Autor: Vascon
domingo, 17 de abril de 2005
Sección: Leyendas
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LA RELIGIÓN DE LOS ANTIGUOS VASCOS

La religion de Mari, diosa creadora y suprema



El mundo de Mari

La antigua religión de los vascos: Mari (mári), Maia (mái-a) o Ama-Lur (áma lur; madre tierra) era la diosa suprema de la antigua religión vasca, su símbolo cósmico era el sol, y su representación gráfica, el disco solar llamado lauburu (laubúru, tetracéfalo, éste símbolo lo puede observar en la parte superior del texto). El lauburu puede variar de número de brazos, pero el más extendido y conocido por todos los vascos es el de cuatro. Los discos solares con alguna que otra modificación, pueden encontrarse en todas las culturas euroasiáticas antiguas, desde la península ibérica hasta Alaska. Es común ver en las lápidas de los cementerios del País Vasco, que en lugar de utilizarse cruces cristianas, se siga con la costumbre de esculpir en las lápidas la cruz vasca, el lauburu, siguiendo de esta forma el rito antiguo de la religión de Mari.
Mari toma, generalmente, formas zoomórficas en sus moradas subterráneas (toro, carnero, macho-cabrío, caballo, serpiente, buitre, etc) y forma humana fuera de ellas, una de estas es la de una mujer esbelta y bella, de largos cabellos, atabiada con una túnica que le llega a los pies, con una cinta de oro en la frente, sosteniendo un castillo de oro en su mano derecha y enroscado al rededor de sus piernas, un herensuge (erénsugué; dragón), sobre el que se alza la figura de Mari. Sus moradas subterráneas se encuentran en los montes más altos de Vasconia [ Anboto (ambóto), Oitz (óits), Txindoki (chindóki), ...). Cambia de morada cada siete años. Cuando cambia de morada, Mari, se convierte en una hoz de fuego que surca el firmamento, generando un gran estruendo a su paso.
Esta religión, contaba con una trinidad integrada por Mari y sus dos hijos Atarrabi (la representación del bien) y Mikelats (la representación del mal), de los que surgían el resto de númenes y espíritus tanto benébolos como malébolos.
Según la antigua religión vasca, cuando las tinieblas reinaban en la Tierra, los humanos suplicaron a Mari que les ayudara en la lucha contra los espíritus y númenes malébolos que les acechaban. Mari escuchando sus súplicas, dio vida a su hija, la Luna. Los humanos agradecieron su luz, pero su luz no era suficiente para poder luchar contra el mal, entonces los humanos pidieron otra vez a Mari que les otorgara algo que tuviera más luz y que pudiera vencer a las tinieblas. Mari creó entonces a su otra hija, el Sol (en la cultura vasca el sol es femenino), y de esta forma nació el día. Ningún espíritu maligno desde entonces acechó a los humanos durante el día. Pero cuando el Sol se sumergía en los confines de la Tierra, en Itsasgorrieta (ichásgorrí-etá; en los Mares Bermejos), surgía la noche. El mal al llegar la noche, salía de su guarida y seguía acechando a los humanos. Entonces los humanos pidieron a Mari que les diera algo para luchar contra el mal durante la noche y Mari les dio el Eguzki Lore [ egúski lóre; flor del sol, es la flor del cardo silvestre (Carlina Acaulis) ]. Les indicó que nunca salieran de sus moradas durante la noche y que pusieran el Eguzki Lore encima de la puerta de sus casas para protegerles del mal. Desde entonces los humanos que siguieron lo indicado por Mari, nunca más sufrieron el acecho del mal.
Mari, de esta forma, dividió la cosmogonía vasca en dos mundos, el mundo de los del día (egunekoak; egúneko-ák) o el de los vivos, el cual era iluminado por el Sol y el mundo de los de la noche (gauekoak; gau-éko-ák) o el de los espíritus y almas de los muertos, iluminado por la Luna. Según la antiguas creencias, en el Cielo se mueven los astros, los cuales, al ponerse en el occidente, se introducen en los "mares bermejos" (Itsasgorrieta), para seguir su curso a través del mundo subterráneo. Así, el Sol, que durante una parte de su curso alumbra al mundo de la superficie, luce durante la otra debajo de la Tierra. El Sol y la Luna son divinidades femeninas, hijas de la Tierra (Mari), a cuyo seno van todos los días después de su recorrido por el Cielo.
Para los antiguos vascos el significado de la muerte no era tan lúgubre como puede resultar viéndolo desde la perspectiva occidental actual. Al morirse una persona, simplemente, pasaba a formar parte de un estado existencial diferente. Se decía en aquellos tiempos que, "Eguna egunekoentzat [ egúna egúnekoentsát; el día para los del día (los vivos) ] eta gaua gauekoentzat [ éta gáu-a gau-ékoentsát; y la noche para los de la noche (los espíritus) ] ". El espíritu Gaueko [ gáu-ekó; (espíritu guardián) de la noche] era el encargado de velar por esta norma aceptada por los antiguos vascos, ya que si algún vasco merodeaba por la noche, era arrebatado de los vivos por este espíritu y pasaba a formar parte del mundo de los de la noche (los espíritus).
La religión vasca poseía unas normas de conducta sobre lo que es el bien y el mal, que debían ser cumplidas estrictamente por los vascos. Mari condena la mentira, el robo, el orgullo y la jactancia, el incumplimiento de la palabra dada y el faltar al respeto debido a las personas y a la ayuda mutua, así como acceder a las moradas de Mari sin permiso de ella. Los delincuentes son castigados por Mari con la privación o pérdida de lo que ha sido objeto de la mentira, del robo, del orgullo, etc. También existía en esta religión un cielo y un infierno, aunque era diferente a la concepción del cielo y del infierno de las religiones judeo-cristianas. Cuando una persona fallecía, pasaba a formar parte de los de la noche. En la oscuridad, era guiado por la Luna, que en euskara se dice Ilargi (illárgui, significa luz de los muertos), por un sendero que le llevaría hasta la gruta o cueva de Mari. El fallecido, en su camino, era protegido de los malos espíritus por el símbolo de Mari, el lauburu, esculpido en su lápida. Al llegar a la gruta de Mari, viviría con ella y con todos sus antepasados eternamente, en paz, felicidad y abundancia. Este era el concepto del cielo para los antiguos vascos. Pero aquella persona que no hubiese obrado en el mundo de los vivos, según las enseñanzas de Mari y hubiese hecho el mal al prójimo. Aunque la Luna le iluminase en su camino, estaría vagando y vagando eternamente, en la oscuridad, acechado por los malos espíritus (ya que el lauburu sólo protege a los que han obrado bien), hasta poder encontrar el sendero que le llevase hasta la cueva de Mari. Este era el concepto de purgatorio (estar vagando durante un tiempo buscando el sendero correcto) y el infierno (vagar eternamente en la noche sin encontrar el camino). Como se puede observar, es una religión de claro origen prehistórico, dado que considera a la cueva como zona de paz, acogedora y protectora, el mejor sitio en donde vivir eternamente. Una creencia que proviene de un pasado remoto, en el que los protovascos en las glaciaciones, tuvieron que guarecerse en las cuevas para evitar las frías temperaturas y de esta forma poder sobrevivir. Un miedo a vagar en la oscuridad (el infierno y el purgatorio) que tiene su origen en las frías noches glaciales, ya que todo aquel que no encontrase en el anochecer el sendero hacia la cueva en donde moraba la tribu, moriría de frío. Una lucha por la supervivencia que quedó plasmada en la religión vasca, aunque los vascos hacía miles de años que ya no necesitaban guarecerse en las cuevas para poder sobrevivir del frío glacial.



