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domingo, 13 de julio de 2008
Sección: Lenguas
Información publicada por: lapurdi
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El pico, la miga, el chico y otros "ico"s relacionados

Ciertas raices ocupan en nuestra lengua, y también en otras, un lugar importante por tener una misma forma fonética, y si se sabe descubir, un mismo significado. "Ic" tiene una gran trascendencia por formar parte de lo que llamamos el caso "genitivo" y "partitivo".

"IC" EN LA LENGUA CASTELLANA


En
principio relacionamos las palabras entre ellas por su significado.
El significado de las palabras la dan las cosas que nombran, pero
muchas veces cada palabra puede nombrar cosas muy diferentes, y en
otros casos, diferentes palabras son aplicables a una misma cosa. Por
ello siempre nos debemos preguntar: ¿qué es lo que
realmente significa esa palabra?¿Cual es su etimologia, su
origen, su semàntica, escondida bajo un significado más
o menos aparente?


Pico”
es una palabra que puede nombrar diferentes cosas, y que en principio
no parece claro que provengan de un origen común: puede
significar el extremo agudo, afilado, utilizado como herramienta, y
que sirve, precisamente, para “picar”, un derivado más de
“pico”, que nos abre todo un nuevo campo semántico.
También significa la boca dura y puntiaguda de las aves, así
como el extremo puntiagudo de las cimas montañosas,
habitualmente rocosas. Pero fuera de las formas, más o menos
agudas y en el extremo de una cosa, o animal, reciben también
el nombre de “pico” las pequeñas cantidades que son
extraidas, muchas veces por el efecto del “picar”, de una massa,
de un objeto macizo. Así tenemos que ambas cosas: las
extremidades puntiagudas, y las pequeñas cosas extraidas
tienen el nombre de “pico”, un mismo nombre pero sin tener la
seguridad de pertenecer a un mismo origen.


De
hecho, y tal como iremos vienda a lo largo de todo este escrito, la
raíz “ic” le da ese sentido de 'cosa extraida del
interior'. En el caso de la acepción de “pico” más
habitual, la extracción se debe entender como el extremo y su
forma aguda es como si una fuerza exterior efectuara un estiramiento
de la masa de donde surge el pico, seria la extracción desde
el interior dandole una salida hacia afuera o hacia arriba. Segun la
Real Academia Española “pico” es una palabra celto-latina,
“beccus”, con el mismo significado que ahora conocemos. También
las partes pequeñas del tiempo o del dinero son denominadas
como “picos”, como algo pequeño que se añade o suma
a las cantidades más grandes y redondas.


Otras
palabras que derivan de “pico”, además de “picar” con
sus diferentes accepciones, tenemos “pica”, “peca”,
“apícola”, “ápice”, etc., estas últimas
con una “a-” inicial que con el tiempo fácilmente se puede
haber elidido.


La
“miga”, aplicada habitualmente a las pequeñas particulas
de comida que se desprenden al cortarla o comerla, proviene de la
palabra latina “mica”, 'trocito pequeño', concepto que se
ha conservado integramente en el catalán “mica”, sinónimo
de “poco”. Por su simple claridad semàntica casi no es
necesaria la explicación sobre su relación con la raíz
“ic”, con su significado de 'extracción del interior', ya
que casi es un calco que solo sufre el añadido de la “m-”
inicial, que también refuerza ese concepto de 'extracción',
por el valor semántico de “m-” como 'desprendimiento de
algo', como 'caida, producción involuntaria'. Es decir, la
extracción que representa “ic” se da por el hecho de
desprenderse de algo, lo cual produce esas pequeñas particulas
como son las “migas” en el acto de partir el pan. Una palabra muy
probablemente relacionada con “miga” es “migrar”, con sus
derivados “emigrar” o “inmigrar”. Aquí tenemos a la
persona como parte que se desprende de su comunidad de su conjunto,
de su ambiente, para marchar y separarse de su grupo.


La
tercera palabra, ya tratado por mi en otro articulo publicado en este
foro, “el chico Che”, se referiere al adjetivo “chico”, a
veces nominalizado, que creo que equivocamente los diccionarios
etimológicos lo relacionan con la palabra latina “ciccum”,
'pequeña membrana de algunas frutas', que por extensión
significa 'cosa de muy poco valor'. En realidad tenemos el adjetivo
vasco “txiki”, 'pequeño', que de forma sencilla y clara
nos da el verdadero sentido y origen de esa palabra, encontrado en el
vasco, cuando los latinistas se esfuerzan en remitir la mayoria de
las palabras al latín.


Txiki”
al igual que “xic” en catalan, no solo indica a personas o cosas
pequeñas, sino a partes de cosas que son extraidas, y que por
ser extraidas de otras más grandes, casi siempre son cosas
pequeñas, tal y como es el bebé recienacido, extraido
del cuerpo de su madre. En catalán, la palabra “xic” viene
a representar, también, un sinómino de 'poco',
'trocito', 'pizca'. La misma palabra “achicar” indica el acto de
ir extraiendo, habitualmente agua, poco a poco, en pequeñas
cantidades.


