Autor: Equipo de investigación de Iruña- Veleia
miércoles, 09 de mayo de 2007
Sección: Sobre los nombres
Información publicada por: jeromor
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Iruña- Veleia II

Nuevo foro sobre este apasionante tema


Este foro es continuación de http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=2042 , en donde se puede encontrar todo el debate previo.

COMUNICADO OFICIAL DEL PROYECTO DE INVESTIGACIÓN DE IRUÑA-VELEIA

En torno a los grafitos hallados en las
excavaciones de la ciudad romana de Iruña-Veleia

Somos conscientes de que los recientes descubrimientos en Iruña-Veleia han causado un gran revuelo tanto a nivel mediático como de opinión pública.
Pese a las llamadas a la tranquilidad por parte del equipo oficial de investigación, se ha asentado una cierta sensación de ansiedad, plasmada a través de los medios de comunicación, que si bien en el fondo tiene una motivación legítima (el deseo de conocimiento, la curiosidad por las impactantes novedades que se vislumbran), ha llegado a banalizarse en las formas, cuando no roza ya la descalificación o se pone en entredicho el honor de unos profesionales o a toda una disciplina científica como es la Arqueología e, incluso más grave, a nuestro propio Patrimonio cultural.
La investigación arqueológica, como cualquier otra, tiene su propia metodología y procedimientos, sus protocolos y sus tiempos, que no necesariamente han de coincidir con los de la difusión pública de sus resultados.
Así, son a nuestro juicio absolutamente irresponsables y poco documentadas –como se admite expresamente- algunas opiniones y artículos publicados últimamente en prensa que no sabemos a qué puedan responder. Asombrosamente, parecen querer alimentar un interesado “estado de opinión” que cuestionaría la validez e incluso arrojarían una sombra de duda sobre la autenticidad de los recientes hallazgos en el conjunto arqueológico de Iruña-Veleia. En consecuencia, el equipo de investigación de este yacimiento, junto con sus colaboradores científicos cree necesario emitir el presente comunicado oficial.
Los hallazgos de los que estamos hablando, son un material arqueológico más, convenientemente documentado durante el proceso de excavación en el registro estratigráfico de un yacimiento, como es el de Iruña-Veleia, en curso de investigación y concienzudo estudio desde hace años. Son materiales de época romana, que aparecen junto a miles de evidencias de su misma cronología, localizados en estratos de época romana, ubicados bajo otros niveles de época romana que los sellan. Además, se han aplicado sobre ellos unas técnicas analíticas altamente especializadas que demuestran que los grafitos ya estaban hechos cuando estos materiales quedaron enterrados, insistimos, en época romana. Es grave, muy grave, que por primera vez en la Arqueología vasca (hablamos de Arqueología, de ciencia, de método, no de descubrimientos casuales de origen poco aclarado) se ponga en entredicho el método arqueológico y las analíticas de validación y por ende la profesionalidad y el honor de los arqueólogos y especialistas implicados en un descubrimiento fruto directo de un programa de investigación que lleva años en curso y no pocos esfuerzos.
Llegados a este punto, vamos a plantear una serie de realidades en torno al hallazgo:
Los descubrimientos se han producido en el yacimiento arqueológico de Iruña-Veleia, elemento clave del Patrimonio Cultural Vasco, con testimonios de más de 1500 años de historia continuada desde inicios del primer milenio a. C. a fines de la etapa romana, sin olvidar su epílogo medieval. Hemos de destacar el excepcional grado de conservación del subsuelo, apenas afectado por el laboreo agrícola y que cuenta con la ventaja de no haber continuado habitado hasta la actualidad.
