo provincial.


    El encuentro comenzó a las nueve de la mañana y no concluyó hasta pasadas las cuatro de la tarde. Es el segundo que celebran técnicos de las dos administraciones para pactar el desarrollo de los proyectos previstos para la rehabilitación y la puesta en valor del Dombate. La primera reunión se desarrolló en Santiago y sirvió para dejar claras las premisas impuestas por Cultura para dar luz verde a uno de los proyectos más ambiciosos del organismo provincial


    Tres propuestas


     Tres equipos de arquitectos presentaron sus propuestas para cambiar el diseño realizado por Joan Santacana y ejecutado por la empresa catalana Playmedia, con la colaboración de arquitectos gallegos. Al final salió una propuesta unitaria que no se dará a conocer hasta la junta de gobierno provincial que se celebrará la próxima semana. La ordinaria es el jueves, pero es posible que se celebre antes.


    El acuerdo alcanzado ayer desbloquerá uno de los asuntos más difíciles de solucionar en la larguísima gestión de la recuperación del yacimiento cabanés.


    Los técnicos que participaron en el encuentro valoraron muy positivamente la calidad de las propuestas arquitectónicas presentadas, además del rigor de las soluciones aplicadas en cada uno de los casos.


    Los trabajos presentados fueron muy completos, lo que hizo que la labor de selección fuera muy exhaustiva. Cada uno de los proyectos fue estudiado con mucho detenimiento y se alcanzó un acuerdo.


    En cuanto el equipo de arquitectos elegido sea contratado comenzará la redacción del proyecto de ejecución de la obra, que deberá ser aprobado tanto por la Diputación como por la Dirección Xeral de Patrimonio. El comienzo de las obras tendrá que ir precedido de un estudio arqueológico en toda la superficie que ocupará la construcción. Este trabajo ya está encargado.


    Las dos Administraciones también han acordado la colocación de una carpa, de casi mil metros cuadrados, sobre Dombate, con el fin de proteger el megalito. La instalación está prevista para mediados de la próxima semana y durará tres días, durante los cuales un arqueólogo vigilará los trabajos para controlar los hallazgos que se puedan producir al realizar agujeros en el terreno o que el megalito no sufra daños, para lo que se han previsto una serie de medidas que eviten los problemas en el caso de accidentes.


    Tomado de: http://www.lavozdegalicia.es/carballo/2008/04/12/0003_6727054.htm

  9. #9 elpater 25 de abr. 2008

    Plantea usted, señor Coso, un asunto bien interesante al presentar sus dudas sobre la conservación de las pinturas. Se pregunta si hay algún producto capaz de proteger las pinturas y la piedra al mismo tiempo garantizando su durabilidad por un tiempo suficiente.

    La respuesta que le puedo ofrecer es antigua, porque al entrar restauradores profesionales en juego me libraron (vamos, libraron a B.D., pero no vea usted las palizas que me dio con este asunto a lo largo de estos años, de modo que es como si fuese yo mismo) de ese problema. Al principio no había restauradores en juego de forma permanente, aunque sí... mejor le cuento.

    En cuanto aparecieron las pinturas fuimos conscientes de su enorme importancia. Tenga en cuenta que en aquel momento no existía ningún ejemplo en Galicia, por lo que su aparición fue muy impactante. Es verdad que estaban publicadas las de Pedra Cuberta, pero se daban por desaparecidas; de hecho volvieron a la luz (y ahí siguen, olvidadas por todos) como consecuencia de las de Dombate, en una excursión que hicimos para revisar Pedra Cuberta desde la excavación de aquél, y allí estaban, cubiertas de verdín y casi imperceptibles, nada evidentes, pero ahí estaban. Bien, decía que en cuanto aparecieron se planteó a la Diputación que invitase a acudir a Dombate a acreditados expertos para hacer un improvisado simposium a fin de que saliesen las líneas fundamentales de tratamiento. Así lo hizo la Diputación, y durante un fin de semana convivieron los responsables de la excavación, que estaba en curso, con Félix de la Fuente, entonces director del Museo de Bellas Artes de Coruña, María Sanz (del Ministerio de Cultura), Inasi Millet (restaurador autónomo de Barcelona, acreditado experto al que vimos varias veces hace poco en la tele por haber sido el responsable de conservación de eso que hubo en Barcelona para lo que trajeron los guerreros chinos de terracota tan famosos), Carmelo Fernández (restaurador entonces del Museo de Ourense, hoy del de Palencia, un pedazo profesional), Fernando Cebrián (arquitecto de la Diputación) y una reconocida experta cuyo nombre no me sale ahora por más que torturo la neurona, y bien que lo siento, porque sabía lo indecible. Posiblemente se me olvide alguien, pero tampoco puedo afirmarlo.

