Autor: p.arizabalo
martes, 25 de septiembre de 2007
Sección: Artículos generales
Información publicada por: p.arizabalo


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Una semana decisiva en el Reino de Navarra

UTRIMQUE RODITUR: "por todas partes me roen" lema del escudo de Carlos de Viana, con el dibujo de dos lebreles royendo un hueso, uno por cada lado


 


Año 1512. Antes de atacar Francia lleva Fernando el Católico preparándose desde 1511, con intención de hacerse con el pequeño reino de Navarra. Para ello detiene en Guipúzcoa el ejército que debía enviar a la Guyena. Dicho ejército se componía de 1.000 soldados bajo el patrocinio del rey; 2.500 jinetes, 6.000 infantes y 20 cañones. En la caballería estaba la flor y nata de la nobleza de España. Los infantes, muy bravos, con los Tercios viejos de Gonzalo de Córdoba también, bajo el mando de los curtidos generales Villaba y Rengifo. Diego de Vera, experimentado en las luchas de Italia, tenía a su mando la artillería, y al mando de todos ellos el Duque de Alba elegido en la anterior primavera. En total 9.000 soldados bien entrenados, a los que inmediatamente se sumarán soldados guipuzcoanos, aragoneses y castellanos. Para ello el Arzobispo de Zaragoza Alfonso de Aragón, hijo bastardo de Fernando y él mismo padre de otro Obispo, hace un llamamiento a los poderosos de Aragón y Castilla, y, para la contienda, paga de su bolsillo la guarnición de todos los castillos de la frontera. En las Juntas de Monzón consigue 200 lanceros y 300 jinetes avezados.


En los primeros días de agosto, contaba Fernando con un ejército de 17000 soldados, más que suficiente para hacer frente a las escasas fuerzas de Navarra. No había dificultad para hacerse con el viejo reino. El 17 de julio 1512, Fernando da por rotos los tratados que se vienen negociando en Burgos, diciéndole al mariscal don Pedro de Navarra “lo que no deis de grado, será tomado por la fuerza". Inmediatamente ordena al Duque de Alba atacar Navarra. A los dos días, Julio 19, deja el ejército Salvatierra de Alava. El 21 están en la frontera Navarra y se introducen por la Sakana, con el desterrado Luis de Beaumont, conde de Lerín, al frente. Cogidos por sorpresa, no hay fuerza que pueda oponerse. Juan de Albret, rey de Navarra, atemorizado, mientras él se queda en Pamplona para preparar la resistencia, envía en desenfrenada huida al Bearn a la reina Catalina con el Príncipe de Viana y sus otros hijos, y pide 500 soldados a Tudela. Agotado por la rápida huída morirá Francisco, su tercer hijo, en los puertos pirenaicos. El 21 al anochecer acampa el ejército en Etxarri-Aranaz. El 22 al anochecer lo hacen en Huarte-Arakil. Allí les tenían que hacer frente un grupo de roncaleses, pero estos, ante la apabullante superioridad, retroceden para guardar el puerto de Oskia (la actitud de los roncaleses siempre será ejemplar, fieles a la Corona legítima navarra). La siguiente noche están a diez kilómetros de Pamplona. Teniendo tan cerca al enemigo y temiendo, por la traición de los Beaumonteses, caer en sus manos, el rey deja Pamplona y huye a Francia con la promesa al Parlamento de regresar cuanto antes con fuerzas de socorro francesas. El 23 al anochecer, acusado, por otra parte, alevosamente de haber cometido pecado de excomunión -una malévola intriga urdida por Fernando-, huye de Pamplona hacia Sangüesa, sabiendo el peligro, toma hacia Lumbier y de allí a su Bearn atravesando los puertos pirenaicos. El ejército de Tudela se mueve hacia Tafalla bajo la dirección de Gonzalo de Mirafuentes, y al saber que el rey ha dejado Pamplona, marcha hacia Lumbier en espera de órdenes. Al huir a Francia el rey, Pamplona se rendirá. El 24 de julio al amanecer llegan a Arazuri. Un mensajero del de Alba exige la rendición, con la promesa de que respetarán los fueros o ley vieja. El Parlamento solicita tiempo para dar una respuesta con la esperanza de que regrese Albret con fuerzas francesas, pero Alba, en cólera, les responde que como vencedores pondrán las condiciones, ordenando avanzar a la infantería, protegiéndola por la derecha la caballería y por la izquierda la artillería. En medio Luis de Beaumont y Antonio Acuña, Obispo de Zamora. Pasa la infantería el puente del Arga y se detiene en la campa de La Taconera. Aparece el Duque de Alba en su yegua blanca, con su coraza dorada, capa de seda escarlata. A la tarde cuatro mandatarios navarros se acercan al cuartel general para negociar las condiciones de la rendición. A la mañana siguiente, Santiago, se firma la capitulación, un ejército extranjero desfila por las calles de Pamplona.


Julio 31, año 1512, Fernando publica un documento al parecer lleno de falsedades. Setiembre 21, año 1512, todo el sur de Navarra queda sometido.


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Comentarios

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  1. #1 Cogorzota 10 de feb. 2007

    En el barrio de Bozate de Arizkun, junto a la torre medieval del linaje de Pedro de Ursúa, el marañón de la Jornada de Omagua y Dorado, al que Lope de Aguirre antes de matarlo le dijo: "Tú te callas, que no eres vasco ni navarro, eres casi francés" queda, cada vez más desvanecido, el recuerdo sombrío de los agotes –cuyo delito, injusto donde los haya, escribía Baroja en La leyenda de Juan de Alzate, era el haber nacido en la casa donde habían nacido y no en la de al lado–, raza o etnia misteriosa para casi todos los que se han ocupado del estudio de sus orígenes, aunque la conjetura más admitida es la de que se trataban de albigenses huídos.
    El asunto le sirvió a Urabayen para escribir su mejor novela: El barrio maldito. También los contrabandistas nutrieron algunas páginas novelescas y muy líricas del mismo Urabayen, en Los centauros del Pirineo.
    Pero lo cierto es que por este valle navarro pasaron toda clase de mercaderías, algunas inverosímiles, para una época de fronteras cerradas, gran escasez y penuria económica, y las andanzas de los contrabandistas nutrieron un prolijo anecdotario de chascarrillos y sombras.
    Ahora todo eso son historias, las historias menudas del valle, sus leyendas, las que es mejor escuchar al arrimo de las sobremesas, en el rincón del fuego. Vayan y vean, porque el Baztán no defrauda.

    http://www.elmundo.es/motor/2000/MV149/MV149baztan.html

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