No hay que perder la perspectiva de que este excepcional hallazgo se incardina dentro del desarrollo de un proyecto de investigación, excavación y puesta en valor del yacimiento que se viene desarrollando por el equipo de arqueólogos dirigido por E. Gil desde 1994, intervenciones autorizadas por la Diputación Foral de Álava (DFA), propietaria además de gran parte del conjunto arqueológico y depositaria de los hallazgos a través de su Museo de Arqueología de Álava. A fines de 2001 se firmó un convenio con la Sociedad pública Euskotren, del Departamento de Transportes y Obras Públicas del Gobierno Vasco, para la financiación de un proyecto específico (Iruña-Veleia III. Milenioa), que se ejecuta allí con el marco temporal de una década, en colaboración con la DFA. Recientemente, en 2005, a través del Ayuntamiento de Iruña de Oca, con la financiación del Departamento de Cultura del Gobierno Vasco y la colaboración de la DFA, se lleva a cabo el “Estudio histórico-arqueológico de Iruña-Veleia”. Es precisamente en ese marco donde se han producido los descubrimientos que ahora nos ocupan, conviene recordarlo, junto a decenas de miles de otras evidencias arqueológicas.
Los hallazgos a los que nos referimos, consisten en un voluminoso lote de grafitos –inscripciones y dibujos grabados sobre diversos soportes-, de carácter excepcional por los textos y temáticas representadas. Se han localizado en diferentes puntos de la que fuera aquella ciudad de la antigüedad alavesa (por cierto, eviten ustedes por favor, las normas del diccionario de estilo que les condicionan a hablar de “poblado romano”). La multiplicación de hallazgos en el solar de Iruña-Veleia puede ser un reto para la investigación pero jamás un problema. Sería tan ridículo como pensar que el hallazgo del Homo antecessor fuera menos fiable porque en Atapuerca se han encontrado concentrados varios ejemplares de este remoto antepasado en lugar de uno solo.
Absolutamente en todos los casos documentados, la secuencia estratigráfica del yacimiento garantiza la adscripción cronológica de los grafitos a época romana. Es decir, se localizan en el subsuelo (algunos de ellos a gran profundidad) contenidos en estratos de tierra formados en época romana y bajo otros estratos también de época romana que los sellan.
La datación de cada estrato se fundamenta en a su propia ubicación en la secuencia estratigráfica y en los materiales que aparecen en él. Es decir, la manera en la que cada unidad estratigráfica se dispone en el subsuelo con respecto a las que le rodean, nos permite determinar el orden cronológico en el que se fueron depositando, con lo que se pueden establecer las correspondientes relaciones de anterioridad y posterioridad. Si en este orden de depósito incide alguna alteración posterior, sea del tipo que sea, por ejemplo, por la construcción de un muro, o por una inhumación infantil, o por la realización de una zanja de saqueo, etc, es identificada por el arqueólogo avezado sin ninguna dificultad durante el proceso de excavación. Por otro lado, debe existir una concordancia entre esta secuencia estratigráfica que se va estableciendo y los materiales contenidos en cada estrato. Así, si determinamos que un estrato A es posterior al B, los materiales del B nunca podrán ser más modernos que los del A.
De esta manera, las evidencias materiales asociadas a los diferentes estratos, nos permiten ubicarlos con precisión cronológica. En el caso concreto de los grafitos de Iruña-Veleia, de los que ahora hablamos, han sido localizados en su mayoría en
estratos formados en el siglo III d.C., si bien tenemos constancia de que el fenómeno se prolonga hasta el siglo V d.C.
La datación que nos proporcionan las evidencias arqueológicas y que nos permite datar los estratos, se ha visto confirmada con las correspondientes analíticas de C14 (llevadas a cabo en los laboratorios de Geochron en Cambridge, Massachussets- USA y en el Centre for Isotope Research de la Universidad de Gröningen en Holanda), de uso habitual en las excavaciones. Pero ya sabemos que este tipo de estudios sólo se pueden aplicar sobre elementos orgánicos (en nuestro caso, hueso y madera carbonizada) en los que lo que se nos data es el momento de su muerte. Del mismo modo, la termoluminiscencia (laboratorios de la Universidad de Cracovia en Polonia) data el momento de cocción de las cerámicas, ladrillos, etc. o de su última exposición al fuego (por ejemplo si hubo un fuerte incendio). Se trata de pruebas destructivas, por lo que –obviamente- no se han aplicado sobre las evidencias con grafito.