    Mi pregunta (vamos, la de B.D., pero se la había sugerido yo) fue precisamente la que hace Coso. ¿Hay algún producto que pueda aplicarse a las pinturas para su conservación? La respuesta fue unánime: no. Según dijeron, todo lo que se había intentado hasta el momento tuvo resultados desastrosos a medio plazo. Las ceras, barnices y resinas formaban una capa impermeable que imposibilitaba la salida del agua que iba acumulándose, por ósmosis o por lo que fuera, en el interior de la piedra. El agua, acumulada detrás de la capa impermeable de protección, iba forzando la caolinización de los feldespatos del granito, y disolviendo los caolines, de forma que al final se desprendía toda la capa protegida junto con las pinturas y la piedra degradada tras ellas. Creo recordar que eso había ocurrido con esculturas románicas tratadas con cera microcristalina, pero no me haga mucho caso, que mi memoria es frágil. Pero vamos, que no, que no había ningún producto que se pudiese utililzar. Cierto es también que se habló de nuevos productos que estaban a punto de salir o recién salidos, que ninguno de los presentes había probado. "Resinas de poro abierto" le llamaban, con un nombre que ya indica de qué iba la cosa: una capa protectora que, en vez de ser impermeable, mantenía poros abiertos por los que la roca "podía respirar", por las que podía evaporarse el agua de su interior, con lo que los riesgos anteriores no existían.

    ¡Pues a buscar las resinas de poro abierto y a probar por ahí! En eso ayudó mucho Carmelo Fernández, al que ya cité. Pero no hubo forma. Se buscó por todos los lugares posibles, a nuestro alcance y fuera de él. Nada. Se hablaba de, se decía que, pero nada de nada. Ni las mejores casas de restauración, ni los mejores profesionales (no cito nombres, pero conste que fueron muchos los consultados) conocían ese famoso producto del que se hablaba. También se hicieron consultas en Francia, partiendo de los prehistoriadores bretones especializados en megalitismo (Le Roux, Briard, L'Helgouac'h...) y del director del Museo Nacional, Jean Pierre Mohen. Nada. Allí no tenían ese problema, claro, pero nos remitieron al Louvre, donde por lo visto tienen un equipazo especializado en pintura mural antigua. Allí fue el último jarro de agua fría: no había nada, no se sabía nada, estaba todo por investigar. Todos eran unánimes en una cosa: nada de productos químicos salvo los imprescindibles para los casos de deterioro, separación del soporte, agrietamiento importante, etc. Valían los productos químicos, en la menor cantidad posible, exclusivamente como mal menor, para atajar los daños ya producidos. Pero para la conservación de lo que estaba en buen estado, completamente desaconsejados. La conservación sólo podía garantizarse por la protección del agua de lluvia, en primer lugar y como cosa urgente, y mediante control climático en una atmósfera apropiada cuyos parámetros concretos sólo podrían saberse mediante investigación del caso particular.

    Y eso es lo que le puedo decir. No sé si hoy hay nuevos productos que pudieran ser de aplicación; en cualquier caso recomendaría prudencia, pues por más ventajas que nos cuenten las casas comerciales, lo cierto es que no sabemos cuál puede ser su comportamiento a largo plazo. Eso en el caso de que los haya, cosa que en principio dudo.

    Entretanto la excavación ya había terminado (en realidad no había terminado, pero se decidió paralizarla temporalmente en tanto no se encontrase una solución de conservación) y comenzó el largo, larguísimo viaje que nos trajo al momento actual. El asunto era gordo y difícil, y además a Dombate le habían salido hijos (me refiero a las pinturas de Forno dos Mouros, en Toques, que salieron al año siguiente de las de Dombate, de las cuales casi nadie se acuerda, no han tenido ninguna protección... y allí siguen, después de casi veinte años al aire, de modo que a lo mejor no son tan frágiles como nos cuentan, don Coso, como usted apunta). Había que conseguir una solución que valiese para todas las pinturas, pues era previsible que, como tantas veces ocurre, una vez que aparecieron las primeras vendrían después como churros.