Normas de actuar y desenlace final

Esta religión poseía unas normas de actuar en la vida muy similares a las cristianas, por lo que fue muy fácil dar el paso de la religión vasca al cristianismo. Sólo se tuvo que adaptar la trinidad, dioses y espíritus vascos a la trinidad y santos cristianos. Hoy es el día que a la Virgen María en euskara se le llama Andra Mari (ándra mári; Señora Mari) que era el nombre con el que era llamada la diosa Mari. Gracias al parecido entre los nombres, el culto a la diosa Mari pasó a ser también, un culto a la Virgen María. Todas las vírgenes que existen en el País Vasco, así como sus iglesias, eran antiguas zonas de culto a esa divinidad. Lo mismo ocurrió con los santos cristianos, por ejemplo, el culto a Argia (arguía; la luz) pasó a ser un culto a Santa Clara, llamada en euskara Deun Argia (deun arguía; Santa Luz). A medida que avanzaban las lenguas y culturas latinas, iba desapareciendo la religión de Mari e iba extendiéndose el cristianismo. Esta religión se perdió definitivamente en el siglo XVII, cuando las sorginas (sorguíña; sortu ::: nacer + gina ::: hacedora; hacedora de nacimientos, matrona) que eran similares a los druidas celtas y eran las encargadas de las zonas de culto, de hacer las ceremonias, de sanar a la gente a través de hierbas y de traer al mundo a los niños, fueron acusadas de brujería por la Inquisición. Según las antiguas creencias las sorginas a través de la energía mágica que movía el cosmos, el Adur (ádur), daban vida a los niños que nacían, de ahí el apelativo de hacedoras de vida (sorgin). Vascos que seguían procesando la religión de Mari y no la cristiana, así como cientos de sorginas, fueron acusados de brujería, siendo posteriormente quemadas. A partir de entonces la palabra sorgina que significaba en euskara antiguo matrona, pasó a significar bruja. La existencia de la antigua religión, se ha conservado hasta nuestros días, a través de la transmisión oral, de generación en generación, de parábolas y cuentos imbuidos en las antiguas creencias que los abuelos contaban a sus hijos y sus nietos.