De esta manera la datación de los grafitos se establece con base en los datos aportados por la estratigrafía y los materiales asociados a ella. Su ejecución sería anterior al momento en que su nivel estratigráfico quedó sepultado por otros estratos también de época romana, formados cronológicamente después del momento en el que se creó el depósito con grafitos.
Por otro lado, se ha aplicado una analítica específica para estas evidencias tan excepcionales, utilizando una tecnología altamente especializada, absolutamente reproducible y que ha seguido todos los protocolos de actuación necesarios. Podemos señalar que pocos materiales arqueológicos han sido sometidos a un grado de inspección y certificación como el que se ha llevado a cabo sobre los grafitos de Veleia. La analítica principal se ha realizado en los laboratorios de espectroscopia nuclear del CEA-CNRS (Francia), con analíticas de contraste en los laboratorios Adirondack del Centro tecnológico de Zamudio. Resumiendo mucho, lo que se ha hecho es analizar la pátina superficial de estas evidencias con grafito que ha permitido determinar que cuando este material quedó “enterrado” en el subsuelo (y como ya hemos señalado, sabemos cuándo ocurrió este hecho) los grafitos ya estaban hechos. Así se ha analizado dicha pátina superficial, comprobándose cómo en todos los casos los grafitos son coetáneos al momento en que estos materiales quedaron
incorporados a la secuencia estratigráfica que nosotros hemos tenido la fortuna de estudiar y documentar. Además, esta pátina muestra una evolución química, concretamente una alteración en la tasa de los cationes de determinados elementos, que sólo la produce el paso del tiempo, es decir, es técnicamente imposible reproducirla en laboratorio, en otras palabras, no se puede falsificar.
Todos los puntos que acabamos de exponer constituyen en sí mismos realidades, demostradas y cotejables científicamente.
Nos encontramos por tanto ante unas evidencias materiales de época romana que son elementos físicos, palpables, analizables, cuya verificación está demostrada científicamente. Eso hay que asumirlo y es a partir de este punto y con esta perspectiva cuando tendremos la capacidad y la necesaria madurez científica para acometer los estudios de las diferentes disciplinas implicadas y para trabajar sobre las problemáticas que surjan, su interpretación y su resolución. El investigador ha de tener la mente abierta para asumir los retos que nuevos descubrimientos puedan aportar en lugar de escudarse en “negar la mayor” basándose en “axiomas de carácter general” (dícese de una “proposición evidente que no necesita demostración”), o argumentaciones del calado de “esto no es lo que esperábamos”.
La necesaria interpretación histórica irá poniendo sobre la mesa hipótesis y explicaciones a los fenómenos que nos plantea la biblioteca de Veleia, si se nos permite la expresión. Las diferentes disciplinas aportarán sus puntos de vista y enriquecerán la interpretación del conjunto, claro está, huyendo de la presunción de pretender “encajar” la realidad en apriorismos, por cómodos, aceptados y asentados que estos sean. Se trata de que las ciencias avancen.
Y ahora sólo queda trabajar y trabajar. En cualquier caso únicamente hemos pretendido tranquilizar a la sociedad sobre la autenticidad de los grafitos localizados en Iruña-Veleia, así como sobre su adscripción a época romana para que sea partícipe junto a nosotros de un hallazgo de estas características. Todos los miembros que integramos el equipo de investigación ya estamos trabajando en el marco de un detallado plan que requiere su propio protocolo y secuencia de actuación y, desde luego, sus plazos. En este sentido nosotros también solicitamos tranquilidad y que se nos deje desarrollar nuestra investigación con el tiempo que ésta requiera.

