Autor: jeromor
jueves, 14 de febrero de 2008
Sección: Escritos antiguos
Información publicada por: jeromor
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Caput y finis en Plinio El Viejo

Como demostración de que, al tratar de los textos antiguos, hay que tener mucho cuidado con ser riguroso con el vocabulario os remito un ejemplo, sacado de Plinio el Viejo.


Un famoso texto de Plinio el Viejo, N.H. 3, 25, dice: “...caputque Celtiberiae Segobrigenses, Carpetaniae Toletani Tago flumini inpositi”. Este texto ha sido polémico por las posibles interpretaciones de lo que quería decir Plinio. ¿Eran Segobriga (los Segobrigenses) y Toletum (los Toletani) las capitales repectivamente de Celtiberia y de Carpetania o estaban en el extremo, en la punta de Celtiberia y de Carpetania? Las implicaciones en el primer caso son importantes, sobre todo para Segobriga, que sería la capital de Celtiberia, ¿entidad indígena? a pesar de que, por ejemplo, Clunia, a la que el mismo Plinio coloca Celtiberiae finis, en el límite de la Celtiberia, era la capital de un convento jurídico que incluía parte de la Celtiberia geográfica en época romana. El tema es opinable, pero vamos a ver un ejemplo de lo que se dice al respecto. E. González Cravioto, “La geografía de Hispania en escritores de la Antigüedad tardía”, Hispania Antiqua, 25, 2001, p. 326 y nota 27, nos dice al respecto que “la ciudad siguiente de la lista es Toledo, la más importante urbe de la Carpetania. Plinio N.H. III, 25 afirma que los toletani forman caput de la Carpetania. Aunque la palabra caput quiere decir realmente ‘inicio’, la mención de la región únicamente en este caso señala su posición importante”. La palabra caput entonces ¿quiere decir realmente ‘inicio’? Vamos a ver lo que dice al respecto Plinio. Después de consultar los cuatro libros que dedica en su obra a la geografía universal, y ver las apariciones de la palabra caput los resultados son los siguientes: III 25, caputque Celtiberiae Segobrigenses, Carpetaniae Toletani Tago flumini inpositi 38, Roma, terrarum caput 134, Graiarum Alpium... Caput eorum Stoenos IV 93, A Ponto, qui maria omnia interiora illo capite nasci 119, In ipso vero capite Baeticae... Gadis V 36, Garama, caput Garamantum 38, Hoc iter vocatur Praeter, caput Saxi 86, Arabes qui Praetavi vocantur, quorum caput Singara 90, Babylonem, quondam Chaldeae caput 112, Miletus, Ioniae caput 117, Sipylus, quod ante Tantalis vocabatur, caput Maeoniae 130, ab altero capite Stiria 146, Phygiae tenet caputquae quondam eius Gordium VI Sed Persepolim, caput regni 43, Ecbatana, caput Mediae 44, Parthiae caput Hecatompylos 77, Caput eorum Bucephalia 115, Ad Persepolim, caput regni 121, Babylon, Chaldaicarum gentium caput 122, Ctesiphontem...quod nunc caput est regnorum… 126, Seleucia abest a capite Mesopotamiae Euphrate navigantibus |XI|•XXV p 155, Pars eorum Atramitae, quorum caput Sabota... 191, Caput eorum in insula Sembobitim Así que, contra lo que afirma González Cravioto, en el caso de Plinio el Viejo, de las 20 veces que aparece la palabra caput sólo cuatro veces alude al extremo: iv, 93, A Ponto, quia maria omnia interiore illo CAPITE nasci; iv,119, In ipso vero CAPITE Baeticae... Gadis; v, 130, ab altero CAPITE Stiria; vi,126, Seleucia abest a CAPITE Mesopotamiae Euphrate navigantibus |XI|•XXV p., y siempre con la forma capite. Las otras 16 veces caput significa ‘capital’, y en la mayor parte de las veces se utiliza mediante la aposición del nombre de la ciudad seguido de caput + el nombre de la región o de la etnia en genitivo, la misma del texto pliniano. Para expresar el extremo de una región Plinio utiliza la palabra FINIS, -IS, que es la que usa en el caso de Clunia y la que debería haber utilizado si realmente quisiera hablar del extremo de los territorios de Celtiberia y Carpetania: FINES III 8, Murgi, Baeticae finis 20, Sucro...oppidum, Contestaniae finis 27, Clunia, Celtiberiae finis 48, Flumen Nacra, Liguriae finis 103, Amnis Cerbalus, Dauniorum finis 115, Flumen Rubico, quondam finis Italiae 129, Oppidum Nesactium et nunc finis Italiae 141, Liburnae finis edt initium Scardona in amne eo IV 107, in oceanum a fine Ossismorum V 19, Amnis Mulucha, Bocchi Masaesylorumque finis 22, Tusca fluvius, Numidae finis 29, ad hunc finem Africa a… 38, finis Cyrenaicus Cathabatmos appelatur 43, in Mauretaniae fine diximus Perorsi 59, Dicionis Aegyptiae esse incipit a fine Aethiopiae Syene 69, Colonia Prima Flavia… finis Palestinae 93, Finisquem antiquus Ciliciae Melas amnis 101, Lyciam finis Telmesus 119, finisquae Ioniae Phocaea 143, flumen Echeleos, anticus Troadis finis 150, is finis Asiae est populorumque CCLXXXII, qui ad eum locum a fine Lyciae numerantur VI 25, Sic finem usque in Adiabenen perfert 48, Ultra Sogdiani, oppidum Panda et in ultimis eorum finibus Alexandria 56, Ad Indum amnem, qui est ab occcidente finis Indiae 59, indi enim gentium prope soli numquam migravere finibus suis 64, Finisque tractus eius Ganges 78, Ultimo fine Cophete fluvio 94, Pomanus Pandarum finibus 97, Leonnato iussu Alexandri in finibus gentis 115, In extremis finibus Laodiceam. A partir de aquí nos podemos preguntar por qué es para Plinio Segobriga la capital de la Carpetania, y cual es la relación de esta afirmación con la realidad arqueológica de este yacimiento y con el de la cercana ciudad de Contrebia Carbica que, en su propio nombre parece expresar su pertenencia a los Carpi = ¿Carpetanos? Copyright Jesús Rodríguez Morales. 2005