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Comentarios

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  1. #1 Vascon 16 de abr. 2005

    Si. El mito de la tradicion es oral debido a que no no se conocia la escritura. Las primeras escrituras en euskera datan de la edad media,
    Puede ser una evolucion debido a la cronologia, aunque por otra parte los antiguos vascos tuvieron escasa, por no decir ninguna influencia griega, e ignoro porque habria de ponerle a Mari el calificativo de valiente. Si te sirve de algo en euskara, andre significa señora, lo que seria mas logico en la traduccion.

  2. #2 Amalur 17 de abr. 2005

    Andre (la -a es el articulo) no viene del griego "andrea" sino de andere que todavia hoy se utiliza y aparece en las inscripciones aquitanas y parece ser el nombre de alguna diosa. Andra es la variante vizcaina (el cambio e>a es muy comun). Es verdad que Americ Picaud apunto Andrea Maria, pero tambien apunto "uric" para "agua" y todos sabemos que no es asi, se lo dirian declinado por alguna razon y el lo apunto tal cual, lo mismo con la virgen, lo que en euskera deberia ser Andre Mari, por influencia del romance (no se si ya se puede hablar de castellano) se le pone el articulo Andrea (Andre-a > la virgen) y pasa de Mari a Maria.

  3. #3 Irluachair 18 de abr. 2005

    Dingo, sencillamente es demasiada coincidencia entre Mari y María

    Me gustan mucho las leyendas vascas, por eso le he dado vueltas a veces a la cuestión.

    Lo seres de esos cuentos y leyendas, no difieren tanto de los cuentos que hay en muchos otros lugares de la península, el norte de África etc...incluso en Andalucía hay una herensugue, una dama de las cuevas, hombres salvajes etc...sólo que para esos seres vascos hay nombres en el propio euskera, que parecen diferenciarlos.

    Esos seres de los cuentos de hadas y las supersticiones asociadas, no tienen porqué ser exactamente el reflejo de una religión establecida. De hecho han convivido en muchos lugares las religiones monoteístas o las paganas, con los bestiarios, y las leyendas de seres mágicos.

    Se puede distinguir pues, la religión, el culto y la mitología, y todos esos cuentos y leyendas, creadas por otro mecanismo o creencias, sin formar parte de unos cultos religiosos.

    Barandiarán dió cuerpo a una mitología, basándose en todos los relatos y comunicaciones orales de los campesinos. Puso todo junto, una gran variedad de seres de muchas fuentes, lugares, y de cualquier tipo de narración, dicho o refrán...lo cual es algo bastante artificial, y poco selectivo.

    ¿Quiere decir esto que existiera una religión o una mitología compuesta en esos seres?...

    Bueno, creo que con el mismo sistema de Barandiarán, se podría reunir todos los cuentos y leyendas de por ejemplo Andalucia, y crear con ellos una especie de panteón, o bestiario, y asignarle el papel de mitología andaluza...sin la peculiaridad y el romanticismo que implica lo vasco y el euskera.

    Pero esto no se ha hecho, quizás porque no ha existido el empuje del interés antropológico y romántico que existe por lo vasco y la lengua...


  4. #4 Irluachair 21 de abr. 2005

    euskera, sobre la MITOLOGÍA VASCO-IBERICA

    No digo que no sea interesante estudiar esas leyendas y seres, pero no creo que muchas de las figuras que recopiló Barandiarán estén originados en figuras de dioses, así tales cuales.

    Por ejemplo, la identificación de Mari con una diosa, tal y como se presenta arriba, no hay fundamento para decirlo.

    Mari aparece en muchos cuentos, anécdotas atmosféricas etc, con una serie de atributos, pero no aparece como diosa, ni hay pruebas de un culto antiguo así tal cual. Menos se sabe del Neolítico.