Eliseo Gil Zubillaga, arqueólogo, director de las excavaciones de Iruña-Veleia.
Idoia Filloy Nieva, arqueóloga, codirectora de las excavaciones de Iruña-Veleia.
Juan Santos Yanguas, Catedrático de Historia Antigua de la EHU/UPV.
Henrike Knörr, Euskaltziandia, Catedrático de Filología Vasca de la EHU/UPV.
Rubén Cerdán, Físico Nuclear, coordinador de las analíticas sobre los materiales de Iruña-Veleia.
Emilio Illarregui, arqueólogo, profesor de la Universidad Internacional SEK, campus de Segovia
Zoilo Calleja, Responsable de Patrimonio de la Diócesis de Álava.

Miembros y colaboradores
del equipo de investigación
de Iruña-Veleia

http://www.veleia.com/castellano/detalle_noticias_09.php

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Más informacióen en: http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=2042


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Comentarios

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  1. #1 upo 28 de nov. 2006


    Ya que no recibimos mas información, y para entretener un rato al personal,
    os voy a contar un cuento:

    “Hace mucho tiempo en una ciudad perdida, llena de romanos casi olvidados por sus gobernantes,
    apareció un sacerdote hebreo llamado Usk muy culto pero un poco loco que se hizo muy rico y llegó a alcalde.
    Tal era su poder en la ciudad que quiso convertirla en su propio país diferente al romano.
    Para ello comenzó por inventarse un idioma, muy parecido a su lengua materna, y los niños iban a la escuela a aprenderlo.
    Sabiendo que la religión era una asignatura muy importante, Usk se hizo profeta y les daba clases de otra novedosa religión
    que él conocía de muy lejos y que tuvo mucho éxito.
    Todos los días los niños iban a sus casas con los deberes de lengua y religión en trozos de cerámica,
    ya que el papel no existía aun.
    Los deberes los hacían en romano pues enseñarles otra escritura ya era demasiado complicado para los niños romanos,
    aunque también lo intentó.
    Al final miles de niños aprendieron y ese idioma fue extendiéndose fuera de la ciudad por los pequeños pueblos cercanos.
    Al enterarse los gobernantes romanos, quemaron la ciudad y a sus habitantes, y la abandonaron.
    Jamás construyeron otra ciudad encima, pero la lengua ya había traspasado sus murallas y perduró en las inaccesibles montañas cercanas.”



    Vasco, de Uasko, de Usk
    Euskal, de Uskal, de Usk




    Tesis Doctorales - Las ideas lingüísticas de Gregorio Mayans.
    Mª Jose Martinez Alcalde (1992)

    Capítulo III. La primitiva lengua española. Las lenguas prerromanas

    http://193.144.125.24/mayans/TD-02%5C006.htm

    ...

    Mayans no se refiere en los Orígenes a los de la lengua vasca, lo que por otra parte era un hecho habitual entre los escritores
    que se habían ocupado del tema del vasco como primitiva lengua española, ya que el situar su origen en la Torre de Babel resolvía
    este problema. 162 Únicamente insinúa un posible origen oriental, basándose en una noticia que Larramendi desmiente
    posteriormente en su Diccionario: 163
    “He oído decir a persona a quien devo entero crédito que el cardenal Salerno hacía que uno le hablasse en vascuence i
    que luego dava la significación de muchas palabras por el conocimiento que tenía de algunas
    lenguas orientales (Orígenes, § 148, págs. 377-378).”
    En cierta carta, indica Mayans que el vascuence tiene muchas voces "cuyos orígenes se averiguan por la lengua hebrea"
    y sugiere una relación con el CELTA, 164 una propuesta que apuntó también Sarmiento 165 y que don [Pág. 135] Gregorio repite,
    más matizada, en Tractatus de Hispana Progenie Vocis Ur, donde aparece la probable fuente de esta idea de Mayans:
    Vossius y, más concretamente, su obra De vitiis sermonis latini. 166 Hervás, como Larramendi,
    desmentirá este posible origen oriental, aunque de forma más razonada, indicando que "Mayans no hubiera
    proferido estas proposiciones, si hubiera observado bien las radicales vascongadas
    en el diccionario vascuence que cita [...]. El caldeo y el hebreo nada tienen que hacer con los
    nombres geográficos de España: al fenicio, que era dialecto del hebreo, deben su origen rarísimos
    nombres de los pocos sitios en que se establecieron los que le hablaron" (Catálogo, V, pág. 205).
    ...


    Salut,

    UPO

  2. #2 Gastiz 30 de nov. 2006

    No ha cumplido la semana, y ya hay 300 comentarios en esta página, si no es un record, no anda muy lejos.

    Como pedía Lakarra y Larrea, los arqueólogos han hablado. Ciertamente, queda un largo camino hasta que haya unanimidad sobre la veracidad de los descubrimientos, si llegar a haber tal cosa, pero un primer e importante paso se ha dado, quedando, según los arqueólogos nulo resquicio para la duda. La pelota está en el campo de los epigrafistas y los lingüistas.

