Autor: Habis
miércoles, 09 de noviembre de 2005
Sección: Artículos generales
Información publicada por: Habis


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EL MITO DE LA RECONQUISTA Y LA REPOBLACION-II: Una crítica demografica.

Ahora le toca a la demografía desmentir algunos paradigmas sobre la histopria medieval española.

Hasta hace relativamente poco tiempo no se aceptó de manera generalizada que la invasión árabe de España no fue tan árabe como bereber, y que aun ésta no fue de gran intensidad. Se calcula que el aporte poblacional de origen arabigo (sirios y yemeníes fundamentalmente) no sobrepasó nunca el 2% de la poblacion de acogida, y que el bereber (arabizado o no), mucho más numeroso tampoco llegaría al 8%, es decir, que el aporte poblacional afroasiatico a consecuencia de las sucesivas invasiones islámicas de la peninsula no superarian el 10%, y todo ello en un lapso que va desde principios del siglo VIII hasta mediados del XIII.
Esta es la base de la qque hay que partir. Y es que, pasase lo que pasase durante la controvertida repoblación (curioso que se llame asi a un acto donde la mayor parte de los pobladores no tienen ancestros provinientes del lugar que se esta poblando...), el hecho es que, como ya pasó con la romanización, la mayor parte de la población siguió siendo la misma: Al menos el 75% de los habitantes de Al Andalus del año 1250 tendría algun vinculo genetico con la población previa a la invasión romana.
Hagamos un breve repaso por la demografía peninsular. Los calculos para la población prerromana suelen oscilar en torno a los 4 millones de habitantes. Antes de la llegada de los pueblos germánicos, tras seis siglos de relativa porsperidad economica y ausencia de grandes conflictos, esta cifra no bajaría de 6 millones. Se ha calculado que el aporte poblacional germanico no fue muy alto. Unos 100.000 visigodos, unos 50.000 suevos, y aportes de vandalos y algun que otro pueblo no documentado que no implicaría en conjunto más del 5% de la población hispanorromana. Por tanto, si tomamos como base esos 6 millones, le sumamos el aporte germánico, le aplicamos una tasa de crecimiento vegetativo leve y le sumamos las pocas decenas de miles de invasores musulmanes, no tenemos por que pensar que en el año 715 hubiese en España menos de 7 millones de habitantes.
Aparte de los lógicos movimientos migratorios provocado por el cambio politico (nobleza visigoda al norte, nuevos pobladores mas numerosos cuanto más al sur, algun reordenamiento por causas familiares o de otra indole) es de esperar que el montante total de 7 millones de habitantes, se mantuviese pese a todo.
Los tres primeros siglos que vienen, son de estrechez económica en los reinos cristianos y bonanza económica en el emirato/califato. Siendo moderados en ambas consideraciones podemos pensar que el norte debió estancarse poblacionalmente pero sin perdidas absolutas, y el sur, que siguió acogiendo leves migraciones y desarrolló una de las economias más prosperas de Europa, tendría un cierto exito demográfico. Aun así, neguémonos a considerar (aun yendo en contra de la lógica histórica) que el conjunto de la peninsula incrementase su población. Tendriamos por tanto a principios del siglo XI esos mismos 7 millones de habitantes.
A pesar de los primeros exitos militares de los reinos cristianos, la proporción entre la poblaciónd e ambos lados de la frontera sería muy favorable al lado andalusí, no sólo por la mayor superficie ocupada (2,5 a 1) sino porque la densidad de población alcanzada en muchas zonas del sur peninsular era de las mas altas de Europa. A ciudades como Lisboa, Sevilla, Ecija, Jerez, Ronda, Cordoba, Granada, Guadix, Jaen, Almeria, Malaga, Murcia, Badajoz, Toledo o Valencia sólo las igualaban 4 o 5 ciudades de todo el arco cristiano. Posiblemente por cada habitante de los reinos cristianos hubiesen más de 3 andalusíes.
El periodo de los reinos de taifas supone un estancamiento demografico para Al Andalus, debido al retroceso militar y los subsiguientes problemas económicos. Aún así, es de pensar que la apertura a la repoblación castellana y portuguesa del valle del Tajo, y la llegada de las tropas aragonesas al levante peninsular permitiese un progreso económico suficiente como para, al menos, compensar las posibles perdidas demograficas del lado andalusí (si es que las hubo).