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Comentarios

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  1. #1 A.M.Canto 03 de feb. 2005

    A pesar de lo acordado con Giorgio, y ya que me parece que lo de "caput" y "fines" quedó bastante resuelto, le contesto, Abo, que es un misterio. ¿Qué perseguía Herbig al falsificar la inscripción de la famosa fíbula de Preneste? Seguramente sólo medirse a sí mismo con un grupo pequeño de colegas; quizá pensaba confesárselo más adelante, pero ya no pudo cuando la repercusión en Roma se le fue de las manos.
    ¿Qué se podía querer con la tabula Lougeiorum, que supuestamente zanja un viejo problema de la historiografía (desde cuándo existen los conventos jurídicos en Hispania)? El "hallador", un químico, fue detectado cuando estaba tratando de venderla al British Museum. Luego están las célebres "tabulae faxianae", también "hispanas", una de las cuales, nunca vista, casualmente "reparaba" (aunque mal) el aspecto más débil de la citada de los Lougeii (que es inadmisible en latín la fórmula "conventus Arae Augustae"...).
    Así que ¿quién sabe con ésta, si fuera falsa? A lo mejor simple lucimiento personal, divertirse viendo cuántos grandes expertos "pican", francamente no lo sé. Al menos ésa sería la única razón que me sedujera, si un día me pusiera a fabricar algo así.
    Pero lo más curioso es cuantísimos expertos han estado y siguen dispuestos a creerse todo lo que pone, y a explicarlo como sea, incluso cuando son cosas que carecen de toda prueba por otras vías, y hasta de lógica, como lo de Sestio.
    Yo lo próximo que esperaría es una inscripción fragmentada, seguramente en granito, donde medio se leyera algo de la tal "provincia Transduriana" :-)
    Y lo que más siento es ser la aguafiestas de turno; porque a mí también me gustaría poder estudiar piezas así. Siendo buenas, claro.

  2. #2 kallaikoi 04 de ago. 2007



    Aunque hay que reconocer que
    la picaresca es imprevisible en sus actuaciones, la fabricación de un bronce
    falsificado utilizando monedas de la época, parece demasiado trabajo para un
    bromista, en el supuesto de que lo hubiera fabricado sólo con el propósito de
    traer de cabeza a los profesionales de la Historia.

     



    Y si el supuesto falsificador
    lo hubiera hecho sólo para sacarse unas pelillas, poco sacaría por ese bronce
    para compensar el trabajo realizado ¿sabe alguien si se pagó algo por el
    edicto; y, si se pagó algo, cuál fue la cantidad?

     



    Apoyarse en el análisis
    metalográfico del bronce de Bembribe, y en su comparación con los de otros
    bronces de la época utilizados en la fabricación de edictos, es una posición
    débil para demostrar su falsedad.

     



    No hay datos acerca de las
    especificaciones de las NTRs (Normas Técnicas Romanas) para la fabricación de
    bronces para edictos. Y no se puede pensar que los romanos tenían
    procedimientos de Garantía de Calidad, normalizados, para la verificación de
    que los bronces que se fabricaban para la elaboración de edictos cumplían con su
    NTR correspondiente.