    Un saludo a Ricardo Gómez, de Filoblogia, ongi etorri! Igualmente para los nuevos miembros de Celtiberia, y un deseo: que participen, en la medida en que puedan, en las numerosas páginas de Celtiberia, que seguro podrán hacer interesantes aportaciones.

    Sobre las incongruencias en los textos, principalmente latinos, es posible que ya haya sido escrito anteriormente, que se podría pensar que las inscripciones de la domus Pompeia Valentina al ser de carácter escolar sería lo lógico que mostrasen errores, incoherencias…

    Del enorme lío es remarcable el caso de Jainkoa ‘Dios’ que en un principio se indicó que podría encontrarse, pero no apareció en la lista que ha sido mostrada una y otra vez. De la respuesta de Knörr, interpreto que aunque no haya Jainkoa, podría haber alguna palabra con vocal, el tiempo hablará.

    Sotero21 no ha perdido comba, culpando a Knörr de la filtración, cuando éste parece que sólo afirmó que pronto habría un gran descubrimiento, aunque da lo mismo, Sortero21 ha juzgado, sólo falta la condena.

    La rueda de prensa de la semana pasada por lo menos ha servido para que el tema de datación arqueológica pase a segundo plano, y quede como tema bastante comentado el de los jeroglíficos.

    Queda esperar la rueda de prensa que tendría que haberse llevado a cabo esta semana, pero parece que ha sido aplazada sine die.

    Alguna respuesta a Orison:
    1. El euskera SÍ ha cambiado a lo largo de los últimos 17 siglos, de hecho, lo hace continuamente de tal manera que de padres a hijos o nietos se puede observar alguna diferencia. Diferente es que haya palabras que no hayan cambiado. Se conocen una serie de reglas fonéticas que han ocurrido en los últimos 2000 años en euskera, por poner unos ejemplos: al sur de los Pirineos se ha perdido la aspiración; nueva vocal, la ü, en suletino y alguna zona adyacente; lenición de las laterales, entre vocales L pasa a l: lat. ballaena > balea, y l a r: lat. ancora > aingura ‘ancla’M; algo similar con las nasales, etc.

    Hay préstamos prelatinos en euskera, del CELTA, aunque sean mínimos. Según Mitxelena hay dos explicaciones: 1. Las palabras CELTA seran frecuentemente muy parecidas a las latinas, de tal manera que podrían confundirse, 2. con los préstamos suele ocurrir que el antiguo sea reemplazado por otro, más moderno, así el antiguo baradizu ‘paraiso’ ha sido cambiado por el más moderno, romance, paradisu. Lo mismo ha ocurrido con tantos otros, préstamos latinos reemplazados por sus equivalentes romances. Parecido puede haber sido el destino de numerosos préstamos del CELTA, fueron cambiados por otros bien latinos, bien romances.

    Resultaría extraño que haya existido una imposibilidad comunicativa entre vascos y CELTAs, pero haya existido con los pueblos/hablas que vinieron después. Del latín los préstamos son muy numerosos, y más aún de los diversos romances que se han conocido en tierras vascas o circundantes.

  3. #3 Sotero21 04 de dic. 2006

    COGORZOTA
    Si Marcus hubiera ido por la calzada que propones hubiera sido localizado por los defensores de la ortodoxia crisitiana, que eran más abundantes por esa zona navarro riojana. Marcus utilizaría una ruta más pagana, para engatusar mejor a las gentes. Menéndez y Pelayo nos dice que una vez en Hispania carecemos de noticias de él, lo que nos indica que escapó a la celosa vigilancia de los obispos. La ruta que tomó fue la de la calzada Burdeos-Astorga por Veleia y ahí se afincó.