    La Diputación acordó entonces la redacción de un Plan Director en el que se contase con la contribución de expertos en las tres áreas que se veían fundamentales para el monumento: la arqueología (se encargó Bello Diéguez), la arquitectura (Fernando Cebrián) y la restauración (Fernando Carrera, profesor de restauración arqueológica de la Escuela de Restauración de Pontevedra). Puedo jurar que se trabajó duro durante varios años, y finalmente se propuso la solución antes comentada: sellado del dolmen mediante placas de vidrio y creación de un microclima en su interior, cubierta cupulada sobre el conjunto para protección de las estructuras de tierra, pozo de drenaje de los excesos de agua y no sé si se me queda algo de lo fundamental.

    Al llegar ahí ya no puedo decirle más, porque en buena lógica de estos asuntos se encargó Fernando Carrera, el cual hizo una exhaustiva investigación de todo tipo de factores que podían afectar a las pinturas. Pero ya en la línea que habíamos apuntado de control de parámetros climáticos y protección de cualquier factor de degradación, desde el humano hasta el de microorganismos pasando por lo que se le ocurra. Nuevamente, de productos químicos milagrosos, tururú.

    Es lástima que se haya desactivado la página de la Diputación sobre Dombate, porque allí estaban, de forma exhaustiva, todos los estudios que he citado, incluyendo el texto completo y planos del Plan Director. Estuvieron varios años colgados, pero hace unos días no funcionaba. No sé si hoy, que no he mirado. Allí podría conocer mejor que por mis palabras todo esto que le he contado.

  10. #10 elpater 30 de abr. 2008

    Mire, Metalazo: si usted quiere buscar lo que no existe, búsquelo, pero tenga claro que entre líneas sólo se encontrará a sí mismo, no a mí. A la vista está que tan poco escribo entre líneas, que cuando quiero decirle a usted que está difamando, se lo digo así de claro: está usted difamando. No meto esos rollos que suelta usted para conseguir un estado difuso de mierda generalizada. Si pensase que la había, que no lo pienso, lo diría. No lo sugeriría disimuladamente. 

    Vuelvo a repetirle que mis palabras fueron una respuesta a una pregunta del Sr. Giannini acerca del porqué de la falta de encuentro entre la Diputación y la Xunta de Galicia. Y dije claramente que de muchas de las cosas que conté no fui testigo directo, sino que a su vez me fueron contadas, y como me las contaron las cuento. Por supuesto sin detalles, porque de lo que se hablaba no era de pequeños rencores o frustraciones, sino de algo bastante más general y más serio, que es lo que a mí me preocupa de preocuparme algo. Da la impresión de que a usted le preocupan asuntos que me parecen de cuantía muy inferior. Usted sabrá.

    A mí no me parece ni bien ni mal su opinión sobre Santacana y su propuesta. Tampoco me preocupa si le satisface o le fastidia que hubiese quedado de primero, por unanimidad, por decisión de un jurado de amplitud y competencia como pocas veces se ha visto por estas tierras. Si sabe usted de algún yacimiento arqueológico que hubiese sido objeto de trato mejor, me gustaría saberlo: yo no lo conozco. Y como no conozco otro trato mejor, resulta que éste es el mejor proceso de todos los que conozco, y conozco unos cuantos. Con todos los defectos y fallos que usted quiera, pero el mejor. Por eso me sigue llamando la atención que continúe usted criticando pequeñeces (supongo que eso es lo que hace, aunque he de reconocer que alguna lectura de sus ambiguas frases pueden hacer entender que usted ha dado el salto de la difamación a la calumnia, usted sabrá) del desarrollo de este proceso, y dé por buenos los procesos peores. A mí eso no me cuadra, pero usted sabrá.