    Todo esto es una reconstrucción muy linda, cargada de las ilusiones de los investigadores, pero lo único que tenemos son relatos folklóricos de fantasía, muchos de ellos no llegan a anéctotas contadas por los lugareños.

    Hay una tendencia en todos los pueblos a inventar cuentos fantásticos y atractivos, con seres mágicos, para dar salida a sentimientos de miedo y emoción...y no todas estas historias vienen de una religión antigua establecida.


  5. #5 Gastiz 26 de abr. 2005

    Piedra: Gastiz, en todo caso esa represión debía de darse por motivos políticos dentro de la propia zona vasca no por intereses externos ya incluso la "Santa Inquisición" se llevaba las manos a la cabeza con lo que allí ocurría. Muchas de las brujas y brujos que fueron asesinados lo fueron tras haber sido absueltos por el "Santo" Oficio por falta de pruebas que los relacionaran con la hechicería.
    >No lo sé, pero la persecución tuvo poco de lucha contra una religión antigua, hubo otras razones. Otros, con mayor conocimiento, podrían señalar cuales.

    Irluachair: Todo esto es una reconstrucción muy linda, cargada de las ilusiones de los investigadores, pero lo único que tenemos son relatos folklóricos de fantasía, muchos de ellos no llegan a anéctotas contadas por los lugareños.
    >Fantasía que creían los que contaban dichos cuentos, para ellos era real. Más tarde llegaría el considerar esar historias como “cuentos”.

    Amalur: Siento decirte que te equivocas, pues yo ya he oido mas de una vez esa palabra (aunque yo utilize 'gor') Mi novia la utiliza y ella habla un dialecto gipuzkoano aunque tal vez tenga alguna influencia del navarro.
    >Hablaba sobre todo del eusk. occ., y del batua, donde dicha palabra es virtualmente desconocida. Es evidente que todavía hay gente que conoce y usa dicha palabra, pero del 1000 hablantes de euskera, cunato sabráin decir que es ‘sor’? Resulta gratificante, de todas formas, que sigan conociéndose palabra como esa, que seguro que es bastante arcaica.

    Amalur: Y de paso una pregunta, ¿los proto-vascos no conocian la agricultura antes de la llegada de los indoeuropeos?
    >La respuesta es que sí, hace tiempo leí sobre una tesis presentada en la UPV/EHU sobre la introducción de la agricultura en el PV, y era fechada en torno a 6000-5500 años, escribo de memoria, autora Lydia Zapata. Dejo un enlace de la autora a un breve trabajo public. En inglés, en la revista Euskonews: http://www.euskonews.com/0159zbk/gaia15905en.html.

    Dingo: Por lo que veo en la figura de Mari hay mucha manipulación y aderezamiento de los dos últimos siglos.
    >Cual es ese aderezamiento y manipulación? Se trata de relatos recogidos, no inventados, de gente que vivía en entornos rurales, pocas décadas antes de la práctica desaparición de dicho modo de vida. Creo que la figura de Mari aparece en los textos durante el pasado siglo.

  6. #6 Brenno 30 de abr. 2005

    -e en euskera es para mujer asi como -a para hombre, puede ser que Andere sea el nombre en femenino de Ander que es Andres en esukera, es contestando a algo escrito haya por el 16/04, jejeje esq he tenido estropeado el ordenador y no he podido mirar desde hace tiempo, un saludo!

  7. #7 Amalur 30 de abr. 2005

    EL lauburu y todos esos simbolos solares se utilizan aqui desde antes del siglo XVIII y queme corriga alguien si me equivoco, pero la palabra "andere" es una de las mas viejas del euskera que se conocen a juzgar por las inscripciones aquitanas. Por lo que dudo mucho que proceda de Andres.