     



    No es creíble que algún
    operario de la fundición que fabricó ese bronce, haya tomado una muestra de la
    colada para ese bronce tan pequeño (pesa unos 336 gramos), con el fin de
    fabricar una o varias probetas para someterlas posteriormente a análisis
    químicos de composición (con lo lentos y caros que son), o a ensayos mecánicos,
    para garantizar a la autoridad de turno que el bronce del edicto estaba
    fabricado de acuerdo con su NTR.

     



    Parece más lógico pensar que
    se fabricó con los materiales disponibles en el taller de fundición, y que se
    hizo al plomo porque daba resistencia suficiente a la tabla, aún a costa de
    hacerla un poco más pesada. Además, el fabricante se habría ahorrado un
    dinerillo, porque el estaño es más caro.

     



    Respecto a las faltas de
    ortografía en el texto del edicto, no se debe pasar por alto el hecho de la
    doctora A. M. Canto probablemente sepa escribir un latín más correcto que el
    que sabía escribir César Augusto.

     



    Es bien sabido que el “divi”
    Augusto no era ducho en ortografía latina, y todos sus escritos tenían faltas, lo
    cual denuncia el filósofo Cayo Suetonio en “Vida de los Doce Césares”.

     



    Esa podría ser precisamente la
    prueba de la autenticidad del bronce de Bembibre: si Augusto redactaba sus
    edictos con su puño y letra, y luego verificaba que los bronces ponían
    exactamente lo que él había escrito,

     



    ¿Algún funcionario o
    modelista se habría atrevido a corregir los textos del César, a riesgo de
    perder su cabeza por demostrar que era inculto?

     



    También hay que resaltar que
    el texto está redactado con bastante mala idea: no queda meridianamente clara
    la suerte que les espera a los Susarros. Además de dejarlos en la indigencia,
    el César únicamente les garantiza que se les respetará la vida.

     



    Y sobrecoge pensar lo que
    habrán tenido que sobornar y pagar esos pobres Susarros para conseguir que el
    César Augusto les haya otorgado tan rácano edicto.

     



    Aquí el auténtico problema
    que hay es que el bronce de Bembibre pone en duda las conclusiones de la
    Historia actual, relativas a cómo se llevó a cabo la conquista romana de la
    mitad norte de España.

     



    ¿A qué lado del Duero estaba esa
    provincia Transduriana?

  3. #3 A.M.Canto 04 de ago. 2007

    Kallaikoi: En desacuerdo con todos sus comentarios, excepto con que Augusto de vez en cuando cometía faltas de ortografía (como casi todos los políticos, hay que decir). Pero los errores gramaticales y ortográficos en este bronce para mí son lo de menos: Hay en él contradicciones de tipo histórico, estatutario y onomástico bastante más graves, "que no se las salta un galgo", como suele decirse. Y, nada casualmente, son aquéllas sobre las que no se oye argumentar mucho.

    Empezando por fechar el edicto (en realidad son 2, pero se dice que fueron "actum", en vez de "acta") con la data consular, y a la vez con la potestad tribunicia de Augusto, y encima equivocando el número.

    Los argumentos contrarios a la autenticidad que en su día reuní eran, no 1 ni 2, sino 31. Y sabemos bastante sobre la fabricación del bronce en época romana, y sobre cuándo se empieza a adicionar plomo en cantidad cada vez mayor. No en época de Augusto, desde luego. Pero, lo mismo digo, el problema metalográfico no es más que otro de los 31 argumentos.

    En cuanto a su pregunta final, la supuesta "Transduriana" (nombre que suplantaría territorio tan famoso como la Gallaecia), como su nombre indica, se ubicaría "más allá", esto es, al N. del Duero. Y es nuevamente curioso que, viviendo aún Agripa en el 15 a.C., no quede rastro de tan escandaloso cambio en Plinio, que cita a Agripa, y su Orbis pictus y sus notas, con frecuencia, ni en ningún otro autor griego o romano, aunque fuera como curiosidad administrativa. ¿Cómo es que Agripa no reflejó tal denominación en sus mapas ni es sus Comentarios?

    En fin, el tema es largo pero, parafraseándole a Ud., "aquí el auténtico problema" es que un documento que se supone viene de la mismísima cancillería de Augusto en Narbona no puede estar tan plagado de anomalías de todo tipo.

    P.D.- Me permitiré, ya que se cita, dar la referencia de mi trabajo en cuestión: "Rarezas epigráficas e históricas
    en los nuevos edictos augusteos de El Bierzo", en El bronce de Bembibre :
    un edicto del emperador Augusto del año 15 a.C.
    , Actas del coloquio en el Museo de León (coord.
    por Luis A. Grau Lobo, José Luis Hoyas), 2001, págs. 153-166 (http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=1165544, e índice del volumen: http://dialnet.unirioja.es/servlet/monografia?clave_monografia=6371).

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