    Lo que sí le diré que lo que es molesto, y además en este portal no suele resultar, es la tergiversación de las palabras de otros, sobre todo cuando se refiere a palabras escritas (ya sabe: verba volant, scripta manent) a las que además se accede fácilmente sin más que dar un poco hacia arriba a esta misma pantalla.  Veamos algunos ejemplos de tergiversación de mis palabras:

    - "ha hecho usted mención a cierta disociación del equipo interdisciplinar". Falso. En ningún momento hice mención alguna a ningún tipo de disociación del equipo interdisciplinar. Si usted quiere decir eso, dígalo, pero no actúe cobardemente echándome a mí el muerto de sus apreciaciones, que suyas son y mías no.

    - "no trate de desplazar las culpas hacia la DAC por contratar a PLAYMEDIA". Es rotundamente falso que yo haya encontrado rastro de culpa en la contratación de PLAYMEDIA por la Diputación coruñesa. Nuevamente se inventa cosas y, qué curioso, nuevamente cosas y conceptos desagradables, como el de "culpa". Si usted cree que la Diputación o su Departamento de Contratación tiene la culpa de algo, dígalo claramente, pero no actúe cobardemente echándome a mí el muerto de sus apreciaciones, que suyas son y mías no.

    - "que pena que en esta ocasión, le hayan puenteado de la manera que usted afirma han hecho". Falso nuevamente. En ningún momento he hablado de puentear a nadie ni nada similar. Si usted cree que alguien ha puenteado a alguien, que diría Gila, dígalo claramente, pero no actúe cobardemente echándome a mí el muerto de sus apreciaciones, que suyas son y mías no.

    - "que los técnicos de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural tienen opiniones divergentes dependiendo de si actúan como profesionales libres o en nombre de la DXPC en un tribunal, lo que les llevó a contradecir sus criterios de elección de la mesa de contratación a la mesa de trabajo". Es completamente falso que esas palabras hayan sido extraídas de mi texto, en el que se aclara justamente lo contrario; claro que para verlo es necesario leerlo primero. Entiendo que el asunto es complejo y seguramente excede de su capacidad de comprensión de estos intríngulis administrativos. Pero si usted quiere acusar a los técnicos de la Dirección Xeral de actuar de manera bivalente, dígalo claramente, pero no actúe cobardemente echándome a mí el muerto de sus apreciaciones, que suyas son y mías no.

    - "el caos organizativo que según usted existió en el equipo ganador". Es rotundamente falso que yo haya dicho, sugerido o ni siquiera pensado que existió caos organizativo en el equipo ganador ni en cualquier otro. El porqué de su enfermizo comportamiento se me escapa, gracias a Dios. Pero si quiere usted echar mierda sobre el equipo ganador, por las motivaciones que sean, hágalo claramente, pero no actúe cobardemente echándome a mí el muerto de sus apreciaciones, que suyas son y mías no.

    - "en el equipo del Sr. Santacana que define como especialista en diferentes áreas de conocimiento". Es rotundamente falso que yo haya definido así a ningún equipo del Sr. Santacana, como usted dice. Es más, ni siquiera recuerdo haberme referido en ningún momento al "equipo del Sr. Santacana", entre otras cosas porque, de haberme referido al equipo del Dr. Santacana, no lo habría hecho en relación con el conjunto de empresas y profesionales que presentaron su propuesta al concurso internacional convocado por la Diputación coruñesa, sino que, de haberlo hecho, me habría referido como mucho a su equipo de UBProjects. Ya veo que estas cosas le resultan demasiado complejas. Déjelas y no meta la pata; pero si quiere meterla, métala claramente, pero no actúe cobardemente echándome a mí el muerto de sus apreciaciones, que suyas son y mías no.

    Bien, esto es simplemente en lo que se refiere a mis palabras o a mi pensamiento. Unas palabras que, como dije, están ahí arriba a disposición de quien desee leerlas. Si usted es capaz de entender tan mal lo que está escrito, a saber lo que puede haber entendido de un proceso ciertamente complicado en el que se entrecruzan mil historias. Usted sabrá.