Nos acercamos a la fecha clave. Mediados del siglo XIII; tras la batalla de las Navas de Tolosa el valle del Guadalquivir va a pasar de ser el gran sosten economico de Al Andalus a la gran autopista por las que bajan las tropas castellanas. Parémonos de nuevo. Teniamos por bueno que a comienzos del siglo VIII habría en la peninsula unos 7 millones de habitantes; ¿es aventurado suponer que en cinco siglos de relativa tranquilidad salvo en las zonas fronterizas y de decidido desarrollo economico al sur del Tajo, la población peninsular habría alcanzado ya por entonces los 8 millones de habitantes? ¿Y es demasiado aventurado suponer que de esos 8 millones al menos 2 estuviesen localizados en la actual Andalucía? Creemos que no, como también creemos que en lugar de 8 millones podrían ser más y que la proporcion del 25% en la actual Andalucia no tendría por qué ser menor y si mayor. Pero dejemoslo estar: 8 millones para el conjunto de la Peninsula, 2 millones al sur de Despeñaperros. Sigamos.
Los terminos de las capitulaciones de las poblaciones andaluzas expresan que toda población musulmana debe abandonar los recintos urbanos, y es referidos a estos recintos la mayoria de la documentación de la época de la que se puede inferir algun dato demografico. Es decir, que al menos en principio se deja abierta la puerta para que los andalusíes se queden en la tierra, siempre que cedan las propiedades mas importantes y los centros de poder.
Decadas más tarde se producirá la revuelta mudejar que obligará a decretar la expulsión de estos o bien hacia Marruecos o hacia el reino de Granada. ¿Fue este decreto seguido a rajatabla, o pasó con él como con las numerosas (y por lo visto ineficaces) pragmaticas contra los gitanos?
Suponiendo que de los 2 millones de habitantes de la Andalucia islamica la mitad viviese en el valle del Gudalquivir, ¿a dónde fue a parar ese millon de habitantes? Con seguridad el reino de Granada acogeria muchas decenas de miles, y algunos miles más cruzarían el estrecho, pero no hay indicios, ni en un lado ni en otro, de desplazamientos de población de tal magnitud. ¿Podrían hoy día desplazarse 6 millones de personas (a la proporcion de la poblacion actual de la peninsula) de Andalucia Occidental hacia la Oriental o Marruecos sin provocar gravísimas consecuencias? Creemos que no. Siglos mas tarde, la expulsión de los moriscos ( en numero muy inferior), arruinará los sectores agricola y artesano de Andalucia, Murcia y Valencia y dejará profunda huella en la historia y la cultura del norte de Africa. Por poner en ejemplo: En distintas ciudades de Argelia y Marruecos existen folclores heredados de al Andalus. Sus nombres Chibilya (Sevilla), Balansiyya (Valencia) Kurtubía (Cordoba) o Garnatiya (Granada) lo dicen todo. ¿Como un movimiento de población 6 o 7 veces mayor no dejó rastro en la historigrafia oficial o en la cultura popular? Volvamos a recordar que casi ningun medievalista español conoce la lengua árabe.
Estamos en el año 1492. Granada acaba de caer. El reino nazarí, ultimo bastión del islam en Europa occidental, aglutina en su superpoblado territorio a cerca de un millon de personas. Por lo pronto llama la atención un dato: Si todos los mudejares fueron al reino de Granada como dice la historiografía oficial, y éste no tuvo grandes calamidades que diezmaran su población, ¿No es excesivamente poco un millon de personas para un reino que ha ido recogiendo a toda la población expulsada de los territorios conquistados? Cada vez estamos más inclinados a pensar que muchos de los que fueron expulsados acabaron por no irse.
Y esto es más así cuando vemos que la mayor parte de el esfuerzo repoblatorio del reino de granada se hace desde Sevilla, pero que ello no basta y que de la población censada se da como valores de 165.000 y 250.000 repsectivamente para los castellanos y moriscos.
Recapitulemos.
-En epoca del Califato, la población de Al Andalus no sería inferior a 5 millones.
-En el momento de la conquista del Valle del Gudalquivir, Andalucia tendría como poco unos 2 millones.
-A la caida de Granada se estima que su población ronda le millon de habitantes, 100.000 de ellos en la propia ciudad.
-Los datos de la Granada reconquistada hablan de 165.000 + 250.000 = 435.000 habitantes.
-En el momento de la expulsión defintiva de los moriscos, estos no llegan a 100.000.