    ADVERTENCIA A LOS FOREROS

    Lo que he ido exponiendo de Marcus nuestro amigo egipcio, hereje, euskaldunberri y mujeriego estos últimos días es un CONSTRUCTO que, sin negar la autenticidad de los hallazgos y ajustándose lo más posible a la versión oficial, armoniza de una manera coherente lo poco que sabemos. Es un producto de mi Veleia imaginaria, a falta de más datos. Pero las cosas encajan tan endiabladamente bien que resulta sugerente y hasta posible. Tómese, por lo tanto como una variación de la hipótesis oficial, aunque niego que exista Calvario alguno, pues la cruz aguanta a un tipo que no es Jesús sino al pobre desgraciado de Simón de Cirene. Y afirmo, con reservas, que Marcus usó el euskera , como jerigonza y lengua mágica, para engatusar a los simplones habitantes de Iruña Veleia que serían hispano-romanos que hablan latín y caristios de lengua CELTA o latinizados.

    Esto es un juguete que no debe molestar a nadie aunque por su simpleza no deja de ser atractivo y digno de tenerse en cuenta.

    Imaginación al poder


  4. #4 Cogorzota 04 de dic. 2006

    Durante dos siglos no, durante tres. III, IV y V.
    Aunque la cosa puede venir de tan atrás como nuestra imaginación permita.

    Una respuesta que se me ocurre, Sotero, es que fueran escritos por los sacerdotes de una religión perseguida y aniquilada por monoteista. Solo queda la mitología vasca, pero con todas sus imperfecciones es una explicación. No mago-sacerdote, no escritura.
    Caristios, Bárdulos y Autrigones, aunque tuvieran CELTAs entre sus antepasados, despues de siglos estarían bastante asimilados. Por lo menos alguién en el siglo III sintió la necesidad de escribir algo en vasco. No en CELTA!

    ¿Los escritos están en la basura en todos los yacimientos?
    ¿Cuales cosas son de cual año?

  5. #5 Servan 05 de dic. 2006

    Algunas curiosas teorías relacionadas a Iruña, en Google, Atrium libertatis. Dice que la cruz constantiniana es más CELTA que cristiana.

  6. #6 p.arizabalo 14 de dic. 2006

    cogorzota: no entiendo bien tu pregunta. No sé latín (no me acuerdo del que estudié en bachiller). Si preguntas si ese Urdin puede estar relacionado con un protovasco -si tal palabreja se le puede aplicar a un idioma sin parientes vivos-, mi opinión es que podría ser. No creo en el vasco aislado desde el neolítico o antes. Si el protoindoeuropeo comenzó su andadura por Europa y se diversificó desde aprox. el -3000 desde su hogar en la periferia de Europa (Eurasia), no veo porqué -estando mucho más centrado en Europa- el protovasco no pudo irradiar, con mayor motivo, hacia la península y el centro de Europa antes y después -antes de la irrupción CELTA e indoeuropea- de esa fecha.Lo ilógico sería que no lo hiciera, ahora bien, Urdin parece ser una forma algo "trabajada" e imaginativa, flexión verbal declinada como sufijo etc. como para suponerla, pienso, muy muy antigua. Me guío por la lógica, no soy especialista.

  7. #7 gorliztarra 04 de ene. 2007

    Supongamos que DENOS ZURE NAIA sea correcto y que signifique algo asi como

    SEA VUESTRO DESEO o algo parecido , es decir que NAIA signifique desear querer o algo asi.

    Si eso fuese asi indicaria que NAIA se escribe sin H aspirada y con A ( articulo ).

    Seria posible que eso fuese aceptado por los LINGUISTAS aun cuando pareciera antiguo ( siglo III )

    para los ARQUEOLOGOS y estuviera bien comprobado ?.

    Recordad que los linguistas dicen que para que una palabra de esas epocas sea considerada como basca

    basta que tenga una H aspirada pues los idiomas que rodeaban el euskera en aquella epoca (ibero CELTA latin........)

    no tenian esa letra.

    Tambien nos dicen que el articulo se introdujo en el euskera muy posterirmente por influencia quizas de algun romance.

    Parece tambien que NAHI en epocas muy posteriores aun conservaba esa letra y aun la conserva en los euskalki

    septentrionales e incluso en el euskera batua.

    Este tipo de problemas son quizas los que dificultan que los linguistas acepten como buenos los textos encontrados.

    AGUR:

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