    Lo que sí deseo señalarle es un asunto que, tal vez por descuido al escribir, puede resultar de cierta gravedad. No le oculto que me ha parecido percibir en su relato una cierta acusación al Dr. Fernando Carrera de haber obrado de forma más o menos oscura o censurable. No sé si ha sido su intención. Si lo fue o lo es, debo manifestarle mi más rotunda discrepancia, así como ponerle de relieve la gravedad de ese posicionamiento. Si tiene algún pleito pendiente con el Dr. Carrera debería resolverlo de otra forma y en otro lugar. Si no lo fue o no lo es, ahora Paz y después Gloria.

    Muchos más errores comentables hay en su escrito, producto más de lo que sea que de la reflexión y el conocimiento. Así, por ejemplo, a bote pronto y sin repasar, lo que dice de que el Jefe de Servicio de Cultura no tiene capacitación técnica para la gestión cultural. Si usted lo cree así, cosa suya es, que en creencias no me meto. Pero puedo garantizarle que es un gestor cultural de gran calidad, profesionalidad y experiencia, avalada más que sobradamente por una gestión de años. Por supuesto que en la orden de nombramiento del jurado figura el cargo de cada cual; pero eso no impide la capacitación técnica, antes al contrario. Los ejemplos que usted pone no son válidos, porque se refiere usted a áreas de especialidad diferentes, como el de un director de museo y un restaurador. Pero espero que no negará usted que algo sabrá (o debería saber) de gestión de museos un director de uno. Pues de la misma forma, algo sabrá de gestión cultural el Jefe de un Servicio de Cultura que se encarga, precisamente, de la gestión cultural. Podrá no saber de poesía contemporánea, o de pintura renacentista, o de arqueología. Pero de gestión cultural... ¡hombre, si es a lo que se dedica el servicio que dirige!.

    Ya me cansé, por lo que simplemente le diré que en lo que sí que estoy de acuerdo es con la frase en la que dice que me encuentro a años luz de su capacidad de comprensión. A la vista está.

    Sólo me queda recordarle que el origen de mi relado, como ya dije, era la pregunta del Sr. Giannini acerca del porqué del desencuentro de bastantes años entre la Xunta y la Diputación. ¿Tiene usted alguna respuesta? El asunto me parece de mayor enjundia, aunque sea por curiosidad de interés general, que la retahila de pleitos pobres que usted nos ofrece. Prefiero las ideas al cotilleo, no sé si me entiende. En fin, lamento (por mí) haber pensado que venía usted en serio. Ya le anticipo que en ese camino de sembrar mierda urbi et orbe no me tendrá de acompañante. Si va por otros derroteros, tal vez. El tiempo lo dirá.

    Se me olvidaba: efectivamente hay cosas a las que no le voy a responder. En concreto, a aquellas cosas que son responsabilidad de otros a los que usted puede acceder fácilmente, y sobre todo a aquéllas que tienen que ver con detalles de la relación entre personas o entidades a las que no estoy vinculado. Entre ellas están los asuntos de a quién contrata o deja de contratar una empresa (en este caso Playmedia) en el ejercicio de su libertad y su responsabilidad. No es asunto mío, y lo que pueda conocer no lo conozco en el ejercicio de mis responsabilidades públicas. Lo siento, pero esos asuntos debe usted tratarlos, si le interesan, con los responsables directos, no conmigo. Me parece una conducta elemental en una sociedad organizada y civilizada. Lo que usted deduzca me la trae al pairo: simplemente es una cuestión de fairplay y de saber andar por el mundo sin entrometerse en los legítimos asuntos de otros. Si usted ve alguna irregularidad, su deber es denunciarla. Pero no seré yo quien le proporcione datos sobre los asuntos propios de una empresa de la que no formo parte. A mí me parece que es fácil de entender.

    Oiga, espero que al final no resulte que usted formó parte de alguno de los equipos que se presentó al concurso y no lo ganó. Sería algo muy feo y ciertamente falto de elegancia, ¿no le parece? 

  11. #11 elpater 01 de mayo de 2008

    Señor Metalazo, veo que sigue usted por el camino del psicoanálisis
    paranormal. Nuevamente debo decirle que suyo es y mío no. Como es
    normal, patina y marra. Usted sabrá.

    Aunque lo que pone Patinho
    da respuesta cumplida a sus errores, me permito aclarar de nuevo algo
    que, a pesar de haber sido dicho, no leyó o no entendió.