¿No son demasiado vaporosas estas cifras? ¿A donde van a parar todos esos andalusíes (es decir, en su mayoria descendientes de hispanorromanos convertidos al islam)? Marruecos contaba en 1970 con 15 millones de habitantes, y a principios de siglo XX no llegaba a los 10, y alla por el siglo XV no superaba los 5; ¿es que toda la poblacion marroquí es de origen andalusí, es que antes no hubo nada allí? ¿no es mas facil pensar que esa absorción de andalusíes fuera paulatinamente absorbida por una Castilla poblacionalmente agotada?

Nuestra conclusión es que para abordar el tema de la repoblación es preciso echar mano no sólo de los documentos oficiales conservados, sino de aquellos no conservados que deseariamos tener. Asimismo, no se puede tratar un problema dual bajo el un enfoque unico: Tan preciso es estudiar los datos sobre la historia de España como sobre la historia de Marruecos, Argelia o Tunez. Finalmente habria que recurrir a la genetica de poblaciones para contrastarlo todo; Da igual lo que digan los papeles y las cronicas: El ADN siempre será un registro mas fiable.

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Comentarios

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  1. #1 Habis 12 de nov. 2005

    Traslado una intervencion de soliman en el articulo III, por parecerme mas adecuada aqui que alli.

    soliman
    10/11/2005
    10:01:56

    CARTAS DEL CONDE DE SALAZAR AL REY MANIFESTÁNDOLE SU INQUIETUD POR EL GRAN NÚMERO DE MORISCOS QUE VUELVEN A SUS LUGARES DESPUÉS DE HABER SIDO EXPULSADOS

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    El Conde de Salazar fue designado por el Rey en 1610 para dirigir las operaciones de expulsión de los moriscos de la Corona de castilla, tarea que el Conde desempeñó con particular celo. Cinco años después de los primeros bandos de expulsión en Castilla, y cuando se da por terminada su misión, Salazar lanza repetidas llamadas al rey y al Duque de Lerma alarmado por el gran número de moriscos que vuelve a sus lugares de origen.

    Carta del Conde de Salazar a S.M.

    fecha en Madrid a 8 de agosto de 1615


    Señor:

    En un papel del Duque de Lerma del 31 del pasado me manda Vuestra Majestad que vaya dando cuenta del estado que tuviere la expulsión de los moriscos por que tenga efecto lo que está hecho y, aunque yo he quedado con mucha menos mano en esto que la que Vuestra Majestad mandó que tuviese cuando la ejecución de esta obra se remitió a las justicias ordinarias, siempre he dado cuenta a Vuestra Majestad de lo que en esto se ha ofrecido a que nunca se me ha respondido, así entendía que Vuestra Majestad tenía más ciertos avisos por otros caminos que ha sido causa de no haber yo dado cuenta de lo que tengo entendido por relaciones muy ciertas. En el Reino de Murcia, donde con mayor desvergüenza se han vuelto cuantos moriscos salieron, por la buena voluntad con que generalmente los reciben todos los naturales y los encubren los justicias, procure que se enviase a Don Gerónimo de Avellaneda, que fue mi asesor, como se hizo cuando su Majestad mandó que llevase instrucción mía de lo que había de hacer por la mucha plática que de aquel reino yo tenía, el consejo no quiso admitir esta instrucción y dióle otra tan corta que aunque fue e hizo lo que pudo, no hizo nada, ya que se han vuelto los que expelió, y los que se habían ido y los que dejó condenado a galeras acuden de nuevo a quejarse al consejo en toda Andalucía por cartas del Duque de Medina Sidonia, y de otras personas se sabe que faltan por volverse solo los que han muerto en todos los lugares de Castilla la Vieja y la Nueva y la Mancha y extremadura, particularmente en los de señorío se sabe que vuelven cada día muchos y que las justicias los disimulan; una cosa es cierta, y es que cuanto a que Vuestra Majestad mandó remitir la expulsión a las justicias ordinarias no se sabe que hayan preso ningún morisco ni yo he tenido carta ninguna de ellas; las islas de Mallorca y de Menorca y las Canarias tienen muchos moriscos así de los naturales de las mismas islas como de los que han ido expelidos, en la corona de Aragón se sabe que fuera de los que se han vuelto y pasado de los de Castilla hay con permiso mucha cantidad de ellos y la que con las mismas licencias y con pruebas falsas se han quedado en España son tantos que era cantidad muy considerable para temer los inconvenientes que obligó a Vuestra Majestad a echarlos de sus Reinos, a lo menos el principal inconveniente, que es el servicio de Dios, se ha mejorado un poco pues de la cristiandad de todos los que digo que hay en esta corona se puede tener tan poca seguridad.

    La jurisdicción que me ha quedado es solo responder a las justicias ordinarias a las dudas que me comunicaren y hasta ahora ellos no tienen ninguna de que les está muy bien dejar estar los moriscos en sus jurisdicciones así nunca me han preguntado. Vuestra Majestad según todo esto mandara lo que más convenga a su servicio que la relación que yo puedo dar a Vuestra Majestad, cumpliendo con lo que manda, es la que he dicho.

    Con lo que su Majestad me mandó responder a la consulta de los moriscos de Tanger me a obligado a darle cuenta del mal estado que tiene la expulsión de los moriscos por los muchos que cada día se vuelven y por los que han dejado de expelerse, que todos juntos es una cantidad muy considerable; yo habré cumplido con esto con mi obligación y con lo que su Majestad mandó, y holgare mucho que su Majestad tome la decisión que pareciese que más conviene; una sola cosa aseguro a Vuestra Majestad y es que si convino echar a los moriscos de España, después de haberlos echado no conviene dejarlos volver a ella contra la voluntad de su Dueño y que con hacerlo queda deslucida la mayor obra que nunca se ha hecho y se falta al servicio de Dios a quien esta gente no conoce sino para ofenderle. Guarde Dios a Vuestra Majestad los años que deseo.

    Se nos hace evidente por este correo, como por la mucha otra documentación existente, que no se expulsó a gente de otra raza, ya que eran indistinguibles los cristianos de los musulmanes. En otra carta, dice:

    He sabido que los más de ellos no vuelven a sus casas por temor a ser conocidos y denunciados, y como son tan ladinos residen en cualquier parte donde no los conocen como si fueran cristianos viejos.

    Para averiguar que son “muy moros” tiene que observar el cargamento que tienen para el viaje, o de lo contrario le es imposible:

    No hallé en la visita que hice de sus personas mercaderías y hacienda una brizna de tocino ni ningún vaso con vino, levando como llevaban muchas cecinas de carnero, cabra y macho y siendo el tocino y vino la mejor provisión que si no fueran moriscos podían llevar para su viaje.

    La pena que solicita este Conde de Salazar al Rey para estos que vuelven es la siguiente:

    Supuesto que la pena de muerte en que han incurrido parece inejecutable para tantos, se podría tomar por expedientes que los varones que hubieran venido y vinieren de Berbería o Marsella u otros puertos sean cautivos para servir a Vuestra Majestad en sus galeras, y las mujeres queden también cautivas y sean hacienda (propiedad) de Vuestra Majestad.

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