  8. #8 Euskera 07 de jun. 2005

    ANTIGUA RELIGIÓN DE LOS VASCOS (Para los forofos del tema) ¿Quién se gloria de tener por diosa madre a Mari? Muchos, en cambio, se glorían de tener a la Virgen María como madre espiritual. De fardar no me quedo con una diosa de segunda generanción, como la MAAT egipcia o MARA, tal cual se registra en el 3.000 a. C., como portectora de la ciudad de MARI. Prefiero a INU, que signifca “dios” en urartio y es reconocido como tal en el INOTE “tiempode INU” del carnaval de País Vasco desde tiempo inmemorial. ¿Que no se cita en los escritos latinos o griegos? No son memoria fiable. ¿Que tampoco aparece entre las incontinentes injurias del autor de Codex Calixtino? Esos son nervios de los romeros de la Edad Media que aprovechan los teloneros modernos con la misma inteción del tal Aimeric. Yo me queda con INU que, por cierto, en Sumer es AN y en Akad ANU y signifca “cielo”. De el se deriva el término de AÑIL, como color preferido de INANNA, la hija de AN. Si INU es el creador, el vascuence lo testifica como fórmula teológica sapiencial en INU/IN “dios cielo/hace”, INU/ON “dios cielo/bueno”, INU/ONU “dios cielo/consejo”, INU/UIN “dios cielo/agua”, INU/INOTSI “a dios cielo/mana”, INU/ENI “dios cielo/a mí”, etc. Me figuro que, a estas alturas de mi discurso, alguno de los que se fundan en fantásticas leyendas escritas o en testimonios cálidos (y no referidas por la boca “ignorante” del pueblo) dirá que ¿qué tiene que ver INU con el “conmigo” subjetivo de cualquiera, para que el vascuence lo apuntale como fórmula en la memoria viva de la lengua del pueblo? En primer lugar, que el pueblo neolítico clamaba a su dios por su nombre monosílabo, como se constata en las interjecciones de ENE, ENI, INO, AIÑO, etc. y le reclamaba con “insistencia” INKAZ que es lo mismo que recuerda también el castellano “con AHÍNCO” y en segundo lugar, que, según los historiadores de las religiones comparadas, no hay testimonio comparable al de la lengua, del que dicen, “que es le único testimonio que merece plena confianza”. No pretendan, por lo tanto, saber mucho de “la religión antigua de los vascos” y menos criticarla, sin consultar al vascuence en profundidad de símbolos, arquetipos, mitos y ritos. Les podría recomendar “euskera bere baitan”, ensayo de sicoligüística, si estuviera en castellano, pero sí “Vascuence, inconsciente colectivo”, para que reconozcan el arquetipo que les domina y se autosicoanalicen. En breve en:http.www.todoebook.com/Erroteta/

  9. #9 Sotero21 20 de jun. 2006

    Felicito al autor por el trabajoso alumbramiento de su obra.

    Afirma que el euskera es el testimonio vivo de la antigua religión de los vascos.

    J.M. de Barandiarán dice en su Mitología Vasca que es en la "etxe", al que el vasco se haya ligado, donde se establece todo el sistema mitológico y religiosos vasco. La "etxe" es el lugar ideal donde sus habitantes viven "sin dolor y sin pena en armonía con los suyos, comunión con sus antepasados en esta vida y en la otra". Una vez destruído este sistema de vida e integrados de pleno en este intimidante presente global, en el que los hijos han aprendido el mito de Mari, en euskera, sí, pero con la misma desgana con que nosotros estudiamos los reyes godos o las valencias del átomo. ¿Es posible una afirmación como esta? ¿no es cierto que muchas fiestas sorianas o gallegas, por ejemplo,ciertos ritos son ancestrales y para comprenderlos hay que buscar en los restos de la antiguedad pagana? ¿Dirán los sorianos por eso que su lengua castellana es el testimonio de la religión pagana de sus ancestros o tendrán que aprender celtíbero para poder trasmitir mitos, ritos, fiestas y supersticiones?. Dudo mucho que San Francisco Javier, del que dicen que sus últimas palabras fueron en euskera, estuviera expresando en su agonía testimonio alguno de la religión de los gentiles.

    Sobre la religión de los vascos del siglo III hay interesantes comentarios en la conversación sobre Veleia en esta misma urbe celtibérica.

    Copio a J.M Barandiarán, como homenaje y porque viene al pelo:

    EPÍLOGO DE MITOLOGÍA VASCA
    Kixmi o el ocaso de los dioses
    (...) Los gentiles se divertían un día en el collado Argaintxabaleta, en la sierra de Aralar, cuando vieron que del lado del oriente avanzaba hacia ellos una nube luminosa. Asustados por el fenómeno, llamaron a un sabio anciano y le condujeron a aquel paraje para que contemplase la misteriosa nube y les declarara lo que ésta significaba. El anciano les dijo: "Ha nacido el Kixmi y ha llegado el fin de nuestra raza; echadme por el vecino precipicio". Kixmi, que en su lengua significaba mono, era el apodo con que los gentiles llamaban a Cristo. entonce éstos, seguidos de la nube milagrosa, corrieron hacia Occidente, y al llegar al vallecito de Arraztaran, se sepultaron debajo de una gran losa que desde entonces se llama Jentillarri (piedra de los gentiles), que es el dolmen de este nombre que años más tarde exploré en compañia de los Dres. Aranzadi y Eguren. Así tuvo fin la gentilidad, según la leyenda"

    (Mitología Vasca, pag.141-142 Txertoa 1979)

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