    Dice usted que "Como he dicho, un equipo interdisciplinar en el que el
    afamado museólogo no ha tenido acceso a los conceptos arquitectónicos que
    contendrán su discurso se encuentra disociado, salvo que dicho profesional
    nunca estuviese asociado a los mencionados conceptos en cuyo caso no sería el
    equipo interdisciplinar del que tantas virtudes usted se ha molestado en citar
    y cuya búsqueda era objeto del concurso "internacional" (entendiendo
    interdisciplinar como consistente en la búsqueda sistemática de la integración
    de las teorías, no vaya ser que en la semántica radiquen nuestras diferencias).
    Sea lo que sea, usted ha afirmado 
    "... Santacana no sólo no tuvo nada que ver con el desarrollo (y la
    modificación) del proyecto de ejecución... sino que ni siquiera lo vio hasta
    bastante más tarde de su tramitación oficial".  Si esto no significa lo que yo afirmo que significa, que me
    lo explique (disculpen la ignorancia pero recuerdo que, de pequeño, tuve gripe
    y puede que ese día faltase a clase. :)"

    Bueno, pues no se ha enterado de nada (a pesar de lo cual pontifica, y de qué forma). Veamos por partes, como corresponde:

    1)
    La Diputación convoca un Concurso Internacional de ideas de
    musealización de un monumento. A ese concurso se presenta, y lo gana
    por unanimidad de un jurado de gran amplitud y capacidad profesional,
    un equipo interdisciplinar, compuesto por varias entidades jurídicas y
    personas, dirigido por el arqueólogo y especialista en didáctica en
    Ciencias Sociales Dr. Joan Santacana.

    2) Una vez fallado el
    concurso, la Diputación opta por encargar su desarrollo (que no incluía
    la entrega del edificio llave en mano, en lo que recuerdo aunque puedo
    estar equivocado, sino su proyecto de ejecución), no al equipo
    interdisciplinar, ni a su director, sino a uno de los componentes de
    dicho equipo, la empresa Playmedia.

    3) Con ese hecho, en el que
    usted ve culpa mientras que yo me limito a exponer datos ciertos, el
    equipo interdisciplinar ya no está en juego. En la fase de concurso
    había un equipo con un director; el desarrollo ejecutivo ya no lo hace
    el equipo, sino la empresa con la que la Diputación, en ejercicio de su
    libertad y capacidad, decide contratar. De esta segunda fase el
    responsable ya no es Santacana, sino Playmedia, que es quien firma el
    contrato.

    4)
    El Dr. Santacana sigue siendo, y lo será por siempre, el director de la
    propuesta (y del equipo que la redactó) que ganó, por unanimidad de un
    jurado de enorme amplitud, representatividad y capacidad técnica, el
    concurso internacional de ideas para la musealilzación de Dombate. En
    cuanto tal, como autor principal de la propuesta de la que el proyecto
    de ejecución contratado a Playmedia (no a Santacana ni al equipo
    inicial) era o debería haber sido desarrollo, fue consultado o
    requerido por la Diputación, por la Comisión de seguimiento y por la
    prensa, cada vez que así les pareció pertinente. Pero como director de
    la propuesta inicial, no del proyecto de ejecución de Playmedia. Aunque
    usted no le haya gustado el concurso, por no ser suficientemente
    internacional, por los posibles errores de su desarrollo o por el
    resultado del fallo del jurado, lo cierto es que la propuesta de
    Santacana goza de un aval y una legitimidad técnica y moral que el
    nuevo proyecto que parece definitivo dista de tener. A mí eso me parece
    una lástima, porque el nuevo proyecto, por más legal que sea, y no dudo
    de que lo sea, y sea o no acertado, va menos arropado que el anterior.
    Porque una unanimidad de un catedrático de Prehistoria, un profesor de
    conservación y restauración de bienes arqueológicos, un arquitecto
    provincial, un ingeniero provincial, un director de museo, un jefe del
    servicio de Cultura, una jefa del servicio de arqueología, un
    presidente del Colegio de Arquitectos, un profesor de la escuela de
    Arquitectos Técnicos, dos arqueólogos de la Diputación, un abogado, y
    supongo que se me queda algo en el tintero, una unanimidad de toda esa
    variada "fauna", no es fácil de obtener, y parece más significativa que
    un acuerdo entre dos técnicos de cada administración "en litigio". Y no
    digo, insisto, que el proyecto sea malo, cosa en la que no entro entre
    otras cosas porque sólo conozco de él lo que dice la prensa. Pero sí
    que va menos apoyado técnicamente y en cuanto a representación social,
    y ese descenso me parece una lástima que se haya dado o se haya tenido
    que dar. Así son las cosas.