Nuevamente
en “chico” encontramos la raíz “ic” que ocupa un valor
nuclear en la palabra, y no por casualidad le da ese valor semántico
de cosa extraida del interior, más un primer fonema “ch”
con su significado, al menos que yo tengo constatado, de 'depósito',
y del cual se extrae esa pequeña parte.


Muchas
otras palabras son las derivadas de “ic”, que encontramos ya con
otras formas, de morfemas, más que de lexemas, con su caràcter
de sufijo habitualmente, pero tambien de infijo o prefijo. Por lo
tanto, además de raíz nuclear de muchas palabras, de
muchas raices, encontramos a “ic” en algunos morfemas.


Por
ejemplo, los adjetivos tan típicos acabados en “-ico”, que
creo tienen sus antecedentes en el latín y el griego, aunque
no únicamente, forman nombres del tipo: fís-ico, táct-ico, árt-ico, etc. (con origenes griegos) o mág-ico, sabáti-ico,
domin-go, hispán-ico, etc., con origen latino. No solo
conserva la capacidad de formar adjetivos desde la antigüedad
sino que aún hoy, actualmente, puede continuar formando
adjetivos nuevos: bás-ico, lingüíst-ica, telemát-ica,
etc. De hecho parece ser el griego en donde el caso gentivo se
formaba a través de la terminación “-ikos”, y de
aquí su valor de determinativo o genitivo, que hoy podemos
traducir como 'de', o 'propio de' o 'perteneciente a'.


Otro
grupo derivado de “ic” lo encontramos formando parte de las misma
raices de ciertas palabras, en donde los morfemas que hemos visto,
quedan confundidos con la misma raíz a la que complementa, y
que en su dia debió utilizarse para formar un genitivo o
adjetivo. Se trata de palabras como “pellizcar”, del latino
“vellicicare”, con el significado idéntico a “pellizcar”.
“Velli” es la raiz de la palabra “piel” y “pelo”, y de
la cual se debió formar “vellic-ic”, en el sentido de
extracción de la piel, coincidente con el valor del
“pellizco”, aunque quizás otros autores quieran ver en
este “ic” la parte inicial  de “-care”, como morfema verbal con el
significado de 'hacer'.


Otra
palabra donde se confunde “ic” es “antigua”, derivada del
latin “antiquus”. Aquí vemos que el hecho de escribir
“antiquus” con “qu” nos impide ver un caso más del
morfema “ic”, esta vez aplicado a “ant-” con el significado
de 'antes' o 'delante', tal como corresponde a lo que pertenece al
tiempo delantero, o que vino anteriormente. Dentro de este grupo
también podemos incluir las palabras analizadas en un primer
momento: pico, miga y chico, en donde “ic” se integra
perfectamente a la raíz de la palabra.


Un
tercer grupo és el formado por palabras que han sido definidas
como onomatopeias al ser “ic” un aparente sonido de ciertas
acciones, aunque es en estas palabras donde más claramente se
transparenta el significado real de “ic” por arrancar el mismo de
conceptos psicológicos de los fonemas.


Tenemos
palabras como “tic” o “clic”, que la Real Academia Española,
en su diccionario etimológico, da como onomatopeias, y en
cambio en otros diccionarios de otras lenguas reconocen otros
origenes no estrictamente relacionados con las onomatopeias, es decir,
con los sonidos físicos transcritos por las palabras. Estas
palabras estan compuestas con “ic”, y en donde queda muy claro el
significado de lo 'extraido del interior', en el caso de “tic”
con un fonema “t” que representa el referente, algo determinado,
del cual se extrae una parte, ya sea aplicado a movimientos de cosas
(saeta del reloj, péndulo, latido de la sangre, etc.) o de
partes o miembros del cuerpo, efectuados de forma rápida e
involuntaria. En el caso de “clic”, ese movimiento de extracción
se realiza sobre un movimiento previo definido por “cl-” que
significa aquello que esta undido, desgastado, cl-avado, que son
conceptos derivados de la raiz “cal”, apocopada en “cl”.


Estas
palabras supuestamente onomatopeias nos llevan a nombres de
movimientos oscilatorios, identificados como movimientos de interior
a exterior, como son: tic-tac, zig-zag, ñic-ñac, etc.
En estas palabras antagónicas se ve bien claramente como la
“i” y la “a” representan movimientos de sentido contrario,
que juntos nos dan el movimiento oscilatorio típico de las
idas y venidas de ciertas cosas. Aquí “ic” vuelve a
relacionarse con los “ic” analizados, es decir, aquello que se
extrae del interior, a diferencia de “ac” para lo que se extrae
del exterior.

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Comentarios

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  1. #1 Llug 14 de jul. 2008

    Curioso artículo :)  Aporto otra palabra (es llana):


    http://mas.lne.es/diccionario/index.php?palabra=mosicu

  2. Hay 1 comentarios.
    1

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