    Y ésos son los hechos, buenos o malos, acertados o
    fallidos. Lo demás lo pone usted, de una forma incorrecta como a la
    vista está. Dejo de lado esa muletilla de "mi amigo", que no está
    carente de intención. Como le digo, allá usted.

    También
    tiene usted un lío general sobre lo que significa dirigir y lo que
    significa ser especialista en algo. Por supuesto que Santacana diseña y
    dirige proyectos complejos que incluyen la conservación, faltaría más.
    Como cualquier arqueólogo. Como exige la legislación vigente. De la
    misma forma, si le vale el símil, que un arquitecto diseña y dirige la
    construcción de un edificio y de todas sus partes, aunque no sea
    especialista encofrador ni ebanista. O de la misma forma que un
    director de un banco no instala los programas informáticos en los
    ordenadores de los empleados, pero sabe lo que deben hacer esos
    programas y aprueba o rechaza los que la casa comercial de turno le
    presenta, según respondan o no a sus criterios.

    Celebro leer
    que no vio usted nada extraño en el comportamiento del Dr. Carrera.
    Reconozco que había entendido otra cosa. Y le explicaré por qué.
    Primero preguntó:

    "¿quién firma el proyecto de restauración encargado por el susodicho
    contrato a Playmedia? Tengo entendido (aunque como usted sabe, esta
    información me viene de oídas) que F.C.R."

    A
    lo cual le respondí que los asuntos entre Playmedia y el Dr. Fernando
    Carrera (supongo que no negará que es él quien está tras las iniciales
    que pone) eran de ellos y no míos, y que a ellos y no a mí debería
    preguntarles. Y su respuesta fue:

    "En cuanto a mi pregunta acerca del posible firmante del proyecto de
    restauración entregado por PLAYMEDIA, veo que usted no sabe o no quiere
    contestar. Un poco raro teniendo en cuenta su profundo conocimiento de
    un tema del que afirma tener fuentes fidedignas.  Pero no lo veo
    extraño teniendo en cuenta lo difícil de la posible situación en la que
    se encontraría al afirmar que uno de los miembros del tribunal del
    concurso haya sido posteriormente contratado por al empresa
    adjudicataria para la realización del correspondiente proyecto."

    No
    creo que sea difícil entender que esa referencia a la presuntamente
    "difícil situación en la que se [me] encontraría" parece sugerir algo
    reprobable o irregular; usted aclara ahora que no es así, lo que, como
    le digo, me complace. Pero me quedo con la curiosidad de entender su
    peculiar frase. Si no ve usted nada reprobable, ¿por qué me iba a
    encontrar yo en una situación difícil? Ahí le queda la pregunta, que
    digo yo que los demás también tendremos derecho a plantear alguna.

    Y
    como se fue por la tangente, aprovechando la jugada para intentar
    difamar un poquito (me refiero a su comentario acerca de mi falta de
    interés por Dombate, que ya manda carallo), según ya va siendo
    costumbre de la casa, debo seguir manteniendo la frase final:

    "Oiga, espero que al final no resulte que usted formó parte de alguno de
    los equipos que se presentó al concurso y no lo ganó. Sería algo muy
    feo y ciertamente falto de elegancia, ¿no le parece?"

    Porque
    lo que usted contesta no responde a la pregunta. Los ciudadanos
    preocupados por Dombate no se presentaron al concurso. Yo tampoco.

    Y así volvemos al inicio: ¿dónde están sus discrepancias sobre mi relato inicial a Giannini? Me perdonará, pero no acabo de verlas, salvo en sus juicios de intención. Pero en cuanto a los hechos, ¿queda alguna discrepancia en pie? Y le rogaría concreción: "Usted dice que esto fue así, pero en realidad fue asao". 

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